Sintaxis

26 El verbo (IV). Las formas no personales: el infinitivo

26.11 El infinitivo en las oraciones sustantivas

26.11a Atendiendo a su constitución interna, las oraciones subordinadas sustantivas de infinitivo admiten las mismas subdivisiones que las correspondientes oraciones de verbo finito, analizadas en los § 43.2a, b, es decir, declarativas o enunciativas (Espero recibir buenas noticias; Estaba seguro de no haberlo escrito mal), interrogativas indirectas totales (No sabíamos si felicitarla o no) e interrogativas indirectas parciales o pronominales (No sé qué hacer; Le habían explicado muy bien cómo llegar). Como se observa en estos ejemplos, mientras las interrogativas conservan la conjunción si (adverbio para algunos gramáticos clásicos, § 31.1h, 43.7a y 47.7n) o presentan pronombres o adverbios introductorios, las subordinadas sustantivas declarativas de infinitivo no son introducidas por ninguna conjunción. La combinación de la conjunción que y los infinitivos es posible en las perífrasis verbales formadas con tener y haber (esta última solo considerada perífrasis por algunos autores), como en Tengo que intentarlo; Hay que estudiarlo. Se considera conjuntivo el uso de la preposición de con valor condicional (de haberlo sabido yo), que se analiza en el § 47.11l.

26.11b La sintaxis rechaza las interrogativas indirectas de infinitivo introducidas por la conjunción que (*Dice que si subir la caja; *Pregunta que a qué hora despertarla), pero admite las correspondientes oraciones con verbo en forma personal (Dice que si ha de subir la caja; Pregunta que a qué hora debe despertarla). Como se explica en los § 43.9f-i, estas últimas construcciones reproducen el discurso directo, en el que suelen resultar igualmente anómalas las interrogativas directas de infinitivo que corresponden a esas oraciones: *Preguntó: ¿A qué hora despertarla? De forma análoga, el que no existan oraciones exclamativas indirectas de infinitivo (*Me sorprende cómo llegar) está también relacionado con la inexistencia de las exclamativas directas correspondientes (compárese ¿Cómo salir del apuro? con *¡Cómo salir del apuro!). Se examinan otros aspectos de esta última incompatibilidad en los § 42.14e y 43.7w. Se ha observado asimismo que la posibilidad de que una lengua o un estado de lengua acepte interrogativas indirectas totales de infinitivo (No sé si ir o no) está relacionada con el hecho de que admita a la vez infinitivos con pronombres enclíticos. Así, el francés solo acepta los proclíticos (pour le voir ‘para verlo’), y rechaza dichas interrogativas indirectas (*Je ne sais pas si aller au cinema ‘No sé si ir al cine’). Se ha notado que el español medieval se ajustaba, con muy escasas excepciones, a esta misma pauta, por lo que son raras en la lengua antigua las interrogativas indirectas de infinitivo en los textos en los que el infinitivo se construye con pronombres proclíticos.

26.11c Las subordinadas sustantivas de infinitivo admiten también clasificaciones análogas a las de sus correspondientes variantes con verbo en forma personal si se atiende a las funciones sintácticas que desempeñan. Las subordinadas sustantivas de infinitivo pueden ejercer la función de sujeto (No le gusta discutir con la gente); la de complemento directo (Prefiero no hablar de ello), o la de término de preposición introducida por un predicado, ya sea este verbo (Pronto se arrepintió de haber aceptado el trabajo), adjetivo (partidario de empezar de nuevo), sustantivo (la posibilidad de encontrarlo con vida) o adverbio (después de levantarse de la cama). Las subordinadas sustantivas de infinitivo pueden constituir también término de preposiciones y locuciones preposicionales no regidas o no seleccionadas por otra categoría, como en sin prescindir de sus colaboradores, pese a ser hoy fiesta, a costa de perder dinero. Sobre la posibilidad de que las subordinadas sustantivas desempeñen la función de complemento indirecto (como en No le daba ninguna importancia a ser o no puntual), véanse los § 35.3d y 43.2f. Sobre el infinitivo en las construcciones deístas, véase el § 43.6u.

