Sintaxis

35 El complemento indirecto

35.3 Aspectos sintácticos del complemento indirecto (I). El grupo preposicional. Complementos indirectos y predicados complejos

35.3a Como se ha explicado, los grupos preposicionales que ejercen la función de complemento indirecto están siempre encabezados por la preposición a, tanto si el pronombre átono está presente (Le pidió permiso a su jefe) como si no es así (Pidió permiso a su jefe). La diferencia entre estas dos opciones se analizará en la sección siguiente. El lugar que corresponde al grupo nominal en estas construcciones puede ser ocupado por un pronombre tónico, sea personal (No te lo pedí a ti; Nos lo dijo a nosotros) o de otro tipo:

Fue una urgencia repentina, a cualquiera le pasa (Collyer, Pájaros); Yo me acuerdo de eso, sí, viejo, me acuerdo cómo gritaba de alegría, les gritaba a todos que ahora había otro doctor para ayudarle, y eso era antes de verla (Morales, A., Verdad); ¿A quién se le ocurre traerle una cosa tan pesada a un convaleciente? (Herrera Luque, Casa).

La diferencia fundamental entre estos usos radica en que el pronombre personal tónico requiere que el átono lo duplique (Te lo di a ti ~ *Lo di a ti), mientras que si el pronombre no es personal, se admite mayor variación en función de la naturaleza del predicado, como se verá en las páginas siguientes: *Eso pasa a cualquiera ~ Das tu dinero a cualquiera. Se exceptúa en estas alternancias el pronombre neutro ello, puesto que el grupo a ello puede ejercer la función de complemento indirecto sin duplicación. Contrastan así *Dio a mí el libro y No dio a ello ninguna importancia. Véanse también sobre estas cuestiones los § 16.14f y 35.4.

35.3b Los grupos nominales que se permiten en la pauta «a + grupo nominal» pueden ser definidos (pedir algo al Gobierno) o indefinidos (pedir algo a cualquiera). Los indefinidos se aceptan también en las construcciones de doblado, a pesar de que los pronombres dativos átonos son definidos. No existe, por tanto, concordancia de definitud en secuencias como Le [definido] regalaré mis viejos apuntes a alguien [indefinido]. Con ciertas limitaciones, los grupos nominales a los que se alude pueden construirse también sin determinante, especialmente si están coordinados, como en el texto siguiente: Una política económica restrictiva que dé una nueva vuelta de tuerca a trabajadores, pensionistas y parados se verá respaldada por […] (Mundo [Esp.] 12/9/1995), o bien si sigue al nombre algún complemento determinativo que aporte la información delimitativa que se requiere:

El Monte de Piedad, que ha llegado a acumular un fondo de 215 millones, dona todas sus ganancias a organizaciones de caridad (Nuevo Herald 15/1/1998); EE. UU. no venderá armas a países de Oriente Próximo hasta que no revise su estrategia global en la región (País [Esp.] 1/2/1985).

En el § 35.4h se explica que estos grupos no suelen aparecer en las construcciones de doblado. Sobre estos grupos nominales, véanse también los § 15.12b, e, 33.1i-k y 34.2d y ss.

35.3c La mayor parte de los objetos indirectos designan los individuos a los que se destina o se dirige algo, aquellos que experimentan sensaciones, emociones u otras formas de afección, o bien reciben el daño y el provecho de las acciones, los procesos o las situaciones que se presentan. Es lógico, en consecuencia, que los grupos nominales correspondientes se construyan con nombres de personas o animales en la mayor parte de los contextos, así como con nombres de instituciones, corporaciones y otros que se pueden interpretar como colectivos. Se registran, sin embargo, algunas excepciones. Los complementos indirectos que denotan origen, destino o ubicación (§ 35.5b y 35.6) se refieren a cosas materiales de cualquier naturaleza:

Le quitó el alambre a la botella y el tapón estalló pegándole a una pantalla un tremendo golpe (Schwartz, Conspiración); Dijo que la polémica sobre la política penitenciaria “es echar gasolina al fuego” (ABC 19/6/1997).

También pueden hacerlo otros que se interpretan como destinatarios, siempre en función de cuál sea el objeto directo:

Poca atención se le ha brindado a la dramaturgia para jóvenes (Cultural 21/11/2003); Yo suelo tratar de hacer intervenciones iniciales breves, para dar más espacio a las preguntas que ustedes deseen hacer (Granma 6/1996); Se da prioridad a la ingesta de agua como el mejor antibiótico (Cibeira, Bioética).

