Morfología

11. La composición

11.8 Compuestos verbonominales

11.8a El esquema V-N es el más productivo de entre los que dan lugar a compuestos propios en todo el sistema morfológico del español. Se forman de acuerdo con esta pauta gran número de compuestos nominales que designan agentes, instrumentos y lugares, entre otras nociones que se analizarán en esta misma sección. Como se adelantó en el § 11.2r, esta pauta permite cierta recursividad, como en el caso citado parabrisas > limpiaparabrisas > lavalimpiaparabrisas. Se han registrado formaciones que añaden afijos apreciativos a estos compuestos, como cortauñitas (‘cortaúñas pequeño’) o abrelatitas (‘abrelatas pequeño’). De acuerdo con la generalización introducida en el § 11.2s, el diminutivo se aplica al compuesto en su conjunto (abrelat-itas), no al segundo componente (*abre-latitas). Aun así, la segmentación de estos derivados da lugar a las paradojas descritas en el capítulo precedente (§ 10.3m), ya que el diminutivo se elige en función del sustantivo que contiene el compuesto aunque no forme un segmento morfológico con él.

11.8b Son raros los derivados de compuestos verbonominales creados con otros sufijos. De chupamedia(s) (‘adulador, rastrero’), usado en muchos países americanos (§ 11.8q), se deriva chupamedismo, común en el español conversacional rioplatense: Dio clases de obsecuencia, chupamedismo, oportunismo, cinismo y todos los ismos (Nación [Arg.] 28/4/2008). El sustantivo chupamedismo da lugar igualmente a una paradoja de segmentación como las mencionadas, puesto que la supresión del segmento marcado en medi[as] y la integración de las dos íes en una sola (… medi-ismo > -medismo) son procesos que afectan al segundo miembro del compuesto. Aun así, la segmentación adecuada es chupamed-ismo, en lugar de *chupa-medismo. Los modificadores adjetivales y preposicionales que admiten los compuestos verbonominales afectan, como es esperable, a todo el sustantivo, no al nombre con el que se forman: sacacorchos pequeños, afilalápices de todos los colores, etc. Análogamente, y también como cabría esperar, el verbo del compuesto V-N no admite complementos adjuntos (*el aparcacoches en la calle).

11.8c Los compuestos V-N son sustantivos, pero se forman a partir de verbos. Su significado solo es parcialmente predecible a partir del de sus componentes. Así, el sustantivo salvamanteles no designa un tipo de mantel ni tampoco una variante particular de la acción designada por el verbo salvar, sino un instrumento particular cuya función se relaciona con dicho verbo. Es tradicional entre los morfólogos el debate en torno a la cuestión de si los compuestos verbonominales tienen o no núcleo. La controversia surge, en buena medida, porque los compuestos exocéntricos no suelen ser productivos. En cambio, los compuestos verbonominales están, como se ha explicado, entre los más numerosos del español, y poseen un significado transparente en un alto porcentaje. Se han propuesto varios análisis de estos compuestos como unidades endocéntricas, si bien ninguno de ellos es hoy aceptado de forma mayoritaria.

11.8d Entienden algunos gramáticos que, de manera similar a como el sustantivo picapedrero se segmenta en la forma [picapedr][ero], a los compuestos verbonominales correspondería una estructura paralela, con la particularidad de que el sufijo derivativo final sería nulo, como lo es en deslizar > desliz-Ø y otros casos semejantes estudiados en el § 5.7. De este modo se obtendría la segmentación [posavasos][Ø]. Otros autores entienden que el tema verbal contenido en el compuesto haría las veces de morfema derivativo nominal. Así, de forma paralela a como se obtiene el sustantivo en comprar > compra, la base de los compuestos verbonominales se recategorizaría como nombre. Este análisis es muy problemático, sobre todo si se tiene en cuenta que los sustantivos derivados de algunos de estos verbos eligen vocales diferentes de las que el compuesto muestra, como en cortar > corte, pero cortafuegos; apoyar > apoyo, pero apoyabrazos, etc.

