CAPÍTULO I. La representación gráfica de los fonemas: el uso de las letras o grafemas

6. Correspondencias entre fonemas y grafemas en español

6.1. La representación gráfica de los fonemas vocálicos

6.1.2. Fonemas vocálicos representados por distintos grafemas

6.1.2.2. Representación gráfica del fonema /u/

En español, el fonema /u/ puede aparecer gráficamente representado por dos letras distintas: la u —que en determinados casos debe escribirse, además, con diéresis: ü— y la w.

6.1.2.2.1 Uso de la letra u para representar el fonema /u/

La u es la letra genuinamente española para representar el fonema vocálico /u/, y puede hacerlo en cualquier posición, sea inicial, medial o final: uniforme, úvula, punta, cuerda, tribu, tú.

6.1.2.2.1.1 Uso de la u con diéresis: ü

Cuando el fonema /u/ aparece en las secuencias fónicas /gue/, /gui/, la letra u que lo representa debe escribirse con diéresis (v. cap. III, § 2.2): cigüeña, vergüenza, agüita, pingüino. La diéresis sobre la u permite distinguir estos casos de aquellos en los que la u es simplemente el segundo elemento del dígrafo gu con el que se representa en español el fonema /g/ delante de /e/, /i/ (v. § 6.2.2.2.1b), contexto en el que la u es un mero signo gráfico que no representa fonema alguno: guerra, juguete, merengue, guitarra, águila, grogui.

Advertencia

No debe trasladarse la diéresis de una palabra que la requiera al resto de las voces de su misma familia si estas no cumplen los requisitos para llevarla; así, se escribe ambigüedad, pero ambiguo; antigüedad, pero antiguo; contigüidad, pero contiguo; argüir, pero arguyó, etc. Del mismo modo, deben escribirse con diéresis los derivados que así lo requieran, aunque la palabra base no la lleve: agüita (de agua), lengüeta (de lengua), etc.

6.1.2.2.1.2 La secuencia gráfica hu o uh en representación del fonema /u/

Como sucede con las demás vocales, es posible que al segmento fónico constituido por el fonema /u/ le corresponda en la escritura, por razones normalmente etimológicas, la secuencia gráfica hu o uh, al ser la h una letra sin correlato fónico en el español estándar (v. § 6.3.1.1): huracán, ahuyentar, tahúr, uh.

En español, con muy pocas excepciones, se escribe h delante de /u/ + vocal, tanto a principio de palabra como en posición interior a comienzo de sílaba: ahuecar, alcahuete, cacahuate o cacahuete, chihuahua, coahuilense, correhuela, deshuesar, huaca, huacatay, huachache, huachafo, huachalomo, huachinango, huaco, huapango, huasca, hueco, huelga, huella, huemul, huérfano, huero, huerto, hueso, huésped, hueste, huevo, huillín, huincha, huipil, huir, marihuana, parihuela, vihuela, etc. Muchas de estas voces son americanismos tomados de lenguas amerindias, especialmente del quechua (o quichua) y del náhuatl. (Sobre el origen de esta h y las pocas excepciones a esta pauta, v. § 6.3.1.1 y las notas orientadoras sobre el uso de esta letra).

6.1.2.2.1.3 Palabras que pueden escribirse tanto con «hu + vocal» como con «gu + vocal»

En las palabras que contienen los diptongos /ua/, /ue/, /ui/ a principio de palabra o en posición interior a comienzo de sílaba —que, como se ha dicho, se escriben, con muy pocas excepciones, con h antepuesta—, se suele articular ante el diptongo un refuerzo consonántico cercano al fonema /g/, de forma que palabras como hueso, huevo, ahuecar, deshuesar, chihuahua, parihuela, etc., suelen pronunciarse aproximadamente [guéso], [guébo], [aguekár], [desguesár], [chiguágua], [pariguéla], etc. Este hecho ha alcanzado a veces reflejo en la escritura, de forma que algunas palabras que comienzan por las secuencias gráficas hua, hue, hui, o que las contienen, pueden escribirse también con gua, güe, güi.

Información adicional

Casi todas las palabras que pueden escribirse de las dos formas son préstamos de lenguas amerindias que carecían inicialmente de escritura. Al adaptar al español los numerosos indigenismos con diptongo /u/ + vocal a comienzo de palabra o de sílaba, unos términos lo hicieron siguiendo la pauta mayoritaria en el español culto, y adoptaron la secuencia gráfica «hu + vocal» (como cacahuate o cacahuete); otros se transcribieron con «gu + vocal» (como aguacate), y en algunos casos cuajaron ambas formas (como en huaca/guaca).

Se citan, a continuación, las palabras más usuales en las que se admiten ambas grafías, situando en primer lugar la que resulta mayoritaria en el uso de todo el ámbito hispánico, aunque cabe decir que, en general, las formas con h suelen ser las preferidas en la lengua culta. Naturalmente, la alternancia gráfica afecta también a los derivados y palabras de la misma familia.

