Sintaxis

21. Los numerales

21.8 Los numerales en las construcciones distributivas

21.8a En el español medieval se duplicaban los numerales cardinales para expresar distribución numérica, de modo que era posible formar expresiones como diez diez leguas para significar ‘diez leguas cada uno’. Así, en Las varas de las paredes de amos los costados ovieron en luengo seis seis cobdos e las del fastial dos dos (Alfonso X, General Estoria I), se quiere decir ‘seis codos cada una’ en el primer caso, y ‘dos codos cada una’ en el segundo. He aquí otros ejemplos de este uso:

Todo fue furtado, & mal parado, de manera que los caualleros franceses non ouieron mas de xx. xx. marcos (Gran conquista de Ultramar); Este Tablero ha de seer de Siete lados de fuera porque han y de iogar siete jogadores cadauno con su planeta. Et han de tener doze doze tantos de qual precio se abinieren (Alfonso X, Ajedrez); Más val’ con sendos ojos salvar vuestros pecados, / qe con dos dos veervos en infierno damnados (Berceo, San Millán); Mandamos e judgamos e tenemos por bien que, a la demanda que faze el abat e el convento a los de las filigresias de suso dichas de los quatro quatro sueldos que les demandan por razon de hueste, que les non den mas de dos sueldos cada uno (Carta Real); Dexamos a uos los nuestros vassallos de Montenegro a los que sodes y agora, et a los que seran y sienpre moradores, las sernas que fasta aqui nos fiziestes en quinze quinze dias (Comunidad de Oña).

La duplicación de numerales que ilustran estos ejemplos pone de manifiesto una estructura parcialmente icónica, en el sentido de que refleja en alguna medida la parcelación asociada con el proceso de distribuir algo. Se ha observado que la reduplicación es un recurso morfológico que expresa pluralidad en algunas lenguas oceánicas y africanas. En español no se expresa pluralidad mediante la reduplicación, pero sí intensidad, como en Ese es un trabajo muy, muy cansado (Wolff, Balsa) y en otras construcciones similares que se describen en el § 13.2x. La fórmula xx. xx. marcos que aparece en el primer ejemplo del grupo anterior no implica que el reparto se estableciera entre dos grupos de caballeros, en lo que coincide con la expresión distributiva (a) cada uno.

21.8b Las construcciones distributivas formadas por numerales duplicados se perdieron muy tempranamente. Desde el punto de vista sintáctico, son considerablemente diferentes de las que en la lengua actual representan manifestaciones indirectas de la iconicidad en fórmulas que expresan distribución, como cuando alguien dice (dirigiéndose a individuos distintos) dos para ti y dos para ti. Aunque se usa en español el determinante otro para señalar la identidad de una cantidad con otra presentada antes (§ 3.10ñ y ss.), es también posible la repetición del numeral cuando se describe una serie de sucesos consecutivos, como en dos pastillas al levantarse, dos después de almorzar y dos al acostarse, lo que refleja asimismo cierta forma de iconicidad. Si se dijera dos pastillas en cada comida, se expresaría aproximadamente el mismo significado con una sola mención del numeral dos, ya que el cuantificador distributivo cada produce un efecto multiplicativo (§ 19.9h).

21.8c Con la fórmula «de + numeral cardinal + en + numeral cardinal», se expresan secuencias de agrupaciones de individuos que participan en conjunto en alguna relación predicativa. Así, en Los alumnos fueron entrando de dos en dos se dice que cada entrada fue realizada por un grupo de dos alumnos. En La muchacha subió los escalones de tres en tres se dice que cada segmento del proceso de subir los escalones afecta a un grupo formado por tres de ellos. Estos numerales se asimilan a los pronombres (o a los adjetivos, en el análisis de la elipsis presentado en el § 21.1e), ya que se interpretan en función de su antecedente de manera similar a como sucede en los complementos predicativos: La muchacha subió los escalones de tres (escalones) en tres (escalones). Aunque esta pauta es característica de los numerales cardinales, se registra también alguna que otra vez con otros cuantificadores, como en Con un gesto instintivo, Jorge extrae de su bolsillo el fajo de billetes y atropelladamente, de varios en varios, se pone a arrojarlos hacia el Miserable del cuchillo que avanza y hacia los demás (Leñero, Mudanza). Son muchos los verbos con los que se admite esta construcción, pero suele ser más frecuente con los de movimiento y con los que expresan léxicamente las nociones de ‘agrupamiento’ o de ‘disposición formal’: atar a los presos de dos en dos, agrupar las cajas de tres en tres, disponer las sillas de diez en diez, sumar puntos de cuatro en cuatro.

