Sintaxis

24. El verbo (II). Tiempo y aspecto. Los tiempos del modo subjuntivo. Interpretaciones de los adjuntos temporales. La concordancia de tiempos

24.5 Tiempo, aspecto y adjuntos de localización temporal (II). Construcciones temporales con el adverbio cuando

24.5a Los adjuntos de localización temporal examinados en la sección anterior son grupos nominales, preposicionales o adverbiales. Como se ha visto, pueden estar o no orientados deícticamente en función de su significado. A la vez, pueden también localizar de manera directa o indirecta los eventos; es decir, establecer el punto o el intervalo en que tienen lugar, o bien focalizar un punto en el interior de cierto intervalo anterior o posterior a ellos. Como estas expresiones adverbiales no son oracionales, no pueden contener tiempos verbales. Las relativas sin antecedente de significado temporal, y muy especialmente las encabezadas por el adverbio cuando, aportan más informaciones que los adjuntos temporales que se han mencionado. En efecto, aunque el adverbio relativo cuando significa ‘(en) el momento en que’ o ‘(en) el tiempo en que’, no expresa solo coincidencia temporal entre dos puntos o dos situaciones, sino que puede ordenarlos secuencialmente o incluir uno en el otro. Puede sugerir ‘posterioridad’ o ‘anterioridad’ en función de diversos factores que se estudiarán en esta sección. La relación que cuando mantiene con su antecedente (explícito o implícito) se examina en el § 22.9. Las relaciones temporales en las que interviene el adverbio cuando son, en la esencial, dos: la que se establece entre cuando y el predicado de su propia oración, y la que existe entre la relativa sin antecedente expreso que cuando encabeza en la mayor parte de las construcciones y el predicado de la oración principal. Se analizarán ambos vínculos en los apartados que siguen.

24.5b Como el relativo cuando especifica el momento o el período en el que se localiza algo, es lógico que solo se construya con predicados que admiten localización temporal. Ello excluye los de estado permanente: ser de extracción humilde; derivar del francés antiguo; ser un molusco lamelibranquio, etc. (recuérdese el § 23.3x). No son excepciones oraciones como Cuando uno es de extracción humilde, en las que —tal como se observa en los § 22.9p y ss.— cuando no sitúa en la línea temporal una propiedad o un estado de cosas, sino que equivale a la conjunción condicional si y se puede considerar un cuantificador universal relativo a situaciones. La aceptación o el rechazo de cuando con predicados que denotan propiedades está en función de que el predicado verbal con el que se construya sea o no delimitable temporalmente. Es de esperar, en consecuencia, la irregularidad de oraciones como *cuando Arturo sabe ruso, en las que se asigna un intervalo o un instante a cierta propiedad caracterizadora que se presenta también como actual. En cuando Arturo sabía ruso se muestra, en cambio, esa misma propiedad como transitoria o sujeta a modificación. En Cuando Arturo sabe lo que está haciendo, se nota, se obtiene, en cambio, la interpretación iterativa, sobre la que se vuelve en los apartados siguientes.

24.5c El adverbio cuando es compatible con los tiempos simples (cuando canto, cuando cantaba, cuando canté), con la excepción del futuro y el condicional. Aun así, estos dos tiempos aceptan cuando en los contextos restrictivos que se estudian en los § 23.14v y ss. y 23.15h. Con los tiempos imperfectivos del modo indicativo, cuando da lugar a la interpretación iterativa o habitual (cuando te veo; cuando tienes frío; cuando se levantaba a las seis de la mañana) o bien a la genérica: cuando {alguien ~ la gente ~ uno ~ *Juan} se muere. El adverbio cuando no designa, por tanto, un instante ni un intervalo de un suceso particular situado en el presente. Se exceptúan las relativas en aposición (ahora, cuando estoy aquí hablando ante ustedes) y las construcciones de relieve (Ahora es cuando está contenta). Recuérdese que en estos casos cuando admite el futuro, como se explica en los apartados a los que se acaba de remitir, lo que hace pensar que la localización temporal que el adverbio relativo lleva a cabo está en función de su antecedente expreso. Tanto en las fórmulas de relieve como en las relativas apositivas, la relación que mantiene la oración de relativo con su antecedente es atributiva. Así, la expresión ahora, cuando estoy hablando aquí ante ustedes puede parafrasearse como ahora, que es cuando estoy hablando aquí ante ustedes. En cambio, cuando la relativa funciona como argumento o adjunto de otra predicación, la relación con el antecedente es de modificación especificativa, y su denotación temporal pasa a estar bajo la influencia de la que corresponde a la oración principal.

