Sintaxis

46 Construcciones causales, finales e ilativas

46.10 Locuciones de sentido causal y final

46.10a Las locuciones conjuntivas causales y finales se forman con diversos recursos sintácticos. No obstante, como sucede con otras locuciones, existen dos formas de interpretar las construcciones que forman, ya que la conjunción que que contienen puede analizarse como parte del término de una locución preposicional, en lugar de como un componente de la locución conjuntiva. En efecto, la pauta «preposición + sustantivo + de» da lugar a locuciones preposicionales causales como a causa de, con motivo de, en razón de, por causa de, por motivo de, y por razón de, entre otras que se mencionan en este y en los apartados siguientes. Una opción consiste en entender que, al agregarles la conjunción subordinante que, de acuerdo con el proceso que se describe en los § 1.10j y 31.11j, se obtienen las locuciones conjuntivas a causa de que, con motivo de que, entre otras similares. Existe, sin embargo, un segundo análisis que no requiere el cambio en la clase de palabras. De acuerdo con esta opción, el segmento que encabeza la conjunción subordinante que puede interpretarse como una subordinada sustantiva en función de término de preposición. Desde este segundo punto de vista, las locuciones preposicionales que se subrayan en los textos siguientes:

Concentran grupos y actividades económicas “secundarias” y “terciarias”, las cuales a su vez en razón de su modernidad producen excedentes (Rocharbrún, Campesinos); Más de media hora estuvo babeando frente al vidrio, hechizado por mor de esa figura del tamaño de una mano que mostraba al cacique Guatavita en el momento del ritual (Gamboa, Páginas); Y, sin embargo, también en ellas podía hablarse de rasgos unificadores, sea en razón de su condición de mujeres burguesas de edad intermedia, sea en razón de un fenómeno mimético generado por Mela (Goytisolo, Estela); Parecían mucho más blancos aún que el marfil pulido a causa del contraste con su piel cobriza (Prada Oropeza, Hora)

son las mismas que se marcan en estos otros:

Es el responsable de la disidencia entre las medicinas existentes, en razón de que el alópata distorsiona la biología (Puiggrós, Homeopatía); Y por mor de que no había de qué en el asunto de la cobranza, el hombre se iba con una cara de vinagre (Guerra Navarro, Pepe Monagas); En razón de ser carnaval, había baile (Martínez Guarino, Triángulo); Sin embargo, quizá a causa de que la inmediación de sus temas chocaba a veces con su técnica poética, más abstracta, ambos poetas caminaron hacia otros estilos (Hora 14/7/1997).

46.10b La diferencia entre los dos grupos de textos del apartado precedente, construidos con las mismas locuciones preposicionales, radica en que el término de la preposición es un grupo nominal en el primer caso y una subordinada sustantiva en el segundo, como se vio en el § 31.11l. Esta opción tiene la ventaja de que explica mejor que la otra alternativa la combinación de dichas locuciones con infinitivos. Así pues, en razón de puede interpretarse sin dificultad como locución preposicional en el ejemplo citado de Martínez Guarino En razón de ser carnaval… Se extiende el razonamiento a en virtud de y a otras muchas locuciones preposicionales. Se ejemplifican a continuación los tres términos que admite la locución preposicional en virtud de (grupos nominales, oraciones de infinitivo y oraciones de verbo en forma personal):

Hay algo que me tira hacia abajo, en virtud de una extraña ley de gravedad (Cano Gaviria, Abismo); En virtud de no haberse cumplido lo dispuesto en el oficio, el juez Ledesma remitió el caso a la Corte Suprema de Justicia (Clarín 22/3/1979); Ahora, en virtud de que el Tíbet se encontraba ya libre de toda opresión, debía incorporarse junto con sus hombres a las fuerzas armadas (Velasco Piña, Regina).

Como se ve, la elección entre las alternativas que se han propuesto afecta a la segmentación de estas secuencias: [en virtud de] [que el Tíbet se encontraba ya libre], en una de las opciones, frente a [en virtud de que] [el Tíbet se encontraba ya libre], en la otra. Esta doble posibilidad recuerda en alguna medida la que se establece en el caso de porque y para que, analizada en los § 46.2a y ss. Todo parece indicar que —con algunas excepciones, que se estudiarán en esta misma sección— el primero de estos dos análisis presenta más ventajas, sobre todo porque no se le aplican las consideraciones relativas a la integración gráfica que caracterizan a la conjunción porque46.2g).

