Morfología

7.La derivación adjetival y adverbial

7.11 Sufijos de sentido activo o pasivo (III). Los sufijos -dizo/-diza, -nte y sus variantes

7.11a El sufijo -dizo/-diza se acerca a -ble en algunos aspectos de su morfología y de su significación. Frente a los adjetivos derivados en -ble, los que terminan en -dizo no se forman con el tema verbal utilizado en el participio (mov-e-dizo frente a mov-i-ble), sino con temas de infinitivo, al igual que los derivados en -dero/-dera. Se distinguen, por tanto, las tres vocales temáticas del infinitivo en los derivados en V-dizo: resbal-a-dizo, mov-e-dizo, hu-i-dizo. Repárese en que en el análisis sincrónico no puede postularse -izo/-iza como sufijo adjunto a una raíz participial (resbalad-izo) porque este análisis predice las formas *movidizo, *traidizo, en lugar de las existentes movedizo, traedizo. Se postula, en cambio, este sufijo en cobrizo, rojizo y otros adjetivos que se analizan en el § 7.5e.

7.11b Aunque de productividad mucho más reducida que las formas en -ble, los adjetivos derivados según la pauta V-dizo adquieren igualmente sentido pasivo en expresiones como arma arrojadiza (‘apta para ser arrojada’), terreno regadizo (‘que se puede regar’), tierra robadiza (‘que tiende a ser robada por el agua’). Se usa hoy levadizo (puente levadizo ‘que puede ser levantado’), pero en la lengua antigua se registra también levantadizo: E hizieron una puente de madera levantadiza (Tirante). Se forman otros derivados V-dizo con verbos inacusativos (caedizo ‘que tiende a caer’) y con varios verbos pronominales en usos que se acercan a los pasivos, como en el caso del sufijo -ble7.10a): enamoradizo (‘que tiende a enamorarse’), enojadizo (‘fácil de enojar’ o ‘con propensión a enojarse’), manchadizo (‘que se mancha o es manchado’), como en ropa manchadiza o piedra manchadiza: La caliza blanca manchadiza, que dimos ya a conocer en la descripción de las rocas […] (Vilanova Piera, Geología). Son varios los derivados en -dizo que se obtienen de verbos intransitivos, particularmente los que denotan cambio (cambiadizo, mudadizo, tornadizo) o movimiento (corredizo, escurridizo, huidizo, rodadizo).

7.11c Frente a -ble, que expresa posibilidad o capacidad, el sufijo -dizo denota propensión o tendencia, lo que permite establecer paráfrasis aproximadas como las que figuran a continuación:

arenas movedizas (‘que se mueven o tienden a moverse’), vocal caediza (‘que tiende a caer’), material resquebrajadizo (‘que tiende a resquebrajarse’), música pegadiza (‘que se pega fácilmente’), gente olvidadiza (‘que se olvida con frecuencia de las cosas’), terreno anegadizo (‘que se anega fácilmente’), persona quedadiza (‘que tiende a quedarse, lenta, que se retrasa’), piso resbaladizo (‘en el que se puede resbalar con facilidad’).

A este mismo grupo pertenece acomodadizo: El tiempo se hizo más corto y acomodadizo (Gopegui, Real). Algunos derivados en V-dizo dan lugar a varios sentidos en función del nombre del que se prediquen, como explica el DRAE. Así, calzado resbaladizo significa aproximadamente ‘calzado que resbala’, mientras que terreno resbaladizo es más bien ‘aquel en el que uno resbala’, tanto en el sentido físico de este verbo como en el figurado. Se aplica una distinción similar a escurridizo.

7.11d Se forman en español un gran número de adjetivos derivados en -nte (con las formas -ante, -ente y -iente) que mantienen la terminación de los antiguos participios de presente, aunque no siempre sus propiedades gramaticales. Muchos de ellos admiten usos sustantivos, que se estudian en el § 6.10. De los verbos de la primera conjugación se obtienen adjetivos en -ante:

abundante, agobiante, cambiante, demandante, distante, edificante, firmante, gratificante, intrigante, ocupante, picante, preocupante, sedante, tocante, variante, vigilante.

Los verbos de la segunda conjugación los forman en -ente:

absorbente, convincente, decadente, emergente, excedente, precedente, procedente, sorprendente, subyacente, trascendente, yacente,

pero también en -iente:

compareciente, complaciente, condescendiente, contendiente, correspondiente, creciente, dependiente, doliente, naciente, perteneciente, prevaleciente.

