Sintaxis

13. El adjetivo y el grupo adjetival

13.16 El grupo adjetival (I). Su estructura. Los modificadores del adjetivo

13.16a El concepto de grupo adjetival se introdujo en el § 1.11d. Como allí se explicó, se entiende que las funciones sintácticas del adjetivo corresponden propiamente a los grupos adjetivales, de manera que los primeros constituyen una de sus posibles realizaciones. Así, los adjetivos que aparecen en los ejemplos de la izquierda pueden admitir modificadores o complementos, es decir, formar segmentos expandidos que constituyen grupos adjetivales:

calles estrechas ~ calles muy estrechas y algo empinadas;

los imprescindibles cambios ~ los cada vez más imprescindibles cambios institucionales;

un hombre astuto ~ un hombre astuto como un zorro;

toro débil ~ toro débil de remos;

Contestó seguro ~ Contestó tan seguro que todos creyeron que conocía la respuesta;

Mi abuelo era alto ~ Mi abuelo era bastante más alto que mi padre;

Estaba satisfecha ~ Estaba plenamente satisfecha de su nueva vida.

13.16b Los elementos que inciden sobre el adjetivo se suelen dividir en dos grupos: modificadores y complementos. Los primeros, casi siempre antepuestos, son expresiones que determinan la medida o el alcance que se atribuye a la propiedad denotada por el adjetivo o aportan otras nociones relevantes para evaluar las circunstancias en que se aplica dicha propiedad; los segundos son grupos preposicionales. La preposición que los encabeza suele estar regida por el adjetivo: lleno de agua, conforme con lo que le dieron, relativo a su vida profesional, experto en drenaje, útil para combatir el estrés. En ciertos casos es la misma marca sintáctica que caracteriza los complementos del nombre tradicionalmente asociados con el caso genitivo (compárese desear que ocurra con el deseo de que ocurra o con deseoso de que ocurra). Se vuelve sobre esta diferencia en el § 13.17e. Sobre el queísmo que se produce a veces en estas construcciones (Estoy seguro que lo sabe), véanse los § 43.6ñ y ss.

13.16c El adjetivo y su complemento forman un grupo sintáctico al que modifica el adverbio antepuesto, como en [completamente [lleno de agua]]. Así pues, el segmento más incrustado constituye un grupo adjetival sobre el que incide el adverbio, lo que da lugar a un nuevo grupo adjetival. Son modificadores de los adjetivos varios adverbios ubicados en la posición inicial del grupo adjetival, como los de grado y algunos terminados en -mente que se les asimilan: muy ingenuo, poco confiable, demasiado astuto, sumamente ingenuo, asombrosamente sagaz, increíblemente complejo. Con menor frecuencia, la misma función puede ser desempeñada por un modificador pospuesto, como los subrayados en simpático de veras, travieso en extremo, asombroso al máximo, divertido hasta decir basta. También contienen modificadores pospuestos las expresiones lexicalizadas o semilexicalizadas honesto a carta cabal, tonto de remate o de capirote, loco de atar.

13.16d Los modificadores adjetivales pospuestos ejercen su función sintáctica de forma similar a como lo hacen los antepuestos. No son compatibles con ellos porque se incurriría en expresiones redundantes como absolutamente tonto de remate o muy divertido en extremo. Las comparativas llamadas prototípicas45.12i y ss.), como la subrayada en un político astuto como un zorro, se asimilan en parte a los modificadores. Tampoco son, por tanto, compatibles con otros análogos en el mismo grupo sintáctico, ya que se caería igualmente en redundancia: *un político muy astuto como un zorro. Son, en cambio, compatibles con ellos si la comparación se establece en un segmento diferente y está separada del grupo nominal por una pausa, como en un político muy astuto, como un zorro. No resulta extraña en la misma medida un político tan astuto como un zorro, que constituye una comparativa de igualdad característica (§ 45.8), sin dejar de ser por ello una comparación prototípica.

13.16e Pueden formarse también otros grupos adjetivales que están en función de las propiedades sintácticas de los cuantificadores que aparecen en ellos. Así, los cuantificadores comparativos pueden construirse con complementos de este mismo tipo, lo que da lugar a grupos adjetivales comparativos. Si el modificador con el que se cuantifica el grupo adjetival propenso al escándalo es el adverbio más, estará legitimada la aparición de un complemento comparativo encabezado por la conjunción que. El resultado (más propenso al escándalo que cualquier otro actor) es un grupo sintáctico adjetival y a la vez comparativo, al igual que los subrayados en estos fragmentos:

Su cara cetrina y rugosa mostrábase tan triste como la seca tierra (Alegría, Perros); El autor cree necesario hacerle el favor, a su lector, de concluir el párrafo con un chiste menos amargo que cortés (Steimberg, Ó., Historietas).

