Sintaxis

20. Los cuantificadores (II). Cuantificadores indefinidos. El concepto de ámbito

20.4 Cuantificadores de indistinción o de elección libre

20.4a Se denominan cuantificadores de indistinción o de elección libre los que denotan un elemento indiferenciado entre los componentes de algún conjunto. El cuantificador de indistinción más característico es cualquiera. Sin embargo, no es el único, ya que presentan un comportamiento muy similar los grupos superlativos formados con más, menos, mayor, menor, mejor y peor y el artículo definido en construcciones como Le podremos resolver la más pequeña duda que se le plantee o Las críticas menos intencionadas la sacaban de quicio. Las expresiones subrayadas adquieren, en efecto, un significado muy similar al de «cualquier(a) + grupo nominal».

20.4b La forma cualquiera pertenece a dos paradigmas gramaticales: el de los relativos indefinidos de interpretación inespecífica, junto con quienquiera, comoquiera, dondequiera, etc., y el que se analiza en la presente sección. Como se explica en el § 22.12g con los pronombres y adverbios relativos que incorporan su antecedente (quien, como, cuando, etc.) y el segmento -quiera se forman en español grupos nominales indefinidos que contienen oraciones relativas especificativas, como en quienquiera que se vea capaz de ir o en cualquiera al que le pueda interesar. Se explica en los § 47.16d y ss. que con los relativos indefinidos se construyen prótasis concesivas de indistinción o de indiferencia. Se denominan así porque su significado abarca un conjunto amplio de situaciones posibles, de modo que ninguna de ellas invalida la conclusión uniforme que se alcanza. La oración A cualquier hora que lo llames te atenderá amablemente significa, de manera aproximada, ‘Sea cual fuere el momento en el que lo llames, te atenderá amablemente en ese momento’. Alternan con cierta frecuencia las fórmulas «sea cual sea (o quien sea) + grupo nominal» y «cualquiera (que) sea + grupo nominal». También alternan cualquiera (que) con quienquiera (que).

20.4c La estructura sintáctica de estas expresiones oscila entre la que corresponde a un grupo nominal que contiene una relativa (cualquiera al que se lo digas) y aquella en la que la preposición encabeza la estructura (a cualquiera que se lo digas). La alternancia es semejante a la que se da en las construcciones enfáticas con artículo determinado analizadas en el § 42.16b (la persona a la que se lo dijo ~ a la persona que se lo dijo). En las construcciones formadas con el verbo ser se observa alternancia entre la presencia y la ausencia de la partícula que: cualquiera que sea su condición ~ cualquiera sea su condición. La presencia de que es más frecuente en los textos y es la opción preferida:

Quiero una solución, cualquiera que sea (Galdós, Episodios); Es, realmente, un águila, en todos sentidos y cualquiera que sea el grado de intensidad o distracción, ambas perfectamente calculadas, de mirar (Fuentes, Silla); No creo que tenga que distinguir entre ustedes dos, cualquiera que sea el sitio donde los conocí (Lezama, Oppiano); Morir es una afrenta, un agravio personal y una vergüenza, cualquiera que sea la clase, la hora y el lugar de la muerte (Paso, F., Palinuro).

No obstante, se atestigua también su ausencia:

Una dictadura, cualquiera sea la forma que ella adopte, es siempre el peor de los males y debe ser combatida por todos los medios (Vargas Llosa, Pez); El Premio Miguel de Cervantes está dedicado a destacar los méritos de quienes cultivan las letras en lengua castellana, cualquiera sea la ciudadanía civil de cada uno (Ayala, Discurso); Cada agente debe comunicarse con su oficina a intervalos regulares durante el día, cualquiera sea la misión en que está empeñado (Walsh, Escribir).

Se muestran otros contrastes con la presencia o la ausencia de que en contextos similares en los § 25.10a y 47.16d.