24.5d Cuando es compatible con el pretérito perfecto compuesto en la interpretación iterativa o habitual (Siempre me ha ayudado cuando ha podido hacerlo) y también en la interpretación en la que el evento de la subordinada temporal es anterior al denotado por el verbo principal, como en cuando me he levantado de la silla; cuando he entrado por la puerta de mi casa o en los textos siguientes:

Cuando he visto estampado mi nombre con letras de molde en esta hojilla volandera, me ha invadido un placer ensimismado (Prada, Animales); Por la noche, cuando he ido a buscarle, me ha dicho: “Vente a cenar conmigo” (Barea, Forja).

Se percibe cierta resistencia a formar estas oraciones cuando el perfecto es resultativo. Así, los hablantes que admiten Juan ha muerto a las dos no suelen aceptar con naturalidad la variante cuando Juan ha muerto. Como en el apartado anterior, son excepciones las relativas explicativas: Lo dice ahora, cuando Juan ha muerto. Se puede relacionar esta restricción con la incompatibilidad entre cuando y el presente (no iterativo) de la que se habló allí. Cabe agregar, en el mismo sentido, que en el español general tampoco se obtienen alternancias como Luisa acaba de entrar en este preciso momento ~ *cuando Luisa acaba de entrar. Se exceptúan de igual modo, las relativas apositivas y las fórmulas de relieve.

24.5e Algunos usos de cuando con había cantado presentan variación dialectal, mientras que otros son comunes a todos los hispanohablantes. En efecto, en la sección anterior se explicó que los adjuntos temporales pueden localizar directa o indirectamente los sucesos. Como allí se vio, la segunda interpretación puede darse en presencia de los adverbios de fase, pero es también posible que estos queden sobrentendidos. La interpretación de localización indirecta es la más común con había cantado. En las tres primeras oraciones del grupo siguiente se sobrentiende ya; en la última, todavía:

Llegó a casa de los Palafox cuando había terminado el rosario (Mendoza, É., Amante); Cuando habían cubierto la mitad de ese terreno, los faros del auto detenido se apagaron (Vargas Llosa, Fiesta); Cuando había vendido una cantidad suficiente de papel, emprendía el retorno (Arlt, Juguete); De pronto, cuando no habían transcurrido más de tres cuartos de hora en total, el automóvil frenó en seco (García Márquez, Noticia).

Estos usos son comunes a todas las variedades del español. Los adverbios que se omiten en las oraciones mencionadas están presentes en otras análogas en las que se obtienen las mismas interpretaciones:

Le miraron al pasar el autobús y siguieron mirándole cuando ya había pasado (Torrente Ballester, Gozos); Al menos ese fue el ruido que le sobresaltó cuando ya había entrado en el cementerio (Díez, Fulgor); Menem reaccionó casi por reflejo, cuando todavía no había terminado de digerir la sanción que le aplicó Estados Unidos (Clarín 19/1/1997).

Así pues, cuando no localiza directamente el evento en estos casos, sino cierto punto anterior o posterior a él, tal como se explica en el § 23.13m.