De un modo similar, un cuantificador puede determinar la presencia de un complemento de ese mismo tipo en las construcciones consecutivas (§ 45.14), lo que da lugar a grupos adjetivales consecutivos: […] un calor tan denso, agobiante y pesado, que obligó a protestar al mehari (Vázquez-Figueroa, Tuareg). Los grupos adjetivales comparativos admiten dos complementos: uno inducido por el adjetivo y otro por el cuantificador comparativo. Cualquiera de los dos puede, en principio, preceder al otro, como en Más reacio que ella a contestar ~ Más reacio a contestar que ella. Sin embargo, el metro o la rima favorecen a menudo una de las dos opciones. El famoso verso de Garcilaso ¡Oh más dura que mármol a mis quejas! (Garcilaso, Poesías) ilustra la primera de ellas. Los grupos adjetivales comparativos se analizan en el capítulo 45.

13.16f La presencia del complemento preposicional está inducida por el cuantificador del adjetivo en las construcciones formadas por demasiado… para…20.5b y ss. y 46.4l, m), lo bastante… para… o lo suficientemente… para…:

Es demasiado viejo para bailar (Shand, Transacción); […] en un tono de voz lo bastante alto para que Gervasio pudiera oírle (Delibes, Madera); […] lo suficientemente inteligente para hacerme caso (Pombo, Metro).

Estas secuencias admiten optativamente la conjunción como delante de para: Las cucarachas comprendieron que era lo bastante pusilánime como para no matarlas (Cerezales, Escaleras).

13.16g El adverbio bien es un cuantificador de grado cercano a muy o bastante, lo que da lugar a alternancias como El programa de hoy es {bien ~ muy ~ bastante} interesante o una diferencia {bien ~ muy} clara. Como modificador de adjetivos o de otros adverbios, bien posee, no obstante, un carácter enfático del que está desprovisto muy. Suele rechazar los contextos negativos (descartando la interpretación en la que se citan palabras recién pronunciadas), como en La diferencia no es {muy ~ *bien} clara. Al igual que los adverbios exclamativos, bien se admite en la posición focal antepuesta característica de las exclamaciones (§ 42.15h, m y ss.), como en ¡Bien interesante es este programa! o En aquel momento era turno de disfrutar de las vacas gordas, que las flacas bien seguro era que llegarían (Arenales, Arauco). El grupo sintáctico exclamativo que bien forma con el adjetivo (bien interesante, bien largo, bien seguro) admite también la conjunción expletiva que, característica de las exclamativas directas en la lengua conversacional (§ 42.15). Se obtienen, pues, alternancias como ¡Qué lindos que eran! ~ ¡Bien lindos que eran!, analizadas en los § 42.15m y ss. La pauta «casi + adjetivo» se estudia en los § 40.9p y ss. Sobre el adverbio medio (medio lleno, medio acobardado), véase el § 40.9u.

13.16h Como se observó en el § 13.16c, algunos adverbios en -mente se asimilan a los intensificadores. No se combinan, por tanto, con los adverbios de grado, sino que ocupan su lugar. Entre estos adverbios cabe distinguir dos grupos:

1. Adverbios que se combinan con adjetivos en grado positivo.

2. Adverbios que se combinan con adjetivos en grado comparativo.

Los dos grupos se corresponden aproximadamente con la diferencia que existe entre muy y mucho. El primero se ajusta al esquema «adverbio en -mente + adjetivo» y se forma con adverbios que se ordenan de acuerdo con una escala de grados. Pertenecen a este grupo los que expresan totalidad o completitud, que tienden a combinarse con participios y con los adjetivos llamados episódicos27.10f): totalmente lleno, plenamente satisfecho, definitivamente resuelto, pero también con algunos que no lo son, como se vio en los § 13.2t y ss. Son muchos los adverbios en -mente que expresan de manera indirecta el valor que corresponde a una medida, sea alta o baja, en alguna escala:

absolutamente discreto, altamente probable, completamente negro, discretamente efectivo, enormemente caro, enteramente confiable, excesivamente rico, horriblemente feo, inmensamente rico, medianamente entretenido, profundamente injusto, rematadamente inepto, suficientemente seguro, sumamente beneficioso, tremendamente difícil, visiblemente disgustado.

