Sintaxis

22. Relativos, interrogativos y exclamativos. Sus grupos sintácticos

22.17 Relativos, interrogativos y exclamativos desplazados fuera de su oración. El concepto de ‘accesibilidad’

22.17a Los elementos relativos comparten con los interrogativos y exclamativos la particularidad de que pueden aparecer en una oración superior o más externa al segmento en el que desempeñan su función gramatical como argumento o adjunto, tal como se comprueba en los ejemplos siguientes:

Interrogativa: ¿Qué libro me recomendó tu hermana que leyera?

Exclamativa: ¡Qué interesante libro me recomendó tu hermana que leyera!

Relativa: Me resultó muy interesante el libro que me recomendó tu hermana que leyera.

La expresión que se subraya ejerce, en los tres ejemplos propuestos, la función de complemento directo del verbo leyera. No obstante, aparece situada fuera de la oración en la que desempeña su función sintáctica, en concreto al frente de la inmediatamente superior, cuyo verbo es recomendó. Así pues, la partícula que, en ¿Qué libro me recomendó tu hermana que leyera?, es la conjunción que introduce una subordinada sustantiva, mientras que el complemento directo del verbo de esta oración aparece desplazado (también se dice elevado o promocionado) a una posición situada al comienzo de la oración principal. El proceso de promoción se obtiene con segmentos argumentales y con adjuntos, aunque existen, como se explicará, más restricciones en los primeros que en los segundos. Se desplaza un grupo relativo argumental a una posición externa a su oración en el ejemplo siguiente: […] la muchacha a la cual todo el mundo esperaba que desposara algún día (Allende, Retrato). Se desplaza, en cambio, un adjunto en este otro: […] empresa en la cual espero que me ayudarás (Galdós, Episodios). Se obtienen pares similares con los grupos sintácticos interrogativos y exclamativos.

22.17b La presencia de una subordinada sustantiva no garantiza que se obtenga la pauta sintáctica a la que se refieren los apartados precedentes. Así, no corresponde a ella la oración A tu madre, que cree que eres una santa, le da un patatús y se queda en el sitio (Hidalgo, Azucena), ya que el relativo subrayado desempeña su función sintáctica en la relativa de cree, no en la que se subordina a este verbo. Las oraciones exclamativas son mucho menos frecuentes en esta estructura que los otros dos tipos. En cambio, las interrogativas retóricas (§ 42.12), próximas a las exclamativas, son comunes en este esquema: ¿Pero tú quién te crees que soy yo? (Mañas, Kronen).

22.17c No se excluye la posibilidad de obtener una secuencia ambigua en los contextos descritos, puesto que el segmento desplazado podría corresponder a la oración principal o a la subordinada. Aun así, el contexto y la entonación suelen deshacer con facilidad estas interpretaciones dobles. Se observa, por ejemplo, que en ¿Cuándo dijo que se iría? el adverbio cuándo puede modificar a dijo —y preguntar, por tanto, por el momento en que se dijo algo—, pero también a se iría —e inquirir, por consiguiente, acerca del tiempo en que alguien partirá—. Es difícil encontrar expresiones en las que quepa al hablante alguna duda acerca de cuál es la interpretación correcta. La secuencia siguiente puede constituir una de ellas: Algunos ya están casados, ¿sabes?, y viven con sus señoras, por lo que creo que nos resultará más difícil convencerles de que nos adopten (Cohen, E., Muerte). Si el grupo relativo subrayado es complemento circunstancial de causa del verbo creo, se obtiene aproximadamente el significado ‘Creo, por esa razón, que nos resultará más difícil convencerles de que nos adopten’; si lo es del predicado de la subordinada, se obtiene, en cambio, ‘Creo que por eso nos resultará más difícil convencerles de que nos adopten’. Se retomará esta cuestión en los siguientes apartados.

