CAPÍTULO IV. El uso de las letras minúsculas y mayúsculas

4. Funciones y usos de la mayúscula

4.2. Para marcar los nombres propios y las expresiones denominativas

4.2.4. Uso de mayúsculas y minúsculas en nombres y denominaciones

4.2.4.6. Lugares

4.2.4.6.1 Continentes, países y ciudades

Los nombres propios de continentes, países, ciudades y localidades se escriben con mayúscula inicial: América, Eurasia, Europa, África, Cuba, Croacia, El Salvador, Buenos Aires, Toledo, La Paz, San José del Estero, El Escorial. Como se ve por los ejemplos, algunos topónimos que designan países, ciudades o localidades incluyen como parte constitutiva de su nombre un artículo antepuesto, caso en el que este debe escribirse también con mayúscula inicial (v. § 4.2.3.2).

Muchos de estos nombres, cuando son pluriverbales, incluyen en su denominación un sustantivo genérico de carácter geográfico: Cabo Verde (país), Ciudad del Cabo (ciudad), Islas Cook (país), Puerto Rico (país), Países Bajos (país), Mar del Plata (ciudad). En esos casos, el sustantivo genérico debe escribirse con mayúscula inicial, a diferencia de aquellos otros en los que funciona como un mero categorizador, que debe escribirse con minúscula por no formar parte del nombre propio: la ciudad de Panamá, el país de Gales. Sobre la escritura con mayúscula o minúscula de los sustantivos genéricos en nombres geográficos, v. § 4.2.3.1.3.

También se escriben con mayúscula inicial los sustantivos y adjetivos que componen las denominaciones de las federaciones integradas por varios Estados independientes: Unión Europea, Federación Rusa.

4.2.4.6.1.1 Alternativas estilísticas

Se escriben asimismo con mayúscula inicial los sustantivos y adjetivos que forman parte de las denominaciones de carácter antonomástico que presentan, como alternativa estilística, algunos topónimos: la Ciudad Eterna (Roma), el Nuevo Mundo (América), la Santa Sede (el Vaticano), el Viejo Continente (Europa), la Joya del Pacífico (Valparaíso), la Isla del Encanto (Puerto Rico), la Reina del Plata (Buenos Aires), la Llave del Golfo (Cuba). Del mismo modo se comportan las denominaciones abreviadas o las alternativas de carácter coloquial: De Efe (por México D. F.), los Madriles (por Madrid), Barna (por Barcelona), Chago (por Santiago de Chile), Cocha (por Cochabamba), Marpla (por Mar del Plata).

También se escriben con mayúscula los nombres que han recibido algunas naciones en ciertos periodos de su historia: la Sublime Puerta (Turquía, en tiempos de los sultanes).

4.2.4.6.1.2 Topónimos imaginarios

Los nombres de aquellos continentes, países, regiones o paraísos imaginarios creados por la fabulación del hombre se escriben asimismo con mayúscula inicial: la Arcadia, la Atlántida, los Campos Elíseos, el Valhala, Macondo, el País de Nunca Jamás.

4.2.4.6.1.3 Topónimos utilizados como sustantivos comunes genéricos

Al igual que sucede con los antropónimos (v. § 4.2.4.1.1.5), también hay topónimos que pasan a usarse como nombres comunes para designar genéricamente lugares que presentan el rasgo más característico del referente original, o para denotar la cualidad o circunstancia por la que este es conocido. En ese caso es normal su escritura con minúscula: Nueva York es una babilonia posmoderna; Durante la invasión, el país se llenó de pequeñas numancias resistentes; Este chico vale un potosí; «La quema tumultuaria de un presunto homicida en el sombrío fuenteovejuna de un pueblo veracruzano» (Proceso [Méx.] 15.9.1996).

