Sintaxis

28 El verbo (VI). Las perífrasis verbales

28.9 Perífrasis de infinitivo (IV). Perífrasis temporales y aspectuales. Otras perífrasis

28.9a Según se explica en los § 23.2j y ss., el aspecto se manifiesta en la morfología, como en canté frente a cantaba, y en el léxico, como en llegar frente a permanecer. Lo hace asimismo en los tiempos compuestos (cantar/haber cantado) y a través de varias perífrasis verbales, como se explicará en esta sección y en la siguiente. La información aspectual está, sin embargo, íntimamente ligada a la temporal en el caso de los tiempos compuestos, y también en el de algunas perífrasis, como se vio en «ir a + infinitivo» y se comprobará en esta sección con «soler + infinitivo», «acabar de + infinitivo», «terminar de + infinitivo» y otras perífrasis similares.

28.9b Por lo general, se entiende que «soler + infinitivo» ocupa un lugar intermedio entre las perífrasis modales y las aspectuales. Expresa la tendencia a que cierto comportamiento se manifieste regularmente, como en Solía levantarse muy temprano, o bien a que un he cho tenga lugar bajo determinadas circunstancias, como en Cuando se moja un cable, suele producirse un cortocircuito. No obstante, en cuanto que denota la repetición efectiva de un suceso o un estado de cosas, la perífrasis contribuye a crear una multiplicidad de situaciones sucesivas, y esta característica no puede disociarse de la dimensión temporal. Algunos gramáticos han puesto de manifiesto que «soler + infinitivo» tiene también puntos de contacto con ciertos modales epistémicos como parecer (recuérdese el § 28.6b). Figura entre esas coincidencias el hecho de que soler pueda preceder a los verbos modales de interpretación radical, como en Suelen tener que luchar para conseguirlo, y también a los infinitivos compuestos, como en A las tres ya suele haberse marchado a casa. Por otra parte, el que soler no se use en infinitivo ni en gerundio aproxima en alguna medida su comportamiento al del modal epistémico parecer.

28.9c El contenido de «soler + infinitivo» se acerca al de las expresiones adverbiales generalmente, por lo general, en general, por lo común y otras similares. Estos adverbios crean contextos de genericidad, como se explica en el § 15.8. Como la perífrasis exige la repetición del evento o del estado de que se habla, no puede combinarse con los predicados que caracterizan de manera estable al sujeto, ni tampoco con los que designan eventos que se producen una única vez en la vida de alguien o en el curso de acontecimientos que caracteriza a una sola entidad. Es lógico, por tanto, que resulten extrañas oraciones como En aquella época solía ser muy pobre. Tienden a rechazarse asimismo los sujetos que designan eventos particulares, a menos que sea posible interpretarlos como sucesos cíclicos o como eventos habituales o sujetos a alguna forma de reiteración: un partido de fútbol que suele ser conflictivo todos los años.

28.9d Con sujetos plurales en contextos genéricos, la repetición exigida por la perífrasis puede obtenerse a partir de un grupo de entidades a las que se aplica separadamente el contenido del verbo auxiliado, como en Los municipios de esta zona suelen ser pobres o Las novelas románticas suelen terminar mal. En estas oraciones se expresa que la mayor parte de los municipios son pobres o que la casi totalidad de las novelas románticas termina mal. Nótese que la interpretación del predicado no puede ser distributiva en estos casos, puesto que no se predica el ‘soler ser pobre’ de cada uno de los municipios, ni el ‘soler terminar mal’ de cada una de las novelas. La pluralidad que caracteriza a esas expresiones la aporta el sustantivo subrayado en El segundo acto suele gustar menos al público, en cuanto que —como en otros contextos genéricos— se establece en esa oración una predicación relativa a una clase de entidades y, por tanto, al conjunto de elementos que la integran.