35.3d El hecho descrito en el apartado precedente ha sido interpretado por algunos gramáticos como indicio de que no es propiamente el verbo el que selecciona los dos argumentos internos al predicado verbal, sino que el predicado complejo «verbo + complemento directo» toma en su conjunto un complemento indirecto que modifica a la unidad así constituida. Son varias, en efecto, las estructuras que ponen de manifiesto que estas interpretaciones están bien orientadas. Proporcionan uno de los argumentos más claros a favor de ese análisis las oraciones subordinadas sustantivas. Estas construcciones denotan situaciones o hechos (§ 43.1a). Tales referentes solo pueden convertirse en destinatarios en unas pocas combinaciones con hacer, dar y otros verbos de apoyo o soporte1.10k). Se forman con ellos secuencias semilexicalizadas del tipo de dar importancia (también ocasión, preferencia, prioridad, relevancia, etc.) y otras plenamente lexicalizadas como prestar atención, hacer ascos, etc. (§ 35.3n y ss.). Las oraciones subordinadas sustantivas solo desempeñan la función de objeto indirecto en este tipo de construcciones:

Usted da gran importancia a que las mujeres se expresen por escrito (Ocampo, V., Testimonios); Deberá prestarse atención a si emplea el ingenio, la fuerza, la verdad o la mentira para trasponer al vigilante (Carranza, Sueños); Sin embargo, el Gobierno dio prioridad a que se aprobara el tratado de libre comercio (Vanguardia [Esp.] 25/1/1994).

35.3e Se obtienen de forma característica alternancias entre complementos de régimen e indirectos en muchas secuencias de este tipo, como en dar importancia a que los tiempos cambian > dársela o darla a ello; no prestar atención a que los costes se incrementarían > no prestársela o no prestarla a ello. Aun así, el complemento de régimen parece a veces ser la única opción con complementos nominales que no se refieren a personas, lo que da lugar a contrastes como dar tiempo a Lola > dárselo, y […] para dar tiempo a la elección de escondite (Dolina, Ángel) > dar tiempo a ello (en lugar de dárselo). Véase también sobre esta cuestión el § 43.2f.

35.3f Una característica notable de los grupos nominales (casi siempre un nombre abstracto deverbal) que aparecen en las construcciones constituidas con verbos de apoyo es que poseen, en un gran número de casos, la capacidad de seleccionar por sí mismos la preposición que introduce el predicado complejo que forman con dicho verbo de apoyo. En efecto, repárese en que no aparece el verbo dar en estos ejemplos:

Bueno, un beso a todos (CREA oral, Argentina); Un empujón a Dubovsky en el área racinguista también fue castigado por el colegiado (Mundo [Esp.] 20/11/1995); Una mirada a las tribunas: la Segunda División, ex “B”, ya no es lo que era (País [Ur.] 12/11/2001).

Estas construcciones están próximas a las que mostraban las nominalizaciones señaladas en el § 35.1h:

No pude evitar la pregunta a mi cuñada (Vallejo-Nágera, Yo); Pero no pude sobrevolar sobre la última y más grave provocación: la promesa a la redacción, a “mi” redacción, de conspicuos beneficios (Vanguardia [Esp.] 14/1/1994).

35.3g Cuando los sustantivos abstractos que se han mencionado se construyen con un verbo de apoyo, el grupo preposicional pasa a depender del predicado complejo, puesto que es igualmente compatible con su núcleo verbal. Se crean así un gran número de predicados complejos, sea con dar o con otros verbos de apoyo. Los que se forman con los verbos y los sustantivos que se mencionan a continuación se construyen con complementos indirectos de naturaleza argumental, como en dar un abrazo (a alguien), echar un vistazo (a algo), hacer una caricia (a alguien), tener envidia (a alguien), etc.:

Dar: dar (a alguien o a algo) un abrazo, un beso, etc.; un bofetón, un empujón, una puñalada, un puñetazo, etc.; un consejo, una explicación, una orden, un permiso, etc.

Echar: echar (a alguien o a algo) una mirada, un vistazo, etc.; una bronca, un parlamento, un rapapolvo, etc.

Hacer: hacer (a alguien o a algo) un arrumaco, una caricia, un gesto, una señal, un signo, etc.; una confesión, un favor, una pregunta, una promesa, una reverencia, etc.

