CAPÍTULO V. La representación gráfica de las unidades léxicas

2. Unión y separación de elementos en la escritura

2.4. Secuencias que pueden escribirse en una o más palabras

2.4.2. Secuencias que se escriben en una o más palabras con distinto valor

2.4.2.1. Secuencias especialmente problemáticas

En los apartados siguientes se ofrecen explicaciones más detalladas sobre ciertas secuencias que resultan a menudo particularmente problemáticas para los hablantes en relación con su escritura unida o separada.

2.4.2.1.1 a dónde / adónde; a donde / adonde

Cuando el adverbio interrogativo o exclamativo dónde, que denota lugar, va precedido de la preposición a para expresar la idea de dirección o destino (‘a qué lugar’), presenta desde antiguo la variante gráfica adónde, con fusión de la preposición y el adverbio. Ambas opciones gráficas, a dónde y adónde, son igualmente correctas y pueden usarse de forma indistinta, como muestran los ejemplos siguientes:

«¿A dónde vamos?» (Edwards Anfitrión [Chile 1987]).

«¿Adónde te llevan?» (Mastretta Vida [Méx. 1990]).

«Ustedes, los jóvenes, creen que no debe haber normas. ¡Muy bien! ¡Estupendo! ¡Extraordinario! ¡A dónde iremos a parar!» (Guzmán Llanto [Esp. 1982]).

«¡Adónde hubieran llegado otros con mis oportunidades!» (TBallester Filomeno [Esp. 1988]).

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Aunque durante un tiempo se intentó dar preferencia normativa a la grafía unitaria adónde, la opción gráfica a dónde, potenciada por la analogía con las estructuras en que este adverbio aparece precedido de otras preposiciones (de dónde, desde dónde, por dónde, etc.), tiene también mucho arraigo en el uso culto, donde ambas soluciones conviven.

Del mismo modo, el adverbio relativo locativo donde, cuando va precedido de la preposición a, admite también, de forma indistinta, las grafías a donde y adonde, esté o no expreso su antecedente, tal como muestran los ejemplos siguientes:

«Tú eres el único lugar a donde quiero ir» (Aguilar Error [Méx. 1995]).

«Ella se ha situado en un lugar adonde ni tú ni yo llegamos» (Contreras Nadador [Chile 1995]).

«A él le había costado agonías y odios llegar a donde estaba» (Martínez Vuelo [Arg. 2002]).

«Se quedó con la idea de que su respuesta iba a llegar adonde debía» (GaMárquez Amor [Col. 1985]).

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El gramático venezolano Andrés Bello, en su Gramática de 1847, propuso la tradicional recomendación de usar especializadamente cada una de estas grafías. Así, durante algún tiempo, se recomendó escribir siempre adonde en oraciones con antecedente expreso (Me gustó la playa adonde fuimos), mientras que en oraciones sin antecedente se admitía el uso de ambas formas (Vaya usted a donde quiera / Vaya usted adonde quiera). Sin embargo, esta distinción no ha cuajado nunca en el uso, donde se siguen empleando de forma indistinta ambas grafías, que en la actualidad se consideran igualmente correctas.

2.4.2.1.2 (a)dondequiera, comoquiera, cuandoquiera, quienquiera

Los relativos (a)donde, como, cuando y quien forman, con la terminación -quiera (segmento afijo, invariable, procedente de la forma verbal quiera), un conjunto especial de relativos, denominados inespecíficos por añadir a las respectivas nociones de lugar, modo, tiempo y persona un carácter inespecífico o indeterminado. Así, los relativos compuestos (a)dondequiera, comoquiera, cuandoquiera y quienquiera vienen a significar algo así como ‘cualquiera que sea, o sea cual sea, el lugar / la manera / el momento / la persona’. Estos relativos inespecíficos, que van seguidos de oraciones encabezadas por el relativo que, deben escribirse siempre en una sola palabra, a diferencia de las combinaciones libres de (a)donde, como, cuando y quien con la forma verbal quiera (1.ª o 3.ª persona del singular del presente de subjuntivo del verbo querer), que se escriben siempre en dos palabras. Aunque no son usos frecuentes, las formas compuestas dondequiera, comoquiera y quienquiera se emplean también como indefinidos (‘en cualquier lugar’, ‘de cualquier manera’, ‘cualquier persona’), sin valor relativo.

