Sintaxis

28 El verbo (VI). Las perífrasis verbales

28.1 Definición. Características fundamentales de las perífrasis verbales. Clases sintácticas de perífrasis

28.1a Se denominan perífrasis verbales las combinaciones sintácticas en las que un verbo auxiliar incide sobre un verbo auxiliado, llamado a veces principal o pleno, construido en forma no personal (es decir, en infinitivo, gerundio o participio) sin dar lugar a dos predicaciones distintas. El verbo auxiliar suele aparecer conjugado (No puedo entrar; Iremos considerando cada caso por separado), pero puede no estarlo en función de las características sintácticas particulares de la oración (Para poder entrar necesitamos autorización; No es imprescindible ir considerando cada caso por separado). Aun así, los verbos auxiliares se pueden encadenar, como en Debe de ir a empezar a cantar y en otras construcciones que se estudiarán en este capítulo. En tanto en cuanto el concepto de perífrasis verbal es subsidiario del de verbo auxiliar, se forman perífrasis encadenadas como consecuencia natural de que los auxiliares se puedan subordinar unos a otros.

28.1b El verbo pleno o principal mantiene en estas combinaciones sus complementos y, en general, sus propiedades gramaticales, con excepción de la flexión verbal. Así, el verbo gustar se construye generalmente con sujeto y complemento indirecto, y requiere que este último se refiera a una persona o un animal, o con más exactitud al que experimenta una determinada actitud mental o sensorial respecto de lo designado por el sujeto. Este podrá ser a su vez un grupo nominal (Le gusta la música ligera), una oración sustantiva de verbo en forma personal (No le gusta que le contradigan) o una de infinitivo (¿Te gusta salir por las noches?). Todas estas propiedades de gustar se mantienen en las perífrasis verbales deber de gustar, dejar de gustar, ir a gustar y otras muchas. En efecto, el verbo auxiliar puede expresar en ellas muy diversos tiempos, modos y personas, mientras que el verbo auxiliado mantiene sus argumentos (recuérdese el § 1.12e), por lo que resultan naturales construcciones como No le debía de gustar la música ligera; Sabía que no te iba a gustar que te contradijeran; Le había dejado de gustar salir por las noches, y otras muchas similares. Análogamente, el verbo impersonal amanecer mantiene este rasgo sintáctico en las combinaciones estar amaneciendo, empezar a amanecer, acabar de amanecer y en otras parecidas. La ausencia de sujeto léxico que caracteriza a llover en oraciones como Llueve poco permanece asimismo en Está lloviendo poco; Tendría que llover más; Empezó a llover, o Puede llover por la tarde.

28.1c Frente al verbo auxiliado, el verbo auxiliar de las perífrasis no posee estructura argumental (§ 1.12i). No aporta, por tanto, complementos propios a la perífrasis ni denota el estado de cosas que en ella se presenta o se describe. En consecuencia, el sujeto de la oración El sol puede quemar la piel es el sol, pero la presencia de este elemento está determinada por el verbo quemar y solo indirectamente por el verbo poder (pero véase el § 28.6c para algunos casos en que es determinante la participación de ambos verbos). Los adverbios y otros adjuntos que aparecen en tales combinaciones se aplican igualmente al predicado formado por el verbo auxiliado, o bien a la combinación entera, pero no al verbo auxiliar en exclusiva. Así, en Volvió a cantar de mala gana, el complemento de mala gana solo indica la manera de cantar en una determinada ocasión. En cambio, en una combinación no perifrástica como Aceptó cantar de mala gana, ese mismo complemento podría denotar la manera de cantar, pero también la manera en que se aceptó hacerlo, independientemente de cómo se ejecute el canto. Se observa que la presencia de algunos modificadores adverbiales y preposicionales, sobre todo de carácter modal y aspectual, está favorecida por el auxiliar de la perífrasis, como en el caso de poco a poco en «ir + gerundio» (Iban llegando poco a poco: § 28.13c) o el de desde en «venir + gerundio» (una solución que se viene intentando desde hace años: § 28.14i y ss.), entre otros similares.