Poner: poner (a alguien o a algo) dificultades, pegas, peros, problemas, etc.

Tener: tener (a alguien o a algo) afecto, asco, cariño, envidia, lástima, miedo, odio, rencor, etc.

Se ejemplifican a continuación algunos de estos usos (se subrayan los complementos indirectos):

En ese momento, Antonio consiguió dar un empujón a su agresor y salir corriendo (ABC 14/9/1997); Se levantó y me hizo una reverencia quitándose el sombrero (Torrente Ballester, Filomeno); A ella, la pobre, todo el mundo le tenía lástima (Vega, A. L., Crónicas); El portero apenas si nos echó un vistazo y nada dijo (Mendoza, Verdad); Fue al despacho y Andosilla le echó un parlamento mundano, una lección de filosofía, un tratado de urbanidad, de todo (Sánchez-Ostiz, Infierno); Pensé que mis amigos, que me enfrentaban a mi enfermedad, me tenían envidia (Barriguete, Vino).

35.3h Algunas de las construcciones mencionadas, con verbo de apoyo y complemento directo, admiten paráfrasis con un solo verbo. Se obtienen así alternancias en las que el segmento encorchetado en la pauta «[verbo + complemento directo] + complemento indirecto» equivale a un solo verbo: «verbo + complemento directo». La expresión a alguien ejerce la función de objeto indirecto en la primera variante de cada una de las alternancias siguientes, pero desempeña la de objeto directo en la segunda opción:

dar un abrazo a alguien (> dárselo) ~ abrazar a alguien (> abrazarlo);

echar una mirada a alguien (> echársela) ~ mirar a alguien (> mirarlo);

pegar una cuchillada a alguien (> pegársela) ~ acuchillar a alguien (> acuchillarlo);

sacar brillo a algo (> sacárselo) ~ abrillantar algo (> abrillantarlo).

Existen otros muchos pares similares a estos. Otras veces no se altera la función sintáctica del complemento. Es lo que sucede con los nombres de afección que se construyen con el verbo de apoyo tener (tener envidia a alguien > envidiarlo o envidiarle). No cambia tampoco la función sintáctica del segmento que corresponde al destinatario, que ejerce la función de objeto indirecto, en hacer una promesa a alguien, dar permiso a alguien o dar una explicación a alguien, puesto que se obtiene prometer algo a alguien, permitir algo a alguien o explicar algo a alguien, con complementos indirectos de persona en los tres casos.

35.3i En los § 35.3d-g se mostró que el hecho de que el complemento elegido por el segundo componente de las construcciones de verbo de apoyo se traslade a todo el predicado complejo explica que tengan sentido segmentaciones como [dar un paseo] [por la playa], y también otras como [dar] [un paseo por la playa]. La construcción «dativo átono + [verbo copulativo + adjetivo]», muy común en español, obedece, en lo fundamental, a la misma pauta. En efecto, los pronombres dativos que aparecen en las oraciones Los jueces le eran hostiles o La información me fue muy útil complementan a los adjetivos hostil y útil respectivamente, por los que están seleccionados en función de su significado (hostil a alguien, útil a alguien). Sin embargo, los adjetivos carecen en español de la propiedad de albergar pronombres átonos, sean proclíticos o enclíticos. Se crea así el predicado complejo «verbo (semi)copulativo + adjetivo», al que se incorpora el pronombre átono como complemento proclítico. Las varias clases semánticas de adjetivos que permiten esta construcción se describirán en los § 35.5p-r. En el § 13.16s se explica que los adjetivos que poseen complemento (fiel a alguien) pueden separarse de él en las oraciones copulativas, como en Las personas alérgicas a los mohos no lo son a un alimento en sí (Suñer, Botica), lo que pone de manifiesto un proceso sintáctico relativamente similar. Están también cercanas, desde el punto de vista sintáctico, alternancias como Lo sabía todo ~ Sabía todo ello, que se analizan en el § 16.14n.

35.3j En el apartado anterior se mostró que alternancias como Eran hostiles a ellos ~ Les eran hostiles ponen de manifiesto que los pronombres dativos pueden incidir sobre un verbo que no los selecciona semánticamente. Los adverbios locativos proporcionan estructuras muy similares. Estas construcciones dan lugar a alternancias entre los complementos del adverbio introducidos por la preposición de y los complementos de dativo, como en Anda detrás de él ~ Le anda detrás:

Constanza: (Entra.) Yo pensé que podíamos estar tres mujeres en un cuarto… Veva: ¿Y esa otra, la que anda detrás de mi Jorge? Constanza: Pues ella con ustedes, y yo con mi mamá (Carballido, Fotografía); Aunque a lo mejor es ponerle nervioso para nada, o ni siquiera eso, porque igual él ya sabe que ese tío le anda detrás (Grandes, Aires).

