Sintaxis

14. El artículo (I). Clases de artículos. Usos del artículo determinado

14.9 El artículo neutro lo (I). Su interpretación semántica

14.9a El español ha conservado una forma del artículo que deriva del neutro latino, como sucede igualmente en el paradigma de los pronombres personales (ello, lo), de los demostrativos (esto, eso, aquello) y de los indefinidos (algo, nada). El artículo neutro se diferencia de los demás artículos en que no va seguido de sustantivos, puesto que no existen en español nombres neutros. Este hecho ha recibido varias interpretaciones por parte de los gramáticos, sean tradicionales o modernos. Para unos es indicio de que lo es un elemento pronominal, aunque clítico, de forma que el adjetivo (lo bueno), el grupo preposicional (lo de siempre) o la oración de relativo (lo que tú digas) que lo modifica restringen su denotación como sucedería con otro pronombre. Para otros, lo es un artículo en estas oraciones. Algunos autores que defienden esta postura entienden, además, que constituye un elemento sustantivador de todas esas unidades.

14.9b La diferencia entre las posturas que se acaban de esbozar es algo menos radical de lo que en principio pudiera parecer, sobre todo porque, como se explicó en el §14.1m, los autores que usan el término sustantivar lo suelen interpretar, según se deduce de sus textos, en el sentido de ‘aportar información esencial para que pueda existir un grupo nominal’. En cualquier caso, la polémica sigue siendo actual. Algunos gramáticos que no son partidarios del análisis de la nominalización consideran, sin embargo, preferible mantener la forma lo en el paradigma de los artículos, como se hará aquí, ya que sus usos son similares a los del resto de los determinantes definidos. Cabe pensar, en efecto, que bueno modifica a lo en lo bueno, pero el análisis de secuencias como lo buenos que parecían no es, en lo fundamental, diferente del de otras como las mentiras que decían y otras construcciones enfáticas que se analizan en el § 42.16. La forma lo comparte además con el resto de los artículos determinados su naturaleza átona y su capacidad para formar grupos nominales definidos.

14.9c Sea cual sea la opción que se elija, conviene hacer notar que la creciente importancia que la teoría gramatical moderna ha otorgado a los determinantes en el proceso de formación de los grupos nominales definidos está en consonancia con el peso que ha tenido en la tradición gramatical hispánica el análisis de la estrecha relación sintáctica y semántica que existe entre los artículos y los pronombres personales. Los vínculos entre las categorías de artículo y pronombre se manifiestan asimismo en las construcciones de núcleo nominal elidido (§ 15.7), en el uso antiguo de la pauta «artículo determinado + numeral», como en las dos por dos de ellas21.2f) y en otras construcciones sintácticas.

14.9d Desde el punto de vista morfológico, el artículo lo se caracteriza por no presentar variación de número, característica que comparte con el resto de las formas neutras. También coincide con ellas, como se ha señalado, en la imposibilidad de combinarse con sustantivos. El artículo neutro forma dos clases de construcciones, cuyas características sintácticas y semánticas divergen considerablemente. Conviene, pues, distinguir dos tipos de lo: el que se ha llamado referencial o individuativo (en el sentido de que selecciona un elemento individual) y el llamado cuantificativo o enfático. El primero encabeza grupos nominales que expresan entidades no animadas definidas, como las que se subrayan en Veo que te gusta lo bueno; Lo que quiero es un vaso de vino (en una de las interpretaciones de la secuencia subrayada; véase el § 22.4j), o en estas otras oraciones:

Lo que sobrevivió a terremotos, erupciones y saqueos, revela una profunda originalidad, simbiosis de lo español y de lo indígena (Pérez Brignoli, Centroamérica); Cada hombre, en suma, sabe que tiene que escoger entre lo justo y lo injusto (Vitier, Sol); Todos junten las manos por favor, cierren los ojos y piensen en todo lo bueno de nuestra vida, todo lo malo, en su dios, en todo lo que significa ser casado y en la paz, el amor y la felicidad y en todo lo que connotan esos pensamientos (Morales, A., Verdad).

