Sintaxis

14. El artículo (I). Clases de artículos. Usos del artículo determinado

14.1 Definición. Clases de artículos. Sus propiedades fundamentales

14.1a Como el resto de los determinantes —demostrativos, posesivos prenominales y cuantificadores nominales—, el artículo pertenece a una clase de palabras de naturaleza gramatical que sirve para delimitar la denotación del grupo nominal del que forma parte e informar de su referencia. El papel fundamental del artículo consiste, en efecto, en especificar si lo designado por el sustantivo o el grupo nominal constituye o no información consabida. La diferencia que se aprecia entre Hoy he recibido una carta y Hoy he recibido la carta ilustra el contraste entre esas dos formas de referir. En el primer caso, el hablante supone que su interlocutor no tiene noticia previa de cierta carta, por lo que el grupo nominal que la designa se presenta con el artículo indeterminado o indefinido. En la tradición gramatical se ha señalado frecuentemente que el indeterminado es un artículo de primera mención, ya que se utiliza para presentar entidades nuevas en el discurso (§ 15.4c). Por el contrario, en el segundo ejemplo, la carta de la que se habla es designada por medio de un grupo nominal introducido por el artículo determinado o definido, que se supone identificable por el oyente. Puede serlo porque este la haya escrito, porque se haya hablado de ella previamente, porque forme parte del conocimiento compartido por ambos interlocutores o por cualquier otro motivo que permita activar su presencia en la mente del receptor. Los mecanismos que determinan el carácter identificable de un grupo nominal se estudiarán en los § 14.4a y ss.

14.1b El uso de una u otra clase de artículo no está relacionado con las propiedades objetivas de la entidad designada por el grupo nominal, sino con la información accesible al oyente en el momento en que se le dirige el enunciado. En muchos casos, el hablante formula implícitamente una hipótesis al presuponer el carácter identificable del elemento designado para el destinatario del mensaje, y tal presuposición puede ser compartida o no por este. En el ejemplo propuesto en el apartado precedente, el interlocutor podría replicar Ya sé cuál: la que esperabas desde hace tiempo a la afirmación Hoy he recibido una carta, o tal vez ¿A qué carta te refieres?, si el enunciado fuera Hoy he recibido la carta. Los textos literarios reflejan este tipo de equívocos, que pueden manifestarse por la petición de información adicional, por la indicación de que no se identifica el referente y, en ciertos casos, por la ocultación de información disponible:

—El otro que está de pie es el novelista Dorronsoro. —¿Cuál de ellos? —El hermano menor, Juan (Vázquez Montalbán, Soledad); —A ver, la carta. —¿Qué carta? —La carta del párroco de su iglesia que certifique que es usted católico, apostólico y romano (Leguineche, Camino); —¡Claro que hay un cura! —dijo enojado—. Estaba allí en los lavabos, cuando encontré la salida. —¿La salida? ¿Qué salida? —dijo el hombre. —¡La salida! ¡La salida! —dijo José exasperado—. ¿Es que se ha vuelto loco? (Guelbenzu, Río); carmelo: La bomba… rudolf: (se “olvida” de su cansancio y reacciona con horror) ¿La bomba? ¿Qué bomba? carmelo: La del agua… Rudolf se alivia. No funciona bien (Cossa, Compadritos); “El programa no nos deja tiempo”, dijo Apolinario. “¡El programa! ¿De qué programa me habla?” (Edwards, Anfitrión).

14.1c En la medida en que indica que el grupo nominal que introduce tiene una denotación unívoca, el artículo determinado forma parte de la clase de los determinantes definidos (llamados a veces fuertes), a la que también pertenecen el demostrativo (capítulo 17), el posesivo (capítulo 18), los relativos el cual y cuyo22.4m-p y 22.5), los cuantificadores universales y unos pocos cuantificadores definidos de naturaleza anafórica, como uno y otro. Por el tipo de denotación que llevan a cabo, los determinantes definidos están relacionados también con el pronombre personal (capítulo 16), ya que, pese a que este no se combina con sustantivos, identifica deíctica o anafóricamente un referente definido (yo, ellas, nosotros). Por su parte, el artículo indeterminado está vinculado al resto de los cuantificadores nominales, con los que, según algunos gramáticos, forma la clase de los determinantes indefinidos (llamados también débiles). Sobre la clasificación de los determinantes en fuertes y débiles, véase el § 19.3.