La construcción es hoy rara con los verbos copulativos, a diferencia de lo que sucede en algunas lenguas romances, como el italiano (cf. it. Ti sto accanto, literalmente ‘Te estoy al lado’). He aquí algunos ejemplos antiguos:

Continuadament ueo la muert que me esta delant et non se quando me matara (Fernández Heredia, Autoridades); Me estauan al costado & me guardauan diziendo paremosle mientes si sera enartado alguna uez (Alfonso X, General Estoria IV); Corrio a priessa ala ribera dela mar / que mas çerca le era (Fernández Heredia, Crónica I).

35.3k Muchos de los adverbios que se usan en el esquema descrito se construían con complementos preposicionales de lugar encabezados por la preposición a, como en los textos siguientes:

Mas si el enemigo esta çerca a la morada de la hueste, ha de ser por algunt tienpo o de estio o de ivierno; entonçe firmen las cavas con mayor cura (San Cristóbal, Vegecio); Yua delant a los de Athenas combatiendo con los barbaros (Fernández Heredia, Vidas III).

Otros, en cambio, se construían con de, o bien alternaban ambas preposiciones. En el español actual posee gran vitalidad la construcción con dativo en la que se combinan estos adverbios con ciertos verbos de movimiento, especialmente andar, caer, ir, pasar y venir, pero también con algunos que no lo son (como quedar). Se subrayan en los ejemplos que siguen el dativo átono y también el adverbio o la locución adverbial a los que corresponde:

Una mujer denunció que mientras caminaba por la calle le cayeron al lado dos baldosas de mármol de tamaño pequeño (País [Esp.] 28/11/2008); El viejo lavadero del recodo había perdido clientela; solo bajaban a él Clara y la Chasca, porque les quedaba cerca (Torrente Ballester, Gozos); Se le metía debajo y se apoderaba de todo él (García Márquez, Amor); Sacó una botella de agua bendita y nos la echó encima (Mastretta, Vida); Firmaría lo que le pusieran delante con tal que terminaran los procedimientos (Verbitsky, Ezeiza); Les fuimos detrás un buen trecho entre calles oscuras (Pérez-Reverte, Jubón); Venció los cuatreros que le salían al paso (Herrera Luque, Casa); Lily se despegará de la vitrina y le pasará al lado como desde otro tiempo (Cortázar, Glenda); Shelley se lo sacó de encima con la misma facilidad con que se hubiese desembarazado de una mosca (Andahazi, Piadosas).

35.3l Las alternancias obtenidas en la pauta mencionada son Le cayeron al lado ~ Cayeron al lado de ella (o a su lado); Les quedaba cerca ~ Quedaba cerca de ellas; Se le metía debajo ~ Se metía debajo de él; Se lo sacó de encima ~ Lo sacó de encima de él. Como no existen propiamente dativos átonos neutros, se usa el pronombre le en correlación con de ello en En esta obra el que no está loco le anda cerca (Cortázar, Rayuela). Ha de tenerse en cuenta, por otra parte, que la alternancia entre dativos y complementos con de puede no darse si la construcción está lexicalizada, como en El ánimo se me vino abajo (Chacel, Barrio). La existencia de las alternancias mencionadas no impide considerar dativos a los pronombres átonos correspondientes. De hecho, estos pronombres aparecen con normalidad en las construcciones de doblado o duplicación: A David le cayó una piedra encima.

