Sintaxis

43 Oraciones subordinadas sustantivas

43.2 Clases de subordinadas sustantivas

43.2a Las oraciones subordinadas sustantivas se clasifican según los dos criterios mencionados en el § 43.1a: su estructura y su función. Desde el punto de vista de su estructura se dividen en tres grupos:

1. Declarativas o enunciativas

2. Interrogativas indirectas

3. Exclamativas indirectas

Las subordinadas declarativas o enunciativas introducen contenidos que se declaran o se enuncian, ya sean afirmativos o negativos, en el sentido de que no se interrogan; las interrogativas denotan, en cambio, preguntas, alternativas y otras formas de seleccionar opciones. Las oraciones declarativas se pueden clasificar como sigue:

Con verbo en forma personalCon infinitivo
En indicativoEn subjuntivo 
que está contentoMe alegro de que regrese prontoEspero pasar el curso

Las interrogativas directas no se analizan aquí porque no son oraciones subordinadas (§ 42.6a). Los términos declarativa y enunciativa son habituales en la tradición gramatical, pero debe tenerse en cuenta que no siempre se refieren exactamente a estos dos tipos de modalidad. No equivalen tampoco declarativo y aseverativo, puesto que las oraciones declarativas pueden ser afirmativas o negativas, mientras que aseverar algo no es compatible con negarlo. Como se comprueba, las subordinadas declarativas o enunciativas son introducidas por la conjunción que cuando su verbo está en forma personal (si bien la conjunción se puede omitir en condiciones restrictivas, como se explicará en los § 43.3b-j). Las subordinadas de infinitivo se estudian en los capítulos 26 y 46.

43.2b Atendiendo a su estructura interna, las interrogativas indirectas se clasifican de esta manera:

Parciales o pronominales
Con verbo en forma personal Con infinitivo
En indicativoEn subjuntivo 
No recuerdo quién te llamóDepende de cuánto cueste el autoNo sé qué hacer
Totales
Con verbo en forma personal Con infinitivo
En indicativoEn subjuntivo 
Hay que averiguar si tiene antecedentes familiaresNo sé si te guste este platilloNo sabíamos si felicitarla

Como se ve, las interrogativas indirectas se dividen en dos grandes grupos (§ 43.7): las que corresponden a las preguntas totales aparecen introducidas por la conjunción si; las que se corresponden con las preguntas parciales o pronominales están encabezadas por quién, cómo, cuándo, dónde, etc. Totales y parciales pueden ser subdivididas en función de la naturaleza personal o no personal de su predicado verbal, así como en función del modo. Las interrogativas indirectas totales se pueden subdividir a su vez en otras dos subclases, también según el modo. Las interrogativas indirectas totales en subjuntivo eran comunes en la prosa clásica: No sé si tenga por cierto, de manera que ose afirmar, que Mauricio y algunos de los más oyentes se holgaron de que Periandro pusiese fin en su plática (Cervantes, Persiles). En español de hoy están restringidas geográficamente, como se explica en los § 25.5ñ y ss. Con esta excepción, los tipos oracionales son comunes a todas las variedades del español. Las diferencias entre la interrogación total y la parcial se explican en los § 42.6b, c.

43.2c El tercer tipo de subordinada sustantiva (§ 43.2a) está en estrecha relación con el segundo. Aunque algunos autores analizan las exclamativas indirectas como una variante de las interrogativas indirectas, presentan menos divisiones que ellas. De hecho, las exclamativas indirectas características son siempre parciales y presentan por lo general el verbo en indicativo:

Cuando me lamento de cuánta pobreza hay todavía en la India […] (Calle Capilla, Viaje); Me llama la atención cuántos pequeños “síes” y “peros” se han oído entremezclados en las acostumbradas palabras de bienvenida de los dirigentes mundiales (País [Esp.] 25/1/2009); Y es una lástima cómo se han perdido algunas iglesias, algunas casas (CREA oral, Perú); Es indignante cómo nos han tratado (Universal [Méx.] 20/12/2006).

43.2d Algunos usos de cómo, a los que se alude en el § 43.3l, pueden introducir exclamativas indirectas en lugar de subordinadas sustantivas declarativas. Así, en Llama la atención cómo el candidato liberal, después de brindarle su apoyo a la negociación, pide mano dura (Semana 13/11/2000), no se alude exactamente a la forma en la que cierto candidato pida mano dura, sino al hecho mismo de que lo haga, lo que se presenta como algo sorprendente. Las exclamativas indirectas que se atestiguan con verbo en subjuntivo lo presentan en auxiliares modales, por lo que el modo no está inducido propiamente por el predicado principal: Sorprende cómo una joven de veintiocho años pudiera adquirir tanto conocimiento del mundo (Hernández Norman, Novela). Las razones por las que las exclamativas indirectas no suelen presentar alternancias de modo se examinarán en los § 43.7v, w.