28.9e El verbo soler (lat. solēre) es defectivo. Solo aparece regularmente en presente, tanto de indicativo como de subjuntivo (Suelo madrugar; No es raro que suela estropearse), y en imperfecto de indicativo (Solíamos vernos durante las vacaciones). Es raro, en cambio, construido en imperfecto de subjuntivo: De ahí que esa sensación […] soliera producirse con situaciones de carácter cotidiano (Bonilla, Luz). El pretérito perfecto compuesto de soler (he solido) es poco habitual en los textos actuales, pero se registra, algo más frecuentemente en el español europeo que en el americano:

La historia de España desde el siglo xv se ha solido escribir como una “continuación” de la [de] Castilla (Marías, Consideración); Se ha solido criticar a menudo a los papas que dieron órdenes reglamentando la represión, después de Juan XXII (Caro Baroja, Brujas); En el tercer año de gobierno los presidentes mexicanos han solido adquirir o externar ese síndrome político (Proceso [Méx.] 12/1/1997); Aquí no hay reglas constitucionales de juego o no ha solido haberlas, y además mínimas, hasta tiempos recentísimos, como pronto veremos (Clavero, Derecho); ¿Por qué inclusive las grandes cosas que el español ha hecho ha solido hacerlas a la desesperada […]? (Laín Entralgo, Espera); De quien más ha solido quejarse es del tío Manu, el pariente lejano de Bermeo (Sánchez Mazas, Pedrito).

Véase también, en relación con este uso, el § 23.13h.

28.9f La perífrasis «acostumbrar (a) + infinitivo» se asimila a «soler + infinitivo» en el español americano, construido tanto con preposición como sin ella:

Acostumbraba encerrarse solo en una habitación (Paz Soldán, Materia); Recuerdo que me mudaron de cuarto aquel verano, y que Pablo no salía conmigo a la hora de la siesta como acostumbraba a hacerlo (Ocampo, Cornelia); En primavera y buena parte del verano acostumbra sumarse a algunas de estas excursiones internacionales (Romero, D., Declaración); No solo es capaz de querer volverme loca, sino que me humilla al confundirme con el tipo de mujer con quien acostumbra tener relaciones (Gallegos, D., Pasado); No se acostumbraba golpear tanto a las niñas, parece (Allende, Plan); A pesar de que no acostumbra a charlar sobre los jugadores en particular, Passarella dio algunas explicaciones (Clarín 8/1/1997); Alessandri acostumbraba a almorzar y comer en el departamento de su hermana del sexto piso del mismo edificio (Hoy [Chile] 25/4/1984).

Acepta, como la mayor parte de las perífrasis, los verbos impersonales: En esta época del año, en gran parte del país acostumbra a hacer frío (Litoral 15/7/2007).

28.9g Las dos variantes de esta perífrasis estaban ya presentes en el español medieval y en el clásico, y también se documentan en el español europeo de etapas posteriores:

Cómo te espantarás del rompimiento de mi honestidad y vergüenza, que siempre como encerrada doncella acostumbré tener (Rojas, Celestina); Porque la pobreza es más terrible que el fuego y acostumbra herir más que no él (Osuna, Abecedario V); Como acostumbrase a llevar algunos cargos y fuese fiel y conocido, tenía cuidado de buscarme un traidor de un despensero (Alemán, Guzmán I); Yo como buen montero caçador assí acostumbro a colgar ante mi puerta las pieles de lo que caço (Silva, F., Florisel); Suplico ala misericordia de que acostumbrais usar (Nebrija, Gramática); Si hacía bueno, los del tertulín acostumbraban salir juntos a paseo (Clarín, Regenta); No acostumbro molestar a mis invitados (Galdós, Nazarín).

En el español europeo contemporáneo es poco usada esta perífrasis, aunque no desconocida:

Dios acostumbra llevarse a los mejores (Gala, Invitados); Ella acostumbra hacer ese recorrido a media tarde, pero hoy quiso hacerlo al anochecer (Ferrero, Bélver); El camarero amigo ya no se acuerda qué es lo que acostumbrabais tomar (Barea, Forja).