28.1d Las perífrasis verbales responden a esquemas fijos. Cada uno de ellos se establece en función del verbo auxiliar (como poder en la perífrasis «poder + infinitivo») y de la forma no personal del verbo principal o pleno con la que se combina. En el caso del infinitivo, el esquema sintáctico de la perífrasis verbal contiene a veces otro elemento gramatical, casi siempre prepositivo: a, de, por, como en «empezar a + infinitivo», «deber de + infinitivo», etc. La conjunción subordinante que, característica de «tener que + infinitivo», se acerca en su funcionamiento gramatical a las preposiciones, tal como se explicará en el § 28.5r, y, de hecho, conoció la variante de en la lengua medieval y clásica:

Yo tengo de ir do tú fueres (Encina, Plácida); Tengo de poner mano a la espada (Cervantes, Quijote II); ¿Qué tengo de hacer, si las estrellas […] la libertad me usurparon? (Tirso Molina, Desengaño).

Esta preposición permanece actualmente en el español hablado en la zona noroccidental de España, y también, con intención arcaizante, en algunas variantes de la lengua literaria.

28.1e Las perífrasis se clasifican en función de dos criterios fundamentales:

1. Su estructura sintáctica

2. Su significado

La división que se obtiene de acuerdo con el criterio 2 se explicará en la sección siguiente (§ 28.2). Atendiendo al criterio 1, las perífrasis se dividen tradicionalmente teniendo en cuenta la forma no personal del verbo que el auxiliar elige. Se agrupan así en perífrasis de infinitivo, de gerundio y de participio. Este criterio es el que se seguirá en la descripción de las perífrasis que se hace en esta obra. Algunos de los verbos empleados como auxiliares en las perífrasis de infinitivo aceptan otras formas no personales prescindiendo de la partícula subordinante (ir a leer ~ ir leyendo), siempre con diferencias de significado muy marcadas. El verbo estar admite gerundios (estar estudiando todo el día) y participios (estar estudiada una cuestión). También ir y llevar admiten gerundios (ir mejorando poco a poco, llevar viviendo mucho tiempo en el mismo sitio) y participios (ir envuelto en papel de regalo, llevar acoplado un micrófono), de nuevo con diferencias en la significación. Aun así, como se explicará en los § 28.15 y 28.16, los límites entre las perífrasis de gerundio y participio y las construcciones atributivas son inseguros.

28.1f Se suele llamar gramaticalización al proceso histórico por el que algunos signos léxicos de significado pleno y uso autónomo asumen valor gramatical en determinadas construcciones sintácticas, y, en general, gramaticales, como el verbo latino habēre (‘tener’) frente al español haber, auxiliar de los tiempos compuestos con significación perfectiva (§ 23.1h y ss.). Algunas expresiones afectadas por estos procesos sufren modificaciones en su contenido y en su forma de combinarse, pero en no pocos casos su valor primitivo es perceptible en los cortes sincrónicos del idioma. Así, el hecho de que «venir + gerundio» se construya a menudo con la preposición desde28.1c), como en Viene siendo así desde hace siglos, está relacionado con que venir sea un verbo de movimiento también caracterizado por ese régimen.

28.1g En el mismo sentido, el que «andar + gerundio» se combine tan a menudo con verbos frecuentativos que expresan acciones circunstanciales, episódicas u ocasionales, como en andar {callejeando ~ husmeando ~ tanteando} (como se explicará en el § 28.14c), está relacionado con el hecho de que fuera frecuentativo el verbo latino del que andar procede: ambulāre (‘andar por ahí, deambular’). El que «llegar a + infinitivo» (Llegó a ser ministro) denote un estadio final en una sucesión, expresa o implícita, está relacionado con que en su uso no perifrástico llegar se refiere también a la acción de alcanzar algún destino. Existen otros muchos casos similares. A ello se añade que los procesos de gramaticalización siguen en parte activos, puesto que se incorporan al idioma nuevos verbos auxiliares de perífrasis, como vivir y pasar en las perífrasis de gerundio del español americano que se estudian en los § 28.15k y ss.