46.10c La existencia de series como las que ilustran las citas del apartado precedente no implica que tales alternancias se extiendan a todas las locuciones preposicionales. Así, por ejemplo, en vista de es hoy una locución mucho menos usada con infinitivo que con grupo nominal o con verbo en forma personal:

El presidente del Partido, en vista de la pestilencia del ambiente, nos propuso retirarnos (Araya, Luna); En vista de que el médico no le permitía abandonar ese pueblo y esos cerros que se habían convertido en una especie de cárcel, se dispuso a todo (Alegría, Mundo); Luego se contrae un poco el sentido para referirse más especialmente a las carreras del estadio donde se concursa en vista de ganar premios (Ortega Gasset, Universidad).

Análogamente, «por causa de + grupo nominal» es de uso general, mientras que «por causa de + subordinada sustantiva» es una estructura más restringida. Aun así, se registra tanto en el español europeo como en el americano, con frecuencia algo mayor en el segundo:

Mal puedo disimular mi naturaleza meditativa, por causa de la cual nunca seré un hombre de acción (Arenales, Arauco); Después tuvimos que atravesar el bosque y por causa de ser grande era oscuro y tenebroso (Grupo Investigaciones Agrarias, Vida); Sigue creciendo por causa de que el cine y la recién nacida televisión no han vivido aún en anchura de tiempo, de lugares, de crítica (Ruffinelli, Guzmán).

Se mencionan otros casos similares en los § 29.9 y 46.10e y ss.

46.10d Son escasos los argumentos a favor de la primera hipótesis mencionada en el § 46.10a, según la cual la adición de la conjunción que convierte en conjuntivas estas locuciones preposicionales. Aun así, puede tenerse en cuenta esta opción cuando se observa un cambio notable en el significado de la locución. En efecto, a fuer de (donde fuer es apócope de fuero) significa ‘a ley de, en razón de, en virtud de’ y admite a menudo paráfrasis con por ser o como consecuencia de ser, seguida de sustantivos y adjetivos, como en a fuer de buen cristiano, a fuer de escéptico. En cambio, a fuer de que se emplea con el sentido de ‘a riesgo de que’: A fuer de que me juzguen como un tipo que solo enseña las fotos bonitas, de lo que sí voy a hablarles es de las mujeres de mi vida (Guelbenzu, Río). No se considera correcto el uso de «a fuer de + infinitivo» en el sentido de ‘de tanto’ (A fuer de enviarles cartas conminatorias, consiguieron que retiraran la demanda).

46.10e La locución preposicional por motivo de (como en por motivo de viaje, de negocios, de sexo, de origen, de trabajo, de idioma, etc.) se documenta ampliamente en España hasta el siglo xix y la primera mitad del xx. Se sigue usando hoy en las áreas rioplatense y caribeña, así como en algunos países centroamericanos, si bien no posee en todas esas zonas la misma vitalidad. En otras está hoy reducida a la lengua rural. He aquí algunos ejemplos de ella con términos nominales y oracionales:

Casi me descoyuntaron / por motivo de una gresca (Hernández, J., Martín Fierro); No podrá establecerse discrimen alguno por motivo de raza, color, sexo, nacimiento, origen o condición social ni ideas políticas o religiosas (Ostolaza, Política); Fue ascendido a coronel afectivo de Artillería, grado de mayor jerarquía en el Ejército por motivo de haberse suprimido por el Congreso los grados de General de Brigada y General de División (Hora 19/7/2000); Aletean, aunque tienen tantas alas, por motivo de que desde la primera guía hasta la última forman un cuadrado (Cárdenas, S., Sistema).

Se consideran incorrectas las variantes con motivo a y por motivo a, tengan término nominal u oracional.