20.4d El cuantificador cualquiera presenta la variante cualquier, que aparece en los contextos especificados en los § 19.5k, l. Su plural es cualesquiera —con la variante cualesquier—, no cualquieras ni cualesquieras. El sustantivo cualquiera (‘don nadie’, ‘alguien no merecedor de consideración’) se usa con el artículo un y sus variantes morfológicas, como en Ese es un cualquiera. También se utiliza el sustantivo femenino cualquiera con el sentido de ‘mujer de mala vida’. Su plural es cualquieras, no cualesquieras. Como el sustantivo cualquiera es común en cuanto al género, se admite unos cualquieras y unas cualquieras:

Señoras, se están comportando como unas cualquieras (Castellanos, R., Eterno); Y estos no son unos cualquieras, sino gente bien, me imagino (Vargas Llosa, Conversación); Se pelearon como tusas, como si fueran unos cualquieras con otros muchachos (García Ramis, Días).

20.4e Se desaconsejan las construcciones no concordantes formadas con el sustantivo cualquiera, como Nos trata como a unos cualquiera, y se recomiendan en su lugar las variantes concordadas: Nos trata como a unos cualquieras. Es algo más frecuente, aunque no por ello más recomendable, la discordancia en las construcciones con el verbo ser en subjuntivo, como en cualquiera (que) sean las circunstancias. La opción que se prefiere es, por tanto, cualesquiera (que) sean las circunstancias. He aquí otros ejemplos de esta pauta:

Cualesquiera que sean las relaciones entre poesía épica, dramática y lírica, es evidente que las primeras se distinguen de la última por su carácter objetivo (Paz, Arco); Todos los curas, cualesquiera sean sus oficios y maleficios, recibirán un salario igual al de los maestros de escuela (Roa Bastos, Supremo).

20.4f El cuantificador cualesquiera denota un conjunto de entidades, pero en las construcciones partitivas se interpreta como un subconjunto de otro mayor. Se prefiere, pues, cualquiera, y no cualesquiera, si el complemento partitivo designa solo dos elementos: en {cualquiera ~ *cualesquiera} de las dos situaciones. Se emplea, en cambio, cualesquiera cuando son varios los elementos que se seleccionan: Carecía de cualesquiera de las virtudes que adornaban a su padrastro y había heredado con creces la malicia de su madre, la señora Clairmont (Andahazi, Piadosas). Se aplica el mismo razonamiento a los plurales quiénes y cuáles en relación con los singulares quién y cuál, lo que da lugar a alternancias como la que se da entre {cuál ~ cuáles} de ellos, frente a {cuál ~ *cuáles} de los dos.

20.4g La forma cualesquier(a) es propia de los registros formales. La construcción «cualesquiera + grupo nominal en plural» gozó de gran vitalidad en la lengua antigua:

Con aquel remedio podía acometer desde allí adelante sin temor alguno cualesquiera ruinas, batallas y pendencias, por peligrosas que fuesen (Cervantes, Quijote I); Por tanto prometían guardar sus fueros y estatutos y desechar cualesquiera ídolos, ritos y costumbres que tuviesen (Inca Garcilaso, Comentarios); Nunca, nunca jamás —que no me contento con decirlo una sola vez— el cuerdo casado consentirá que entren cualesquiera mujeres a conversar con la suya (León, Casada).

Todavía se documenta esta pauta en la lengua actual, aunque con frecuencia algo menor:

Seguro ya de haber desvanecido cualesquiera objeciones, continuó el chancador (Castro, Ó., Llampo); […] no menos inmune a cualesquiera abismos de pecado o indignidad (Sánchez Ferlosio, Homilía); Un lenguaje es un conjunto infinito de oraciones en sí mismas, o sea, separadas de cualesquiera contextos o circunstancias biológicas, psicológicas o sociales (Bunge, Lingüística); Su misión consistía en promover actos, publicaciones y cualesquiera actividades públicas que mejoraran la convivencia de los extranjeros y los españoles (Val, Hendaya).