21.8d Una variante de la construcción anterior se forma con el esquema «numeral cardinal + a + numeral cardinal», que se documenta más tempranamente en contextos en los que hoy suele aparecer «de + numeral cardinal + en + numeral cardinal»:

Mas luego que llegaron a las posadas aquellos cavalleros salieron dellos mancebos […] tres a tres et quatro a quatro, a escuso de don Rodrigo (Alfonso X, España II); Lázaro, engañado me has. Juraré yo a Dios que has tú comido las uvas tres a tres (Lazarillo).

Existe asimismo la pauta «de + numeral cardinal + a + numeral cardinal», como en De siete a siete años lleva a cada vecino medio real (Relaciones). Al igual que en las construcciones analizadas en el apartado anterior, destaca también en estas la frecuencia con la que se combina con predicados que expresan o conllevan la idea de agrupación o la de disposición formal de elementos, como en pareados tres a tres, o en estos ejemplos:

Son los cuatro posibles narrativos a partir de la situación, agrupables dos a dos (Torrente Ballester, Quijote); Lo más interesante del lugar es que las paredes presentaban cuatro puertas enfrentadas dos a dos (Tusset, Cruasán).

21.8e Las propiedades gramaticales del cuantificador cada en las construcciones distributivas se analizan en el § 19.9. La combinación «cada + sustantivo singular», como en cada persona, encierra valor numeral. De hecho, cada solo se combina con nombres contables: cada libro, cada acontecimiento, cada idea. Los sustantivos no contables introducidos por cada resultan invariablemente recategorizados como contables: en Cada vino tiene un aroma especial se entiende ‘cada tipo o especie de vino’. Esta interpretación de tipo12.3i) es la única que se permite en cada café o cada arena. Cada rechaza los grupos nominales en plural (*cada libros), pero acepta los formados por numerales cardinales (cada tres personas, cada cuatro días). La ausencia del numeral un(o) en esta estructura (*cada un día) corresponde al estado actual de la lengua. Esta construcción era de uso general en el español de la Edad Media; se fue perdiendo progresivamente desde el siglo xvi, pero quedaron restos ocasionales hasta el xviii:

En cada un genero de cosas ai una que mide todas las otras (Nebrija, Gramática); En la mesma manera cada un guerrero sigua los pendoncillos particulares, e también conosca al centurio por la cresta del armadura de cabeça (Palencia, Tratado); Pone la piedad […] todo aquello que es necesario y conviene a cada un estado (León, Casada); Y quedó obligado a darle cada un año largas parias (Lazarillo); Que esta tasa se ponga al fin de cada un libro (Huarte, Examen); Échate acá en cada un año / siete ducados lo menos (Cruz, Señorías).

Confirma el valor numeral de la construcción «cada + sustantivo singular» el que admita paráfrasis con complementos partitivos, a pesar de que el sustantivo aparezca en singular: cada libro equivale a cada uno de los libros, donde de los libros representa el complemento partitivo característico de las estructuras cuantificativas. Sobre las propiedades particulares de la expresión cada uno, véanse los § 19.9b y ss.

21.8f El grupo sintáctico «cada + numeral cardinal» aparece en dos construcciones diferentes, la primera de interpretación proporcional, y la segunda de sentido multiplicativo. En efecto, en la primera de estas dos pautas, el cuantificador cada introduce el ámbito o el dominio del que se extrae un número menor. Se establece así una proporción, como en siete de cada diez colombianos, una de cada cuatro plazas vacantes, dos de cada tres electores, o en estos otros ejemplos:

Dos de cada tres veces perdían el dinero (Rojo, A., Matar); Cuatro de cada diez niños pasan su infancia en hogares de un solo progenitor (Cuauhtémoc, Grito); Uno de cada dos hombres del Ejército Popular fue baja (Tusell, Historia); Tres de cada cuatro hombres abandonaron todo y partieron a los placeres (Allende, Hija); Es de esta fecha que data la creencia, muy extendida en el extranjero, de que en La Habana dos de cada tres machos entran en el asunto y el tercero lo está pensando (Paz, S., Cielo).

La proporción que se manifiesta en la estructura descrita se expresa igualmente con los numerales fraccionarios. Así, uno de cada tres electorescada + numeral cardinal») equivale a un tercio de los electores («numeral fraccionario + complemento partitivo»); dos de cada cinco plazas vacantescada + numeral cardinal») equivale a dos quintos de las plazas vacantes («numeral fraccionario + complemento partitivo»).