46.10f Corresponden a la misma pauta «preposición + sustantivo + de» las locuciones preposicionales de sentido causal a base de y a fuerza de, pero se considera incorrecta en base a, como se explica en el § 29.9. No se consideran locuciones por miedo a y por miedo de: Conservaba un velador encendido toda la noche, por miedo de que el mundo desapareciera en las tinieblas (Mujica Lainez, Invitados), puesto que el sustantivo miedo admite modificadores (por el tremendo miedo a que lo castigaran) y puede sustituirse por otros: temor, respeto, etc.

46.10g Sobre el esquema «sustantivo + preposición» se forman las locuciones preposicionales de sentido causal gracias a y merced a29.9i). El significado del sustantivo gracias, sobre el que está formada la primera de ellas, exige que la situación denotada por la oración principal sea considerada positiva o favorable:

Yo vivo gracias a que una mujer me da de mamar (Cela, San Camilo); De manera que el hombre puede empezar a tener una historia personal merced a que existe en él una “prehistoria” fisiológica (Aisenson, Cuerpo).

Se está extendiendo, no obstante, el uso de gracias a en contextos en los que no se alude a estados de cosas positivos, lo que muestra un proceso progresivo de desemantización de esta partícula: El virus Blaster, para algunos el más peligroso de la historia, se infiltró en miles de ordenadores de todo el mundo gracias a un fallo en el sistema operativo Windows (Voz Galicia 15/1/2004). Se prefiere a causa de u otras locuciones causales en estos contextos. Cabe decir lo mismo de la ya citada en virtud de. Se diferencian estas locuciones de por culpa de, que implica una valoración contraria de ese estado de cosas. Aun así, ha de tenerse en cuenta que no es infrecuente alterar estos requisitos semánticos cuando se desea provocar algún efecto irónico.

46.10h La pauta «participio + que» da lugar a las locuciones conjuntivas dado que, habida cuenta (de) que, puesto que, supuesto que y visto que, que se examinaron en los § 46.6ñ y ss. Se asimila en parte a ellas la locución preposicional debido a. Aunque se documenta esporádicamente en los textos esta locución seguida de infinitivo, esta variante no se suele considerar elegante, por lo que no se recomienda:

Debido a ser un delito cometido por un español en el extranjero es competencia de la Audiencia Nacional (Vanguardia [Esp.] 17/3/1995); El delantero Dennis Scott tampoco fue titular el domingo y solamente jugó durante seis minutos supuestamente debido a tener adoloridas las rodillas (Nuevo Herald 28/4/1997).

46.10i En la Argentina, la República Dominicana y sobre todo Venezuela, se registra la locución motivado a con el sentido que corresponde a debido a o a con motivo de. Esta construcción carece de prestigio, por lo que se desaconseja:

No se ha registrado este cuadro agudo o al menos los pacientes lo han olvidado, tal vez porque se presenta con menor intensidad, posiblemente motivado a la penetración de una pequeña cantidad de virus (Sandner, Sida); Se observó un ajuste programado en el servicio de electricidad, además del alza de precios en gas doméstico, motivado a los aumentos en los costos operativos (Nacional 2/7/1996).

46.10j La mayor parte de las locuciones causales que se mencionaron en los apartados precedentes son preposicionales y admiten, con las diferencias que se han explicado, términos nominales u oracionales. Las que se analizan en este apartado y en los siguientes (hasta el § 46.10m, inclusive) son únicamente conjuntivas. En efecto, sobre la pauta «adverbio + que» se forma la locución causal ya que, analizada en el § 46.6. Con el adverbio cuanto se forman por cuanto y en tanto en cuanto (la última más frecuente en el español europeo que en el americano):

Las doctrinas de Boileau […] no podían haber prevalecido, por cuanto en la misma literatura francesa se desmoronaban al influjo arrollador de los nuevos ideales (Vallejo, Romanticismo); La libertad existe en tanto en cuanto se crean las condiciones necesarias a fin de que pueda ejercitarse (Fernández Ordóñez, España).

No se ha extendido, en cambio, en la lengua formal por cuanto que, que se usa esporádicamente, acaso por contagio de mientras que:

La iniciativa de Elkarri es novedosa por cuanto que introduce un elemento de debate que, personalmente, me resulta del máximo interés (País [Esp.] 10/11/1997); Ya no levantarían las cabezas rojas por cuanto que su batalla de siglos había concluido en derrota (Padilla, Imposibilidad).