20.4h Aunque es construcción poco frecuente, el sistema gramatical admite los grupos nominales formados por dos sustantivos en singular coordinados que comparten el mismo cuantificador cualquiera o cualesquiera en posición antepuesta, como en La camisa puede ser de cualquier diseño o color, o en ¡Basta de sufrimiento de cualesquiera índole y volumen: alístate a la Felicidad! ¡Alístate a la Felicidad, desdichado! (Grande, Fábula). Se emplea algo más, aunque siempre en proporción mucho menor que el singular cualquiera, el plural cualesquiera cuando le sigue el indefinido otros, como en Su objeto de estudio se ha hecho radicar en aquel conjunto unitario de principios inderivables de cualesquiera otros conocimientos humanos (Gaos / Larroyo, Ideas).

20.4i También se emplea cualesquiera en los grupos nominales encabezados por numerales cardinales en los que el cuantificador de elección libre se pospone al sustantivo, como en Sean tres números primos cualesquiera, o en estos otros ejemplos:

El Presidente del Tribunal había mandado reclutar en la plaza a dos milicianos cualesquiera (Luca Tena, Brújula); Entre dos países cualesquiera del continente que no sean República Dominicana y Haití, el problema no tendría mayor importancia (Dedom 1/2/1997).

Estas construcciones representan el correlato sintáctico de la pauta «un + grupo nominal + cualquiera» (§ 20.4j-m), donde un representa el numeral un(o) o el indefinido homónimo. La estructura correspondiente con cualesquiera se forma con numerales cardinales (§ 21.2), pero no con otros cuantificadores: *varios milicianos cualesquiera, *muchas mercancías cualesquiera.

20.4j Estos contrastes sugieren que la noción de ‘indistinción’ ha de aplicarse a la de cardinalidad, no a la de cuantificación imprecisa que se asocia con varios, algunos, muchos, pocos y, en general, los indefinidos (§ 20.3a), acaso porque esta última ya incluye implícitamente la idea de indistinción. Desde este punto de vista, existe cierta redundancia en expresiones infrecuentes como unos libros cualesquiera, que no se extiende a la variante en singular un libro cualquiera. La indefinitud del cuantificador cualquiera lo hace incompatible con los determinantes definidos: {unos ~ *mis ~ *los ~ *estos} libros cualesquiera. En cuanto que el determinante cierto13.10c) denota especificidad, es igualmente esperable que rechace cualquiera: {un ~ *cierto} libro cualquiera.

20.4k Es oportuno resaltar que cualquiera no es el único cuantificador que admite el uso posnominal (cf. libro alguno, recursos varios, fuerza bastante), pero sí es el único que acepta un determinante indefinido: un libro cualquiera, otra iniciativa cualquiera. El uso posnominal de cualquiera no suele ser compatible, por otra parte, con la ausencia de determinante. No se forman, por tanto, con cualquiera o cualesquiera secuencias paralelas a Añade González una larga digresión, lamentándose de no poseer medios bastantes (Ayala, Usurpadores), en las que no aparece ningún artículo. Existen, no obstante, algunas excepciones, como se explica en el § 15.11c. La presencia de un determinante definido en oraciones como Le han conferido esa clara habilidad que complementa con los recursos varios de la oratoria (María, Fábrica) se debe a que varios se usa aquí como adjetivo calificativo (‘variado’). Se retomará esta cuestión en el § 20.7ñ.