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La voz cualquiera forma también parte del grupo de los relativos inespecíficos cuando va seguida de una oración encabezada por el relativo que: Cualquiera que lo intentara fracasaría. Es, además, un adjetivo o pronombre indefinido: Pásate por aquí un día cualquiera; Cualquiera puede hacerlo. No se ha incluido aquí por no plantear problemas ortográficos, ya que no existe ningún contexto en español en que cual y quiera puedan escribirse separados.

a) (a)dondequiera / (a)donde quiera

El adverbio compuesto adondequiera (‘a cualquier lugar’) se escribe siempre en una sola palabra:

«Había decidido seguirla adondequiera que fuese, sin despegarme de ella un solo segundo» (Volpi Klingsor [Méx. 1999]).

En cambio, se escribe en dos palabras la combinación libre del relativo adonde y la forma verbal quiera, que significa ‘al lugar que desee’ la persona designada por el sujeto:

«¡Por mí ya se puede ir adonde quiera, en barco, en avión o en patinete, no le necesito para nada!» (Marsé Embrujo [Esp. 1993]).

Del mismo modo, el adverbio compuesto dondequiera (‘(en o a) cualquier lugar’) se escribe siempre en una sola palabra:

«Te deseo lo mejor, dondequiera que estés» (RzZafón Sombra [Esp. 2001]).

«Después de las primeras funciones, dondequiera que íbamos nuestra fama nos precedía» (Saer Entenado [Arg. 1988]).

«Hacia dondequiera que avanzara, se encontraba con la ignorancia» (Jodorowsky Pájaro [Chile 1992]).

«¿Te dormiste, viejo? Dichoso tú que tienes casa dondequiera» (Parrado Muerte [Cuba 1984]).

Por el contrario, se escribe en dos palabras la combinación libre del relativo donde y la forma verbal quiera, que significa ‘el lugar, en el lugar o al lugar que desee’ la persona designada por el sujeto:

«Empiece por donde quiera» (Millás Mujeres [Esp. 2002]).

«Siéntese usted donde quiera» (García Mundo [Perú 1994]).

«Dejo que me lleve donde quiera» (Tusquets Mar [Esp. 1978]).

b) comoquiera / como quiera

El adverbio compuesto comoquiera (‘sea cual sea el modo o de cualquier manera’) se escribe siempre en una sola palabra:

«Larisa, Helena, Magda, comoquiera que te llames, me convertiré en tu protector» (Quintero Danza [Ven. 1991]).

«Está bien, coge para el parque comoquiera y déjanos en la esquina de la ferretería» (VLlosa Fiesta [Perú 2000]).

Comoquiera se escribe también en una sola palabra cuando forma parte de la locución conjuntiva de sentido causal comoquiera que (‘dado que, puesto que’):

«Comoquiera que las oportunidades de empleo han mermado considerablemente, la oferta educativa tradicional ha sido sometida a escrutinio» (País [Esp.] 1.12.1986).

En cambio, se escribe en dos palabras la combinación libre del relativo como y la forma verbal quiera, que significa ‘del modo que desee’ la persona designada por el sujeto:

«Está bien, Lucita, como quiera. Usted se lo pierde» (Parrado Bembeta [Cuba 1984]).

c) cuandoquiera / cuando quiera

El adverbio compuesto cuandoquiera (‘sea cual sea el momento, en cualquier momento’) se escribe siempre en una sola palabra:

«Dondequiera y cuandoquiera que el Consejo de Seguridad decida actuar contra una amenaza a la seguridad, todos los países miembros están obligados a prestar ayuda» (País@ [Esp.] 8.10.2002).

