Sintaxis

25. El verbo (III). El modo

25.6 El modo en las subordinadas sustantivas (IV). Alternancias modales con núcleos nominales desemantizados. Nuevos efectos de la estructura informativa

25.6a En las secciones precedentes se han analizado diversos núcleos predicativos que inducen uno de los dos modos o alternan ambos en ciertas condiciones contextuales, y se ha explicado que algunas alternancias pueden estar motivadas léxicamente, o bien hallarse en función de la estructura informativa de la oración. Los adjetivos no constituyen el núcleo de los grupos nominales, sino de los adjetivales. No obstante, cuando modifican a ciertos nombres abstractos, imponen su capacidad inductora a la que pudiera tener el núcleo sustantivo. Se elige, pues, el subjuntivo en Era un hecho anómalo que el águila pernoctase en los juncos (Delibes, Ratas), pero se selecciona el indicativo en Es un hecho cierto que lo consiguieron (Herrero, Ocaso). En ninguno de los dos casos es el adjetivo subrayado con trazo discontinuo el núcleo de la construcción, pero en ambos resulta ser el elemento inductor del modo en la subordinada sustantiva de sujeto. En los § 30.9b y ss. se hace notar que, de modo relativamente similar, en las construcciones del tipo «verbo + [de manera + adjetivo]», la variación en el verbo está en función del adjetivo, de forma que el sustantivo manera no interviene en la relación que se establece entre ambos: rechazar de manera categórica, golpear de manera contundente, etc.

25.6b Los dos fenómenos que se mencionan en el apartado precedente apuntan en la misma dirección. Indican, en efecto, que un sustantivo (hecho en un caso, manera en el otro) puede perder (o no hacer visible) una parte de su contenido léxico, y resultar transparente al efecto inductor de un modificador suyo. Cabe relacionar estos fenómenos con los llamados verbos soporte (también ligeros o livianos § 1.10k y ss.), ya que en construcciones como dar un paseo, es el complemento un paseo el que aporta la mayor parte del contenido informativo del predicado: dar un paseo ~ pasear. Las alternancias mostradas del tipo de «ser un hecho anómalo que + subjuntivo» ~ «ser un hecho cierto que + indicativo» pueden verse, por consiguiente, como efectos de la desemantización parcial del sustantivo hecho. El sustantivo mantiene, pues, el rasgo nominal que exige la construcción, pero su carácter abstracto le otorga cierta transparencia (a efectos sintácticos), lo que permite que su modificador se convierta en inductor modal. En los apartados siguientes se muestran algunas extensiones de este fenómeno.

25.6c La elección del modo en los complementos oracionales de los sustantivos (es decir, en estructuras del tipo «el + sustantivo + de que…» o «la + sustantivo + de que…») está sujeta a numerosas variables que solo se han estudiado en parte. Se observa que en no pocas de estas construcciones opera el mismo tipo de inducción que se considera en el apartado precedente. Ello puede interpretarse como síntoma de que algunas de esas construcciones se asimilan a las aposiciones del tipo de el tonto de tu amigo o esa maravilla de novela12.14). Aun así, la analogía de esas estructuras con las aquí examinadas es solo parcial, ya que, en los casos pertinentes, el predicado verbal ha de ser compatible tanto con el sustantivo como con la oración subordinada. En efecto, en Solamente al rato reparó en el hecho de que había desaparecido (Alberto, Eternidad), el verbo reparar está sujeto a una doble compatibilidad: admite el sustantivo hecho (Reparó en ese hecho), pero también admite la oración subordinada en indicativo: Reparó en que {había ~ *hubiera} desaparecido. Análogamente, en Ambos rasgos conceden al novelista una gran libertad y facilitan el hecho de que la novela sea un género invasor (Goytisolo, Diario), el verbo con subrayado discontinuo es compatible con el sustantivo hecho (Facilitan ese hecho) y también con la oración sustantiva Facilitan que {*es ~ sea} un género invasor. Existen otros muchos casos similares. En los ejemplos que siguen, formados con los sustantivos hecho e idea, es del todo esperable el subjuntivo, ya que los predicados marcados expresan sensaciones o emociones en todos los casos. Ello permite concluir que los sustantivos abstractos mencionados no desempeñan propiamente en estos contextos un papel inductor:

Causábale espanto la idea de que cayese enfermo (Galdós, Tristana); Lamentaba el hecho de que cada día fuera necesario tratar con más intermediarios para conseguir las cosas (Ponte, Contrabando); Me tiene sin cuidado el hecho de que salgan de Cuba esas telas (Zaldívar, Capablanca); Le torturaba el hecho de que la voz de Rosalía hubiera sido firme (Pozo, Novia); Le entusiasmó la idea de que usara su verso como título (Padilla, H., Jardín).

