Sintaxis

16. El pronombre personal. La correferencia. Las formas de tratamiento

16.14 Duplicación de los pronombres átonos

16.14a Se llama duplicación o doblado de pronombres átonos al proceso sintáctico que permite la aparición conjunta de un pronombre átono acusativo o dativo junto con su variante tónica, o junto con el grupo nominal al que se refiere. Con escasas excepciones, estas secuencias contienen un segmento encabezado por la preposición a que desempeña en la oración la misma función que algún pronombre átono con el que es correferente, como en Se lo preguntaré al profesor (donde se reproduce al profesor); en La van a elegir a ella (donde a ella y la se refieren a la misma persona y desempeñan la misma función sintáctica). El grupo preposicional está formado en el primer ejemplo por la preposición a y el grupo nominal el profesor (duplicación de grupo nominal o duplicación nominal), mientras que en el segundo ocupa el lugar de este el pronombre ella (duplicación de pronombre o duplicación pronominal). Estos dos tipos de duplicación se caracterizan por propiedades sintácticas distintas, como se explica en los apartados siguientes.

16.14b El concepto de duplicación o doblado se usa a veces en un sentido más amplio. Se reconoce —desde este punto de vista ampliado— un tercer tipo de duplicación en el que el pronombre átono no reproduce un grupo preposicional, sino una subordinada sustantiva (doblado oracional). Se trata de un tipo de esquema relativamente frecuente en la lengua medieval:

A Dios lo gradesco, que del rey he su amor (Cid); Quísolo Dios que fuesse electo en abad (Berceo, Santo Domingo); Yo lo veo en ti que querrías más estar al sabor que al olor deste negocio (Rojas, Celestina); Señora en esta ocasión / ningún recato lo dude, / que a lo San Carlos ayude / del nombre la devoción (Hurtado Mendoza, A., Poesías).

El pronombre lo anticipa en la primera de ellas la subordinada que del rey he su amor, y el mismo hecho se produce en las otras.

16.14c Este tipo de duplicación no es frecuente en la lengua actual. No es habitual, en efecto, decir José lo cree que Rosa está informada. Sin embargo, en la lengua coloquial de muchos países no es difícil documentar esta pauta en oraciones de carácter enfático, como en Tú ya lo sabes que me tienes a tu disposición; Ya lo creo que ella lo sabía, o Te lo dije que tenías que tener más cuidado. Algunos autores interpretan estas oraciones como estructuras de tópico final40.2k), lo que parece avalar la tendencia a colocar una inflexión tonal delante del nexo conjuntivo que. He aquí otros ejemplos:

Te lo dije. Huyeron en cuanto escucharon el canto de esta criatura —dijo excitado—. Te lo dije que pasaría (Chao, Altos); Ya lo veo que no hay escape y a las puertas de la muerte me habéis traído sin que ninguno me valiese en esta humana condenación (Nieva, Coronada); Todavía no me lo creo que vaya a ser esta noche, coño (Vargas Llosa, Fiesta).

16.14d Las oraciones que contienen duplicación pronominal muestran la variante átona y la tónica de los mismos pronombres, como en Te eligieron a ti o Si lo ven a él. Es dudoso que correspondan a esta pauta secuencias como ¡Mírala ella!, cómo se divierte (Sánchez Ferlosio, Jarama), en las que no aparece preposición, sobre todo porque el pronombre ella, que parece asimilarse aquí a un complemento predicativo, no recibe interpretación focal. Como se explica en los § 40.1ñ, o y 40.3u, la variante tónica de las construcciones de duplicación suele ser focal en posición posverbal, por lo que no puede suprimirse sin afectar al sentido, como en Te eligieron ~ Te eligieron a ti. Cuando aparece en posición preverbal, el grupo preposicional suele interpretarse como temático, salvo cuando está marcado con un fuerte acento intensivo, tal como se explica en los apartados a que se remite. Son, en cambio, construcciones de duplicación no preposicionales las del tipo Lo sigo usando el mismo auto, que se atestiguan en el Río de la Plata (§ 16.14q, r).

