Sintaxis

39 Los adjuntos. El complemento circunstancial

39.6 Clases semánticas de adjuntos (II). Adjuntos de manera, instrumento, medio y compañía

39.6a Se mostró en la sección anterior que la preposición contribuye poderosamente a determinar el significado de los grupos preposicionales adjuntos, casi siempre en relación con el significado que corresponde a su término. En ciertos casos, la estructura sintáctica de este último puede decidir la interpretación semántica del grupo preposicional en su conjunto. Así, los grupos nominales formados con sustantivos contables e introducidos por la preposición con suelen ser instrumentales cuando van encabezados por un determinante (con un cuchillo, con el pincel, con un diccionario: Hacía las traducciones con un diccionario), mientras que estos mismos grupos sintácticos se interpretan, construidos sin artículo, como complementos de manera: con cuchillo, con pincel, con diccionario: Hacía las traducciones con diccionario. Véase también sobre este punto el § 15.13p. Así pues, en escribir algo con un lápiz de labios se hace referencia al instrumento con el que alguien lleva a cabo cierta acción; pero en escribir algo con lápiz de labios se expresa una manera de hacerlo: Dejó el vaso, pescó el papel con los dedos, lo alisó sobre la mesa y leyó el breve mensaje. Estaba escrito con lápiz de labios, y las letras habían empezado ya a emborronarse (Schwartz, Conspiración). Estos últimos complementos pueden construirse con gran número de sustantivos, pero son más frecuentes cuando expresan formas habituales o características de llevar a cabo ciertas acciones:

Los picorocos se golpean con martillo para persuadirlos a salir (Huneeus, Manual); Las formas son nuevas […] y la decoración incisa, grabada o impresa con sello (Ruz, Mayas); Si fuera necesario, coser la carne con aguja e hilo fino para que no se salga el relleno (Pirolo/Pirolo, Dietas).

Se retomará esta cuestión en el § 39.6f.

39.6b Con la preposición a y una larga serie de sustantivos que denotan materias e instrumentos, se crean complementos adjuntos que expresan la forma en que se realizan actividades, sean artesanales, artísticas o de otro tipo. Se trata, pues, de adjuntos de manera. Muchos de estos sustantivos aparecen construidos con artículo determinado en fórmulas que se asimilan (aunque solo parcialmente: § 39.6e) a las locuciones adverbiales: a la parrilla, a la sartén, al carbón, al horno, al óleo, al pastel, etc. Otros se usan, en cambio, sin artículo: a brocha, a caballo, a cincel, a espátula, a lápiz, a lazo, a mano, a máquina, a pie, a pistola, etc. En ambos casos, la pauta es algo más productiva en el español europeo que en el americano. La presencia o ausencia de artículo altera el significado de algunas locuciones adverbiales, como en por la fuerza (‘violentamente’), frente a por fuerza (‘necesariamente’). Sobre el papel del artículo en las locuciones adverbiales, véanse los § 15.7q y ss., 30.16h y 30.17c.

39.6c Los complementos que se han mencionado indican formas específicas de realizar un gran número de actividades: pintar (a lápiz, a brocha, a la acuarela, al óleo); coser o bordar (a croché, a punto de cruz); escribir (a mano, a máquina, al dictado); cocinar o preparar alimentos (a la sal, a la parrilla, a la plancha, a la brasa, al vino, al coñac); cazar (a lazo, al vuelo, a honda, a bala); pescar (a caña, a la cacea), entre otras muchas similares. Se ejemplifican a continuación algunas de estas locuciones:

No quedaba sino el nombre escrito a lápiz en tiras de papel (García Márquez, Otoño); Mostraban esa inevitable sonrisa esculpida a cincel que parece ser la marca de fábrica de los artistas de la música ligera nacional (Alou, Aportación); Se emplean como guarnición de carnes asadas al horno o braseadas, incluso hechas a la sartén o a la parrilla (Garcés, Curso); Lo mismo puede hallar respecto del pollo, del capón de Navidad, de las gallinas en pepitoria o del gallo al vino tinto (Beltrán Martínez, Pueblos); A continuación, perdiz flambeada al coñac (Rivera Cruz, Fiestas); No soy cogido a lazo. Tengo mis compromisos, mi moral y mi ética (Universal [Ven.] 21/4/1993).