20.4l El cuantificador cualquiera se caracteriza por adquirir sentidos universales o existenciales según el contexto en el que aparece. Así, la expresión subrayada en Cualquier ciudadano tiene derecho a elegir y a ser elegido se acerca por su sentido a todo ciudadano. De modo análogo, Eso le puede suceder a cualquiera equivale aproximadamente a Eso le puede suceder a todo el mundo, y Cualquiera estaría feliz de tener este trabajo a Todos estarían felices de tener este trabajo. Por el contrario, Pregúntale a cualquiera no significa ‘Pregúntale a todos’, sino —aproximadamente— ‘Pregúntale a alguien, sea el que fuere’. Cabe observar, en el mismo sentido, que el que dice Puede usted sacar de la biblioteca cualquier libro que le interese no está autorizando a su interlocutor a marcharse con todos los libros que el edificio pueda albergar. Tampoco la oración La bomba va a estallar en cualquier momento expresa que cierto estallido va a producirse en todo momento futuro. Así pues, el cuantificador cualquiera da lugar a una paradoja (observada desde hace tiempo, pero todavía viva en los estudios de semántica): cualquiera parece interpretarse como cuantificador universal en unos contextos y como existencial en otros no muy diferentes. Este hecho ha originado un gran número de análisis semánticos que no podrán ser examinados aquí. Aun así, en los apartados siguientes se expondrán, de manera muy simplificada, los principales factores que suelen tenerse en cuenta en ellos, y se mencionarán resumidamente algunas de las explicaciones que se han dado a la paradoja presentada.

20.4m El uso pospuesto de cualquiera que se describió en los apartados precedentes es característico de la interpretación existencial a la que se acaba de hacer referencia:

Una cualquiera de aquellas tardes, infectadas de inquietud y de desgana, aparecí por la sala de costura de la tía Dominica (García Hortelano, Cuento); Te miró y vio un hombre cualquiera, no vio al diablo (Larreta, Volavérunt); Sus manos temblorosas tomaron una traducción cualquiera —tal vez Rimbaud, tal vez Baudelaire o Gorki— y no supo decir más que estaba acabada, que iba a entregarla ya a Producción (Alfaya, Traidor).

No obstante, estas construcciones pueden recibir interpretación genérica en las mismas circunstancias en las que acceden a esta lectura los grupos nominales encabezados por un15.8g, l), como en Una palabra cualquiera, la más común, que empleamos muchas veces por día, empieza a sonar extraña, se despega de su sentido y se vuelve ruido puro (Saer, Entenado). Del valor originario de indistinción de cualquiera se deriva la connotación depreciativa que adopta a veces el uso pospuesto de este indefinido: Al deponer el gobierno ante un oficial cualquiera, estaba rindiéndose no ante la institución llamada ejército sino ante la fuerza bruta (Martínez, Perón). El sentido depreciativo se encuentra asimismo en el uso de cualquiera como sustantivo, al que se hizo referencia en el § 20.4d: Yo soy de Bellas Artes, muchacho, no soy un cualquiera (Sánchez-Ostiz, Infierno).

20.4n El cuantificador cualquiera se combina predominantemente con sustantivos contables. También lo hace, como sucede en otros casos análogos (§ 19.8j), con los no contables recategorizados como contables. Así pues, cualquier idea, cualquier posibilidad, cualquier trabajo (con nombres contables) contrastan con *cualquier honestidad, *cualquier respeto, *cualquier arena (con nombres no contables). Aun así, estos sustantivos pueden usarse como contables en ciertas circunstancias (§ 12.3i y ss.). Como se explicó en el § 20.1j, cualquiera puede encabezar construcciones partitivas (cualquiera de ellas, cualquiera de las razones enumeradas, cualquiera de esos traductores), o bien representar por sí solo un grupo nominal, de modo que el complemento partitivo, que representa el dominio de la cuantificación, queda tácito: Le pregunté qué libro podía llevarme y me contestó que cualquiera.

