Sintaxis

22. Relativos, interrogativos y exclamativos. Sus grupos sintácticos

22.12 Los relativos inespecíficos. Su relación con los indefinidos

22.12a Los relativos inespecíficos se consideran cuantificadores indefinidos modificados por oraciones de relativo especificativas. Aun así, se ha puesto en tela de juicio la naturaleza relativa de la subordinada que introducen, como se explicará en las páginas que siguen. Estas voces son palabras compuestas formadas por un relativo y el segmento -quiera, que —como se explica en el § 47.16j— es compartido por elementos no relativos, como el adverbio siquiera. Son relativos inespecíficos (pronominales o adverbiales) quienquiera, comoquiera, dondequiera (con su variante arcaizante doquiera), adondequiera y cuandoquiera. Algunos relativos de este grupo presentan formas apocopadas, y otros presentan variantes de número (quienquiera / quienesquiera). El indefinido cualquiera se integra en este paradigma cuando es antecedente de una relativa especificativa, como en cualquiera que desee venir, pero puede usarse también sin relativa, a diferencia de los demás miembros de este grupo: Eso lo sabe {cualquiera ~ *quienquiera}. El indefinido cualquiera (plural cualesquiera) se estudia en el § 20.4. A continuación se ejemplifican algunos relativos inespecíficos:

Quienquiera que fuese, estaba hasta las narices de ver el nombre de Perurena (Rojo, A., Matar); Ese Gacel, o comoquiera que se llame, ha demostrado que puede vencernos (Vázquez-Figueroa, Tuareg); Proporcionan el único receptáculo capaz de absorber esa raza cuandoquiera que estemos preparados para expulsarla (Orozco, Teólogos); Había decidido seguirla adondequiera que fuese sin despegarme de ella un solo segundo (Volpi, Klingsor).

22.12b Similar al relativo cualquiera, de uso general en el español de hoy, es el antiguo quequiera, empleado en la lengua medieval pero raro ya en la clásica. A partir del antiguo relativo qui, se formó asimismo quiquier(a) en la lengua medieval. Ambas formas están hoy en desuso, como lo está también la variante qualsequier(a), que admitía igualmente la apócope. He aquí ejemplos de estas formas:

Tengo gana de bever con quequiera que sea (Corónica de Adramón); Señora, quequiera que vós ayades hecho por mí, Dios vos dé el galardón dello (Corral, Don Rodrigo); Et uos el dicho Garci Periz, o quiquiera que ouiere a tener el dicho heredamiento […] (Artavia); Dizía que esto faría a quiquier que su mandado non cunpliesse (Juan Manuel, Lucanor); […] lo qual puede afirmar en qualsequiera parte ó lugar que bien le sera (Relación don Carlos) .

22.12c Es de muy escaso uso hoy el relativo inespecífico cuantoquiera, que se registra asimismo en textos antiguos. Así, por ejemplo, quanto quiera que diga equivale a ‘diga cuanto diga’ en el primer ejemplo de los siguientes:

No es lícito tomar prendas a alguno, quanto quiera que diga el común que se puedan tomar por assegurar cada qual su hazienda que assí prestó (Villalón, Tratado); De bueyes de arada, sendos ss. por cadauno, quantos quier que sean (Fuero Soria).

El relativo cuyo se asimilaba a la pauta que se acaba de describir:

Cuyos quier que sean los dineros, para si conpra (Pérez, Confesiones); […] nin en bueyes de arada cuyos quier que sean fallando otros bienes del vençido en que se pueda cunplir el iuyzio (Partidas).

Sobre los adverbios onde y o, mencionados en los § 22.8a y ss., se formaron los antiguos ondequier y oquier, igualmente perdidos:

Vayamos a buscar al conde onde quier que del Sepamos mandado (Veinte Reyes); Por todas las riberas de la mar los auien grant miedo ca o quier que llegauan todo lo destroyen (Gran conquista de Ultramar).