39.6d Muchas de estas expresiones pueden ser adjuntos del verbo (pintar al óleo, asar a la parrilla) o del sustantivo (cuadro al óleo, carne a la parrilla). Los verbos a los que modifican expresan realizaciones (§ 23.3a, b), es decir, acciones que conllevan límite o final, y la mayor parte de ellos denotan manera en lugar de instrumento (§ 39.6a). En efecto, la expresión dorada a la sal no designa cierto pescado al que se ha agregado sal sino más bien uno que se cocina o se prepara de cierta manera específica, entre cuyas particularidades está la presencia de dicho ingrediente. Cabe hacer consideraciones similares en los demás casos. Se analizan otros aspectos de estos grupos nominales en el § 12.10. Sobre las construcciones barco a vela, cocina a gas o aparato a pilas, que se recomienda evitar, véase el § 12.10p.

39.6e Los grupos sintácticos, relativamente similares a estos, formados con sustantivos que expresan golpes o movimientos bruscos (a martillazos, a empujones, etc.) se estudian en los § 30.16h y ss. Estas expresiones se suelen considerar grupos preposicionales y no locuciones en tanto que aceptan modificadores con más facilidad que los anteriores, como en a grandes dentelladas o en Le quitó la chaqueta a zarpazos enérgicos (García Márquez, Agosto). Los adjetivos y los demás complementos restrictivos se admiten unas veces en los grupos sintácticos que denotan instrumento y manera (al vino tinto), pero se rechazan otras: *a máquina de escribir, *a lápiz de labios. Desde el punto de vista sintáctico, construcciones como a la parrilla, a lápiz o al coñac representan realizaciones de un esquema sumamente productivo («a + sustantivo o grupo nominal»). No aparecen en los diccionarios porque la pauta mediante la que se conforman da lugar a un gran número de combinaciones. A la vez, no se integran por completo entre los grupos preposicionales porque están más restringidos que ellos.

39.6f Los adjuntos de manera restringen más claramente el predicado sobre el que inciden que los de instrumento. Es posible decir, en efecto, Se comió el arroz con una cuchara, y también podría decirse Consiguió vaciar el balde con una cuchara. En ambas oraciones aparece el mismo complemento circunstancial de instrumento. Nótese ahora que en la primera podría suprimirse el artículo una, mientras que resultaría más forzado hacerlo en la segunda. Si la ausencia de artículo convierte los complementos instrumentales en complementos de manera (§ 39.6a), de este contraste se deduce que con cuchara es un complemento de manera restringido a ciertos verbos, al igual que lo son con cincel, con lápiz y muchos adverbios terminados en -mente30.9c). En cambio, con una cuchara, con un cincel y con un lápiz son complementos preposicionales de instrumento que resultan apropiados en cualquier situación en la que a esos utensilios pueda dárseles alguna función.

39.6g Se ha explicado con anterioridad que un gran número de adverbios de manera están restringidos léxicamente. Se extiende la misma propiedad a las locuciones adverbiales (§ 30.15-17). Se presenta abajo una relación parcial de locuciones adverbiales de manera, sin especificaciones sobre su extensión geográfica, seguidas de algunos de los predicados a los que habitualmente modifican. Varias de ellas pueden usarse también como locuciones adjetivales, de acuerdo con la distinción que se hace en el § 30.15b. Adviértase que en algunos de estos casos se admiten muy escasas combinaciones, mientras que en otros los paradigmas pueden ser más extensos si las opciones se ajustan a ciertas condiciones semánticas o pragmáticas:

A bocajarro (también aboca de jarro): arrojar, decir, disparar, espetar, lanzar, soltar.

A borbotones: brotar, caer, derramar, escaparse, fluir, hablar, llover, manar, salir, surgir.

A bote pronto (o de bote pronto): contestar, hablar, lanzar, ocurrirse, responder, replicar, soltar.

A brazo partido: combatir, defender, discutir, luchar, pelear.

A buenpaso: andar, avanzar, caminar, dirigirse, ir, marchar, progresar.

A bulto: calcular, hablar.

A cal y canto: aislar, cerrar, defender, encerrarse, ocultar, sellar.

A calzón quitado: debatir, discutir, hablar.

A cámara lenta (o en cámara lenta): imaginar, pasar, repetir, reproducir, ver, visionar.

A campo abierto: andar, cabalgar, combatir, correr, criarse, pelear, salir.