4.2.4.6.2 Áreas geopolíticas

Se escriben con mayúscula inicial los sustantivos y adjetivos que forman parte del nombre de determinadas zonas geográficas que se conciben como áreas geopolíticas con características comunes, pese a abarcar distintos países: Occidente, América Latina, Hispanoamérica, el Cono Sur, Centroamérica o América Central, Europa del Este, el Magreb, Oriente Medio, etc. Esta mayúscula no debe extenderse a denominaciones conjuntas establecidas en función de parámetros no estrictamente geográficos, se trate de expresiones genéricas en plural o de expresiones singulares con valor colectivo: los países desarrollados, los países en vías de desarrollo, los países productores de petróleo, el primer mundo, el tercer mundo, la zona euro.

4.2.4.6.3 Accidentes geográficos

Los nombres propios de los accidentes geográficos, tanto naturales como artificiales, se escriben con mayúscula inicial, pero no los sustantivos comunes genéricos que los acompañan (océano, mar, lago, embalse, río, cordillera, sierra, cabo, golfo, bahía, isla, estrecho, canal, etc.), que deben escribirse con minúscula: el océano Pacífico, el mar Mediterráneo, el mar Rojo, el lago Titicaca, el embalse de San Juan, el río Amazonas, la cordillera de los Andes, la sierra de la Demanda, el pico de la Maliciosa, el cabo de Hornos, el golfo de México, la bahía de Cochinos, el valle del Rift, el desierto de Atacama, el archipiélago de Juan Fernández, las islas Galápagos, las cataratas del Iguazú, la fosa de las Marianas, la falla de San Andrés, la represa de Yaciretá, el canal de Panamá, el canal de la Mancha, etc. Muchos de estos nombres propios se emplean habitualmente solos, sin el acompañamiento del sustantivo genérico, no existiendo razón alguna para que el artículo que los antecede deje de escribirse con minúscula: el Pacífico, el Mediterráneo, el Amazonas, los Andes, el Everest, la Maliciosa, las Galápagos, etc. (v. § 4.2.3.2).

Hay nombres propios geográficos que incorporan un sustantivo genérico como parte inherente, caso en el que el genérico debe escribirse con mayúscula inicial: Sierra Morena, Playa Girón, los Picos de Europa, las Montañas Rocosas, la Selva Negra, etc. Para determinar cuándo el sustantivo genérico se considera parte del nombre propio, v. § 4.2.3.1.3.

Por otra parte, existen usos antonomásticos en los que el nombre común genérico se emplea por sí solo, escrito con mayúscula inicial, en sustitución del nombre propio. En estos casos, la referencia de la antonomasia debe ser compartida por los destinatarios del texto y resultar, por ello, inequívoca: la Cordillera [= la cordillera de los Andes para los chilenos], el Golfo [= el golfo de México para los mexicanos] o la Península [= la península ibérica para los españoles]. Sobre el uso de este tipo de antonomasias, v. § 4.2.1.1.

Cuando para referirse a un accidente geográfico se emplea el sustantivo genérico seguido de un adjetivo derivado del topónimo al que dicho accidente corresponde —se trate del topónimo actual o de una variante ya en desuso—, tanto el sustantivo genérico como el adjetivo se escriben con minúscula: cordillera andina (el adjetivo andino deriva del topónimo Andes), meseta castellana (el adjetivo castellano deriva del topónimo Castilla), islas británicas (el adjetivo británico deriva del topónimo histórico Britania), península ibérica (el adjetivo ibérico deriva del to pónimo histórico Iberia) o península itálica (el adjetivo itálico deriva del topónimo Italia). Se trata, en estos casos, de expresiones meramente apelativas o comunes, aunque designen un referente único. Es necesario diferenciar estos casos de aquellos en los que el adjetivo va con mayúscula inicial por no derivar de un topónimo previo y ser, por tanto, la parte genuinamente propia de la denominación, como en mar Mediterráneo, mar Rojo, islas Canarias, islas Aleutianas, etc.