22.17d Las oraciones de las que se extrae (o desde las que se promociona) un grupo relativo o interrogativo son, como se ha visto en los apartados precedentes, argumentos o adjuntos de un predicado verbal en una subordinada sustantiva. El verbo al que se subordinan puede pertenecer a muchos grupos semánticos, pero se ha observado que el proceso es más frecuente con los llamados verbos puente25.8f, g), que se caracterizan por formar construcciones parentéticas o incisos. Se trata de los verbos que permiten construir apostillas, sean finales o mediales, como creo yo, me parece a mí, supone la gente, piensan algunos, dicen, etc., como en —¿Vos te das cuenta? —dijo Luis, cuidando su voz (Cortázar, Reunión). Se forman, pues, con estos verbos secuencias en las que los relativos o interrogativos están desplazados fuera de la oración subordinada, como en ¿Qué opción piensas que deberíamos elegir?, donde se subraya el complemento directo de elegir o, en su variante relativa, la opción que piensas que deberíamos elegir. Pertenecen también a este grupo los ejemplos siguientes. Se subrayan con trazo continuo los elementos desplazados, y con trazo discontinuo, el verbo al que se anteponen, es decir, el verbo puente en cuya subordinada desempeñan alguna función sintáctica:

¿Y en realidad qué aspecto de mi papá te parece a ti que sería el que te interesaría más? (CREA oral, Venezuela); ¿Y qué se supone que te tengo que perdonar? (Fernández Tiscornia, Lanús); […] lo cual pienso que les acontece porque al andar desnudos son teñidos por el sol (Molina Foix, Don Juan); ¿Quién te contó lo que dices que te contaron? (Aguilar Camín, Error); […] lo cual no creo que sea deseable (ABC Cultural 10/5/1996); Eso me parece un juego ridículo, al cual no creo que esté ajeno el poder político (Proceso [Méx.] 15/9/1996).

22.17e Los verbos que admiten grupos interrogativos y relativos desplazados coinciden en parte con aquellos que aceptan la supresión de la conjunción completiva que43.3b y ss.). Los ejemplos que siguen contienen oraciones con relativos desplazados sin conjunción subordinante:

Todo lo envuelvo en una luz azul, la misma que dices me envolvía cuando me desplazaba ante tus ojos (Poniatowska, Diego); Hacía cábalas sobre las posibilidades reales que tenía de encontrar el aislamiento que creía necesitaba (Sánchez-Ostiz, Infierno); Usted, Schellenberg, ha sido el primero en darme la noticia, que espero se confirmará pronto (Val, Hendaya).

Algunos autores entienden que existe cierto paralelismo entre oraciones interrogativas como ¿Qué opción piensas tú que deberíamos elegir? y la variante con inciso ¿Qué opción, piensas tú, deberíamos elegir? En esta última aparece el verbo pensar en el interior de un inciso, pero sin impedir que el grupo interrogativo qué opción se vincule adecuadamente con su verbo. Los textos muestran el frecuente uso de estas construcciones en las que los verbos parentéticos se interponen entre un relativo o su grupo sintáctico y el predicado al que corresponde:

El magno programa de ese domingo (en el que, creo, se decidió estelarmente buena parte de mi futuro) comenzó bajo los mejores auspicios (Vargas Llosa, Tía); […] don Pedro de Mendoza y Luján, quien, decía la anotación, había nacido en aquella casa en la que yo mismo había nacido (Asenjo, Días); Se sumaba, en el caso de la abuela, el pudor de un secreto […] que, creía yo, comprometía a toda la familia (Conget, Mujeres).

22.17f No obstante, pese a la proximidad que se reconoce entre el patrón correspondiente a las oraciones anteriores y el de las oraciones con relativos anticipados, existen también diferencias notables entre ambos. Así, los relativos desplazados son compatibles con los sujetos preverbales (como el subrayado en lo que ellos piensan que hacen bien), a diferencia de los predicados parentéticos, puesto que tiende a rechazarse la variante lo que, ellos piensan, hacen bien. Por otra parte, los relativos desplazados pueden ejercer su función en una subordinada de verbo en subjuntivo, como en: Hay dos cosas que espero que hagas (Alonso, F., Imperio). En las oraciones de este tipo tiende a rechazarse la construcción parentética: Hay dos cosas que —espero— {harás ~ *hagas} bien. Varios de los verbos puente a los que se ha hecho referencia coinciden con los que permiten las llamadas construcciones de negación anticipada, que se estudian en el § 48.12. Sin embargo, los miembros de estos dos paradigmas no son exactamente idénticos, como allí se explica.