20.4ñ Cuando no puede recuperarse un nombre común que restrinja el dominio de cuantificación en el contexto, cualquiera se interpreta como ‘cualquier persona’: Esto lo puede hacer cualquiera. En el habla coloquial, cualquiera se utiliza en la función de sujeto en oraciones exclamativas de sentido retórico, como en Ayer estaba echado en su cama como el que está desmayado, pero cualquiera le dice algo (Piñera, Pico), que admite paráfrasis como A ver quién le dice algo o Nadie puede decirle nada. Con este valor, puede constituir por sí solo una respuesta de carácter negativo. Este uso es más frecuente en el español coloquial europeo: —¿Te atreves a decírselo? —¡Cualquiera! Precedido del adverbio así o expresiones equivalentes, cualquiera recupera el valor universal: Si seguía siendo bonita era por las cremas que se daba y porque no sacaba un clavo, así cualquiera (Vergés, Cenizas). El cuantificador cualquiera no se usa como pronombre neutro (§ 19.4b). La combinación cualquier cosa asume las funciones del neutro y admite paráfrasis con todo, como en Se enfada por {cualquier cosa ~ todo} o en Se cree {cualquier cosa que ~ todo lo que} se le dice.

20.4o En sus usos prenominales (cualquier pensamiento), cualquiera muestra, al igual que alguno20.3ñ), una marcada resistencia a aparecer en contextos puramente factuales, en los que se habla de sucesos efectivamente acaecidos. Exige, pues, un contexto modalizado. Los entornos apropiados para cualquiera son similares a los que se describieron en el § 20.3ñ: el futuro (Aparecerá en cualquier momento), el condicional (Haría cualquier cosa por ella), el imperativo (Léete cualquier libro de estos), el subjuntivo de interpretación prospectiva (cuando te dé cualquier consejo), la prótasis de las oraciones condicionales (si surge cualquier problema, de producirse cualquier disturbio), los auxiliares modales (Puede ocurrir en cualquier momento) y los contextos genéricos (Cualquier niño de diez años sabe manejar una computadora). Se asimilan a estos contextos los que aportan el grupo de adjetivos, verbos y adverbios que expresan anterioridad, en los que también se reconocen los rasgos prospectivos característicos de los entornos modales: antes de decir cualquier insensatez, previamente a cualquier decisión, anticipándose a cualquier movimiento.

20.4p Piensan algunos gramáticos y semantistas que la paradoja que se presentó en el § 20.4l tiene solución si se entiende que (al menos en su uso prenominal) cualquiera es un indefinido que ha de estar legitimado gramaticalmente en alguno de los contextos que se han mencionado. Su aparente valor universal se obtiene, desde este punto de vista, de esos entornos. Todos ellos implican, en efecto, una serie de opciones o un abanico de alternativas, lo que permite caracterizarlos como contextos abiertos. Nótese que el concepto de ‘elección libre’, que se considera el rasgo fundamental de este cuantificador en los estudios de semántica, solo tiene sentido si existe un conjunto de opciones entre las que elegir. En los § 15.10h y ss. se explica que los entornos que legitiman el adverbio siquiera (en el que también se reconoce el afijo -quiera) son, en lo fundamental, los mismos que se acaban de mencionar. En los § 48.4l, m se analiza el valor negativo que adquiere un en oraciones como Se me hacía dificilísimo leer un libro como resultado de un efecto relativamente similar al descrito arriba, en este caso el de un adjetivo de significación negativa (dificilísimo) sobre un indefinido.

20.4q En combinación con predicados cuyo significado expresa negación, oposición o exención, cualquiera no exige los contextos modales que se han mencionado. En estos casos, cualquiera puede, al igual que todo19.8m, n), funcionar como término minimizador (véase el § 48.7d sobre esta noción), y de hecho suele admitir paráfrasis con las expresiones el más pequeño (o la más pequeña), el más mínimo (o la más mínima) y otras similares (§ 20.4u). Es frecuente, aunque no forzosa, la alternancia entre cualquier y todo en estos contextos, como en Ha quedado cerrada {cualquier ~ toda} posibilidad de retroceso. Los siguientes ejemplos ilustran esta pauta. Se subrayan con trazo discontinuo los elementos inductores:

Aunque evitó cualquier referencia concreta, no había dudas acerca de hacia dónde apuntaban sus invectivas; Nos prohibió hacer cualquier comentario; Se abstuvo de hacer cualquier insinuación; Eran personas bien intencionadas, ajenas a cualquier interés de lucro; Subsisten al margen de cualquier influencia externa; Quedan libres de cualquier sospecha.

