Sintaxis

17. Los demostrativos

17.8 Los adverbios demostrativos (II). Adverbios locativos

17.8a Los adverbios demostrativos de lugar se distribuyen tradicionalmente en dos series:

1. Aquí, ahí, allí.

2. Acá, allá, acullá.

Para el uso de los diminutivos con algunos de estos adverbios (aquicito, allacito, acacito), véase el § 9.2a.

17.8b El adverbio aquí expresa la coincidencia del lugar que se menciona con el de la enunciación o el lugar en el que se encuentra el hablante; ahí indica un lugar próximo a este o cercano al oyente; allí designa uno situado a mayor distancia, o bien lejano respecto del lugar en el que se ubican hablante y oyente. La correspondencia entre los miembros de las dos series no es exacta. Por una parte, allá no corresponde a ahí, sino a allí; por otra, los adverbios ahí y allí ocupan una misma parcela designativa para muchos hablantes. A ello se añade que el adverbio acullá, que gozó de gran vitalidad en la lengua antigua, se siente ya arcaico. No se emplea hoy, por tanto, para designar un lugar lejano: Estando en esta dificultad, assomóse acullá en lo más alto Andrenio (Gracián, Criticón II). Se mantiene ocasionalmente en los registros formales el uso clásico de acullá, sobre todo en series construidas con otros adverbios demostrativos. Este empleo se documenta en los textos antiguos y también en los modernos, a menudo como arcaísmo deliberado:

[…] perdiéndose aquí, anegándose allí, llorando acá, supirando acullá (Cervantes, Persiles); Todo aquel espacio se hallaba libre, y diversos grupos de ganados esparcidos acá y acullá y distintos atajos retozando en los “saos”, indicaban que era aquella una hacienda comunera (Hernández Norman, Novela).

17.8c Así pues, descartados esos usos, debe resaltarse que las dos series de adverbios demostrativos son asimétricas, ya que la primera es ternaria (aquí, ahí, allí), y la segunda binaria (acá, allá). Algunos autores han señalado que se percibe cierta tendencia a convertir ambas en binarias, lo que justifican por el número relativamente escaso de situaciones en las que ahí y allí se utilizan en la lengua actual para expresar significados diferentes, y también por la marcada tendencia a neutralizar aquí y allí en muchos usos. Esta neutralización es característica del español americano, en el que es frecuente emplear ahí con el sentido que se da a allí en el español europeo. Cuando los demostrativos del español general aparecen modificados por complementos preposicionales construidos con adverbios demostrativos (aquí, ahí, allí), concuerdan a menudo con ellos en el grado de proximidad o cercanía que denotan. No obstante, estas formas de compatibilidad están en función de la neutralización a que se alude. Resulta, en efecto, más natural, este de aquí, que este de ahí o este de allí (recuérdese el § 17.4b). Alternan, en cambio, ese árbol de ahí ~ ese árbol de allí. Se percibe contradicción en *aquella casa de aquí, no en esta casa de allí ni en aquella casa de ahí (o de allí). Sobre casos similares de compatibilidad o incompatibilidad entre los adverbios demostrativos y otros adverbios de lugar (allá lejos, aquí cerca), véase el § 17.8h.

17.8d Como se ha indicado, las diferencias entre las dos series de adverbios demostrativos son escurridizas. El uso de acá y allá está considerablemente más extendido en el español americano que en el europeo, con excepción del hablado en las islas Canarias (España). También existen diferencias dentro del español, ya que el uso de acá es más frecuente en el Río de la Plata y el Caribe continental que en México y Centroamérica. Si se aborda la distinción desde el punto de vista semántico, se observa que el rasgo sintáctico más claro que opone las dos series es el hecho de que la segunda admite la cuantificación de grado (más allá, un poco más acá) y la primera tiende a rechazarla (se dice tan allá, no tan allí). No obstante, se documentan las combinaciones más aquí y más allí (con frecuencia diversa) en las áreas andina, centroamericana, mexicana y rioplatense, así como en el español europeo:

Sería que nadie quería ya líos de más allí en la ciudad, nada que estropeara el cambio (Collyer, Pájaros); […] retrasar más allí de su voluntad la formación de su primer equipo directivo (País [Esp.] 1/2/1998); Es el orgullo que construye o destruye, por eso cambia de color y siempre ordena. En cambio, mira más allí (Martínez Salguero, Combate); Bueno, yo nací más aquí, próximo al Hatillo (CREA oral, Venezuela); Más allá la morada del creador y más aquí, en los cielos sucesivos, los astros (Marni, Universo); La zarza hará lo imposible por sobrevivir; más aquí o más allá, intentará sacar adelante nuevos retoños (Enríquez Soriano, Estrés).

17.8e El cuantificador comparativo permite la presencia del complemento preposicional, como en más allá de las montañas (frente a *allá de las montañas), o más acá de la raya (frente a *acá de la raya): Los que estamos más acá de la raya vivimos en constante perplejidad (Reyes, C., Carnaval). Aun así, más allá se ha interpretado como una pieza léxica diferente (es decir, como una locución adverbial). En esta interpretación constituye un adverbio comparativo —similar a allende— que admite complementos preposicionales con de, como en Quiero poseer tu santidad más allá de la muerte (Moix, Sueño). Poseen significado similar el inglés beyond o el alemán weiter weg, entre otras expresiones semejantes de otros idiomas. El adverbio más allá se sustantiva en la locución nominal el más allá, que designa el mundo de ultratumba. La relación entre el cuantificador más y el complemento preposicional se pone igualmente de manifiesto en las construcciones formadas con más arriba de…, más atrás de… y otras parecidas (§ 30.5k).

17.8f Aunque existen, como se ha visto, algunas excepciones, la diferencia en la gradación opone generalmente los adverbios en a los adverbios en . Suele interpretarse esta propiedad como consecuencia de que acá y allá designan espacios concebidos como áreas o zonas, más que como puntos o localizaciones específicas, a diferencia de lo que sucede con los adverbios de la otra serie. Esta distinción equipara, en cierta forma, la diferencia entre las dos series a aquella a la que dan lugar las alternancias entre complementos de orientación y complementos de ubicación en pares como Está un poco más {al sur ~ *en el sur}, construidos sin adverbios demostrativos. Nótese, de forma análoga, que admiten gradación los grupos preposicionales direccionales encabezados por hacia o para (más hacia el oeste, muy para la derecha), pero no, en general, los que están encabezados por preposiciones que expresan ‘lugar en donde’ (*muy sobre la mesa, *bastante junto a la pared). Se exceptúan los usos figurados, como se explica en el § 29.3q.

17.8g Las dos series pueden expresar dirección además de localización: Voy hacia {allí ~ allá}; Estaba {allí ~ allá}. No obstante, acá y allá son mucho más frecuentes en el segundo uso. Es poco habitual utilizar aquí o allí, a diferencia de acá o allá, con la preposición para: Vente para acá; si nos movemos para allá, etc. No se emplea allí como sustituto de allá en la pauta «allá por + grupo nominal», como consecuencia del significado más abierto de este último adverbio. Estas construcciones se usan para expresar la localización aproximada, sea temporal o espacial, de algo:

Allá por los años treinta escribía sobre la Buenos Aires de un siglo atrás (Najenson, Memorias); El muchacho le confesó que su vida había cambiado ocho meses atrás, la tarde que entró por primera vez al Cinco Estrellas, allá por los arenales de las salinas (Alberto, Eternidad).

Tampoco alterna allá con allí en construcciones como «allá en + grupo nominal», cuando se quiere hacer referencia a lo que está muy lejos en el tiempo o en el espacio:

Él mismo era el capitán de la Selección allá en los años setenta (Clarín 11/9/1997); Tal vez el propio Ángel Gris, allá en los desolados campanarios, cantará esta vieja copla que convida a dudar (Dolina, Ángel).

