CAPÍTULO IV. El uso de las letras minúsculas y mayúsculas

4. Funciones y usos de la mayúscula

4.2. Para marcar los nombres propios y las expresiones denominativas

4.2.4. Uso de mayúsculas y minúsculas en nombres y denominaciones

4.2.4.12. Varios

4.2.4.12.1 Deportes

Los sustantivos que designan las diferentes actividades deportivas son nombres comunes, por lo que no existe motivo alguno para escribirlos con mayúscula inicial: ciclismo, tenis, pelota vasca, gimnasia rítmica, natación. Se escribirán con mayúscula únicamente cuando formen parte de una expresión denominativa que así lo exija: Campeonato Mundial de Fútbol, Federación Internacional de Tenis.

4.2.4.12.2 Impuestos y tasas

Las denominaciones de impuestos y tasas se escriben siempre con minúscula: impuesto sobre el valor añadido, impuesto sobre la renta, impuesto sobre la renta de las personas físicas, aunque las siglas que generan deban escribirse con letras mayúsculas: IVA, ISR, IRPF (v. § 4.3).

4.2.4.12.3 Notas musicales

Los nombres de las notas musicales, aunque designan elementos pertenecientes a una serie cerrada, son nombres comunes que deben escribirse con minúscula inicial: Una melodía en fa mayor.

En el sistema de notación musical anglosajón se emplean letras mayúsculas para referirse a cada nota: C (do), D (re), E (mi), F (fa), G (sol), A (la), B (si). Este mismo sistema, con alguna variante, se emplea también en alemán.

4.2.4.12.4 Lenguas

Las palabras con que se designan las distintas lenguas son nombres comunes, razón por la que deben escribirse siempre con minúscula inicial: El español es la lengua más estudiada del mundo después del inglés.

4.2.4.12.5 Colores

Las palabras con las que se designan los colores y sus distintos matices son nombres comunes que deben escribirse con minúscula, tanto en usos sustantivos como adjetivos: El naranja no me sienta bien; Se puso la chaqueta gris perla; Tiene los ojos azul cobalto.

Cuando la denominación del color se forma con un complemento especificativo que contiene un nombre propio, normalmente un topónimo o un antropónimo, este mantiene la mayúscula que le es característica: amarillo (de) Nápoles, azul de Prusia, blanco de China, pardo Van Dyck, tierra de Siena. Pero, si el nombre propio pasa a designar por sí solo el color, se convierte a todos los efectos en un nombre común y debe escribirse con minúscula: un siena suave.

     

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