Sintaxis

46 Construcciones causales, finales e ilativas

46.4 Causales y finales argumentales y no argumentales

46.4a En la presente sección se mostrará que los complementos internos al predicado pueden ser o no argumentales (recuérdense los § 1.12e y ss.) y se comprobará que esta distinción se aplica, de forma similar, a las construcciones causales y a las finales. Se interpretará, además, el concepto de ‘predicado’ en el sentido amplio (aproximadamente equivalente al de ‘núcleo predicativo’, que se introdujo en el § 1.12e), lo que permite extenderlo a varias clases de palabras. Los complementos internos se oponen en su conjunto a los externos, que se analizarán con más detalle en las siguientes secciones de este capítulo.

46.4b Los modificadores causales y finales internos al predicado pueden ser argumentales o bien adjuntos o circunstanciales. Los primeros constituyen complementos de régimen, por lo que están seleccionados por un núcleo que puede corresponder a varias categorías (§ 36.10). Como se explicó en los § 46.2a y ss., sobre todo el § 46.2f, las oraciones subordinadas causales pueden analizarse como grupos preposicionales que contienen subordinadas sustantivas como término de una preposición. Si se cruzan los criterios sintácticos fundamentales que se han mencionado —es decir, el término de la preposición causal, la clase de palabras a las que el grupo preposicional complementa y el carácter argumental o circunstancial del conjunto—, se puede obtener la siguiente clasificación de construcciones causales:

A. Grupos preposicionales causales adjuntos (o no argumentales):

1. De término oracional:

a) Complementos del verbo o del grupo verbal: Se fue a su casa porque le dolía mucho la cabeza.

b) Complementos del nombre: la supuesta dimisión del concejal porque no quería perjudicar a su partido, o Un miedo aterrador le arañaba el alma, [] un doloroso y lacerante miedo porque en los ojos de su anciano amigo leyó la desesperación (Hernáez, Ladrón).

c) Complementos del adjetivo:Qué alivio —dice ella, feliz porque él le ha dicho Laurita, y solo la llama así cuando está contento (Bayly, Mujer); Lleno de desesperación porque iba a alejarse, caminaba maquinalmente (Castro, R., Flavio).

2. De término nominal:

a) Complementos del verbo o del grupo verbal: Murió por una sobredosis de barbitúricos; Sale a pescar por afición, no por trabajo.

b) Complementos del nombre: su explicable enfado por el comportamiento de su socio; la cirrosis por culpa del alcohol que arrastra desde hace meses.

c) Complementos del adjetivo: famoso por sus desplantes a los periodistas.

B. Grupos preposicionales causales argumentales:

1. De término oracional:

a) Complementos del verbo o del grupo verbal: Se desvivía por que su presencia y figura fueran admiradas de cuantos pudiesen verlas (Galdós, Episodios).

b) Complementos del nombre: Conocen ustedes bien nuestro interés por que el servicio mejore.

c) Complementos del adjetivo: estudiantes muy preocupados por pasar el curso.

2. De término nominal:

a) Complementos del verbo: Destacan por su tamaño.

b) Complementos del nombre: el temor por la inseguridad.

c) Complementos del adjetivo: estudiantes muy preocupados por su futuro.

Las subordinadas causales más características corresponden al primero de los grupos de este esquema. Como se ve, es posible establecer relaciones entre todos estos complementos porque las oraciones causales se reinterpretan como grupos preposicionales, tal como se explicó en los § 46.2a y ss. Nótese que los complementos de régimen no dejan de expresar la causa de algo por el hecho de ser argumentales. Así, en el ejemplo que se cita de Galdós: Se desvivía por que su presencia y Ógura fueran admiradas…, el complemento de régimen subrayado no deja de introducir alguna causa. Sobre este mismo punto, véanse los § 36.10c-l.

46.4c Los términos oracionales de la preposición por pueden ser oraciones subordinadas sustantivas de verbo en forma personal, como en porque era muy estricto, pero también oraciones subordinadas de infinitivo, como la subrayada en por ser muy estricto. La relación entre estas dos variantes se analizará en el § 46.9. El lugar de la subordinada sustantiva es ocupado a veces por un adjetivo o un grupo adjetival, como en Eso te pasa por tonto; Siempre los suspendían por vagos, o en estos otros ejemplos:

El gaucho es noble y no muere derrotado ni por delincuente ni por bárbaro (Ferla, Drama); Había caído en un lazo por débil, por imbécil (Clarín, Hijo); Mi angustia, y la de ellos, era una sensación tan deshabitada como la tierra que atravesábamos al paso por los Monegros, seca y desaforada, inexplicable por triste, por inútil, por vacía (Nasarre, País); No amamos nuestra tierra por hermosa, por alegre o triste (Cardoza, Guatemala); Lo corrieron por borracho y dormidor (Hayen, Calle); Hemos gozado todo. Y si sufrimos es por idiotas (Monsiváis, Aires).

