Sintaxis

25. El verbo (III). El modo

25.13 Elección del modo con las conjunciones subordinantes

25.13a El análisis de los modos se divide tradicionalmente en tres grandes apartados que están en función de las subordinadas que los admiten: sustantivas, relativas y adverbiales. En las secciones precedentes se ha respetado esta clasificación en lo que respecta a las subordinadas sustantivas y relativas. No obstante, como se explicó en los § 1.13p y ss., se considera hoy sumamente problemático el concepto tradicional de ‘subordinación adverbial’. En esta sección se examinarán los contextos introducidos por varias conjunciones subordinantes, y en la próxima se analizará la distribución de los modos en las situaciones que insertan preposiciones, adverbios e interjecciones.

25.13b Son muchas las conjunciones subordinantes que introducen contextos de alternancia modal, pero también son numerosas las que fuerzan la aparición del indicativo o del subjuntivo en función de su significado. Como se explica en el § 47.8d, la conjunción condicional si solo admite algunos tiempos de subjuntivo: las formas cantara, hubiera o hubiese cantado y cantare, esta última casi desaparecida. En los demás tiempos, se construye en indicativo. Las correlaciones de tiempo y modo que se obtienen en los períodos condicionales se estudian en el § 47.8. La mayor parte de las conjunciones y locuciones conjuntivas condicionales se construyen con subjuntivo: a condición de que, a menos que, como, con tal (de) que, siempre y cuando (sobre todas ellas véase el § 47.10). He aquí un ejemplo de cada una:

Yaranga lo dejaría entrar a su cita a condición de que volviera (Vargas Llosa, Lituma); Él sabe que esa atención no durará, a menos que diga algo inteligente (Quesada, Banana); Tú, Carlitos, como vea yo que estás averiguando quién es la más rica del pueblo, te doy una patada en donde te deje soltero para toda la vida (Fernán Gómez, Viaje); Están dispuestos a dar su vida con tal de que el invento funcione (Volpi, Klingsor); Sufriendo se entienden las personas, siempre y cuando no sea el sufrimiento agudo, sino crónico (Pombo, Metro).

Cabe pensar que como si no es, en cambio, locución (§ 22.10o y ss.): Como si su discurso lo embargara de sentimientos de indignación irresistible (Edwards, Anfitrión):

25.13c En los § 31.13 y 47.10i se señala que mientras añade el significado condicional al durativo, como en Mientras haga bien su trabajo, no habrá problemas o Mientras haya oportunidades, seguiremos intentándolo. En el uso adversativo (o adversativo-concesivo), en el que introduce un estado de cosas que contraría a otro paralelo que se ha mencionado, mientras se construye con indicativo, como en Este quedó tendido sobre el tercer escalón mientras que la madre apenas tenía fuerzas para gemir (Navarro, Biblia). El paso del significado temporal al condicional es característico de mientras, pero también de siempre que, siempre y cuando y otras conjunciones y locuciones conjuntivas, como en Estoy dispuesto a ir, siempre que me avise a tiempo, etc. (§ 25.14p). Las locuciones conjuntivas condicionales a no ser que, de no ser que y a menos que introducen siempre subjuntivo:

Rico no soy, conque me tendré que poner a pedir limosna. A no ser que caiga soldado un día de estos (Baroja, Hierba); Estamos seguros de que invitamos el desastre de no ser que enviemos abundantes fuerzas (Orozco, Teólogos); Eran adolescentes reclutadas en el campo y destinadas a servir por el resto de su existencia, a menos que quedaran encintas o se casaran (Allende, Retrato).