22.17g Buena parte de los verbos mencionados en los apartados precedentes son de lengua o de pensamiento. Algunos de percepción (notablemente ver y recordar; el segundo asimilable en parte a los de pensamiento) se ajustan también a esta pauta, como en lo que ya no veo tan claro que se pueda arreglar o en el ejemplo siguiente: Esa es casi la única [cosa] de la que recuerdo que hablábamos (Cercas, Velocidad). Los verbos de lengua, como susurrar o murmurar, admiten ocasionalmente estructuras parentéticas, pero rechazan los procesos que se describen. También tienden a rechazarlos otros de pensamiento, como cavilar o colegir, frente a creer, pensar o intuir (¿Quién intuye usted que puede ser el ganador?). Los verbos de influencia (pedir, recomendar, rogar, etc.) aceptan de igual forma los incisos, con más frecuencia en la posición final que en la medial: —¡Préstame cincuenta pesos, patrón! —pidió ella al punto— (Allende, Casa). Admiten asimismo relativos e interrogativos en las posiciones desplazadas que se mencionan, como en el favor que te ha pedido que le hagas o en los ejemplos presentados en el § 22.17a.

22.17h Los verbos de acaecimiento, como suceder, ocurrir o acaecer, suelen ser reacios a esta construcción. Así, son naturales secuencias como Ocurrió que dejó la ciudad a los pocos meses, pero resultan forzadas las que contienen relativos desplazados desde las subordinadas sustantivas de esos verbos: la ciudad que ocurrió que dejó a los pocos meses. Se ha observado que estos verbos presentan mayor dificultad que otros para construirse con sujetos oracionales preverbales. Se prefiere, pues, marcadamente la segunda de las dos opciones en Que dejó la ciudad {ocurrió ~ es evidente}. Se admiten, en cambio, los relativos e interrogativos desplazados con ocurrírsele (a alguien), ya que este predicado se asimila a creer y a otros de los verbos de pensamiento o actividad mental mencionados. Así, a partir del siguiente fragmento de Arturo Azuela: A Amanda se le ocurrió que debíamos romper una botella de champagne (Azuela, A., Casa), sería posible componer el grupo nominal la botella de champagne que a Amanda se le ocurrió que debíamos romper, con desplazamiento del complemento directo de romper a la oración superior.

22.17i Se ha observado que los verbos que algunos semantistas llaman implicativos25.4l), como provocar, implicar o significar, tienden a rechazar esta construcción. Podrían formarse, por ejemplo, las dos oraciones Los excursionistas provocaron un incendio y Los excursionistas provocaron que se produjera un incendio. En la primera no hay ninguna oración subordinada, y puede formarse sin dificultad el grupo nominal el incendio que los excursionistas provocaron. En cambio, el verbo provocar introduce en la segunda una subordinada sustantiva, lo que hace que resulte forzado el grupo nominal el incendio que los excursionistas provocaron que se produjera. De forma análoga, a partir del fragmento siguiente: El triunfo de Bacrot causó que Rusia solo ganara por la mínima (País [Esp.] 19/9/1996), resultaría muy forzado construir una perífrasis de relativo focalizando el sustantivo subrayado, como en Rusia es el país que el triunfo de Bacrot causó que solo ganara por la mínima.

22.17j En los apartados precedentes se ha observado que el elemento relativo o interrogativo desplazado a una oración superior debe pertenecer a una subordinada sustantiva, lo que no excluye las interrogativas indirectas. Así, el relativo subrayado en el texto siguiente es el sujeto de se produciría: […] preparándose para la acción que no sabía cuándo, ni contra qué, exactamente se produciría (Donoso, Casa). El verbo saber es el más característico en estas construcciones, que también se registran con decidir, preguntarse y otros predicados que aceptan interrogativas indirectas. Así, a partir de una nueva licencia en el texto siguiente: Dijo que todavía no ha decidido si sacará a concurso una nueva licencia (ABC 7/5/1997), podría formarse el grupo nominal la nueva licencia que dijo que todavía no ha decidido si sacará a concurso, en el que se subraya el complemento directo de sacará a concurso. Análogamente, el relativo que es el sujeto de es en este fragmento de Ernesto Sábato: Fui surgiendo nuevamente a la realidad de todos los días. Realidad que me pregunto si al fin es la verdadera (Sábato, Héroes), a pesar de que este verbo forma parte de una interrogativa indirecta total que no contiene al relativo.