24.5f La interpretación de localización directa (o de simultaneidad) de los adjuntos temporales da lugar a la alternancia Había llegado a las dos ~ cuando había llegado, en la lectura en la que a las dos y cuando expresan el punto temporal en el que tiene lugar la llegada. Este uso de cuando es posible en algunas variedades del español americano. La pauta a la que corresponden los ejemplos que siguen, característica de la lengua literaria, se documenta en las áreas andina y rioplatense, pero también se registra ocasionalmente en México, Centroamérica y el área caribeña:

Cuando le había dicho el nombre no logró entendérselo (Uslar Pietri, Visita); Cuando Aiol había sido cautivado por Seramunda […], mi angustia fue tal que prorrumpí en un alarido formidable (Mujica Lainez, Unicornio); Amalia lo había llamado a almorzar y estaban comiendo cuando había entrado el hombre casi corriendo (Vargas Llosa, Conversación); Recordaba —tan solo— que cuando había llegado al Sena y visto Notre Dame […] era muy muy joven (Leyva, Piñata); El anatomista no esperaba para sí la clemencia obtenida por su maestro, Vesalio, cuando había sido enviado a los tribunales del Santo Oficio (Andahazi, Anatomista).

24.5g Los hablantes que rechazan el uso de cuando que muestran los textos citados tienden a asociar la pauta cuando había cantado con la lectura de fase. En efecto, haber expresa siempre anterioridad, pero cuando se sobrentiende el adverbio ya, los adjuntos temporales de localización denotan un punto temporal posterior al que designa el evento. Así pues, para muchos hispanohablantes, cuando no puede denotar en estos ejemplos un punto posterior al que expresa dicho tiempo verbal, lo que convierte estas oraciones en anómalas (a diferencia de lo que sucede con las citadas en el apartado precedente). Para otros, en cambio, los ejemplos que se acaban de citar son naturales, lo que da lugar a que se neutralice en cierta medida la oposición entre había cantado y canté. La interpretación iterativa o cíclica de había cantado es común a todas las variedades del español:

Celina tenía esa voz cuando había bebido (Cortázar, Bestiario); Pero sucedía que cuando había examinado tantas variantes enrevesadas, me olvidaba del orden de las preguntas y respuestas o las mezclaba (Sábato, Túnel).

24.5h La relativa sin antecedente que encabeza cuando puede denotar un punto temporal (cuando la vi) o un período (cuando yo vivía allí). El punto o el período denotado por estas oraciones puede ser anterior, simultáneo o posterior a la situación designada por el verbo principal. No obstante, es polémica la cuestión de si ello es así en función de una distinción de índole gramatical o responde más bien a factores ajenos a la gramática de cuando. En efecto, la conjunción copulativa y no denota léxicamente la noción de ‘posterioridad’ en Entró en el cuarto y se quitó el sombrero. Es obvio que el segundo suceso que se menciona es posterior al primero, pero ello es así porque se concatenan dos oraciones formadas con pretéritos perfectos simples (§ 23.9d), no porque la conjunción copulativa posea valor temporal. Cabe argumentar, en el mismo sentido, que en Cuando entró, se quitó el sombrero, la oración encabezada por cuando no designa un punto anterior al expresado por el verbo principal, sino que cuando significa, como explica el DRAE, ‘en el tiempo, en el punto, en la ocasión en que’.

24.5i La paráfrasis de posterioridad admitida por cuando entró (aproximadamente, ‘una vez que entró’, ‘inmediatamente después de entrar’) es, desde este punto de vista, una inferencia que se puede obtener también en oraciones en las que no está presente el adverbio cuando, tales como En el momento en que la vi, me quedé prendado. No contradice esta interpretación la secuencia Cuando entré en el cine, ya había empezado la película, en la que se expresa muy claramente que cierto comienzo es anterior a cierta entrada. El adverbio de fase ya ante había empezado fuerza en apariencia la interpretación de posterioridad en cuando entré en el cine. No obstante, no parece tratarse de una particularidad léxica del adverbio cuando, ya que la expresión subrayada en A las cuatro, la película ya había empezado denota, como se explicó en la sección precedente, un punto situado en cierto intervalo posterior al comienzo de la película. En los apartados que siguen se hablará de las interpretaciones de simultaneidad, posterioridad, anterioridad e inclusión de la relativa libre encabezada por cuando, y se explicará que estas interpretaciones resultan de diversos factores temporales y aspectuales (a veces también discursivos), y no tanto de las propiedades léxicas de este adverbio relativo.