Se suelen interpretar estas oraciones como construcciones en las que se elide el infinitivo del verbo ser, como en Esto te pasa por (ser) tonto o en Más sabe el diablo por viejo (es decir, ‘por ser viejo’) que por diablo (es decir, ‘por ser diablo’). Véase también sobre esta construcción el § 38.10a. De acuerdo con este análisis, el atributo lo es del sujeto sobrentendido del infinitivo. Ese sujeto tácito se puede referir al elemento nominal o pronominal contenido en el complemento indirecto del verbo principal (Esto le pasa a tu amigo por tonto), pero también al que aparece en el complemento directo (Lo expulsaron por incumplidor), en el circunstancial (No quiso ir con ella por antipática), así como en el sujeto, sea este paciente (Fue expulsado por incompetente) o agente (Ascendió por astuto e intrigante).

46.4d La preposición por introduce complementos argumentales de verbos que expresan acciones orientadas hacia ciertos objetivos, con un valor muy cercano al final (recuérdense los § 46.2n, ñ). Se trata de verbos como esforzarse, luchar, velar y otros similares que denotan la acción de poner empeño o porfía en algo. También se forman con un complemento argumental introducido por la preposición por muchos predicados verbales, nominales o adjetivales que expresan reacciones afectivas o emotivas, como el ya citado preocuparse. Se muestran a continuación algunos ejemplos de ambos grupos:

También se había esforzado por estudiar la historia de la Orden (Najenson, Memorias); He visto a los trabajadores de La Prensa interesarse por solucionar su problema de vivienda (Beltrán, Realidad); Los primeros días llegaban todos muy asustados, impacientes por averiguar para qué se les citaba (Meza Suárez, Tío); No es posible que no se preocupara por ti (Alegría, C., Detén); Pronto borré de mi pensamiento esa idea y me avergoncé por haberla tenido (Cuauhtémoc, Grito); El temor por que aquel hombre apareciese se fue transformando en temor por que no volviese (Gavilanes, Bosque).

La secuencia por que no se sustituye en estos casos por ya que o puesto que, a diferencia de las oraciones en las que introduce complementos no argumentales. En el § 39.8b se analiza la diferencia entre los grupos preposicionales de término nominal de interpretación actual (hacer algo por necesidad, ‘porque se tiene necesidad’) y los de interpretación prospectiva (hacer algo por dinero, ‘para obtener dinero, porque se desea dinero’).

46.4e Con la preposición de se introducen también complementos argumentales y adjuntos. Los límites entre ambos son a veces escurridizos (§ 46.4j), pero predominan entre los primeros, como en el caso de por, los verbos y adjetivos que expresan ciertas reacciones afectivas o emocionales:

En aquella época todos estábamos muy orgullosos de nuestro presidente (Salvador Hoy 31/1/1997); Los estadounidenses […] tenían muy avanzada la investigación del caso, pues se desesperaban de la cerrazón del entonces fiscal federal Santiago Valdés (Victoria Zepeda, Casta); Habrán sido macabramente felices de contemplar tu ruina por la pantalla (García Sánchez, Alpe d’Huez); Los dirigidos por Antonio López prometieron ofrecer hoy un buen espectáculo, para que la gente salga contenta y satisfecha de haber visto un juego aceptable (Tiempos 2/2/1997).

Menos claro es el carácter argumental de los complementos de alegrarse, llorar o quejarse, como se explica en el § 39.8h. Los complementos argumentales que denotan la causa que suscita la acción en el caso de arrepentirse, burlarse o jactarse se analizan en el § 36.8l.

46.4f La preposición de introduce complementos circunstanciales con un significado cercano al de las construcciones consecutivas, lo que da lugar a alternancias como No podía caminar {del frío que tenía ~ de tanto frío como tenía}, que se analizan en el § 45.14. Las preposiciones de y por pueden alternar cuando introducen complementos de verbos y adjetivos de reacción afectiva, como los que se vieron en los apartados precedentes. El término de estas preposiciones es un sustantivo o un grupo nominal. Se observa esta alternancia en los dos pares siguientes:

Sentí pena de ella y me la traje a vivir conmigo (Gala, Invitados); Ahí estaba la tía Meca, tan blanca y espantada que sintió pena por ella (Vargas Llosa, Fiesta); Se retiraba satisfecho por haber cumplido con su deber (Clarín, Hijo); Era una mujer demasiado satisfecha de serlo (Savater, Caronte).