22.17k Se ha observado que los grupos relativos e interrogativos que aparecen en la construcción que se acaba de describir se forman más frecuentemente cuando la subordinada es de infinitivo, y también que los grupos sintácticos desplazados a través de interrogativas indirectas son argumentos en lugar de adjuntos. Así, en ¿Qué problema no sabes cómo resolver?, se subraya el grupo interrogativo que ejerce la función de complemento directo del verbo resolver. Si se dijera ¿Cómo no sabes qué problema resolver?, se obtendría la interpretación en la que el adverbio cómo modificaría a saber (‘¿Cómo es que no sabes…?’), no a resolver. Muy similar es la estructura sintáctica obtenida si la construcción es relativa. Es lo que sucede en los ejemplos siguientes, en los que se subrayan los pronombres relativos (o los grupos que forman) desplazados a través de interrogativas indirectas:

La mayoría de los gastos se han colado por agujeros que nadie sabe cómo tapar (ABC 28/4/1986); Se va a encontrar con problemas que no ha de saber cómo solucionar (CREA oral, Bolivia); Es como un círculo vicioso del cual no sé cómo salir (Wolff, Balsa).

22.17l Ciertos adverbios relativos suelen presentar mayor resistencia que los interrogativos a aparecer en posiciones desplazadas. Así, la ambigüedad que se percibe en oraciones como ¿Cuándo dijiste que te irías? (donde cuándo puede modificar a dijiste, o bien a te irías) se obtiene más difícilmente en la variante cuando dijiste que te irías, donde el adverbio relativo tiende a interpretarse solo como modificador de dijiste. Existen, no obstante, varios factores que favorecen la interpretación desplazada de los adverbios relativos incluso en estos casos. Las perífrasis de relativo o construcciones de relieve, que se examinarán enseguida, proporcionan el más claro. El hecho de que la relativa libre que encabeza el adverbio se interprete como foco (§ 40.10b-d) es otro. Así, cuando modifica en las siguientes oraciones al verbo subrayado con trazo discontinuo, no al que aparece en la subordinada sustantiva que este último introduce:

Y varios días después, cuando pensaba que ya me había librado de él, me asaltaba (Quintero, E., Danza); Me da pena pensar en la gloria que sentíamos cuando creíamos que México iba a ser distinto (Martín Campo, Carreteras); No podemos dominar el espacio humano cuando esperamos que alguien nos alimente (Cibeira, Bioética).

La interpretación en la que cuando modifica al verbo de la subordinada podría obtenerse, en cambio, en No faltó a su palabra y se fue cuando dijo que se iría; en No se fue cuando dijo que se iría, sino antes (se agrega un foco contrastivo), así como en ¡Tengo un examen justo cuando Maite ha dicho que va a dar la fiesta! La oración de cuando es igualmente focal en el texto siguiente: Te buscaba en la ciudad, los domingos, cuando sabía que estabas con esa chica, con Diana (Colinas, Año). Por el contrario, en este otro la relativa adverbial es el foco del adverbio solo, y aun así cuando modifica a creo: En mi caso, solo me autocensuro cuando creo que no estoy sacándole el máximo a una temática (Prensa Literaria 15/11/2003).

22.17m Con el adverbio como se obtiene más fácilmente que con cuando la lectura en la que el verbo modificado es el de la oración subordinada sustantiva. Este es el que se subraya con trazo discontinuo en los ejemplos que siguen:

Los borraron del mapa, como piensan que me van a borrar a mí (Vallejo, F., Desbarrancadero); […] aun estando sin armas y borrachos, como espero hallarlos (Gómez Avellaneda, Novelas); […] y de averiguar conversaciones leyendo los movimientos de los labios, como contaban que hacía el ayudante sordomudo de Ramiro Retratista (Muñoz Molina, Jinete).