26.11d Existe una relación gramatical muy estrecha entre el infinitivo y el subjuntivo. Esta relación, resultado en parte de la interpretación temporal del subjuntivo, está también en función de las clases de palabras a las que se subordina, y por tanto del significado de los predicados que seleccionan este modo. La correferencia entre sujetos (el del infinitivo y el del verbo al que este complementa), analizada en los § 26.7b y 26.8, se da con gran número de predicados en cuyas subordinadas sustantivas se admite solo el subjuntivo (Necesito que me escuches, las ganas de que me compren un coche, deseoso de que se case su hijo, etc.). Esta propiedad se extiende, además, a casi todos los verbos de afección y cuyo argumento más prominente es el complemento indirecto (Le gusta que la miren). El infinitivo no alterna con el subjuntivo cuando se da la identidad de sujetos descrita: Necesitas {recuperarte ~ *que te recuperes}, sino que se elige en esos casos como la única posibilidad. De hecho, el subjuntivo es el modo que se escoge en las oraciones de verbo finito en las que no hay identidad de sujetos. Se ajustan a la misma pauta sintáctica gran número de predicados: Entró sin hacer ruido (no *… sin que hiciera ruido, si se habla de la misma persona); No te gusta peinarte (y no *… que te peines); Lo he comprado para ponérmelo los días de fiesta (no *… para que me lo ponga yo…); Lo llamé antes de ir (no *… antes de que fuera yo), y las ganas de comprarme un coche (no *… de que yo me compre un coche, si las ganas son mías), etc. Véanse también sobre esta cuestión los § 25.3k y ss., 25.14a, b, 26.11l y ss. y 46.9d y ss.

26.11e En otros casos, la oración en subjuntivo alterna más libremente con la de infinitivo, lo que sucede en especial con los verbos de influencia. Son sinónimas o casi sinónimas Te permito que vayas y Te permito ir; Yo no te obligo a que comas esas porquerías y Yo no te obligo a comer esas porquerías; Nos dieron la orden de que saliéramos y Nos dieron la orden de salir, y otras muchas en las que el complemento directo o indirecto del verbo principal constituye el antecedente del sujeto tácito del infinitivo. La alternancia se observa también en algunas construcciones adverbiales y preposicionales: En caso de que vaya (yo), te aviso y En caso de ir, te aviso; Me quedaré hasta que los termine y Me quedaré hasta terminarlos, y en después de que te marcharas (tú) y después de marcharte (tú), etc. Véanse los § 25.3n, 25.14c-h y 26.11s. La distribución no es tampoco complementaria en muchas subordinadas que funcionan como término de preposición: La llave entró por la cerradura sin {hacer ~ que hiciera} ningún ruido; Fue contratado para {solucionar ~ que solucionara} el problema. Esta última alternancia se analiza con detalle en los § 46.9a, e-l.

26.11f Los predicados que eligen subordinadas en indicativo se comportan de manera distinta. Muchas de ellas no aceptan la alternancia con infinitivos, lo que sucede especialmente con los adjetivos que se construyen con subordinadas sustantivas de sujeto: Es evidente {que tiene ~ *tener} razón; Parece obvio {que necesitamos ~ *necesitar} más recursos; Es seguro {que lo convenceremos ~ *convencerlo} (se subrayan los verbos en indicativo), pero también con diversos verbos, sobre todo los que expresan acaecimiento. Así, junto a No es que quiera hablar de política, sucede simplemente que no puedo evitarlo (Díaz Martínez, Piel), la sintaxis no da cabida a la variante de infinitivo *… no poder evitarlo. Nótese que estas oraciones resultan agramaticales aunque el predicado principal cuente con un antecedente posible para el sujeto tácito del infinitivo: Era evidente para todos {que estábamos fallando ~ *estar fallando}. Cuando la alternancia es posible, suele estar limitada por factores temporales como los que se explicaron en los § 26.4e-g: Te prometo {que iré ~ ir}; Te busqué después de {que leí el aviso ~ leer el aviso}, pero también aspectuales, como las condiciones relativas al modo de acción que se mencionaron en los § 26.4m-ñ: Dice {que lo sabe ~ saberlo}.