A cántaros: llover.

A capa y espada: defender, proteger.

A capela: cantar, entonar.

A cara de perro: competir, contender, debatir, defender, discutir, luchar, pelear.

A cara descubierta: actuar, ir.

A cara ocruz: apostar, decidir, jugarse, resolver, sortear.

A ciencia cierta (también de ciencia cierta): asegurar, conocer, decir, determinar, saber.

A contracorriente: caminar, defender, ir, nadar, navegar, remar, vivir.

A contrapié: andar, coger, jugar, pillar, quedar.

A cuentagotas (o con cuentagotas): dar, ofrecer, proporcionar, suministrar.

A cuerpo de rey: acoger, atender, cuidar, recibir, tratar, vivir.

A cuerpo gentil: andar, ir, presentarse.

A degüello: ir, lanzarse, pelear, tirar.

A dentelladas: arrancar, atacar, comer, despedazar, destrozar, devorar, disputar.

A destajo: contratar, trabajar.

A espuertas: derrochar, ganar, gastar.

A flote: mantener, poner, sacar, salir.

A fondo perdido: aportar, dar, entregar, financiar, invertir, pagar, subvencionar.

A fondo: aplicarse, aprender, conocer, emplearse, estudiar, examinar, inspeccionar, mirar, preparar, trabajar.

A fuego lento: arder, calentar, cocer, cocinar, hervir, quemar, tostar.

A gatas: andar, caminar, ir, moverse, recorrer.

A granel: suministrar, vender.

A gritos (también a grandes gritos): hablar, pedir, saludar.

A la carrera: atravesar, bajar, escaparse, huir, ir, llegar, salir, subir, vestirse.

A la contra: actuar, atacar, golpear, ir, jugar, salir.

A la desesperada: actuar, conseguir, defender, escapar, huir, intentar, salir.

A la legua: distinguir, notar, oler, olfatear, reconocer, ver.

A la pata coja: andar, caminar, ir, saltar.

A la última (o ala última moda): ir, vestir.

A la zaga: andar, caminar, ir.

A lágrima viva: llorar.

A lápiz: dibujar, escribir, trazar.

A las mil maravillas: conocer, desenvolverse, dormir, encajar, entenderse, funcionar, ir, llevarse, marchar.

A los cuatro vientos: airear, anunciar, clamar, denunciar, difundir, gritar, lanzar, pregonar, proclamar, propagar, repetir, vocear.

A mano alzada: decidir, dibujar, trazar, votar.

A mano armada: asaltar, atracar, robar.

A mano: escribir, redactar, pintar.

A manos llenas: gastar, derrochar, despilfarrar, ganar, repartir.

A mares: destilar, fluir, llorar, llover.

A medio gas: funcionar, ir, jugar, rendir, trabajar.

A ojo de buen cubero: calcular, contar.

A patadas: despedir, echar, tratar.

A peso (o al peso): comprar, pagar, vender.

A pie(s) juntillas: acatar, aceptar, admitir, creer, cumplir, seguir.

A pierna suelta: dormir.

A plazos: cobrar, comprar, depositar, invertir, pagar, vender.

A plomo: caer.

A pulso: conseguir, ganar, lograr, obtener.

A raudales: brotar, correr, derrochar, divertirse, fluir, llover.

A sangre y fuego: arrasar, conquistar.

A simple vista: apreciar, distinguir, notar, observar, percibir.

A sorbos: beber, tomar, tragar.

A tientas: andar, caminar, ir, moverse.

A tocateja: cobrar, comprar, pagar.

A toda costa: conseguir, evitar, intentar, lograr, obtener, perseguir, querer.

A toda máquina: avanzar, dirigirse, encaminarse, funcionar, navegar, rendir, trabajar.

A trompicones: conducir, decir, expresar, hablar, mover.

Véase también sobre este punto el § 30.16d.