17.8h No se emplea tampoco aquí por acá en las expresiones de entonces acá, desde entonces acá, de entonces para acá, de un tiempo acá y otras similares. Este uso de acá se muestra en el siguiente ejemplo: Y desde entonces acá, las estadísticas oficiales de ese país […] arrojan un crecimiento alarmante en delincuencia común (Salvador Hoy 30/1/1997). La mayor precisión denotativa de la serie en , frente a la serie en , ayuda asimismo a entender el escaso uso de las construcciones allí lejos, acá cerca, allá mismo, frente a las variantes mayoritarias allá lejos, aquí cerca, allí mismo. En la marcada preferencia de aquí al lado sobre acá al lado puede intervenir un factor fonético.

17.8i Se emplea por ahí como expresión lexicalizada o semilexicalizada para designar el lugar impreciso en el que está algo o alguien, o bien la zona por la que se mueve: Los años que lleva por ahí rodando nadie los contó (Díez, Fantasmas), así como para resaltar lo aproximado de un cálculo o una estimación (dos mil dólares o por ahí):

Bajé a toda mecha, ya te lo puedes imaginar, serían las seis o por ahí (Martín Gaite, Nubosidad); Creo que ya la he visto. Sí, sí, la vi hace una semana o por ahí (Grandes, Aires); Paula, Rolo, y otros miles y miles de pibes con nombre y apellido, que tienen en 1990 entre 20 y 26 años, o por ahí, fueron durante mucho tiempo solo masa, solo público (Polimeni, Luca).

En México y en algunos países centroamericanos (entre ellos, Costa Rica) se emplea por ahí de como locución prepositiva con el sentido de ‘a eso de’, como en Llegó a la casa por ahí de las tres. La locución por ahí adquiere asimismo un significado próximo a ‘tal vez, a lo mejor’ en gran parte de América, pero sobre todo en México, Centroamérica, el Río de la Plata y algunos países caribeños. Se forman así expresiones como Por ahí se enojó o Por ahí se encuentra con ella y se anima a hablarle. El adverbio ahí también se utiliza en esas áreas con el sentido de ‘quizás’, como en Ahí regreso mañana.

17.8j En las construcciones que se acaban de mencionar es habitual que ahí se pronuncie como diptongo: /ái/. También se pronuncia de esta manera en otras construcciones en las que ahí es adverbio de lugar, pero aparece integrado en fórmulas lexicalizadas o semilexicalizadas. La expresión ahí está se usa para enfatizar en el diálogo alguna declaración previa; vete por ahí se emplea en el habla coloquial como fórmula imprecativa; ahí ahí se usa con el sentido de ‘aproximadamente igual(es)’, además de con otros que se explican más abajo:

—Pero te puedo apostar que te han dicho mil veces que eres igualita a ella. ¿No es así? —Sí —admitió Leonor, ruborizándose. —Ahí está —saltó Romano (Aguilar Camín, Error); Anda, vete por ahí, qué cosas más raras se te ocurren (Gala, Invitados); Estamos ahí ahí en esta cuestión de las edades y estamos más ligados a un teatro de unas promociones de realismo poético (Morales / Vaquero, Habla San Juan).

17.8k Existe una variante de ahí en la que este adverbio está desemantizado y adquiere un valor casi expletivo. En los textos que reflejan esta forma popular se usa a veces la grafía ai para hacer notar que se trata de un elemento átono: Los sábados en la noche llegas al pueblo a ver a la vieja que tienes allá […] y ai te la pasas escondido con ella todo el domingo (Espinosa, E., Jesús). El uso expletivo o cuasiexpletivo de ahí se documenta en muchos países americanos, siempre con pronunciación diptongada: Ahí nos vemos (fórmula usual para despedirse en México y en parte de Centroamérica y el área antillana); Ahí me llamás cuando llegués; Ahí te busco; Ahí te das cuenta de lo que pasa; Ahí me pongo de acuerdo con él, entre otras muchas expresiones similares:

Todo eso destila una torpeza tal que la realidad pareciera el gran novelón malo de dios, que como dios, con todo y objeciones, ahí la lleva, pero como escritor es más bien folletinesco (Puga, Silencio).