No es perifrástica la combinación «acostumbrarse a + infinitivo» que significa ‘adquirir una costumbre’: Me acostumbré a esperar o Nunca se acostumbró a beber. Tampoco lo es la que se forma con la variante transitiva de acostumbrar, como en Su mamá la acostumbró a leer por las noches. Usados como verbos no auxiliares, acostumbrar y acostumbrarse se construyen también con la preposición a tanto en el español europeo como en el americano (§ 36.6i).

28.9h La perífrasis «acabar de + infinitivo» admite dos usos netamente distintos:

1. Como perífrasis de fase

2. Como perífrasis de anterioridad reciente

En el sentido 1, la perífrasis presenta una de las fases que corresponden a un proceso, como en Ya acabé de estudiar. Las otras fases del estudio serían, pues, su inicio, su interrupción o el curso mismo que sigue la acción. Otras perífrasis de fase son empezar a estudiar, seguir estudiando y dejar de estudiar, como se adelantó en el § 28.2g y se explicará con más detalle en la sección siguiente. Así pues, usada como perífrasis de fase, «acabar de + infinitivo» expresa el proceso de llevar a término una acción (Acabó de escribir su novela). Esta noción es aspectual, en el sentido de que focaliza el estadio final de un evento.

28.9i En el sentido 2, por el contrario, se indica que ha transcurrido un lapso temporal breve desde la conclusión de un proceso, pero no se penetra en su estructura interna: Acaban de dar las dos. Con esta interpretación, más propiamente temporal, la perífrasis expresa anterioridad reciente con respecto a un punto de referencia que coincide con el momento del habla (en presente de indicativo, como en El director acaba de marcharse), o bien con un momento anterior al momento del habla (en imperfecto de indicativo, como en Cuando llegué, acababa de marcharse). En el sentido 2 también se expresa con esta perífrasis que se considera escasa la distancia temporal que media entre el momento de referencia (o el propio de la enunciación) y el punto en que se produce el estado de cosas del que se habla, de forma que este es siempre anterior a aquel. Una paráfrasis aproximada de Acaba de salir es, por consiguiente, ‘Salió hace poco’ (‘Ha salido hace poco’ en algunos países, de acuerdo con la distribución de usos del perfecto introducida en los § 23.7b, c y 23.8a). He aquí otros ejemplos similares:

Acababa de volver del trabajo y estaba arreglando la casa (Vargas Llosa, Ciudad); Acababa de abandonar la facultad de derecho al cabo de seis semestres (García Márquez, Vivir); Estaba radiante; como una niña que acabase de abrir el envoltorio de un regalo maravilloso (Pérez-Reverte, Maestro); Su hermana mayor, que acababa de casarse con un bombero, le regaló unos pantalones rotos de su esposo (Baroja, Hierba).

28.9j Como perífrasis de anterioridad inmediata, «acabar de + infinitivo» no es sinónima de «terminar de + infinitivo» (cf. *El director termina de marcharse), y comparte con «ir a + infinitivo» cierta defectividad temporal. No suele usarse en pretérito perfecto (*El director ha acabado de marcharse) y tampoco en futuro o condicional (*El director acabará de marcharse cuando den las dos y media). Usada en forma participial, crea modificadores predicativos análogos a los que se construyen con los adverbios recién o apenas, como en Las paredes se desconchaban acabadas de pintar (‘apenas pintadas’); Siempre parecía acabada de salir de la ducha (‘recién salida’), o en noticias acabadas de llegar a nuestra redacción (‘recién llegadas’). Véanse sobre estos usos los § 27.11e y ss. y 41.4f y ss.