El segundo tipo de lo (lo enfático) se suele interpretar como un cuantificador de grado sobre adjetivos o adverbios. Aparece seguido de una subordinada introducida por la forma que22.12l y 42.16c), como en ¡Lo raro que es este hombre!; en Estaba asombrada de lo fácil que resultaba el trabajo, o en estas otras oraciones:

Sabemos lo difíciles que han sido los últimos días para ustedes (Caras 13/10/1997); Con lo cómodo que es escribir guiones en el despacho […] (Telos 1/2004); Siempre volvían contando lo maravillosamente bien que se lo habían pasado (Feo, Años).

14.9e El primero de los dos valores de lo se analizará en los apartados que siguen; el segundo se estudia en los § 42.16ñ y ss., y no en este capítulo, puesto que representa un caso particular entre los usos enfáticos del artículo característicos de las oraciones exclamativas. En efecto, oraciones como ¡Lo fuertes que eran! presentan, en lo fundamental, la misma estructura sintáctica que otras construcciones formadas sin lo, como en Admiro mucho a los escritores, es increíble las cosas que dicen (Cortázar, Reunión). El lo referencial encabeza un grupo sintáctico de carácter pronominal en las construcciones «lo + adjetivo» e impone el género neutro. Por el contrario, el lo enfático es un cuantificador que mantiene el género del adjetivo sobre el que incide, lo que da lugar a contrastes de concordancia como los siguientes:

lo {extraño ~ *extraña} de la situación; lo {*extraño ~ extraña} que era la situación; lo {absurdo ~ *absurdas} de sus ocurrencias; lo {*absurdo ~ absurdas} que resultaban sus ocurrencias.

14.9f Las expresiones definidas denotadas por el lo referencial son siempre inanimadas, como se pone de manifiesto en el contraste entre el alto y lo alto. El primer grupo nominal puede designar un objeto o una persona, pero el segundo se refiere a una cosa, sea material (como en lo alto de la montaña ‘la parte superior de esta’) o inmaterial (como lo mejor de Luis ‘su cualidad más destacada’). No contravienen esta generalización secuencias como Tu hermano es lo mejor de ese equipo, porque el grupo nominal que contiene el artículo neutro en esta oración ejerce la función de atributo, como en Tu hermano es eso (repárese en que las dos expresiones subrayadas son neutras). Un grupo nominal neutro no sería apropiado, en cambio, como sujeto de un verbo que se predique de nombres de persona (*Lo mejor de ese equipo dijo que…).

14.9g El llamado lo referencial puede combinarse con todas las categorías susceptibles de funcionar como complemento especificativo de un sustantivo, es decir, con grupos adjetivos, grupos preposicionales, oraciones de relativo y participios, como se observa en los siguientes ejemplos:

Si no sirves para nada en esta vida, lo único que te queda es ser militante de un partido político (Tiempos 8/1/1997); De manera que los objetos —en una secuencia de lo grande a lo pequeño, de lo antiguo a lo reciente, de lo profundo a lo cómico— mantuvieran en la casa el semblante de museo que deseaba Claude de Massias de Bonne (Ducoudray, Ojos); Le dijo lo de las mujeres, lo de su edad y las diferencias, el miedo que sentía de irse con Martha (Ramírez Heredia, Rayo); Las comparaciones y las similitudes entre lo de aquí y lo de allá saltan a cada paso (Boada, Arquitectura); De tanto en tanto se desliza en sus libros alguna vaga alusión a lo que adivinamos pudo ser una nostalgia (Ocampo, V., Testimonios); Recuerda lo dicho sobre el uso de sus manos (Almeida, Bebé).

14.9h Como sucede con el resto de los grupos nominales, los formados por el lo referencial pueden contener más de un complemento especificativo, como en lo bueno de esa película. Cuando el artículo se une inmediatamente a grupos preposicionales, solo suele aceptar los encabezados por de (nótese que se rechazan *lo contra tu amigo o *lo con remedio), restricción que estas construcciones comparten con los grupos nominales de núcleo elíptico (§ 15.7l). Como se explicó en el § 14.9e, los adjetivos que concurren con este valor de lo se colocan en la forma correspondiente al masculino singular: lo bueno de esos informes ~ *lo buenos de esos informes ~ *lo buena de esa información.

