CAPÍTULO IV. El uso de las letras minúsculas y mayúsculas

4. Funciones y usos de la mayúscula

4.3. Para formar siglas

4.3.1. Uso combinado de mayúsculas y minúsculas en siglas y acrónimos

A pesar de que la norma tradicional prescribe su escritura enteramente en mayúsculas, el uso combinado de mayúsculas y minúsculas en la formación de siglas y acrónimos es cada vez más frecuente. Esta mezcla contaba ya con cierta tradición en las siglas bibliográficas de publicaciones periódicas: AnMal (de Analecta Malacitana), ACerv (de Anales Cervantinos), RLit (de Revista de Literatura); e incluso venía siendo un procedimiento normal para añadir especificaciones a siglas ya constituidas: ARNm (de ácido ribonucleico mensajero), PCEr (de Partido Comunista de España reconstituido).

Hoy se ha ampliado mucho el campo de estos usos excepcionales. Así, si hasta ahora se escribían siempre en mayúscula todos los componentes de las siglas y de los acrónimos no lexicalizados, con independencia de que se tratase o no de letras iniciales o de partículas gramaticales —AENOR (de Agencia Española de Normalización), CONACYT (de Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología)—, hoy va siendo cada vez más habitual escribir con mayúscula únicamente la inicial de los componentes significativos de la expresión desarrollada y mantener en minúscula las letras no iniciales o los conectores gramaticales (preposiciones o conjunciones): DGTel (de Dirección General de Telecomunicación), JpD (de Jueces para la Democracia), UNMdP (Universidad Nacional de Mar del Plata), UdelaR (Universidad de la República).

Esta combinación no ortodoxa de mayúsculas y minúsculas, que facilita la identificación de cada uno de los elementos de la sigla con el que le corresponde en la expresión compleja, comienza a ser frecuente en logotipos y resulta admisible en la escritura de siglas y acrónimos, no así en el léxico general, donde no se permite la presencia de mayúsculas intercaladas y donde la mayúscula no puede mezclarse con la minúscula salvo en posición inicial de palabra. Por ello, aunque en el logotipo de algunas instituciones, por razones estéticas o de diseño, se ve con frecuencia esta mezcla —SIGraDi (en el logo de la Sociedad Iberoamericana de Gráfica Digital), AEMet (en el logo de la Agencia Estatal de Meteorología)—, la grafía de la sigla o el acrónimo se acomoda aún en la mayoría de los casos a la norma tradicional cuando se utiliza en el interior de los textos, incluidos los de la propia institución: SIGRADI, AEMET.

Lo mismo ocurre en los casos en que el acrónimo aparece en el logotipo escrito por completo con minúsculas (renfe, fundéu), al considerarse hoy estas letras visualmente más dinámicas y modernas, por su redondez y por la presencia de trazos ascendentes y descendentes, en comparación con la uniformidad y rigidez de las mayúsculas. Aunque así se escriban en el logotipo, en el interior de los textos presentan la mayúscula inicial preceptiva en todo nombre propio: Renfe (Red Nacional de Ferrocarriles Españoles), Fundéu (Fundación del Español Urgente).

     

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