Sintaxis

45 Construcciones comparativas, superlativas y consecutivas

45.7 La alternancia que ~ de en las comparativas de desigualdad (II). Otros contextos de elección

45.7a En el § 45.3ñ se consideraron secuencias como más de cuatro cervezas, que se presentaron como grupos numerales. Entienden algunos autores, sin embargo, que no es correcto excluirlas de las construcciones comparativas. En el apartado al que se remite se explicó que pueden funcionar como segmentos diferenciales, al igual que otras expresiones cuantificativas (mucho, bastante, dos años, etc.). No obstante, resulta peculiar que el cuantificador comparativo que contienen admita a su vez otros modificadores diferenciales, como en Se tomó bastantes más de cuatro cervezas. El cuantificador diferencial de estas expresiones concuerda, además, con el sustantivo que expresa la noción cuantificada, como en Se han presentado bastantes más de cien candidatos (no bastante más…). He aquí otros ejemplos en que se aprecia esta concordancia:

Como se ganaron otras numerosas naciones, se repusieron en el número de muchas más de 100 mil personas (Velasco, Historia); Ratifica su autenticidad que, con pocos más de treinta años de edad, Mendoza haya esquivado a las sirenas del ruidoso experimentalismo (País [Esp.] 5/5/1976); En el primer período de reasentamientos podrían haber muerto durante el traslado bastantes más de cincuenta mil personas (CREA oral, España); Creo que los verdaderos poetas son muchos menos de los que dicen los libros (Hora 23/1/1997).

No son infrecuentes, sin embargo, los casos en los que el diferencial no concuerda con el núcleo de la comparación, probablemente porque se reinterpreta como un modificador del cuantificador comparativo:

Descender el curso entero del río Manzanares, por ejemplo, no lleva mucho más de cuatro horas (Pliego, Excursiones); No podrá aportar mucho más de 100 millones (Mundo [Esp.] 1/6/1996); No tendría mucho más de cuarenta años (Álvarez Gil, Naufragios); Una operación, que colocó notas en la prensa escrita y en la radio, reportó en 1970 una audiencia de bastante más de cinco millones de personas (Verdugo, Casa).

45.7b A las propiedades que se mencionan de la construcción «más o menos + de + numeral cardinal» cabe añadir que el cuantificador comparativo puede ser negado (no más de cuatro cervezas), al igual que los cuantificadores más y menos de las construcciones comparativas (Trabaja, pero no más de lo imprescindible). No existe hoy un solo análisis de estas secuencias, ya que, como se ha explicado, es polémico si son o no propiamente comparativas. Los autores que entienden que lo son suponen que de es la partícula que introduce el segundo término de la comparación. La irregularidad que representan oraciones como *Carlos se tomó más de tres cervezas que Alfredo (mencionada en el § 45.3ñ) respondería, desde este punto vista, al hecho de que la oración está construida con dos complementos comparativos. Si se entiende que son comparativas, podría suponérseles un núcleo tácito, como en ‘más (cervezas) de cuatro cervezas’. Esta opción reduce la construcción a una variedad de las comparativas de núcleo coincidente con el primer término de la comparación. Existen otros análisis de esta construcción, que, como se ha advertido, es particularmente polémica.

45.7c Es solo aparente la elección entre que y de en construcciones con numerales como No compré más de dos discos ~ No compré más que dos discos. En el primer caso, se obtiene la construcción que se acaba de examinar. En el segundo, más que suele considerarse una locución conjuntiva restringida a contextos negativos que proporciona un significado próximo al de solo (No leí más que tres libros ‘Sólo leí tres libros’). Aun así, tal como se explicó en el § 45.5ñ, el origen de esta locución está en una comparativa de alteridad–adición. Recuérdese que en estas oraciones no se comparan el número de entidades de dos conjuntos, sino que se especifica si algunas de las que pertenecen a uno de ellos también corresponden al segundo. En Velázquez pintó más cuadros que Las meninas se entiende ‘otros cuadros, además de Las meninas’; en Hay que oír más que música pop se entiende ‘otra música, además de la música pop’; en Necesitamos algo más que eso; necesitamos un nuevo plan (Prensa [Nic.] 5/12/1997) se dice que la noción que se menciona no es suficiente y que se echa en falta alguna otra.