Sobre el uso de todo en construcciones como libres de toda sospecha, véase el § 19.8m. En alguno de estos contextos se admite también la alternancia cualquiera ~ ninguno, como se observa en el § 48.5m. En la mayor parte de los ejemplos mencionados se acepta opcionalmente el adjetivo posible, lo cual sugiere que las condiciones modales que el entorno sintáctico no aporta pueden sobrentenderse y hacerse expresas.

20.4r Tampoco está sujeto a los contextos modalizadores descritos el uso de cualquier cantidad (de) característico del habla conversacional de casi todos los países americanos. Es, en efecto, muy frecuente emplear esta expresión con el sentido de ‘una gran cantidad’ o, simplemente, con el de los adjetivos muchísimos o muchísimas:

La mujer abrió cuidadosamente su cartera y de ella salieron —con toda la gracia del caso— cualquier cantidad de duendes azules y mariposones de decoración navideña (Obando, Paraíso); A don Pedro no le gustaba perder, y por lo tanto se valía de cualquier cantidad de técnicas intimidatorias con tal de ganar (Esquivel, Deseo); En un pasado no muy lejano, Suárez hizo cualquier cantidad de porquerías y nadie le dijo nada (Benedetti, Tregua); Miré hacia arriba y vi cualquier cantidad de árboles (Viezzer, Hablar); Primero tuve que sacarle cualquier cantidad de vidrios (Quintero, E., Danza).

Este uso se extiende también a los adverbios. Así pues, cualquier cantidad —sin complemento preposicional— equivale al adverbio muchísimo:

Se demora cualquier cantidad en ir y volver al centro (O’Donnell, Escarabajos); Cada uno pasó por experiencias matrimoniales fallidas, que igual nos sirvieron cualquier cantidad (Caras 9/1/1998).

No ha permanecido esta construcción en el español europeo, pero se documenta ocasionalmente en los textos clásicos:

Me dijo que se holgaba mucho de mi venida, pero que aquella misma tarde me había de buscar quien me enseñase oficio, aunque le costara cualquier cantidad, porque no quería que durmiese en su casa ni que estuviese en el contorno della (Estebanillo).

En el § 20.4a se explicó que se forman cuantificadores de elección libre con las expresiones superlativas, como en la más pequeña duda, sobre las que se volverá en los § 20.4t, u. Cabe pensar que el uso descrito de cualquier cantidad está en función de una posible paráfrasis de ese tipo (aproximadamente ‘la cantidad mayor imaginable’).

20.4s Suelen escapar a los contextos modalizadores mencionados las construcciones, descritas en los § 20.4i-m, en las que cualquiera o cualesquiera aparecen pospuestos al sustantivo dentro de los grupos nominales: un día cualquiera, dos estudiantes cualesquiera. Aunque en esta posición mantiene cualquiera el sentido de ‘arbitrario’, ‘elegido al azar’ o ‘uno entre otros, sea el que fuere’ que caracteriza sus usos prenominales, su distribución no está sometida a condiciones tan restrictivas como las que rigen la distribución de cualquiera en posición prenominal. Así, además de los contextos modales mencionados, el uso posnominal de cualquiera admite el pretérito con naturalidad, como en Se despidió de nosotros con un pretexto cualquiera, o en los ejemplos siguientes:

Tomó un libro cualquiera y se echó en la hamaca (Belli, Mujer); Un día cualquiera de los años cincuenta vi a Tenorio en un cine (Mundo [Esp.] 30/9/1995); En el continuo de la realidad del mundo, en alguna época remotísima, se estableció una heterogeneidad radical entre dos cosas cualesquiera (Aira, Varamo).