16.14e La pauta A Carmen la eligieron presidenta ilustra las construcciones llamadas dislocadas40.3a). Se diferencia de las demás en que el segmento preposicional ocupa una posición temática externa a la oración. Esta particularidad se percibe en A tu hija ¿qué le piensas decir? y otras oraciones similares en las que el grupo preposicional es un elemento externo o periférico, en el sentido de que no pertenece a la misma oración que el pronombre que lo duplica. No se recomiendan las estructuras llamadas reasuntivas, como leyes que es importante respetarlas. Se analizan en los § 44.9a y ss.

16.14f Los grupos sintácticos formados con la preposición a y los pronombres personales tónicos (a mí, a él, a ellas, a nosotros, a sí mismo, etc.) solo desempeñan en el español actual las funciones de complemento directo o indirecto si están duplicados por los correspondientes pronombres átonos, aunque existen algunas excepciones que se explicarán en los apartados siguientes. No son posibles oraciones como *Vieron a él; *Llamaron a ella; *Quieren a ti; *Dieron el libro a ellos; *Animaba a sí mismo. Las variantes gramaticales de estas oraciones pueden construirse de dos formas: solo con el pronombre átono (Lo vieron; La llamaron; Te quieren; Les dieron el libro; Se animaba) o con duplicación pronominal (Lo vieron a él; La llamaron a ella; Te quieren a ti; Les dieron el libro a ellos; Se animaba a sí mismo). Así pues, el pronombre átono puede subsistir sin el pronombre tónico que lo duplica, pero no al contrario. Esta exigencia no era tan marcada en la lengua antigua, en la que era posible construir sin duplicación secuencias que hoy en día la exigen (recuérdese el § 16.4n):

A mí lo dizen, a ti dan las orejadas (Cid); A mí llaman Lázaro de Tormes (Lazarillo); A mí dio rumiar salvado, / él comió el pan más duz (Arcipreste Hita, Buen Amor); Véela, y deja a mí para siempre (Rojas, Celestina); No sólo daña a ti, sino a todas (Santa Teresa, Vida); Malaventurado fuese el remedio que a mí librase de pena y a ti te causase culpa (San Pedro, Cárcel); Yo he tomado el pulso a mí mismo y me hallo con salud para regir reinos y gobernar ínsulas (Cervantes, Quijote II); Sabe que eres su servidor, más querrá contentar a ti que a otro (Urrea, Penitencia); A este cavallero y a mi ha dolido tanto vuestro duelo y lo que nos havéis contado, que […] (Ortúñez, Espejo).

A la vez, la duplicación se observa desde los primeros textos:

Non me semeia a my aguisado (Historia troyana); ¿Quién la oyó esta vieja decir que me llevase yo todo el provecho? (Rojas, Celestina); Et esto te cunplirá a ti et a otros tres (Calila e Dimna); A my me llaman, dyxo, el capitán Gordyano, señor de los valles hondos de las ásperas montanas (Corónica de Adramón); Cuedamos que uuestra assegurança nos defendrie a nos (Gran conquista de Ultramar).

Véase también, en relación con este punto, el § 35.4e.

16.14g El desarrollo histórico de la duplicación de los pronombres átonos está sometido a un gran número de variables que no es posible abarcar aquí. Es de interés, sin embargo, mencionar el caso especial del pronombre usted y el hecho de que no requiera siempre la duplicación. Como se hace notar en el § 35.4e, en la lengua formal, sobre todo en la escrita, son todavía habituales expresiones como Agradezco a ustedes la visita; Saludo a usted afectuosamente o Doy a usted las gracias. Estas construcciones alternan con sus respectivas variantes con duplicación, que son hoy las preferidas en casi todos los países. El marcado contraste entre Agradezco a usted que… y *Agradezco a ti que… es un resultado de la naturaleza nominal de la expresión que dio origen a usted: vuesa merced (recuérdese el § 16.1b). La ausencia de duplicación constituye, por tanto, un resto del antiguo valor nominal de usted. Existen otros restos de este valor, como la concordancia con el verbo en tercera persona, frente al pronombre tú. Muchos textos modernos ilustran la ausencia de duplicación en las construcciones con el pronombre usted, siempre en registros formales:

Y siguiendo criterios de nuestro gobierno hemos pensado, igual que alguna otra entidad financiera, en ayudar a ustedes (Buero, Música); No deseo hacer a usted reproche que anule mi agradecimiento, pero no he podido evitar decirle lo que pasa dentro de mí (Bonmatí, Elena Demuth); Excuso a ustedes de la violentísima escena que tuvo lugar con los propietarios (Guelbenzu, Río).