45.7d Se explicó en las secciones precedentes que la noción de ‘comparación’ puede interpretarse en un sentido estricto, en el que solo afecta a magnitudes, y también en otro más amplio en el que abarca las relaciones de identidad o semejanza. Los adjetivos diferente y distinto ilustran este segundo sentido de la noción de ‘comparación’. La secuencia Guillermo es distinto a Felipe no es comparativa, en sentido estricto, pero expresa desigualdad. Las preposiciones a y de alternan hoy en esta pauta ante el complemento del adjetivo. Se designa en él generalmente algún elemento que contrasta con la entidad de la que se predica la disimilitud de la que se habla. Así, tras Su opinión es ahora distinta de… se espera un elemento nominal que haga referencia a alguna otra opinión (la mía, la de su maestro, la que tenía antes). A esta pauta corresponden los ejemplos siguientes:

En el cine he sufrido mucho. Es muy distinto a la televisión (Tiempo [Esp.] 15/10/1990); Los tamales que han hecho famosa a Popayán son diferentes de los que vuelven locos a los tolimenses (Tiempo [Col.] 2/1/1989); Al frente, y en una especie de montículo, está la iglesia, pero esta es diferente de las iglesias de pueblo que estoy acostumbrado a ver (Gallegos, D., Pasado); La cena fue distinta de las de otros días (Martín Gaite, Visillos); Comenzó a repetir, una y otra vez, un estribillo en el cual se proponía una acción del todo diferente a la que todos estaban a punto de emprender (Velasco Piña, Regina); Creía que su piel era diferente a la de los demás (Ferrero, Opium).

En el primero de los ejemplos de este grupo se compara el cine con la televisión, y el adjetivo distinto muestra el género y el número del sujeto.

45.7e Se registra también la conjunción que en la pauta que se acaba de describir, pero no se recomienda esta opción en la lengua actual:

[…] un pueblo no solo distinto como materia étnica del europeo, sino —lo que importa mucho más— de una edad diferente que la nuestra (Ortega Gasset, Rebelión); Los pequeños caballos no son diferentes que los más grandes, excepto por el tamaño (Nuevo Herald 28/4/1997); “[…] somos partidarios en todo caso de un ministerio de las culturas, que es diferente que un ministerio de cultura” (País [Esp.] 16/2/1999).

En la lengua antigua era posible construir con que las oraciones de este tipo, dejando además tácito el segundo término de la comparación: Muchos acaban de comer con diferentes costumbres que empezaron (Quevedo, Job), es decir, ‘con costumbres diferentes de aquellas con las que empezaron’. Sobre diferente que en la lengua actual, véanse los 45.7g y ss.

45.7f Se usa también la preposición de en el español actual cuando su término aporta un atributo paralelo al que expresan distinto o diferente, como en La situación es ahora muy diferente de como era hace unos años o en ¿No comprendes que somos diferentes de como él nos miraba? (Sinán, Plenilunio). En este último texto se niega, en efecto, que seamos “como él nos miraba”, y se afirma que, por oposición a ello, “somos diferentes”.

45.7g Cuando los adjetivos distinto y diferente se construyen con la conjunción que, el contraste se establece con el primer término de la comparación, no con la entidad a la que se atribuye la disimilitud. Así, tras Su opinión es ahora distinta que… podría añadirse … cuando era estudiante, en los tiempos en que lo traté u otros grupos sintácticos que contrastaran con ahora. También puede decirse Él tenía distinta opinión que yo sobre ese asunto, donde —de nuevo— el segundo término de la comparación (yo) contrasta con el primero (él). A esta misma pauta corresponden los textos siguientes:

Ninguna destas razones fue entendida de los bárbaros, por ser dichas en diferente lenguaje que el suyo (Cervantes, Persiles); Dicen que era la mujer más bella de su tiempo y que tenía un ojo de distinto color que el otro (Loynaz, Jardín); Dijo: “Para los ricos, el concepto de dinero es diferente que para aquellos que trabajan por su salario […]” (Proceso [Méx.] 14/7/1996); Yo soy alcohólico por razones distintas que la mayoría (Polimeni, Luca); Si quieren hacer un verdadero Gobierno deben emplear métodos distintos que sus antecesores (Mundo [Esp.] 14/4/1994).

Como puede verse, en el segundo ejemplo de este grupo el adjetivo distinto modifica al sustantivo color, pero las entidades que se contrastan son dos ojos, no dos colores. En muchos de estos casos, puede alternarse el texto para obtener secuencias en las que el segmento que sigue al adjetivo designe una de las dos entidades que se comparan, lo que daría lugar a la elección de la preposición de. En el último de los ejemplos citados podría haberse dicho … distintos de los de sus antecesores. En el que sigue: … distinta de la de Isabel: Cidoncha, catedrático, de clase social distinta que Isabel y novio suyo, que hablábala constantemente de casarse y nunca se casaba (Trigo, Jarrapellejos), se admitiría igualmente.