26.11g Se hizo notar en los § 26.4b y 26.9n, ñ que los complementos de infinitivo de los verbos de percepción suelen expresar acciones o sucesos (Veíamos enojarse a la gente), mientras que las subordinadas sustantivas de verbo finito que se corresponden con esos infinitivos expresan juicios de valor, así como situaciones y estados de cosas de las que alguien se apercibe (Veíamos que la gente se enojaba). No se obtiene, pues, en estos casos, identidad de sentidos. Recuérdese el § 26.4c en relación con la diferencia de significado en pares como Me olvidé de que apagué la luz ~ Me olvidé de apagar la luz. Este conjunto de hechos ha llevado a algunos autores a pensar que la alternancia entre las oraciones de verbo personal y las de infinitivo (sin diferencia de significado) depende fundamentalmente de la aparición en las primeras del modo subjuntivo, y también que el tipo de subordinación que este modo introduce está más próximo al que permite el infinitivo que al que da lugar el indicativo. Se explicó en los § 26.7b y 26.8 que el sujeto tácito de un gran número de infinitivos puede estar concertado con el sujeto de la oración principal (Intentó entrar) o bien con el complemento directo o indirecto de ese verbo (Me molesta tener que pedir favores). En todos esos casos alternan las oraciones de infinitivo con las de verbo finito con el cambio de sujeto que en esos apartados se describe: Intentó {entrar ~ que entraran}; Me molesta {tener ~ que tengas} que pedir favores.

26.11h Si se atiende a la función sintáctica que desempeña el infinitivo, también en alternancia con oraciones finitas (§ 43.4c-e, h), se comprueba que desempeñan la función de sujeto con muchos predicados que ponen de manifiesto la justificación de algún estado de cosas (Dar información falsa agravó la situación; Ser un escritor reputado no significa acertar siempre en cada novela), pero también con otras que denotan reacción afectiva (Me molesta tener que pedir favores; Le extraña no ver a Felipe por aquí) o evaluación, muchas veces bajo la forma de un predicado nominal o de una construcción con verbo de apoyo (Es maravilloso enamorarse; Resulta difícil no ceder a la tentación; Parece conveniente mantener el asunto en secreto; Da pena no tener quince años). Los predicados que admiten subordinadas sustantivas con verbo flexionado en función de objeto directo, descritos en el § 43.4l, suelen admitirlas también en infinitivo, muy especialmente si complementan a verbos de voluntad (desear, intentar, pretender), influencia (aconsejar, ordenar, pedir, permitir, prohibir), sentimiento (lamentar, temer), pensamiento (creer, pensar) y comunicación (asegurar, decir, declarar). Los verbos de percepción presentan características especiales, como se explica en los § 26.9-10 y 43.4ñ.

26.11i Son numerosos los sustantivos, verbos y adjetivos que admiten subordinadas sustantivas de infinitivo como término de preposición. Esas oraciones alternan en muchos casos con las correspondientes variantes de verbo finito, casi siempre en subjuntivo y con el consiguiente cambio de persona, como en los pares que siguen: Confío {en averiguarlo ~ en que lo averigües}; Te animo {a estudiar el asunto ~ a que estudies el asunto}; Se empeña {en estudiar japonés ~ en que su hijo estudie japonés}; No tengo inconveniente {en ir yo ~ en que vayas tú}.

26.11j Se ha observado, no obstante, que la oración de infinitivo resulta poco natural en otras alternancias que corresponden a esta misma pauta. Se dice, por ejemplo, Se abstuvo de hacer comentarios (no *… de que se hicieran comentarios ni *… de que alguien hiciera comentarios); Date prisa en vestirte (no *… en que el niño se vista); Tendemos a pasar por alto muchas cosas (no *… a que los demás pasen por alto muchas cosas). El infinitivo sigue siendo oracional en estos casos, pero la naturaleza semántica de las actitudes o las disposiciones que se expresan impiden que tales nociones sean desvinculadas de su sujeto y atribuidas a otros individuos. Esta es una propiedad que acerca estos predicados a los auxiliares de las perífrasis, aunque no los integre plenamente en esa categoría. Se observa también este fenómeno en oraciones construidas con aficionarse (a), aprender (a), apresurarse (a), cejar (en), dedicarse (a), inclinarse (a), limitarse (a) y otros verbos similares que se construyen con complementos de infinitivo, y solo raramente con oraciones de verbo finito:

Se apresuró a conseguir el acceso hacia allá y entró (Jiménez Emán, Tramas); A medida que aprendía a dudar, te desafiaba (Alba, V., Pájaro); Parece muy decepcionado al ver que Chalán se limita a asentir (Ribera, Sangre); Tuvo que dedicarse a tranquilizar al desconsolado y asustado capitán del vapor de línea (Moix, A. M., Vals); El protagonista se inclina a creer que si revisitara el ingenio descubriría que todo era mucho más modesto de como lo veían sus ojos infantiles (Pitol, Juegos); Y prueba de ello es que este celo caritativo y pringoso no cejaba en ampliar su agenda de contactos (Longares, Romanticismo).

Cabría asimilar a esta pauta la construcción de sentido prospectivo «decir de + infinitivo», frecuente en el español coloquial europeo y rioplatense. Se introduce con ella una propuesta o una sugerencia, como en Somos dos que decimos de ir a un neuropsiquiátrico (Clarín 23/9/2008). No obstante, se ha observado que no es evidente que la partícula de sea aquí preposición (cf. *decimos de eso, de ello), por lo que esta estructura no corresponde a un complemento de régimen. Aunque su función está más próxima a la de una conjunción subordinante, «decir de + infinitivo» no constituye propiamente perífrasis verbal (frente a «tener que + infinitivo»).

26.11k Al paradigma de verbos que se ejemplificaron en el apartado precedente podría agregarse asimismo tardar: Propuso una vuelta por los alrededores porque la luz era hermosa y no tardaba en salir la luna (Elizondo, R., Setenta). No obstante, existen varios indicios de que este verbo se integra en el paradigma de los auxiliares: anteposición de pronombres átonos (Lo tardó en entender), pasivas reflejas, en alternancia con impersonales (Se {tardan ~ tarda} dos días), etc. Véanse los § 28.2d, 28.3f, m y 28.11m-o. Algunos verbos cercanos a los que se ilustran en los textos citados admiten más libremente la alternancia entre la subordinada de verbo finito y la de infinitivo, como en cansarse de {esperar ~ que alguien espere}; insistir en {llamar ~ que alguien llame}; ofrecerse alguien a {usar su casa ~ que se use su casa}. La alternancia depende otras veces de los argumentos del verbo. Así, el infinitivo parece forzoso en Me limité a cumplir con mi trabajo, en la medida en que resultaría poco natural decir Me limité a que Lucía cumpliera con su trabajo. No es obligado, en cambio, en Mi función se limita a que cada cual cumpla con su trabajo.

26.11l Las subordinadas de sentido final encabezadas por la preposición a (Debes ir a que te vea el médico; Vengo a que me den de baja) se analizan en el § 46.8. Estas oraciones admiten también infinitivo, a veces de forma casi exclusiva: Salió corriendo a esconderse; Se apoyó en la barandilla a ver el río. No resulta extraña esta especialización si se tiene en cuenta que en dicha estructura se expresa la implicación del agente del verbo principal en la acción del verbo subordinado, lo que con frecuencia se traduce en la identidad de sujetos. Tal identidad propicia el infinitivo, como se explicó en los § 26.7b y 26.11d. Las oraciones que se forman con verbos transitivos como acompañar, enviar, llevar (Llevo la bicicleta a que la arreglen), mandar, poner, en alternancia con los infinitivos pasivos que se analizaron en el § 26.6d (Llevo la bicicleta a arreglar), tienen en común el que las subordinadas sustantivas no designan propiamente en ellas hechos, sino más bien sucesos o estados de cosas en los que se produce un cambio de estado que afecta a la entidad de la que se habla.