11.8e Frente a estos análisis, que otorgan una estructura endocéntrica a los compuestos verbonominales, se suele aducir en favor de la opción exocéntrica el que su género y su número sean independientes de los que presenta el sustantivo que contienen. Así, aunque el sustantivo botas sea un nombre en plural, el compuesto limpiabotas puede ser interpretado como plural o singular. Igualmente, aunque voz sea un sustantivo femenino, portavoz se usa tanto en masculino como en femenino:

El limpiabotas a la derecha también podría estar ocupado (Rodríguez Juliá, Cruce); La corrupción afecta hasta a los limpiabotas (ABC 17/4/1997); Su salida —indicó la portavoz cubana— no es una expulsión, sino una decisión adoptada luego del proceso investigativo de rigor (Américas 25/7/1997); Cuando todo el mundo se quejaba porque ya era hora de almorzar, el portavoz de la junta de Gobierno tomó la palabra (Uribe, Lotería).

11.8f El radical verbal de los compuestos verbonominales se ha analizado tradicionalmente de tres formas distintas:

1. Como un imperativo

2. Como un presente de indicativo

3. Como un tema verbal puro

Es difícil encontrar casos en los que las opciones 1 y 2 den lugar a resultados distintos. Los pocos compuestos de base verbal imperativa están lexicalizados (hazmerreír, miramelinda, siguemepollo, tentetieso) y no pertenecen a la clase V-N, sino a otros grupos que se describirán en el § 11.9j. Los verbos derivados de tener forman imperativos en -ten, pero presentes en -tiene. Estos verbos son poco apropiados en los compuestos verbonominales por las razones que se explican más adelante, pero se ha observado que si existiera un mecanismo o un dispositivo apropiado para retener individuos, se podría llamar retienepersonas, pero no retenpersonas. Este argumento no es compatible con la opción 1, pero sí con la 2 y la 3. Es compatible con las tres opciones el hecho de que estos verbos diptonguen la vocal tónica e, o (como en cuentakilómetros o vuelapluma) tal como sucede en las terceras personas del singular y en los imperativos singulares tuteantes de estos mismos verbos. Hoy es más frecuente a volapié que a vuelapié, pero se registran ambas formas:

A su primer toro lo mató de un golletazo abominable y al segundo de una estocada a volapié (Tapia Bolívar, Historia); Recorte a vuelapié por la historia taurina […] (Ortiz Trixac, Lances).

11.8g Se ha aducido a favor de la opción 2 el hecho de que el presente admite lecturas temporales genéricas (§ 23.5l) que, en cierta medida, coinciden con la interpretación que recibe el evento verbal en tales formaciones. Cabe pensar que 2 y 3 son compatibles si se tiene en cuenta que el compuesto manifiesta sistemáticamente la vocal temática correspondiente al paradigma del presente de indicativo. Los compuestos formados por verbos de la segunda conjugación conservan la vocal -e: rompeolas (como en rompedor, no como en rompimiento); cubrecama (no como en cubrición o cubrimiento, con tema de gerundio); abrebotellas (no como en abridor o abridero).

11.8h Los verbos que participan en los compuestos verbonominales designan acciones, raramente estados. No se forman, en efecto, estos compuestos con verbos como tener, contener, odiar o querer. El verbo saber no pertenece tampoco a este paradigma, aunque dé lugar a otros compuestos como sabelotodo11.9j). El verbo pesar posee una lectura activa (pesar una mercancía) y otra estativa (pesar cien kilos). Como es de esperar, el sustantivo pesacartas (‘cierta balanza’) es solo compatible con la primera interpretación. Los verbos que denotan actividades (en el sentido restrictivo que se da a esta noción en el § 23.3c) no implican necesariamente movimiento, como en los muros que protegen a la ciudad. Estos verbos son compatibles con los compuestos verbonominales, como en cubrerradiadores, guardabarros, portacartas o sujetalibros. Entre las demás clases aspectuales de verbos, predominan los de realización (§ 23.3e), como en abrebotellas, copiadocumentos, lavarropas, matamoscas, tragasables.

11.8i La mayor parte de los compuestos verbonominales se construye con verbos transitivos, como cortar (cortapuros), guardar (guardacoches), pintar (pintalabios), o bien con verbos que, aun admitiendo una versión intransitiva, pueden construirse como transitivos (hierveleches, rompeolas). Rechazan generalmente estos compuestos los verbos de tres argumentos que suelen necesitar del tercero para expresar la acción que denotan, como dar, regalar, pedir o poner. Así pues, la pauta más productiva es la que presenta en el segundo componente el sustantivo que corresponde al objeto directo del verbo transitivo que aparece como primer segmento: aparcacoches, guardapolvos, quitaesmalte.