En cambio, se escribe en dos palabras la combinación libre del relativo cuando y la forma verbal quiera, que significa ‘en el momento que desee’ la persona designada por el sujeto:

«Cuando quiera interrumpa y pregunte» (Onetti Viento [Ur. 1979]).

d) quienquiera / quien quiera

El pronombre compuesto quienquiera (‘cualquiera, sea quien sea la persona’) se escribe siempre en una sola palabra:

«Me entregó un sobre que contenía las más calurosas recomendaciones, dirigidas a quienquiera que me ofreciera trabajo» (Donoso Elefantes [Chile 1995]).

«Y a nadie le pareció que la espantada fue una tontera […] ni un accidente que a quienquiera le puede llegar a ocurrir» (Fogwill Cantos [Arg. 1998]).

En cambio, se escribe en dos palabras la combinación libre del relativo quien y la forma verbal quiera:

«Tú sabes que no hay nadie en el mundo a quien quiera más que a ti» (Bayly Mujer [Perú 2002]).

«En San Cristóbal dialoga y discursea con sus amigos y con quien quiera oírlo» (Herrera Casa [Ven. 1985]).

2.4.2.1.3 conque / con que

La conjunción ilativa conque (‘así que, de modo que’) se escribe siempre en una sola palabra. Se emplea para introducir la consecuencia natural de lo que acaba de decirse:

«—No me gusta nada lo que estás diciendo. —Ni a mí lo que dices tú, conque estamos en paz» (Salom Vuelo [Esp. 1980]).

«Este árabe es peligrosísimo, conque mucho cuidado» (Lezama Oppiano [Cuba 1977]).

También puede encabezar oraciones independientes (a menudo exclamativas) en las que se manifiesta sorpresa, ironía, escepticismo o reproche ante algún hecho o situación que se acaba de conocer:

«—No me mientas. Os vi entrar en esta misma casa el domingo pasado. —Vaya, conque nos espías, ¿eh?» (Mendoza Verdad [Esp. 1975]).

«—¡Ah…, conque eres tú! —exclamó Montoya divertido» (Gasulla Culminación [Arg. 1975]).

«Quiere decir que me mata o lo mato porque los dos, con tanto odio, no cabemos sobre este estrecho planeta. ¡Ajá, conque eso era!» (Vallejo Virgen [Col. 1994]).

«Mira, carajo, dónde estaba la cosa, se dijo Maricarla desde su más profundo desengaño, conque esas tenemos» (ÁlvzGil Naufragios [Cuba 2002]).

En el habla coloquial de España y algunos países de América, la forma conque se usa como sustantivo, con el sentido de ‘condición con la que se hace o se promete una cosa’, ‘pega o inconveniente’ y ‘quid de la cuestión’:

«Testó él […] a favor de su esposa, con el conque de que si ella moría su herencia pasaba a los paisanos» (Asturias Papa [Guat. 1954]).

«—¿A quién mató en Morelos? —preguntó Andrea. —A una muchacha que era su amante y que un día lo recibió con el conque de que ya no» (Mastretta Vida [Méx. 1990]).

«Ya me las apañaría pa exigir ganao de recibo, que aquí está el conque, Marquitos, en el ganao» (DzCañabate Paseíllo [Esp. 1970]).

En cambio, se escribe con que en dos palabras cuando se trata de las secuencias siguientes:

La preposición con seguida del pronombre relativo que: «Le dijo que no con la voz con que se dicen siempre las mentiras» (Cercas Soldados [Esp. 2001]); «Adoptó la mirada beligerante y directa con que intimidaba a la gente» (VLlosa Fiesta [Perú 2000]). Su identificación es fácil, ya que el relativo que admite la anteposición del artículo correspondiente (el, la, los, las) o puede sustituirse por el cual, la cual, etc.: El coche con que [= con el que, con el cual] te fui a recoger es de mi hermano.