46.10k La pauta «preposición + que» da lugar, como se explicó, a la conjunción porque. En Chile, la Argentina, el Uruguay y otros países, se usa ocasionalmente la locución conjuntiva causal desde que, unas veces restringida a la lengua coloquial y otras en registros más elevados. Esta locución conjuntiva es diferente de la combinación desde que con valor temporal, de uso general en español. En efecto, en las áreas lingüísticas mencionadas se construyen oraciones como Desde que (‘puesto que, en vista de que’) no tenemos plata, nos vamos, o como las que aparecen en los textos siguientes:

Desde que la cantidad de hidrógeno disponible permanece invariable, nos vemos obligados a asumir que cada molécula de Cloruro de Hidrógeno contiene solamente la mitad de átomos de Hidrógeno (Díaz Chávez, Principios); Desde que sin la presencia de este deseo el acto médico […] resultaría incomprensible, no debe tratarse este problema en los términos de una ausencia del deseo (Chiozza, Cuerpo); Desde que no podemos rechazarlos, porque eso sería lastimar derechos adquiridos, desde que no podemos admitirlos sin sanción legal alguna porque eso importaría crear un poder nuevo y superior a la Constitución; debemos legalizarlos (Poder Legislativo 22/3/1989).

Se registran ocasionalmente algunas variantes de desde que no aceptadas por la norma actual: deque, desque, dende que y ende que.

46.10l Sobre la pauta «preposición + que» se ha formado asimismo la locución mediante que, usada en la lengua no estándar de algunas zonas del Paraguay con el sentido de ‘gracias a que’ o, en general, ‘a causa de que’, como en Mediante que ya no hay ruido, estamos más tranquilos. Aparece de forma esporádica en los textos que reflejan el habla coloquial: Así que decían en mi familia que mamá salió tan bien de su operación mediante que yo trabajaba en la quinta (Rodríguez Alcalá, G., Cuentos). La construcción se usa también con una variante concesiva, que tampoco ha pasado a la lengua formal y que se recomienda evitar igualmente: Mediante que no me pagaban, no estaba enojada.

46.10m Muestra la estructura de los grupos preposicionales la locución desde el momento en que, que pertenece al español común. La combinación admite un uso no lexicalizado si la partícula que se interpreta como pronombre relativo, como en desde el momento (en) que te vi44.7b), pero es locución causal cuando no se refiere al instante en que da comienzo un estado de cosas, sino a la razón que lo justifica (§ 44.6a). En estos casos, desde el momento (en) que equivale aproximadamente a en tanto en cuanto o a en tanto que. Se ilustra en primer lugar la variante con en:

¿Me preguntas lo que pienso hacer? Renunciar a un papel que empieza a ser criminal y hasta ridículo desde el momento en que solo puede servir para ayudar a vulgares ambiciones (Galdós, Episodios); No parecía que fuera con ellos el problema, desde el momento en que tenían la casa bien blindada (Martín Vigil, Defensa); Tal vez hemos creído demasiado en las fórmulas, que se hacen mágicas desde el momento en que son fórmulas (Naranjo, Caso).

A la variante sin en corresponden estos otros:

Para nosotros no existe la protección del silencio; casi diría que, desde el momento que lo tenemos, la conversación acerca de trivialidades propias y ajenas nos protege (Benedetti, Quién); Desde el momento que mi paredro había levantado a Osvaldo, ¿qué derecho tenía el inspector a echarnos del tren? (Cortázar, Modelo).

Cuando la expresión desde el momento (en) que se interpreta con valor temporal, constituye propiamente un grupo preposicional. En este uso admite adjetivos (desde el preciso momento en que) y también adverbios de foco (solo desde el momento en que).