11.8j Son muy escasos los compuestos que, como vuelapié o vuelapluma, contienen sustantivos que podrían interpretarse como sujetos de los verbos correspondientes, en lugar de como objetos directos. A este grupo pertenecen también los topónimos Cantarranas y Cantalobos. Corresponden a la función de objeto directo, no de sujeto, los sustantivos que aparecen en pasacalles, pasadiscos, pasamuros o pasapurés. En cuanto a girar, podría tener interpretación intransitiva en girasol, pero parece ser transitivo en giradiscos. Constituye un caso particular el compuesto crecepelo, que se relaciona con la forma causativa hacer crecer el pelo, en la que el sustantivo corresponde al argumento paciente de crecer. Este verbo no se usa como transitivo en el español actual, pero se empleaba así en el antiguo, tal como se explica en el § 34.6f. Es igualmente transitivo el verbo correr en la acepción que corresponde a correturnos (‘cierto obrero suplente’) o correcaminos (‘cierta ave cuculiforme’). El verbo soplar no da lugar a compuestos verbonominales en su uso intransitivo (El viento sopla), pero sí en el transitivo, como en soplamocos (‘cierto golpe’). Cabe decir lo mismo de pasar, transitivo en pasatiempo (cf. pasar el tiempo haciendo algo > pasarlo haciendo algo).

11.8k Unos pocos compuestos verbonominales se forman con sustantivos que se interpretan como complementos de régimen. Así los sustantivos barros, brisa y polvo(s) no designan en guardabarros (también salvabarros y guardafango en algunos países), guardabrisa y guardapolvo(s) aquello que se guarda o se protege, sino aquello de lo que se protege otra cosa. Por el contrario, en guardadamas (‘cierto servidor palaciego’) o guardabanderas (‘cierto marinero’), el sustantivo designa la persona o la cosa que resulta protegida:

La señora de honor y el guardadamas salen con la infanta Margarita María al encuentro de Mariana de Austria y de Felipe IV (Aridjis, Teatro); Hablaba de su espíritu de caballero, a pesar de ser un simple guardabanderas (Martínez Hedman, Sueños).

Es anómala la formación del compuesto poco usado andarraya (‘cierto juego’), puesto que andar es intransitivo. El sustantivo raya designa aquí el lugar por el que se anda. Presentan la estructura «verbo + grupo preposicional» los compuestos poco usados saltaembanco (‘charlatán, vendedor ambulante’, también montambanco) y saltambarca (‘cierta prenda de cabeza’). Los compuestos que contienen verbos y pronombres clíticos, como tentempié, se examinarán en el § 11.9j.

11.8l El sustantivo que constituye el segundo elemento del compuesto V-N aparece generalmente en plural. Entre los nombres contables se registran algunas excepciones, como los compuestos portaestandarte, portafusil, portalápiz (también portalápices) o el citado girasol. El sustantivo sol admite un uso no contable (§ 12.8d), que puede ser el adecuado en parasol o quitasol. El sustantivo voz, asimismo no contable, da lugar al compuesto portavoz, si bien la combinación con el verbo portar sugiere que se interpreta como contable. Contrastan cubrenuca (‘cierta tela’), con el sustantivo contable nuca en singular, y tapabocas (‘cierta bufanda’), con nombre en plural. La pauta que predomina es la que presenta en plural el nombre contable. Así, aparece pie en singular en alzapié (‘cierta banqueta’), hincapié o rodapié, pero en plural en buscapiés (‘cierto cohete’), calientapiés (‘cierto aparato’), guardapiés (‘cierto faldón’) o reposapiés (‘escabel’).