45.7h Los adjetivos distinto y diferente introducen también la conjunción que en contextos característicos de las comparaciones de alteridad–adición descritas en los § 45.5a y ss. Es oportuno recordar que el indefinido otro introduce la conjunción que en oraciones como No había para mí otro hombre que tú (Salvador Caja, Eje). En este ejemplo otro equivale a más, pero no se comparan en él cantidades u otras magnitudes. La oración afirma, en efecto, que ningún hombre, aparte del destinatario de esas palabras, satisface la condición de pertenecer a cierto grupo; equivale, por tanto, a ‘Tú eras para mí el único hombre’. Estas construcciones son características de las oraciones negativas, como se vio en el § 45.4o. Se obtiene, de forma análoga, la comparación de alteridad con el adjetivo diferente: Una sala cerrada exige algo diferente que una actuación al aire libre (Vanguardia [Esp.] 20/10/1994), donde algo diferente que alterna con otra cosa que no sea. También podría haberse elegido aquí la preposición de (diferente de una actuación al aire libre), y se obtendría entonces una construcción como las examinadas en el § 45.7d.

45.7i Se forman secuencias similares a las anteriores con los adjetivos distinto y diferente cuando introducen oraciones en los segundos términos de tales comparativas de alteridad:

Desde hacía tiempo la señora Rebeca no hacía nada distinto que remover cachivaches (García Márquez, Funerales); Yo mismo sentía miedo, pero no había ninguna alternativa diferente que trepar a una camioneta y arrancar acompañados por tres de ellos (Castro Caycedo, Hueco); Ser de izquierda es algo diferente que ser miembro de un partido político que se conoce socialmente por nombres como socialista, obrero, izquierda, comunista y similares (País [Esp.] 28/3/2000); Es distinto construir puentes o carreteras que hablar del Hacedor en tres minutos (García-Badell, Funeral); Preparar comida para cuatro es muy distinto que hacerlo para cuatrocientos (Bobillo, Guía).

En el texto de García Márquez se dice, en efecto, que lo único que hacía la señora Rebeca era remover cachivaches, es decir, que no hacía ‘otra cosa aparte de ello’ (interpretación de alteridad–adición). Se obtienen paráfrasis similares en los demás ejemplos. El complemento comparativo oracional puede contener la proforma hacerlo39.2m y ss.) para evitar la repetición del primer término de la comparación, como en el texto de Mercedes Bobillo o en Es distinto veranear en septiembre que {veranear ~ hacerlo} en julio.

45.7j En los § 45.5g y ss. se explicó que para interpretar los segundos términos de las comparaciones de desigualdad se requieren muy a menudo procesos de elipsis o de reconstrucción. Así, la oración Elisa escribía más cómodamente con un lápiz que con una computadora presenta como segundo término de la comparación el segmento con una computadora, pero el significado que expresa exige aportar información que en la oración no se proporciona. Si se opta por el análisis de la elipsis, podría obtenerse la secuencia Elisa escribía más cómodamente con un lápiz que (como escribe) con una computadora. Si se opta por una reconstrucción del significado, se tendrá en cuenta que el adverbio más modifica al también adverbio cómodamente, luego la noción que se compara será el grado de comodidad con el que se ejercen dos acciones. Ello da lugar a una interpretación del estilo de la siguiente: ‘Elisa escribía con un lápiz con un grado de comodidad mayor que el grado de comodidad con el que escribía con una computadora’.

45.7k Sea con un tipo de recurso o con otro, se hace necesario aplicar procesos similares a los mencionados a un gran número de construcciones en las que sigue a distinto o diferente un término de la comparación que corresponde a un argumento o un adjunto del predicado principal, como en El Gobierno aplica al sector público criterios diferentes que a los demás sectores, donde se entiende ‘… diferentes de los criterios que aplica a los demás sectores’. Son análogos grupos sintácticos como … diferente que en su casa; … distinto que cuando éramos vecinos; … diferente que si es día feriado, o como los que se reproducen a continuación:

Los Institutos de Investigación allá se están desarrollando en una forma un poquito distinta que aquí (CREA oral, Venezuela); Esto es muy diferente que en el caso del mexicano (Álvarez, I., Música); El hecho de que un profesional de la venta haga de intermediario […] no implica que se deba aplicar un impuesto diferente que si la operación se realizara entre particulares (Mundo [Esp.] 19/5/1994).