A comienzo de palabra:

huaca o guaca (en Am., ‘enterramiento o lugar sagrado de los indígenas’, ‘escondite, especialmente de objetos valiosos’ y ‘hoyo en que se depositan frutas y verduras para que maduren’);

huacal o guacal (en Am., ‘cesta o jaula de varillas de madera’ y ‘vasija hecha del fruto leñoso del huacal o jícaro’);

huachalomo o guachalomo (en Chile y Perú, ‘cierto corte de la carne de vacuno’);

huachinango o guachinango (en Méx. y Centroam., ‘cierto pez comestible’);

huarache o guarache (en Méx., ‘sandalia tosca de cuero’);

huaso -sa o guaso -sa (en Chile, ‘campesino’; en Am. del Sur, ‘grosero’);

huehuenche o güegüenche (en Méx., ‘viejo que dirige las danzas en las fiestas de pueblo’);

huillín o güillín (en Chile y Arg., ‘especie de nutria’);

huilota o güilota (en Méx., ‘cierta paloma silvestre’);

huincha o güincha (en el área andina y el Cono Sur, ‘cinta o tira de tela, papel u otro material flexible’; la que se ciñe a la frente para sujetar el cabello se denomina más comúnmente vincha, pron. [bíncha]);

huipil o güipil (en Méx. y Centroam., ‘blusa típica de la mujer indígena’);

guácala o huácala (en Am., interjección que expresa asco o desagrado);

guacho -cha o huacho -cha (en Am., ‘huérfano o de padre desconocido’) y guacho o huacho (en Ec. y Perú, ‘fracción de un billete de lotería’);

guaje o huaje (en Méx. y Centroam., ‘planta de cuyos frutos, parecidos a una calabaza, se hacen recipientes [reciben también este mismo nombre tanto el fruto como el recipiente]’ y ‘tonto o bobo’);

guamúchil o huamúchil (en Méx., ‘cierto árbol y su fruto comestible’);

guarapeta o huarapeta (en Méx. y las Antillas, ‘borrachera’);

guasca o huasca (en Am., ‘tira de cuero o soga’);

güisquil o huisquil (en Méx. y Centroam., ‘chayote, fruto de la chayotera’).

Advertencia

La grafía huero corresponde al adjetivo que significa ‘vacío o vano’ (huevo huero, palabras hueras), común a todo el ámbito hispánico, mientras que la grafía güero corresponde al adjetivo mexicano que significa ‘rubio o de piel blanca’ (mujer güera).

En interior de palabra a comienzo de sílaba:

ahuautle o aguautle (en Méx., ‘especie de caviar obtenido de los huevecillos de ciertos insectos acuáticos’);

cayahual o cayagual (en Méx., ‘rodete que se pone en la cabeza para transportar pesos’);

chiquihuite o chiquigüite (en Méx. y Centroam., ‘cesto sin asas hecho de mimbre, carrizo u otra materia similar’);

colihue o coligüe (en Arg. y Chile, ‘planta gramínea parecida al bambú’);

correhuela o corregüela (‘cierta planta’);

macehual o macegual (en Méx. y Centroam., ‘sirviente, peón o jornalero’);

marihuana o mariguana (‘cierta planta y, especialmente, el preparado de sus hojas y flores para ser fumadas como droga o con fines terapéuticos’);

aguate o ahuate (en Méx. y Centroam., ‘espina fina, a modo de vello, que tienen algunas plantas’);

caguama o cahuama (en Méx. y el Caribe, ‘cierta tortuga marina’);

cangagua o cangahua (en Ec., ‘suelo de roca volcánica dura, de la que se hacen ladrillos para la construcción’);

chaguar, cháguar o chahuar, cháhuar (en el área andina y el Cono Sur, ‘caraguatá, planta con cuya fibra se hacen hilos o cordeles’);

pagua o pahua (en Méx., ‘variedad de aguacate de gran tamaño’).

Advertencia

La grafía nahua corresponde al sustantivo y adjetivo que designa el pueblo amerindio que en el momento de la conquista española ocupaba la altiplanicie mexicana y parte de América Central. En cambio, la grafía nagua corresponde al sustantivo que designa en México y algunos países centroamericanos la prenda de vestir denominada enagua en el resto del ámbito hispánico.

6.1.2.2.2 Uso de la letra w para representar el fonema /u/

La letra w, que no existía en latín (v. § 5.4.2.2), entró en español por la vía del préstamo y solo se emplea en la escritura de voces procedentes de otras lenguas, en las que puede representar, según los casos, dos fonemas distintos: el vocálico /u/ y el consonántico /b/ (v. § 6.2.2.1.2).