25.6d La forma de inducción modal descrita en el apartado anterior se aplica más claramente a las subordinadas en subjuntivo que a las que contienen indicativo, ya que se documentan muchos casos en los que la elección del modo indicativo en los complementos del nombre no puede estar determinada como allí se explica. Así, acostumbrarse (a) induce el modo subjuntivo: Se acostumbró a que lo {*trataban ~ trataran} bien. Sin embargo, el grupo nominal la idea de que puede aparecer con una oración de indicativo complementando a ese verbo, como en Supongo que te gustará que se acostumbre lo más pronto posible a la idea de que es un niño rico (Pombo, Metro). Ello significa que el elemento inductor del indicativo (es) no es aquí el verbo acostumbrarse. De manera análoga, aterrar induce el subjuntivo, pero aparece con indicativo en Le aterraba la idea de que por los siglos de los siglos arrastraría la condena de aquel cabello cano que a duras penas lograba peinar bajo la redecilla (Alberto, Eternidad). No existe un único análisis de estas alternancias. Se esbozan a continuación algunas interpretaciones posibles.

25.6e La idea de que el sustantivo abstracto (hecho, idea) está desemantizado en parte (y se limita a filtrar el efecto de otro inductor) no explica la presencia del indicativo cuando el inductor externo impone subjuntivo, como en los ejemplos que se citan en el apartado precedente. Puede entenderse, en primer lugar, que el sustantivo idea es compatible con los dos modos, lo que lleva a pensar que es la estructura informativa de la oración la que aporta el contenido relevante para la elección de modo. De hecho, en el ejemplo de Pombo que se acaba de reproducir se presenta la idea de la que se habla como información nueva o relevante en ese fragmento del discurso. Muy similar es la elección del indicativo en Es muy sintomático el hecho de que en estas tumbas se señalaron algunos casos de inhumación (Arribas, Iberos), ya que el adjetivo sintomático induce el subjuntivo y el modo que el texto muestra es el indicativo. Otra opción sería considerar que los sustantivos hecho e idea son inductores del modo en estos casos. Ello anularía el efecto inductor del verbo acostumbrarse en el ejemplo de Pombo que se reproduce, y del adjetivo sintomático en el segundo, pero también relativizaría la supuesta desemantización del sustantivo. Estas y otras propuestas similares figuran entre las que se han presentado en los estudios sobre los modos, pero no existe acuerdo general entre los gramáticos sobre cuál de esas líneas de análisis pueda ser la más adecuada. Ha de tenerse en cuenta, además, que un predicado puede inducir el modo en una oración no subordinada de manera inmediata a él en contextos diferentes de estos, como son los analizados en el § 25.8.

25.6f Se ha observado cierta tendencia a usar el subjuntivo en los grupos nominales descritos cuando se sitúan en posición preverbal, lo que los asocia de modo característico con la información temática. Ello no significa exactamente que la información que contienen esas subordinadas sustantivas haya sido presentada en el discurso previo, pero sí que el hablante la introduce como trasfondo de la relación predicativa que el texto establece:

El hecho de que varios individuos que cuentan una misma cantidad logren un resultado igual es para los psicólogos un ejemplo de asociación de ideas (Borges, Ficciones); El hecho de que al pensar en el hombre se destaque primeramente su afán hacia la mujer revela, sin más, que en esa época predominaban los valores de feminidad (Ortega Gasset, Rebelión); La idea de que sean personas que se alzan en nombre de unas injusticias cometidas democráticamente no les parece aceptable (País [Esp.] 2/8/2001).

No se excluye, sin embargo, el indicativo en algunos de esos contextos.

25.6g Se oponen más claramente los modos en función de la estructura informativa de la oración cuando la alternancia se da en la posición final de la secuencia. Se elige el indicativo en los casos siguientes:

Silenciaron el hecho de que la empresa se hallaba en la ruina (Mendoza, Verdad); Llevaré siempre con orgullo el hecho de que votaron por mí millares de chilenos de la región más dura de Chile (Neruda, Confieso),

pero podría haberse elegido también la variante en subjuntivo de los verbos que se destacan. Si así fuera, se resaltaría en esos casos el deseo del hablante de presentar implícitamente como conocidas tales informaciones o de darles mayor relevancia en relación con el discurso precedente. Es más rara la alternancia en los contextos causales, como en Conozco muchas de estas cosas por el hecho de que mi madre era parienta de los Albéniz (Perucho, Dietario), ya que el subjuntivo está inducido en ellos por algún elemento modal externo, como se explica en los § 25.13q-x.