39.6h Con los sustantivos no contables que hacen referencia a materias o sustancias se crean, como ya se vio, complementos adjuntos introducidos por la preposición con, como en barnizado con pintura o en Unte un molde cuadrilongo con un poco de manteca, polvoree con harina y azúcar […] (Somers, Retrato). Cuando los sustantivos no contables son abstractos y denotan cualidades, defectos, atributos, disposiciones anímicas y otras características similares de los individuos, se crean complementos adjuntos de manera que reflejan formas de actuar: con temor, con sentimiento, con fuerza, con suavidad, con ironía, con mimo o con deferencia: Esperó con deferencia que el otro diera la primicia (Andrade, Dios). Algunos de estos complementos se asimilan a los predicativos (§ 39.2t y ss.), en especial los que se forman con sustantivos que denotan estados físicos (con sueño, con hambre, con sed): Anda, vete a acostar, que te veo con sueño (Martín Gaite, Fragmentos). Las expresiones con facilidad y con dificultad se diferencian de las anteriores en que no están asociadas necesariamente con estados de conciencia o de voluntad, sino que aluden a la presencia o ausencia de obstáculos en algún proceso o a la naturalidad con que este sigue su curso: Los temas se imbricaban unos en otros con facilidad (Vargas Llosa, Tía). Es frecuente que los grupos preposicionales formados con el sustantivo suerte aparezcan en contextos prospectivos y modales, sean o no genéricos, como en Con suerte firmará en el aeropuerto y tú podrás salir pitando a mi boda (Mendoza, É., Amante).

39.6i En los estudios lexicológicos sobre el concepto de instrumento se han puesto de manifiesto las dificultades que existen para caracterizar de modo preciso esta noción. Los instrumentos son componentes semánticos que participan activamente en las acciones y se caracterizan por el hecho de que algún agente se sirve de ellos para llevarlas a cabo. Pueden ser externos a él (con un palo, con el camión, con un bisturí) o no serlo, en particular si se refieren a las partes del cuerpo (con la mano, con la boca, con el pie). Tal como se recordó en el § 39.2t, no son complementos instrumentales los grupos preposicionales que expresan propiedades o estados transitorios de algo o de alguien. Así, el complemento subrayado en Manolo salió a la calle con un abrigo y bufanda de calidad (Gironella, Hombres) no presenta el instrumento del que se sirve alguien para salir a la calle, sino el estado en que se halla quien realiza tal acción. Se considera, por tanto, un complemento predicativo, es decir, un tipo de atributo. Aun siéndolo, estos complementos pueden sustituirse por adverbios de manera (así, cómo, como) y también aceptan con naturalidad paráfrasis con los sustantivos modo, forma o manera: ‘el modo en que Manolo salió a la calle’. Son, en cambio, complementos circunstanciales de instrumento los que introducen elementos que intervienen de forma activa en la acción de la que se habla o que son usados en su consecución. Así pues, con un paraguas es complemento instrumental en Se protege de la lluvia con un paraguas, pero no lo es en Salió a la calle con un paraguas, salvo si se quisiera significar que alguien logró salvar, con la ayuda de ese objeto, algún obstáculo que le impedía la salida a la calle.

39.6j La paráfrasis con la expresión con la ayuda de se admite en muchos complementos instrumentales, como en Abrió la caja {con ~ con la ayuda de} una ganzúa, pero no los distingue de los que expresan compañía o colaboración: Montó una pequeña empresa con la ayuda de un viejo amigo. Algunos autores han argumentado que solo son propiamente complementos circunstanciales de instrumento los grupos preposicionales que admiten paráfrasis con las construcciones usar algo para o servirse de algo para, como en Pinchó la carne con un tenedor ~ Se sirvió de un tenedor para pinchar la carne ~ Usó un tenedor para pinchar la carne. Esta paráfrasis distingue los complementos instrumentales de los de compañía, pero no excluye los nombres abstractos, a pesar de que muchos de ellos introducen complementos de medio más que de instrumento: Usó su influencia y su habilidad negociadora para conseguir el puesto ~ Consiguió el puesto {mediante ~ con} su influencia y su habilidad negociadora. El criterio mencionado excluye, correctamente, los complementos predicativos, como el subrayado en el ejemplo de Gironella que se reprodujo en el apartado anterior.