14.1d El artículo es el determinante nominal más frecuente. Su gran versatilidad proviene de que, aparte de la información flexiva que contienen sus desinencias, se limita estrictamente a aportar el rasgo de determinación o indeterminación, sin añadir más informaciones. No tiene, por lo tanto, la fuerza deíctica que caracteriza al demostrativo (Hoy he recibido esta carta), por lo que puede remitir a personas o cosas sin localizarlas espacialmente. Tampoco relaciona la entidad designada con otro elemento del discurso, lo que lo distingue del posesivo (Hoy he recibido tu carta). Algo más complejo resulta caracterizar las diferencias que existen entre el artículo indeterminado y algunos cuantificadores indefinidos (Hoy he recibido {alguna ~ otra ~ cierta} carta) o numerales (Hoy he recibido dos cartas). Las diferencias que se obtienen están vinculadas fundamentalmente con la oposición entre ‘especificidad’ e ‘inespecificidad’, pero también —en el caso de los numerales— con el concepto de ‘cardinalidad’, que se analiza en el § 21.1a. Algunos gramáticos entienden que la categoría gramatical de artículo solo corresponde en propiedad al artículo determinado, y que las formas que se etiquetan tradicionalmente como artículos indeterminados serían cuantificadores indefinidos o numerales (véanse los apartados siguientes y el § 15.2). En los § 15.3f y ss. se exponen de manera resumida los argumentos que se suelen tener en cuenta en dicha controversia.

14.1e Se denomina habitualmente definitud a la propiedad que permite individualizar lo designado por el artículo y presentarlo como previamente conocido por el oyente. El término indefinitud designa, por el contrario, la propiedad que expresa la imposibilidad de llevar a cabo tal individualización. El latín clásico carecía de artículo, de forma que la definitud y la indefinitud de los grupos nominales se expresaba por medio de otros recursos gramaticales. La presencia generalizada del artículo en las lenguas románicas se debe a varios procesos de gramaticalización que tuvieron su origen en el latín tardío y en el latín vulgar, y que afectaron a algunos demostrativos en el caso del artículo determinado, y al numeral en lo referente al artículo indeterminado. En esta evolución también tuvo una influencia notable la pérdida de la declinación latina. El artículo determinado del español procede, en efecto, del demostrativo latino ille/illa/illud, la misma forma que dio origen en nuestra lengua al pronombre personal de tercera persona y, con la adición de un refuerzo deíctico, también al demostrativo aquel. La evolución del demostrativo al artículo, habitual en muchas de las lenguas que han desarrollado esta última categoría, implica el debilitamiento fonético y la pérdida del valor deíctico originario del primero. El único rasgo que permanece es el de definitud, que se convierte así en el característico de la nueva clase de palabras. Ello permite que las formas resultantes sean idóneas para designar seres que, pese a ser identificables, no están presentes en el contexto enunciativo.

14.1f Como se adelantó en el § 14.1c y se explica en el § 15.2, se ha argumentado repetidamente que expresiones como un libro deben agruparse con otras como algún libro, uno y alguno en la clase de las expresiones indefinidas. El artículo indeterminado se desarrolló a partir del numeral unus/una/unum. El proceso de gramaticalización afecta en este caso a la noción de cardinalidad propia de los numerales (§ 21.1a), de modo que, neutralizado este rasgo, es el de indeterminación el que subsiste. Ello permite que el artículo indeterminado se use para hacer mención de los seres que no han sido presentados previamente en el discurso y que, por tanto, no resultan identificables para el oyente. Aun así, persisten casos de duda en relación con los rasgos de cardinalidad y de indefinitud. Se analizan en el § 15.3q. El desarrollo de formas de plural en este paradigma, unos/unas, (§ 15.1a), incompatibles con la información numeral originaria, es una consecuencia más del proceso reseñado. En otras lenguas románicas, la expresión equivalente al plural del artículo indeterminado se realiza a través de unidades más complejas de origen partitivo, que nacen de la aglutinación de una preposición con el artículo determinado: fr. des (< de les ‘de los, de las’), it. dei (< de i ‘de los’) / delle (< de le ‘de las’). Del origen de las distintas formas del artículo y de sus variantes históricas se tratará en los § 14.2f, g.