35.3m El complemento indirecto incide también sobre grupos verbales en construcciones como «dar + nombre de afección», así como en las variantes que se registran con los verbos entrar o venir: Le da rabia; Me dio apuro; Les entró vergüenza, o en si te viene un mareo. El verbo designa, pues, el proceso de darse o sobrevenir la manifestación física o emocional de la que se habla, y el complemento indirecto introduce el individuo que la experimenta. Aunque estos grupos verbales se componen con gran número de nombres de afección, la viabilidad de esta pauta depende del tipo de reacción que se exprese en cada caso: Me dio {gusto ~ *sorpresa}; Me entró {pena ~ *gusto}, etc. Se retoman estas construcciones en el § 41.7. Se construyen asimismo composicionalmente los predicados verbales formados con caer, ir, saber, sentar o venir seguidos de ciertos adverbios de modo o manera. Esos grupos expresan afecciones o reacciones emocionales análogas a las que se han mencionado: Le caes estupendamente; Me viene (o Me va) bien ir mañana a tu casa; Me sabe mal que hayan interpretado así las cosas, etc. Así pues, el grupo sintáctico «verbo + adverbio» constituye un predicado complejo en estos casos, ya que el verbo no selecciona por sí solo el complemento indirecto: *No le caes; *Me viene ir mañana a tu casa.

35.3n Son muy numerosas las locuciones verbales que contienen o que exigen complementos indirectos. No se consideran como tales las construcciones formadas con verbos de apoyo a las que se aludió en los apartados precedentes. Así pues, no se interpreta dar pena a alguien como locución verbal, puesto que pena alterna con alegría, asco, escrúpulo, gusto, lástima y otros muchos sustantivos que se combinan con el verbo de apoyo dar41.7). Las locuciones verbales que contienen complemento indirecto se pueden dividir en tres grupos:

1. Sin variable de objeto indirecto

2. Con variable de objeto indirecto

3. Con otra variable, además de la de objeto indirecto

Las locuciones del grupo 1 contienen objetos indirectos fijos, en el sentido de grupos nominales que no pueden alternar con otros. Se subrayan estos complementos indirectos en los ejemplos que siguen:

buscarle cinco o tres pies al gato, dar o darle tres cuartos al pregonero, dar o darle tiempo al tiempo, darle vueltas a la cabeza, echar o echarle guindas al pavo, dar o darle (también echar o echarle) hilo a la cometa, pedir o pedirle peras al olmo, poner o ponerle el cascabel al gato, verle las orejas al lobo.

No se incluyen en este grupo las locuciones verbales cuyo tercer componente se puede interpretar como complemento locativo, como en llevarse el gato al agua. Como en otras secciones, no es posible agregar aquí información geográfica o sociolingüística sobre la extensión de cada una de estas formas.

35.3ñ El grupo 2 es el más numeroso de los tres. En la relación siguiente se marca entre paréntesis el complemento indirecto, que se representa con la variable a alguien o a algo. La variante más común de esta pauta es la que contiene un objeto directo invariable y se construye con un indirecto argumental, como en cerrar los ojos a algo, pero el segundo componente puede ser el sujeto, como en vérsele el pelo a alguien (con dativo simpatético). El verbo más común en esta pauta es dar, pero la admiten otros muchos. Entre las numerosas locuciones verbales de este tipo que se forman con dar están las siguientes:

dar alas (a alguien), dar bola (a alguien), dar o meter caña (a alguien), dar carpetazo o el carpetazo (a algo), dar carrete (a alguien), dar cien patadas (a algo o a alguien), dar ciento y raya (a alguien), dar con la puerta en las narices (a alguien), dar cuartel (a alguien), dar curso (a algo), dar de lado (a alguien), dar ejemplo (a alguien), dar el palo (a alguien), dar el pecho (a un niño), dar guerra (a alguien), dar gusto (a alguien), dar o volver la espalda (a alguien), dar la lata, la matraca, la murga, la vara, etc. (a alguien), dar la mano (a alguien), dar la puntilla (a alguien), dar la razón (a alguien), dar muerte (a alguien), dar paso (a algo o a alguien), dar rienda suelta (a algo), dar sopas con honda (a alguien), dar un espaldarazo (a alguien), dar o, en algunos países, echar una mano (a alguien), dar vela en este entierro (a alguien), dar vueltas (a algo).

35.3o En el lugar de alguien pueden aparecer, en algunas de estas locuciones, grupos nominales que designan animales o personas. En el lugar de algo aparecen otros que designan cosas, si bien estos grupos nominales están más restringidos léxicamente: El procurador de la República dio carpetazo al asunto con un lacónico comunicado (Tiempo [Col.] 14/1/1975). En cuanto que el indefinido algo designa aquí una variable en una pauta sintáctica, no se tienen en cuenta las locuciones que contienen esta expresión como parte de la pieza léxica: Vamos, Omara, te llevo a la mesa, parece que te va a dar algo (Obligado, C., Salsa). Se forman con la pauta «dar de + infinitivo» unas pocas locuciones verbales que se construyen con verbos relativos a la nutrición y que exigen objeto indirecto: dar a alguien de {comer ~ beber ~ mamar}:

Entonces él ordenó que le dieran de comer (González, Provisiones); Allí tenía los potajes en sus ollas y los servía al marido, le daba de beber cuando lo pedía (Olivas, Cocina); Lloró el niño en la segunda pieza y allá fue la madre a darle de mamar (Floreal Hernández, Isla Vista).