La preposición con seguida de la conjunción que: «Le bastaba con que la carta no le fuera devuelta» (GaMárquez Amor [Col. 1985]); «Por el momento tengo suficiente con que haya reconocido su pecado» (Tomeo Mirada [Esp. 2003]); «¿Usted está de acuerdo con que se le haya metido fuego a la embajada?» (Quesada Banana [Hond. 2000]). En estos casos, se trata siempre de complementos encabezados por la preposición con, que tienen como término una oración subordinada en lugar de un sustantivo (bastar con algo, estar de acuerdo con algo, etc.).

2.4.2.1.4 por qué / porqué

a) por qué

La secuencia por qué, escrita en dos palabras, corresponde a la combinación de la preposición por y el interrogativo qué con la que se introducen en español las oraciones interrogativas directas que preguntan por la causa de lo que se expresa a continuación:

«¿Por qué llegó hasta aquí?» (VLlosa Loco [Perú 1993]).

«¿Y por qué no me dijiste nada?» (Belli Mujer [Nic. 1992]).

«Pero ¿por qué motivo habrían de sepultar a un hombre que aún no está muerto?» (Hernández Naturaleza [Esp. 1989]).

También introduce oraciones interrogativas indirectas:

«Le pregunté por qué trabajaba en una fábrica de paraguas» (Tomeo Mirada [Esp. 2003]).

«Lo que no entiendo, don Gabriel, es por qué no me dijo nunca quién era usted» (GaMárquez Vivir [Col. 2002]).

«Fue incapaz de explicar por qué razón había provocado aquella tragedia» (Volpi Klingsor [Méx. 1999]).

«No sé por qué, pero me parece que me estás esquivando» (Plaza Cerrazón [Ur. 1980]).

Cuando la oración interrogativa es negativa, sirve a menudo no para preguntar o indagar la causa de algo, sino para hacer una propuesta o sugerencia al interlocutor:

«¿Por qué no bajamos a cenar?» (Pombo Ventana [Esp. 2004]).

«Te propongo una cosa, hermana, ¿por qué no permites que Solita […] pose para el maestro?» (González Dios [Méx. 1999]).

«El periodista radiofónico le dijo que por qué no se encontraban otra vez para recordar más cosas» (Carrión Danubio [Esp. 1995]).

También aparece la secuencia por qué en oraciones no causales, tanto interrogativas (directas o indirectas) como exclamativas, en las que la preposición por introduce un grupo sintáctico cuyo núcleo va precedido del interrogativo-exclamativo qué:

«¿Por qué puerta entrará el desconocido?» (Mendicutti Palomo [Esp. 1991]).

«No te podría precisar por qué laberintos llegó ese material a Cuba» (Ruffinelli Guzmán [Chile 2001]).

¡Por qué poco te vendes!

b) porqué

La grafía porqué, en una sola palabra, corresponde al sustantivo masculino que significa ‘causa, razón o motivo’ y, como tal, se usa precedido de determinante y tiene forma de plural (porqués):

«Tú siempre has entendido el porqué de mis actos» (Mendoza Ciudad [Esp. 1986]).

«Agarrado a las solapas de la chaquetilla de José imploraba una explicación, un porqué» (Guelbenzu Río [Esp. 1981]).

Igualmente como sustantivo, se usa en ocasiones con el sentido de ‘pregunta que comienza por la locución causal por qué’:

«La opinión pública empieza a preguntarse si la respuesta a sus porqués no está tal vez en los motivos económicos que instaron los cambios de tripulación de personal sueco a personal estonio» (Vanguardia [Esp.] 30.9.1994).

2.4.2.1.5 porque / por que

a) porque

La grafía porque, escrita en una sola palabra, corresponde a la conjunción causal con la que se introducen las oraciones subordinadas que expresan la causa o motivo de que ocurra (o, en otros casos, de que se diga o afirme) lo expresado en la oración principal:

«Me fui de la casa porque ya se había perdido la sensación de hogar» (Jaramillo Tiempo [Pan. 2002]).

«La niña se preocupa porque la cara de la mamá está triste» (Serrano Vida [Chile 1995]).