En cambio, se perciben generalmente como menos naturales o más forzadas las variantes de estas construcciones con cualquiera en posición prenominal: Tomó cualquier libro y se echó en la hamaca; Cualquier día de los años cincuenta vi a Tenorio en un bar, ya que faltan en ellas los contextos abiertos de los que se habla en los apartados precedentes.

20.4t Se explicó en el § 20.4a que los grupos nominales superlativos constituyen expresiones que se asimilan a los indefinidos de indistinción. Si se dice de alguien Puede resolver el crucigrama más complicado, no es probable que se haga referencia con la expresión subrayada a cierto crucigrama de máxima complejidad presentado en el discurso previo, sino más bien a cualquier crucigrama, sea cual fuere su grado de complejidad. Ello no implica que los contextos intensionales (o en general modales) induzcan necesariamente la interpretación de los superlativos como cuantificadores de indistinción, pero sí que dicha interpretación se obtiene en esos contextos, así como en las oraciones que expresan negación o exclusión (§ 45.13w y 48.8k-m). Repárese en que, si se dijera Resolvió ayer el crucigrama más complicado, que contiene la misma expresión nominal que el ejemplo anterior, se designaría cierto crucigrama particular. La diferencia a la que dan lugar estos contrastes es relativamente similar a la que se establece entre Puede ocurrir en cualquier momento y *Ocurrió en cualquier momento, en los términos que se introdujeron en los § 20.3p y 20.4o.

20.4u Los grupos nominales que interesan en este punto contienen cuantificadores superlativos. El rasgo más notable de estas expresiones nominales, cuyas propiedades sintácticas se analizan en el § 45.13, es el hecho de que no forman un paradigma que se pueda incluir en los diccionarios, a diferencia de lo que sucedería si se tratara de locuciones. Por el contrario, los contextos modales (y en general no factuales) que se han descrito inducen en estas expresiones superlativas la interpretación de indistinción, mientras que la ausencia de estos entornos lleva a la interpretación específica. Son, pues, expresiones indefinidas de indistinción las subrayadas en estos ejemplos:

Percibía los menores ruidos (Lorca, Prosa); Usted, amigo, se enfada por la más mínima cosa (Espronceda, Tío); Era Jacinta observadora, prudente y sagaz. Los más insignificantes gestos de su esposo, las inflexiones de su voz, todo lo observaba con disimulo (Galdós, Fortunata); Penetran los menores intersticios (Roa Bastos, Supremo); Mi familia aplaude la menor muestra de conocimiento en mis hermanos (Allende, Retrato).

Nótese que se pueden sobrentender aquí los adverbios incluso y hasta en casi todos los ejemplos, o bien ni y ni siquiera en los que contienen negación, al igual que en la oración No me cabe la más mínima duda (véanse sobre este punto los § 48.8k-m). Ello pone de manifiesto que estas expresiones designan valores extremos que solamente pueden interpretarse si se pone en relación la expresión cuantificativa con el predicado verbal correspondiente.

20.4v La interpretación de indistinción característica de las expresiones superlativas se extiende a ciertos adjetivos y sustantivos de persona que expresan asimismo atributos vinculados con el extremo de alguna escala valorativa. Repárese en que la oración Cualquier tonto sabría resolver este problema no es sinónima de Todos los tontos sabrían resolver este problema. Se sobrentienden en ella adverbios como hasta o incluso, al igual que en los casos examinados en el apartado anterior. De manera análoga al proceso que tiene lugar en esas oraciones, se infiere que, si al individuo que representa tal posición extrema se aplica —en contra de lo que sería de esperar— la propiedad que el predicado designe, igualmente se aplicará a otro individuo, sea el que fuere, que no esté marcado en relación con ella (por tanto, ‘Cualquier persona sabría resolver ese problema’). Se obtienen inferencias similares en oraciones como Cualquier analfabeto se llevaba un premio literario y otras muchas semejantes en las que no se habla de individuos particulares. Sobre el papel que desempeña el concepto de ‘expectación’ en el análisis de hasta, incluso y ni siquiera, véase el § 40.8.

 

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