Los adverbios de la relación anterior no son compatibles con los cuantificadores de grado, ya que ocupan su lugar: *muy enteramente fiable, *bastante horriblemente feo, etc. A la vez, repárese en que los grados de una propiedad no pueden ser profundos (profundamente injusto), horribles (horriblemente feos) ni ser evaluados con otras propiedades que no se predican de ellos. Se han propuesto varios análisis (no coincidentes entre sí) para hacer compatibles estas características aparentemente contradictorias.

13.16i Los adverbios del grupo 2 son escasos. Los adjetivos o los grupos adjetivales a los que se anteponen los adverbios apreciablemente, incomparablemente, indiscutiblemente, progresivamente, proporcionalmente y sensiblemente tienden a ser comparativos, como en incomparablemente {mejor ~ *bueno} o en los textos siguientes:

Su conocimiento de este último era incomparablemente menor (Mujica Lainez, Viajeros); Pero a medida que se avanza hacia el Sur las condiciones climáticas se tornan progresivamente más hostiles para los cultivos (Brusco, Comer); El maíz estadounidense es sensiblemente más barato que el argentino (País [Esp.] 2/4/1986); En consecuencia, para los digestores continuos estos valores serían apreciablemente más bajos (Jarabo, Energía); Esta segunda crisis […] fue proporcionalmente menos fuerte (Pardo Abad, Energía).

De hecho, estos adverbios solo se registran a veces en construcciones del tipo 1, como en El sistema democrático está apreciablemente arraigado (Nación [Arg.] 5/7/1992). Se retoma esta cuestión en el § 13.16k.

13.16j Tiene particular interés el adverbio sustancialmente en relación con la diferencia entre las pautas 1 y 2. Por un lado, tiende a rechazar los adjetivos en grado positivo, como en La nueva terminal será sustancialmente {mayor ~ *grande}, pero por otro admite los que denotan léxicamente relaciones de igualdad o desigualdad: diferente, distinto, diverso, equivalente, igual, similar, etc., es decir, relaciones que implican el cotejo en varias entidades o varias magnitudes: A su vez, detenidos y allegados describieron el episodio de manera sustancialmente diferente (Clarín 3/2/1997). Esta preferencia léxica se mantiene en los contextos en los que sustancialmente es un modificador verbal (aumentar, diferir, menguar, etc.). Como se ve, los adverbios del grupo 2 se asimilan en parte a mucho (cf. mucho más alto ~ *mucho alto) y, en general, a las expresiones de medida que en el § 45.2f se denominan grupos diferenciales: dos años, tres metros, etc.

13.16k Algunos adverbios admiten con igual naturalidad las pautas 1 y 2:

pretendidamente (más) eficaz, potencialmente (menos) contaminantes, levemente (más) adelantado; visiblemente (más) disgustado, sorprendentemente (más) maduro, increíblemente (más) eficaz.

Otros son más restrictivos usados en 1 que empleados en 2. Resultan, en efecto, mucho más naturales secuencias como Su actual novio es considerablemente más joven que la variante no comparativa Su actual novio es considerablemente joven. Aun así, el adverbio considerablemente se antepone a adjetivos en grado positivo, sobre todo cuando estos se refieren a magnitudes físicas y a otras realidades objetivas:

El polémico galeno iqueño se basaba en decenas de grabados de las piedras, cuyo volumen, considerablemente grande […] (Cardeñosa, Código); Los edificios en un radio de 300 metros resultaron considerablemente dañados (Nuevo Herald 11/2/1997).

En los últimos años se han publicado investigaciones léxicas dirigidas a restringir estas relaciones de compatibilidad entre los adverbios que se asimilan a los cuantificadores y los adjetivos o los verbos, que resultan así cuantificados. No existe, sin embargo, acuerdo sobre la forma precisa en que han de delimitarse las clases semánticas a las que esas restricciones dan lugar.

13.16l Algunos adverbios modifican a los adjetivos formando un grupo sintáctico que puede ser a su vez cuantificado, como en [Qué [endiabladamente complejo]]. Corresponden a esta misma pauta los textos que siguen:

Qué exageradamente literario fuiste siempre (Castillo, Cuentos); Qué arduo era todo, qué vidriosamente desesperado (Sábato, Héroes); ¡Qué sólidamente robusta volvía! (Clarín, Regenta).

Los adverbios de tiempo y aspecto (§ 30.6-8) que modifican a los adjetivos y forman grupos adjetivales con ellos pueden precederlos o seguirlos, aunque se ha observado que la primera opción es algo más frecuente en los textos: manteles siempre blancos, personas todavía útiles, ideas ya periclitadas.