28.1h Con escasas excepciones, los verbos auxiliares aceptan usos como verbos no perifrásticos. Por ejemplo, en el español popular del occidente de México y en algunas variantes del centroamericano se usa poder como verbo transitivo en construcciones como No la puedo (‘No puedo con ella’) o las que se recogen en los textos siguientes:

¡No! ¡A Eva no la sujetaba nadie! ¡Ni la madre, que era una tirana! No. Nadie la podía. Imponía todas sus ocurrencias (Posse, Pasión); (Se corta. Se ahoga un llanto tan viejo como sus ancestros). Yo antes... creía... Iba a la iglesia y ahora ni eso. Perdí hasta… (Se corta; las lágrimas la pueden) (Fernández Tiscornia, Lanús).

Se registra este uso en otras áreas, y aun en las mismas, con complemento indirecto: Los mexicanos ¿les pueden?Claro que sí, estamos en eso, estamos en plan de lucha (Proceso [Mex.] 1/12/1996). En el lenguaje juvenil de España está en retroceso esta construcción, como en ¿Crees que no le puedo? (‘¿Crees que no puedo con él o con ella?’). Es general, en cambio, «poder + complemento indirecto» en el sentido de ‘ceder o sucumbir ante algo’:

Dijo que no pensaba venir, pero al final le pudo la curiosidad (Tomeo, Mirada); Rhon dijo que imposible, dijo que le podía el miedo (Delgado, Mirada).

28.1i El hecho de que los verbos auxiliares admitan usos fuera de las perífrasis en la lengua general provoca a veces casos de ambigüedad entre la interpretación perifrástica y la no perifrástica de ciertas construcciones. Volvió a reclamar sus derechos puede interpretarse como ‘Reclamó sus derechos una vez más, nuevamente’ (interpretación perifrástica), o bien como ‘Retornó (a algún sitio) para reclamar sus derechos’ (interpretación no perifrástica). De modo análogo, Vamos a ganar el campeonato puede equivaler a ‘Ganaremos’ o a ‘Nos desplazamos con la intención de ganarlo’. Solo en la interpretación no perifrástica admiten tales secuencias un complemento o un modificador adjunto que incida exclusivamente sobre el verbo flexionado (Volvió a su pueblo a reclamar sus derechos; Vamos a la capital a ganar el campeonato). Algunos verbos de movimiento rechazan la anteposición de los pronombres átonos, pero otros la aceptan. Así, no solo se admite la anteposición en La volvió a ver, donde el verbo volver es auxiliar, sino también en La voy a esperar o La venía acompañando, donde los verbos subrayados pueden ser, dependiendo del contexto, tanto verbos de movimiento como auxiliares. En los § 28.3d y ss. se explicará la relación de las perífrasis con la anteposición de los pronombres átonos.

28.1j Aunque volver sea un verbo auxiliar en las perífrasis verbales, como se acaba de explicar, no pierde enteramente su sentido original en ellas. Algunos gramáticos consideran, de hecho, que las nociones aspectuales que se reconocen en las perífrasis constituyen usos metafóricos, abstractos o figurados obtenidos de las relaciones léxicas primitivas a través de los procesos de gramaticalización a los que se alude. La referencia prospectiva de ir a en Voy a pensarlo sería, desde este punto de vista, una metáfora del movimiento direccional que caracteriza al verbo ir en Voy a (en el sentido de ‘me desplazo a’) abrir la puerta. Aun cuando esas relaciones abstractas, sobre las que se volverá en las secciones siguientes de este capítulo, estén correctamente establecidas, se suele reconocer que corresponde a la gramática estudiar las condiciones temporales y aspectuales específicas de cada perífrasis, los límites que cada verbo auxiliar impone al modo de acción (§ 23.2-4) de los predicados con los que se combina, así como las características semánticas que permiten agrupar estos últimos en cada caso particular. Actúan como auxiliares en los esquemas perifrásticos verbos que expresan posesión (tener), localización (estar) o movimiento (ir, venir, llevar, volver, pasar, etc.). No obstante, su funcionamiento sintáctico en las perífrasis se caracteriza por una serie de propiedades que no poseen esos mismos verbos usados en su sentido físico.