22.12d La forma verbal -quiera, que corresponde al presente de subjuntivo del verbo querer, está gramaticalizada. No admite, por tanto, flexión de número y carece de otros rasgos verbales, a diferencia de lo que sucede cuando quiera se usa como forma verbal plena. Así pues, el segmento donde quiera en Que vaya donde quiera constituye una relativa libre cuyo verbo es quiera. Podría aparecer el sujeto explícito de este verbo (Que vaya donde ella quiera), y de la misma manera sería posible conjugarlo en plural (Que vayan donde quieran) o reponer el infinitivo implícito sobre el que incide querer (Que vaya donde quiera ir). Si se dijera, en cambio, dondequiera que vaya, haría falta también un predicado principal para formar oración (Dondequiera que vaya, triunfará), pero se rechazaría la interpolación del sujeto entre donde y quiera, la variación de número en -quiera (*dondequieran) o la inclusión de un infinitivo como complemento directo de la misma forma verbal, como en Triunfará dondequiera (*ir) que vaya. El segmento compositivo -quiera no se escribe hoy separado en estos relativos compuestos. La ortografía actual prescribe, pues, dondequiera que viva (en lugar de donde quiera que viva, variante incorrecta) o cuandoquiera que la encuentre (no cuando quiera que la encuentre). Como se ha explicado, las combinaciones cuando quiera, como quiera o donde quiera son naturales si no forman relativos inespecíficos.

22.12e El modo en que se construyen las subordinadas que modifican a los relativos inespecíficos es casi siempre el subjuntivo, lo que es compatible con el hecho de que los grupos sintácticos que constituyen denoten por lo general personas o cosas no identificadas. Como se indica en los § 15.9j y 25.10a, las relativas con el verbo en modo subjuntivo inducen la lectura inespecífica de los grupos nominales en los que aparecen. Si se sustituyera quien por quienquiera que en Quien {dice ~ diga} eso miente, desaparecía la alternancia que este ejemplo muestra, y el modo subjuntivo sería la única opción: Quienquiera que diga eso miente. En la lengua antigua se registra ocasionalmente, sin embargo, el indicativo en estas oraciones: Hombre o demonio, quienquiera que tú eres, ¿qué rabia te enfurece? (Céspedes, Píndaro). En la actual se acepta el indicativo cuando el grupo sintáctico nominal o adverbial que encabeza el relativo inespecífico tiene interpretación genérica y, casi siempre, iterativa. Así, el segmento subrayado en el primero de los dos textos siguientes significa ‘a cada uno de los lugares a los que va’; el segundo equivale a ‘cada vez que la herida de un desaparecimiento es causada a la nación’:

Se lo ha llevado a su nuevo domicilio y le acompaña dondequiera que va (Mendoza, Verdad); Cuandoquiera que la herida de un desaparecimiento es causada a la nación […] (Suárez, Sueños).

Sobre «cualquiera que + indicativo», véanse también los § 25.10ñ-p. El uso particular de comoquiera que con indicativo responde a otra estructura sintáctica, que se analizará en el § 22.12m.

22.12f Los relativos inespecíficos se interpretan como términos de elección libre, en el sentido explicado en el § 20.4a. Como los demás miembros de esta clase, poseen interpretación existencial o universal en función del contexto. Así, para satisfacer la orden que contiene la expresión Pregúntaselo a cualquiera que veas, basta con formular una sola pregunta. En cambio, en Cualquiera que se apunte en la lista obtendrá un regalo, la obtención del regalo no se atribuye a cierta persona indeterminada, sino a todo aquel que realice cierta acción. Se analizan otros contrastes similares a este en el § 20.4.

22.12g Los relativos inespecíficos cualquiera y quienquiera presentan flexión de número, que se manifiesta en el primer miembro del compuesto: cualesquiera, quienesquiera. El segundo miembro es invariable. Estas variantes en plural se emplean menos que las correspondientes singulares, y suelen estar circunscritas, además, a los registros formales. Repárese en que faltan las subordinadas relativas en los dos primeros ejemplos, de acuerdo con lo explicado en el § 22.12a:

Servidor mío, amigo en cualesquiera circunstancias, Gordon entendía al mirarme hasta los más recónditos rincones de mi alma (Hernández, R., Secreter); Podía despachar y dirigir este ramo como cualesquiera otros de la administración pública (Juárez, Epistolario); Aquellos hombres, quienesquiera que fuesen, lo conocían todo (Navajas, G., Destrucción); Sus caciques pronto se dieron cuenta de que los extranjeros, quienesquiera que fueran, no eran fáciles de derrotar en el campo de batalla (Fuentes, Espejo).

