Sintaxis

22. Relativos, interrogativos y exclamativos. Sus grupos sintácticos

22.5 El relativo posesivo cuyo

22.5a Los relativos cuyo y cuanto se denominan tradicionalmente adjetivos relativos porque inciden sobre los sustantivos a la manera de los adjetivos, entendiendo esta clase de palabras en sentido amplio (§ 1.9m). Como se vio en el § 22.1f, cuyo y cuanto tienen en común la capacidad de funcionar como modificadores de un grupo nominal, un determinante posesivo en el caso de cuyo (el cuadro cuya venta se acordó) y un cuantificador en el de cuanto (la más perspicaz de cuantas estudiantes tuvo). La forma cuyo procede del latín cuius, genitivo singular del pronombre relativo qui/quae/quod. Presenta, como se ha recordado, flexión de género y número: cuyo/cuya/cuyos/cuyas. El relativo cuyo no se usa en los registros informales. De hecho, ha desaparecido de la lengua oral de muchas variedades del español y, en ciertos países, también de la periodística. Sobre el uso de que su… por cuyo…, véanse los § 22.5n y 44.9o.

22.5b El relativo posesivo cuyo comparte con el posesivo átono su el ser determinante (al igual que el, la, etc.) a la vez que complemento del nombre (como de él, de ella). Se diferencia de su en que es relativo; por tanto en su capacidad para constituir oraciones subordinadas que se asimilan a los modificadores del nombre o del grupo nominal, sean restrictivos o explicativos. También comparten su y cuyo la posición que ocupan dentro del grupo nominal. Se admiten, pues, entre el determinante y el sustantivo otros modificadores, como en cuya otra orilla, cuya gran victoria, o en los siguientes ejemplos (se subraya el grupo relativo):

[…] la película italiana basada en la pieza de Ford, que en Latinoamérica se estrenó por el año 1973, y cuyo mayor y tal vez único mérito sea la presencia de una joven y turbadora Charlotte Rampling (Bolaño, Estrella); […] cuyo admirable dominio de la expresión aprovecha toda la gala del buen decir (Hernández Norman, Novela); […] cuya más reciente campaña electoral culminó el martes (Proceso [Méx.] 10/11/1996).

22.5c Al igual que los demás determinantes flexionados, cuyo concuerda con el sustantivo sobre el que incide, que denota la entidad poseída. No lo hace, por tanto, con su antecedente, que designa el poseedor. En los ejemplos que siguen, se comprueba que pueden no coincidir el género o el número del antecedente de cuyo y el del elemento al que este determina:

En la Corte eran asiduos hombres de negocios y banqueros, con cuya relación me perjudiqué (Hernández, R., Secreter); Aquello fue un lento y dulcísimo jaque mate cuyos detalles Irene se veía obligada a rememorar a modo de bálsamo (García Sánchez, Historia); ¿Qué hacer con esa plata, a cuyo breve radio de alcance, por lo demás, estaba limitado todo su poder adquisitivo en el lapso de un mes? (Aira, Varamo).

En consecuencia, los rasgos flexivos de cuyo no permiten dilucidar cuál es el antecedente en las situaciones de ambigüedad. Nótese que en el siguiente texto podría hablarse del candidato del sector crítico, pero también del candidato de los componentes del sector crítico: Los componentes del sector crítico, cuyo candidato a dirigir el sindicato es Albert Miralles, no aceptaron la correlación de fuerzas (Vanguardia [Esp.] 16/12/1995). Se analizan otros casos similares de ambigüedad en los § 44.8m y ss.

22.5d Los posesivos prenominales no concuerdan en plural con los sustantivos coordinados: {su ~ *sus} perspicacia e inteligencia, sino con el nombre más próximo. El relativo cuyo comparte con su esta propiedad, como en {cuya ~ *cuyas} perspicacia e inteligencia o en el texto siguiente: Es un individuo cuya familia y vecinos han debido sobrellevar, en dos ocasiones ya, las consecuencias de su afán trasnochado (Collyer, Habitante). También la comparte con los adjetivos prenominales (§ 31.7e). Los posesivos se consideran variantes de los pronombres personales (§ 18.1a, e) por cuanto realizan un tipo de designación muy similar y presentan, como ellos, rasgos de persona. El relativo posesivo cuyo tiene rasgos de tercera persona, al igual que su, como en Ella, cuya única preocupación es el bienestar de sus hijos… En la lengua antigua, y ocasionalmente en algunas variedades de la actual, se documentan excepciones a esta pauta. Así, el antecedente de cuyo en los textos siguientes es el pronombre de segunda persona que se subraya:

Los buenos padres bien aconsejan a sus hijos, y especial yo a ti, cuya vida y honra más que la mía deseo (Rojas, Celestina); Me extraña que tú también hayas perdido la razón, , entre cuyos antepasados se encuentran los primeros habitantes de esta región (Aridjis, Teatro).