24.5j En la interpretación de simultaneidad se superponen dos eventos, como en Cuando salieron, escucharon un estrépito de sirenas de la policía (Pozo, Novia), pero también dos situaciones. En este segundo caso, los tiempos verbales son imperfectivos, y los predicados suelen ser atélicos: O’Mahara. Así se apellidaba mi padre cuando vivía en Dublín (Obligado, C., Salsa). Los predicados télicos construidos en tiempos imperfectivos dan lugar de forma característica a la interpretación de simultaneidad en la lectura habitual o cíclica, como en Cuando se movía entre el mostrador y la mesa arrastraba la pierna con cierta elegancia (Soriano, León). La interpretación en la que una subordinada encabezada por cuando denota posterioridad es característica de los predicados télicos. Así, cuando llegues en Cuando llegues, nos iremos, significa ‘una vez que llegues’ o ‘inmediatamente después de que llegues’.

24.5k Como las nociones de ‘anterioridad’ y ‘posterioridad’ son relacionales, es importante precisar en qué sentido se emplean. Nótese que la acción expresada por el predicado principal (nos iremos) es posterior a la que expresa cuando llegues en Cuando llegues, nos iremos. Sin embargo, la paráfrasis que admite esta última oración es ‘después de que llegues’, no ‘antes de que llegues’. Se entenderá aquí de forma convencional que se obtiene la interpretación de posterioridad cuando se admiten paráfrasis de posterioridad (‘después, una vez que’), no cuando el punto temporal designado sea posterior a otro. Ciertamente, el punto designado por cuando llegues en Cuando llegues, nos iremos es anterior a la acción de irse. De manera análoga, en Cuando recorrió diez kilómetros, se detuvo, se dice que la acción de detenerse tiene lugar después de realizado cierto recorrido, por lo que se obtiene también la interpretación de posterioridad (en el sentido que se ha dado a esta noción) en la oración de cuando. Es lógico que la permutación de los sucesos altere el orden en el que tienen lugar: Cuando se mareó, se cayó (el mareo precede a la caída) ~ Cuando se cayó, se mareó (la caída precede al mareo); Cuando oyó la música, salió a la calle ~ Cuando salió a la calle, oyó la música, etc.

24.5l Las construcciones con «al + infinitivo» dan lugar al mismo efecto que se acaba de analizar: Murió al caerse de una tapia que había escalado (Mendoza, Ciudad). Aun así, puede darse la neutralización parcial de las interpretaciones de simultaneidad y posterioridad en algunos de estos contextos. Cuando podría ser sustituido por ‘en el preciso momento en que’ en La Policía le detuvo cuando vio que un gran número de mujeres se le acercaban (Mundo [Esp.] 7/6/1994). Se ha observado que la interpretación de sucesión inmediata suele ser más común cuando el predicado de la oración principal y el de la subordinada son télicos y perfectivos, como en Cuando [=‘apenas, en cuanto’] lo vio, sacó la pistola, frente a Cuando vio la ciudad, pensó que era buen lugar para quedarse unos días, donde ver es un predicado télico, pero pensar no lo es.