25.13d En el § 31.12 se explica por qué es polémica la cuestión de a qué clase de palabras corresponden salvo y excepto y se exponen los argumentos por los que se suelen situar hoy entre las conjunciones. Estas voces introducen alguna excepción a la generalización que se establece en el contexto anterior o posterior a ellas, como se indica en la sección mencionada. Tal contexto suele determinar el modo de la subordinada sustantiva con la que dichas partículas se pueden construir. Así, en los casos siguientes salvo se usa con indicativo. En todos ellos se presenta una generalización negativa y se indica luego que queda excluida de ella la situación denotada por el término de la conjunción:

Tan pecador era él como yo, salvo que él pecaba caballero en un asno y yo al pie de la letra (López Úbeda, Justina); No creía nada de este mundo ni de ningún otro salvo que su madre de mi vida tenía derecho a la gloria de los altares por los méritos propios (García Márquez, Otoño).

Esta pauta se aplica también a excepto: Preguntaba en un murmullo nervioso, mirando en todas las direcciones sin identificar a nadie ni entender nada, excepto que Alfonso lo estaba pasando mal (Grandes, Aires). Salvo se suele emplear asimismo con indicativo cuando no introduce propiamente una excepción, sino más bien una precisión. En esta acepción, de sentido adversativo, salvo admite como paráfrasis aproximada la expresión ‘con la particularidad de’: Es evidente que ambas doctrinas tienen su parte de verdad, salvo que corresponden a distintas etapas del proceso (Borges, Rosa). Salvo y excepto admiten varios usos en subjuntivo, como se explica en el apartado siguiente.

25.13e Cuando excepto y salvo van seguidas de la conjunción que con el sentido de ‘a menos que’, inducen el subjuntivo:

Ahora no hay mucha demanda, señorita, salvo que usted quiera trabajar fuera de Madrid (Cela, San Camilo); […] salvo que se tratase, como supuse entonces, de la más feliz de las coincidencias (Mendoza, Laberinto); Se debe tener cautela en cualquier desplazamiento hacia el extranjero, en abril y mayo, excepto que sea por situaciones insoslayables y de extrema emergencia (Prensa Libre 13/1/1997).

El significado excluyente que caracteriza a salvo y a excepto permite asimismo a estas partículas inducir el subjuntivo de forma similar a como lo hace la negación o el adverbio solo: Confesó todo, salvo que hubiera matado al mayordomo; Estaba dispuesta a aceptar cualquier cosa, salvo que la engañaran. En estos casos, salvo (que) no equivale a a menos que. En la primera de las oraciones propuestas se dice que la persona que habla no confesó que hubiera matado al mayordomo, y en la segunda se manifiesta que no estaba dispuesta a aceptar que la engañaran. Sobre otros aspectos de la interpretación de salvo y excepto, véase el § 31.12.

25.13f Entre las conjunciones concesivas47.12 y 47.16), se construyen siempre o casi siempre con subjuntivo así (como en así me lo pidas de rodillas), a riesgo de que y mal que (como en mal que me pese); con indicativo, a sabiendas de que, y eso que, si bien y con lo que (como en Con lo que hemos trabajado…). Aceptan ambos modos aunque, pese a que y a pesar de que. Ahora bien, existen dudas —expuestas en los § 31.11 y 47.14b y ss.— sobre si estas dos últimas son locuciones conjuntivas, ya que pese a y a pesar de son locuciones preposicionales que pueden admitir subordinadas sustantivas como término. Recuérdese que sin que no se suele considerar locución conjuntiva por esta misma razón.

25.13g Las construcciones discontinuas por mucho… que y por más… que47.15) son también concesivas; se construyen generalmente con subjuntivo y pueden incluir grupos nominales (por muchos libros que lea), adjetivales (por muy alto que sea) y adverbiales (por muy lejos que viva). No obstante, se emplean a veces en el sentido de a pesar de…, y en tal interpretación aceptan el indicativo: Por mucho que se esforzó, no pasó el examen. Estos usos son algo más frecuentes en el español americano que en el europeo:

Por mucho que la buscó no dio con ella (García Márquez, Amor); Fue muy difícil para tu tío Edelmiro el cellista, por muchos esfuerzos que hizo, alegar distracción (Ramírez, Baile); La Escuela de la Belleza por muy innovadora que parecía no era nada más que la concretización de un sueño (Artes 4/7/2003).