Es frecuente que el singular reemplace al plural en muchos de estos contextos. Así, en los dos primeros ejemplos de esta última serie podría haberse usado en cualquier circunstancia y cualquier otro, respectivamente, sin cambio apreciable en la interpretación. No se considera correcta, por el contrario, la variante con discordancia de número en cualquiera que sean las circunstancias o en cualquiera circunstancias. Sobre el sustantivo plural cualquieras (como en Son unos cualquieras), véanse los § 3.5r y 20.4d.

22.12h Se apocopa cualquiera en la forma cualquier ante los sustantivos en singular: Cualquier pomada que te pongas te aliviará, pero se registran también usos no apocopados en algunas variedades del español americano, como se explica en el § 19.5l. En esa misma posición, el plural cualesquiera se apocopa opcionalmente en la forma cualesquier: […] inaudible para cualesquier otros oídos que no fuesen los de Regina (Velasco Piña, Regina). En posición posnominal, en cambio, no se apocopan ni el singular cualquiera (*una pomada cualquier) ni el plural cualesquiera (*unas pomadas cualesquier).

22.12i Los demás relativos inespecíficos se apocopaban en la lengua antigua. De estos usos solo permanece la variante doquier en la locución por doquier: El antropoide usa libremente de mi pituitaria y olfatea mujeres por doquier (Umbral, Mortal). Doquier, al igual que cualquiera22.12a), no pertenece al paradigma de los relativos cuando no aparece modificado por una oración relativa especificativa. El empleo de doquier como indefinido en contextos diferentes del que se señalaba al principio de este apartado es ya raro en el español de hoy:

Lo apreciaban doquier; doquier reclamaban su presencia, pues nadie sabía aderezar como él una anécdota, ni dominaba tanto la ciencia de la América remota y sus arcanos (Mujica Lainez, Escarabajo).

He aquí algunos ejemplos de relativos indefinidos apocopados en la lengua antigua:

Por Dios, dixo Leonel, quien quier que el sea, es el mas fermoso cauallero de su hedad que yo nunca vi (Demanda); Tomad toste quatroçientos cavalleros e acorred aýna aquéllos quelos non perdamos, ca dónde quier que sean, ssé que son de nuestra parte (Otas de Roma); Prometio que le pagaria aquellos dineros do quier que gelos demandase (Partidas).

22.12j Resulta problemático determinar la estructura sintáctica de los grupos nominales encabezados por relativos indefinidos. En principio, sería esperable que la estructura «relativo inespecífico + subordinada especificativa» diera lugar a un grupo nominal. Existen varios indicios que ponen en duda esta conclusión, al menos en ciertos contextos. Estos indicios sugieren, en cambio, que la estructura de estas construcciones está más próxima a la de las relativas libres que a la de los grupos nominales con antecedente expreso. En primer lugar, la subordinada que modifica al relativo inespecífico no se puede omitir, como se ha explicado. No es posible suprimir, por tanto, la relativa subrayada en el fragmento siguiente: Me entregó un sobre que contenía las más calurosas recomendaciones, dirigidas a quienquiera que me ofreciera trabajo (Donoso, Elefantes). Como se ha advertido, las construcciones con cualquiera constituyen la única excepción, pero cualquiera no pertenece propiamente a este paradigma en tales casos (Cualquiera lo puede hacer; Hablaba con cualquiera). En segundo lugar, la relativa restrictiva que se menciona no puede ser preposicional: *quienquiera con que vayas. En los casos en que el predicado de la subordinada rige una preposición, esta aparece precediendo al relativo compuesto, como en con quienquiera que vayas. La presencia de la preposición al comienzo de la construcción le otorga naturaleza oracional a esta en lugar de nominal, y avala, además, la idea de que el compuesto y el relativo que forman en estos casos una unidad compleja:

Que te vaya bien, dondequiera que vayas, con quienquiera que estés (Cabrera Infante, Habana); […] tener que resignarte a servir de espectáculo por dondequiera que pases (Silva, L., Alquimista); Llega a Roma y la siguen por doquiera que va (Rumbo 15/9/1997).