28.1k El segmento subrayado en Debo terminar el trabajo no es una oración, sino un grupo verbal. Es enteramente esperable, en consecuencia, que no pueda ser sustituido por un pronombre: *Lo debo. Aun así, conviene señalar que la cuestión de cómo se segmentan los grupos verbales que contienen perífrasis fue escasamente abordada en los estudios tradicionales. El concepto mismo de perífrasis verbal como predicado complejo parece favorecer la segmentación A:

A. [Pudo traducir] [el texto]

B. [Pudo] [traducir el texto]

Se reconoce, sin embargo, en la actualidad que es también necesaria la segmentación B. El conjunto obtenido en uno y otro caso es un grupo verbal, de forma que Pudo traducir el texto constituye un grupo verbal que contiene otro en su interior.

28.1l Se ha señalado en la bibliografía que la opción A permite comprender mejor la anteposición de pronombres átonos: Pudo traducirlo > Lo pudo traducir. Esta propiedad es aceptada por la mayor parte de las perífrasis verbales, con algunas excepciones, como Se puso a leerlo > *Se lo puso a leer; No entraremos a considerarlo > *No lo entraremos a considerar, y otras más que se explicarán a lo largo del capítulo. Entienden algunos gramáticos que la opción B es igualmente compatible con esta propiedad, sobre todo porque su estructura no es «verbo + oración», sino «verbo + grupo verbal». En los estudios sobre las perífrasis se han dado varios argumentos a favor de la necesidad de introducir B como una de las opciones, si bien se han valorado de forma diferente. Unos autores consideran hoy que A y B son segmentaciones necesarias por razones gramaticales diversas, mientras que otros sostienen que las ventajas de A podrían obtenerse también con B.

28.1m Los argumentos fundamentales a favor de la opción B del § 28.1k son estos:

1. La intercalación

2. La elisión

3. La coordinación

4. El encadenamiento

5. Las fórmulas de relieve

El argumento 1 hace referencia a la intercalación de elementos entre auxiliar y auxiliado, como el sujeto y muy diversos adverbios (§ 28.5); el 2 alude a que el segmento que forman el verbo y sus complementos se puede elidir dejando únicamente el auxiliar, como en Unos pudieron terminar la traducción a tiempo y otros no pudieron Ø28.1q). Como Ø representa aquí un grupo verbal que no existe en la opción A, esta propiedad se refleja mejor desde B. Se retomará esta cuestión en el § 28.1p. El argumento 3 pone de manifiesto que se pueden coordinar dos grupos verbales que comparten auxiliar, como en Tienes que preparar el lavarropas y llevar a los niños al colegio28.5s y ss.); el 4 recoge el encadenamiento de auxiliares del que se habló en el § 28.1a (como en Voy a empezar a dejar de fumar). El punto 5 hace referencia a las construcciones de relieve que separan el auxiliar del verbo auxiliado. Son características del habla espontánea, pero se registran también en la lengua periodística:

Los intelectuales marxistas podemos cuestionar o rechazar algunas de esas proyecciones, lo que no podemos es ignorarlas (Vega, L., Estado); Lo que tenemos es que legitimar esas instituciones (Universal [Ven.] 21/1/1997); Lo que deberíamos es pensar antes de decir algo y poner todas las diferencias hacia un lado (CREA miscelánea, Estados Unidos).

Se abordan estas construcciones en los § 40.10-12. El doble análisis al que se alude se extiende asimismo a los tiempos compuestos. Esta cuestión se retomará en el § 28.5t.

