Sintaxis

40 Las funciones informativas

40.2 El concepto de tópico (I). Estructura y posición de los tópicos

40.2a Se explicó en la sección precedente que las nociones de tema, rema, información conocida o información nueva no siempre coinciden con segmentos sintácticos. Sí lo hacen, por el contrario, los conceptos de tópico y foco. Es hoy de uso general el término tópico para designar los segmentos temáticos destacados o desgajados de la oración que aparecen más frecuentemente en la lengua oral que en la escrita. También se emplea el término tópico para hacer referencia a la posición sintáctica periférica que estos segmentos ocupan. Así, la oración La fruta, me dijo Marta que la iba a comprar ella consta de dos segmentos que la coma separa. El tópico es la fruta y el resto del mensaje introduce cierta información relativa a esa materia, aun cuando es claro que la fruta no es el sujeto de esta oración.

40.2b Se percibe en este punto cierta divergencia terminológica entre los especialistas en las funciones informativas. Todos concuerdan en que el segmento la fruta introduce información temática en el ejemplo propuesto, pero el hecho de que esté desgajado permite que adquiera ciertas propiedades sintácticas que lo caracterizan como una noción más específica que la de tema. Contribuye notablemente a ello el que el término tópico designe también una posición sintáctica. En efecto, si la oración Las angiospermas tienen los carpelos en forma de ovarios, introducida antes, se usa en una conferencia acerca de las angiospermas, el segmento subrayado en ella será el tema. No será, en cambio, el tópico, puesto que dicho grupo nominal ocupa la posición de sujeto preverbal. Lo sería, en cambio, en la variante En cuanto a las angiospermas, se caracterizan por que tienen los carpelos en forma de ovarios, donde el segmento ahora marcado ocupa una posición periférica. Se usará aquí el término tópico en este sentido (más restrictivo que la noción de tema), es decir, como segmento sintáctico asociado a una posición destacada o desgajada.

40.2c Frente a los tópicos, los focos son, por el contrario, segmentos remáticos que ponen de relieve cierta información en el interior de un mensaje. El proceso de realzar o resaltar ese fragmento, o de considerarlo en relación con sus posibles alternativas, se lleva a cabo con diversos medios fónicos y sintácticos. Son focos los elementos que se subrayan en estas oraciones:

¿Cómo que no te llamé? Te llamé ayer; A mí la película me encantó; Una cerveza bien fría me tomaría yo ahora; Ella me quiere a mí; Fue aquí donde puse la cartera; Con esta copa fue que lo premiaron.

Al igual que los tópicos se distinguen de los segmentos temáticos, que pueden ser mayores, también los focos pueden constituir parte de los remas. Se dedicarán a la noción de foco los § 40.4-9. Los tópicos pueden ser analizados en función de tres criterios:

A. Su estructura interna

B. Su posición sintáctica

C. Su vinculación con la oración a la que corresponden

En esta sección se analizarán los criterios A y B. El criterio C se estudiará en la sección siguiente.

40.2d De acuerdo con el criterio A, los tópicos pueden ser grupos nominales, pronominales, preposicionales o adverbiales. También pueden serlo los adjetivales, en las condiciones restrictivas que se verán en esta misma sección. Los tópicos iniciales introducen en la oración aquello de lo que se va a hablar:

La danza la empieza la pulguita capitán, a la que se unen las demás (Tiempos 3/2/1997); De la rodilla estoy bien (Tiempo [Col.] 16/4/1994); Eso de la felicidad no lo tengo yo demasiado claro (Savater, Sinapia); Técnicamente, la operación había sido correcta (Martínez Salguero, Combate).

40.2e Aun así, debe resaltarse que estos tópicos desempeñan papeles discursivos ligeramente diferentes. Los llamados adverbios de punto de vista (§ 30.9p, q), como técnicamente, químicamente o administrativamente, se asimilan a los tópicos puesto que fijan el ángulo (en el sentido en que se usó la metáfora al final de la sección anterior) desde el que se aborda lo que sigue, y no tanto porque establezcan que las oraciones que los contienen versan acerca de las disciplinas a las que hacen referencia. Se obtienen tópicos adjetivales en secuencias como Muy serio no creo que sea (Herrera, E., Cero), en la que sea alterna con lo sea. La interpretación de foco se descarta aquí por la presencia de la negación (§ 40.4l), pero también por la pauta entonativa, característica de los tópicos. Aun así, es claro que esta oración no habla acerca de la seriedad, sino que introduce como materia discursiva el grado elevado en que se posee cierta propiedad, para establecer luego un comentario en relación con él. Los tópicos pueden ser asimismo oracionales, en particular si las oraciones son de infinitivo (Claudicar, no pienso hacerlo: § 40.3q y ss.), de gerundio (Lamentándote, no consigues nada) o de participio (Destruida por las invasiones bárbaras, la ciudad se volvió a levantar en el siglo xi).