Se percibe con claridad esta diferencia entre como y cuando al comparar Hicieron siempre las cosas como creían que era lo correcto (Espido, Infierno) con la variante Hacían siempre las cosas cuando creían que era lo correcto. El adverbio relativo donde no comparte tampoco la dificultad que se observa con cuando para aparecer en posiciones desplazadas: el lugar donde pensaban que se había cometido el crimen.

22.17n Favorecen marcadamente la interpretación desplazada de los adverbios relativos las construcciones en las que el predicado de la subordinada sustantiva reproduce el de la principal, como en Llegué cuando dije que llegaría o en El edificio se construyó {cuando ~ como} el arquitecto pidió que se construyera. Cabe hacer notar que cuando equivale aquí a ‘exactamente cuando’; y como, a ‘exactamente como’. Estas paráfrasis recuerdan que la elipsis característica de estructuras como Llegó en el mismo momento que tú Ø45.8o) no se obtiene con igual facilidad si no está presente el adjetivo mismo.

22.17ñ Como se indicó en los apartados precedentes, favorecen la interpretación desplazada las construcciones de relieve, como en Hoy es cuando creo que se celebra la reunión, o en El próximo martes es cuando nos gustaría que llegara la mercancía. En estas estructuras, que se analizan en los § 40.10 y 40.11, se suele distinguir entre un segmento identificador y un segmento identificado. Así, en Es el conserje quien tiene la única llave, el segmento identificado es el conserje, y el identificador es la relativa libre, puesto que aporta la información presupuesta: quien tiene la única llave. No obstante, la sintaxis del español no excluye la posibilidad de que ambos segmentos estén representados por relativas libres, como en El que se esfuerza es el que sale adelante, o en estas otras oraciones:

Cuando reina el caos es cuando el Ejército ha de imponer el orden y la disciplina (Mendoza, Ciudad); Donde está el alma es donde está uno, pues el cuerpo no importa (Vallejo, F., Rambla).

En estas construcciones se percibe una marcada preferencia a que el relativo desplazado aparezca en el segmento identificador en lugar de en el identificado, como en Cuando reina el caos es cuando el general dice que el Ejército ha de imponer el orden y la disciplina, o en El que ganó el concurso es el que tú dijiste que ganaría. Ello puede atribuirse a que el segmento identificador posee propiamente una estructura oracional. El segmento identificado es referencial y designa una persona, una cosa, un lugar, etc., por lo que cabe atribuírsele una estructura nominal.

22.17o Las oraciones en las que ejercen su función sintáctica los relativos y los interrogativos desplazados son subordinadas sustantivas, lo que se interpreta como consecuencia de la naturaleza argumental de estas oraciones. Las subordinadas sustantivas son, de hecho, las únicas subordinadas argumentales (si se considera que las relativas libres no son propiamente segmentos oracionales). En consecuencia, los relativos e interrogativos desplazados se rechazan con las demás subordinadas. Se han observado, no obstante, excepciones a esta generalización en la lengua oral, casi siempre en el registro coloquial o en el habla espontánea. En estas variedades de lengua se documentan relativos o interrogativos desplazados a partir de ciertas oraciones condicionales o de relativas sin antecedente, entre otras subordinadas no sustantivas. Se recomienda evitar en la escritura la pauta sintáctica que caracteriza estas secuencias:

el ladrón aquel que gritaste tanto cuando te robó la cartera (se subraya el sujeto de robó); ¿Quién te enojarías si viniera mañana a tu fiesta? (se subraya el sujeto de viniera); Atila, rey de los hunos, era aquel guerrero que no volvía a crecer la hierba donde pisaba (se subraya el sujeto de pisaba); Es la típica persona que todo el mundo quiere irse cuando llega (se subraya el sujeto de llega).

Ejemplos como estos son infrecuentes en la lengua escrita y en los registros formales de la hablada, pero relativamente comunes en el habla espontánea. Existen en la actualidad varias propuestas sintácticas (no coincidentes) para explicar el hecho mismo de que la sintaxis permita —aunque sea solo en ciertos registros— secuencias como las mencionadas, es decir, oraciones que contienen relativos o interrogativos desplazados que ejercen su función sintáctica en una subordinada no sustantiva.