14.1g Pese a constituir una novedad respecto del latín clásico, el artículo determinado está presente en español desde los primeros textos. En las Glosas emilianenses aparecen anotaciones que incluyen sus formas, casi siempre bisilábicas: elos serbicios (‘los servicios’), ela legem (‘la ley’), ela sua face (‘su faz’), ela mandatjone (‘el mandato’). También se atestiguan en las Glosas silenses: la bebetura (‘la bebida’), elos predatores (‘los raptores’), elos cuerpos (‘los cuerpos’). Son igualmente frecuentes en ambos textos las contracciones de preposición y artículo: en las Glosas emilianenses se registran conoajutorio (‘con la ayuda’), enos sieculos delos sieculos (‘en los siglos de los siglos’), eno uello (‘en el ojo’); en las Glosas silenses se documentan conos altros (‘con los otros’), enas collituras (‘en las cosechas’). La evolución de las formas del numeral unus / una al artículo indeterminado es posterior a la formación del artículo determinado. Como resultado del proceso evolutivo, el artículo indeterminado se especializó como introductor de los grupos nominales que, siendo indefinidos, expresan entidades delimitadas o individuadas.

14.1h El Poema de Mio Cid presenta ya un conjunto de usos del artículo que coincide en buena parte con el desarrollo actual. No obstante, se atestiguan en el español medieval algunas restricciones que hoy no están vigentes. La primera diferencia se refiere a la clase de nombre común con la que se combina el artículo: los nombres concretos, contables y en singular3.1a y 12.1f-i) son los que mayor tendencia tienen a ir precedidos de él. En cambio, se ha observado que la adopción del artículo fue gradual en estos tres tipos de construcciones:

1. Genéricas, especialmente referidas a personas

2. Con nombres de referencia única

3. Con nombres abstractos no contables

El grupo 1 alude a la ausencia de determinante en los primeros textos en expresiones como alcaldes, moros, omnes, etc. La adopción del artículo con estos nombres estaba concluida en el siglo xiii. El grupo 2 hace referencia a sustantivos como paraíso, infierno, también construidos sin artículo en los primeros textos. El proceso de adopción estaba prácticamente completado, en lo relativo a estos nombres, en la segunda mitad del siglo xiv. Por último, el grupo 3 alude a los nombres abstractos y no contables, como en estos ejemplos del Poema de Mio Cid: Merçed nos pide el Çid; Creçiendo va riqueza a mio Çid el de Bivar; Grand alegría es entre todos essos cristianos. La extensión del artículo a los usos actuales se produce a lo largo del siglo xv.

14.1i Favorecían asimismo la omisión del artículo en los primeros textos los grupos nominales en plural, sobre todo si no se mencionaban en el discurso inmediatamente anterior y contaban con algún complemento especificativo. Un caso particular es el que representa la coordinación de grupos nominales en plural, sobre todo cuando la suma de los diversos miembros expresaba una clase congruente de seres en su totalidad (los ejemplos que siguen proceden igualmente del Poema de Mio Cid): Vassallos de mio Çid sediense sonrrisando; Mesnadas de mio Çid exir querién a batalla; Vassallos tan buenos por coraçón lo an; Exien lo veer mugieres e varones; A cavalleros e a peones fechos los ha ricos; Dexado ha heredades e casas e palaçios. Las construcciones coordinadas actuales sin artículo en contextos similares se analizan en los § 15.12c, 33.1l y 34.9b.

14.1j Finalmente, se pone de manifiesto la tendencia a prescindir del artículo en las construcciones en las que el verbo muestra una íntima cohesión con su complemento, formando una unidad idiomática, como en los ejemplos siguientes, también tomados del Poema de Mio Cid: En tierras de Valençia fer quiero obispado; Echástesle de tierra (‘Desterrástele’); Por Aragón e por Navarra pregón mandó echar. Esta tendencia se da igualmente en el español actual (dar permiso, fijar fecha, pasar revista, etc.), como se explica en los § 15.13h-j. La diferencia radica en que algunas de las combinaciones que en español medieval funcionaban como unidades fraseológicas no se conciben en la actualidad como tales, quizás porque no corresponden a estereotipos sociales vigentes. En los § 15.11-13 se puede comprobar que algunos de los factores que favorecían en la lengua antigua la ausencia de artículo coinciden con los que intervienen en la omisión del artículo en el español actual.

14.1k Numerosos gramáticos han señalado que, además de la oposición introducida entre las dos clases de artículo, se da un segundo contraste entre los grupos nominales que poseen artículo y los que carecen de cualquier determinante, de modo que al par mínimo señalado al comienzo de este capítulo (Hoy he recibido una carta ~ Hoy he recibido la carta) se debe añadir un tercer miembro, que se contrapone a los anteriores, y especialmente a los grupos nominales introducidos por el artículo indeterminado: Hoy he recibido carta. Las tres posibilidades se ejemplifican en las secuencias siguientes:

Al principio yo andaba con un bastón, como quizá corresponda a mis sesenta y siete años. Pero no era cosa de la edad […]. Empecé a caminar y a sorprenderme […]. Tal vez por eso recurrí al bastón. Para aminorar tantas sorpresas. O quizá para que los compatriotas que iba encontrando, me dijeran: “Pero, don Rafael, usted allá no usaba bastón” (Benedetti, Primavera).