40.2f Los tópicos pueden aparecer introducidos por diversas expresiones que los marcan como informaciones temáticas: a propósito de, de acuerdo con, en cuanto a, en lo relativo a, en lo que respecta a, en relación con, hablando de, por lo que se refiere a, respecto a o respecto de, entre otras. Se anteponen en particular a los grupos nominales:

En lo relativo a la promoción turística, se debe manejar la idea de integrar los turismos de cultura con el ecológico (Hora 30/4/1997); En lo que respecta a las políticas de integración regional, estas vienen planteándose como una necesidad desde hace más de medio siglo (Getino, Mirada); Por lo que se refiere a mi carta, cuyo envío tendré que aplazar hasta mañana, interrumpo aquí con el propósito de continuar esta tarde (Cano Gaviria, Abismo); A propósito de gatos, Faucett, tráeme mi uñita de gato, hija (Bayly, Días); Hablando de paradojas, vino Helga a limpiar y mi escritorio sigue sucio (Rovner, Premio),

pero también a las subordinadas sustantivas: En cuanto a que se trata de un tema de los menos trabajados […] lo podemos constatar con una revisión bibliográfica sobre el material publicado y disponible (Ulloa, Dinero).

40.2g Aunque estos elementos introductorios no estén presentes, se sobrentiende igualmente la información que aportan, al menos ante los grupos nominales y pronominales. Así, el grupo nominal el respeto es el tópico en El respeto yo diría que tiene dos componentes (CREA oral, Costa Rica). Aparece, como se ve, en una posición periférica delante del sujeto preverbal (yo) y admite interpretaciones como ‘en cuanto al respeto’, ‘en lo relativo al respeto’, puesto que introduce la noción de la que se va a decir algo. Los focos, por el contrario, rechazan estas paráfrasis, y admiten (en la mayor parte de los casos) otras formadas con copulativas enfáticas (es lo que…, es quien…, es donde…), ya que resaltan, realzan o ponen de relieve una información particular entre otras opciones que se pueden presentar.

40.2h Como se ha explicado, aunque los tópicos y los focos puedan aparecer antepuestos, se interpretan semánticamente de manera diferente. Si se comparan las dos secuencias Dinero no le faltaba y Vergüenza debería darle, se observará que ambas tienen un elemento nominal antepuesto, pero la primera oración significa aproximadamente ‘En cuanto al dinero, no le faltaba’ (dinero se interpreta como tópico), mientras que la segunda significa, también aproximadamente, ‘Vergüenza es lo que debería darle’ (vergüenza se interpreta como foco). Las paráfrasis que se obtienen se corresponden, por tanto, con dos interpretaciones informativas claramente diferenciadas. El proceso de anteposición que afecta a este último sustantivo (vergüenza) se examinará en los § 40.4i y ss. El que se aprecia en el primero se analizará en las páginas siguientes.

40.2i No es frecuente la ambigüedad entre la interpretación de un segmento inicial como tópico o como foco. La entonación de los focos antepuestos es, con escasas excepciones, más prominente que la de los temas, y no van seguidos de una ligera pausa, a diferencia de lo que sucede a menudo con estos últimos. Existen, además, otros aspectos de la sintaxis de ambas construcciones, relativos a la reduplicación de pronombres o a la posición de segmentos antepuestos, que las distinguen marcadamente, como se explicará en las páginas que siguen. Ello no impide que algunas secuencias puedan ser compatibles con ambas interpretaciones en el contexto adecuado. Así, con el enunciado De la próxima función depende nuestra sobrevivencia (Laguado, Guiñol), el hablante puede querer decir que es de cierta función, y no de otra cosa, de la que depende algo (interpretación de foco), pero también puede introducir un grupo preposicional como tópico, al igual que en De eso prefiero no hablar (interpretación de tópico).