Son también numerosos aquellos en los que se da:

Palermo estaba enloquecido en la cancha. ¿Qué les dijo a ustedes en el vestuario? (Clarín 23/10/2000); Yo les ruego a ustedes como amiga, como compañera, que se desconcentren (Martínez, Evita); Gracias a nosotras ellos no las tiran a ustedes al tacho de la basura o las devuelven a la calle (Gamboa, Páginas).

Recuérdese que el pronombre usted se agrupa con su señoría y con otros grupos nominales en el hecho de no dar lugar a interpretaciones contrastivas en los imperativos: Pase usted frente a Pasa tú o Pasá vos.

16.14h Se evita la duplicación en las construcciones de anteposición focalizadora, descritas en los § 40.4i y ss., como en A él y solo a él debe todo lo que tiene. Estas construcciones focalizadas contrastan con las no enfáticas, que por lo general precisan de la duplicación. Otro factor que favorece la ausencia de duplicación es la persona del pronombre átono. No se dice, en efecto, *Debo mucho a ti, ni *Debes mucho a mí, pero las variantes de tercera persona resultan más frecuentes, especialmente en los registros formales: Pero esas leyes justas no nacieron de unos hechos ni deben a ellos su razón y derechura (Ramis, Esencia). Aun así, estas opciones se limitan a algunos verbos y son mucho menos frecuentes que las variantes con duplicación.

16.14i No se duplican necesariamente los complementos indirectos tónicos que expresan dirección (§ 35.4j), por lo que se asimilan en cierta medida a los complementos de régimen. Los verbos que los seleccionan alternan las formas tónicas del complemento indirecto pronominal, sin duplicación obligatoria (Se acercó a mí; Se adelantó a ustedes; Se abrazó a ella; Preséntese a mí; Se unieron a vosotros o si se aproxima a nosotros, para dirigirse a él) con las variantes átonas (Se me acercó; Se les adelantó; Se le abrazó; Presénteseme; Se os unieron o si se nos aproxima, para dirigírsele). En lugar de se nos revela, Unamuno usa se revela a nosotros en Y por este cambio de querer su existencia, y obrar conforme a tal deseo, es como creamos a Dios, esto es, como Dios se crea en nosotros, como se nos manifiesta, se abre y se revela a nosotros (Unamuno, Sentimiento). Como se ha señalado, entienden algunos autores que las primeras variantes pueden interpretarse como complementos de régimen, lo que se extiende al grupo preposicional a él en Me presentaron a él (sin duplicación). Sobre esta última construcción, véanse los § 16.11e, 34.8f y 35.8s. Las alternancias del tipo Se parece a mí ~ Se me parece; Se rindió a ella ~ Se le rindió se analizan en los § 35.6a y ss.

16.14j Los pronombres átonos concuerdan en sus rasgos morfológicos con los tónicos correspondientes en las construcciones de duplicación pronominal, como en el ejemplo citado Te eligieron a ti. La discordancia de número que se da a veces entre el pronombre le y el pronombre tónico que lo duplica (Le digo a ustedes que… por Les digo a ustedes que…) se analiza en los § 35.2j y ss. Se obtienen pronombres átonos en plural en las construcciones de doblado cuando se coordinan los dos grupos preposicionales de acusativo o dativo encabezados por a (Os vi a ti y a ella). Existe discordancia parcial de persona en las construcciones contrastivas con duplicación que incluyen un grupo adversativo o concesivo. Así, en El hecho nos molestó a todos nosotros, pero sobre todo a ella, el pronombre átono (nos) aparece en primera persona del plural, pero el pronombre tónico ella, que contrasta con todos nosotros, está en tercera persona. Se obtiene un contraste similar en No has de dárselo a él, sino a mí, donde el pronombre se tiene rasgos de tercera persona, mientras que , que contrasta con él, es un pronombre de primera persona. No está tampoco duplicado el complemento indirecto a ti en construcciones como Si a alguien le puede interesar es a ti (cf. *Eso puede interesar a ti), puesto que el pronombre le duplica a a alguien y concuerda en tercera persona con ese pronombre indefinido. La sintaxis de esta construcción se analiza en los § 40.12f, g.