28.1n En general, en las combinaciones sintácticas que contienen una subordinada sustantiva con verbo en infinitivo, esta puede ser reproducida por los pronombres neutros lo/ello/eso, como por ejemplo en No pagaron sus deudas, aunque lo (=‘pagar sus deudas’) habían prometido o Se limitó a hacer su trabajo > Se limitó {a eso ~ a ello}. Cabe agregar a esta relación de pronombres el interrogativo-exclamativo qué y los relativos que o lo que: Prometieron que pagarían sus deudas > ¿Qué prometieron? ~ Eso es lo que prometieron. Como el grupo verbal que forma el verbo auxiliado no constituye una oración subordinada, es esperable el rechazo de estos pronombres, por lo que en Empezó a hacer su trabajo la lengua rechaza *Empezó a ello o *Empezó a eso. No obstante, se registran ocasionalmente usos de poderlo (en lugar de poder hacerlo), tanto en el español americano como en el europeo:

“Ya está hecho, ¿no?”. “Ya está hecho, pero podemos deshacerlo. Yo, al menos, lo puedo” (Torrente Ballester, Saga); No hay nadie en el ejército de mejor fe que nosotros. Por el momento no podemos demostrárselo, pero tal vez después lo podamos (Uslar Pietri, Lanzas); Eso lo tendremos que hablar entre él y yo. Él tendrá que entenderme. (Angustiado) Ojalá lo pueda (Plaza, Cerrazón); Todo les pertenece, y si no exigen ostensiblemente tributos de la especie, en que se deleitaban los antiguos dragones, no es porque no lo puedan (Blanco, E., Tradiciones).

Estas construcciones se limitan a la acepción del verbo poder en que expresa capacidad o permiso (§ 28.6a y ss.). En la lengua coloquial se usa Puede como respuesta con el significado de ‘Puede que sí’: Mary: ¿No es una petición un tanto pueril? José: Puede (Reina, Reflejos).

28.1ñ Las oraciones de infinitivo contienen un grupo verbal que admite la sustitución por la proforma hacerlo cuando se expresa una acción. Alternan, por tanto, No pagaron sus deudas, aunque lo habían prometido y … aunque habían prometido hacerlo. Esta doble opción se explica por el hecho de que las subordinadas sustantivas contienen grupos verbales, pero a la vez son segmentos oracionales con sujetos tácitos (§ 26.1c). Las perífrasis verbales de infinitivo solo admiten la segunda de estas dos posibilidades, puesto que contienen grupos verbales, pero no oraciones subordinadas (Ella podía mantener una conversación fluida en alemán, pero él no podía hacerlo).

28.1o Además de rechazar pronombres como sustitutos, el que los complementos de infinitivo que aparecen en las perífrasis no sean subordinadas sustantivas tiene como consecuencia el hecho de que no suelan tener correlatos con verbo en forma personal. Junto a Debe marcharse, no se obtiene *Debe que se marcha (o *… que se marche) y, junto a Empieza a llover, no se da *Empieza a que llueve (ni *… a que llueva). No constituyen excepción oraciones gramaticales como Puede que llueva, puesto que puede que se ha gramaticalizado como adverbio, por lo que rechaza la flexión en la mayor parte de los países. El grado de gramaticalización de poder es menor en algunas variedades del español americano, en las que no solo se atestigua pueda que25.14o), sino también podía que, como en Podía que lloviera o en Estaban de licencia, o podía que su misión consistiera en estar de licencia en la ciudad (Cohen, Insomnio). La alternancia se extiende en el español general a parecer: verbo pleno en Parecía que lloviera y verbo auxiliar en Parecía llover37.10).