14.9i El lo referencial es un artículo definido que encabeza grupos nominales que designan entidades. Admite tres variantes:

1. absoluta: No le gusta lo salado.

2. relativa o partitiva: Lo difícil del curso es el comienzo.

3. atributiva cuantificada: Lo difícil del curso lo hizo abandonar.

Como se ve, en 1 no es necesario complemento preposicional alguno, a diferencia de 2 y 3. El ejemplo propuesto en 1 significa aproximadamente ‘No le gustan las cosas saladas’. Las relativas semilibres encabezadas por lo44.1g) pertenecen igualmente al grupo 1, como en No me gusta lo que haces. En 2 se obtiene una estructura análoga a la de las construcciones partitivas, ya que se denota una relación meronímica (§ 14.5c) o de «parte–todo». Una posible paráfrasis del ejemplo que ilustra 2 sería, por consiguiente, ‘La parte difícil del curso es el comienzo’. En 3 se denota, en cambio, una propiedad extrema cuantificada, lo que permite una paráfrasis, igualmente aproximada, como ‘La extrema dificultad de este curso lo hizo abandonar’.

14.9j Es importante tener en cuenta que la propiedad que se designa en la interpretación 3 se presenta de forma extrema, o al menos en un grado muy alto o muy bajo. Así pues, lo difícil de ese problema no equivale a ‘la dificultad de ese problema’ en Hasta el profesor admitió lo difícil de ese problema, sino más bien a ‘la dificultad suma (también considerable, máxima, grande, etc.) de ese problema’. No se percibe, pues, contradicción en la oración La dificultad de ese problema es nula, pero resulta ininterpretable, como cabe esperar, la variante *Lo difícil de ese problema es nulo. En las interpretaciones 1 y 2, el artículo neutro puede ir precedido del cuantificador universal todo, como en Todo lo que nos queda por hacer es fácil; Todo lo engorroso del trabajo se te olvida. Los adverbios de foco (§ 40.5) también son característicos de estas dos interpretaciones, en especial de la primera, como en Está en venta únicamente lo expuesto (es decir, ‘las cosas ex puestas’).

14.9k El lo referencial no es propiamente un cuantificador de grado, no solo porque encabeza un grupo nominal definido, sino también porque resulta compatible con cuantificadores de grado, como en Solo le gusta lo muy estrafalario; Lo más difícil del curso es el comienzo; lo más importante de esa medida, o en los textos siguientes:

La tierra anda, y lo pesado discurre ligero, y lo torpísimo y muerto vive y siente y conoce (León, Nombres); De repente, acaso por lo gravísimo de la ocasión, me puse a hablar sin retenerme (Mujica Lainez, Unicornio); Ya estáis muertas en el vacío / de lo más vivo de la vida (Neruda, Canto).

Los grupos preposicionales se admiten únicamente tras el artículo en 1 (lo del trabajo). Aun así, se registran excepciones, ya que algunos pueden denotar propiedades, al igual que los adjetivos: Lezama, como nadie en Cuba, comprendió lo sin salida y frustrante de esa pesadilla de irrealidades mezcladas (García Vega, Años). El complemento preposicional que caracteriza los tipos 2 y 3 es definido, al igual que en las construcciones partitivas: una parte de {los ~ *unos} alumnos. Así pues, existe relación entre la irregularidad que se obtiene al construir complementos indefinidos en el tipo 3, como en *Lo difícil de un curso cualquiera lo hace abandonar, y la que caracteriza las construcciones superlativas de coda indefinida: la película más espectacular de {todas ~ *algunas}. Véase, sobre este punto, el § 45.13.