40.2j En el ejemplo propuesto antes Lamentándote, no consigues nada, se obtiene un gerundio interpretado como tópico, especialmente si la lectura es condicional (‘si te lamentas’, ‘si optas por lamentarte’). No obstante, si se omite la pausa, representada aquí por la coma, se podría analizar el gerundio como un adjunto de modo o manera antepuesto. Esta interpretación (‘Lamentándote es como no consigues nada’) es característica de los focos, no de los tópicos. Se obtienen también, de forma similar, las dos interpretaciones en secuencias como En esta casa(,) viví yo diez años o en Con poca ayuda oficial(,) organizaron el congreso en función de la presencia o la ausencia de la pausa separadora. La pausa y la entonación resultan ser a veces, como se ve, los únicos factores que deciden entre una interpretación y la otra.

40.2k De acuerdo con el criterio B (su posición sintáctica), los tópicos se dividen en iniciales, finales y mediales. Los primeros son los más frecuentes, como se deduce de los apartados anteriores. Los tópicos finales son raros en español. A esta pauta corresponden secuencias como Yo ya se lo dije, que no encontraría nunca casa (Martín-Santos, Tiempo), pero también otras como No la había oído jamás, esta canción; Las van a repartir enseguida, las calificaciones, o Ya lo han traído, el sofá. Aun así, se ha observado que muchos hispanohablantes consideran forzadas estas oraciones, o bien las perciben como calcos de otras lenguas (particularmente del italiano o del catalán, en las que abundan los tópicos finales). En español son comunes, en cambio, los tópicos mediales, que suelen asimilarse a los incisos:

[…] una primavera que, en cuanto a desigual y caprichosa, nada tiene que envidiar a la que disfrutan ustedes en la coronada villa (Bécquer, Celda); Las mujeres, administrativamente hablando, […] son mejores que los hombres (CREA oral, Venezuela); Si aplicaba la Constitución al pie de la letra, particularmente en lo relativo a los artículos 3, 5, 27 y 130, podría aspirar a sosegar a los revolucionarios (Chao, Altos).

40.2l Los tópicos iniciales pueden concatenarse, pero raramente lo hacen fuera de la lengua conversacional o de las variantes de la escrita que la reflejan. Se subrayan los tópicos dobles en Dice que él esas cosas no las entiende; Mi abuela el arroz lo hacía siempre muy caldoso, o en estos otros ejemplos:

Cerca de Rosario, en Rengo, los derechos de los automovilistas se ven atropellados (Mercurio [Chile] 8/3/2004); A él los chicos está claro que cada vez le importan menos (Martín Gaite, Nubosidad); Yo lo que quiero es ver al señor Larrañaga (Bayly, Días); La gente lo que anda buscando es figuras que den respuestas, soluciones prácticas (Universal [Ven.] 27/10/1996); A mí los museos es que me agotan. Siempre me pierdo (Alonso Santos, Pares); Tú lo que estás es loco, tú lo que eres [es] más feo que yo no sé quién (CREA oral, Venezuela).

Se observa que, en un gran número de construcciones que se ajustan a esta pauta, uno de los dos tópicos iniciales se refiere a alguno de los participantes en el discurso. En la lengua conversacional son posibles tres, e incluso más, tópicos iniciales, situados uno a continuación del otro, como en Yo, hoy, de ese asunto no pienso hablar o en A él, el desayuno, los domingos se lo sirven en la cama. Los tópicos mediales o finales no son, en cambio, dobles o triples.

40.2m Son frecuentes en los registros menos formales de la conversación los llamados tópicos en suspenso, que suelen indicarse con puntos suspensivos en la escritura: El colegio del niño…, prefiero que se lo preguntes a él; El viaje a Italia…, mejor lo discutimos otro día. La entonación de estos segmentos iniciales se caracteriza por un tonema de suspensión y el alargamiento de los últimos segmentos. Desde el punto de vista informativo, se asimilan a los demás tópicos introductorios mencionados antes. Suelen distinguirse los tópicos en suspenso de los enunciados interrumpidos (o falsos comienzos). Los segundos son característicos de las situaciones, comunes en la lengua oral, en las que el hablante no prosigue una secuencia que ha comenzado a proferir, sino que cambia de asunto e inicia otro enunciado. Los tópicos en suspenso son retomados, en cambio, en la oración que introducen, a menudo a través de alguna referencia anafórica.

Información adicional

En relación con este capítulo, las siguientes entradas del Glosario de términos gramaticales podrían ser de su interés:
rema, tema2, tópico

 

Nueva gramática de la lengua española
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