28.1p Las combinaciones no perifrásticas que contienen un complemento predicativo o circunstancial encabezado por un gerundio o un participio admiten la sustitución de estos por el adverbio así o expresiones como de esa forma, de ese modo, etc., que contienen igualmente demostrativos: Se acercó dando gritos de alegría (‘de esa manera’) ~ Siempre nos recibía así (‘dando gritos de alegría’), o, con sustitución en el mismo texto, Las ruinas desaparecieron engullidas por el desierto. Así [=‘engullida por el desierto’] había desaparecido antes toda forma de vida. En los esquemas perifrásticos con gerundio o participio, se da esta opción en unos casos, pero no en otros. No se sustituye por así el segmento subrayado en Fueron saludando a los presentes o en Este autor tiene escritos varios libros sobre el tema. Varios autores han aducido este factor para excluir de las perífrasis verbales de gerundio «llevar + gerundio» (Llevaba tres días lloviendo > Llevaba así tres días) o «andar + gerundio» (Andan buscándolo todavía > Andan así). La sustitución es, no obstante, un criterio a veces escurridizo, ya que puede estar en función del tipo del predicado al que se aplique. Se comprueba, en efecto, que la sustitución del gerundio por el adverbio así (> sigo así) se obtiene más claramente en Sigo aguantándolo que en Sigo estando de acuerdo contigo. Se aplican consideraciones similares a los adverbios cómo y como. Se volverá sobre este problema en los § 28.15 y 28.16.

28.1q Las oraciones subordinadas sustantivas se sustituyen por pronombres, como se ha explicado, pero no se eliden: Nosotros lamentamos no poder ayudarla, y ellos también {lo lamentan ~ *lamentan}. Como se adelantó en el § 28.1m, los grupos verbales admiten la elisión en un buen número de casos, de forma que su contenido se recupera del discurso inmediatamente precedente. A esta pauta corresponden los ejemplos siguientes:

No hables de lo que no debes (donde se entiende hablar); Unos creen que podrá llegar a tiempo y otros que no podrá (donde se sobrentiende llegar a tiempo); Ya no viene por aquí tan a menudo como solía (donde se interpreta venir por aquí); Siempre que canta, empieza con desgana (es decir, empieza a cantar); Comenzó a llover en diciembre y, en febrero, todavía seguía (donde se sobrentiende lloviendo).

He aquí algunos otros ejemplos que ilustran esta misma pauta en textos antiguos y modernos:

A todas estas y otras muchas razones que Anselmo dijo a Lotario para persuadille volviese como solía a su casa (Cervantes, Quijote I); En vez de tachar escuetamente, como solía, el nombre, número y señas del desaparecido […] (Gracia, Caza); Por no hacer los hombres lo que deben, digo que vienen a deber lo que hacen (Alemán, Guzmán II); Vivimos en el barrio de Pacífico, y hacemos cosas cada vez que podemos (Cortázar, Cronopios); El instinto se perfila como el móvil que nos lleva donde debe (Díez, Fantasmas); Estamos deseando echar a correr y desaparecer de allí. Como no podemos, estallan entre nosotros cuatro o cinco broncas (Barea, Forja).

28.1r Este tipo de elipsis permite distinguir los verbos plenos o principales de los auxiliares en muchos contextos. Una oración puede, en efecto, concluirse con … pero no podía o con … pero no quería, pero se rechazarían finales como *… pero no deseaba, frente a … pero no lo deseaba (con objeto directo). Sin embargo, la elipsis del complemento se da también sin perífrasis verbal en oraciones formadas con relativas sin antecedente expreso y verbos plenos: Le dijo lo que deseaba [=‘... decirle’]; Ha llamado quien tú pensabas [=‘... que llamaría’]; Va por la calle como le apetece [=‘... ir’]. Se estudian estas construcciones en el § 44.7u. Esta forma de elipsis no discrimina los verbos auxiliares (Hice lo que pude) de los no auxiliares (Hice lo que deseaba).

28.1s Se hace notar en el § 41.12f que se da la elipsis del grupo verbal en las construcciones perifrásticas impersonales con se, pero no en las pasivas reflejas. Nótese que debe está en singular en estos textos:

Lo tuyo, si no das problemas y haces las cosas como se debe, es de un año aquí (Pérez-Reverte, Reina); Estaba casada con uno de ellos, muy bien y desde siempre lo había querido como se debe (Mastretta, Mujeres),

En el primer ejemplo aparece el singular a pesar de que la opción sin elipsis sería … como se deben hacer (no *… como se debe hacer). Como se explica en el apartado mencionado, en las pasivas reflejas es posible sobrentender el sujeto paciente, pero no elidir el grupo verbal que lo contiene.