26.11m En el Paraguay, norte del Uruguay, Venezuela, el Perú y otras áreas, se ha documentado la pauta «decir para + infinitivo» como equivalente a «decir que + verbo finito en subjuntivo», por tanto en la interpretación de mandato. Se trata de secuencias como Mi mamá me dijo para regresar temprano, con el sentido de ‘Mi mamá me dijo que regresara temprano’. Estos usos aparecen solo ocasionalmente en los textos escritos que reflejan el habla popular. Dado que la lengua culta no los ha adoptado, se recomienda evitarlos:

Cheo me dijo para trabajar con ustedes (Palencia, E., Camino); Uno era norteamericano, y era muy bueno, pero ahora está en los Estados Unidos y me dice para ir, que vaya, que nos casaríamos (Arbe, Soledad).

Este uso de para en oraciones completivas se extiende incluso a las oraciones de verbo en forma personal. En el habla espontánea de los países andinos se han documentado secuencias como Una mujer me abordó y me dijo para que vaya a una agencia de modelos.

26.11n Se ha observado que las subordinadas de infinitivo que siguen a la preposición hasta designan a menudo una situación que se concibe como consecuencia, conclusión o desenlace natural de otra, como en luchar hasta vencer, en Creció hasta hacerse un hombre, o en los siguientes ejemplos:

Con la selección me he consolidado hasta llegar a ser su capitán y su mejor goleador (Proceso [Méx.] 22/9/1996); Ella sirvió cerveza hasta llenar el vaso de él, y después el suyo (Quesada, Banana); Extendió la mano derecha hasta tocar las baldosas, pero sus dedos se movían en el aire (Muñoz Molina, Jinete).

Véase también sobre esta cuestión el § 29.6j. El infinitivo preposicional con hasta puede tener también valor temporal, como en Me quedaré hasta encontrar trabajo.

26.11ñ La preposición desde admite infinitivos en las correlaciones con hasta29.4a y 29.4m-ñ), en las que se designan generalmente actividades, como en los textos siguientes:

Él solo lo hacía todo, desde cocinar con certeza lo que sabía que a cada cliente le gustaba, hasta freír las tajadas de plátano verde con una mano y arreglar las cuentas con la otra (García Márquez, Vivir); Se refieren más de mil quinientas locuras, que van desde comer pólvora hasta arrojarse al vacío desde diferentes alturas (Dolina, Ángel); Y este aprendizaje indica que existen diversos niveles de lectura: desde examinar una solapa, un índice, unas cuantas páginas dispersas, hasta apurar la última frase y la última esencia de un texto (Edwards, Whisky).

No los suele aceptar, en cambio, cuando el término de la preposición desde designa unidades temporales (*Se ponía de mal humor desde llegar a casa); pero en el habla culta del español mexicano se han documentado oraciones como Se moría de risa desde entrar hasta salir. Se mencionan otras excepciones en los § 22.9m y 29.6j. Otras veces, los infinitivos se rechazan en el término de las preposiciones cuando las oraciones de verbo finito resultan igualmente excluidas en esa función, como en mediante {la consulta a un especialista ~ *consultar a un especialista ~ *que se consulte a un especialista}. Sobre las peculiaridades de la construcción «sin + infinitivo», véanse los § 26.6i-k, 26.7g, 26.13m, 26.14f, 48.6t, 48.10c, f-h.

26.11o Muchos sustantivos admiten complementos adnominales de infinitivo. Un numeroso grupo de ellos pertenecen a las clases semánticas descritas en los § 26.4e-f y 26.8i. Corresponden a esta pauta los siguientes:

su deseo de triunfar, la tendencia de los precios a subir, la insistencia del Gobierno en alabar su gestión, las razones de haber actuado así, el miedo a no hacerlo bien, la propensión a exagerar, la obligación de quedarse, la ilusión de cambiar de trabajo, el esfuerzo de repasarlo todo.

Como en muchas subordinadas de verbo finito (§ 43.5d), la preposición puede ser alguna específicamente elegida o seleccionada por el nombre (como por en el interés por hacer progresar el país, en alternancia con en). La preposición de constituye la marca de función característica de un gran número de complementos objetivos, como se explica en los § 1.12w, 12.11g y ss. y 12.12c: la necesidad de ganar un poco más.