Sobre el empleo de «aunque + condicional» por «aunque + pretérito imperfecto de subjuntivo» en algunas variedades (aunque tendrías razón por aunque tuvieras razón), véanse los § 23.15i y 47.13.

25.13h Las correlaciones de tiempo y modo que se obtienen en los períodos concesivos se estudian en el § 47.13. Se hace notar allí que las prótasis concesivas se suelen dividir en hipotéticas y factuales. Las primeras admiten paráfrasis con ‘en el supuesto de que’ y las segundas con ‘a pesar de que’; las primeras se construyen con subjuntivo, como en Aunque insistas, no te hará caso, mientras que las segundas admiten los dos modos, como en Aunque lo {intento ~ intente} todos los días, nunca consigo hablar con él. Es infrecuente la alternancia modal en estas construcciones cuando el subjuntivo se interpreta prospectivamente. Este modo suele estar determinado en ellas por algún inductor que favorezca esa interpretación, como el imperativo (Resistan aunque los presionen, donde no cabe el indicativo presionan en ausencia de pausa tras el imperativo), el futuro (Llamaré aunque no haya nadie), los auxiliares modales (Te puede molestar aunque te desinfectemos la herida) y, en ciertos casos, la negación (No pienso ir con él aunque me lo pida de rodillas). La conjunción adversativa aunque se construye con indicativo, como se explica en los § 25.13j y 47.3f.

25.13i Se reconoce generalmente que las diferencias en la elección del modo en las prótasis concesivas están en función de la estructura informativa de la oración47.12l y ss.). Depende, en concreto, de que la información que se exprese con aunque, pese a o a pesar de que se interprete como componente fundamental de la aserción, o bien como parte del trasfondo informativo, es decir, de lo que se da por conocido o por experimentado. Se hace notar en el § 47.12l que el subjuntivo se considera temático o presuposicional en esas construcciones (§ 25.3r). Es algo más frecuente en los textos el orden prótasis–apódosis, pero también se documenta el inverso:

Aunque suene a lugar común, lo cierto es que la vida corre cada día más de prisa (Listín Diario 20/10/1997); La poesía logra repatriación, aunque estemos en la patria (Cardoza, Guatemala); Aunque parezca contradictorio a lo que se dice de la deshumanización de esta ciudad, aquí se puede besar en público (Quesada, Banana); El humorismo fino, aunque contenga alguna dosis de censura social, es un género literario de elevado linaje espiritual (Martínez Moreno, Toga).

Se elige el subjuntivo con aunque en las réplicas: Lidia: No he estado, pero lo prefiero. fernando: Bueno, ¡pues aunque lo prefieras! (Marsillach, Aniversario). Este uso del subjuntivo se corresponde con el llamado polémico25.7k), ya que, al igual que en No es que me guste y otras construcciones similares, reproduce para contradecirla o desestimarla alguna afirmación previa. Se emplea también el subjuntivo, sin alternancia con el indicativo, en la expresión aunque sea… cuando se usa en construcciones focales con el sentido de incluso ante grupos sintácticos no oracionales, como en Aunque sea en los parques o en los pasillos del Congreso sesionaremos, si no abren las puertas del pleno (Siglo 7/6/2001).

25.13j Las prótasis construidas con «aunque + indicativo», que suelen considerarse adversativas en lugar de concesivas (§ 47.3f), tienen valor asertivo. Así, el autor que elige deliberadamente el indicativo en De pronto se pone seria, aunque intenta disimular (Miralles, Motín) lo hace porque presenta la situación como factual, pero también porque la situación que se introduce se hace aparecer como nueva, añadida a la que acaba de transmitir. Cuando se opta por el subjuntivo en estos contextos (… aunque intente disimular), no se cuestiona la veracidad del contenido proposicional, sino que más bien tiende a interpretarse como si el oyente fuera partícipe de él. Como en el apartado anterior, la prótasis puede preceder a la apódosis:

Léamela vuesa merced, señor gentilhombre —dijo Teresa—, porque, aunque yo hilar, no sé leer migaja (Cervantes, Quijote II); Aunque dedicó a este proyecto todo su empeño, fracasó (Consiglio, Bien); Aunque he puesto mucho énfasis en la “revolución biotecnológica”, esta no es la única gran revolución científico-tecnológica en marcha (Sánchez Ron, Ciencia); Aunque hace tiempo que no nos veíamos, sabes cómo soy (Salcedo, Viaje),

o bien seguirla:

La Torre del Viejo era una sociedad secreta de fines políticos, aunque apelaba a medios económicos para arrojar a los españoles y a los conservadores lejos de nuestra patria (Vega, A. L., Crónicas); Yo también quiero saber más de ti, aunque te conozco mejor que tú misma (Sampedro, Amante); Se apagan las estrellas y la escena queda a oscuras, aunque de vez en cuando un chorrito de nieve blanca y luminosa cae de la Estrella Polar (Paso, F., Palinuro).

25.13k La conjunción consecutiva que está presente en un gran número de construcciones, muchas de las cuales muestran alternancias modales. Como se explica en el § 45.14d, los grupos sintácticos consecutivos (llamados también consecutivos intensivos) están formados por los cuantificadores tanto/tanta/tantos/tantas o su variante apocopada tan, o bien por los determinantes demostrativos tal y tales. Todos ellos inciden sobre un grupo nominal, adjetival, verbal o adverbial. El conjunto formado se pone en relación con una oración, llamada propiamente consecutiva, en la que se expresa la consecuencia que se obtiene de que sea muy alto o muy bajo el número o el grado de la magnitud expresada. Así, en Bien sé que ha habido perros tan agradecidos que se han arrojado con los cuerpos difuntos de sus amos en la misma sepultura (Cervantes, Coloquio), se dice que cierto comportamiento extremo de algunos perros es consecuencia de su elevado grado de agradecimiento. Se retoma esta cuestión en los § 45.14b y ss.

25.13l El modo en que aparece el verbo en estas oraciones es el indicativo. No obstante, se ha observado que el subjuntivo puede estar inducido en ellas por un elemento externo al grupo consecutivo. Así, si se niega la oración Son tan fuertes que no se los puede derrotar, se obtiene No son tan fuertes que no se los pueda derrotar, donde la primera negación induce el modo subjuntivo en la subordinada. Corresponde a la misma pauta el siguiente texto: Normalmente las series de piezas iguales no son tan grandes que hagan rentable una máquina de propósito especial (Dormido / Morales / Abad, Sociedad). Entre los demás inductores externos del modo en las oraciones consecutivas mencionadas, están una parte de los que se analizaron en los § 25.9-12, como la interrogación (¿Tan fuertes son que no se los pueda derrotar?, en alternancia con el indicativo), y, en especial, los que introducen contextos prospectivos: los imperativos (Esfuércense tanto que nadie haya de llamarles la atención), la preposición para (para que haya tantos globos que cubran el cielo) y otros similares. Algunas construcciones consecutivas rechazan, sin embargo, estos contextos prospectivos, como se explica en el § 45.14k, sea cual fuere el modo en el que aparezcan: *Dígale usted cada cosa que se {quede ~ queda} estupefacto.

25.13m La inducción del subjuntivo a la que se hizo referencia en el apartado precedente es característica de las oraciones de relativo. De hecho, cuando el determinante tal se pospone a un grupo nominal indefinido, se obtiene una estructura similar a las relativas, como en Se armó {tal lío ~ un lío tal} que hubo que llamar a la policía. Sobre algunas diferencias entre estas dos construcciones, véase el § 45.14q. En una variante del esquema que se describe, el sustantivo carece de artículo. Esta pauta ha dado lugar a las locuciones conjuntivas (§ 31.11j) de forma que —es decir, ‘de (una) forma (tal) que’—, de manera que y de modo que. Así, en Se lo teñía del mismo color castaño de la juventud y lo aumentaba con una serie de postizos hábilmente dispuestos de manera que el moño parecía una torre (Allende, Retrato), podría haberse dicho ‘… de manera tal que el moño parecía una torre’. En esa construcción se expresa que la manera en que están dispuestos ciertos postizos da lugar al parecido de que se habla.