11.8m A pesar de referirse a una entidad única, se construye en plural el sustantivo patria en salvapatrias. Admiten las dos formas, usados en singular, los compuestos siguientes, entre otros que se crean a partir de nombres contables: chupamedia(s), cortafuego(s) cubrecabeza(s), engañamundo(s), guardabarrera(s), guardabosque(s), marcapaso(s), matarrata(s), portaequipaje(s), taparrabo(s). Se ejemplifican a continuación las dos variantes de algunos de ellos. La forma con el segundo componente en singular corresponde a los textos siguientes:

Resultó con el 60 por ciento de su cuerpo quemado cuando realizaba un cortafuego (Cuarta 13/2/2004); Los emblemas del Sol y la Luna que las danzantes llevan sobre el cubrecabeza y las hachas son clara rememoración de lo antiguo (Martínez Compañón, Trujillo); Soy un embustero y engañamundo (Hernández / Durá, Sermones); Tieso, presentando el trapo con el brazo extendido, parecía un guardabarrera (País [Esp.] 29/7/1997); Escondió el juguete en el portaequipaje del carromato (Alberto, Eternidad); Salí del escondite con el cuchillo de plata en el cordel del taparrabo (Obando, Paraíso).

Se ilustra seguidamente la variante con el segundo sustantivo en plural de estos mismos compuestos:

Solo así, cuando se produjera un fuego sabrían dónde poner el cortafuegos (Gopegui, Real); —No le va —dijo, señalando el cubrecabezas—. A usted le caería que ni pintado un sombrero de gángster (José, Buster Keaton); Debe ser algún charlatán engañamundos de los muchos que andan por el reino (Rico-Avelló, Vida); Me entero de los cariñosos saludos que le envía el guardabarreras a su amigo que maneja la locomotora (Vega, J., Cantango); Me apresuré a recoger la bolsa de mano del portaequipajes (Lago, Brooklyn); Se puso, sin quitarse el taparrabos, un pantalón de pijama y una camiseta (Molina Foix, Quincena).

Admite también ambas formas el compuesto cortafrío(s), cuyo adjetivo está probablemente sustantivado (hierro frío).

11.8n El sustantivo en singular que constituye el segundo componente del compuesto verbonominal es un nombre no contable en una serie nutrida de compuestos (además de los citados portavoz o quitasol). A ella pertenecen los siguientes:

cataviento (‘cierto hilo usado en marinería’), cortacésped, cortacorriente, crecepelo, ganapán, guardabrisa (‘cierto farol’), guardapelo (‘cierta joya’), parteluz (‘cierta columna’), portaleña, portapaz (‘cierto tipo de placa usada en ceremonias religiosas’), quitaesmalte, restañasangre (‘cierto tipo de ágata’), robapelo (‘libélula’ en el Ecuador), tragaluz.

Alternan guardafango ~ guardafangos, guardarropa ~ guardarropas (si bien predomina la primera variante en el uso culto), o pasapuré ~ pasapurés. En Chile y el Ecuador, entre otros países, se usa parabrisa, unas veces en alternancia con parabrisas y otras como forma exclusiva:

Salieron despedidos golpeando de frente con sus cabezas el grueso parabrisa blindado del Mercedes azul oscuro de lujo (Caras 1/9/1997); Los niños que limpian vidrios aprovechan el trancón y se lanzan a limpiar parabrisas y a pedir la Navidad (Comercio [Ec.] 22/12/2001).

11.8ñ Otros nombres no contables aparecen solo en plural en estos compuestos, como en paraguas, quitamiedos (‘cierta cuerda o listón de función protectora’) rompehielos o vierteaguas. Contrastan matahúmos (‘cierto tipo de tijeras’) o vendehúmos (‘farsante, simulador’) con guardahúmo (‘cierta clase de vela, en marinería’). En unos pocos casos, el singular y el plural expresan significados distintos, aunque no siempre se usan ambos en todas las áreas lingüísticas hispanohablantes: buscapié (‘pretexto’) ~ buscapiés (‘cohete’); catavino (‘vaso’) ~ catavinos (‘persona’); lavacara (‘palangana’) ~ lavacaras (‘adulador’); matarrata (‘juego’) ~ matarratas (‘veneno’); tapaboca (‘golpe’) ~ tapabocas (‘bufanda’). Se ejemplifican a continuación algunos de estos pares. Se ilustran primero los compuestos que presentan en singular el segundo componente:

Retuvo el catavino junto a sus labios mientras miraba a los ocupantes (Val, Hendaya); En una lavacara de porcelana toma agua de la tina, la coloca sobre un poyo (Villasís, Cometas); Para pegarle un tapaboca y que no dijera más porquerías sacrílegas, le participaron que se trataba de un milagro (Donoso, Pájaro).