16.14k No se duplican los complementos de los participios, ya que estas formas verbales no admiten pronombres enclíticos (con las excepciones mencionadas en los § 16.7i y ss.). Contrasta, por tanto, La ofensa que nos hicieron a nosotros (con duplicación necesaria) con La ofensa hecha a nosotros (sin ella). El español actual rechaza, como se ha explicado, *La ofensa que hicieron a nosotros. La aparente discordancia de persona que se observa en construcciones de duplicación como ¿A quiénes os eligieron? o A algunos nos buscan se explica porque los pronombres os y nos concuerdan con el complemento tácito del pronombre (quiénes de vosotros, algunos de nosotros). Estas construcciones se examinan en el § 33.6.

16.14l La duplicación pronominal está restringida a los pronombres personales: La vieron a usted; Te vieron a vos; Nos vieron a nosotras. No se extiende, por tanto, a los que no lo son: No vieron a nadie; Si ven a cualquiera…; ¿A quién vieron? Así pues, la presencia del pronombre átono le es necesaria en Eso no le interesa a ella, ya que ella es pronombre personal. Como nadie no es pronombre personal, no es necesaria la duplicación pronominal en Eso no le interesa a nadie ~ Eso no interesa a nadie. La duplicación de complemento indirecto con pronombres no personales se asimila a la duplicación nominal (No interesa a Nieves o No le interesa a Nieves). Como se observa en el § 35.4e, la duplicación nominal es obligatoria con algunos predicados. Se echa en falta un pronombre átono de dativo en *Esto gusta a Cristina o en *Duelen las muelas al niño, y —en la misma medida— también es obligatoria en estos casos la duplicación con los pronombres no personales. Resultan, pues, forzadas, secuencias como ¿A quién gusta esto?; Parece que no duelen las muelas a nadie. El doblado es asimismo obligatorio en los llamados verbos doblemente pronominales35.2ñ). Se dice, pues, Si se le ocurre a alguien una idea, no Si se ocurre a alguien una idea. Sobre la ausencia de duplicación con ocurrir en el español antiguo, véase el § 35.4l.

16.14m El pronombre uno se asimila a los pronombres personales en unos contextos y a los cuantificativos en otros. Como es de esperar, se obtiene duplicación pronominal en el primer caso (si lo eligen a uno), pero no en el segundo (si eligen a uno). La duplicación es la única opción y, en consecuencia, se hace obligatoria cuando la interpretación cuantificativa no se puede obtener, como en cosas que le dan a uno vergüenza. He aquí algunos ejemplos de esta pauta con duplicación:

Las ciencias de los cielos eran, sin embargo, sus preferidas, porque le dicen a uno cosas que no se pueden probar, pero que abruman y fascinan (Serrano, E., Dios); Parece acostumbrado a permanecer así, mirándole a uno en silencio (Marsé, Rabos); Las formas y colores de las conchas pueden entretenerlo a uno por años enteros (Gánem, Caminitos).

Se ejemplifica a continuación la variante sin ella, en la que uno posee naturaleza cuantificativa:

Una vez detuvieron a uno con varios cientos de corbatas Hermés en sus maletas (Silva, L., Rif); Después de la decepción que le causó la boda no realizada, llamó a uno de sus amigos (Quesada, Banana); Pero creen que los atacantes fueron a buscar a uno de los chicos (Clarín 23/10/2000).

Los grupos nominales que contienen numerales admiten la duplicación en el español general cuando los conjuntos denotados son definidos (Los vi a los cinco), pero la rechazan si son indefinidos (*Los vi a cinco). Este hecho no convierte a los grupos formados con numerales en pronombres personales, pero sí muestra la estrecha relación que existe entre los artículos definidos (los) y los pronombres definidos (los, ellos), como se pone de manifiesto en el § 14.1o.