28.9k Se asimilan a esta pauta los verbos transitivos que expresan procesos télicos o delimitados, como en acabado de limpiar, o los que se subrayan a continuación:

Me dió seis reales de a ocho, acabados de sacar de la pieza, que aun no tenían bien enjuto el cuño (Cervantes, Rinconete); Presentáronse muy guapetones, de levitín, y alguno de ellos con guantes acabados de comprar (Galdós, Fortunata); […] con libros por el suelo semienvueltos para envío o acabados de recibir (Monterroso, Letra); Ayer tarde, en un hotel sueco acabado de inaugurar me he encontrado con tres parejas de españoles (Gala, Pasión); Muchos iban armados de machetes acabados de robar en los primeros asaltos a las tiendas (García Márquez, Vivir).

Al mismo esquema pertenecen los intransitivos inacusativos (§ 41.4), como en un libro acabado de aparecer, o en los textos siguientes:

¿Qué es aquesto? ¿La primera / cosa que he de encontrar hoy, / acabado de llegar, / ha de ser una cuestión? (Calderón, Alcalde); Y gozaron juntos como novios acabados de nacer (García Márquez, Amor); Por eso traía noticias calientes y de primera mano, siempre las más apreciadas, acabadas de salir de la boca de su eminencia (Riera, Azul).

28.9l La expresión de la anterioridad reciente es incompatible con los estados permanentes. Es, pues, esperable que carezcan de sentido oraciones como *Acaba de parecerse a su padre y otras igualmente contradictorias en las que se desea expresar el final de algún proceso, pero no se introducen eventos que posean término natural. Los predicados que denotan estados transitorios se aceptan, en cambio, con mayor facilidad en estas construcciones, acaso porque su misma transitoriedad permite percibirlos como efímeros y, por tanto, delimitados: Acababa de estar en Nueva York; Acaba de sufrir una grave enfermedad.

28.9m Usada como perífrasis de anterioridad reciente, «acabar de + infinitivo» está limitada en los contextos negativos. Se admiten los que expresan negación externa, en los que no equivale a ‘no es cierto que’. Unas veces son interrogativos, como en ¿No acabamos de admitir que el espíritu religioso ha repuntado? (Sábato, Héroes); ¿No acaba de afirmarlo el propio papa de Roma? (Roa Bastos, Supremo). Otras no lo son necesariamente. Aun así, vienen a ser en cierta forma metalingüísticos en cuanto que se niega o se rechaza en ellos alguna afirmación previa en la que se pone de manifiesto el carácter reciente del hecho que se menciona, como en No acaba de enterarse, hace ya horas que lo sabe, o en Tú no acabas de perder, como yo, una fortuna en la ruleta. La interpretación de la negación en las perífrasis de fase «acabar de + infinitivo», como en No acabo de entenderlo o No acababa de decidirse, se analizará en la siguiente sección.

28.9n La perífrasis «volver a + infinitivo» expresa la repetición de un proceso, o bien la restitución de algo a un estado anterior. Está, por tanto, asociada con la presuposición temporal de que cierto acontecimiento similar al que se presenta se ha producido antes, o se ha obtenido su resultado en un momento anterior. El que dice No volveré a mentir sugiere que ha mentido antes, y el que usa la expresión Si hubieran vuelto a reprochármelo… insinúa que alguien le ha reprochado antes la misma acción de la que habla. En la acepción que se suele llamar restitutiva, la perífrasis no expresa la repetición del evento, sino el retorno a un estado anterior, que suele coincidir con el estado inicial de este. Repárese en que en el texto siguiente no se dice que alguien se haya levantado dos veces: A la mitad de la subida me caí, pero volví a levantarme antes que nadie se diera cuenta (Cortázar, Final). Algunos de estos usos pueden resultar redundantes. No se habla, en efecto, de recomenzar de nuevo, sino de comenzar de nuevo, en el primero de los dos textos siguientes:

Compases y cadencias que subían y chocaban para rehacerse y volver a recomenzar (Uslar Pietri, Visita); Son como una pesadilla, de esas que se repiten, se repiten, se repiten y se vuelven a repetir (Purroy, Desertor).