Los textos siguientes corresponden a la variante con el nombre en plural:

El oficio tendré de catavinos (Bocanegra, M., San Francisco); Atendía a todo el mundo […] acogiendo imperturbable los halagos de algunos lavacaras (Soriano, E., Caza); Hizo que en un santiamén se pusiera la ropa adecuada, así como las botas de lona, el gorro y el tapabocas (Olivera Figueroa, Enfermera).

11.8o La mayor parte de los compuestos verbonominales designan utensilios, dispositivos, instrumentos y prendas de vestir. A ese extenso paradigma pertenecen los siguientes, entre otros:

abrelatas, buscapersonas, catavino, cortafierro (más usado en el área rioplatense), cortafuegos, cortaplumas, cuentagotas, cuentakilómetros, escurreplatos, espantapája ros, friegaplatos (también fregaplatos en algunos países, especialmente en el área caribeña), guardapolvo(s), lanzallamas, lavafrutas, lavaplatos, lavarropas, lavatrastos (‘pila de fregar’ en Honduras, El Salvador y otros países centroamericanos), lavavajillas, lustramuebles (en las áreas chilena y rioplatense, entre otras), matamoscas, montacarga(s), paracaídas, paraguas, pasapurés, portadocumentos, portalámparas, portamonedas, posamate, quitamanchas, quitanieves, quitasol, rompeolas, sacacorchos, sacapuntas, salvamanteles, salvapantallas, salvavidas, taparrabo(s), tiralíneas, tocadiscos, tomavistas.

Son numerosos los compuestos formados con las bases verbales caza-, cubre-, cuenta-, guarda-, lanza-, lava-, limpia-, porta-, quita-, saca-, salva-, tapa- y otras análogas que designan algunas de las formas más frecuentes de proteger, manipular o hacer funcionar las cosas.

11.8p Designan individuos aparcacoches (en España), ganapán, juntapapeles (citado en el § 11.2k), lustrabotas (se prefiere limpiabotas en el español europeo y en el de algunos países antillanos), portaestandar te, portavoz o recogepelotas, además de varios formados sobre la base guarda-: guardabosques, guardacoches, guardagujas, guardameta, guardamujer, guardasellos. Algunos, como salvavidas o sacamanchas, admiten la interpretación de instrumento y también la de persona.

11.8q Es muy numeroso el grupo de compuestos verbonominales con valor calificativo, especialmente el formado por los que designan atributos difamatorios de las personas. Se trata de acuñaciones en las que se reconocen diversos grados de expresividad idiomática, así como de intensidad en la burla o el menosprecio. Como antes, no todos son comunes a todas las áreas geográficas ni pertenecen a los mismos registros lingüísticos:

aguafiestas; buscapleitos; buscavidas; cagatinta(s) (‘oficinista’, más usado en el área rioplatense); cantamañanas; comebolas (‘charlatán, parlanchín’ en Cuba y otros países antillanos; también comegofio); comemierda; destripaterrones; engañabobos; ganaplata; hinchabolas (‘persona muy irritante y fastidiosa’, más usado en el área rioplatense; también hinchapelotas, rompebolas, rompepelotas o rompehuevos); matasanos; metepatas; pelagatos; perdonavidas; picapleitos; pintamonas; quitagustos (‘aguafiestas’ en el Ecuador y otros países del área andina); sacamuelas; salvapatrias; soplagaitas; soplapollas; tragaldabas; trotaconventos; vendepatria(s).

11.8r No son estos los únicos casos en los que los compuestos verbonominales designan tipos de individuos caracterizados negativamente. Así, para calificar a alguien de adulador o servil se usa manyaorejas (en el área rioplatense); jalamecate (en parte de la caribeña); lameculos o lambeculos (en algunos países de las áreas centroamericana y andina); tiralevitas (más usado en España); alzacolas (en parte de las Antillas, distinto de alzacola ‘cierto pájaro insectívoro’); lameplatos o lambeplatos (en México y en las áreas andina y rioplatense), entre otras denominaciones. Son varios los nombres de este grupo que se forman con el verbo chupar:

chupacirios (‘persona beata’, también chupalámparas); chupacobres (‘músico de instrumentos de metal’ en parte del área caribeña); chupamedia(s) (en casi toda América); chupatintas (‘cierto oficinista’, chupatinta en algunos países centroamericanos).