16.14n Aun sin ser pronombre personal, el pronombre todo exige aparentemente duplicación en la mayor parte de sus usos como complemento directo e indirecto, y también como atributo. Se trata, sin embargo, de un caso de falso doblado. En efecto, suele ser más frecuente Lo sabe todo que Sabe todo; Ella lo es todo para él que Ella es todo para él; Las leí todas de un tirón que Leí todas de un tirón. Parece haber acuerdo general en que la razón de esta peculiaridad radica en que el cuantificativo todo (en cualquiera de sus variantes de género o número) es el único que incide sobre grupos nominales definidos o los pronombres que los sustituyen: todo el año, todas las situaciones, todo lo que quieras, todo él, todo eso, todo ello, todas ellas. El pronombre duplicado sustituye, pues, a esta expresión definida, lo que confirma el hecho de que el grupo nominal no puede aparecer cuando el pronombre átono está presente: se dice Hizo todo lo que quiso, y también Lo hizo todo, pero es agramatical *Lo hizo todo lo que quiso. Desde este punto de vista, el pronombre átono que aparece en Lo leyó todo corresponde al pronombre tónico ello en Leyó todo ello, por lo que la primera construcción no constituye un verdadero caso de duplicación. Esas estructuras han dado lugar a algunos compuestos sintácticos (sabelotodo, curalotodo, sanalotodo, etc.).

16.14ñ Se encuentran ejemplos sin duplicación con el pronombre todo usado como neutro, como en Ella hace todo en casa (junto a Ella lo hace todo en casa) o La niña rompe todo. La ausencia de duplicación suele facilitar la interpretación genérica del objeto directo (‘todo tipo de cosas’), mientras que la duplicación presupone cierto conjunto particular en el contexto discursivo, a la totalidad de cuyos elementos se aplica la acción denotada por el verbo. Así pues, cuando todo no cuantifica a ningún grupo nominal definido, no se espera que aparezca un pronombre átono que lo duplique:

Antes de dar los últimos pasos comprendió todo (Esquivel, Deseo); Pedrosa mira todo e intenta localizar el golperío, pero imposible, suena más y más por todas partes (Martín Recuerda, Arrecogías); Te explico todo, pero deja por lo menos que me aclare (Martínez Reverte, Gálvez); Baillo encendió la luz y examinó todo sin tocar nada (Memba, Homenaje); Vamos a meter a los niños en sus sacos de dormir; colócalos sobre las camas; mañana arreglamos todo (Morales, A., Verdad); Julián no recordaba bien si contó todo, o solo un poco (Pombo, Héroe).

16.14o Como se explicó en las páginas precedentes, las construcciones de doblado pronominal (Te eligieron a ti) poseen algunos rasgos gramaticales que las distinguen de las de doblado nominal (Lo eligieron a Roberto). El doblado nominal está más restringido que el pronominal. Sin embargo, ambos se aplican por igual a las construcciones dislocadas o de tópico inicial: A Nuria la vieron salir; A ella la vieron salir. En general, la duplicación se extiende en las construcciones de tópico inicial a todos los grupos nominales y pronominales. Se dice, pues, Eso lo sabe cualquiera; El periódico lo compra mi hijo; La carta la dejo para mañana40.3b y ss.). A favor de la naturaleza periférica de estos tópicos preoracionales cabe aducir que el grupo preposicional que aparece en la posición desgajada puede concordar simultáneamente con un pronombre de dativo y otro de acusativo, como en A Lidia la asaltaron ayer y le robaron el bolso. Aun así, ha de tenerse en cuenta que esta doble concordancia paradójica se da asimismo en las oraciones de relativo, que también contienen un elemento inicial. Así, el segmento subrayado en la muchacha a la que asaltaron y robaron el bolso funciona como complemento directo del primer verbo y como complemento indirecto del segundo. En este y otros casos similares, las estructuras coordinadas dan lugar a paradojas gramaticales no enteramente resueltas en la sintaxis contemporánea. Se mencionan otras similares en el § 31.5j.