La mayor parte de los verbos de la tercera conjugación eligen -iente:

combatiente, concerniente, durmiente, escribiente, hiriente, maldiciente, proveniente, reluciente, saliente, siguiente, sirviente, sobresaliente, sonriente, viviente,

pero algunos escogen -ente:

atingente, coincidente, concurrente, conducente, dicente, exigente, refulgente, reincidente, residente, transigente, urgente.

7.11e Los adjetivos derivados en -nte o -iente se forman en el español actual, al igual que el gerundio, sobre los temas verbales de pretérito. Se dice, por tanto, durmiente (no *dormiente), hiriente (no *heriente, cf. herido), siguiente (no *seguiente), sirviente (no *serviente). Existen, sin embargo, numerosas excepciones. Entre ellas está el adjetivo proveniente, de provenir, derivado de un participio de presente latino, que contrasta con interviniente, formado sobre el gerundio de intervenir. Se registra también la variante proviniente, que no se recomienda.

7.11f Como se ha mencionado, la terminación -ante es característica de la primera conjugación, pero es difícil prever la terminación -ente o -iente en los adjetivos derivados de verbos de la segunda y la tercera, en particular porque muchas formas en -ente entraron en el idioma como cultismos. Algunas de ellas son incluso anteriores a los verbos con los que se asocian (presidente se usó en español un siglo antes que presidir). La relación léxica se establece sin dificultad desde el punto de vista sincrónico en esos casos, lo que hace difícil postular generalizaciones sobre esta alternancia que solo atiendan al estadio actual del sistema lingüístico.

7.11g Se adopta la doble solución en algunos pares, como en ascendente y ascendiente, descendente y descendiente, yacente y yaciente, aunque estas voces no se usan siempre en los mismos contextos. Existen otros casos de doble solución: adquirente y adquiriente, tendente y tendiente, dicente y diciente, el último usado en Colombia: El detalle es curioso y muy diciente de lo que son en verdad la inteligencia y la conciencia japonesas (Tiempo [Col.] 11/1/1987). Tienen origen y significados distintos latente (lat. latens, -ntis ‘oculto’) y latiente (de latir ‘que late’). En otros pares semejantes, solo una de las dos variantes ha ganado prestigio en la lengua culta. Se recomienda la variante no diptongada en aquiescente, bullente, eximente, magnificente, sedicente o subyacente, aun cuando se han registrado en ocasiones formas con -iente de estos adjetivos. Por el contrario, se consideran correctas las variantes diptongadas en compareciente, contendiente, conviviente, interviniente, pretendiente o proveniente, en lugar de sus respectivas formas en -ente, también documentadas de manera esporádica.

7.11h Los verbos de los que se derivan muchos adjetivos en -ente son latinos y no tienen correspondencia en español. Así, reticente procede del latín retcens, -ntis, participio de reticre ‘callar’. Del participio de displicre ‘desagradar’ (displcens, -ntis) procede displicente, y el de vigre ‘estar en vigor’ (vigens, -ntis) dio lugar a vigente. Se obtienen procesos similares en coherente, inherente y otros adjetivos, entre ellos adolescente, aquiescente, incandescente y otros terminados en -scente que tienen su origen en verbos latinos en -scĕre. Se forman de manera regular, en cambio, desde el punto de vista de la morfología sincrónica, adherente (de adherirse), floreciente (de florecer) o resplandeciente (de resplandecer). Otras veces, el verbo que constituye la base léxica del adjetivo en -nte existe en español, pero es de escaso uso, como deterger (‘limpiar’), sobre el que se forma detergente, o evanescer (‘esfumarse’), del que se obtiene evanescente. Véase también sobre esta cuestión el § 6.10e.

7.11i En la morfología sincrónica se postulan procesos de haplología (§ 1.7j) en la derivación de carente (de carecer, aunque también existe la forma regular careciente, usada en el área rioplatense), obediente (de obedecer, no *obedeciente), permanente (de permanecer, no *permaneciente). Estos procesos son innecesarios en el análisis diacrónico, como se explica en el § 6.1ñ. Entre las alternancias vocálicas destacan especialmente /e/ ~ /i/ en convencer > convincente, con disimilación, frente a *convencente, que sería la forma regular, como convenciendo. Entre las alternancias consonánticas en los adjetivos derivados en -nte, cabe señalar la alternancia de velares /g/ ~ /k/ en mendigar > mendicante.

7.11j El funcionamiento gramatical de los adjetivos en -nte no coincide exactamente con el que corresponde a los antiguos participios de presente, que desaparecieron pronto en español. Como sucedía en latín, estos participios mantenían propiedades estrictamente verbales en la lengua medieval. Podían, pues, tener sujeto o complemento directo, a diferencia de lo que sucede en la actualidad:

Ya passava el agradable / mayo, mostrante las flores, / e venía el infernable / junio con grandes calores (Santillana, Triumphete); Vi turbada la juridiçión del Neptuno e a Juno desterrada de su próspero regno por la multitud de çentauros, trayentes armas fabricadas por el ynferneo Vulcano (Torre, A., Visión).

