Sintaxis

47 Construcciones condicionales y concesivas

47.5 La expresión del énfasis en el período condicional

47.5a Se explicó en las secciones anteriores que los períodos hipotéticos son construcciones oracionales que representan fragmentos de discurso entre los que se establecen relaciones argumentativas. Las hipótesis que se introducen y su posible verificación se ponen de manifiesto mediante procedimientos léxicos y sintácticos, pero también se establecen mediante vínculos discursivos. En la lengua hablada es frecuente que la construcción que corresponde al período exceda el límite oracional, e incluso el turno del hablante: —Usted quiere verse guapa, ¿no? —Hombre, claro. —Pues eso, si quiere verse guapa, no tiene que preocuparse de más. Me deja a mí, que yo la pongo guapa (Martín Gaite, Balneario). Repárese en que el contenido de la prótasis subrayada en este texto no es, en sentido estricto, hipotético, ya que en el texto precedente ha quedado claro que la persona a la que se dirigen esas palabras quiere verse guapa. Aun así, el período condicional que encabeza el fragmento subrayado se presenta como hipotético porque de esa manera puede construirse más fácilmente el argumento que sigue, y también porque la reiteración permite al que habla resaltar la parte del mensaje en la que esa argumentación se fundamenta.

47.5b Se obtienen períodos condicionales encadenados cuando se evalúan diferentes alternativas:

Si nos vamos y no digo nada, ¿lo abandono?, pero si digo, ¿lo delato? (Bioy Casares, Historias); Si me tengo que morir / poco me importa aprender. / Y si no puedo saber / poco me importa vivir (Machado, Campos).

Un período condicional puede iniciar un discurso, pero también insertarse en él. Como se ha señalado en varios apartados de este capítulo, es frecuente, en el segundo caso, que el hablante retome expresiones ya introducidas en el discurso precedente y las incluya en la prótasis condicional. Al igual que muchos segmentos temáticos40.1d) se retoman en el discurso que los sigue, también lo hacen las prótasis condicionales. En las prótasis que se denominan en ocasiones retomadas se reafirma la información que ya se ha suministrado, con el propósito de extraer de ella conclusiones diversas, como en El autobús de esta línea tarda una hora y, claro, si tarda una hora, es imposible llegar a tiempo a ningún sitio. Otras veces, en lugar de reafirmar la relevancia de una premisa, se restringe el alcance del enunciado previo, especialmente si la prótasis retomada introduce una condicional irreal:

En esa cafetera no va a aguantar, y si aguanta, que no crea que vamos a dejar de arrestarlo (Poniatowska, Diego); No las tengo, pero si las tuviera, tampoco te las daría (Alonso Santos, Moro); Yo no he hecho estas cosas, pero si las hubiera hecho, me habrían dado dinero por haberlas conseguido (Tiempo [Esp.] 30/4/1990).

47.5c Parte del contenido expresado en el período condicional puede incluso repetirse, por razones enfáticas, en tres segmentos del discurso: el que precede a dicho período, la prótasis y la apódosis, con los ajustes flexivos necesarios. Así, en el texto siguiente se repite en la prótasis la información que proporciona el texto inmediatamente precedente: El verdadero problema no ha sido tratado; y si ha sido tratado, fue tratado superficialmente (Esgueva / Cantarero, Habla). Estas construcciones son infrecuentes en la lengua escrita, ya que esta suele contar con recursos anafóricos que permiten evitar tales formas de reiteración. No obstante, la repetición del predicado en la prótasis y la apódosis se acepta en todos los registros que permiten la expresión enfática, como en Si mueren, morirán como héroes.

47.5d Las formas de repetición a las que se alude son particularmente frecuentes en las construcciones en las que sigue a la prótasis una apódosis constituida por una subordinada sustantiva que se interpreta como foco. Se suele construir con el mismo verbo introducido en la prótasis en tercera persona del presente de subjuntivo (§ 42.4p): Si no quiere hablar, que no hable; Si no se levanta, que no se levante, etc. Se rechaza la segunda persona en estas prótasis, puesto que las construcciones no subordinadas con «que + subjuntivo» se entienden en tales casos como mandatos: *Si quieres irte, que te vayas. He aquí otros ejemplos similares:

Si me muero, que me muera / con la cabeza muy alta (Hernández, Viento); Si quiere tener una amante, que la tenga, pero para salir de conversación (Hidalgo, Azucena); Si otros quieren hacerlo, que lo hagan (Argullol, Razón); Si quiere justificarlo, que lo justifique él (Ver bitsky, Vuelo); Digamos salud, si me han de matar mañana, que me maten de una vez (Espinosa, E., Jesús).

Las apódosis mencionadas se acercan a una de las variedades de las oraciones optativas (§ 42.4e y ss.), en cuanto que en ellas se expresa la voluntad del que habla. En estos casos se pone además de manifiesto su aceptación del contenido de la apódosis (e incluso de sus posibles consecuencias inconvenientes) si se da la situación introducida en la prótasis.