22.5e El relativo cuyo puede integrarse en grupos nominales definidos o indefinidos, como en {la ~ una} novela cuya traducción al ruso fue publicada recientemente, pero el grupo relativo que forma (cuya traducción al ruso, en este caso) es siempre definido. Esta es una propiedad que cuyo comparte con los demás posesivos prenominales (su traducción). Sobre el carácter definido de estos posesivos (mi, tu, su, etc.), véase el § 18.2b. La relación que mantiene cuyo con el predicado de la subordinada es indirecta, ya que no es ni argumento ni adjunto de aquel, sino un modificador adnominal. Como se explica en el § 18.5, el complemento genitivo de un nombre puede expresar diversas relaciones semánticas. En la decisión del ministro > su decisión o cuya decisión, el posesivo representa el argumento agente de decisión, llamado tradicionalmente genitivo subjetivo12.11 y 18.5e-g). En la derogación de una ley > su derogación o cuya derogación, el posesivo representa el paciente del sustantivo derogación (llamado genitivo objetivo). Como se comprueba, esta propiedad es compartida por el relativo cuyo y el resto de los posesivos prenominales. Nótese que, en el grupo nominal cuyo retrato, la entidad que representa el relativo puede interpretarse de tres formas: como el argumento de retrato que designa la persona o cosa retratada (genitivo objetivo), como el agente o autor del retrato (genitivo subjetivo) o como el dueño del retrato (poseedor). En el § 18.5m se explica que estas interpretaciones se ajustan a la jerarquía «poseedor > genitivo subjetivo > genitivo objetivo».

22.5f Se explicó en los apartados precedentes que el relativo cuyo comparte algunas propiedades con los posesivos prenominales (mi, tu, su, etc.). En la lengua antigua se asimilaba también a los pronombres posesivos tónicos (mío, tuyo, suyo, etc.), que pueden desempeñar la función de atributo. Así pues, de forma análoga a como hoy se dice La casa era suya (donde suya ejerce la función de atributo), se admitía en la lengua antigua la persona cuya era la casa (donde cuya ejerce la misma función): Enpero si aquel cuya era la casa o la heredad le quisiere dar tanto por ello quanto podrian valer […] (Partidas). Como no persiste este empleo de cuyo, lo suple el grupo preposicional de quien, del que, etc.: la persona de quien era la casa. El uso descrito, característico de la lengua medieval, decreció de manera progresiva en la clásica, pero se documenta ocasionalmente hasta el siglo xix. He aquí algunas muestras de dicha construcción:

Todo el servicio de la cocina, con todo lo demás que suele servir en las casas reales […] lo enterraban con el Rey muerto cuyo había sido (Inca Garcilaso, Comentarios); Éramos criados y vasallos del emperador de los cristianos, gran rey de España llamado don Carlos, nuestro señor, cuyo es aquel imperio de todas las Indias (Carvajal, Descubrimiento); Y yo bajo el influjo de las impresiones que me causó, escribí un artículo, cuyas son las pruebas que acabo de corregir (Castelar, Ernesto).

22.5g Tampoco se emplea hoy cuyo en las relativas libres, es decir, omitiendo su antecedente. Este uso se atestigua ocasionalmente en la lengua medieval y en la clásica. Así, cuando, refiriéndose a cierto relicario, escribe santa Teresa de Jesús La manera de abrirle solo la sabe cuya es la joya (Santa Teresa, Moradas), expresa el sentido que hoy formularíamos con el grupo nominal aquel de quien es la joya o aquel a quien la joya pertenece, donde el demostrativo aquel constituye el antecedente del relativo. Este empleo antiguo puede obtenerse con el pronombre cuyo, como en el ejemplo que se acaba de citar, pero también con el determinante cuyo, como en estos otros:

[…] heres cuyo pesar / me pesa más que del mío (Torre, A., Poesías); Yo soy en cuyo pecho dormiste (Márquez, Gobernador).

