CAPÍTULO III. El uso de los signos ortográficos

3. Signos de puntuación

3.4. Usos de los signos de puntuación

3.4.7. La raya

3.4.7.1. La raya como signo delimitador

Cuando es un signo doble, la raya forma parte del grupo de signos delimitadores que introducen o encierran un segundo discurso. Su función principal es indicar que las unidades lingüísticas que aísla no son una parte central del mensaje, sino que constituyen un discurso secundario que se inserta en el discurso principal para introducir información complementaria:

«El segundo festival de música mexicana es —¡cómo ponerlo en duda!— el acontecimiento musical más importante del año» (Melo Notas [Méx. 1990]).

«No daba importancia a los viajes de su mujer. “Que se distraiga —decía—, que se distraiga”» (Palou Carne [Esp. 1975]).

Como discurso autónomo con respecto al principal, las secuencias encerradas entre rayas pueden tener puntuación propia:

«Aguzando el oído —en el fondo, sin necesidad de concentrarse mucho: bastaba con dejar de prestar atención a los latidos del propio corazón, con sosegarse—, era fácil percibir un rumor de voces» (Azancot Amores [Esp. 1980]).

En su función delimitadora de un segundo discurso, las rayas tienen los usos que se comentan a continuación.

3.4.7.1.1 En incisos

Las rayas se emplean, como signo doble, para encerrar incisos:

Para él la fidelidad —cualidad que valoraba por encima de cualquier otra— era algo sagrado.

En este uso pueden utilizarse también las comas o los paréntesis. Los incisos entre rayas suponen un aislamiento mayor con respecto al texto en el que se insertan que los que se escriben entre comas, pero menor que los que se escriben entre paréntesis (sobre otras diferencias entre el uso del paréntesis o la raya, frente a la coma, para delimitar incisos, v. § 3.4.5.1.1). La raya de cierre en los incisos no se suprime aunque detrás de ella deba aparecer un punto o cualquier otro signo de puntuación:

Esperaba a Emilio —un gran amigo—. Lamentablemente, no vino.

Esperaba a Emilio —un gran amigo—, que, lamentablemente, no vino.

Tampoco debe suprimirse la raya de cierre cuando el inciso ocupa la posición final del enunciado:

La editorial ha publicado este año varias obras del autor —todas ellas de su primera época—.

Deben evitarse puntuaciones redundantes, como la del siguiente ejemplo, donde debieron escribirse o comas o rayas, pero no ambos signos: ⊗‍«La muerte vivida por los demás, —sea la muerte por accidente o de otros modos—, es una cosa que sufrimos mucho» (Burgos Rigoberta [Guat. 1983]).

3.4.7.1.2 En incisos incluidos en otros incisos

Deben usarse las rayas para introducir una nueva aclaración o inciso en un texto ya encerrado entre paréntesis:

Si desea más información sobre este tema (la bibliografía existente —incluso en español— es bastante extensa), deberá acudir a otras fuentes.

Para intercalar algún dato o precisión en un inciso escrito entre rayas, han de usarse los paréntesis (v. § 3.4.5.1.2): Venezuela —primer lugar de tierra firme avistado por Colón en su tercer viaje a América (1498)— tenía, por aquel entonces, unos 300 000 habitantes.

3.4.7.1.3 Para enmarcar comentarios de un narrador o transcriptor

Las rayas se usan para enmarcar, en medio de una cita textual entrecomillada, las aclaraciones del transcriptor con respecto a su autoría:

«Es imprescindible —señaló el ministro— que se refuercen los sistemas de control sanitario en las fronteras».

Se usa, en cambio, la coma cuando la aclaración aparece en posición final, fuera del texto entrecomillado:

«Es imprescindible que se refuercen los sistemas de control sanitario en las fronteras», señaló el ministro.