13.16m Casi todos los adverbios considerados hasta aquí modifican a adjetivos graduables. Entre los que no están sujetos a tal restricción destacan los que indican el punto de vista desde el que se presenta algo, a los que se aludió en el § 13.12e (véanse también los § 30.9p, q). Estos adverbios ocupan la posición de modificador del grupo adjetival, y son, por lo tanto, igualmente incompatibles con los adverbios de grado: expresiones políticamente correctas, un proceso económico socialmente integrador, países lingüísticamente heterogéneos. Los adverbios de modalidad que manifiestan la actitud del hablante en relación con algún estado de cosas (§ 30.10) aportan información que se extiende al enunciado en su conjunto, como en un escritor francamente genial, funcionarios indudablemente poco conscientes, calles lamentablemente demasiado estrechas. Lo característico de grupos adjetivales como el subrayado en ¡Tu avaricia me tiene francamente preocupado…! (Wolff, Kindergarten) es el hecho de que el adverbio modal no es un modificador oracional en ellos, por lo que resulta problemático suponer algún verbo de lengua elidido. Las propiedades modales del adverbio se ven en parte sustituidas en estos casos por las meramente cuantificativas, de modo que en los ejemplos mencionados queda oculta la atribución al hablante de cierta franqueza y se resalta en cambio el grado en que la cualidad es atribuida.

13.16n Forman asimismo grupos adjetivales, y no restringen léxicamente los adjetivos a los que modifican, los adverbios de naturaleza focal (§ 40.5) que pueden preceder o seguir al adjetivo: una posibilidad también digna de consideración ~ una posibilidad digna también de consideración. Estos adverbios toman un determinado segmento bajo su ámbito, aunque no necesariamente el adjetivo sobre el que se forma el grupo adjetival. Así, en grupos adjetivales como el subrayado en medidas solo aplicables en caso de extrema necesidad, el foco del adverbio solo40.9) no es el adjetivo que lo sigue (aplicables), sino el grupo preposicional que aparece a continuación de este (en caso de extrema necesidad).

13.16ñ Los grupos adjetivales que contienen complementos se posponen al sustantivo, como en un artista proclive al desaliento. Cuando no los contienen se admiten las dos posiciones, si bien en la antepuesta se enfatiza de manera sistemática la información que aporta el modificador (se subrayan los grupos adjetivales):

[…] el tristemente célebre Capitán Horror (Chavarría, Rojo); […] los hasta hoy infranqueables y desconocidos libros de cuentas de los partidos (Ulloa, Dinero); […] los por otra parte magníficos documentales (Vanguardia [Esp.] 30/3/1995).

Esta tendencia es especialmente marcada en el caso de los adverbios que modifican a los participios en grupos sintácticos asimilados en parte a los adjetivales (§ 27.10), como en […] la tantas veces negada y repudiada vuelta (Universal [Ven.] 9/10/1996) o en […] la nuevamente creada fuerza aérea (Scheina, Iberoamérica).

13.16o En los apartados anteriores se analizaron grupos adjetivales que ocupan posiciones diversas. Estos grupos están integrados, en el sentido de que sus componentes forman un solo segmento sintáctico. El orden «núcleo–complemento» solo se ve alterado esporádicamente, casi siempre en la lengua literaria clásica, en la que se documenta la ordenación «complemento–núcleo»:

[…] verde prado de fresca sombra lleno (Garcilaso, Poesías); Cerrar podrá mis ojos la postrera / sombra que me llevare el blanco día, / y podrá desatar esta alma mía / hora a su afán ansioso lisonjera (Quevedo, Poesías); Y el clavel de purpúrea sangre tinto (Solís Valenzuela, Desierto).

En el § 45.12l se explica que la sintaxis del verso clásico permitía asimismo al cuantificador comparativo y su complemento formar un segmento sintáctico antepuesto al adjetivo, como en […] más que la luna fermosa (Santillana, Comedieta). Frente a todos estos usos, los grupos adjetivales fragmentados se caracterizan por presentar un segmento en posición posnominal y otro antepuesto al nombre, o incluso a la oración. La separación de los grupos adjetivales discontinuos o fragmentados se ajusta a ciertas pautas reconocibles que se exponen de manera resumida en los apartados siguientes.

13.16p Constituye una forma de ruptura la anteposición del adjetivo, con cuantificador o sin él, en las construcciones focalizadas, de modo que el complemento del adjetivo queda tras el verbo. Esta construcción se documenta ampliamente tanto en los textos antiguos como en los modernos:

El amor primero dificultoso es de oluidar (Luna, Diálogos); Bien fácil es de construir (Echegaray, Ciencia); Bien segura estaba de tener la sepultura abierta (Fernández Santos, Extramuros).