39.6k Se ha explicado que existe una relación estrecha entre los conceptos de ‘manera’ y de ‘instrumento’. Están asimismo muy vinculadas las nociones de ‘instrumento’ y de ‘agente’. Los agentes no hacen referencia solo a personas o animales, es decir, a seres dotados de intención o de voluntad. De hecho, muchos sustantivos que designan cosas materiales se usan como sujetos de verbos de acción. Unas veces se entiende que la acción que se menciona se realiza sin la participación de otra entidad, sea con movimiento (El rayo destruyó la encina) o sin él (Una verja impedía el paso). En otras ocasiones, la descripción que se hace de alguna situación es compatible con la existencia de alguien que participa de manera activa en la acción, aunque no se mencione (La llave abrió la puerta). Estas últimas secuencias, frecuentes en la lengua literaria, han sido comparadas con las tomas cinematográficas en las que la cámara enfoca únicamente el fragmento de la situación que se desea mostrar:

Cuando va a regresar a la alcoba se siente una llave abrir la puerta de entrada (Martínez Ballesteros, Pisito); La aguja penetra en mis músculos (Zaragoza, C., Dios); El hacha, la misma hacha, se mueve con destreza y sigue destazando, asesinando a los caballos en el rastro (Glantz, Rastro); A Billy Sacramento lo mató una bala perdida (Cela, Cristo).

39.6l En la primera de las oraciones de la serie de ejemplos precedente, se dice que cierta llave abría cierta puerta, lo que no significa necesariamente que lo hiciera por sí sola. Se obtienen alternancias del tipo Alguien abre la puerta con una llave ~ Una llave abre la puerta en los ejemplos mencionados y en otros similares a los que se alude en los § 33.3q, r. Esta alternancia es característica de los sustantivos que se consideran típicamente instrumentales y, en especial, de los que participan en acciones en las que suele darse algún contacto físico entre el instrumento y el objeto o el material al que afecta su acción: aguja, cuchillo, escoba, lápiz, pincel, tenazas, tijeras, etc. Repárese en que alguien puede barrer el suelo con una escoba y también puede dirigir una orquesta con una batuta, pero en el primer caso podría decirse de la escoba que barre el suelo, mientras que en el segundo no se diría de la batuta que dirige la orquesta. No se obtienen, en consecuencia, alternancias como El maestro dirigía la orquesta con una batuta ~ Una batuta dirigía la orquesta. La segunda oración sugiere, en efecto, una situación en la que el grupo nominal la batuta pierde su naturaleza instrumental, lo que da lugar a la interpretación en la que se atribuye a la batuta la acción de dirigir por sí sola tal agrupación musical. Al grupo de batuta pertenecen sustantivos como brújula, lupa, red, teléfono, telescopio y volante, entre otros muchos.

39.6m Los sustantivos instrumentales del primero de los grupos presentados pueden usarse como sujetos de las acciones en las que intervienen, como se ha explicado: Este peine no peina; Aquellas tijeras cortan muy bien; Esa cola no pega; Necesito una escoba que barra mejor; etc. La alternancia mencionada entre sujetos y complementos de instrumento está limitada a los verbos que se asocian con la función específica de cada uno de esos sustantivos (pegar en el caso de cola; cortar en el de cuchillo, etc.). Así pues, en cuanto que llave se asocia únicamente con abrir o con cerrar, de la oración Federico entró en la habitación con la llave no se deduce La llave entró en la habitación. Tampoco se usan como sujetos estos sustantivos instrumentales cuando se describen actuaciones que requieren destreza, intención, voluntad u otros atributos superiores de los individuos. Se diría, pues, de un lápiz que traza líneas muy finas, pero no que hace muy buenos dibujos. Los sustantivos instrumentales del segundo grupo (batuta, lupa, etc.) se interpretan como elementos auxiliares del que lleva a cabo la acción, pero no poseen la capacidad de realizarla, por lo que no se les atribuye un papel activo en ella.

39.6n Las alternancias entre complementos adjuntos de instrumento y complementos directos están muy restringidas: atar a alguien {un lazo ~ con un lazo}; apuntar a alguien {un arma ~ con un arma}. La opción en la que el grupo nominal aparece como objeto directo en el segundo par se ejemplifica en Un hombre apuntaba su arma contra la cabina de su vehículo (Clarín 8/7/1997); la que lo muestra en un complemento instrumental adjunto aparece en Kristina ha aparecido y apunta con su arma a Ani (García May, Operación). Sobre la alternancia {Le ~ Lo} apuntaban con una pistola, véase el § 35.1l. En los dos casos mencionados (atar, apuntar), se admite también la opción en la que este grupo nominal desempeña la función de sujeto:

Su incapacidad era el verdadero lazo que ataba las manos y los pies de su compasivo hijo (Sánchez Espeso, Mujer); Bramaba Burke, tratando de que la ira no derrochase su tranquilidad de espíritu. El arma le apuntaba entre las cejas (Satué, Desierto).