46.10n Las locuciones analizadas en los apartados precedentes de esta sección son causales. Se obtienen pautas muy similares en las locuciones de valor final. En efecto, el esquema «preposición + sustantivo + preposición» da lugar a un gran número de locuciones finales. Muchas de ellas se forman con sustantivos que expresan intención, propósito o finalidad: con ánimo de, con intención de, con miras a, con vistas a, en orden a, a fin de, a efecto de (o a efectos de). Estas expresiones muestran notables diferencias en sus usos como locuciones preposicionales de término nominal. Algunas (con miras a, con vistas a, en orden a) no presentan apenas restricciones en dicho término: No solo le interesaba disponer de los fardos robados según hemos visto, sino de los que se proponía seguir obteniendo con miras a una explotación conjunta en gran escala (Donoso, Casa), pero otras están mucho más restringidas. Así, con ánimo de suele usarse con una serie no muy extensa de sustantivos sin determinante (lucro, revancha, robo, triunfo, victoria, etc.), aunque puede ser ampliada:

Lupita sigue bailando, echando vivas y con ánimo de juerga (Castellanos, R., Eterno); Pero lo mejor de todo es que celebremos estas fiestas con ánimo de amor y de paz (Faro Vigo 2/1/2001); Al margen de la broma literaria, la expresión ha podido sumarse desde entonces a las insinuaciones seductoras de aquellos cónyuges con ánimo de aventura extraparlamentaria (Grijelmo, Seducción).

46.10ñ Las locuciones que se mencionan son mucho más frecuentes en los textos cuando se construyen con término oracional, sea con infinitivo o con verbo en forma personal. Esta es la razón de que sean clasificadas habitualmente como locuciones conjuntivas, seguidas de la conjunción que. En efecto, las locuciones a fin de y con intención de son muy infrecuentes en la lengua escrita construidas con grupo nominal:

Lo cual no obstaba para que Kassim prolongara más sus veladas a fin de un mayor suplemento (Quiroga, H., Amor); Ha venido con intención de desgarro “27 horas”, el segundo largometraje de Moncho Armendáriz (ABC 20/9/1986); Se tendrán en cuenta, tanto los éxitos como los fracasos, a fin de su evaluación (Bello Díaz, Epistemología).

En cambio, las variantes respectivas con oración subordinada de verbo en forma personal son de uso general, como en a fin de que no queden dudas o en Y la cogió del brazo con intención de que hiciera girar el volante (Aparicio, Retratos). En función de estas preferencias marcadas, es frecuente analizar a fin de que y con intención de que como locuciones conjuntivas de sentido final, lo que se considera adecuado.

46.10o En la tradición se suele extender este análisis a las variantes con infinitivo, como en a fin de averiguar la verdad o en Juan Carlos ha salido temprano de la capital con intención de visitar a sus familiares (Revilla, Guatemala). Esta extensión se considera mucho más polémica en la actualidad, como se expone en el § 26.13. Una de las razones que explican su naturaleza controvertida radica en que el complemento infinitivo presenta unas veces las propiedades esperables en los términos de las preposiciones (en orden a restablecer los contactos > en orden a ello), lo que contradice este análisis, mientras que otras no las muestra (a fin de averiguar la verdad > *a fin de ello), lo que parece apoyarlo.

46.10p No se han incorporado a la lengua estándar las locuciones a objeto de, a virtud de, con vista a y en vistas a. Sí lo han hecho, en cambio, con miras a y con vistas a, de sentido final, así como a resultas de, de significado causal, que alterna con de resultas de. Estas locuciones se consideran preposicionales y suelen admitir los tres tipos de términos que resultan esperables (grupo nominal, infinitivo y oración de verbo en forma personal). Se ejemplifican los tres con a resultas de:

“Monstruo es un animal engendrado en el vientre a resultas de una formación contrahecha”, díjolo Capivacio (Sigüenza Góngora, Libra); Es un pionero en la materia a resultas de tener una actividad agrícola muy desarrollada (Excélsior 12/1/1997); A resultas de que el príncipe troyano, París, había raptado a la esposa de Menelao […], provocó la guerra cuyo recuerdo perdura (Tribuna [Hond.] 6/2/2009).

La última de estas variantes es menos usada que las anteriores.

