CAPÍTULO V. La representación gráfica de las unidades léxicas

3. Las abreviaciones gráficas

3.4. Las abreviaciones y las nuevas tecnologías de la comunicación

El lenguaje utilizado en chats y en mensajes cortos de telefonía celular o móvil es tal vez, en la actualidad, el más proclive a la proliferación indiscriminada de todo tipo de abreviaciones. Contrariamente a lo que sucede con los textos discursivos de carácter general, a los que los nuevos soportes electrónicos proporcionan un espacio prácticamente ilimitado, en el caso de los mensajes de telefonía móvil, tanto las dimensiones del soporte (con teclados y pantallas reducidos) como la restricción a un número limitado de caracteres por mensaje justifican que se recurra muy a menudo a las abreviaciones gráficas. Además, en los dos contextos comunicativos mencionados, la inmediatez que preside en todo momento una comunicación que, aun siendo escrita, se halla próxima a los códigos de la oralidad exige la máxima premura en la materialización del mensaje.

Curiosamente, muchas de las características de las abreviaciones empleadas por los usuarios de estos modernos medios de comunicación, por lo general personas muy jóvenes o con un talante innovador o transgresor, muestran claras similitudes con los sistemas primigenios de abreviación. Así, por ejemplo, al igual que en latín las iniciales de las fórmulas habituales y repetidas generaban siglas (como el epitafio frecuente S V T L por sit uobis terra leuis ‘que la tierra os sea leve’), en la actualidad las expresiones fijas y recurrentemente usadas en la comunicación interpersonal se abrevian en estos nuevos medios de comunicación por el mismo procedimiento, con la única diferencia de que prescinden enteramente de los espacios y se escriben en minúscula (letra no marcada en este contexto comunicativo y la más fácilmente disponible, pues, a diferencia de la mayúscula, no exige ser previamente seleccionada por el usuario): tqm por te quiero mucho, asc por al salir de clase, nls por no lo sé, tvl por te veo luego.

Asimismo, las abreviaciones de palabras en estos ámbitos prescinden de modo casi sistemático de las vocales, dando lugar a una suerte de abreviaturas por contracción que, de manera similar a los primitivos sistemas de escritura, mantienen solo la estructura consonántica: dnd por dónde, tjt por tarjeta, hcr por hacer, etc. Como es lógico en un sistema en el que el ahorro de caracteres constituye a menudo una prioridad y en el que los usuarios comparten el principio básico de que cualquier palabra puede ser abreviada, no se emplea ningún tipo de signo adicional para marcar las abreviaciones.

Teniendo en cuenta el aspecto lúdico y transgresor asociado a estos registros, es especialmente significativo en ellos el uso de abreviaciones que incluyen cifras, letras y símbolos para representar la secuencia fónica a ellos asociada: to2 por todos, q3 por cutres, q~ por qué onda, d+ por demás.

Las abreviaciones acuñadas para su uso en chats y en mensajes cortos tienen restringido su empleo a ese ámbito y no deben trasladarse a la lengua general, por lo que no son objeto de regulación ni sistematización por parte de la ortografía.

     

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