24.5m La noción de ‘posterioridad’ se asocia estrechamente con la de causalidad, como se explica en los § 22.9u y ss. y 46.1d y ss. No sorprende, por tanto, que en muchos de los contextos que se ajustan a la pauta analizada en el apartado anterior se obtenga de modo prototípico la inferencia según la cual el evento posterior está motivado por el anterior, como en Cuando le gritó, abandonó la habitación o en el fragmento siguiente: Cuando vi que Blanes y la muchacha que había traído se pusieron en movimiento para ocupar sus lugares, me escabullí detrás de los telones (Onetti, Sueño). Las interpretaciones condicionales y concesivas de cuando raramente mantienen, en cambio, el valor adverbial de esta partícula, como se explica en los § 22.9u y ss.

24.5n La interpretación de anterioridad de las subordinadas temporales introducidas por cuando es, como se explica en los apartados precedentes, una consecuencia directa de la lectura de fase de los adverbios de localización. Así, cuando regresó no admite la paráfrasis ‘después de que regresara’, sino más bien ‘antes de que regresara’ en Cuando regresó, las puertas ya habían sido cerradas (Tiempo [Col.] 6/9/1996). Obsérvese, en el mismo sentido, que en el par siguiente se contrasta un pretérito perfecto simple y un pluscuamperfecto, con notables diferencias de significado: Cuando Clara llegó a la oficina, Luis se {fue ~ había ido}. Si se elige fue, se obtiene la interpretación de posterioridad descrita en los apartados precedentes. La oración subrayada con trazo discontinuo denotará, por tanto, un momento inmediatamente anterior a la marcha de Luis. Cuando llegó admitirá aquí las paráfrasis ‘una vez que llegó’ o ‘después de que llegara’. En la segunda opción, con se había ido, se obtiene la interpretación de localización indirecta o de fase, por lo que se sobrentiende el adverbio ya, que podría añadirse sin afectar al sentido. La oración subrayada denotará entonces cierto punto posterior a la salida de Luis, es decir, cierto punto situado en algún lugar del intervalo creado por la fase posterior a la que da lugar el adverbio ya. Como se ha explicado, esta interpretación está inducida por el adverbio ya (incluso cuando se elide), no tanto por las propiedades léxicas del adverbio cuando.

24.5ñ Otros adjuntos temporales de carácter oracional manifiestan la misma adaptación a los contextos de anterioridad y posterioridad que caracterizan a cuando, como en Al llegar nosotros, se {acabó ~ había acabado} la fiesta. Nótese que la interpretación de al llegar nosotros como ‘antes de llegar nosotros’ se obtiene solo indirectamente en la variante con pretérito pluscuamperfecto, puesto que el adverbio ya, que se sobrentiende (ya había acabado la fiesta), induce la fase posterior en el predicado principal (no en la oración subordinada), tal como se explicó en el § 24.5i.

24.5o La interpretación de inclusión de las subordinadas encabezadas por cuando admite dos variantes. La subordinada temporal puede denotar un punto incluido en un estado o una situación en curso: No podían culparlo del robo porque cuando sucedió él estaba boleando las botas en el camerín del capitán (Elizondo, R., Setenta). También puede darse el esquema inverso a este. La subordinada temporal denotará entonces una situación en curso, y la principal, cierto evento puntual. Esta pauta corresponde a los textos siguientes:

Fue asaltado cuando iba en compañía de un hombre y una mujer (Universal [Ven.] 7/4/1997); Adopté el nombre cuando vivía en un pueblecito cercano a Bali (Arroyo, Sentencia).

La diferencia entre estas dos opciones se puede ilustrar con mayor claridad si las dos variantes se construyen con las mismas palabras:

Dormían profundamente cuando sonó el timbre de la puerta; Cuando dormían profundamente, sonó el timbre de la puerta.

En el primer caso se presenta una situación en curso, de forma que el adjunto temporal denota un punto en el interior del intervalo creado por el predicado principal. En el segundo, en cambio, es la oración principal la que denota un punto temporal que se inserta en la situación en curso que se crea con el verbo durativo dormir y un tiempo imperfectivo.