25.6h Las oraciones copulativas enfáticas, también llamadas perífrasis de relativo, fórmulas de relieve u oraciones hendidas o escindidas, se analizan en los § 40.10-12. En estas construcciones se suele identificar sintácticamente como foco el segmento externo a la relativa libre, por tanto el subrayado en Fue el martes cuando llegó. Desde hace tiempo han llamado la atención de los estudiosos de los modos verbales porque dan lugar a alternancias en la selección del modo con un buen número de predicados valorativos. Así, para la mayor parte de los hablantes, el subjuntivo es la única opción en Me molesta que no te {das ~ des} cuenta de lo que sucede. Se vio en el § 25.5b que algunos hablantes americanos aceptan ambas formas en contextos diferentes, si bien con predominio del subjuntivo. Ahora bien, se ha observado repetidamente que incluso los hablantes que suelen rechazar el indicativo en esos contextos lo admiten con naturalidad en la variante con copulativa enfática: Lo que me molesta es que no te {das ~ des} cuenta de lo que sucede. He aquí otras construcciones de relieve similares en las que el indicativo se acepta con naturalidad con verbos que en el § 25.3q se presentaron como inductores del modo subjuntivo:

Lo que a mí me admira es que , tan cierto como ahora es de día, que Durandarte acabó los de su vida en mis brazos (Cervantes, Quijote II); Lo que me irrita es que están ahí los padres y podrían creerse que yo no procedo de buena fe (Arniches, Melquiades); Lo que me indigna es que, sin duda, se la ha llevado el mal bicho de la gitana (Pardo Bazán, Quimera); Lo que más me preocupa es que el polvorín ha empezado a arder (Cela, San Camilo).

Estos mismos predicados pueden construirse también con subjuntivo en las mismas fórmulas de relieve:

Lo que te molesta es que China se vaya (Parrado, Bembeta); Lo que me extraña es que no puedas verlo (Contreras, G., Nadador); Lo que me dio una rabia terrible fue que me hablara todo el tiempo con la cara pegada a su espejito (Bryce Echenique, Martín Romaña); ¡Lo que me cabrea es que así quede bien el maldito dottore! (Sampedro, Sonrisa); Lo que Tomatis le reprocha es que el Matemático lo tome demasiado al pie de la letra (Saer, Glosa).

25.6i La diferencia de significado que se obtiene en pares como Lo que me molesta es que no me {hace ~ haga} caso es leve, pero perceptible. Cabe pensar que con esta perífrasis se logra, en la lengua general, el mismo contraste que en ciertas variedades del español americano se consigue sin ella, ya que —como se acaba de recordar— algunos hablantes admiten la variación modal en Me molesta que no me {hace ~ haga} caso. Estos hablantes no precisan, pues, la fórmula de relieve para resaltar que la subordinada en indicativo constituye la información que desean presentar como nueva. La mayor parte de los hispanohablantes necesitan, en cambio, la perífrasis para expresar este matiz, ya que, en su ausencia, el verbo de afección (molestar, en este caso) es el que aporta la información nueva, mientras que la subordinada en subjuntivo aporta la que pertenece al trasfondo del discurso.

25.6j No es casual, desde el punto de vista que se acaba de exponer, que la alternancia analizada en los § 25.6h, i no se dé con verbos de otras clases, como en Lo que quiero es que te {*marchas ~ marches}, ya que la asociación del foco informativo con el segmento que expresa la reacción emocional es (como se explicó en el § 25.3r) una característica peculiar del grupo de predicados que denotan afecciones o sentimientos. Se ha observado que muchos hablantes que rechazan el indicativo en las subordinadas que complementan a los verbos de reacción afectiva lo aceptan, en cambio, en las réplicas enfáticas en las que la subordinada introduce información que solo puede interpretarse como nueva, como en —¿Qué es lo que te molesta? —Pues me molesta que hace siempre lo que le viene en gana.