«¡A veces se enojaba porque yo escuchaba música ruidosa!» (Daneri Cita [Arg. 1983]).

«Acérquense, porque no tengo fuerza para hablar muy alto y tengo algo un poco heterodoxo que proponerles» (Donoso Casa [Chile 1978]).

«Debió de tener una premonición, porque se detuvo y no llegó a concluir el gesto» (Rojo Matar [Esp. 2002]).

(Sobre la presencia o ausencia de coma ante la conjunción causal, v. cap. III, § 3.4.2.2.4.3).

A veces, cuando el verbo de la subordinada va en subjuntivo y no hay ningún elemento en el enunciado de la principal que exija la presencia de un complemento introducido por la preposición por, la conjunción porque adquiere sentido final (‘para que’). Este uso, frecuente en el español de otras épocas, es hoy raro y tiene un cierto sabor arcaizante, pues lo normal en el español actual es usar en estos casos para que:

«El anís lo acepto, porque no diga usted que es un desaire» (FnGómez Viaje [Esp. 1985]).

«Y tú, porque no creyeran que no eres un caballero, cediste como un imbécil» (MtzBallesteros Pisito [Esp. 1990]).

b) por que

La preposición por antecede a la conjunción que, sin formar con ella una amalgama gráfica, cuando dicha preposición introduce un complemento exigido por el verbo u otro elemento (adjetivo o sustantivo) de la oración principal. Se trata en estos casos de complementos preposicionales encabezados por la preposición por, que tienen como término una oración subordinada en lugar de un sustantivo (alegrarse por algo, apostar por algo, caracterizarse por algo, dar la vida por algo, estar loco por algo, inquietarse por algo, irritarse por algo, votar por algo, ansioso por algo, contento por algo, temor por algo, preferencia por algo, etc.):

«Estas compras se caracterizan por que el comprador tiene el derecho de examinar la mercancía y rescindir libremente el contrato si dicha mercancía no le conviene» (Maldonado/Negrón Derecho [P. Rico 1997]).

«Leakey siempre apostó por que este homínido desligado ya del mono vivió en África hace unos 7 millones de años» (Cardeñosa Código [Esp. 2001]).

«Voto por que no la incluyamos» (Obando Paraíso [C. Rica 2001]).

«Carlitos Alegre habría dado la vida por que [Natalia] llegara hoy» (Bryce Huerto [Perú 2002]).

«Está loca por que la entreviste a ella también» (Dou Luna [Ven. 2002]).

«Llegan incluso ansiosos por que nos lo creamos» (País [Esp.] 9.10.1997).

«A medida que fue creciendo, el temor por que aquel hombre apareciese se fue transformando en temor por que no volviese» (Gavilanes Bosque [Esp. 2000]).

«Ahora, postrada en el lecho de su dormitorio, no deseaba otra cosa que reposar, que la dejaran en paz, que desistieran de sus intentos por que se decidiera a probar bocado» (FdzCubas Altillos [Esp. 1983]).

«Clemente […] mostró su preferencia por que los técnicos sean nativos» (Vanguardia [Esp.] 1.6.1994).

Aun tratándose de un complemento exigido por algún elemento de la principal, si la oración subordinada lleva el verbo en subjuntivo e introduce una causa orientada hacia el futuro, noción muy cercana a la de finalidad, se admiten ambas grafías, por que y porque, tal como muestran los ejemplos siguientes (obsérvese que, en la mayoría de los casos, podría haberse usado también para que):

«El Emperador le había dado el encargo de velar por que se diesen buenas encomiendas a los conquistadores antiguos» (Miralles Cortés [Méx. 2001]).

«Olga velaba porque la fiebre no le subiera más de la cuenta» (Collyer Habitante [Chile 2002]).

«Estaré rogando al señor por que haya más comprensión y buena voluntad entre nosotros» (Santander Milagro [Méx. 1984]).

«Me quedé largo rato […] rogando porque los dioses la salvaran y la enviaran de mensajera» (Belli Mujer [Nic. 1992]).