Por el contrario, en el segundo no hay redundancia, puesto que se habla en él de repetir algo que ya se había repetido. Se recomienda evitar «volver a + infinitivo» en los contextos redundantes a los que se hace referencia: volver a recongelar por volver a congelar, volver a readmitir por volver a admitir, etc.

28.9ñ Se aproximan a veces al significado de la perífrasis «volver a + infinitivo» los verbos que se construyen con el prefijo re- (releer, reencontrar: § 10.6p y ss.), pero existen diferencias notables entre ambos. Por una parte, estos verbos están muy restringidos morfológicamente, mientras que la perífrasis admite verbos que designan todo tipo de situaciones: Volverás a ser feliz; Habían vuelto a tener problemas; No volvió a sonreír; Volvió a llover. Por otra parte, se pierde con el prefijo re- la interpretación múltiple de los indefinidos de la que se habla en los apartados siguientes (compárese en este sentido reencender un cigarro con volver a encender un cigarro).

28.9o La situación previa que presupone el uso de la perífrasis representa un evento de la misma naturaleza que el que esta introduce, pero no requiere su mismo sujeto, como se comprueba en Se lo había advertido su mamá, y ahora volvía a advertírselo su mejor amigo. Al igual que sucede con adverbios como de nuevo, por segunda vez y otros similares, el uso de «volver a + infinitivo» con complementos indefinidos no exige tampoco que el acontecimiento del que se habla se repita para los mismos referentes individuales. Así, la oración Volvió a encender un cigarrillo no implica que el mismo cigarrillo sea encendido dos veces, y Volvieron a elegir un alcalde del Partido Liberal no implica que un determinado alcalde haya resultado reelegido.

28.9p La interpretación múltiple de «volver a + infinitivo», descrita en el apartado anterior, se obtiene cuando las acciones que se repiten no se llevan a cabo por segunda vez aplicadas a las mismas cosas a las que se aplicaron en una primera ocasión. La interpretación en la que sí se aplica la acción a una misma cosa resulta forzada con los indefinidos, pero no es imposible en oraciones como Volvió a leer una novela, sobre todo si se aplica esta afirmación a quien nunca lee. En relación con los indefinidos, la interpretación múltiple de la perífrasis acerca el verbo volver y las locuciones adverbiales de nuevo, por segunda vez, etc., a los llamados marcadores de genericidad (sobre este concepto, véase el § 15.8), como son los adverbios por lo general, habitualmente, o el auxiliar soler (Solía encender un cigarrillo antes de abandonar la oficina). Los complementos definidos usados en esta perífrasis admiten variación en la interpretación tipo-ejemplar, de forma que en Había leído esa novela a los 20 años y volví a leerla hace poco no se habla del mismo objeto físico, pero sí del mismo contenido.

28.9q La perífrasis «volver a + infinitivo» coincide con «terminar de + infinitivo» y «acabar de + infinitivo» en que forma participios que funcionan como modificadores nominales (§ 28.9j). Ilustran esta pauta secuencias del tipo de paredes pintadas de rojo y luego vueltas a pintar de azul, u otras como las siguientes:

Era su duro cielo conquistado, su tango vuelto a tocar para ella sola y sus iguales (Cortázar, Bestiario); Alimentándose con el cuerpo de un compañero que sucumbió a la insolación, cuya carne salada y vuelta a salar y cocinada al sol tenía un sabor granuloso y dulce (García Márquez, Cien años); Pero nunca la recibió con tanto júbilo como aquella en que venía a sustituir a la expresión, mucho más vulnerable, de un amor vuelto a nacer (Moix, Sueño).