Se analizan otros aspectos de estas alternancias en el § 36.4ñ.

46.4g La preposición con introduce asimismo complementos adjuntos de sentido causal, como en el texto que sigue: Los acabados también constituyen una capa protectora que impide que la madera se maltrate con el calor o con el roce y uso constante del mueble (Lesur, Barniz). La relación entre los complementos de causa, instrumento y compañía introducidos por esta preposición se analiza en los § 39.5e y ss. y 39.6. Además, con da lugar a construcciones de sentido consecutivo y causal, como en con tanto esfuerzo como puso en ello, aun cuando muestran algunas diferencias con las que se construyen con la preposición de. Véase sobre este punto el § 45.14. Las locuciones preposicionales causales introducen complementos adjuntos (por tanto, no argumentales), así como diversos tipos de construcciones causales externas. Se trata de expresiones como gracias a, debido a, a base de y otras similares que se analizarán en el § 46.10.

46.4h Los grupos preposicionales de sentido final se pueden clasificar con los mismos criterios que se han introducido para los causales, con lo que se obtienen grupos sintácticos paralelos a los que se presentaron en el § 46.4b:

A. Grupos preposicionales finales adjuntos (o no argumentales):

1. De término oracional:

a) Complementos del verbo: Leía un rato antes de dormir para que le viniera el sueño.

b) Complementos del nombre: gruesas mantas de lana para soportar las duras noches de invierno.

c) Complementos del adjetivo: Siempre sigiloso para no despertar a los niños, entraba en casa cada noche a eso de las once.

2. De término nominal:

a) Complementos del verbo: Se paralizarán estos días las obras en las carreteras para un más rápido regreso de los automovilistas.

b) Complementos del nombre: un nuevo parque para el disfrute de los ciudadanos.

c) Complementos del adjetivo: servicios renovables trimestralmente para mayor comodidad del usuario.

B. Grupos preposicionales finales argumentales:

1. De término oracional:

a) Complementos del verbo: El termostato sirve para que la temperatura no suba demasiado.

b) Complementos del nombre: Los manuales para aprender informática están en la segunda planta.

c) Complementos del adjetivo: No era la postura más adecuada para recibir noticias (Longares, Romanticismo).

2. De término nominal:

a) Complementos del verbo: Se les preparaba para cualquier contingencia.

b) Complementos del nombre: Sus deseos de exhibirse en la vitrina azteca serán un acicate para un buen rendimiento del equipo (Nación [C. Rica] 7/1/1997); Yo tengo un remedio para eso (Wolff, Balsa).

c) Complementos del adjetivo: necesario para la vida, una cantidad insuficiente para una casa nueva.

46.4i Son varias las nociones semánticas en torno a las que se agrupan los complementos argumentales de interpretación final que introduce la preposición para. En cierta forma, resulta paradójico que admitan esta preposición muchos sustantivos que expresan la noción de causa: justificación, motivo, pretexto, razón (recuérdese el § 46.1c), como en motivos para la esperanza; razones para actuar. Se da mayor compatibilidad entre el núcleo y el complemento cuando el primero designa otras nociones, muchas de las cuales comparten el hecho de estar orientadas prospectivamente. Los límites que las separan no son siempre precisos, pero entre esos conceptos cabe señalar los siguientes (algunos de estos complementos de régimen alternan con los encabezados por otras preposiciones):