35.3p Además de con el verbo dar, se forman numerosas locuciones que seleccionan objeto indirecto del tipo 2 con los verbos echar, hacer o tomar, entre otros. He aquí algunos ejemplos:

Echar: echar el cierre (a algo), echar el guante o el lazo (a alguien o a algo), echar las cartas (a
alguien), echar los tejos (a alguien), echar mano (a algo), echar un cable (a alguien), echar una mano (a alguien).

Hacer: hacer ascos (a algo o a alguien), hacer bien o mal (a alguien), hacer caso (a alguien), hacer
el vacío (a alguien), hacer frente (a algo o a alguien), hacer justicia (a alguien), hacer la cama
(a alguien), hacer la pelota o la rosca (a alguien), hacer la puñeta (a alguien), hacer los honores (a alguien), hacer oídos sordos (a algo).

Tomar: tomar el gusto (a algo), tomar el pelo (a alguien), tomar el pulso (a algo), tomar o llevar la delantera (a alguien), tomar la palabra (a alguien).

35.3q Entre las locuciones de complemento indirecto variable que se pueden construir con otros verbos, cabe señalar las siguientes:

apretar(le) las clavijas, las tuercas o los tornillos (a alguien)

bailar(le) el agua (a alguien)

buscar(le) las vueltas (a algo)

calentar(le) la cabeza o los cascos (a alguien)

cantar(le) la justa, las cuarenta o las verdades (a alguien)

cantar(le) la polca del espiante (a alguien)

cerrar(le) la puerta (a algo o a alguien)

chupar(le) la sangre (a alguien)

comer(le) el coco (a alguien)

complicar(le) la vida (a alguien)

decir(le) cuatro cosas (a alguien)

dar(le) la píldora (a alguien)

enmendar(le) o corregir(le) la plana (a alguien)

enseñar(le) los dientes (a alguien)

ganar(le) la partida (a alguien)

hablar(le) de tú o de usted (a alguien)

leer(le) la cartilla (a alguien)

levantar(le) la mano (a alguien)

llevar(le) la contraria también la contra (a alguien)

llevar(le) la delantera (a alguien)

meter(le) mano (a algo o a alguien)

meter(le) prisa (a alguien)

meter(le) un gol (a alguien)

mover(le) la calavera (a alguien)

mover(le) la silla o el asiento (a alguien)

parar(le) los pies (a alguien)

partir(le) el corazón o el alma (a alguien)

partir(le) la boca (a alguien)

pasar(le) revista (a alguien o a algo)

pisar(le) los talones (a alguien)

poner(le) buena o mala cara (a alguien)

poner(le) los dientes largos (a alguien)

poner(le) punto final (a algo)

prender(le) fuego (a algo o a alguien)

quitar(le) el hipo (a alguien)

quitar(le) la careta (a alguien)

romper(le) el corazón (a alguien)

sacar(le) canas verdes (a alguien)

sacar(le) el jugo (a alguien o a algo)

sacar(le) punta (a algo)

seguir(le) la corriente (a alguien)

seguir(le) los pasos (a alguien)

sorber(le) el seso (a alguien)

tapar(le) la boca (a alguien)

tender(le) o dar(le) una mano (a alguien)

tirar(le) de la lengua (a alguien)

tocar(le) las narices, las bolas, los huevos, las pelotas, etc. (a alguien)

zurrar(le) la badana (a alguien)