25.13n Las locuciones que se mencionan —o quizás solo el determinante tal que envuelven— actúan por sí mismas como inductores del modo en la llamada interpretación consecutivo-final46.10u). La diferencia entre esta construcción y la relativa se comprende fácilmente al contrastar la irregularidad del subjuntivo en Está presentando el informe que todos {esperan ~ *esperen} con la gramaticalidad de esta opción modal en Está presentando el informe de manera (tal) que todos {quedan ~ queden} satisfechos. A pesar de que de manera que puede considerarse locución en esta estructura, se habla en ella de cierta forma particular de hacer algo. La opción que elige el subjuntivo se denomina tradicionalmente consecutivo-final porque la manera particular de la que se habla está orientada hacia la consecución de cierto objetivo. Esta interpretación es asimismo la que se obtiene en el siguiente texto: Se agrupan de modo que estén juntos los que pertenecen a cada una de las dos parcialidades de Francia y Austria (Gil Zárate, Carlos II), donde se dice que cierta agrupación tiene lugar de modo tal que se pueda alcanzar cierto objetivo. Al igual que sucede con otros complementos circunstanciales, el grupo sintáctico que la locución constituye puede aparecer en un inciso, pero no deja de estar integrado en la oración, en la que hace referencia a cierta forma particular de realizar algo: Le hicieron saber en público, de manera que todos lo oyesen, que unos navíos, a causa del tiempo que llevaban sin navegar, se encontraban comidos por la broma (Miralles, J., Cortés).

25.13ñ Las locuciones mencionadas admiten otro uso, llamado ilativo, en el que encabezan una estructura (coordinada para unos, pero subordinada para otros, como se explica en el § 46.11) separada del predicado principal por una pausa. En este otro sentido, admiten las paráfrasis y como consecuencia de ello, y por tanto, así que y otras similares que no son apropiadas en la pauta que se acaba de describir. El modo característico de esta construcción es el indicativo:

Y, llegándose a él, puso la una mano en el arzón delantero y la otra en el otro, de modo que quedó abrazado con el muslo izquierdo de su amo (Cervantes, Quijote I); Yo no tenía sueño, de manera que tomé el libro de gramática de debajo de la almohada y me dispuse a leerlo (Millás, Orden); Ni su padrastro ni su madre llegaban nunca antes de las diez, de forma que su casa era un territorio libre (Etxebarria, Beatriz).

25.13o Se ha observado que la interpretación final alcanza también a veces a las construcciones ilativas; en ese caso, se elige el subjuntivo. Así, en Eran tan amigas que habían abierto una puerta para comunicar los jardines, de manera que estuviesen siempre en contacto (Moix, Arpista), no se habla de la manera de abrir cierta puerta, sino más bien del objetivo que se persigue con ello. La pausa, representada por lo común con una coma en la escritura, es un elemento fundamental para distinguir la estructura propiamente consecutiva, interna a la oración, de la construcción ilativa, externa a ella. La coma que precede a de forma que en el texto siguiente permite diferenciarlas, ya que en su ausencia se interpretaría la construcción consecutiva-final que se describió en el apartado precedente: Y, por tanto, creo muy conveniente que os disfracéis, de forma que nadie os reconozca (Matute, Gudú). Así pues, la presencia de la pausa permite identificar aquí una construcción ilativa en la que se expresa el objetivo que se pretende con disfrazarse. Si se suprime la coma, se obtiene una construcción consecutiva en la que se habla de cierta manera particular de disfrazarse que se elige porque se entiende que dará lugar a determinado resultado.