28.9r La perífrasis «venir a + infinitivo» es aspectual para unos autores, pero no para otros. Posee dos interpretaciones:

1. Culminativa

2. Aproximativa

La primera interpretación está próxima a la de «acabar por + infinitivo» (§ 28.10p y 28.11l), lo que permite considerarla escalar. Así, el significado de la oración La realidad ha venido a demostrar lo peligroso de la decisión es similar al que se obtendría con las variantes … ha acabado por demostrar… o … ha demostrado al cabo… (también finalmente, a final de cuentas, a la postre, etc.). Se expresa, pues, que cierto estado de cosas sigue a alguna situación previa no mencionada y se interpreta como culminación o desenlace suyo. He aquí otros ejemplos similares:

El miedo a una agresión aérea venía a aumentar las inquietudes públicas (Blasco Ibáñez, Jinetes); Lo que pasó en el velorio vino a confirmar que yo tenía razón (Alatriste, Vivir); Lo cierto es que su violencia se vino a añadir a lo oneroso que resultaba aquel amor entre las sombras (Cabrera Infante, Habana); Aunque no tan completo como lo deseaba, este descubrimiento vino a aguzar la curiosidad de Xóchitl (Madariaga, Corazón); Empezaba ya a pensar que su permanencia en la unidad sería eterna, cuando dos sucesos vinieron a alterar la monotonía de su encierro (Luca Tena, Renglones); Solo entonces vinieron a darse cuenta de cómo andaban vestidas (Sánchez, H., Héroe).

28.9s La interpretación aproximativa de «venir a + infinitivo» no es propiamente aspectual. Este sentido no está muy alejado del que poseen los modales que expresan verosimilitud, como parecer. Así, en Vendría a costarle, a todo tirar, doscientos reales al año (Gabriel Galán, Fragmentos), se dice que algo cuesta más o menos esa cantidad. Se construye casi siempre este uso de «venir a + infinitivo» con verbos de estado, como en estos ejemplos:

La carencia o el exceso venían a significar lo mismo (Etxebarria, Beatriz); Pero sí [recurrió] a los círculos del asociacionismo católico que en otras latitudes tuvieron mucho que ver con la Democracia Cristiana y que, por tanto, venían a suponer un cierto paralelismo con respecto a ella (Tusell, Historia); Las leyes del otro pudor venían a ser, si no enteramente letra muerta, poco menos (Galdós, Prohibido).

No obstante, se registra también con verbos que expresan acciones puntuales si la oración incluye datos, cálculos o mediciones: Dormía siempre hasta que el sol comenzaba a recalentar el techo de su cabaña, lo cual venía a ocurrir sobre las nueve de la mañana (Vázquez-Figueroa, Tuareg). Este uso de «venir a + infinitivo» admite paráfrasis con aproximadamente, más o menos y otros adverbios similares.

28.9t Se percibe cierto aumento en el empleo, sobre todo en los medios de comunicación, de la construcción «venir de + infinitivo» empleada con el valor de «acabar de + infinitivo», por calco del francés:

Esta actuación ha sido un paso adelante. Y más, teniendo en cuenta que vengo de pasar un bache malo (Mundo [Esp.] 15/8/1995); El Secretario de Estado para Cultura que viene de ser el portavoz de cultura [...] (ABC Cultural 31/5/1996); Demichelis, quien viene de ganar la Copa de Alemania el sábado y hoy quedó a un paso de la Bundesliga, espera jugar de local durante el Mundial (Clarín 3/5/2006).

Este uso se considera incorrecto, por lo que se recomienda evitarlo en todos los niveles de lengua. No se debe confundir la perífrasis «venir de + infinitivo» con el uso de venir como verbo de movimiento. En esta otra construcción, venir admite infinitivos. Aunque estos denoten acciones o situaciones, pueden asimilarse a los puntos que marcan el límite de un espacio, como en Vengo de comprar o en los ejemplos siguientes:

Llegó oliendo a licor, y jurando que venía de ver izar la bandera peruana en el hospital Vaugirard (Bryce Echenique, Martín Romaña); Era un tipo sencillo… bonachón… cuando venía de laburar me llevaba a la calesita (Pavlovsky, Cámara).

 

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