26.11p Admiten también subordinadas de infinitivo otros sustantivos no relacionados con esas nociones semánticas, entre ellos los de significación temporal (la hora de salir, el momento de empezar), los que designan causa (la razón de huir), medio o manera (su forma de mirar), y otras muchas circunstancias. Los nombres de instrumentos aceptan a menudo complementos de infinitivo en los que se expresa su función, como en aguja de coser, máquina de escribir, hilo de bordar, tabla de planchar (burro de planchar en México, parte de Centroamérica, la República Dominicana y otros países), navaja de afeitar, etc. Véanse también sobre esta construcción los § 12.9t y 12.10o.

26.11q Como se explica en el § 12.13p, muchos de los sustantivos que admiten complementos de infinitivo se interpretan como atributos. Cuando se dice Tuvo el detalle de recibirla, se afirma implícitamente que la acción de recibirla fue un detalle; en la táctica de ir poco a poco se expresa que dicha acción constituye una táctica. Se aplica el mismo razonamiento a otros muchos grupos nominales análogos: la costumbre de almorzar temprano, la suerte de estar allí en ese momento, el peligro de ser atropellado, la excusa de ir a comprar tabaco, el gusto de conocerla, etc. Los límites entre las subordinadas sustantivas de naturaleza argumental y las que se interpretan en estructuras atributivas son, sin embargo, imprecisos, como se explica en los § 43.5i y ss. Aun así, el sustantivo con complemento de infinitivo de interpretación atributiva sigue siendo el núcleo del grupo nominal que encabeza, y se comporta gramaticalmente como tal: Tenga la bondad de acompañarme; Usó de nuevo la excusa de ir a comprar tabaco, etc.

26.11r Las subordinadas sustantivas que ejercen la función de complemento del adjetivo se analizan en los § 13.17j, 43.1d, 43.2e y 43.5a, p. Las relaciones de correferencia que aparecen en estas construcciones se estudiaron en los § 26.5 y 26.8ñ-o. Recuérdese que se obtiene identidad de sujetos (sujeto del predicado principal y del infinitivo subordinado) tanto si el infinitivo recibe la interpretación activa (El muchacho está seguro de hacer bien el examen) como si le corresponde la pasiva (El museo es digno de ver, es decir, ‘de ser visto’).

26.11s Unos pocos adverbios, entre ellos además, antes, después, luego, y otros con valor primitivamente locativo que han pasado a expresar nociones más abstractas (aparte, encima, fuera, lejos), se construyen con complementos preposicionales en infinitivo, como en además de haberte esperado, antes de llegar, aparte de trabajar muy poco, después de salir de casa, fuera de haber ordenado los papeles, lejos de ayudarme, luego de oír sus pretensiones y otras muchas construcciones similares. En algunos de ellos cabe la alternancia con subordinadas de verbo finito: además de {que no tiene dinero ~ no tener dinero}; antes de {que llegara ~ llegar}; aparte de {que trabaja muy poco ~ trabajar muy poco}; después de {que se fuera ~ irse}; encima de {que falló estrepitosamente ~ fallar estrepitosamente}, e incluso con grupos nominales: además de {su belleza ~ ser bello}; antes de {la cena ~ cenar}; aparte de {dos préstamos ~ recibir dos préstamos}; después de {la boda ~ casarse}. Estas alternancias llevan a muchos gramáticos a pensar que secuencias como antes de tomar una decisión constituyen un grupo adverbial cuyo núcleo es antes y cuyo complemento es la subordinada sustantiva de infinitivo tomar una decisión, introducida por la preposición de, por tanto [antes] [de tomar una decisión]. Se exponen otras consecuencias de este análisis, que se acepta aquí, en los § 30.6o, p y 30.12m.

Información adicional

En relación con este capítulo, las siguientes entradas del Glosario de términos gramaticales podrían ser de su interés:
oración (de modalidad) declarativa, oración (de modalidad) exclamativa, oración (de modalidad) interrogativa

 

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