noción semánticaverbossustantivosadjetivosejemplos
uso o provecho aprovechar, servir beneficio, provecho, utilidad aceptable, adecuado, aprovechable, inútil, provechoso, útil No sirves para trabajar aquí; con gran provecho para todos; útil para que la gente viva más cómoda
aptitud, capacidad o atribución capacitar, habilitar, legitimar aptitud, arrestos, atribución (más usado en plural), capacidad, competencia, fuerza, habilidad, inteligencia, invitación, olfato, poder, potestad, sensibilidad, talento, vista apropiado, apto, capacitado, hábil, idóneo, inepto, torpe Le faltaban fuerzas para continuar; una extraordinaria capacidad para resolver complicados cálculos; su gran olfato para los negocios; apto para el ciclismo
preparación o disposición acreditarse, mentalizarse, predestinar, prepararse acreditación, disposición, predestinación, preparación dispuesto, listo, predestinado, preparado, presto, pronto prepararse para un examen; dispuesto para el combate
suficiencia bastar, faltar, sobrar suficiencia bastante, justo, suficiente Bastan unos pocos coches para que se forme un gran embotellamiento; Falta uno para la docena; el tiempo justo para alcanzar el ómnibus
necesidad, condición o conveniencia hacer falta condición, importancia, ocasión, oportunidad, relevancia, requisito conveniente, importante, imprescindible, indispensable, ineludible, necesario, oportuno lo que más nos conviene para mejorar; su gran oportunidad para darse a conocer; una medida imprescindible para que se pueda lograr el acuerdo
medios, instrumentos y recursos antídoto, aparato, autorización, botón, dispositivo, herramienta, licencia, máquina, medio, permiso, remedio, salvoconducto, solución, subterfugio, treta, truco, vacuna, vía   un salvoconducto para pasar las líneas enemigas; permiso para salir; el botón para que se detenga el ascensor en caso de emergencia; una servilleta para limpiarse; el teléfono para llamar
instrucción o dirección directriz, instrucción, medida, regla   instrucciones para usar el lavarropas
impulso o estímulo acicate, estímulo, reto, revulsivo   un acicate para los estudiantes
impedimento obstar amenaza, dificultad, impedimento, inconveniente, óbice, obstáculo, peligro, problema, traba   Ello no obsta para que sigamos estando en desacuerdo; problemas para estacionar; trabas administrativas para cualquier gestión

46.4j La relación de conceptos semánticos presentada en el apartado anterior no es exhaustiva. De hecho, los límites entre los complementos argumentales y los adjuntos se hacen acaso más inestables en las construcciones finales que en otras áreas de la gramática, ya que son muchos los objetos físicos, los lugares e incluso los tiempos a los que se puede dar alguna utilidad o que pueden prestar un servicio: pastillas para calmar la tos, senderos para montar en bicicleta, una vacuna para curar el sida, tiempo para descansar. En este sentido, es particularmente polémico el concepto de instrumento39.6a y ss.). Algunos autores sostienen que los complementos introducidos por para en los que se modifica a un sustantivo que designa un instrumento (como en el ejemplo mencionado el botón para que se detenga el ascensor) no deberían ser considerados argumentales, ya que el hecho de que se dé un determinado uso a algún objeto no permite crear una clase semántica de sustantivos. Recuérdese que el sustantivo manta encabeza un complemento adjunto en el segundo ejemplo del § 46.4h. Pero cabe también pensar que los complementos de los nombres de instrumento introducidos por la preposición para son argumentales en tanto en cuanto las nociones de ‘uso’ o de ‘finalidad’ forman parte de la definición misma de instrumento. Se observan con algunos nombres de este grupo alternancias entre de y para, como en el paño {de ~ para} limpiar el polvo, la llave {de ~ para} abrir la alacena. Se analizan varios aspectos de la gramática de los complementos de instrumento en los § 39.5 y 39.6.

46.4k Otros gramáticos han sugerido que algunos de los usos recogidos en la lista que se presenta en el § 46.4i encierran una elipsis de determinados adjetivos modales, como en una condición (indispensable) para que la salsa resulte sabrosa, un recurso administrativo (necesario) para obtener la subvención, motivos (suficientes) para protestar, pastillas (útiles) para calmar la tos. Nótese que en algunos de estos casos podría decirse del adjetivo modal que comprende o abarca, de manera abstracta, la denotación del sustantivo. Cabe pensar, en efecto, que una condición es (en principio, y en función de su propia definición) algo que resulta indispensable o necesario para otra cosa. Existe relación entre estos hechos y alternancias como empezar {una botella ~ a beber una botella}34.3g) o Después de {un cigarro ~ fumar un cigarro}30.6m).

46.4l Se acepta generalmente, en alguna de sus posibles variantes, el análisis de la elipsis para explicar la omisión de los adjetivos bastante y suficiente, que seleccionan la preposición para, como en ¿Tenemos leche para desayunar todos? (es decir, ‘leche suficiente’) o en Aquí hay espacio para dos automóviles (es decir, ‘bastante espacio’). Puede extenderse este análisis a algunos de los sustantivos mencionados en el § 46.4i, como en No tenía fuerzas [fuerzas suficientes] para subir las escaleras. Se asocian a veces las construcciones que se acaban de mencionar con los efectos irónicos provocados por alguna exageración, como en Había comida (como) para un regimiento (es decir, ‘comida suficiente como para…’); Tienes aquí botellas de cerveza (como) para poner un bar; Veo que trajiste papel (como) para escribir una novela. Algunas fórmulas lexicalizadas favorecen de forma especial esta interpretación:

Dado que no tienen seguidores como para parar un tren, la otra noche dieron una lección de tecno-rock fortísima que sorprendió en gran manera al poco público que se dio cita en la Sala Revólver (Mundo [Esp.] 4/5/1994); Tampoco el juego del Albacete fue para tirar cohetes (País [Esp.] 23/2/2004).