Como se ve, en el primer ejemplo aparece fragmentado el grupo adjetival dificultoso de olvidar, de forma que su núcleo (el adjetivo dificultoso) se antepone al verbo como hacen otros elementos focalizados. Una variante de esta pauta sintáctica caracteriza las oraciones en las que los cuantificadores del adjetivo son adverbios exclamativos. Así, en ¡Qué harto estaba de llenar formularios!, el grupo sintáctico adjetival qué harto se antepone al verbo, de forma que el complemento de harto (es decir, de llenar formularios) queda en posición posverbal. He aquí otras secuencias similares:

Después de escuchar cuán orgulloso se sentía de tener una hija tan bella y ahora ya casi médico, Agnes hizo memoria de su infancia (Bain, Dolor); ¡Cuán digno soy de ser despreciado de todas las criaturas! (Granada, Oraciones).

13.16q Proporcionan una variante de la construcción descrita en el apartado anterior los grupos sintácticos que caracterizan las llamadas comparativas correlativas o proporcionales45.11), como en cuanto más próximos estamos al final del camino, donde el grupo preposicional que encabeza la preposición a es complemento del adjetivo próximo, separado de él por el verbo estamos. La opción no fragmentada sería, por tanto, cuanto más próximos al final del camino estamos. La fragmentación de la que se habla es habitual, pero no es siempre necesaria. Se ha observado que la favorece especialmente la extensión del grupo sintáctico adjetival. Cuando este es breve, es más frecuente que se adelante todo él, como en ¡Qué contenta con su nueva casa está Asunción! Se obtiene también la doble opción con los grupos adjetivales comparativos: Es igual de listo que ella ~ Es igual que ella de listo13.16e).

13.16r Las oraciones formadas con «cómo + de + adjetivo» dan lugar a otra forma de fragmentación, ya que las partículas cómo y de pueden aparecer contiguas, como en ¿Cómo de eficiente es la vitamina para aumentar la absorción del hierro? (Aguilar, Dieta), o bien separadas:

Ya ve usted cómo son de aficionados aquí (López Páez, Herlinda); Todo el mundo, poco a poco, verá cómo eres de bondadoso, de limpio, de sabio (Martín-Santos, Tiempo); ¡Mira que no ver cómo estoy de tenso y de cansado! (Rossi, María).

Aun así, la contigüidad es hoy en día poco común en esta pauta, y se suele rechazar en las exclamativas. Junto a ¡Y cómo estaba de podrido! (Palma, Tradiciones VII), no se obtiene, por tanto, la variante *¡Cómo de podrido estaba! Están próximas a estas construcciones exclamativas las formadas por el adjetivo bueno en el español conversacional europeo. Así, en Buena se pone de rabiosa (Sánchez Ferlosio, Jarama), el adjetivo bueno se asimila a menudo y a otros adjetivos que pueden cuantificar a distancia un elemento situado dentro del grupo verbal (lo que impide que este reciba un nuevo cuantificador: *Buena se pone de tan rabiosa). Se analizan otros aspectos de esta forma de cuantificación a distancia en los § 42.15p y ss.

13.16s Los adjetivos con complemento dan lugar a otra doble segmentación relativamente similar a las examinadas en los apartados precedentes. Aparece en la pauta «verbo copulativo + grupo adjetival». Así, en Es fiel a sus amigos se pasa de la estructura en la que el adjetivo forma grupo sintáctico con su complemento, como en Es [fiel a sus amigos], a otra en la que lo constituye con el verbo: [Es fiel] a sus amigos. Se ha aducido como prueba de que el verbo y el adjetivo pueden formar un segmento sintáctico en estas construcciones el hecho de que se admite la sustitución del adjetivo por un pronombre átono, como en Aunque procuraba ser fiel a sus principios, lo era aún más a sus intereses, o en estas otras secuencias:

Había sido fiel a Akenatón como ahora lo era a sus enemigos (Moix, Arpista); Existen daños atribuibles directamente al virus, otros lo son a infecciones oportunistas o tumores secundarios a la inmunosupresión (Pedraza, Manifestaciones).

Así pues, el grupo preposicional que se subraya en estos ejemplos ejerce la función de complemento del adjetivo, pero el adjetivo al que complementa está representado por un pronombre átono que aparece como proclítico del verbo copulativo. Se hacen otras consideraciones sobre la doble estructura sintáctica de estos segmentos y otros semejantes en los § 22.17u y ss.

Información adicional

En relación con este capítulo, las siguientes entradas del Glosario de términos gramaticales podrían ser de su interés:
constituyente discontinuo, grado positivo, grado superlativo, sintagma adjetival

 

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