Las penínsulas, en concreto, suelen denominarse, bien mediante un complemento preposicional en cuyo núcleo figura un topónimo, bien mediante un adjetivo derivado de dicho topónimo, existiendo en muchos casos ambas posibilidades: península arábiga (o de Arabia), península balcánica (o de los Balcanes), península de Crimea, península coreana (o de Corea), península de Florida, península ibérica, península itálica o italiana, península de Jutlandia, península malaya (o de Malasia), península yucateca (o de Yucatán), etc. Hay, no obstante, algunas penínsulas que se salen de esta pauta denominativa y se identifican mediante un nombre propio genuino, que se escribe, naturalmente, con mayúscula: península Valiente (península de Panamá bañada por el Caribe).

4.2.4.6.4 Regiones naturales y ecorregiones

Los nombres propios de las regiones naturales o áreas bioclimáticas se escriben con mayúscula inicial, no así el artículo que los antecede: la Amazonia (o Amazonía), la Orinoquia (u Orinoquía), la Patagonia, el Gran Chaco, etc.

Se escriben, en cambio, con minúscula las expresiones con las que se hace referencia a regiones naturales o áreas bioclimáticas cuando se emplean para ello nombres comunes, como desierto, tundra, pampa, cuenca, estepa, sabana, etc., aun cuando, seguidos de un especificativo, designen un referente único: la cuenca mediterránea, la cornisa cantábrica, el desierto del Pacífico, la tundra ártica, la pampa argentina. Cuando alguno de estos nombres comunes se convierte en la denominación propia de una división administrativa, pasa a escribirse con mayúscula: provincia de La Pampa (Argentina). En ciertos países, es frecuente y admisible, aunque no obligatorio, que determinados nombres comunes geográficos se escriban con mayúscula inicial cuando se refieren a las regiones o áreas naturales en que se considera dividido el territorio nacional, como sucede con las regiones de la Costa y la Sierra en el Ecuador, o con la Costa, la Sierra y la Selva en el Perú.

4.2.4.6.5 Comarcas

Se escribe con mayúscula inicial el nombre propio de las comarcas, esto es, los territorios que en un país o una región se identifican por determinadas características físicas o culturales: las Alpujarras, la Alcarria, los Monegros. El artículo que antecede al nombre propio de una comarca se escribe con minúscula: la miel de la Alcarria, el azafrán de la Mancha, el clima de los Monegros; por tanto, la forma el se amalgamará, como es preceptivo, con las preposiciones a o de: las playas del Algarve, el vino del Bierzo.

El artículo que antecede al nombre de una comarca se escribe con mayúscula inicial solo en aquellos casos en los que forma parte del nombre propio de una división político-administrativa, como sucede en España con los nombres de las comarcas de la Mancha o de la Rioja, cuyo artículo se escribe con mayúscula cuando la expresión designa las comunidades autónomas correspondientes: Castilla-La Mancha y La Rioja.

4.2.4.6.6 Espacios naturales protegidos

En los nombres de los espacios naturales protegidos solo es obligatoria la mayúscula en el término específico, no en los sustantivos y adjetivos genéricos que lo preceden: parque nacional de Doñana, parque natural de Puracé, reserva natural de Cabo Cruz. No obstante, es correcta la escritura de estos genéricos con mayúscula inicial cuando se trate de la denominación de la entidad o institución que gestiona esos espacios: Parque Nacional de Doñana. En ningún caso es admisible la mayúscula en usos puramente genéricos: El Gobierno creará una red de parques nacionales; Las competencias de gestión del parque natural están repartidas entre diversos organismos.

4.2.4.6.7 Divisiones territoriales de carácter administrativo

En las denominaciones que corresponden a las divisiones administrativas del territorio de un Estado, sean del nivel que sean, solo está justificado el uso de la mayúscula en el término específico, mientras que el sustantivo genérico debe escribirse con minúscula: el concejo de Mieres, el condado de York, el departamento de Moquegua, el distrito 47, el estado de Tlaxcala, la pedanía de Lorca, la provincia de Tucumán, la región de Antofagasta, el término municipal de Madrid, la vereda Rosa Blanca, la comuna de Puente Alto, la diócesis de Cuernavaca.