Con respecto al encaje de preposiciones, se siguen en estas oraciones los mismos principios que se describen para las relativas libres (analizados en los § 44.7r y ss. y 47.16i) en construcciones como hables con quien hables22.12ñ y ss. y 47.16c-e).

22.12k El indefinido cualquiera admite las dos estructuras sintácticas a las que se refiere el apartado precedente. En la estructura nominal, la preposición que el verbo seleccione sigue a cualquiera (cualquiera al que le preguntes); en la oracional se sitúa, en cambio, delante del indefinido (a cualquiera que le preguntes). Esta última opción es la más común en las oraciones exclamativas, como en ¡A cualquiera que se le diga! (Vázquez, Á., Juanita Narboni). La otra opción es más habitual en función de sujeto (Cualquiera al que se lo regales te lo agradecerá), pero alterna en ella con la otra pauta (A cualquiera que se lo regales te lo agradecerá). A esta última construcción pertenece también el texto siguiente: A cualquiera que le digas que por cuarenta duros sigues amarrada al viejo no te lo cree (Delibes, Hoja). En los estudios de sintaxis se han hecho varias propuestas para explicar la posición inicial de la preposición en estos contextos, y no en cambio en otros, en apariencia similares, como Al que se lo regales te lo agradecerá, en el que se siente más forzada.

22.12l Si las construcciones encabezadas por relativos inespecíficos se interpretan como relativas libres, se plantea el problema de analizar sintácticamente en ellas la partícula que. Algunos gramáticos han señalado que de la estructura original «indefinido + relativa especificativa» (§ 22.12a) se ha pasado a una estructura oracional en la que la partícula que funciona como conjunción subordinante en lugar de como pronombre relativo, lo que es compatible con el hecho de que la preposición que encabeza el segmento subrayado en el ejemplo de Ángel Vázquez del apartado anterior esté elegida por el verbo que aparece al final de la construcción. El esquema sintáctico obtenido es similar, desde este punto de vista, al que presentan oraciones exclamativas indirectas como la subrayada en el fragmento siguiente, que muestra la forma aparente de un grupo preposicional: Solo hay que ver con la ilusión que cada año miles de personas compran el décimo de lotería y sueñan que ese trozo de papel les va a sacar de pobres (Provincias 19/1/2006). En efecto, la preposición con que encabeza el segmento subrayado no está elegida por el verbo ver, sino por el verbo comprar, lo que da a entender que el complemento de ver es aquí una oración. Esta estructura es compatible con las propiedades de la construcción que se mencionan en el apartado precedente. Cabe pensar, incluso, que la conjunción que fue en su origen la que encabezaba el complemento oracional del verbo querer, entonces semilexicalizado. La existencia, en estadios anteriores de la lengua, de variantes en las que un sustantivo aparece colocado entre los dos miembros del compuesto (como en qual logar quier que fuesse, según se explica más adelante en esta misma sección) apoya esta hipótesis. Sobre estas construcciones, véase también el § 42.16.

22.12m El relativo inespecífico comoquiera se usa hoy en dos construcciones. En la primera, comoquiera que significa aproximadamente ‘sea cual sea la forma en que’. Admite, por tanto, una paráfrasis similar a la de los demás relativos inespecíficos. En estos casos se construye con subjuntivo:

Comoquiera que sea, lo traduzco (Monterroso, Letra); También habrían afectado a la industria relojera y a la industria del bolígrafo, comoquiera que se llame (Mendoza, Misterio).

En el otro uso, comoquiera que constituye una locución conjuntiva causal. En este caso admite los dos modos verbales, pero es más frecuente el indicativo. Aparece este último en el fragmento siguiente:

Comoquiera que la iglesia del convento estaba completamente desmantelada, los soldados que ocupaban el resto del edificio habían creído que las puertas le eran ya poco menos que inútiles (Bécquer, Leyendas),

y el subjuntivo en este otro: Comoquiera que las puertas fuesen todas de la mayor seguridad, no se creía prudente establecer centinelas demasiado inmediatas (Larra, Doncel). No es este el único relativo indefinido que da lugar a una conjunción subordinante. Así, en la lengua medieval se usaba cuantoquiera que como locución causal: Quanto quiera que el rrey se turbó de aquella nueva, con disimulado senblante, llamó al obispo de Calahorra e a mí, como su coronista (Enríquez Castillo, Enrique IV).