35.3r La mayor parte de las locuciones de los grupos anteriores se ajustan a la pauta «verbo + complemento directo + complemento indirecto», con objeto directo fijo e indirecto variable. En cuanto que las locuciones verbales constituyen un tipo de predicado complejo (meter la pata) y, por tanto, de grupo verbal, es esperable que dejen libre la posición correspondiente al sujeto. Los sujetos de las locuciones mencionadas suelen designar personas. Se refieren, en cambio, a cosas los sujetos de costar caro (a alguien), caer como una bomba (a alguien), correr prisa (a alguien), así como los de muchas locuciones que se forman con dativos simpatéticos: caérse(le) de las manos (a alguien), costar(le) (a alguien) un ojo de la cara, subírse(le) a la cabeza (a alguien), etc. Pueden designar igualmente cosas o personas los sujetos de dar mala espina (a alguien), importar un pimiento (a alguien), entre otras muchas locuciones de objeto indirecto. Son asimismo numerosas las que muestran el sujeto dentro del grupo verbal. Estas últimas locuciones presentan sujetos fijos y objetos indirectos variables. Así, el corazón es el sujeto de la locución verbal encogérse(le) el corazón (a alguien), con dativo simpatético. En este mismo grupo se incluyen las siguientes, entre otras muchas:

caérse(le) la baba (a alguien)

encogérse(le) el corazón (a alguien)

hacérse(le) la boca agua (a alguien)

hervir(le), calentárse(le) o encendérse(le) la sangre (a alguien)

hinchárse(le) las narices, las bolas, los huevos, las pelotas, etc. (a alguien)

írse(le) el santo al cielo (a alguien)

no doler(le) prendas (a alguien)

no llegar(le) la camisa al cuello (a alguien)

pegárse(le) las sábanas (a alguien)

tocar(le) la china (a alguien)

tocar(le) la lotería (a alguien)

(no) vérse(le) el pelo (a alguien)

35.3s Al grupo 3 del § 35.3n se adscriben las locuciones que seleccionan otra variable sintáctica, además de la correspondiente al objeto indirecto (sin tener en cuenta la del sujeto, de la que se habló en los apartados precedentes). Esta otra variable puede pertenecer al complemento directo, como en echar o echar(le) en cara (algo a alguien); a un complemento del nombre, como en hacer o hacer(le) (a alguien) el honor (de algo); a un complemento preposicional, como en ir (a alguien con algo); a un predicativo adjetival o adverbial, como en caer (a alguien de cierta forma: antipático, bien, regular, simpático, etc.), venir (a alguien de algún modo: genial, bárbaro, bien, mal, regular, estupendamente, maravillosamente, etc.). Se ejemplifican algunas de estas últimas locuciones a continuación:

Le echó en cara la poca estimación que tenía por sus días de gloria (Sánchez, H., Héroe); Sus Altezas me han hecho el honor de que yo mismo sea quien ponga en el encabezamiento de la carta el nombre del soberano de la China (Roa Bastos, Vigilia); Aquella temporada pasada con nosotros le vino muy bien, le vino genial (Ortiz, L., Luz); El hombre me caía simpático (Cifuentes, Esmeralda).

Las locuciones que se mencionaron en los apartados anteriores admiten otras clasificaciones en función de la variabilidad de sus otros componentes. Así, algunas de las que se construyen con objetos directos formados con sustantivos no contables en singular o contables en plural aceptan variantes con expresiones cuantificativas, como en dar poquísima guerra (a alguien) o poner incontables pegas (a algo), mientras que otras son invariables: hacer (*mucha) justicia (a alguien); dar (*numerosas) sopas con honda (a alguien). Todas estas formas de variación se analizan en los estudios de fraseología.

35.3t Como se ha visto, en la mayor parte de las locuciones en las que el objeto indirecto se agrega al complejo formado por un verbo y un grupo nominal, este último se interpreta como objeto directo. Así, fuego es el complemento directo de prender en prender fuego, y muerte el de dar en dar muerte. De este modo, el otro complemento contenido en el grupo verbal prender fuego (a algo), dar muerte (a alguien), se interpreta como indirecto:

Colocó el cuaderno en una fuente de metal y le prendió fuego (Jodorowsky, Pájaro); ¡Juro que el señor Vittorio ha de pagar su traición cruel, y serán mis propias manos las que le den muerte! (García May, Alesio).

A diferencia de estas construcciones, añicos, polvo o trizas son predicativos en las oraciones formadas con el verbo hacer, en lugar de complementos directos. Así pues, estas locuciones se construyen con objeto directo: hacer polvo (algo o a alguien) > hacerlo polvo. Se subraya el objeto directo en los textos siguientes:

Le hizo trizas sus virtuosismos teóricos, y le enseñó lo único que tenía que aprender (García Márquez, Amor); Lo hicieron polvo (Tiempo [Esp.] 30/4/1990); Ahora entiendo por qué mi nariz la hizo añicos (Olivera Figueroa, Enfermera).

 

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