14.9l Pese a su incapacidad para designar seres animados, el lo referencial puede denotar un considerable abanico de entidades obtenidas a partir de las propiedades expresadas en su grupo nominal. Entre las nociones que puede representar se encuentran las cosas materiales (lo que has comprado), las entidades abstractas (Hay que hacer lo correcto), los lugares (desde lo alto del rascacielos), los acontecimientos (lo sucedido ayer), y también las ideas, los pensamientos o las iniciativas: Sé que lo de ir de compras no es cosa que te entusiasme (Salvador Caja, Eje), entre otras nociones que se examinan en los apartados siguientes. Como los participios que modifican a los nombres y los pronombres se asimilan a las oraciones (§ 27.8l, m), el lo referencial puede denotar también contenidos proposicionales (lo afirmado por el presidente en la reunión). En general, cuando el artículo neutro aparece acompañado de una oración relativa o una sustantiva, la interpretación del grupo nominal está determinada unívocamente por el contenido proposicional de esta: Lo que te han hecho es imperdonable; Lo de que se vaya a ir no me lo creo. En cambio, si el elemento que sigue al artículo neutro es un grupo preposicional, el valor designativo del conjunto se obtiene, por lo general, del contexto discursivo o pragmático. Así, una oración como Lo de Elena es imperdonable puede referirse a algún aspecto criticable de su comportamiento o a un agravio que se le haya inferido, entre muchas otras posibilidades que solo el contexto puede ayudar a discernir. La interpretación de modo o manera de los grupos «lo + adjetivo», como en a lo inglés (‘a la manera inglesa’), se analizará en los § 30.15o y ss.

14.9m Cuando el artículo neutro se combina con adjetivos o participios en la interpretación referencial, se forman grupos nominales que expresan entidades representativas de la cualidad indicada por el adjetivo que lo acompaña. La naturaleza abstracta o concreta de la realidad designada dependerá de las propiedades del complemento de lo. Como se ha visto, lo salado significa en la interpretación referencial ‘las cosas saladas’ o ‘las cosas que son saladas’, por lo que es esperable que se aluda con esa expresión a entidades materiales. Es igualmente natural que en lo comido se haga referencia a alimentos, como se ve en La calidad de lo comido y lo por comer disculpaba la poquedad de la ración (Vázquez Montalbán, Soledad). Análogamente, el verbo suceder solo se predica de eventos (§ 33.3v), por lo que la expresión lo sucedido tendrá esa misma referencia en Mariana se quedó mirando el plafón del techo y trató de recordar lo sucedido (Ferré, Batalla). Idéntico razonamiento hace pensar que se aludirá a un tiempo en grupos nominales como lo transcurrido o lo sucesivo. Este último aparece lexicalizado en la locución en lo sucesivo (‘de ahora en adelante’), que se ajusta, no obstante, a la pauta que se describe: Espero que en lo sucesivo os fiéis más de mí (Vallejo-Nágera, Yo). Nótese que se admiten participios de verbos transitivos como en lo leído, a la vez que inacusativos: lo sucedido, lo caído41.4g:), igual que sucede en los grupos nominales formados con participios: las cosas leídas, las cosas sucedidas. Se volverá aquí mismo (§ 14.9p) sobre estas construcciones.

14.9n Aplicando el mismo razonamiento del apartado anterior, se denotan entidades abstractas en lo trivial, lo justo, lo extraño, lo falso y otros muchos grupos nominales similares, en consonancia con la naturaleza de las nociones de las que se predican esos adjetivos:

Y la aceptación de lo ineluctable es su única libertad (Adoum, Ciudad); Y lo caprichoso, lo inicuo, es que se las tomó conmigo, que hasta entonces nada tenía que ver con el asunto (Mujica Lainez, Escarabajo); Desde luego, es la convulsión del montaje lo criticable y no el claro mensaje del film: defensa de lo autóctono, de lo tradicional, de lo popular frente a la invasión del comercio extranjero (Miranda, Palabras); De ahí la confusión entre dos procesos tan distintos como lo probable y lo plausible (Miguel, Perversión); Señor de la impulsividad, lo súbito y lo independiente, amo y custodio del exceso, que se haga tu inconstante voluntad (Obando, Paraíso).