22.12n Era posible en el español medieval intercalar un sustantivo entre los dos componentes de algunos relativos indefinidos, lo que se interpreta como señal de que la estructura gramatical de esas formas no presentaba el grado de lexicalización de las variantes actuales. Se documentan en esta pauta los relativos inespecíficos formados con cual, cuyo y cuanto, que —como se vio en los § 22.1h y 22.5a— podían incidir directamente sobre el sustantivo. Se admitía, por tanto, en cual lugar quier, además de en cualquier lugar. He aquí algunos ejemplos de esta construcción:

Si por uentura acaesçiesse que fuessen cercados de xristianos que luego ge lo fiziessen saber en qual logar quier que fuesse (Gran conquista de Ultramar); E qual omne quier que comiençe a fazer eglesia con mandamiento del obispo; tenudo es de acabar la (Alfonso X, Primera Partida); […] por cuyas manos quier que sea fecho (Pérez, Confesiones); E sobre todo esto mandamos que quantas uegadas quier que tal tiempo sea dado de la iustizia […] (Fueros Aragón).

También se podía insertar el pronombre se entre los dos miembros del compuesto, como en el fragmento siguiente: E quien quiso matar & non mato, en qual se quier manera que lo consentio, faga penitençia de un anno (Pérez, Confesiones). Así pues, en qual se quier manera podría parafrasearse como ‘de la manera que se quiera’.

22.12ñ Los relativos inespecíficos admiten paráfrasis oracionales con las formas sea y fuera del verbo ser en las fórmulas reiteradas a las que se hace referencia en los § 47.16c-e, como en quienquiera que tenga la plata ~ sea quien sea el que tenga la plata; dondequiera que viviese ~ fuera donde fuera donde viviese. También admiten paráfrasis con fórmulas reiteradas en las que se repite la forma verbal en subjuntivo sin verbo copulativo, como en viviese donde viviese. Las relativas inespecíficas con verbo reduplicado construidas mediante esta última pauta presentan una forma verbal en subjuntivo. Está conjugada en cualquier persona verbal a ambos lados de un relativo simple que desempeña alguna función respecto del predicado reduplicado: digas lo que digas (complemento directo), se refiera a lo que se refiera (complemento de régimen preposicional), venga quien venga (sujeto), sea como sea (atributo), etc. El significado de esta construcción es equivalente a la prótasis de un período concesivo, como se explica en el § 47.16c. Así, Diga lo que diga, no tiene razón equivale aproximadamente a ‘Con independencia de lo que diga, no tiene razón’, o a ‘Sea cualquier cosa la que diga, no tiene razón’. El relativo recibe, por tanto, la interpretación inespecífica que corresponde a los términos de elección libre que se mencionaron a propósito de los relativos compuestos con -quiera. El punto en común de ambas estructuras es la aparición del subjuntivo, que funciona como marcador modal de inespecificidad. He aquí algunos ejemplos de esta pauta:

Mire hacia donde mire, solo veo la negra ruina de mi vida, tiempo ya consumido que aquí desperdicié (Marsé, Embrujo); Guardas el número en la memoria de tu aparatito y con solo apretar una tecla le suena el suyo al otro, esté donde esté (Silva, L., Alquimista); Hoy no sirven de gran cosa los artistas, diga lo que diga tu madre (Marsé, Rabos); El acto terrorista, lo haga quien lo haga, es un acto criminal (Mundo [Esp.] 15/2/1996).

Los relativos inespecíficos se acercan a los demostrativos cuando se construyen con relativas de subjuntivo y se añaden estas fórmulas reduplicadas. Así, quienquiera que tenga la plata equivale aproximadamente a ‘aquel (o el) que tenga la plata, sea quien sea’.