24.5p Las dos pautas que se acaban de comparar admiten variantes en función de cómo se distribuyan las funciones informativas en la oración (§ 40.1). Si se hubiera dicho Cuando sonó el timbre de la puerta, dormían profundamente, no se alterarían las relaciones de inclusión descritas en el apartado precedente, pero se presentaría la situación puntual como trasfondo discursivo o como información temática (§ 40.1d), al contrario de lo que sucede en la otra variante. Son también posibles los dos órdenes que corresponden a la variante en la que la subordinada temporal denota la situación en curso. Se ejemplifican a continuación:

Cuando yo estaba más embelesado, el maestro interrumpió su trabajo y comenzó a reír de manera extraña (Arreola, Confabulario); El avión [...] se estrelló el jueves cuando su piloto intentaba realizar un aterrizaje de emergencia (Prensa [Nic.] 23/2/2002).

Es importante resaltar que la situación en curso está representada por un tiempo imperfectivo en las variantes que se han mostrado, ya que los perfectivos dan lugar a la lectura de posterioridad descrita en los apartados precedentes. La diferencia temporal mínima que se observa en el par siguiente es suficiente para que se obtenga la interpretación de inclusión en la primera opción y la de posterioridad en la segunda: Cuando {regresaba ~ regresó} a su casa, se enteró de la noticia.

24.5q En el § 23.12o se mencionó el uso de cuando que, a imitación del cum latino, se suele llamar inverso. Como allí se vio, estas oraciones con cuando introducen un suceso puntual que interrumpe un proceso en desarrollo o una acción que va a iniciarse, a la vez que se presenta como repentina o inesperada: Se disponía a hacerlo [=‘cerrar la puerta’] con el último aliento, cuando vio a Florentino Ariza vestido de luto en el centro de la sala desierta (García Márquez, Amor). Así pues, este uso de cuando constituye un caso particular de la interpretación de inclusión, examinada en el apartado precedente, en la variante en que el evento denotado por la oración de cuando se inserta en cierta situación en curso expresada por la principal.

24.5r La interpretación de cuando inverso se caracteriza por una leve pausa y por un ascenso —poco marcado, pero perceptible— de la curva tonal en ese mismo punto. Repárese en que la oración siguiente admite dos interpretaciones según medie o no pausa entre las dos palabras subrayadas y suba o no la curva tonal en dicha posición: Estaba leyendo tranquilamente el periódico(,) cuando sonó el timbre de la puerta. Si se dan ambas circunstancias, se admitiría la paráfrasis ‘cuando de repente…’ y se obtendría una construcción de cuando inverso. Esta misma oración podría pronunciarse también con entonación neutra, sin la pausa descrita y sin la subida de la curva tonal que se ha mencionado, es decir, con una entonación similar a la que posee la oración subrayada en el fragmento que sigue: Estaba trabajando cuando ocurrió el accidente (Clarín 3/2/1997). La información conocida sería entonces el hecho de que sonó el timbre de la puerta, y lo aportado como nuevo sería el contenido de la oración principal. En el ejemplo que se acaba de citar, la información nueva es, análogamente, el hecho de que alguien estaba trabajando, mientras que la que se presenta como conocida es el momento en que ocurre cierto accidente. Se obtienen también las dos interpretaciones en Yo no había llegado todavía a la ciudad(,) cuando tuvo lugar el terremoto, pero se elige en cambio la de cuando inverso —a pesar de la ausencia de coma que marque la pausa— en Y no había acabado de contarlo cuando caí en la cuenta de que la tenía al lado (Goytisolo, Estela).