45.7l Como antes, son necesarios en estos casos procesos de elipsis o de reconstrucción como los esquematizados en los apartados precedentes. Así, en Tiene un significado diferente aquí que en otros países se obtiene ‘… diferente del (significado) que tiene en otros países’. En La situación económica es hoy en día muy distinta que a comienzos del siglo pasado se obtiene ‘… de la que era a comienzos de siglo pasado’. El segmento que sigue a distinto en este último ejemplo es paralelo a hoy (primer término de la comparación), a pesar de que distinta concuerda con situación en género y número. Análogamente, sigue que a distinto y diferente con las expresiones de forma distinta, de modo diferente, etc.:

Se había comportado ante ellos como si estuviera presente Amalia, es decir, de manera muy diferente que cuando había estado con don Pepe y conmigo (Ibargüengoitia, Crímenes); Ipi recibía las palabras de modo distinto que la música (Moix, Arpista); Amenaza con votar en el Ayuntamiento barcelonés de manera diferente que sus socios de coalición (Vanguardia [Esp.] 23/9/1996).

45.7m Con el verbo transitivo preferir alterna también la conjunción comparativa que con otras partículas, por lo general con la preposición a, pero también en ocasiones con ante y entre, que no introducen propiamente complementos comparativos. Cuando se construye con a, el verbo preferir coincide con otros verbos transitivos, como invitar, que admiten un complemento directo junto con uno de régimen (Prefiero el vino al agua; Invité a Beatriz a una cerveza); véase el § 36.1ñ. La estructura comparativa y la de régimen confluyen en el caso de los infinitivos, que aceptan ambas con normalidad:

Prefirió hacer un rodeo que tomar el camino directamente (Chao, Altos); A veces prefería demorar el amor que apagar su infalible cigarro cubano (García Márquez, Amor); Siempre he preferido vivir la vida a estudiar la literatura (Cabrera Infante, Habana); Prefieren enfrentar la realidad a perderse en los recovecos psicológicos de enemigos (Prensa Libre 13/1/1997).

Aun así, no se aconseja usar la conjunción comparativa que en las variantes de esta misma estructura construidas con grupos nominales, en lugar de con oraciones. Se recomienda, pues, la construcción Prefiero el vino al agua, en lugar de Prefiero el vino que el agua. Por el contrario, se usa preferir que en las comparativas llamadas correctivas45.12f) que admiten el adverbio antes, como Antes preferiría la horca que la silla eléctrica (no a). Para evitar la concurrencia de dos conjunciones subordinantes en estas construcciones comparativas se aconseja sustituir la primera por la preposición a, como en Prefiero que estudies más a que salgas tanto por las noches. Aun así, no se considera incorrecta la variante que muestra las dos conjunciones subordinantes concatenadas: Prefiero que estudies más que que salgas tanto por las noches. Recuérdese el § 45.4e.

45.7n Como se deduce de la diferencia introducida en el apartado anterior, que resulta más natural que a cuando el primer término de la comparación no es un complemento del verbo preferir. Ello indicará que ya no se está ante un complemento de régimen. Se dice, pues, Prefiero pasear por la mañana que por la tarde (más comúnmente que … a por la tarde), puesto que por la tarde no es complemento de preferir. Aunque alternan a y que en estas construcciones de infinitivo si el complemento es nominal, se recomienda la variante con que, como en Prefiere beber vino {que ~ a} cerveza o en Mi hija prefirió estudiar una carrera técnica que una de humanidades (mejor que … a una de humanidades). Nótese que el primer término de la comparación en el primero de estos dos ejemplos es vino (paralelo a cerveza), mientras que el complemento de preferir es beber vino, no únicamente vino. Se recomienda asimismo el uso de que en las oraciones siguientes:

Prefería tenerle preso que muerto (Ruiz Zafón, Sombra); Prefiero ser el primero en la aldea que el segundo en Roma (Herrera Luque, Casa); Prefiero ser una buena médico que ciclista (Diario Navarra 29/4/1999).

45.7ñ Las locuciones al contrario y al revés admiten complementos comparativos introducidos por la conjunción que (Al contrario que ella, yo opino que…; Este año, al revés que el año pasado, no nos han eliminado en la primera ocasión), pero se aceptan también complementos con de en condiciones similares a las que regulan la alternancia con distinto y diferente. Se observa esta alternancia en los siguientes ejemplos:

Debía haberlo hecho todo al revés de como lo he hecho (Fernán Gómez, Viaje); Todo estará organizado justo al revés de como está ahora (Alonso Santos, Moro); Pero lo más grave es que un arquitecto piensa al revés que un profano en la materia (Henríquez Gratereaux, Empollar); No hay nada peor en un relato (al contrario que en un reportaje) que la precipitación (Millás, Mujeres); Al contrario de los demás, ellos no tuvieron que atravesar pobrezas o humillaciones (Belli, Mujer).

 

Nueva gramática de la lengua española
Real Academia Española © Todos los derechos reservados

cerrar

Buscador general de la RAE