25.13p Se construyen generalmente con indicativo luego, conque, así que y otras conjunciones y locuciones conjuntivas ilativas. En cambio, de ahí que admite los dos modos. El subjuntivo es mucho más frecuente en los textos, pero el indicativo se documenta también de manera ocasional:

Y de ahí que el cambio consista en que la fe se vuelva y se desplace ahora hacia la materialidad de la palabra (Sánchez Ferlosio, Homilía); De ahí que, al ser alcanzado por el horror individual o colectivo, la situación le resulte familiar más allá de todo sobrecogimiento (Goytisolo, Liberación); El trabajo es importante para el hombre, de ahí que todas las figuras que se han encontrado en Palmira sostienen en la mano el símbolo de lo que hicieron en vida (Regàs, Viaje).

Cabe pensar que esta alternancia está relacionada con la que ponen de manifiesto los verbos conllevar, implicar, suponer y otros similares que presentan lo que se deduce o se colige a partir de cierto estado de cosas (§ 25.4l), como en Ello no implica que se {ha ~ haya} de ampliar el presupuesto. El subjuntivo se asimila en parte al llamado temático25.3r) porque presenta la situación como parte del trasfondo informativo que el hablante y el oyente comparten, mientras que el indicativo la hace aparecer como información nueva, por tanto como el segmento relevante de la aserción.

25.13q Como se explica en el § 46.1q, las conjunciones causales se suelen construir en indicativo si no existe ningún elemento externo que induzca el subjuntivo: Como {estoy ~ *esté} resfriado, me abrigo bien la garganta; Estoy aquí porque me {han ~ *hayan} llamado; Saldremos mañana, ya que no {queda ~ *quede} nada que hacer. No es excepción comoquiera que, ya que esta locución, propia de los registros elevados, admite un uso como adverbio relativo modal en el que se construye con subjuntivo (comoquiera que lo piense usted hacer). Cuando adquiere valor causal, comoquiera que se emplea en general con indicativo. Se recomienda escribir comoquiera (en lugar de como quiera) en este uso. Los textos que se reproducen respetan la grafía original:

Como quiera que esta débil humanidad nunca supo detenerse en el justo medio, pasó del Año Cristiano a Pigault Lebrun (Larra, Fígaro); Y como quiera que lo único que hoy tenemos en España es ignorancia y orgullo, no se puede pedir más perfecta representación de lo que somos (Ganivet, Trabajos).

Son escasos los testimonios del subjuntivo en estos contextos, que se registran especialmente cuando la forma de subjuntivo adquiere el valor de una forma de indicativo. Si en lugar de tuviese se hubiera elegido tenía en Mas como quiera que este solo tuviese un hijo, y no existiesen ramas colaterales, comenzó a temer que pudiera extinguirse su raza (Alarcón, Relatos), no se habría alterado el significado, aunque sí (en alguna medida) el tono literario del fragmento. Es también literario el uso de como por comoquiera que que se atestigua en este ejemplo: Como hubiese cesado la lluvia, se retiraron las forasteras (Pascual, Flora).

25.13r Las oraciones introducidas por la conjunción porque se construyen con subjuntivo cuando están bajo el ámbito de algún operador. El más característico de todos ellos (aunque no el único, como se verá) es la negación:

El Estado que habían forjado los Reyes Católicos no se desmembró porque tuviese una estructura, digamos, confederal. Se desmembró por su fracaso, principalmente ideológico o cultural (Fernández Suárez, Pesimismo); No había robado porque quisiera cometer una hazaña sino porque quería romper un pacto (Gopegui, Real); Si hay que acabar con la República no es porque vaya mal, sino porque podría ir bien (Miralles, Dragón); Yo no vengo porque esté de moda (Marsillach, Ático).