En el español de hoy poseen esta propiedad los infinitivos y los gerundios, pero no los adjetivos deverbales. Así pues, cuando un adjetivo en -ente hereda en la lengua actual el argumento que corresponde al complemento directo del verbo con el que se asocia, lo hace siempre introduciendo la preposición de: amante de la paz (frente a amar la paz), causante de varios percances (frente a causar varios percances), ignorante de lo que ocurría (frente a ignorar lo que ocurría). Aun así, el adjetivo distante mantiene en parte sus propiedades verbales en expresiones como distante varios kilómetros de la ciudad, ya que el complemento varios kilómetros no es propio de los adjetivos, sino de los verbos. Para el uso antiguo de durante y mediante como participios de presente, véase el § 29.2h. Del antiguo participio de presente obstante permanece un resto lexicalizado en la locución adverbial no obstante30.12n).

7.11k Varios derivados en -nte heredan en la lengua actual los complementos preposicionales correspondientes a los verbos de los que se derivan. Se forman así grupos adjetivales o nominales como asistentes al acto, carente de recursos, consistente en una jugosa recompensa, correspondiente a otra partida, equivalente a esa misma cantidad, proveniente de otro lugar. Esta propiedad está más restringida hoy de lo que lo estaba en la lengua antigua. Así, por ejemplo, el uso actual de hablante como sustantivo solo mantiene en parte la estructura sintáctica de hablar (los hablantes de ruso contrasta con *los hablantes de los demás), frente a lo que permitía la lengua medieval: Sy de los fablantes de otros las cosas dichas fuesen sabydas e rretraýdas, ¡o quánto mal sería por el mundo! (Martínez Toledo, Corbacho). En este y otros muchos casos similares, el participio de presente mantenía en la lengua medieval, como hace en el italiano literario moderno, propiedades verbales que solo permanecen en parte en los actuales adjetivos en -nte.

7.11l Los adjetivos en -nte designan propiedades de muy diversa naturaleza. Son particularmente numerosos los derivados de verbos que expresan posición, ubicación y otros estados físicos que pueden interpretarse figuradamente: antecedente, ascendente o ascendiente, coincidente, colgante, convergente, descendiente, distante, equidistante, flotante, lindante, pendiente, saliente, sedente, yacente o yaciente. Un grupo amplio de adjetivos derivados en -nte denota propiedades físicas que pueden ser captadas por los sentidos (brillante, crujiente, estridente, fosforescente, fulgurante, hiriente, maloliente, penetrante, radiante, tronante, vibrante, etc.); otros hacen referencia a alguna sensación física o psicológica que se asimila a otras formas de percepción (agobiante, alarmante, desesperante, preocupante, sorprendente).

7.11m En los grupos mencionados y en otros similares, los derivados en -nte designan por lo general propiedades de naturaleza inherente37.7d), en el sentido de caracterizadoras de las entidades de las que se habla (circunstancia agravante, material aislante, sonido penetrante, música vibrante), y solo ocasionalmente características episódicas o circunstanciales. Este hecho tiene como consecuencia que la mayor parte de los adjetivos en -nte que admiten usos copulativos se construyan con el verbo ser (abundante, emocionante, preocupante, sorprendente) y que los pocos que admiten estar (distante, radiante) no rechacen ser en algún contexto, o bien no se consideren propiamente palabras derivadas en la morfología española (caliente, consciente, presente). Véase también sobre estas cuestiones el § 6.10.

7.11n El número de adjetivos derivados en -nte ha crecido en los lenguajes técnicos, sobre todo en el jurídico y el administrativo, pero también en el económico, el médico y el de otras especialidades: aceptante, concedente, incurrente, interviniente, litigante, prevalente, etc. Se ejemplifican a continuación algunos de estos usos:

Se presentarán con cinco copias para el Tribunal y tantas copias como sean las partes litigantes (García Enterría/Tizzano/Alonso, Código); La corporación francesa es la principal o concedente, y la corporación local es la distribuidora (Maldonado/Negrón, Derecho); La presunción de inconstitucionalidad y, por consecuencia, incurrente en varios delitos tipificados en el Código Penal (Universal [Méx.] 16/10/2001); Es imprescindible para los pacientes comprender los factores intervinientes (Rausch/Bay, Anorexia); Habrían mantenido una conducta aceptante de la realidad (Castilla, Psiquiatría 2).

 

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