Muchos adjetivos pueden predicarse tanto de entidades concretas como de entidades abstractas, lo que se deduce de su propia definición. Así pues, en función del contexto sintáctico, un mismo grupo nominal definido, como lo falso, podrá hacer referencia a juicios o creencias, como en Lo estaba consiguiendo, pero aún necesitaba distinguir lo verdadero de lo falso (Millás, Mujeres), o bien a cosas puramente materiales, como en una joyería en la que ni siquiera separan lo auténtico de lo falso. De manera muy similar, el contexto permite comprobar que lo moderno hace referencia a cierto tipo de arte en el primero de los dos ejemplos que siguen, pero a determinado comportamiento en el segundo:

Y eso hacían, las muy idiotas, por razones teóricas, porque eso era lo moderno y lo libre (Aguilar Camín, Error); A lo largo de esta correspondencia resuena la continua queja de Van Doesburg sobre Mondrian, sobre su falta de comprensión de lo moderno (Crego, Espejo).

Existen otros muchos casos similares.

14.9ñ Otras veces, el grupo nominal formado por el artículo neutro y un adjetivo denota el conjunto de cosas al que se aplica la noción expresada por el adjetivo e, indirectamente, una cantidad, como en estos ejemplos:

Tampoco pido mucho, ¡qué caray! Lo justo para vivir decentemente, sin estos aprietos y estas angustias que van a acabar conmigo (Vázquez, Á., Juanita Narboni); Vivían con apenas lo imprescindible (Sepúlveda, L., Viejo); Al menos Amoptis es eficaz y solo roba lo normal en un administrador (Sampedro, Sirena).

En muchas de estas construcciones se elide una subordinada sustantiva, de forma que el adjetivo se predica de una entidad proposicional. La oración Solo roba lo normal significa, en efecto, ‘Solo roba lo que es normal robar’. Véanse también sobre este tipo de elipsis los § 45.6t-w. Repárese en que la interpretación cuantitativa que se obtiene en otros contextos está subordinada a la referencial, como muestran los artículos determinados subrayados en las paráfrasis posibles: lo llovido (‘lo que ha llovido’, ‘la cantidad de agua llovida’). Esta interpretación es particularmente frecuente cuando «lo + adjetivo» se emplea como complemento circunstancial. Así, si una persona pregunta a otra ¿Trabajas mucho?, y esta contesta Lo normal, querrá decir con su respuesta que trabaja ‘la cantidad (de trabajo) que es normal trabajar’. Se obtiene esta misma interpretación en el siguiente texto: —¿Te han molestado mucho? —me preguntó el capitán. —Lo justo —encogí los hombros (Pérez-Reverte, Jubón).

14.9o En las oraciones atributivas que contienen un sujeto oracional es muy frecuente colocar el artículo lo al frente del atributo antepuesto al verbo para convertirlo en tema, y situar al sujeto como elemento remático (§ 25.6k y 40.10e y ss.). Este uso del artículo se asimila al que se vio en el § 14.6ñ. Así, frente a Es justo que se le recompense, donde el atributo es el rema de la oración, se obtiene Lo justo es que se le recompense, donde la construcción con lo es segmento temático de la oración, como en los ejemplos siguientes:

Lo malo es que si supiera que ese estado iba a durar indefinidamente entonces ya no me gustaría tampoco (Marías, J., Corazón); Lo gracioso es que lo conseguí, y exactamente gracias a los motivos aducidos (Azúa, Idiota); Lo raro es que había dejado de tenerle miedo (Martín Gaite, Nubosidad); Lo grave es que después lo olvide todo y se sumerja en una amnesia integral (Sinán, Plenilunio).