25.6k Las construcciones del tipo «lo + adjetivo», como en Lo interesante es esto, se analizan en los § 14.9 y 14.10. Se sugiere allí que esas oraciones se asemejan en su estructura sintáctica a otras como La cosa interesante es esta o El hecho interesante es este. Cabe considerarlas, en uno de los análisis posibles, como grupos pronominales en los que el adjetivo incide sobre el artículo lo, interpretado como una variante átona de un pronombre neutro (cf. fr. ce). La construcción descrita en los § 25.6a, b, en la que los sustantivos hecho e idea cedían su capacidad inductora a los adjetivos que los modificaban, se reproduce en esta otra, si bien en la que ahora se considera se da mayor variación en la alternancia modal. Adjetivos que inducen únicamente el subjuntivo en las subordinadas sustantivas (§ 25.3v, w), como en Es malo que la situación no {*tiene ~ tenga} arreglo, son compatibles con los dos modos en la oración copulativa con «lo + adjetivo»: Lo malo es que la situación no {tiene ~ tenga} arreglo. He aquí algunos ejemplos con indicativo:

Lo raro es que no vi huellas de arrastre ni nada parecido (Caballero Bonald, Pájaros); Lo malo es que fue incapaz de comprender (Ortiz, L., Luz); Lo curioso es que al tercer día ya todas lo sabían y ella empezaba a encontrarlo divertido (Agustí, Mariona); Lo sorprendente es que el lanzazo lo sentía Julián en su propio costado (Pardo Bazán, Pazos).

A continuación se presentan otros en los que se mantiene el subjuntivo, es decir, el modo que esos predicados inducen en razón de su significado:

Lo raro es que las palabras no tengan más consecuencias nefastas de las que normalmente tienen (Marías, J., Corazón); Lo malo es que comience a suceder algo parecido con los pacientes (Millás, Articuentos); Lo curioso es que yo no la hubiera conocido (Carrasquilla, Tiempos); Lo sorprendente es que ahora tenga un tratamiento tan exagerado cuando ya ni es noticia (Tiempo [Esp.] 28/5/1990).

25.6l La diferencia de sentidos obtenida en los contrastes del apartado anterior es similar a la que se presentó en las oraciones copulativas enfáticas. El que dice Lo raro es que no vi huellas (ejemplo de Caballero Bonald citado en el apartado precedente) presenta como novedad ese hecho, a la vez que predica de él su extrañeza. La oración subordinada en indicativo expresa, por tanto, el contenido de una aserción. Si se hubiera dicho Lo raro es que no viera huellas, el hablante habría expresado su sorpresa por cierta información que presentaría implícitamente como parte del trasfondo del discurso, por tanto como si fuera compartida por su interlocutor. Este último puede, desde luego, rechazar tal asunción y contestar, por ejemplo, Pero sí que las viste. En el § 25.13r se presentarán otros casos en los que se cancela la información que el subjuntivo presenta como si fuera conocida. Un rasgo característico de la construcción «lo + adjetivo + es que + indicativo» es que es admitida por la mayor parte de los adjetivos que se construyen también con subordinadas sustantivas de sujeto en subjuntivo.

25.6m La estructura informativa de la oración puede alterar el modo en otros contextos. Se vio en el § 25.3x que los sustantivos que establecen juicios de valor sobre contenidos proposicionales se construyen en subjuntivo tanto si se valoran situaciones presentes como si se evalúan estados de cosas pasados o futuros. Este hecho se pone de manifiesto en los complementos oracionales del nombre, como en el problema de que {*tenemos ~ tengamos} poco dinero, o en las copulativas atributivas (§ 37.5m), como en Es un verdadero problema el que {*tenemos ~ tengamos} poco dinero. Ahora bien, en las oraciones copulativas identificativas de tipo inverso (§ 37.5), en las que se presenta el referente del sujeto de forma pospuesta, el modo elegido en ellas suele ser el indicativo: El problema es que tenemos poco dinero. En los ejemplos que siguen se mantiene el sustantivo problema porque permite captar más claramente el contraste:

El problema es que tampoco quiero tener plata —dijo Santiago— (Vargas Llosa, Conversación); El problema es que la humanidad ahora produce novecientas veces más CO2 que el Etna (Gánem, Caminitos); El problema es que no se ha hecho un estudio profundo sobre ese tema (Caretas 12/7/2001).

En muchas de las construcciones del tipo «artículo + nombre + de que…», la subordinada sustantiva se asimila, desde el punto de vista semántico, a los sujetos de predicación de las copulativas atributivas: el que usa el grupo nominal el problema de que tengamos poco dinero está atribuyendo a la información subrayada el hecho de ser un problema. En cambio, en el ejemplo de Caretas que se acaba de citar (El problema es que no se ha hecho un estudio profundo sobre ese tema), no se atribuye a la ausencia de cierto estudio el hecho de ser un problema, sino que ese estado de cosas se identifica como el problema al que supuestamente se refiere el discurso previo.

 

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