En el primer ejemplo de esta serie, no se dice que cierto Estado dejara de desmembrarse, sino que la razón que se menciona no fue la que ocasionó dicha desmembración. Si bien la situación que se describe en la subordinada se da generalmente por cierta (en este ejemplo, que la estructura confederal de la que se habla existía), esa información puede cancelarse de manera explícita sin dificultad, como en No estudia inglés porque lo necesite, que no lo necesita, sino porque le gusta. Por otra parte, la información sustitutiva que aporta la causa real o efectiva se menciona en casi todos los ejemplos del grupo anterior (en varios de ellos encabezada por sino), pero queda tácita en el último: Yo no vengo porque esté de moda.

25.13s Una característica notable de las construcciones causales mencionadas es que siguen interpretándose bajo el ámbito de la negación cuando están antepuestas, ya que la presencia del subjuntivo asegura que se mantiene tal interpretación: Porque sea la Navidad, no vamos a tirar la casa por la ventana; Porque él se crea un ídolo, no hemos de adorarlo. Véanse además los § 48.4-5. Como sucede en otras manifestaciones del foco de la negación (§ 40.6), el adverbio no puede ser también contiguo al elemento focalizado:

Aquí permanece, porque es útil para todos, no porque tenga magia (Anson, Don Juan); Sintió una tristeza infinita, no porque supiera que iba a morir, sino por todos los libros que había proyectado escribir y nunca escribiría (Cercas, Soldados).

La presencia del modo indicativo en la subordinada causal otorga a esta ámbito mayor que a la negación (§ 20.9, 40.6 y 48.4-5). Así pues, en No habló con él porque estaba enojada, se expresa la causa de que alguien dejara de hablar con otra persona. En No habló con él porque estuviera enojada (donde la subordinada causal tiene ámbito menor que la negación), se da a entender que la conversación se produjo, y se añade que la causa de que alguien hablara con ese individuo no fue el enojo, sino otra razón que queda tácita. Se ha observado, no obstante, que el indicativo permite algunas veces la interpretación de ámbito menor, como en Ella sabe que si no volvió no fue porque no quiso, sino porque no pudo (Mendoza, M., Satanás). Como cabe esperar, son raros los casos de «no porque + indicativo», pero se documentan ocasionalmente: Era uno de esos clubes a los que la gente, por un curioso efecto de retroalimentación, va no porque le gusta sino porque está de moda (Paz Soldán, Materia).

25.13t Los verbos que expresan rechazo u oposición se asimilan al adverbio no y a otras palabras negativas en este punto, como en También se ha descartado que la aeronave se precipitase a tierra, un minuto después del despegue, porque estuviese sobrecargada (Rumbo 25/8/1997). Otros inductores negativos producen el mismo efecto. Está entre ellos el adverbio solo, cuyo significado está próximo al de ‘prácticamente nadie’ (§ 48.6k): ¡Solo un loco puede creer que lo que se necesita es que el Notario Mayor de la Curia ascienda a Presidente de la República porque estemos cansados del gobierno de don Bernardo! (Chase, Pavo). En los § 25.2m, 25.7b y 25.11w se vieron otros efectos de este adverbio en la elección del modo.

25.13u Los indefinidos negativos (§ 48.1c) caen asimismo bajo el ámbito de la negación, como en No hablaba con nadie. En el § 48.4w se observa que, situados bajo el ámbito de la negación, se interpretan como focos de esta. Por ello resultan forzadas las oraciones en las que un inductor negativo abarca a la subordinada causal bajo su ámbito y ejerce a la vez su efecto sintáctico sobre dichos indefinidos. Se prefiere, pues, el indicativo en pares como No hablaba con nadie porque {estaba ~ estuviera} enojada. Cabe pensar que las excepciones que se registran se deben al efecto de la interpretación externa o proposicional de la negación (§ 25.7d y 48.2a), como en Aclaró que no persigue a nadie porque sea amigo de CAP (Universal [Ven.] 16/7/1996), equivalente a No es cierto que persiga a nadie porque sea amigo de CAP.