21.8g En la segunda construcción, «cada + numeral» forma expresiones de valor adverbial que producen un efecto multiplicativo sobre otro componente de la oración. Este otro segmento aporta el cuantificador a partir del cual el grupo nominal que cada encabeza realiza la multiplicación. El componente multiplicado puede ser un grupo nominal formado con el numeral cardinal uno, como en Cada dos horas se produce un accidente, donde cada dos horas multiplica el valor de un accidente. Se admiten también otros cuantificadores en esa posición sintáctica, como en Cada dos horas pasan {cinco ~ varios ~ muchos} ómnibus por esta parada. El efecto multiplicativo al que se alude se obtiene igualmente con numerales partitivos (Se tomaba una pastilla cada media hora) y con cuantificadores de otro tipo, como en Cada pocos minutos pasa un tren o en Cada tanto hacía sonar un timbre (Soriano, León), donde cada tanto significa ‘cada cierto tiempo’. El efecto multiplicativo puede obtenerse asimismo si cada va seguido de un sustantivo sin otro cuantificador, como en […] un país donde sufrimos de un homicidio cada hora (Salvador Hoy 21/4/1997).

21.8h El cuantificador numeral sendos se usa siempre en posición prenominal. Tiene interpretación distributiva en el mismo sentido en que la recibe la expresión cada uno pospuesta a un grupo nominal indefinido: sendos lirios corresponde, por tanto, a un lirio {a ~ para ~ con…} cada uno. Sendos procede del latín singŭlos. Además de distributivo, es un numeral anafórico o catafórico, según el contexto, en el sentido de que toma su referencia de alguna expresión plural que constituye su antecedente o su consecuente. Así, en […] dos notas de referencia de sendos profesores universitarios (Nueva Provincia 15/9/1997), se habla de dos notas, cada una de las cuales proviene de un profesor distinto. Se alude aquí, por consiguiente, a dos profesores, ya que sendos adquiere su referencia en este ejemplo a partir del grupo nominal constituido por el numeral dos. El antecedente del grupo sintáctico que sendos encabeza contiene a menudo una expresión numeral, pero no está formada necesariamente con el cardinal dos:

Las cinco piezas contiguas estaban cerradas, selladas con sendos pasadores de hierro (Casola, Catedral); Cerrando la plaza, por el otro lado, estaba el edificio del Banco y, después, tres casas de vecinos con sendos jardinillos delante (Delibes, Camino); Dos hornos, cuyas rojas bocas arrojan llamaradas hacen hervir el mosto en sendos tachos enormes empotrados en ellos (Lamas, Tradiciones); Tres fogones con sendos troncos en cruz marcaban el límite de su aventura (Amorim, Carreta).

Otras veces, proporciona el antecedente de la expresión anafórica un grupo nominal coordinado, como en Daremos cuenta, la señorita y yo, de sendos bifes de chorizo, bien jugosos, con huevos a caballo (Bioy Casares, Lado). Finalmente, el antecedente puede estar representado por una expresión plural. Así, en el siguiente texto se dice que cada una de las personas del grupo que se menciona, cuyo número se desconoce, recibirá una caja: Les avisó que en una semana recibirían por correo sendas cajas con sus chequeras personalizadas (Agustín, Ciudades).

21.8i El antecedente de sendos pasa a ser consecuente (§ 16.6e y 17.3a) cuando se obtiene en las construcciones catafóricas. La más característica de ellas es la que lo presenta en el interior de un complemento preposicional contenido en el mismo grupo nominal que sendos encabeza, como en Luis López, autor de sendos retratos del militar Ribelles y de su hermano Bernardo […] continuó practicando la litografía (Gallego, A., Grabado), donde se subraya con trazo discontinuo un grupo sintáctico coordinado. Este segmento proporciona el plural requerido por sendos. En las construcciones distributivas formadas con cada21.8e-g), es frecuente que el numeral o el indefinido que encabeza un grupo nominal dé lugar al efecto multiplicativo del que se ha hablado, por influencia de alguna expresión distributiva contenida en el complemento del mismo grupo nominal. Mientras que en la oración En la pared colgaba un mapa de todas las regiones se alude a un único mapa, en Colgaba un mapa de cada una de las regiones se hace referencia a tantos mapas como regiones haya. Se analizan otros casos semejantes en el § 19.9h.

21.8j La forma sendos está cayendo paulatinamente en desuso en todos los países hispanohablantes. Hoy en día se encuentra casi restringida a la lengua escrita y a los registros más formales de la oral. Tal vez por asociación formal con dos o con ambos, tiende a ser utilizada sobre todo cuando se trata de conjuntos de dos elementos, aunque tal restricción carece de justificación etimológica o gramatical, como se ha explicado. Se constatan ocasionalmente empleos erróneos de sendos. Debe evitarse, por ejemplo, con el valor de ambos o los dos. Son incorrectas, en efecto, oraciones como La selección ganó por dos a cero, y sendos goles fueron marcados por el mismo jugador, en lugar de las variantes correspondientes con … ambos goles o … los dos goles. En algunos países americanos se atestigua el uso no recomendable de sendos con un significado próximo a ‘fuertes’, ‘muy grandes’ o ‘de gran magnitud’, como en Valenteee… Zaragozaaa… padreee… Dentro de su nombre oyó sendos golpazos en la puerta (Vega, A. H., Marcelina).

 

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