22.17p Con las excepciones a las que se alude en el apartado precedente, se rechazan los relativos y los interrogativos desplazados que desempeñan funciones sintácticas oracionales en subordinadas no sustantivas. Así, a partir del nombre propio subrayado en el texto Mateo pensó en Tensi mientras caminaba detrás de Celia (Chacón, Voz), sería inviable formar una oración de relativo explicativa, como la incluida en *Celia, detrás de la cual Mateo pensó en Tensi mientras caminaba. Se suele decir que estas posiciones sintácticas son inaccesibles a la formación de relativas o interrogativas, en el sentido de que los grupos sintácticos que las ocupan como argumentos o adjuntos aparecen en posiciones demasiado incrustadas. Al hallarse en esas posiciones, el proceso de promoción o de extracción necesario para crear relativas o interrogativas ha de sobrepasar ciertas fronteras sintácticas (entre otras, las subordinadas adverbiales o las relativas), lo que lo hace inviable cuando las subordinadas no son argumentales. El concepto de accesibilidad ha sido estudiado por los gramáticos desde muy diversos puntos de vista en las últimas décadas. Como no es posible ofrecer aquí los resultados de las numerosísimas pesquisas emprendidas, se presentarán de manera muy resumida en los apartados siguientes las variables fundamentales que intervienen en el análisis de dicha noción.

22.17q Las subordinadas sustantivas que contienen posiciones accesibles, en el sentido que se acaba de explicar, son argumentos de un predicado verbal. Así, la subordinada encerrada entre corchetes en ¿Quién crees [que vendrá]? es un argumento del verbo creer. El sujeto de vendrá es, como se ha explicado, el pronombre quién. Cuando la subordinada sustantiva es complemento de un sustantivo, no se forman las oraciones relativas o interrogativas correspondientes. Así pues, es inaccesible el segmento subrayado en El ministro mencionó de pasada el hecho de [que los precios habían subido de nuevo], ya que la subordinada sustantiva que se marca entre corchetes es complemento de hecho, no de mencionó. Es esperable, por consiguiente, la agramaticalidad de secuencias como *No sé bien qué precios mencionó el ministro de pasada el hecho de que habían subido de nuevo.

22.17r Cuando el sustantivo forma con el verbo un predicado verbal complejo, la subordinada sustantiva pasa a ser argumento suyo, lo que permite la formación de relativas e interrogativas. La mayor parte de estos predicados complejos se construye con los llamados verbos de apoyo o verbos soporte1.10k). Por ejemplo, con el verbo tener se forman tener la impresión de…, tener la seguridad de…, tener la posibilidad de…, tener el temor de…, entre otros muchos predicados similares. En los ejemplos que siguen se subraya con trazo continuo el grupo relativo, y se marca con trazo discontinuo el predicado complejo que introduce la subordinada sustantiva a la que aquel pertenece:

No me cobra el sucio fardo de paja al cual tiene el valor de llamar catre (Moix, Sueño); […] esa cama húmeda de sudor y llanto, en la que tuve la impresión de que también se había orinado (Montero, M., Capitán); […] para cantar junto a él más de 20 canciones que tuvo la oportunidad de interpretar (Popular 21/2/2004).

22.17s Las oraciones interrogativas formadas con la pauta descrita en el apartado precedente son algo menos frecuentes pero de igual modo posibles, como en ¿De quién tiene la posibilidad de librarse? Se forman predicados complejos similares con dar (dar la sensación de…, dar la casualidad de…, dar ganas de…, dar orden de…), con hacer (hacer el favor de…, hacer señas de…) y con otros verbos. Los predicados complejos así constituidos funcionan sintácticamente como si sus componentes estuvieran integrados en un único verbo, lo que permite que tengan lugar los procesos de extracción mencionados:

Estoy esperando a que la señora ventera saque el cabrito que me ha hecho el favor de meter en el horno (Ibargüengoitia, Pasos); […] igual que esos bosques en los que da la impresión de que nadie se internó jamás (Díez, Expediente).

22.17t Cuando la cohesión entre el verbo y su complemento no permite crear un predicado complejo, se bloquea la formación de la relativa o la interrogativa. Cabe comparar en este sentido las dos oraciones que siguen:

Silicio tomó la decisión de recibir a los niños en la casa (Gamboa, Páginas); Desde el primer momento opté por la decisión de mantener un absoluto secreto alrededor de mi hallazgo (Díez, Expediente).