En la lengua oral de Venezuela y de otros países del área caribeña se antepone a menudo ahí a la información que el hablante no desea hacer más precisa, como en Salí con un muchacho ahí de la universidad. En la lengua juvenil de la Argentina y Chile se emplea ni ahí para negar enfáticamente algo, como en no estar de acuerdo ni ahí en algo (por ‘en absoluto’).

17.8l Se registra en la lengua popular de las áreas centroamericana, caribeña y andina el uso de los adverbios demostrativos de lugar como término de la preposición en. Esta construcción no ha pasado a la lengua culta ni se suele documentar en los registros formales. Se ejemplifica a continuación:

—¡Llévenla adentro a esta mierda! —gritó uno. Y pateándome, arrastrándome, me llevaron a otra celda. Y en allí me tiraron (Viezzer, Hablar); “No podemos cumplir con ciertos servicios que existen en allá por los obstáculos que pone el Departamento de Hacienda”, señaló (Nuevo Día [P. Rico] 28/11/1997); Estamos porque la vida en allí nos ha puesto y por eso buscamos, buscamos por este lado, por el otro, por arriba, por abajo (Martínez Salguero, Combate); ¿Eso fue jugando en aquí, en Mérida? (CREA oral, Venezuela); Quedó una sola Normal en toda Caracas, que es La Gran Colombia, que queda en aquí como La Nueva Granada (CREA oral, Venezuela).

La pauta a la que corresponde esta combinación es, en cambio, de uso general aplicada al adverbio donde. La alternancia el lugar {en donde ~ donde} vivo se analiza en el § 22.8o.

17.8m El adverbio ahí posee otros usos lexicalizados. En varios países centroamericanos y en algunos caribeños se pospone ahí a los imperativos para enfatizar una petición, como en Dime ahí (‘Dime, por favor’) o Dame ahí. Se emplean en el habla coloquial de muchos países ahí, ahí estamos, ahí vamos o ahí más o menos como fórmulas para responder a las preguntas corteses que caracterizan los saludos: ¿Cómo estás?; ¿Cómo te va?; ¿Cómo le fue?, etc., como en Preguntado por la marcha de la campaña en España, González se limitó a contestar: “Ahí vamos, ahí vamos” (Mundo [Esp.] 7/6/1994). Se registra de ahí en el sentido de ‘luego, más tarde, a partir de ese momento’ en las narraciones orales del español popular andino, como en el siguiente diálogo:

—¿Durante sus continuas visitas a la embajada, podía reunirse libremente con los rehenes? —Cada vez que solicité permiso para visitar a los rehenes se me concedió y de ahí caminaba más o menos libremente por el segundo piso (Caretas 25/4/1997).

17.8n El adverbio ahí da lugar a la locución adverbial de ahí46.12b), asimilada —como otras muchas expresiones adverbiales— a las locuciones conjuntivas cuando va seguida de la conjunción que. En el registro coloquial de muchos países se emplean, aunque con distribución desigual, las fórmulas ahí quería yo llegar (también a eso quería yo llegar), ahí voy, ahí va, ahí está, ahí es la cosa, ahí le duele, ahí ahí —o simplemente ahí—, etc., para resaltar la pertinencia de lo que acaba de decir alguien, el punto en que se centra un argumento o el hecho de que se haya mencionado el aspecto crucial de algún asunto. Se ejemplifican a continuación algunas de estas expresiones:

Al aludir incidentalmente al desenlace, se levantó de un salto y dijo: “—¡Tate! ¡Ahí quería yo llegar!” (Álvarez Quintero, J., Discurso); —Me siento como si… —¿Cómo como si? ¡Ahí voy! ¡Te he pillado! ¡Nada de eso! Nada de comosís (Molina Foix, Quincena); —¿Por qué le llamas don Carlos? ¡Ahí, ahí! ¿Por qué le llamas don Carlos, y no le llamas al otro don Cayetano? (Torrente Ballester, Gozos); Y al argumentarle uno con el parentesco más estrecho entre el hombre y el simio, él, con los ojos saltones de rabia cómica, arguyó: “Ahí, ahí le duele […]” (Ayala, Historia); —¿Yo? ¡Qué te pasa! ¡Tomo la de la presión, la de la digestión, la del corazón y la del asma! —¡Ahí está! Yo tomo seis pastillas. Dos más que tú (Esquivel, Deseo).

También se usa para allá voy con este sentido en Panamá y en otros países centroamericanos. Las locuciones de allí en adelante, de ahí en adelante y de ahora en adelante designan el límite a partir del cual se dará cierta situación:

Él me prometía que de allí en adelante iríamos siempre juntos a la fiesta (Steimberg, Espíritu); Tengo expectativas grandes, por lo menos para pasar la primera semana en Wimbledon. Después, de ahí en adelante espero sumar día tras día (Clarín 13/6/2007); Y de ahora en adelante yo viviría en esa casa grande y tendría muchas muñecas (Allende, Retrato); El que aquí se refugie debe saber que de ahora en adelante solo tiene cuentas pen dientes con su conciencia y con Dios (Restrepo, L., Multitud).

17.8ñ El adverbio aquí se antepone en la lengua conversacional a los grupos nominales de persona. Estas construcciones son frecuentes cuando se desea enfatizar la contribución de alguien al discurso, pero también el hecho de que esté presente o participe en él. La expresión subrayada en el siguiente texto admite la paráfrasis (‘mi amigo Figueroa, aquí presente’): Quiere decir, aquí mi amigo Figueroa, que yo, más bien, en la herrería, manejaba el fuelle para avivar el fuego (Sanchis, Naufragios). En el habla coloquial de algunos países americanos (especialmente en las áreas mexicana, centroamericana y rioplatense) se acepta también este uso en posición posnominal, como en A Marta aquí le parece un disparate. Existen otras muchas expresiones idiomáticas que contienen adverbios demostrativos, entre las que están ahí te quiero ver, allá tú, andar de acá para allá, ahí es nada, así mismo o ahora bien.

17.8o En el español clásico se usaba el adverbio aquí en construcciones exclamativas con complementos introducidos por la preposición de. El término de la preposición designa en esta pauta la persona o la institución cuyo auxilio se invoca:

¡Aquí de la justicia, que estos bellacos robaron la mula y el carro en Arenillas! (López Úbeda, Justina); A grandes voces decía: —¡Aquí de los nuestros, que por esta parte cargan más los enemigos! (Cervantes, Quijote II); ¡Aquí de todo el Alcarria! […] ¡Aquí del cochero gremio! (Tirso Molina, Bellaco); ¡Aquí de la Santa Hermandad! (Cervantes, Persiles); ¡Aquí de Dios! (Ruiz Alarcón, Desdichado).

17.8p Los adverbios demostrativos locativos pueden ir seguidos por los adverbios delante, detrás, encima, debajo, cerca, lejos, entre otros que admiten complementos (delante de…, encima de…), pero también por adelante, atrás, arriba, abajo y otros adverbios que se suelen construir sin ellos. Se ilustran, en primer lugar, los del grupo de delante:

Mandó luego el rey que se le trujesen allí delante para verle (Cervantes, Quijote II); Esa calle queda acá cerca, unas tres cuadras (Fontanarrosa, Área); […] como si lo estuviesen escuchando desde allá lejos (Sánchez Ferlosio, Jarama); Había cartas por aquí encima (Marías, J., Batalla); Prefiere quedarse allí lejos, donde van a condecorarle con la Legión de Honor (Fernán Gómez, Viaje); […] sobre los folletos y almanaques de antes para leer de noche, que se quedaron allá detrás, inservibles (Mendoza, M. L., Perro),

y luego los que pertenecen al grupo de adelante:

Allá adelante una voz pregunta “¿Murillo?” (Martín Campo, Carreteras); De pronto sentí un dolor acá atrás (Cabouli, Terapia); —¿Allí arriba? —Sí, en el Mirador (Sábato, Héroes); […] y el contraste con la amenazadora tensión de aquí abajo (Vargas Llosa, Lituma); Los de acá abajo, no; pero allá arriba no había poblados indígenas. Era tierra de nadie (Chao, Altos).

17.8q Las construcciones formadas con un demostrativo locativo o temporal seguido por otro adverbio se asimilan en parte a las apositivas, lo que es posible porque los adverbios demostrativos poseen propiedades pronominales, como se explicó en el § 17.7e. Así pues, en aquí cerca, se designa cierto lugar que está próximo a algún otro, y en allá arriba, cierto sitio lejano situado en lo alto. Algunos autores consideran, no obstante, que a estas construcciones corresponde otro análisis, en concreto que se pueden interpretar como manifestaciones de complementos adverbiales antepuestos. Desde este segundo punto de vista, aquí cerca significa ‘cerca de aquí’ (como en Viven aquí cerca), es decir, el adverbio demostrativo se interpretaría semánticamente como complemento del adverbio que aparentemente lo modifica. Según este análisis, Lo llevo aquí dentro significaría ‘Lo llevo dentro de este lugar’, con independencia de que la oración Lo llevo dentro de aquí resulte inusual o forzada. Aunque la cuestión es polémica, parece que el análisis del complemento antepuesto presenta más inconvenientes que el análisis de la aposición, como se explica a continuación.

17.8r El análisis del complemento antepuesto, presentado en el apartado anterior, tiene aparentemente a su favor el hecho de que los adverbios del grupo de delante, encima, cerca, etc., no se construyen con complemento en las aposiciones descritas. En efecto, cuando estos complementos aparecen, como en Mientras estás bailando, les tocás aquí detrás de la oreja. ¿Sabés cómo se ponen? (Rovner, Pareja), el grupo adverbial —subrayado en este ejemplo— va precedido de pausa, se represente o no en la escritura. Ello da a entender que la presencia del complemento convierte en explicativa la aposición, por tanto en un inciso. Si bien las paráfrasis que proporcionan los dos análisis se acercan en expresiones como la citada aquí cerca, los resultados no son equivalentes en otros muchos. En primer lugar, los hablantes que rechazan el complemento preposicional con adelante, atrás, arriba, etc., admiten la construcción apositiva: acá atrás (pero no atrás de acá); allá adelante (pero no adelante de allá). En segundo lugar, el hecho de que resulten contradictorias combinaciones como aquí lejos tiene una explicación inmediata desde el primer análisis (es decir, el de la aposición), pero no desde el segundo, ya que no se percibe contradicción alguna en lejos de aquí. Se registran, en cambio, allí cerca y ahí cerca:

Mi hermana era la única persona grande que estaba allí cerca para atenderme (Cabada, Agua); A pesar de la niebla, vi algo, supe que la cumbre estaba ahí cerca (García Sánchez, Alpe d’Huez).

Por último, la construcción apositiva se extiende ocasionalmente a los adverbios demostrativos temporales, como en Acaba de irse y va a volver a entrar, ahora enseguida (Pombo, Metro), lo que tiene cabida en el primer análisis, pero no en el segundo. Aun así, se ha observado que la eliminación del primer componente (Está allá arriba) conserva con más fidelidad el significado de estas construcciones que la supresión del segundo (Está aquí cerca), lo que no apoya de modo tan claro la hipótesis de la aposición.