Repárese, en el mismo sentido, en que en el siguiente texto se omite lo suficiente, pero es preciso interpretarlo para dar sentido a la oración No conocía a Bárbara como para poner la mano en el fuego por ella en toda circunstancia (Rojo, A., Matar). Como se explica en el § 45.14v, estos son fundamentalmente los contextos en los que para alterna con como para. Sobre la relación que mantienen los adjetivos bastante y suficiente con la noción de finalidad, véanse también los § 20.5a y ss.

46.4m Los cuantificadores demasiado, mucho y poco20.5b y ss.) pertenecen al mismo esquema que se describió en los apartados precedentes. Mucho y demasiado se omiten a veces en estos contextos, como en Tiene que estar mal (esto es, ‘muy mal’) mi madre para haber venido a limpiarme así la casa (Grandes, Aires). Su presencia se hace necesaria, en cambio, en otros muchos ejemplos, especialmente si la oración final se forma con tiempos compuestos. También en estas construcciones suelen alternar para y como para:

Los ejemplos son muy abundantes como para reseñarlos in extenso (Vidal, Cristianismo); Y es muy doloroso el tema como para bromear (Asís, Flores); El polígono estaba demasiado lejos de su casa como para que hubiera llegado hasta allí andando (Grandes, Aires); Amanecía un día demasiado invernal para haber tenido vísperas de manga corta (Sánchez Espeso, Alas); ¿Pero no le parece que usted está un poco crecidita para jugar con muñecas? (Donoso, Casa); Imponía su voluntad, tenía mucho carácter como para ser la última y no respetaba a nadie (Posse, Pasión).

Se explican otras particularidades de la alternancia Es {bajo ~ demasiado bajo} para jugar al baloncesto en el § 47.14ñ. Como se hace notar en ese lugar, la cuantificación que la construcción exige puede expresarse también con recursos léxicos, como en El mundo me pareció perfecto para haber sido hecho en siete días (Millás, Articuentos).

46.4n Al igual que las locuciones preposicionales causales (debido a, gracias a, etc.) no introducen complementos argumentales, tampoco lo hacen las locuciones finales: El permiso {para ~ *a fin de} salir del cuartel lo concede el capitán; Este local no es apto {para ~ *con el propósito de} que se impartan clases a niños. En el § 46.4c se comprobó que existen términos adjetivales de la preposición por (por loco, por ignorante). Se documentan construcciones finales, parecidas a estas, constituidas por nombres de oficios, ocupaciones y otras situaciones sociales, sean transitorias o no:

Era un libro de ciencia […] su autor, un naturalista inglés que iba para médico pero que se licenció en teología (Sabadell, Monos); Entonces estudiaba para ingeniero, creo recordar (Martín Gaite, Nubosidad); Estaba casada con un consejero de Antibióticos bien situado para ministro (Longares, Romanticismo); Solo la quería para esposa como un adorno social (García Márquez, Amor); Mientras jugaba al fútbol estudió la carrera de Derecho y aprobó después las oposiciones para abogado del Estado (País [Esp.] 9/9/1977).

Solo en algunas de ellas cabe entender que se omite el verbo ser. Así, una diferencia relevante entre estudiar para médico y estudiar para ser médico estriba en el hecho de que solo en la segunda expresión pueda añadirse otro complemento al verbo estudiar: Estudia bioquímica; Estudia mucho, etc. Ello sugiere que para médico constituye un complemento argumental de estudiar en el primer caso y no en el segundo.

46.4ñ En los apartados anteriores se mostró que los complementos de causa y de finalidad pueden ser modificadores circunstanciales o adjuntos que especifican la justificación o el propósito de determinadas acciones, situaciones o estados de cosas, pero también complementos argumentales que, aunque puedan ser optativos en determinadas circunstancias, están seleccionados por núcleos pertenecientes a varias clases de palabras con los que se establece determinada compatibilidad semántica. El reinterpretar las subordinadas adverbiales causales y finales como grupos preposicionales permite asignarles un lugar específico en un conjunto de relaciones sintácticas y semánticas considerablemente más amplio.

Información adicional

En relación con este capítulo, las siguientes entradas del Glosario de términos gramaticales podrían ser de su interés:
construcción consecutiva, oración (subordinada) adverbial final

 

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