En la primera resultan accesibles los dos complementos subrayados, lo que permite componer grupos nominales como los niños que Silicio tomó la decisión de recibir en la casa o la casa en la que Silicio tomó la decisión de recibir a los niños. Esta última secuencia presenta la ambigüedad de la que se habló en el § 22.17c, puesto que en la que podría ser complemento de tomar la decisión o de recibir. En contraste con estas oraciones, el segmento subrayado en el ejemplo de Luis Mateo Díez es inaccesible. Así pues, la marcada agramaticalidad de grupos nominales como *el absoluto secreto que desde el primer momento opté por la decisión de mantener alrededor de mi hallazgo se debe a que opté por la decisión de no es un segmento sintáctico (a diferencia de tomó la decisión de). No se forma, pues, el predicado complejo necesario, de modo que la subordinada sustantiva de infinitivo es complemento únicamente del sustantivo decisión. Repárese en que, si se cambiara opté por la decisión de por decidí, esta última oración pasaría a ser gramatical.

22.17u Los segmentos sintácticos que complementan a núcleos no verbales son accesibles en condiciones muy restringidas. Así, parecen serlo los complementos de los adjetivos. El complemento preposicional del adjetivo atento es a todas las cuales en el siguiente fragmento del Quijote: Estas fueron las razones que Anselmo dijo a Lotario, a todas las cuales estuvo tan atento, que […] no desplegó sus labios hasta que hubo acabado (Cervantes, Quijote I). No obstante, el hecho de que el adjetivo pueda constituir con el verbo un segmento que deje fuera al complemento del primero (estar atento a ello > estarlo a ello) hace pensar a algunos gramáticos que el grupo relativo no es, en realidad, complemento del adjetivo, sino del predicado complejo que este forma con el verbo copulativo: estar atento, estar seguro, etc. Este predicado se crea mediante un proceso de reanálisis o reestructuración de segmentos sintácticos:

Creo que debería disculparme por las tal vez demasiado numerosas reconvenciones y pullas de las que está llena mi carta (Cano Gaviria, Abismo); A los visitantes extranjeros no les impresionan recientes y lujosos rascacielos, a los que están acostumbrados, sino más bien nuestra historia (Expreso [Perú] 28/7/1997); La imperial rigidez del ambicioso Ramsés II obedecía a una disfrazada inseguridad de la cual estaba desprovista la invulnerable Reina (Mujica Lainez, Escarabajo).

Este análisis es compatible en ciertos casos con el que plantea la formación de predicados complejos. Nótese que el relativo que es complemento directo de defender en Eso era un privilegio mío que estaba dispuesta a defender con entusiasmo (Lynch, Dedos). Como se obtiene la sustitución pronominal en Estaba dispuesto a ello > Lo estaba a ello, el relativo puede interpretarse como complemento de defender en [estar dispuesto] [a defender]. A la vez, estar dispuesto a se asemeja a tener intención de y a otros predicados verbales complejos como los que se introducen en los apartados precedentes.

22.17v Se suelen llamar procesos de subextracción aquellos en los que los grupos sintácticos relativos, interrogativos o exclamativos ejercen su función sintáctica respecto de una categoría no verbal. Son, por tanto, complementos del nombre, del pronombre, del adjetivo o del adverbio, y desempeñan consiguientemente una función sintáctica suboracional. Por ejemplo, los grupos relativos que se subrayan con trazo continuo en los ejemplos que siguen no son complementos de un verbo, sino de los sustantivos o los grupos nominales que se subrayan con trazo discontinuo:

Él le hizo esa pregunta estúpida de la que siempre se sabe la respuesta (Marsillach, Ático); […] en relación con los habitantes del poblado del cual se considera el fundador (Reyes, C., Car naval); Los movimientos eran forzados, como si repitiera una comedia de la que conocía el final (Soriano, León); […] septuagenario del que nadie sabe la edad exacta (País [Esp.] 1/8/1985).