14.9p Los sustantivos participiales son nombres derivados de verbos que tienen la misma forma que sus respectivos participios pasivos (§ 5.8). Estos sustantivos designan resultados de alguna acción (un bordado, un grabado, un forjado, un batido, un asado), procesos o técnicas (el secado, el planchado, el adoquinado, el encalado), y también personas (un empleado, un recomendado, un graduado, un asegurado), entre otras interpretaciones que se examinan en la sección a la que se remite. Las construcciones con «lo + participio» se distinguen de estos usos en que se interpretan siempre en función de los verbos respectivos y a partir de la estructura sintáctica. Estas construcciones se forman con los mismos participios que admiten oraciones pasivas (lo leído, lo comido, lo visto) e inacusativas (lo ocurrido, lo pasado, lo caído). El artículo neutro expresa en ambos casos la entidad que corresponde al paciente del verbo: lo leído es, en efecto, ‘aquello que ha sido leído’, por tanto ‘las cosas leídas’ o ‘la cantidad de cosas leídas’, y lo pasado es, igualmente, ‘lo que ha pasado’. Es esperable, en consecuencia, que la interpretación lexicalizada correspondiente a los sustantivos participiales (el secado, un batido) aparezca en los diccionarios, y que la que corresponde a los grupos «lo + participio» se interprete a partir de la sintaxis. El batido es, por consiguiente, ‘un tipo de bebida o un dulce’, como explica el DRAE, mientras que lo batido designa cualquier cosa que haya sido batida, lo que se deduce de la naturaleza transitiva del verbo batir. Se perciben diferencias análogas en lo asado ~ el asado; lo aprobado ~ el aprobado, y en otros muchos pares similares, como los que aparecen a continuación:

Retira lo dicho o te rompo la cara (Salisachs, Gangrena); Con razón dice el dicho que nadie sabe lo que tiene hasta que lo pierde (Herrera Luque, Casa); Como tú y los nativos no me dejaron comer lo reservado a ustedes, los hombres, preparé otro festín (Donoso, Casa); He llorado. No por haber sorprendido a mi padre con una mujer en el reservado, eso no es nada extraño para mí […] (Gallegos, D., Pasado); Cuando, seis horas más tarde, volvió Jenaro Valdivián y comprendió de una mirada lo pasado, abrazó al chiquillo alborozadamente (Expreso [Perú] 22/4/1990); Solo sé que la vida no conoce tampoco el pasado ni el horizonte (Cruz, J., Foto).

Como el neutro no designa personas, lo amado significará aproximadamente ‘las cosas amadas’, no ‘las personas amadas’ (salvo posibles usos personificadores). De este mismo hecho se deduce que los participios de los verbos que solo tienen complemento directo de persona rechacen la construcción «lo + participio» en el uso referencial: *lo damnificado, *lo emboscado, *lo arrestado, *lo exiliado, *lo asesinado, *lo casado, *lo enamorado, *lo desterrado. El uso enfático de lo puede ser compatible, en cambio, con esta pauta (lo enamorado que estaba).

14.9q No es habitual que se dé ambigüedad entre las tres interpretaciones del lo referencial que se distinguieron en el § 14.9i. Como se ha explicado, un mismo grupo nominal (lo divertido del asunto) puede admitir la interpretación relativa o partitiva (Lo divertido del asunto fue solo el comienzo), o bien la que se ha denominado atributiva cuantificada (Lo divertido del asunto la llevó a ponerlo por escrito y a escribir una crónica para el periódico). La primera admite muy a menudo paráfrasis con los sustantivos parte o lado, como en el lado más interesante del asunto o la parte más divertida de aquella película. He aquí otros ejemplos en los que se obtiene esta interpretación:

En lo alto de la ciudad estaba la Alhambra como un desafío (Uslar Pietri, Visita); Los ojos turbios vuelven a ver en lo hondo de la popa el fuste de bronce del gobernario que reluce como un rayo gordo de sol (Roa Bastos, Vigilia); Poblaban lo argiloso de la tierra (Sarduy, Pájaros); Los líderes de la Asamblea veían con malos ojos la asistencia de lo más representativo de esta a la celebración hispánica de la era de Acuario (Rubio, Sal); Hasta los pájaros buscaban refugio en lo más umbrío de los árboles y evitaban exponerse a los rayos despiadados del sol (Caso, Peso).

14.9r Como muestran los dos últimos ejemplos del apartado anterior, el carácter intrínsecamente partitivo de los grupos superlativos (§ 14.7c) facilita su presencia en estas construcciones. En otros casos, la interpretación que se obtiene de la relación partitiva no es la que proporciona el sustantivo parte, sino que lo que se extrae de la coda es la dimensión, propiedad o característica que se considera más relevante del objeto. Las paráfrasis se obtienen en estos casos con sustantivos como aspecto, faceta o característica: Lo tienes todo “a la vista”, pero siempre faltan “unos pocos kilómetros”. Eso es lo curioso de los Alpes (García Sánchez, Alpe d’Huez). Los sustantivos mencionados lado y parte suelen usarse con este mismo sentido figurado, como en el lado oscuro del personaje o la parte más extraña de su personalidad.