16.14p Las construcciones de doblado con tópico final son raras en el español general, pero son relativamente frecuentes en el español hablado de las áreas de contacto con el catalán: Los tengo que terminar esta tarde, los deberes. Suelen caracterizarse por un ligero descenso de la curva tonal en el punto en el que comienza el tópico, además de por la presencia de una ligera pausa en esa misma posición. Como el tópico final ocupa una posición extraoracional, algunos gramáticos no incluyen tampoco estas construcciones entre las oraciones de doblado. Se examinan otras secuencias de este tipo en el § 40.2k.

16.14q El doblado nominal sin tópico final es frecuente en español con los complementos indirectos, como se explica en el § 35.4: Ya le han traído el regalo al niño; Le pediré un aumento de sueldo al jefe, aun cuando resulta opcional con muchos predicados. Por el contrario, el doblado nominal de complemento directo es raro en el español general. No se suele decir *Ayer lo leí el libro ni *Tengo que llamarla a Sonia, descartando, claro está, la interpretación que se describió en el apartado anterior, que exigiría una pausa delante del complemento duplicado. Esta construcción es frecuente, sin embargo, en el español conversacional del Río de la Plata, en el que resultan naturales oraciones como estas:

Siempre lo compra el periódico mi hijo; La escuchaba a mi madre gritar todos los días; Lo sigue usando el nombre de cuando era chica; Lo voy a leer este libro en cuanto pueda; Lo tendremos que empujar al ómnibus; Carla lo adora a su perro; Cuando lo conocí a César, era muy chico.

Son muchas las muestras de esta pauta que pueden documentarse, en la mayoría de las ocasiones con grupos nominales definidos que designan personas:

A eso de las cinco fui al Círculo Militar y lo levanté a Farrell de la cama (Martínez, Perón); “Pero para eso lo tiene a Morales”, le digo, “que es su jefe inmediato” (Andrade, Dios); El mundo no era para él. En cambio, el mundo sí lo esperaba a Adrián (Andrade, Dios); Me quiere chantajear. Decime, ¿de dónde lo sacaste a ese Nito? (Cohen, Insomnio).

Esta forma de reduplicación se extiende ocasionalmente fuera de esa zona geográfica. Se registra, con grados de intensidad variables, en el español conversacional de México, parte de Centroamérica (especialmente El Salvador, Honduras y Nicaragua), así como en Puerto Rico, el Perú y España.

16.14r El doblado nominal del español del Río de la Plata no es contrastivo, a diferencia del doblado pronominal del español general. Así, el ejemplo citado … lo levanté a Farrell de la cama recibe en estas variedades el mismo significado que tiene Levanté a Farrell de la cama en el español general. En el área rioplatense alternan el doblado nominal con objeto de cosa y sin preposición (Lo sigue usando el mismo auto) y el doblado preposicional, muy raro en otras áreas: Los puso sobre la mesa a los libros; Las dejé a las papas hirviendo. Esta última forma de doblado nominal, con complemento de cosa, se extiende ocasionalmente a ciertas áreas del español centroamericano. Las variantes de estas construcciones que se registran sin preposición tienden a interpretarse en otras áreas lingüísticas como construcciones de tópico pospuesto, en lugar de como construcciones de doblado, como en Los vamos a trasladar estos libros.

16.14s El doblado nominal de acusativo suele exigir concordancia de definitud. En las variedades que admiten la duplicación nominal no se aceptan, en cambio, oraciones como *No lo vi a nadie o *Lo voy a leer un libro. También se rechaza en el español del Río de la Plata el doblado de los pronombres interrogativos. No se dice *¿A quién la viste?, salvo en la interpretación de pregunta de eco (§ 42.11) o bien de pregunta retórica. El rechazo se extiende también a los relativos (*la muchacha a la que la vi), salvo en las construcciones reasuntivas descritas en el § 44.9, que no se consideran correctas. Este hecho ha llevado a algunos gramáticos a pensar que el verdadero complemento de oraciones como Lo vi a Manuel es lo, puesto que las oraciones interrogativas y relativas no se pueden formar con elementos que no desempeñan funciones sintácticas. Se trata, sin embargo, de un análisis no aceptado por todos los gramáticos.

Información adicional

En relación con este capítulo, la siguiente entrada del Glosario de términos gramaticales podría ser de su interés:
duplicación

 

Nueva gramática de la lengua española
Real Academia Española © Todos los derechos reservados

cerrar

Buscador general de la RAE