En los dos ejemplos siguientes, el grupo sintáctico subrayado modifica a sendos participios:

La novela en la cual nos sentíamos sumergidos, inmersos, adquiría de pronto características dramáticas (Guido, Invitación); Le dio la espalda caminando dignamente hacia la salida, como si le dejara en exclusiva aquel subsuelo de podredumbre, al que ella permanecería atada toda la vida (Vázquez Montalbán, Galíndez).

Otros autores usan el término subextracción en un sentido aún más restringido, en concreto para hacer referencia a los grupos sintácticos interrogativos o relativos que, desde fuera de su oración, complementan a otros análogos. Así, de la que es un grupo relativo preposicional que modifica al grupo interrogativo cuántos libros en la novelista inglesa de la que no sé cuántos libros han sido ya llevados al cine.

22.17w Los procesos de reanálisis mencionados en los apartados precedentes evitan la subextracción, ya que los predicados complejos creados permiten no tener que extraer segmentos desde los complementos de los nombres o de los adjetivos. Los gramáticos difieren, sin embargo, en relación con la posibilidad de que se creen o no los predicados complejos mencionados. Así, unos entienden que el segmento subrayado en un crimen del que nadie lo creyó culpable es el complemento preposicional del adjetivo culpable; por tanto, de una unidad no verbal. Otros entienden, por el contrario, que lo es del predicado complejo creer culpable, que hereda el complemento del adjetivo. El grupo relativo del que sería, pues, complemento de una categoría verbal.

22.17x Para evitar la subextracción en ¿De qué es usted símbolo? (Cambio 16 16/4/1990), cabría pensar en un proceso de reanálisis similar al presentado en el § 22.17u, que daría lugar al predicado ser símbolo ‘simbolizar’. De hecho, cuando el sustantivo carece de determinante, se forma con mayor facilidad el predicado complejo: conocer antídoto, enviar copia, tener acceso, etc. He aquí algunos ejemplos de estas construcciones:

La punta estaba impregnada en curare, un veneno mortal, empleado por los indios para cazar y para la guerra, contra el cual no se conocía antídoto (Allende, Ciudad); La fecha tiene que ser el segundo tratado de renuncia de la corona del rey Carlos, del que me enviasteis copia (Vallejo-Nágera, Yo); Era su refugio secreto, al que prácticamente nadie tenía acceso (Zaragoza, Concerto).

22.17y Aplicando un razonamiento similar, son posibles segmentaciones como [sentir] [interés por alguien] o [mantener] [buenas relaciones con alguien], pero también otras que dan lugar a las variantes reestructuradas [sentir interés] [por alguien] o [mantener buenas relaciones] [con alguien], lo que favorece la formación de relativas que complementan a los sustantivos mencionados:

Era solo una muchacha desconocida por la cual creía no sentir interés personal (Allende, Hija); Se habían instalado en casa de un ganadero y exportador de vinos de la ciudad, de nombre don Fermín Benijalea, con quien mantenía el padre unas fructíferas relaciones comerciales (Caballero Bonald, Pájaros).

Como se ve, el sustantivo relaciones admite adjetivos en el predicado complejo mantener relaciones, de forma similar a como lo hace paseo en dar un paseo (largo paseo, interminable paseo, etc.) por la playa. Así pues, si se entiende que el complemento extraído modifica a una categoría verbal, con quien incidiría sobre mantenía (o sobre el predicado mantener relaciones), pero no solo sobre relaciones comerciales en el último ejemplo citado. De manera análoga, hacia la que modificaría a lanzaban una mirada de paso (no solo a mirada) en el siguiente texto de Javier Marías: Estaba y está la foto que en blanco y negro sirvió de modelo, hacia la que Ranz y Juana lanzaban de tarde en tarde una mirada de paso (Marías, J., Corazón). Existen otros muchos casos similares.

22.17z Las construcciones ilustradas en los apartados precedentes están entre las que se han examinado con más atención en los estudios sintácticos sobre los procesos de extracción, y también entre las que han suscitado mayor debate. Parece haber acuerdo en que la accesibilidad de los complementos del nombre depende fundamentalmente de la estructura interna del grupo nominal al que aquellos corresponden. No hay tanto acuerdo, en cambio, en la manera precisa de formular las generalizaciones adecuadas para explicar los fenómenos de subextracción.

 

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