46.10q Las locuciones mencionadas a efectos de y en orden a son, al igual que las anteriores, más frecuentes en el lenguaje periodístico, el político y el administrativo, pero se documentan ocasionalmente en otro tipo de textos. Cabe agregar a ellas con el objeto de y al objeto de. Como se ha señalado, se considera incorrecta, en cambio, a objeto de:

Hemos puesto en pie de igualdad a los delincuentes de la marginalidad y a los políticos, en orden a que todos deben afrontar el peso de la ley (Mundo [Esp.] 2/5/1994); Tan solo tenían que registrar sus nombres, a efectos de que nuestro censo quedara saneado (Arenales, Arauco); Se lo comunico a ustedes al objeto de que no estén impacientes (Sánchez Ferlosio, Jarama); Dirigíase otra vez al convento referido, donde rezaba el rosario, volviendo por último a su casa con el objeto de amenizar una corta, selecta, y ejemplarísima reunión de personas (Tapia Rivera, José Campeche).

46.10r La locución preposicional en aras de significa ‘a favor de o en interés de’. Se registra su uso con términos nominales y oracionales:

La casualidad hizo que fuera testigo […] de la reconciliación de Antonio y Salvador en aras de un mismo propósito: matar al Chivo (Vargas Llosa, Fiesta); […] en aras de salvar el proceso democrático de una sociedad perturbada por los salvajismos dictatoriales (Vanguardia [Esp.] 20/10/1994); Precisamente, la Fiscalía recibió una copia del reciente dictamen de la Contraloría el jueves anterior, en aras de que inicie las investigaciones del caso (Nación [C. Rica] 16/11/1996).

No obstante, se prefieren los primeros porque, de acuerdo con el significado del sustantivo ara, se espera un término nominal que designe aquello en cuyo beneficio se hace algo. Se considera incorrecta la variante en aras a. También se prefiere «de cara a + grupo nominal», como en Revistió una evidente modestia, al menos en comparación con lo acontecido en Italia y de cara a una modernización semejante a la de este país (Tusell, Historia), a las variantes con término oracional, que se registran esporádicamente en los textos.

46.10s No se asimilan por completo a las locuciones los grupos preposicionales construidos con la preposición con y los sustantivos deseo, fin, idea, propósito y otros similares precedidos de artículo, por lo que las expresiones a las que dan lugar no se integran en el paradigma de las partículas. Se trata de construcciones como las siguientes:

Con el deseo de que no se perdiesen las buenas costumbres, anunció que subiría una vez más por la escalera de servicio (Blasco Ibáñez, Jinetes); Intenta acumular una riqueza material, con la finalidad de alcanzar un bienestar del espíritu (Vela, Literatura); Me vi obligada a esperar hasta casi las dos de la mañana con el fin de que ningún vecino se percatara de nuestra presencia (Vázquez-Figueroa, Sultana); Piensa concentrar en el puerto los instrumentos de percusión de todas las orquestas de la ciudad y de las municipalidades vecinas, con el propósito de que sean tocados a la hora del homenaje (García Márquez, Obra periodística).

46.10t Frente a los sustantivos que forman parte de las locuciones descritas en los apartados anteriores, los que se acaban de mencionar admiten artículos (con el deseo de que, con el fin de que) y también adjetivos (con el evidente fin de, con el loable deseo de que, con el noble propósito de, con la idea fija de, etc.), así como demostrativos (con ese inconfesable deseo, con tal fin). He aquí otros ejemplos de esta pauta:

Basada en un caso real de tres adolescentes —dos chicos y una chica— de clase media que roban y matan con la vaga idea de hacerse con dinero […] (Mundo [Esp.] 20/2/1995); Seguía fumando con el único propósito de que yo supiera dónde estaba (Muñoz Molina, Beltenebros); Mas con el íntimo deseo de dejar que el lío se hiciera aún mayor […] (Núñez Alonso, Lazo).

46.10u Las locuciones de (tal) forma que, de (tal) manera que y de (tal) modo que se suelen usar con valor consecutivo, como se explica en el § 45.14. No obstante, todas ellas adquieren valor final, sin perder necesariamente su significación consecutiva, empleadas con subjuntivo, como en estos fragmentos:

Pensando que el mago los ilusionaba de modo que me vieran como una persona normal, decidí referir lo que me había hecho (Sábato, Túnel); Me ayudó a arreglar mi naturaleza muerta, el vaso, las tres naranjas, la cuchara dentro del vaso de tal modo que le diera el reflejo exacto (Poniatowska, Diego); Atarse un zapato de tal manera que no vuelva a desatarse hasta la noche es algo que requiere cuidado y tiempo (Millás, Visión).