Se ejemplifican a continuación algunos de los compuestos con valor calificativo citados:

Antes de que una mano aguafiestas encendiera las bombillas de los arcos cercanos […] (Rubio, Sal); ¿Por qué no se iban de una vez los Cuatro jinetes del Apocalipsis y el Bufón metepatas de turno? (García Sánchez, Historia); Era la antítesis de la perfecta recepcionista: áspera, respondona, malvestida y perdonavidas (José, Buster Keaton); Un chupacobres francés que suena a colombiano […] (Tiempo [Col.] 3/1/2009); Decilo, soy un hinchabolas (Clarín 9/6/2007); Ya sabemos de antemano cuál es el guion del programa: una denuncia impulsada por un “jalamecate” del Gobierno (Noticiero Digital 15/4/2009); El Diablo es el gran zángano de Roma y ustedes, lambeculos, sus secuaces, su incensario (Vallejo, F., Virgen); Ni al sistema, ni al Gobierno le hacen bien las palabras zalameras o aduladoras de los manyaorejas de siempre (Diariosalud 14/10/2008); Ponía y quitaba a su antojo por lo menos al alcalde y a su camarilla de alzacolas (Ferré, Amor).

11.8s Unos pocos compuestos V-N designan acciones y procesos. Así, besamanos no designa la profesión de besar manos o un instrumento usado para este fin, sino cierto acto social relativo a esa acción. Igual que otros nombres de acción, puede ser sujeto de verbos como durar o tener lugar, como en El besamanos tuvo lugar en palacio. Designan golpes soplamocos y tapaboca, mientras que pasacalle hace referencia a cierta pieza musical y a su ejecución. Son varios asimismo los compuestos verbonominales que denotan juegos, entre otros andarraya, correcalles, escondecucas, matarrata o pasapalabra. Designan lugares rompeolas y guardarropa, entre otras formaciones.

11.8t Como se ha adelantado, numerosos compuestos V-N tienen un significado opaco, en el sentido de no predecible a partir del de sus componentes. Muchos de ellos designan animales o plantas. Al citado alzacola cabe añadir matagallinas, pegamoscas, quebrantahuesos, quiebracántaro, quitameriendas, saltamontes o tragacanto. El sustantivo quebrantahuesos designa un ave carroñera en el español general, pero denota un tipo de gripe en gran parte del área caribeña. Quitapenas se emplea para designar un licor. No se refieren necesariamente a objetos ni a personas hincapié (‘énfasis’); quitapesares (‘consuelo’); sacaperras (‘cierta actividad o negocio’) y unos pocos sustantivos más. Tampoco se deduce directamente de la estructura morfológica del compuesto el significado de algunos que se encuadran en los apartados anteriores, como cantamañanas (‘persona irresponsable o fastidiosa’); ciegayernos (‘cosa de poco valor que aparenta tenerlo’); sacamantecas (‘cierto tipo de criminal’) o tragaldabas (‘tragón’, no relacionado con aldaba en la conciencia lingüística de muchos hispanohablantes). Carecen asimismo de transparencia los compuestos V-N que no se utilizan fuera de las expresiones lexicalizadas, como a matacaballo, a quemarropa o a vuelapluma. Algunos otros de uso común contienen verbos poco usados, como papar (‘comer’), que aparece en papamoscas, papanatas y otros compuestos que el diccionario recoge.

11.8u Como se vio en los apartados precedentes, son numerosos los compuestos verbonominales que designan la misma noción en diversas áreas geográficas. Las diferencias pueden ser de varios tipos. Una opción es que los miembros de dos compuestos de igual o similar significado (como chupamedia(s) y alzacolas) no guarden relación semántica alguna. Sin embargo, la variación afecta muy frecuentemente al radical verbal, como en los citados parabrisas ~ guardabrisas. En el español europeo se prefiere el segundo miembro de los pares de compuestos siguientes. En el americano (sobre todo en el rioplatense y en el hablado en parte del área andina, pero también en otras) es más común la primera variante, unas veces en alternancia con la segunda y otras como única opción: cortafierro ~ cortafríos; cuidacoches ~ guardacoches; escarbadientes ~ mondadientes; guardavidas ~ salvavidas; lustrabotas ~ limpiabotas; partenueces (o rompenueces) ~ cascanueces; pisapapas ~ pasapuré(s); tragamonedas ~ tragaperras. Se ejemplifican a continuación algunas de estas alternancias. Los textos siguientes ilustran la primera de las dos variantes:

La gente se ve obligada a sobrevivir vendiendo chicles, billetes de lotería; empleándose como criados, cuidacoches, o bien, malviviendo de la mendicidad (Santander, Corrido); A la sombra de las palmeras los niños lustrabotas abordan al turista (Cuvi, Ecuador); Se proveyó de una azada, un cortafierro y un martillo (Lamas, Tradiciones).

Estos otros corresponden a la segunda:

Allí está el guardacoches esperando su recompensa (Silva, L., Rif); Un par de muchachos callejeros reían y saltaban cerca de la puerta, abrazados a sus cajas de limpiabotas (Garmendia, Cuentos); Eso se corta con un cortafríos en unos minutos (Baroja, Vuelta).

11.8v La llovizna persistente se denomina mojabobos en gran parte de Centroamérica y del área caribeña (a veces en alternancia con espantaflojos, como en Colombia). Se la llama mojatontos o empapatontos en México y en algunos países centroamericanos; calabobos en España y en parte del área caribeña, y matapajaritos en Chile:

Pronto pasó el aguacero: pero el chipichipi, la enfadosa agüita de mojabobos se prolongó sin descanso (Salado, Emigración); El calabobos se transformó en un empapatontos (Reverte, Ulises); Cuando mi mamá se despertó, empezó a caer un espantaflojos (Bustos Valencia, Sobrevivientes); En la infancia conocimos lluvias finas matapajaritos (Millas, H., Señores).

11.8w Son raros los compuestos verbonominales formados a partir de nombres propios, como pasagonzalo (‘cierto golpe dado en la nariz’), sobre adjetivos (recuérdese lo apuntado en el § 11.8m en relación con cortafríos) o sobre adverbios. A partir del adverbio atrás se formaron saltatrás y tornatrás, que designan cierto individuo descendiente de mestizos. Se reconoce solo parcialmente el adverbio avante en el compuesto bogavante, que se refiere a cierto remero además de a un crustáceo. Sobre el adverbio más se forma mandamás, y a partir del adjetivo adverbial claro se creó cantaclaro (‘cierto coplero’): Eres una cantaclaro que haces que me tronche de risa (Nieva, Delirio).

11.8x En la lengua conversacional y, a veces, también en el español general, se acortan ciertos compuestos verbonominales referidos a instrumentos, aparatos o dispositivos. Así, buscapersonas se acorta en la forma busca, y portaobjetos se reduce a porta. Se extiende ocasionalmente la reducción a ciertos nombres de persona, como en el pincha (de pinchadiscos) o un traga (de tragaldabas). Aunque estas formas de acortamiento se observan también en voces prefijadas (televisión > tele), e incluso en otras sin estructura morfológica clara en el análisis sincrónico (calefacción > cale), son mucho más comunes en los compuestos. Destacan las que se obtienen a partir de los formados con los radicales guarda-, lava-, salva- y tapa-. Un mismo acortamiento puede corresponder a más de una forma extendida, como en limpia (de limpiaparabrisas o limpiabotas) o caza (de cazatorpedero o de cazabombardero):

Después de haber realizado la centrifugación de la orina, queda un sedimento que se traslada a un porta para su examen (Lavilla, Familia); Vamos a asegurarnos de contar con el dinero para que el caza tenga motores (País [Esp.] 1/10/1988); Durante la representación sonó el busca (Feo, Años).

En el primero de los dos textos siguientes, limpia designa un instrumento, mientras que en el segundo se refiere a una persona:

Dado que en aquel momento llovía mucho, Servià y su copiloto Jaime Puig improvisaron un sistema para hacer funcionar el limpia (Vanguardia [Esp.] 2/1/1995); ¿Cómo va la vida, don Pepe? —preguntaba el limpia de Chócala al padre de Arce mientras le abrillantaba el calzado desde su taburete de madera (Longares, Romanticismo).

 

Nueva gramática de la lengua española
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