14.9s En los § 14.9i-k se explicó que la pauta «lo + adjetivo» seguida de un complemento encabezado por la preposición de admite también otra interpretación, que allí se llamó atributiva cuantificada. Como se vio, el grupo nominal neutro denota en estos casos una propiedad en grado extremo de la entidad representada por el complemento:

No pensó en otra cosa que en lo intrépido de su determinación y en lo leal de la de Ambrosio (Caballero Bonald, Pájaros); Decidió mostrarle al enemigo lo inútil de su resistencia y lo absurdo de su arrogancia (Soriano, León); Un par de días después escribí una carta a la Compañía Telefónica quejándome por lo absurdo de aquel mensaje grabado (Bonilla, Luz).

Se obtienen en este uso paráfrasis con nombres de cualidad y también con subordinadas sustantivas, como en lo absurdo de aquel mensaje ~ la (extrema) absurdidad del mensaje ~ el ser tan absurdo aquel mensaje ~ el que fuera tan absurdo aquel mensaje.

14.9t Los adjetivos posibles en la pauta que ahora se analiza denotan propiedades graduables, además de cualidades estables —en el sentido de no episódicas (§ 13.4k)— de la entidad de la que se predican. El que hayan de ser graduables permite explicar la irregularidad de expresiones como lo jurídico en la interpretación atributiva cuantificada, en contraste con la que en el § 14.9i se denominó absoluta (Lo jurídico no le llama la atención) o con la partitiva (Lo jurídico del caso ‘el aspecto jurídico del caso’). La restricción sobre el carácter estable de los atributos explica la extrañeza de construcciones como lo lleno del plato o lo cansado de tu hermano en la interpretación atributiva cuantificada, puesto que las propiedades que designan los adjetivos lleno y cansado son episódicas. En cambio, los adjetivos subrayados en lo frágil del plato o lo inteligente de tu hermano denotan propiedades estables, inherentes o caracterizadoras de las personas o las cosas.

14.9u El hecho de que las construcciones que se analizan expresen intrínsecamente un grado extremo de la propiedad indicada les permite concurrir con cuantificadores de grado, como en Sorprendió lo muy elaborado de su propuesta (incluso … lo muy poco elaborado de su propuesta), en Destaca sobre todo lo muy perfilado de su trazo, o en los textos siguientes:

[…] advertible en giros idiomáticos, tipos humanos, vocablos populares y lo bien logrado del ambiente (Cardoza, Guatemala); Saltaba a la vista lo demasiado irreal de una hilera perfecta de fachadas (Ponte, Contrabando); […] pese a lo poco apetecible de las perspectivas (Donoso, Delfina).

No se suelen admitir, en cambio, otros cuantificadores de grado que no se sitúen en los extremos del espectro de cuantificación, como en *Sorprendió lo bastante elaborado de su propuesta.

14.9v Los grupos nominales neutros de carácter superlativo aparecen con frecuencia en la coda de las construcciones partitivas, tanto cuando son predicados (Esa chica es de lo más raro que he visto) como cuando son modificadores atributivos del sustantivo (una chica de lo más raro que he visto). Así, junto a una película de las más divertidas que he visto últimamente, donde se da concordancia de género entre la coda superlativa y el sustantivo modificado porque ambos se refieren a objetos de la misma especie, es posible también representar la coda mediante un grupo nominal neutro: una película de lo más divertido que he visto últimamente. En este caso, la coda expresa un dominio que designa un conjunto de entidades de toda especie que se caracterizan por cumplir la propiedad extrema señalada por el superlativo. Por lo tanto, en la denotación de lo más divertido no solo se incluyen películas, sino cualquier otra entidad de la que se pueda predicar la propiedad señalada en grado máximo. A su vez, la naturaleza intrínsecamente partitiva de los superlativos (§ 14.7c) legitima la presencia opcional de una coda en el grupo nominal superlativo. Esa es la función que tiene en el ejemplo anterior la relativa que he visto últimamente.