«Ella no hacía ningún esfuerzo por que [el jefe de personal] comprendiese» (Padilla Jardín [Cuba 1981]).

«Por más que hacía esfuerzos porque ella le hablara, no logró arrancarle ni siquiera una confidencia» (Regás Azul [Esp. 1994]).

La grafía por que, escrita siempre en dos palabras, puede corresponder también a la secuencia de la preposición por seguida del relativo que, si bien lo más normal hoy es que se usen en esos casos las formas complejas del relativo (el que, la que, los que, las que):

«Tomando en cuenta todas las torturas por que ha pasado, me impresiona su reciedumbre física» (Teitelboim País [Chile 1988]).

«Las vicisitudes por que atravesó este empeño conductista de asumir a Freud no son para contarlas aquí» (Pinillos Psicología [Esp. 1975]).

2.4.2.1.6 sino / si no

La voz sino puede ser el sustantivo masculino que significa ‘fatalidad o destino’:

«¿Qué extraño sino me encadenó a él?» (Gallegos Pasado [C. Rica 1993]).

«Puede que sea mi sino, porque yo creo que cada persona nace con un sino marcado en la frente» (Zaragoza Dios [Esp. 1981]).

Puede tratarse también de la conjunción adversativa sino, que presenta los valores siguientes:

a) Introduce un elemento que reemplaza o sustituye al negado en la oración precedente: «Se diría que no es el escándalo lo que teme, sino la inobservancia de las formas» (VLlosa Verdad [Perú 2002]); «Nunca me decía directamente que no tenía, sino que me iba a pagar ese día» (Paz Materia [Bol. 2002]); «No estaba en la barbería, sino en un sitio que tardé en identificar como el portal del zapatero» (MñzMolina Sefarad [Esp. 2001]).

b) Si el elemento negado en la oración antecedente no está explícito, sino adquiere un valor cercano a más que, otra cosa que: «Aquel odio no era sino la cara deformada de un afecto no correspondido» (Jodorowsky Danza [Chile 2001]).

c) Toma a veces un valor equivalente a salvo, excepto o aparte de, tanto en oraciones negativas como en interrogativas retóricas: «Sabes que no quiero a nadie sino a ti» (Regás Azul [Esp. 1994]); «¿Qué otra cosa puedo hacer sino ir en seguida a verlo?» (Cortázar Reunión [Arg. 1983]).

d) En correlación con no solo o no solamente, denota adición enfática de otro u otros miembros a la cláusula: «Regresaba no solo sucio y extenuado, sino enfermo» (Sánchez Héroe [Col. 1988]). Con frecuencia suele acompañarse del adverbio también: «Pero analicemos no solamente las ventajas, sino también los inconvenientes» (Gasulla Culminación [Arg. 1975]).

Estos usos de la conjunción sino, siempre escrita en una sola palabra, no deben confundirse con la secuencia formada por la conjunción si seguida del adverbio de negación no:

«Cómo pueden ser historiadores, decía de algunos alumnos demasiado apegados a las fuentes documentales, si no leen novelas, si no beben, si no hacen el amor» (Celorio Contraconquista [Méx. 2001]).

«No sé si no es mejor que fracase este encuentro» (Plaza Cerrazón [Ur. 1980]).

«Los resultados, si no espectaculares, fueron rotundamente positivos» (País [Esp.] 2.4.1984).

«—¿También lo sabes por mami? —¿Por quién si no?» (BVallejo Música [Esp. 1989]).

Puede servir de orientación para saber cuándo escribir sino o si no tener en cuenta que la conjunción sino es átona, carece de acento prosódico, mientras que en la secuencia si no el adverbio no conserva su tonicidad característica: si no [sinó].

     

    Más información sobre conceptos del capítulo

    En relación con este capítulo, las siguientes entradas del Glosario de términos gramaticales podrían ser de su interés:
    adverbio interrogativo, conjunción adversativa, conjunción causal, conjunción ilativa, relativo

    Ortografía de la lengua española
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