CAPÍTULO VIII. La ortografía de las expresiones numéricas

2. Los números escritos con cifras: números romanos y números arábigos

2.2. Los números arábigos

2.2.1. Ortografía de los números arábigos

2.2.1.2. Los números decimales y el separador decimal

Aunque los primeros sistemas de representación numérica, por estar íntimamente ligados al acto de contar, incluían solo los números naturales, con la evolución y perfeccionamiento de la matemática, además de representar la unidad y sus múltiplos, se hizo necesario representar sus fracciones.

En la actualidad, existen dos notaciones posibles para las fracciones: los quebrados y los números decimales.

La expresión en quebrados ya era utilizada por los matemáticos indios, que situaban el numerador en una línea y el denominador en la línea inferior, pero fueron los árabes quienes aportaron la línea horizontal de separación. En la actualidad puede utilizarse tanto esa línea (ya sea horizontal o vertical: o 3/8) como los símbolos propios que denotan división (3 ÷ 8 o 3 : 8). Como puede verse en el ejemplo, los operadores matemáticos de división deben separarse con un espacio fino de los números a los que afectan (v. cap. V, § 4.4i).

Advertencia

La expresión en quebrados no es adecuada para cuantificar las unidades del sistema internacional en documentos técnicos: ⊗‍½ Hz, ⊗‍¾ Ω. En cambio, existen contextos en el uso común en los que su empleo está plenamente asentado con algunas de estas unidades: Ingredientes: ½ kg de harina, 100 g de azúcar y 3 huevos.

La segunda fórmula, los números decimales, surge de la aplicación de la numeración posicional, primero a las fracciones de base decimal y, de allí al resto de las fracciones.

2.2.1.2.1 La escritura de los números decimales

Los números decimales resultan de una operación matemática que no genera un número exacto. Se componen de una parte entera, que corresponde a la unidad y sus múltiplos, y de una parte decimal, que corresponde a los submúltiplos o fracciones decimales de la unidad. En los sistemas de numeración posicional es absolutamente necesario el uso de un signo o procedimiento que distinga ambas partes y permita ubicar la posición de la unidad de forma inequívoca, para asegurar la correcta interpretación del conjunto.

Los procedimientos utilizados para separar la parte entera de la decimal en la escritura de los números han sido variados y muy diversos a lo largo de la historia. Pero ya entre finales del siglo XVI y principios del XVII se asentó el uso de los dos signos que perviven en la actualidad con este fin: el punto, utilizado por el italiano Giovanni Antonio Magini, y la coma, elegida por el neerlandés Wilbord Snellius.

El arraigo de cada una de estas opciones ha sido tal que el uso del punto o la coma como marcador decimal en la escritura de los números aún pervive, con distinta distribución geográfica, en las lenguas que utilizan el alfabeto latino.

Al igual que se hizo con la forma de separar los grupos de tres cifras en la parte entera de los números, los organismos internacionales de normalización han intentado establecer un uso general común para marcar la separación entre la parte entera y la parte decimal, inclinándose por dar preferencia a la coma en todos los documentos de difusión internacional. Así lo establece la ISO en su norma ISO 31-0, al igual que la Conferencia General de Pesos y Medidas, organismo encargado de las convenciones de uso en metrología y en el sistema internacional de unidades. No obstante, este último organismo decidió admitir ambos signos en su vigesimosegunda reunión, celebrada en 2003, reconociendo que la recomendación general de emplear como marcador decimal la coma puede entrar en conflicto con la costumbre asentada en las lenguas o países que usan para ello el punto.

En el ámbito hispánico, el uso de cada uno de estos signos se distribuye geográficamente casi a partes iguales: la coma se emplea en la Argentina, Chile, Colombia, el Ecuador, España, el Paraguay, el Perú y Uruguay; mientras que se usa el punto en México, Guatemala, Honduras, Nicaragua, Panamá, Puerto Rico, la República Dominicana y Venezuela, así como entre los hispanohablantes estadounidenses; hay también países, como Bolivia, Costa Rica, Cuba y El Salvador, donde se utilizan ambos. Con el fin de promover un proceso tendente hacia la unificación, se recomienda el uso del punto como signo separador de los decimales.

Así pues, en español, según las zonas, podrá escribirse π = 3,1416… o π = 3.1416

Información adicional

El uso del punto como separador decimal está generalizado en la expresión de las frecuencias de emisión radiofónica, en especial cuando se utilizan como referencia de la ubicación de las emisoras de radio en el dial: Radio Caracol FM, 97.1.

Advertencia

El uso del apóstrofo en lugar de la coma para separar la parte entera de la decimal no es correcto y debe evitarse: ⊗‍28’57.

2.2.1.2.2 La expresión lingüística de los números decimales

Cuando los números decimales se expresan con palabras, debe mencionarse primero la parte entera y después la decimal, unidas ambas por la conjunción y o por la preposición con. Así, el número 20,58 (o 20.58 en los países que emplean el punto como separador decimal) corresponde a la expresión veinte (unidades o enteros) con cincuenta y ocho (centésimas) o veinte (unidades o enteros) y cincuenta y ocho (centésimas). Si la parte entera es cero, se suele expresar únicamente la parte decimal; así, un número como 0,675 (o 0.675) se formula más bien como seiscientas setenta y cinco milésimas que como cero unidades con seiscientas setenta y cinco milésimas.

Al expresar verbalmente los números decimales, es también habitual leer simplemente la secuencia de signos de que se componen; así, no es infrecuente formular oralmente el decimal 2,5 o 2.5 como dos coma cinco o dos punto cinco; y 7,08 o 7.08 como siete coma cero ocho o siete punto cero ocho. Este recurso, plenamente admisible en el registro oral, no es apropiado para expresar por escrito los números decimales en documentos de carácter técnico, administrativo o contable, aunque puede aparecer ocasionalmente en textos de prensa: «Llevamos una considerable ventaja […] en la inflación interanual acumulada, que casi duplica la previsión: del dos y medio al cuatro coma dos va un gran trecho» (FVigo [Esp.] 15.6.2001).

     

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