22.5h Los posesivos prenominales alternan con grupos nominales definidos: su casa ~ la casa de ella. Cuando cuyo funciona como determinante en un grupo nominal definido, puede alternar con del cual, de la cual, etc., o —más esporádicamente— con del que. Los resultados obtenidos son gramaticales en ambos casos, pero se suele preferir estilísticamente la opción con cuyo, en especial si la relativa es especificativa. Se ilustran a continuación las dos variantes con los sustantivos centro y memoria para que puedan compararse ambas construcciones (se subrayan los grupos relativos):

Por fin había hallado, en el corazón de una selva florida, el río rejuvenecedor de cuya corriente nacen los que apodan “árboles de la inmortalidad” y en cuyo centro mana la Fuente de Juvencia (Mujica Lainez, Escarabajo); […] un estanque irregular de losa y cerámica, en el centro del cual cuatro angelotes de mármol rosáceo vertían agua a los cuatro puntos cardinales (Mendoza, Verdad); […] explicaciones que trataban de justificar los dos lados de un Acontecimiento cuya memoria el hombre tiene prohibida (Panero, Lugar); […] de un mar tránsfuga, la memoria del cual el reino vegetal parece haber sublimado con mayor delicadeza que el animal (Benet, Saúl).

22.5i Las equivalencias a las que se alude en el apartado precedente se dan cuando el grupo sintáctico al que complementa el cual y sus variantes está encabezado por el artículo determinado, como en la memoria del cual, en el ejemplo de Juan Benet que se acaba de citar. Si se desea que el grupo nominal esté modificado por un demostrativo o una oración de relativo especificativa, no se obtiene la alternancia. Así pues, frente a pares como la novela {cuya traducción se acaba de publicar ~ de la cual se acaba de publicar la traducción}, no existe paráfrasis posible con cuyo de la novela de la cual se acaba de publicar aquella traducción que tantos problemas nos dio. Puede darse, como se ha visto, la alternancia entre cuyo y del cual cuando el grupo relativo formado por cuyo es preposicional. Esta alternancia es más frecuente si el segmento antepuesto es un adjunto, lo que da lugar a pares como los siguientes: sin cuya ayuda ~ sin la ayuda del cual; por cuya causa ~ por causa de la cual; por cuya indicación ~ por indicación de las cuales. El rechazo del relativo que, en lugar de cual, en estos últimos contextos (con identidad de significado) se analiza en los § 44.3f y ss.

22.5j No existe en español un pronombre que sustituya de manera estricta a los grupos relativos del que o del cual (o sus variantes de género y número) cuando ejercen la función de complemento del nombre, es decir, un relativo similar al del francés dont, que no incorpora léxicamente el artículo determinado. En estos casos, el español puede usar los grupos relativos mencionados, de manera que el sustantivo al que complementan no forma parte de ellos:

Durante horas las criaturas se abandonaban, felices, a ese juego del que el recuerdo, cada vez más limpio y más imborrable, me visita seguido (Saer, Entenado); […] conformando un cuadro complicado del cual el mensajero obvio es la tos (Goldsmith, Salud); Sade muestra que el deseo es el revés de la ley, y con ello inaugura una subversión de la cual el punto de viraje está en Kant (Aguilera Pedrosa, Hombre).

Es más frecuente, no obstante, que se formen en español grupos relativos con cuyo que contienen el sustantivo al que modifica el relativo posesivo. En el primer ejemplo del bloque precedente, se adelanta el complemento de recuerdo, y se forma el grupo relativo del que (similar al fr. dont), pero podría haberse dicho también … a ese juego cuyo recuerdo… En el texto siguiente, construido sobre la misma pauta, constituye un grupo relativo todo el segmento que se subraya: Su erudición era su propia práctica, cuyo recuerdo fiel no le falló nunca (Vega, H., Sufrieron). Análogamente, en lugar del ejemplo citado de Aguilera Pedrosa (… y con ello inaugura una subversión de la cual el punto de viraje está en Kant), podría haberse dicho … y con ello inaugura una subversión cuyo punto de viraje está en Kant.

22.5k Existe una tercera opción, que consiste en formar un grupo relativo con cual (de la cual, en el ejemplo citado de Aguilera Pedrosa) en lugar de con cuyo, pero adelantando igualmente el sustantivo y sus complementos, como en … y con ello inaugura una subversión, el punto de viraje de la cual está en Kant. A esta tercera opción, que ya se examinó en los § 22.3e y ss., corresponden los ejemplos siguientes (se subrayan los grupos relativos):

Una de sus obras más celebradas es La cucarachita mandinga, el texto de la cual corresponde a Rogelio Sinán (Siglo 10/2/1997); […] imperialismo ideológico, para el triunfo del cual se acumulan armas de destrucción total (Hoy [Chile] 7/1/1981); Tendrá gran variedad de caminos posibles, en el trazado de los cuales no puede olvidar el rol del sonido (Feldman, Guión).

Las tres estructuras sintácticas mencionadas (las dos descritas en el apartado precedente y la que se añade en este) dan lugar a secuencias sinónimas, si bien los resultados no son equivalentes en todos los casos desde el punto de vista estilístico.