Así pues, de modo que me vieran significa aproximadamente ‘para que me vieran’ o ‘con intención de que me vieran’, mientras que de modo que me veían significa ‘de forma tal que (como resultado) me veían’. Sobre esta última construcción, véanse también los § 25.13k y ss. y 31.11j. No se recomienda la fórmula redundante de modo y manera que, que se documenta a veces en los textos periodísticos tanto en el español americano como en el europeo.

46.10v En el español americano se emplean las locuciones de manera de y de modo de seguidas de infinitivo y con sentido final. Así pues, de modo de solucionarlo significa ‘a fin de solucionarlo’. Se ilustra esta pauta en los ejemplos que siguen:

El Club se fue cerrando en torno a Oliveira de manera de dejar fuera a Babs (Cortázar, Rayuela); Dejé correr la línea, de modo de arrastrar la mosca bien lejos del bote (Bioy Casares, Muñeca); Lean muy atentamente las anteriores entregas de esta circular-perpetua de modo de hallar un sentido continuo a cada vuelta (Roa Bastos, Supremo); Urge contar con más especialistas nacionales en tecnología de materiales, formados mediante el diseño y construcción y lanzamiento de satélites, de forma de reducir fallas no solo de nuestros satélites, sino de la planta satelital mundial (Excélsior 1/9/2000); Estaba parado de costado, como había visto hacer en las películas, de manera de escamotear el cuerpo a los disparos de su rival (Soriano, León).

Los infinitivos que contienen estos grupos conjuntivos no alternan con grupos nominales (de manera de huir ~ *de manera de la huida), lo que hace pensar que no se asimilan a las preposiciones. Se considera incorrecto sustituir en estas construcciones la preposición de por a, uso que se registra ocasionalmente. Se trata de construcciones anómalas como de manera a no perderlo de vista, en lugar de de manera de no perderlo de vista.

46.10w La locución con tal de (que) se usa siempre con subjuntivo o con infinitivo, y adopta la variante con tal que, igualmente correcta. Se caracteriza por que introduce el resultado de la acción o el proceso presentados en la oración principal. Es frecuente que siga a oraciones construidas con cuantificadores universales o asimilados a ellos (§ 19.3a y ss.), como cualquier(a), nada, todo, etc., como en Es capaz de cualquier cosa con tal de que la escuchen; No delataría a nadie con tal de no verse él mismo descubierto, o en Fue tomando ese aire sumiso del que acepta todo con tal de que le engorden la ganancia (Zunzunegui, Chiplichandle). No obstante, la locución se admite en otros contextos si el estado de cosas que se presenta en la oración principal se considera necesario para obtener el resultado del que se habla, como en La niña se habría comido tres platos de papilla con tal de que hubiera regresado su gatita o en estos otros ejemplos:

La eternidad habría esperado con tal de vengarse (Asturias, Presidente); Los padres, a pesar de su rabia y desconcierto, acataron la recomendación, con tal de que el niño fuera aceptado (Tiempo [Col.] 7/4/1997); Están dispuestos a destruir nuestro pasado y nuestras tradiciones con tal de vender sus productos (Regàs, Viaje).

En las oraciones que se ajustan a esta pauta se entiende que, sea cual sea el estado de cosas descrito en la oración principal, se acepta si se alcanza con ello el objetivo que se describe en la subordinada. La situación que se expresa en la oración principal no tiene por qué ser extrema en sí misma, pero ha de entenderse que es compensada por el objetivo que se persigue, como se pone de manifiesto en Doy con gusto alguna cantidad con tal de evitar una vergüenza; pero conste que ese dinero lo tiro por la ventana (Galdós, Prohibido).

Información adicional

En relación con este capítulo, las siguientes entradas del Glosario de términos gramaticales podrían ser de su interés:
conjunción causal, conjunción final, locución conjuntiva, oración (subordinada) adverbial causal

 

Nueva gramática de la lengua española
Real Academia Española © Todos los derechos reservados

cerrar

Buscador general de la RAE