47.5e Los enunciados que se han descrito en los apartados anteriores no son tautológicos. Tampoco lo son desde el punto de vista lingüístico —aunque tal vez sí desde el lógico— los períodos condicionales en los que el mismo predicado se repite sin alteraciones en prótasis y apódosis, como en Si estoy cocinando, estoy cocinando, que significa aproximadamente ‘Si estoy cocinando, no puedo hacer otra cosa que cocinar’. Se obtienen efectos similares con el adverbio cuando (Cuando cocino, cocino). Otras veces, estas oraciones condicionales en las que la apódosis reproduce la prótasis se usan para sugerir la conveniencia de tomar una determinación, sea esta la que fuere, como en Si te vas, te vas, o en el fragmento siguiente: Y si se comen unas patatas, se comen, y si no, no se comen (Martín Gaite, Balneario). Se emplean asimismo estas construcciones, tautológicas en apariencia, para desestimar posibles objeciones irrelevantes a alguna situación que se presenta como irremediable o irreversible, como en Si llegamos tarde, llegamos tarde, o en el texto siguiente: Si nos mojamos, nos mojamos, que no pasa na (Agromayor, España). Una variante de estas construcciones se caracteriza por formarse con apódosis encabezadas por la conjunción pues: Si se acaba, pues se acaba (Silva, L., Alquimista). Nótese que desde el punto de vista lógico no se aporta ninguna información en inferencias como Si P, entonces P, que resultan absurdas. No sucede así en el lenguaje natural. La pauta Si A, A es, como se ha visto, informativa, puesto que expresa que una situación es irremediable, que es perentoria, que no deben ponerse obstáculos que impidan el desarrollo de un proceso, etc.

47.5f Se interpretan en relación con el discurso previo las llamadas copulativas condicionales enfáticas o perífrasis condicionales40.12f-h). Se trata de oraciones copulativas en las que se pone de relieve uno de sus segmentos, como en Si algo le gustaba, era oír el ruido del mar. Se ha debatido en la bibliografía si estas oraciones enfáticas son o no propiamente condicionales. Nótese que la prótasis del ejemplo propuesto no es hipotética, a diferencia de la de Si algo le gustaba, se lo compraba. De hecho, es posible parafrasear el ejemplo presentado con oraciones como Le gustaba sobre todo oír el ruido del mar; Lo que más le gustaba era oír el ruido del mar, y con otras construcciones enfáticas no condicionales similares a estas. Ello muestra que la perífrasis condicional se usa en los casos citados para enfatizar uno de los segmentos contenidos en el grupo verbal encabezado por el verbo copulativo. Desde este punto de vista, la prótasis que se subraya en Si alguien me conoce de verdad, es mi hijo implica la veracidad de Alguien me conoce de verdad. De forma análoga, el período Si algo me irritaba es que no supieras valorar tu grandeza (Navales, Cuentos) presupone la certeza de Algo me irritaba, aunque esa información aparezca en una prótasis condicional.

47.5g No se obtiene esta misma implicación en otras oraciones copulativas condicionales, que no pueden asimilarse a las que se acaban de describir, a pesar de que contienen prótasis condicionales. Esta diferencia se debe principalmente al hecho de que las prótasis hipotéticas pueden ir seguidas de apódosis en las que se elide una relativa sin antecedente expreso, un segmento nominal o un pronombre definido de significado similar. Así, resulta natural decir Si llamó alguien, fue Marta, pero seguramente no llamó nadie. La prótasis de este período condicional tiene sentido hipotético, frente a las prótasis mencionadas en el apartado previo. A la vez, en esta última oración se sobrentiende un elemento pronominal o una relativa sin antecedente expreso cuyo contenido proporciona la prótasis: Si llamó alguien, fue Marta [la que llamó], o bien Si llamó alguien, esa fue Marta. Resulta inviable o muy forzado sobrentender alguno de estos elementos en las copulativas condicionales enfáticas (*Si algo le gusta a este niño, es el chocolate lo que le gusta a este niño). Como se explicó en el apartado anterior, en estas oraciones se focaliza un segmento en un período aparentemente condicional, pero no se presenta en él ninguna hipótesis.

47.5h La distinción que se acaba de introducir permite interpretar de dos formas una misma oración copulativa construida en torno a una condicional. En uno de sus sentidos, la oración Si alguien me conoce de verdad, es mi hijo es una copulativa condicional enfática, cuyo significado se acerca al de Mi hijo es quien me conoce de verdad. En el otro sentido, el período condicional está formado por una prótasis genuinamente hipotética y por una oración copulativa en la que se retoma algún elemento previo (como esa persona o un sujeto tácito que exprese ese significado), al igual que sucede en muchas de las oraciones examinadas en el § 47.3. Solo en el segundo sentido se admiten incisos del tipo de … suponiendo que tal persona exista u otros similares que pongan de manifiesto el carácter hipotético de la prótasis.

 

Nueva gramática de la lengua española
Real Academia Española © Todos los derechos reservados

cerrar

Buscador general de la RAE