14.9w Se producen vacilaciones en la concordancia del adjetivo en las construcciones que se acaban de introducir. Hasta finales del siglo xix el patrón predominante en la lengua escrita, aunque no el único, es el que presenta la marca de masculino singular en este segmento, ya que el grupo nominal del que forma parte está encabezado por el artículo neutro:

Esta dama era bizarra, como he dicho, y de lo más calificado de Nápoles (Castillo Solórzano, Trapaza); Lo que yo digo: es estúpida, de lo más estúpido, de lo más negado que Dios ha echado al mundo (Galdós, Realidad); Compondrán una pareja de lo más refinado… (Pardo Bazán, Cisne); Las últimas elecciones fueron en mi distrito de lo más reñido que se ha visto (Pereda, Tipos); Su conducta no ha sido de lo más bonito, que digamos (Cambaceres, Música); Las enfermas eran de lo más caído y miserable (Baroja, Árbol).

Esta pauta es igualmente frecuente en el español contemporáneo:

Lo malo fue que luego me arrepentí e hice una declaración de lo más tonto (Chávez, Batallador); Las historias de los pequeños intermediarios del tráfico nuclear son de lo más curioso (Vanguardia [Esp.] 18/8/1994); La doctrina que sostuvo en público el arzobispo primado de México es, pues, de lo más tradicional y de lo más ortodoxo (Proceso [Méx.] 3/11/1996); Las procesiones de Semana Santa transcurrieron de lo más tranquilo y normal y todos recontentos (Hora 8/4/1997); Los zocos de Marrakech están de lo más surtido (Silva, L., Rif).

Así pues, surtido aparece en singular en el último ejemplo porque concuerda con lo, no con zocos.

14.9x Frente a este esquema de concordancia interna, en el que el adjetivo concuerda con lo en su grupo nominal superlativo, se atestigua un segundo modelo de concordancia externa del adjetivo, en el que la relación se establece con el sustantivo del que se predica la cualidad de la que se habla. En Era una comedia de lo más estúpida no concuerda estúpida con lo, sino con comedia. Cabe pensar que esta variante se debe a que la oración presenta otra estructura sintáctica, concretamente a que de lo más se interpreta como un solo cuantificador adverbial de grado. Así pues, la concordancia entre las expresiones subrayadas en Los sacrificios que en ella se hacían eran de lo más crueles (Clavijero, Historia) es posible porque en el atributo de esa oración copulativa (de lo más crueles) se reconoce un adjetivo (crueles) y un adverbio de grado (de lo más). He aquí otros ejemplos de esta misma pauta:

Como aquí hay espacio de más vamos a quedar de lo más cómodos (Donoso, Domingo); […] aquellos coloquios puntualmente comunicados, interminables y de lo más insulsos (Bioy Casares, Lado); Me dijo que había visto a Susana fregando vasos detrás del mostrador del bar de fulanas del Denis en Ríos Rosas; que había estado con él de lo más simpática (Marsé, Embrujo); La conversación entre el conde de Haussonville y Asenchio Lapurrá era de lo más dislocada y pintoresca (Baroja, Zalacaín); Mami estaba de lo más orgullosa (Cabrera Infante, Tigres); Y lo mejor del caso no era eso, era que las mujeres estaban de lo más orondas (Vega, A. L., Crónicas); Viendo las imágenes en secuencia que venían dibujadas en tiras de cristal, y que representaban diferentes situaciones de lo más divertidas (Esquivel, Agua); Si las miradas insistentes de ella, que se volvían de lo más sugestivas cuando estaban solos, […] no hubiesen atraído su atención (Saer, Nubes).

Sobre la alternancia de lo más {raro ~ raras}, véase también el § 45.13j.

Información adicional

En relación con este capítulo, las siguientes entradas del Glosario de términos gramaticales podrían ser de su interés:
artículo neutro, (género) neutro

 

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