Los grupos nominales sin determinante reciben a veces en la bibliografía especializada el nombre de grupos nominales escuetos, que se usará aquí como denominación paralela a las que se usan en otras lenguas (grupos nominales desnudos o descalzos, entre otros semejantes). Los grupos nominales escuetos pueden contener complementos especificativos, como en Hoy he recibido carta de mi hijo. Su distribución sintáctica está severamente constreñida por restricciones sintácticas y semánticas que se examinan en los § 15.11-13. Véanse también, sobre esta misma cuestión, los § 12.2, 12.5, 33.1i y ss. y 34.9a y ss.

14.1l En la tradición gramatical se ha debatido largamente acerca de la función característica del artículo determinado. Además de la teoría que lo concibe como un determinante identificador, existen enfoques que atribuyen a esta clase de palabras propiedades gramaticales distintas. Así, la naturaleza fonológicamente dependiente del artículo determinado, asociada con su carácter clítico (§ 14.1p), ha llevado a algunos gramáticos a vincular de forma estrecha su función a la del sustantivo, concibiéndolo como un índice o un morfema dependiente de este. En las primeras gramáticas del español era frecuente considerar este artículo como un elemento que muestra o anuncia el género y el número del sustantivo. Tomada en sentido estricto, esta caracterización resulta problemática, ya que la flexión de género y número que presenta el artículo determinado se reproduce en el nombre y en el adjetivo (como en las novelas románticas). Es cierto, no obstante, que en ocasiones el artículo es la única entidad del grupo nominal que contiene la información distintiva de género y número. Con respecto al género, tal situación se da unas veces porque el resto de los morfemas genéricos presentes en el grupo nominal no lo distinguen (las estudiantes inteligentes), y otras porque no hay sustantivo ni adjetivo que aporte tal información (las de la clase, los que te dijimos). En este último caso, el artículo determinado es también la unidad que pone de manifiesto la información de número que corresponde al grupo nominal. Aun así, otros determinantes y cuantificadores pueden aportar igualmente la información diferenciadora de los rasgos de género y número del grupo nominal, por lo que tal función no parece característica del artículo: algunas estudiantes inteligentes, aquellas de la clase, esas que te di.

14.1m Desde una perspectiva distinta, pero que coincide en parte con la anterior en considerar el artículo determinado como un morfema nominal, se supone tradicionalmente que la función básica de esta unidad es actuar como elemento nominalizador o sustantivador en aquellos grupos nominales que carecen de sustantivo explícito (el nuevo, el de tu hermana, el que me prestaste, lo discutible). Debe hacerse notar que, en estos análisis, los conceptos de nominalizar o sustantivar no se interpretan tanto en el sentido estricto de convertir en sustantivo lo que no lo es como en el de aportar información esencial para que pueda existir un grupo nominal. Se ha puesto también de manifiesto que el uso que se hace del concepto de morfema al interpretar el artículo como un morfema nominal es problemático, puesto que el artículo puede estar separado del sustantivo por otros segmentos, como los que se subrayan en los textos siguientes:

Los judíos han sido y son en todas partes especialmente apegados a las viejas costumbres (Alonso, A., Estudios); E por eso bastan las cuatro razones antepuestas (Villena, Eneida); Habían logrado urdir una versión emocionante y colorista que les permitía explicar de una forma sorprendentemente verosímil las, por otra parte, inexplicables correrías del padre (Fernández Castro, Novia); Cómodamente tirado en una chaise longue el impecable, elegante y ahora algo más gordo funcionario escuchó en silencio el detallado relato de Virginia (Contreras, G., Nadador); No se veía así a los generalmente serios pero no entristecidos bogotanos (Bonilla Vélez, Violencia); Dependía totalmente, para el sustento de sus tres hijas, su hermana “enferma de los nervios” y el suyo propio, del muy modesto aunque elástico sueldo del poeta (Vega, A. L., Crónicas); Sara tenía la tan indiscutible como incómoda elegancia de una silla Mackintosh (Fresán, Historia); Arrendó una finca agrícola en el centro del centro de la isla, y allí nos llevaba a todos, a conocer las verdaderas dimensiones de la tierra (Cruz. J., Foto).