17.8s El adverbio allí contó en la lengua medieval con la variante y (también hi o i en los textos), procedente del latín ibi ‘allí’. Era casi siempre átona y ha permanecido lexicalizada en la terminación de algunos verbos (hay, soy, doy, estoy), como se explica en el § 4.13c. He aquí algunos testimonios de las variantes de este adverbio:

E tu, ¿por que fuiste y? (Gatos); Muchos hi auian uenido delos lugares que estauan alli entorno de la çiudat (Fernández Heredia, Crónica I); No deuen cobrar las despensas que y fizieron (Partidas); Todos la hi van corteyar / por el su cuerpo alabar (Egipcíaca); […] que cercassen todas las puertas et pusiessen hi buenas guardas de dia et de noche (Rey don Jayme).

17.8t También se usó el adverbio ende (lat. inde ‘de allí’) en el español medieval, con las variantes end y ent. Adquirió varios sentidos: el significado ‘de allí’, como en el primero de los textos que siguen; ‘allí’, como en el segundo; y ‘por ello, por tanto’, como en el tercero:

Bien puede salir ende si quisiere (Alfonso X, Primera Partida); Ende mesmo jaze el cuerpo del dicho santo Padre martir (Martínez Ampiés, Tratado de Roma); Uean lo que agora esta conpuesto y ende veran si digo verdad (Tratado música).

El adverbio ende permanece vivo en asturiano y en aragonés. La locución adverbial por ende sigue siendo de uso actual en el español general culto con el sentido de ‘por tanto’ (recuérdese que tanto es adverbio demostrativo): Una vez que la motivación adquirió un tinte maternal, y por ende familiar, occidental y cristiano, ya estuvieron en condiciones de tolerar su propia tolerancia (Benedetti, Geografías).

17.8u El adverbio dende procede del latino deinde ‘después’. Se usó con el sentido de ‘de allí’ o ‘desde ese momento’:

Partiosse dende. & fuesse pora iherusalem. & folgaron y. ya quantos (Gran conquista de Ultramar); E dende a pocos días se supo la verdad de todo (Primaleón),

y también con el de ‘de ello’: Mas la reyna, que oyera ya dende fablar, non los amava por ende (Otas de Roma). El adverbio desí significaba ‘desde allí’ en la lengua medieval, como en Et desi enuio un mandadero al Haliffa de Baldac (Gran conquista de Ultramar), pero también ‘después’: Et desí ha de rrogar a Dios Nuestro Ssennor que es poderoso ssobre todas las cosas (Alfonso X, Setenario).

17.8v Los adverbios aquende (lat. eccum inde ‘de la parte de acá’) y allende (lat. illinc ‘de la parte de allá’) son escasamente usados en la lengua actual, pero no están perdidos por completo en el español general, a diferencia de los descritos en los apartados precedentes. Aquende y allende se construyen con complemento nominal. El primero significa ‘de este lado de’ o ‘más acá de’, y el segundo, algo más empleado en la lengua de hoy, ‘más allá de’, como en allende las montañas. Se ejemplifican a continuación ambos adverbios:

Se vinculó a grandes conjuntos de los países aquende la cortina de hierro (Tiempo [Col.] 14/1/1975); Había querido saber algo de ese mundo de allende el mar (Carpentier, Guerra); Por eso no me importó que el doctor Chulferga […] me hiciera señas de que abandonara el terreno de juego y me reuniera con él allende la línea de demarcación (Mendoza, Misterio).

17.8w El adverbio aquende se registra hoy esporádicamente en la lengua conversacional de algunos países, usado con intención humorística. También se atestiguan de manera ocasional estos adverbios con complemento preposicional, como en El violento brochazo de pintura blanca […] distancia aún más la experiencia aquende y allende de la valla (Rodríguez Juliá, Cruce). Allende presentaba la variante allén en la lengua medieval y podía construirse sin preposición: […] antes me fuese con un moro de allén la mar (Martínez Toledo, Corbacho).

Información adicional

En relación con este capítulo, la siguiente entrada del Glosario de términos gramaticales podría ser de su interés:
neutralización

 

Nueva gramática de la lengua española
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