4.2.4.6.8 Regiones militares

Se escriben con mayúscula los sustantivos y adjetivos que forman parte de la denominación de cada una de las regiones militares de un país, que habitualmente llevan antepuesto un ordinal que las distingue: la II Región Militar, la IV Región Militar, la Cuarta Región Aérea, la Región Militar Sur. En sus usos genéricos, estas expresiones se escriben, en cambio, con minúscula: Se prevé la creación de dos nuevas regiones militares; Fue nombrado capitán general de la nueva región aérea.

4.2.4.6.9 Barrios y urbanizaciones

En los nombres de barrios, distritos o urbanizaciones solo se escribe con mayúscula el término específico, no así el sustantivo genérico precedente: barrio de Lavapiés, barrio de las Letras, distrito de Chamberí, urbanización Los Rosales.

Estos sustantivos genéricos se escriben con mayúscula inicial únicamente si forman parte de una expresión que así lo exige, como ocurre con los nombres de asociaciones u organizaciones: Asociación de Vecinos del Barrio de las Letras.

4.2.4.6.10 Edificios y monumentos

Los adjetivos y sustantivos que forman parte de la denominación de sedes de entidades o instituciones, de edificios singulares o de conjuntos y elementos arquitectónicos de carácter monumental se escriben con mayúscula: el Coliseo, el Partenón, la Casa de América, la Casa Rosada, la Catedral de Santiago, la Pirámide del Sol, los Reales Alcázares, la Torre Eiffel, la Puerta de Alcalá, el Arco del Triunfo, la Columna de la Independencia. No obstante, cuando el sustantivo genérico que acompaña al término específico se corresponde con la naturaleza del referente designado, es asimismo admisible escribir el sustantivo genérico con minúscula y aplicar la mayúscula solo al término específico: el arco del Triunfo, la torre Eiffel, la catedral de Santiago, la casa Batlló, etc.

Las denominaciones, generalmente de carácter coloquial, que se emplean como alternativa estilística a los nombres de edificios o monumentos se escriben también con mayúscula inicial, no así los artículos que las anteceden: el Pirulí (por Torrespaña, sede de la televisión pública española, en Madrid), la Bombonera (por el estadio Alberto J. Armando, del Boca Juniors argentino, o por el estadio Nemesio Díez, del Deportivo Toluca mexicano), la Raspadura (por el monumento a José Martí en la plaza de la Revolución de La Habana).

4.2.4.6.11 Estancias y recintos de edificios

No hay razón para escribir con mayúscula los sustantivos y adjetivos de carácter común o apelativo con que se designan las diversas estancias o recintos de que se compone un edificio: el despacho oval de la Casa Blanca, el oratorio del Palacio de Gobierno, la capilla Pazzi, el claustro de la iglesia de los Jerónimos, la sacristía de San Francisco el Grande, la sala de profesores del Instituto Cervantes, el salón de baile del Palacio Real, el salón de grados de la Universidad Autónoma, etc. No obstante, en sedes institucionales y en edificios de carácter monumental es frecuente bautizar con nombres específicos determinadas estancias o recintos, caso en el que todos los elementos de la expresión denominativa se escriben con mayúscula: la Galería de los Espejos (en el Palacio de Versalles), el Patio de los Leones (en la Alhambra), el Salón de Ciento (en el Ayuntamiento de Barcelona), el Salón de los Pasos Perdidos (en el Capitolio de La Habana).

Advertencia

Cuando el sustantivo sala designa el conjunto de magistrados o jueces que tiene atribuida la jurisdicción sobre determinadas materias y forma parte de la denominación de un órgano jurisdiccional, se escribe con mayúscula: Sentencia dictada por la Sala de lo Penal del Tribunal Supremo.

4.2.4.6.12 Puertos, aeropuertos y estaciones

Los sustantivos genéricos se escriben con minúscula: Llegaron al puerto de Atenas de madrugada; Aterrizamos en el aeropuerto de Barajas; Tu tren sale de la estación de Punta Chica. Solo está justificado el uso de la mayúscula en estos términos cuando la expresión completa no se refiere al espacio físico, sino a la entidad u organismo que gestiona su actividad: El Puerto de Bilbao tiene un acuerdo con los bomberos de la Diputación Foral.