22.5l No alterna su con de él, sino con tal, en expresiones como en su caso18.4l), en el sentido de ‘si ello sucede’. También está próximo a los demostrativos el uso de cuyo con sustantivos como efecto, fin, objeto, motivo, causa y otros similares en construcciones en las que se alude a un contenido proposicional. En los grupos preposicionales a cuyo efecto, a cuyo fin, con cuyo motivo, con cuya acción, en cuyo caso, en cuya circunstancia, por cuya causa y otros análogos, no es posible sustituir cuyo por del cual o de lo cual, pero suelen construirse paráfrasis con tal y una conjunción copulativa: en cuyo caso ~ y en tal caso; por cuya causa ~ y por tal causa, etc. Esta pauta se documenta en varios tipos de textos, pero es mucho más frecuente en el lenguaje administrativo y en ciertas variedades del ensayístico:

Los dos brigadieres me manifestaron que sería muy conveniente contar con el General Empecinado para el levantamiento de ambas Castillas a cuyo efecto pondrían a su disposición los elementos con que contaban (Ortiz-Armengol, Aviraneta); Hizo construir una capilla con cuatro celdas y dependencias, por cuyo motivo se le considera el fundador y patrono (Arenas Luque, Buenos Aires); Le hice tocar a través de la red las manos de la santa, por cuya causa, a partir de entonces y a la vista de todos, perdió las fiebres (Fernández Santos, Extramuros); Acostumbraban huir en cuanto detectaban la presencia humana, salvo, claro está, que tuvieran hambre y que el bocado pareciera indefenso, en cuyo caso el drama estaba servido (Asensi, Origen).

Actualmente se consideran preferibles las variantes de estas construcciones que contienen demostrativos en lugar del relativo posesivo cuyo: a este efecto en lugar de a cuyo efecto; en tal caso en lugar de en cuyo caso; por tal motivo en lugar de por cuyo motivo, etc.

22.5m Esporádicamente se documenta cuyo en construcciones en las que el sustantivo al que modifica reitera el antecedente: Brotó en mi mente una idea y de mis labios una frase: “Esta es —me dije—, la capital de la Alta-Italia”. Cuya frase podía traducirse de este otro modo […] (Alarcón, Madrid). Este uso se considera incorrecto, ya que desprovee a cuyo del valor posesivo que le es característico. Así pues, en lugar del segmento subrayado en Le presté dos novelas hace un año; cuyas novelas aún no ha devuelto, se prefiere emplear las cuales, o solo que. Sobre la variante las cuales novelas, véase el § 22.1h. Tampoco se recomienda usar cuyo con artículo. En estas variantes, poco frecuentes, cuyo, que carece de valor posesivo, presenta un contenido equivalente al de el cual, como en Ha tiempo nuestra comunidad fue acusada de una lucha de clases en la cuya, de un lado, habrían luchado los propietarios de automóviles y, de otro, habrían fieramente contendido peatones (Grande, Fábula).

22.5n Como se ha señalado, el relativo cuyo es característico de los registros formales. En los apartados precedentes se han mostrado algunos de sus sustitutos. Se agrega a ellos la secuencia que constituyen que y su. Se recomienda evitar estas construcciones, impropias de los registros mencionados. Se crean asociando que y su a distancia, como en Mi cuñada, que se le murió su marido, mi hermano, […] ahora va a hacer tres años […] (CREA oral, España), o bien en contigüidad, como en estos otros ejemplos:

Las enzimas son unas moléculas que su función principal es la de bajar la energía de las reacciones químicas (CREA miscelánea, España); Había un francés que su lengua materna era el Patois (Cifuentes, Esmeralda); Finaliza su misiva el ciudadano de origen panameño haciendo un llamado […] a nombre del líder religioso, quien para Gómez Arbalae es una persona que su nombre ha sido utilizado por Roberto Rivas Reyes (Nuevo Diario [Nic.] 28/6/2000).

Sobre este uso del relativo, véase también el § 44.9o.

22.5ñ Tampoco se considera digna de imitación la construcción en la que del cual o sus variantes de género y número forman un grupo relativo que reproduce el posesivo su después del texto, como en […] pero con una cosa de más, de la cual la experiencia me ha demostrado su absoluta necesidad (Vanguardia [Esp.] 14/1/1994). Se analizan más detalladamente estas construcciones en el § 44.9. El último sustituto de cuyo es la pauta, «que… + artículo determinado», propia de la lengua oral e inadecuada en los registros formales. En esta construcción el artículo se usa con valor de posesivo (§ 14.7f y ss.), como en la mujer que se le murió el marido en la guerra. Véase también sobre estas construcciones el § 22.17.

Información adicional

En relación con este capítulo, las siguientes entradas del Glosario de términos gramaticales podrían ser de su interés:
determinante relativo, genitivo

 

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