43.2e Desde el punto de vista de la función que desempeñan, las oraciones subordinadas sustantivas se asimilan a los demás segmentos nominales:

En función de sujeto: Conviene que aproveches el tiempo ~ aprovechar el tiempo.

En función de complemento directo: Esperamos llegar a tiempo ~ que lleguen a tiempo.

En función de término de preposición: La cuestión de cómo salir exitoso ~ cómo se sale airosamente.

El grupo preposicional que forman la preposición y su término ejerce funciones sintácticas diversas: complemento del nombre, como en el último ejemplo; del adjetivo (partidario de que cambien al entrenador); del verbo (Me acuerdo de que te gustaba el teatro) y de ciertos adverbios (después de que amanezca). La oración subordinada puede también constituir el término de las preposiciones o locuciones preposicionales no regidas específicamente por ningún predicado: sin que ello me afecte; a pesar de que hoy es fiesta; gracias a que estabas allí; a costa de que los demás se fastidien. Las oraciones subordinadas sustantivas con verbo flexionado no pueden desempeñar la función de atributo ni de predicativo y como se explicó en el § 43.1c tienen siempre naturaleza argumental.

43.2f Se suele discutir si las subordinadas sustantivas ejercen la función de complemento indirecto. Como se indica en el § 35.3d, parecen hacerlo en un limitado número de construcciones formadas con los llamados verbos de apoyo1.10k), como en dar importancia a que…, dar tiempo a que…, hacer caso a que…, prestar atención a si, a los que se añaden algunos otros que se asimilan en parte a ellos (conceder preferencia a que…, atribuir el problema a que…). Si bien el grupo preposicional encabezado por a admite en estos casos la sustitución por el pronombre le, característica de los complementos indirectos (No des importancia al asunto > No le des importancia), también acepta a menudo la sustitución por pronombres personales tónicos, característica de los complementos de régimen. En consecuencia, en no dar tiempo a que la opinión pública reaccione, cabría no darle tiempo (donde le sustituye a a que la opinión pública reaccione), pero también no dar tiempo a ello (donde ello sustituye solo a que la opinión pública reaccione). Por el contrario, en el caso de los complementos indirectos, como en no dar tiempo al nuevo ministro, no se diría *no dar tiempo a él, sino no darle tiempo. Además, suele resultar forzado coordinar una oración subordinada sustantiva introducida por la preposición a y un complemento indirecto nominal (como en dar importancia al nuevo ministro y a que sepa elegir sus colaboradores). No lo es, en cambio, considerar ambos segmentos como términos de comparación paralelos, como en Hay que dar tanta importancia a la decisión misma como a que haya sido tomada por una amplia mayoría. Véanse los § 35.3d-t para otras precisiones sobre esta construcción.

43.2g Se interpretan como dependientes de algún predicado, pero no aparecen subordinadas a él, las oraciones subordinadas sustantivas que se usan en las respuestas: —¿Necesitas otra cosa? —Sí —dijo ella—. Que te vayas y no aparezcas más (Martínez, Mano). La misma dependencia muestran las que se yuxtaponen a una oración anterior o posterior, y se interpretan en relación con ella: Que mis cenizas reposen entre los amarillos. ¡Es mi última voluntad, señores! (Vargas Llosa, Paraíso).

43.2h Se construyen con que inicial muchas oraciones independientes de carácter optativo o exhortativo con valor exclamativo, en especial con subjuntivo: ¡Que se repita!; ¡Que te esperes! En casi todos estos casos se sobrentiende algún verbo de lengua, como decir o repetir, o algún verbo de naturaleza volitiva como querer o desear, por lo que todas ellas se han considerado tradicionalmente como variantes de las subordinadas sustantivas:

¡Que hablen, que hablen! (Viezzer, Hablar); Una frase tomada de plazas y calles sintetizó la situación: ‘¡Que se vaya!’ (Hoy [Ec.] 10/2/1997); ¡Que el pueblo diga su palabra! (Leis Romero, Sol); ¡Que amanezca, que llegue la aurora! (Jiménez, F., Traducción Popol); ¡Que el Señor bendiga vuestra futura unión! —dijo entrando fray Rodrigo (Rosario, Sueño); ¡Que Dios te conserve por muchos años más, Merceditas, dos veces Doctora! (Salvador Hoy 8/9/1997).

Estas oraciones se usan asimismo como enunciados independientes cuando expresan lo que el hablante manda o estipula:

Que Yanina la acompañe a usted, doña Sofía (Bravo, Mónica); Que mi papá no sepa que pasó esto (Vargas Llosa, Conversación); No valgo para la pastelería. […] Que se encargue Carlos de explotarla, si quiere (Espido, Melocotones).

En los § 42.4p-r se analizan otros usos de estas oraciones en contextos independientes.

 

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