Naturalmente, se escriben también con mayúscula si forman parte de un nombre propio o una expresión denominativa que así lo exige (nombres de países, de localidades, de organismos, etc.): Puerto Vallarta, Capitanía del Puerto de Acapulco, Departamento de Facturación del Aeropuerto de Barajas.

4.2.4.6.13 Calles y espacios urbanos

Los sustantivos genéricos que encabezan las denominaciones de calles y espacios urbanos deben escribirse con minúsculas, reservando la mayúscula para el término específico: la avenida (de) Insurgentes, la (avenida) Diagonal, la calle (de) Guayaquil, la calle Mayor, el paseo (de) Martí, la calle 52, la avenida 47, la cuadra 31, la plaza de Armas, la glorieta de Embajadores, la rambla de San Antonio, la cuesta de la Vega, la travesía de los Desamparados, el parque del Oeste, etc.

Algunos sustantivos genéricos de este tipo, sobre todo aquellos que han dejado ya de ser percibidos por los hablantes como categorizadores de espacios urbanos, pueden pasar a constituir el término específico de la expresión denominativa, razón por la que se escriben con mayúscula y aparecen precedidos de nuevos sustantivos categorizadores escritos con minúscula: calle Gran Vía, calle Costanilla, avenida Costanera Norte, calle Corredera.

Se escriben también con mayúscula inicial los sustantivos genéricos que acompañan a los nombres de vías o espacios urbanos cuando aparecen detrás del término específico, como sucede a menudo en las denominaciones traducidas o tomadas de otras lenguas: la Sexta Avenida, Central Park, Downing Street, Potsdamer Platz.

4.2.4.6.14 Vías de comunicación

Al igual que sucede con los nombres de calles y espacios urbanos, en los nombres de vías de comunicación (carreteras, autovías, autopistas y calzadas romanas), solo debe escribirse con mayúscula inicial el término específico, no así el sustantivo genérico precedente: la carretera nacional II, la carretera Panamericana, la autopista del Mediterráneo, la autopista del Sol, la autovía de Leizarán, la vía Apia, la vía de la Plata. No obstante, en el caso de las calzadas romanas, su carácter histórico y hasta cierto punto monumental hacen admisible, aunque no obligatorio, que el sustantivo genérico vía se escriba con mayúscula: la Vía Apia, la Vía de la Plata (v. § 4.2.4.6.15).

Cuando el término específico es simplemente un número, como ocurre a menudo en España, las vías de comunicación suelen designarse mediante un sistema mixto que mezcla letras mayúsculas (indicativas del tipo de vía o del lugar por el que esta discurre) y cifras (las que componen el número identificativo), separados ambos componentes por un guion intermedio: la A-2 (autopista), la N-640 (carretera nacional), la C-32 (carretera comarcal), la BU-564 (carretera provincial de Burgos).

En los nombres de vías pecuarias, aquellas especialmente habilitadas para el traslado del ganado, no hay razón para escribir con mayúscula inicial los sustantivos genéricos como cañada (real), cabañera, etc., que preceden a la parte genuinamente propia de la denominación: la cabañera de Benasque, la cañada real de los Roncaleses, la cañada real Galiana. Tampoco está justificada la mayúscula en los adjetivos que desempeñan su normal función especificativa: cañada real segoviana, cañada real soriana occidental.

4.2.4.6.15 Caminos y rutas turísticas

Se escriben con mayúscula inicial los términos que componen la denominación de caminos y rutas que unen distintos puntos según un itinerario establecido asociado a actividades turísticas o culturales, o que poseen gran relevancia histórica o monumental: el Camino de Santiago, la Ruta del Pisco, la Ruta del Quijote, la Ruta de la Seda.

Cuando estas expresiones no constituyan una denominación establecida y se empleen en sentido genérico, se escribirán con minúscula: Le propuso hacer una ruta del vino por las tabernas de la ciudad.

     

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