22.12o Las fórmulas reduplicadas a las que se refiere el apartado anterior son construcciones de verbo inicial. Así pues, cuando la relativa con patrón reduplicativo contiene otros elementos, estos aparecen a la derecha del verbo: sea cual sea su opinión sobre este asunto ~ *su opinión sobre este asunto sea cual sea. Las posiciones que ocupa la construcción reduplicada son las mismas que caracterizan a las prótasis de las oraciones concesivas, es decir, ante la oración principal (Hagan lo que hagan, se equivocarán), después de aquella (Pienso ir hagas lo que hagas) o como inciso parentético (Tu actitud, digas lo que digas, no ha sido correcta). Las escasas diferencias morfológicas que se admiten entre los dos verbos se analizan en el § 47.16h. Estas fórmulas reduplicadas se asemejan a las construcciones analizadas en los apartados precedentes en que también muestran la superposición de la preposición regida por el primer verbo y la seleccionada por el predicado que aparece en el interior de la subordinada. Como los verbos son idénticos, las dos preposiciones se funden en una sola, como en salga de donde salga; viva con quien viva o hable de lo que hable.

22.12p Se usa con mucha frecuencia en los registros informales una variante de los relativos compuestos de interpretación inespecífica. Se construye mediante la combinación de los relativos simples con la tercera persona del singular del presente de subjuntivo del verbo ser. Se obtienen así las formas quien sea, donde sea, adonde sea, cuando sea y como sea, o sus variantes con fuera o con fuere, además de los relativos compuestos formados por la combinación «artículo determinado + que» y esas mismas formas verbales: el que sea, las que fueren, lo que fuera, etc. Estas expresiones semilexicalizadas constituyen locuciones pronominales o adverbiales inespecíficas, y admiten paráfrasis con la forma cualquiera. Así, donde sea significa ‘en cualquier parte’; cuando sea, ‘en cualquier momento’; como sea, ‘de cualquier modo’, y quien sea, ‘cualquiera, cualquier persona’. He aquí algunos ejemplos de estas construcciones:

¡Pues yo estoy dispuesto a ir a cualquier reunión, donde sea, como sea y cuando sea! (Candelaria, Guadalupe); Se puede obtener del recepcionista la llave de quien sea (Rossetti, Alevosías); Tú dile lo que sea, lo que se te ocurra (Gamboa, Páginas); Viaja a Caracas, viaja a Río, llama a Karachi, a Mozambique o a donde sea desde los teléfonos que yo pago (Martínez, Vuelo); Bajen como sea, esto se está poniendo color de hormiga (Vargas Llosa, Tía).

No se forman estos indefinidos con los determinantes y los cuantificadores nominales relativos (*cuyo sea, *cual sea), ni siquiera en los usos pronominales: Estoy dispuesto a pagar {lo que ~ *cuanto} sea, frente a la variante … cuanto sea necesario, sin relativo inespecífico.

22.12q Aunque la construcción analizada en el apartado precedente se origina a partir de una subordinada sustantiva, como en Iré donde sea (que tenga que ir), en el uso actual no queda presencia de esa elisión en la conciencia lingüística de los hablantes. Confirma la naturaleza idiomática de estas construcciones el que el verbo ser no aparezca en indicativo, aunque admita —como se ha explicado— las variantes sea, fuera y fuere. Así pues, si la oración Se quedaba dormido donde fuera contuviera un segmento oracional sobrentendido, sería difícil la presencia del subjuntivo en fuera. No obstante, da indicio de que la construcción no está enteramente lexicalizada el hecho de que el verbo ser respete en ella la concordancia de tiempos. La variante con sea en Era capaz de hacer lo que {sea ~ fuera} para alcanzar sus metas no es propia de los registros formales, pero se atestigua en el habla coloquial de las áreas andina y caribeña, como se explica en el § 24.8q.

22.12r En la mayor parte de los casos mencionados, la locución lo que sea equivale hoy a ‘cualquier cosa’, como se ha señalado:

Puedo soportar lo que sea pero no soporto que me tengan lástima (Martínez, Vuelo); Para él supone una contrariedad, aunque se basta a sí mismo para afrontar lo que sea (García Sánchez, Alpe d’Huez).

Es mucho menos frecuente el uso de lo que sea como adverbio, como en Ahora tengo que salir, duerma usted lo que sea (Merino, Andrés Choz). Como es lógico, el hecho de que lo que sea, lo que fuera o lo que fuere constituyan locuciones cuantificativas indefinidas no impide que en otros contextos pueda asignárseles una estructura sintáctica. Así, lo que es el atributo de sea en El padre de la muchacha, del muchacho, o de lo que sea, solicitó el cambio de nombre en el registro civil (Vázquez, Á., Juanita Narboni).

 

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