La letra w representa el fonema vocálico /u/ —o la secuencia con refuerzo consonántico /gu/ cuando dicho fonema forma diptongo con la vocal siguiente a comienzo de palabra o de sílaba— en la mayoría de las palabras de origen inglés en las que se ha conservado esta letra en su paso al español, así como en ciertos términos transcritos al alfabeto latino procedentes de lenguas orientales, semíticas o indígenas, introducidos muchos de ellos también a través del inglés: sándwich [sánduich o sánguich], waterpolo [guaterpólo], web [guéb], wélter [guélter], wéstern [guéstern], taekwondo [taekuóndo] (del coreano, ‘cierto arte marcial’), wau [guáu] (del hebr., ‘cierto sonido y la letra que lo representa’), kiwi [kígui] (del maorí, ‘arbusto y su fruto comestible’ y ‘ave de Nueva Zelanda’), sawali [saguáli] (del tagalo, ‘tejido hecho con tiras de caña’). En otros casos se trata de palabras derivadas de topónimos o antropónimos que contienen ya este grafema: darwinismo, darwinista [darguinísmo, darguinísta] (de Darwin), hawaiano [haguaiáno] (de Hawái), lawrencio [laurénsio, laurénzio] (‘elemento químico’, del nombre del físico norteamericano E. O. Lawrence), rawsense [rrausénse] (de Rawson, capital de la provincia argentina de Chubut), taiwanés [taiguanés] (de Taiwán), washingtoniano [guasintoniáno] (de Washington). Hay que señalar, no obstante, que, cuando la w va inmediatamente precedida o seguida de grafemas o secuencias de grafemas que ya representan el fonema vocálico /u/, suele pronunciarse en muchas zonas del ámbito hispánico como /b/, para diferenciar su articulación de la de los grafemas contiguos: Kuwait [kubáit], kuwaití [kubaití], hollywood(i)ense [jolibud(i)énse].

Advertencia

Aunque la voz de origen maorí kiwi, introducida en español a través del inglés, cuenta también con la variante kivi (pron. [kíbi]), se recomienda usar en exclusiva la grafía que mantiene la w etimológica, que es, además, la que mejor refleja la pronunciación mayoritaria hoy entre los hispanohablantes: [kíui] o [kígui].

Información adicional

En un principio se tendió a adaptar con v los préstamos del inglés que presentaban una w en su grafía originaria. De ahí las voces vagón, váter (aunque en varios países americanos se emplea la forma wáter, pron. [guáter]), vatio o velintonia, adaptaciones respectivas de las voces inglesas wagon, water, watt y wellingtonia. Este criterio inicial explica que durante un tiempo el diccionario académico registrase únicamente la forma darvinismo como adaptación del inglés Darwinism (derivado del antropónimo Darwin). Hoy solo se admite la grafía darwinismo, con la w etimológica, a la que corresponde la pronunciación [darguinísmo], aunque muchos hablantes sigan pronunciando [darbinísmo] debido al arraigo de la pronunciación correspondiente a la adaptación inicial darvinismo. Lo mismo cabe decir de darwinista (registrado en un principio por la Academia con la grafía darvinista, actualmente desechada).

Puesto que la letra u es el grafema genuinamente español para representar el fonema /u/, algunas voces foráneas con w en su grafía originaria se han adaptado al español trocando la w en u, como en suajili (del ingl. swahili) o suéter (del ingl. sweater), o en los topónimos Botsuana, Malaui, Lilongüe (capital de Malaui) o Zimbabue (que sustituyen a las grafías anglicadas Botswana, Malawi, Lilongwe y Zimbabwe). En algún caso se dan por válidas ambas grafías, como ocurre con el nombre del elemento químico lawrencio, que presenta también la variante gráfica laurencio, de uso mayoritario, o con taekwondo, que también presenta la variante taekuondo.

Advertencia

El deseo de acomodar a las pautas ortográficas del español aquellos extranjerismos de uso corriente que en su forma original presentan configuraciones gráficas ajenas a nuestro idioma justifica la elección, hecha ya hace varias décadas, de la grafía güisqui como adaptación del término inglés whisky, grafía que transcribe la pronunciación común del anglicismo con los grafemas propios del español. No obstante, puesto que la grafía con gü- provoca rechazo en muchos hablantes, quizá fuera más oportuno, por su mayor cercanía al original, emplear como adaptación de esta voz la forma wiski, conservando la w y la k etimológicas, que forman hoy parte del abecedario español, aunque sigan siendo, en cierto modo, letras foráneas por su uso exclusivo en préstamos de otras lenguas. La adaptación wiski cuenta, además, con documentación literaria: «Don Ángel llevó al aristocrático abogado al bar, a tomar un wiski» (Arguedas Zorro [Perú a1969)]); «Ahora un poco de wiski, mesdemoiselles. (Les sirve wiski)» (Buenaventura Papeles [Col. a1974]).

     

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