25.13v Existen otros operadores modales que inducen el subjuntivo porque abarcan a la subordinada causal bajo su ámbito. La interrogación es uno de ellos, como en ¿Pero crees que se halla menoscabado mi honor porque haya corrido en pos de una aventura? (Grassi, Copo). El que emite esta oración pregunta retóricamente si la razón que se menciona es real, y por tanto la cuestiona como válida. El resultado es similar al que se obtendría si se hubiera dicho No se halla menoscabado mi honor porque haya corrido en pos de una aventura. Otras fórmulas retóricas dan lugar a una interpretación parecida, como en ¡Bastante se le da al hijo de su padre porque haya herejes allá o deje de haberlos! (Pereda, Puchera). Los contextos no factuales que inducen el subjuntivo en estas construcciones pueden ser más amplios. Así, el subjuntivo que se subraya en la siguiente oración no está inducido por una negación ni por una interrogación: Si tienes que quedarte en la calle porque la puerta {está ~ esté} cerrada, llámame. Aun así, con la prótasis condicional se introduce una situación prospectiva. La razón de que esta situación pueda darse es la que expresa la subordinada causal en subjuntivo, de modo que el efecto obtenido es similar al que tendría lugar en Si fuera porque la puerta {está ~ esté} cerrada.

25.13w Los cuantificadores comparativos más y mejor pueden inducir el subjuntivo en las oraciones causales cuando adquieren la llamada interpretación correctiva o sustitutiva45.12f, g), en la que se da a entender que una persona o cosa ha de ocupar el lugar de otra, como puede observarse en Más por cumplido que porque fueras a hacerlo, aceptaste y te hiciste llevar la comida a tu dormitorio (Martínez Salguero, Combate). Lo mismo ocurre en la coordinación distributiva (§ 31.3). En estos casos se establece igualmente una disyunción y se dice que cualquiera de las dos opciones que se mencionan puede ser elegida, como en Tiene el puesto asegurado, bien sea en Segovia, bien sea en Madrid (Razón [Esp.] 16/12/2003) o en Me interesa sobre todo alguien capaz de entregarse en sacrificio, ya sea por un principio espiritual, ya sea para salvarse a sí mismo (López Navarro, Clásicos). El subjuntivo que manifiestan estas oraciones puede, a su vez, inducir el que aparece en la subordinada causal, como sucede en el siguiente texto: Ante una reacción negativa, ya sea porque el problema persista o ya porque desaparezca dando lugar a otro peor por repercusión interna, la Alopatía, sin pérdida de tiempo, remite al paciente a la cirugía (Lasprilla, Reflexiones).

25.13x En los apartados anteriores se comprueba que los elementos inductores del subjuntivo en las oraciones causales constituyen un paradigma nutrido cuyo representante característico es la negación. Sin embargo, no es el único, ya que otros operadores (sean de naturaleza modal o cuantificativa) proporcionan asimismo los entornos apropiados. Cabe pensar que algunos predicados que introducen contextos irreales en subjuntivo dan lugar en estas oraciones a un proceso de inducción modal mediata similar al que se explicó en los § 25.12c-f. Considérese, por ejemplo, el subjuntivo que se subraya en Es lamentable que haga esas tareas porque se las {pagan ~ paguen}. Su inductor no puede ser el verbo hacer (cf. *Hace esas tareas porque se las paguen). El adjetivo lamentable induce el subjuntivo en su complemento (haga), y en él debería terminar, en principio, su efecto sintáctico. El subjuntivo en paguen es, por tanto, inesperado (en el sentido indicado en los § 25.8d-i), ya que carece propiamente de inductor. Ahora bien, en esta oración se expresa que es lamentable que cierto estado de cosas sea la causa de una acción real, y se sugiere que sería más adecuada alguna otra razón que la justificara. Desde este punto de vista, el predicado lamentable induce de manera indirecta el subjuntivo en la oración causal a través del subjuntivo intermedio haga, lo que es coherente con la interpretación que esa oración recibe.

 

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