24.5s La pausa y el cambio tonal descritos son manifestaciones formales de que las oraciones de cuando inverso no están contenidas en el grupo verbal. Al igual que otras oraciones que no se integran dentro de él, las que encabeza cuando no pueden ser interrogadas, lo que las diferencia de las variantes analizadas —también con interpretación inclusiva— en las que no aparecen tales marcas fonológicas. Así pues, la oración encabezada por cuando en el texto siguiente no constituye una respuesta adecuada a la pregunta ¿Cuándo iba a aspirarlo?: Iba a aspirarlo, cuando salté hacia ella (Larreta, Volavérunt). La oración no significa, por consiguiente, ‘En el momento en que salté hacia ella iba a aspirarlo’. El término latino inversum, que caracterizaba las oraciones similares construidas con cum, se acuñó probablemente para sugerir que lo que se invierte en ellas es la interpretación de las funciones informativas. La oración principal introduce como trasfondo cierta situación en curso, mientras que la oración de cuando inverso aporta el suceso que la interrumpe, aun sin estar integrada sintácticamente en la primera. No se obtienen efectos análogos a los producidos con cuando inverso si esta partícula se sustituye por otras o aparecen de modo expreso los sustantivos temporales como antecedentes de los relativos. Se pierde, pues, la interpretación inversa en Estaba leyendo tranquilamente el periódico {en el momento en que sonó el timbre de la puerta ~ al sonar el timbre de la puerta}, entre otras opciones similares sin el adverbio cuando.

24.5t Confirma la naturaleza extraoracional de las oraciones construidas con cuando inverso el que se rechacen en las fórmulas de relieve40.10a). Si se intenta formar una oración de este tipo a partir de una relativa con cuando inverso se obtienen resultados anómalos. A partir del segmento subrayado en Estaba leyendo tranquilamente el periódico, cuando de repente sonó el timbre de la puerta se obtendrá la oración agramatical *Cuando estaba leyendo tranquilamente el periódico fue cuando de repente sonó el timbre. Por el contrario, las relativas sin antecedente expreso que encabeza cuando no se rechazan en estas oraciones si constituyen modificadores internos al grupo verbal, como en Cuando más te necesito es cuando te vas. Se obtienen contrastes similares en las construcciones con adverbios de foco, en las interrogativas y en otros contextos que oponen de manera característica los segmentos internos al grupo verbal de otros extraoracionales: § 46.5 y 47.4.

24.5u Los usos de cuando como conjunción condicional o causal se analizan en los § 22.9u y ss. Se ha observado que cuando no pierde necesariamente su valor temporal cuando adquiere alguna de esas otras interpretaciones. La oración Supuse que mentía cuando afirmó que solo tenía cincuenta y seis años (Montero, M., ) no informa solo del instante en que el hablante supone que alguien mentía, sino también de que lo hacía por el hecho de emitir ciertas palabras. Además de señalar un punto o un período que abarca el evento principal o es abarcado por él, como se explica en los apartados precedentes, la oración temporal que cuando encabeza puede identificar ese mismo evento. Mientras que en el primero de los dos textos que siguen se hacen coincidir temporalmente dos sucesos distintos o independientes, en el segundo no se dice que cierta persona hace mucho ruido además de entrar y buscar un reloj, sino más bien que lo hace por el hecho de llevar a cabo esas acciones:

Lavinia retornó a la mesa con Sara y Adrián. Se sentó cuando empezaba el discurso (Belli, Mujer); Butch hace mucho ruido cuando entra en su antiguo departamento, en busca de su reloj (Cabrera, J., Cine).

El adverbio cuando no deja de denotar un intervalo en esta última oración, pero aporta a la vez la justificación de la acción que se menciona, al igual que en muchas otras secuencias construidas con la misma pauta: Una mujer, civil, se fracturó una pierna cuando intentaba entrar a uno de los refugios antiaéreos (Nuevo Herald 13/2/1997). Sobre estas cuestiones véase también lo apuntado en el § 24.7s, así como los § 22.9u y ss. y también el § 31.13c. En relación con las interpretaciones similares que se obtienen con mientras y con «al + infinitivo», véase el § 31.14l.

 

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