En los textos narrativos, las rayas sirven también para introducir o enmarcar los comentarios y precisiones del narrador a las intervenciones de los personajes. En este uso, se presentan algunas dudas relativas a la posible supresión de la raya de cierre, a la posición de otros signos de puntuación con respecto a ella y a la escritura de mayúscula o minúscula inicial en la secuencia que introducen. Para su correcto empleo, debe tenerse en cuenta lo siguiente:

a) No se escribe raya de cierre si tras el comentario del narrador no sigue hablando inmediatamente el personaje:

Espero que todo salga bien —dijo Azucena con gesto ilusionado. A la mañana siguiente, Azucena se levantó nerviosa.

En cambio, se escriben dos rayas, una de apertura y otra de cierre, cuando las palabras del narrador interrumpen la intervención del personaje y esta continúa inmediatamente después:

Lo principal es sentirse viva —añadió Pilar—. Afortunada o desafortunada, pero viva.

b) Como muestra el ejemplo anterior, cuando el comentario o aclaración del narrador va introducido por un verbo de lengua (decir, añadir, asegurar, preguntar, contestar, espetar, exclamar, responder, etc.), dicho comentario se inicia con minúscula, aunque venga precedido por un signo de cierre de interrogación o de exclamación, o por puntos suspensivos:

¡Qué le vamos a hacer! —exclamó resignada doña Patro.

¿Ha llegado ya el presidente? —preguntó alarmado el embajador.

Si me hubieras hecho caso… —susurró mientras seguía con la mirada a su hijo, que se alejaba cabizbajo.

Si la intervención del personaje continúa tras las palabras del narrador y debe aparecer un signo delimitador principal (punto, coma, punto y coma o dos puntos) tras la secuencia interrumpida, este se coloca detrás de la raya que cierra el inciso narrativo:

No te creo —afirmó tajante—. Por mucho que te esfuerces, ya no confío en ti.

Está bien —dijo Carlos—; lo haré, pero que sea la última vez que me lo pides.

Lo será —respondió agradecido—, te lo aseguro.

Te lo advierto —dijo amenazante—: no voy a consentir que te salgas con la tuya.

Como en otras ocasiones, el comportamiento de los signos delimitadores principales difiere del de los signos indicadores de modalidad (signos de interrogación y exclamación y puntos suspensivos). Como se aprecia comparando las dos tandas de ejemplos anteriores, los delimitadores principales se escriben siempre inmediatamente detrás de la raya de cierre del inciso del narrador; mientras que, si se trata de indicadores de modalidad, los signos de cierre de interrogación y exclamación, y los puntos suspensivos se colocan antes del inciso que enmarcan las rayas y separados de él por un espacio.

c) Cuando el comentario del narrador no va introducido por un verbo de lengua y el parlamento precedente constituye un enunciado completo, las palabras del personaje se cierran con punto —o, según sea el caso, con cierre de interrogación, de exclamación o puntos suspensivos— y el inciso del narrador se inicia con mayúscula:

No se moleste. —Cerró la puerta y salió de mala gana. A la mañana siguiente, se levantó temprano y se dirigió al café de costumbre.

¿Puedo irme ya?Se puso en pie con gesto decidido.

Si te viera tu madre… —Lágrimas de emoción asomaban a sus ojos mientras contemplaba, arrobado, la escena.

En estos casos, si tras el comentario del narrador continúa el parlamento del personaje, es necesario, como se ha indicado (v. § a), colocar la raya de cierre tras la intervención del narrador y escribir después un punto:

No te preocupes. —Le sostuvo la mirada, desafiante—. Sabré encontrar la solución sin tu ayuda.

¿Puedo irme ya? —Se puso en pie con gesto decidido—. No hace falta que me acompañe. Conozco el camino.

Si te viera tu madre… —Lágrimas de emoción asomaban a sus ojos mientras contemplaba, arrobado, la escena—. No sabes cuánto llevo esperando este momento.

Cuando el comentario del narrador se intercala en mitad de un enunciado, el texto del inciso se inicia con minúscula:

¡Esto que has hecho —se dirigía hacia mí con el gesto descompuesto— es una auténtica locura!

     

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