14.1n Se ha observado que la idea de que el artículo determinado tiene como función básica la de actuar como elemento nominalizador (es decir, como unidad que habilita el funcionamiento nominal de entidades pertenecientes a categorías distintas de la de nombre) no resulta fácil de aplicar en un buen número de casos. Así, muchos adjetivos se usan en plural como sustantivos sin necesidad de artículo (depender de irresponsables, culpar a inocentes). Este uso, que se describe en el § 13.7, podría hacer pensar que el plural es también un elemento nominalizador. Sin embargo, los adjetivos en singular pueden formar parte de grupos nominales en los que se sobrentienden sustantivos en contextos restringidos, como en ¿Hay más barato? [hablando del aceite], en alternancia con ¿Lo hay más barato?34.2i). En estos contextos, suele ser más habitual la aparición de adjetivos en plural, como en Hablando de vinos riojanos, yo no conozco mejores (junto a … otros mejores o a … los conozco mejores). Cabe, pues, pensar que en estas últimas secuencias se eliden sustantivos, no necesariamente que se nominalizan adjetivos. Por otra parte, la función nominalizadora que podría reconocerse en los casos en que el grupo nominal no contiene un sustantivo explícito (Compró las que le recomendaste) puede darse igualmente con otros determinantes y cuantificadores en circunstancias similares, como en Compró algunas románticas ~ Compró aquellas que le recomendaste ~ Compró tres excelentes. En esta obra se adopta, como norma general, el análisis que acepta un elemento tácito en estos contextos, pero se entiende a la vez que la otra opción, que interpreta estas expresiones como pronominales, da lugar a resultados equivalentes. Se abordan otros aspectos de esta cuestión en los § 1.9m-p y 15.2.

14.1ñ No solo es controvertido tradicionalmente el concepto de artículo indeterminado, como se señaló en el § 14.1d y se explica con detalle en el § 15.1b. También lo es, por razones similares, el de artículo determinado. Se le ha atribuido tradicionalmente una categoría específica dentro de las clases de palabras, siguiendo el criterio adoptado por la gramática griega, pero se ha observado en gran número de ocasiones que tal clasificación tiene el inconveniente de aislar el comportamiento de esta unidad del que manifiestan otros elementos similares que pueden encabezar los grupos nominales. Por ese motivo, algunos gramáticos clásicos prefirieron integrarlo en los adjetivos determinativos, clase que incluía el resto de los determinantes y los cuantificadores nominales. En la actualidad, se prefiere reservar la denominación de adjetivo para los calificativos (inteligente) y relacionales (mecánico) (§ 1.9f, p y 13.1d y ss.), por lo que suele ser más frecuente considerar al artículo como una subclase de los determinantes, según se explica en el § 1.9r y se recordó en el § 14.1c.

14.1o Una corriente de gran peso en la tradición gramatical española ha señalado la íntima relación existente entre el artículo (el/la/los/las) y el pronombre personal de tercera persona (él/ella/ellos/ellas). Dejando de lado el hecho significativo de que ambos tengan un mismo origen histórico (§ 14.1e), su proximidad se deriva de que constituyen unidades de naturaleza gramatical que sirven para identificar seres en un cierto dominio discursivo. No obstante, el artículo requiere siempre la presencia de alguna otra entidad en el grupo nominal, y el pronombre tiende a no admitirla. Aunque existen excepciones, la mayor parte de los gramáticos que reconocen el vínculo posible entre ambas clases de palabras no las integran en el mismo paradigma sintáctico. Entre los argumentos que se han señalado a favor de la otra opción están alternancias como los cuatro ~ ellos cuatro16.2i), intercambiables en muchos contextos, y —muy destacadamente— el funcionamiento sintáctico del artículo neutro lo, que se analizará en los § 14.9 y 14.10.

14.1p Como el resto de los determinantes, el artículo puede concurrir en grupos nominales con sustantivo tácito. Resulta natural decir, en efecto, Prefiero la de Eusebio, si estamos evaluando propuestas, o En Buenos Aires vi unas preciosas, si nos referimos a chaquetas de punto de las que se ha hablado antes. A continuación se ejemplifica este uso:

Agente: […] ¿Cuántas veces a la semana vienen sus clientes? dueña: Las rejegas, una; las comunes y corrientes, dos. Las consentidas, diario (Castellanos, R., Eterno); El territorio en el que transcurre esta originalísima novela no es el fantástico, sino el mítico o legendario, que está como a caballo entre la realidad histórica y la fantástica (Vargas Llosa, Verdad); Lo único que tenía claro era que entre la prosa y los versos prefería los versos, y entre estos prefería los de amor (García Márquez, Amor).