28.1t Se suele rechazar la elipsis del grupo verbal en los esquemas perifrásticos no agentivos a los que hace referencia el apartado anterior. Se obtienen así contrastes como estos: Solo ha hecho lo que {debía ~ debía hacer}; Solo ha sucedido lo que {*debía ~ debía suceder}. Pese a ello, se aceptan oraciones como No ha llovido tanto como debía. El verbo poder suele admitir la elipsis de grupo verbal cuando expresa capacidad o autorización (§ 28.6a y ss.), pero no cuando expresa posibilidad, es decir, cuando no informa sobre la participación activa de algo o alguien en un determinado evento. Se admiten, pues, oraciones como Unos días puede levantarse de la cama y otros no puede (donde se elide levantarse), pero tiende a rechazarse, en cambio, *No puede haber sido por esa razón, o tal vez sí puede (donde no se elide haber sido por esa razón).

28.1u Las preposiciones y muchas conjunciones son en español elementos átonos, y se asimilan a menudo a las formas proclíticas. Este factor morfofonológico impide que existan preposiciones con término tácito o elidido (*sobre la cama o bajo), frente a lo que sucede con los adverbios (encima de la cama o debajo). Las perífrasis se ajustan a esta generalización, por lo que no queda tácito en ellas el grupo verbal que sigue a una preposición o una conjunción: *El solista empezó a tocar antes de que la orquesta empezara a (frente a … antes de que la orquesta empezara); *No sé si tengo que llamarla o no tengo que (donde se exige la repetición del grupo verbal de infinitivo: … que llamarla). Tampoco se acepta la elipsis de que llamarla (*No sé si tengo que llamarla o no tengo). La elipsis del complemento preposicional suele estar en función de factores semánticos. Así, el verbo de movimiento ir admite la supresión de su complemento preposicional de destino (Finalmente, ¿vas a Buenos Aires o no vas?), mientras que el auxiliar ir no suele admitir la elipsis de su complemento preposicional (*Finalmente, ¿vas a escribir ese libro o no vas?).

28.1v Con los esquemas perifrásticos se expresan en español un gran número de modificaciones gramaticales del predicado que afectan a su dimensión temporal, a la aspectual o a la modal. Otras lenguas expresan esas mismas nociones mediante perífrasis diferentes, o bien a través de partículas, morfemas verbales, adverbios u otros recursos. El español lo hace también de esa manera, lo que da lugar a alternancias como Suelo asistir ~ Asisto a menudo o como Llevo cinco años viviendo aquí ~ Vivo aquí desde hace cinco años. Con cierta frecuencia, estos adverbios se utilizan conjuntamente con la perífrasis en combinaciones que parecen redundantes. Aun así, esas formas de pleonasmo se consideran integradas en el sistema sintáctico del español, por lo que no se interpretan como incorrectas (se subrayan con trazo continuo los adverbios que reproducen el contenido de la perífrasis):

Tenemos que hablar de política económica necesariamente; Lo fue envolviendo poco a poco con zalamerías; Seguramente debió de instalarse en Alemania; Generalmente suele marcharse a las diez; Volvió nuevamente a ocuparse de todo; Al final terminó aceptando lo que le pedían; Llegó incluso a pensar que todo era en vano.

Sí se percibe, en cambio, redundancia en las perífrasis que se subordinan a otro predicado que expresa su mismo significado o uno próximo. La sintaxis rechaza, por tanto, oraciones como *Es probable que ella deba de estar enterada; *Deseo que vaya a tocarle la lotería; *Es necesario que tengas que llamar, y otras semejantes.

Información adicional

En relación con este capítulo, las siguientes entradas del Glosario de términos gramaticales podrían ser de su interés:
clítico, elipsis, gramaticalización, perífrasis verbal, perífrasis (verbal) modal, perífrasis (verbal) tempoaspectual, verbo auxiliado, verbo auxiliar

 

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