El análisis de estas construcciones con nombres o grupos nominales elididos está en función de la naturaleza categorial del artículo y, en particular, de la estrecha relación que existe entre las categorías de artículo y pronombre. También está en relación con el carácter clítico (en el sentido de átono y dependiente fonológicamente) del artículo determinado, así como con otros factores que se examinan en el § 15.7. Por lo que respecta al artículo indeterminado, se usa la forma pronominal bisilábica uno cuando el nombre elíptico es masculino singular, lo que introduce una asimetría con el artículo determinado: Ha llegado {el ~ uno ~ *un} de Beatriz, refiriéndose a paquetes. En los § 15.2 y 15.7 se estudian con más detalle todas estas construcciones.

14.1q A diferencia de los nombres comunes, que requieren determinantes o cuantificadores para fijar la denotación de los grupos nominales que constituyen, los nombres propios y los pronombres personales designan directamente sus referentes sin mediación de ninguna otra entidad. Pueden concurrir, por tanto, en los contextos en los que la sola presencia de un nombre común provoca agramaticalidad. Se dice, en efecto, Él es inocente o Antonio es inocente, pero no *Médico es inocente. Para que esta última secuencia pase a ser una oración gramatical, es necesario que el nombre común vaya presentado por un determinante: {El ~ Ese ~ Tu} médico es inocente (pero cf. Entra frío y otras secuencias similares analizadas en los § 12.2m, 15.12i y 33.1m). La gramática rechaza, en efecto, por redundantes, las combinaciones de artículo y pronombre personal (*los ustedes), descartando, claro está, los usos sustantivados, sean o no metalingüísticos, como en los ustedes de este apartado, el yo de cada uno de nosotros o los que aparecen en los siguientes ejemplos:

[Esta novela] también habrá de parecerse a mí, a los restos de mito que fui cazando por el camino, a la yo que era Ella, a los amores y odios del nosotros (Martínez, Evita); Muchas veces Eduardo debía afrontar el problema de los estadounidenses que hablan español, que solo lo entienden desde el “tú” y se les dificulta cuando se usa el “vos” (Quesada, Banana); El narrador omnisciente que narra desde la tercera se evapora —el yo se confunde con el él— (Vargas Llosa, Verdad).

Las construcciones del tipo «artículo determinado + nombre propio» están muy restringidas. Se analizan en los § 12.7c y ss.

14.1r El artículo ocupa el primer lugar del grupo nominal al que pertenece, por lo que precede al sustantivo y a todos los complementos de este, tanto especificativos como explicativos. Cuando se combina con cuantificadores, se coloca delante de ellos, como en los {tres ~ pocos ~ varios} libros que ha leído, excepto el cuantificador universal todo: {todos los ~ *los todos} libros que ha leído. Esta restricción es consecuencia directa de que el cuantificador todos/todas incide siempre sobre expresiones definidas (todos ellos, todos esos), como se explica en los § 19.7a y ss. No son excepción construcciones como Son todo unos caballeros por las razones que se explican en los § 19.8s y ss. Ciertos cuantificadores van seguidos de grupos nominales definidos en las construcciones llamadas partitivas (§ 20.1), como en algunos de los libros que he leído, unas pocas de estas opciones.

14.1s El artículo indefinido también ocupa el primer lugar del grupo nominal y precede al sustantivo y a todos los complementos de este. Sin embargo, no se combina con los cuantificadores (*unos varios libros), salvo en construcciones como unos pocos libros, cuyo significado no es propiamente composicional (§ 20.7l), o en otras como unos diez libros15.3k y 21.3f y ss.), en las que unos expresa aproximación (‘diez libros aproximadamente’). Cabe pensar que la anomalía de secuencias como *unos varios radica en la redundancia que conlleva el expresar la indefinitud en sus dos componentes.

Información adicional

En relación con este capítulo, las siguientes entradas del Glosario de términos gramaticales podrían ser de su interés:
artículo, clítico, determinante, determinante indefinido, gramaticalización, referencia, sintagma nominal definido, sintagma nominal escueto, sintagma nominal indefinido

 

Nueva gramática de la lengua española
Real Academia Española © Todos los derechos reservados

cerrar

Buscador general de la RAE