Se obtienen alternancias relativamente similares en pares como cargando a sus espaldas {el peso de la injusticia ~ con el peso de la injusticia}; Tocaba {su viejo violín ~ con su viejo violín}. Alternan asimismo en algunos países obsequiar algo y obsequiar con algo. Se ilustran las dos opciones a continuación:

Luego de las deliberaciones los asistentes fueron obsequiados con una cena (Universal [Ven.] 17/4/1988); El presidente cubano le obsequió una concha marina con una escultura labrada en plata (Mundo [Esp.] 20/11/1996).

La variante con preposición está más restringida geográficamente que la otra. El verbo obsequiar está también sujeto a la alternancia entre complemento directo e indirecto, lo que da lugar a pares como las personas obsequiadas ~ los regalos obsequiados. Son más numerosos los verbos que admiten la alternancia entre el complemento directo y el de medio o de materia (rociar {agua ~ con agua}), como se muestra en el § 39.6p.

39.6ñ El concepto de medio está próximo al de instrumento, pero no es equivalente a él. Como explica el DRAE, se concibe como medio aquello que sirve a un fin. Así, los transportes se consideran medios para que alguien o algo llegue a algún destino o sea enviado a él. Se crean un gran número de locuciones adverbiales que expresan medio con los sustantivos que denotan formas de transporte, unas veces con la preposición por (por tren, por avión, por barco), otras con en (en tren, en avión, en barco, en bicicleta, en canoa) y otras con a (a caballo, a pie, a nado). También se forman con los sustantivos que designan sistemas de comunicación: por teléfono, por cable, por telegrama, por (la) Internet, por correo, por telepatía. En un sentido más amplio, denotan asimismo medio los grupos preposicionales que designan los recursos de los que se sirve alguien para lograr algo, como en decidir el ganador por sorteo, saber algo por experiencia o, como se vio en el § 39.6j, Consiguió el puesto mediante su capacidad de influencia. Si bien las preposiciones con y mediante expresan significados próximos en muchos contextos, se distinguen claramente cuando se desea aludir a la vía a través de la cual se alcanza lo que se pretende, como en Mediante discretas averiguaciones dieron con su dirección (Allende, Casa).

39.6o Los sustantivos no contables y los plurales que se asimilan a ellos (§ 12.2d y ss.) no designan instrumentos en las construcciones que se analizan, pero pueden designar medios. De hecho, los complementos circunstanciales de materia no se diferencian en estos casos de los de medio. Así, en Puedes espolvorearlas [=‘las sardinas’] con perejil picado (Arguiñano, Recetas) se habla de la sustancia o la materia con la que se recomienda espolvorear algo, pero también de un medio de hacerlo, es decir, de un recurso. La interpretación de materia se extiende a los complementos de los verbos de creación que designan el contenido de algún conjunto. Así, en el texto siguiente se habla de un paquete que contiene ciertos negativos o que resulta de su agrupación, por lo que el complemento subrayado no designa propiamente un instrumento, sino más bien un medio o un recurso: Me hizo hacer un paquete con todos los negativos que había de las audiciones de Eva (Posse, Pasión). Se consideran, en cambio, complementos de régimen —por tanto, argumentales, en lugar de adjuntos— los subrayados en llenar de agua el vaso o en Se congregaron para colmar de éxito la más compleja y difícil de cuantas operaciones había impulsado (Anson, Don Juan). Se examinan en el § 36.8f.

39.6p Un grupo restringido de verbos admite la alternancia entre los complementos adjuntos de medio o materia y los complementos directos (sujetos pacientes en las variantes pasivas). Es posible, en efecto, cargar un camión con heno y también cargar heno en un camión; rociar una pared con pintura y rociar pintura en una pared. Los verbos que pertenecen a este grupo designan acciones que, como en estos dos casos, producen cambios de estado en función de los cuales se transfiere a la persona o la cosa afectada la materia de la que se habla. Se trata de bordar, cargar, coser, descargar, espolvorear, grabar, limpiar, pintar, plantar, regar, rociar, salpicar, sembrar, untar y unos pocos más. La variante en la que el grupo nominal que expresa materia aparece en un complemento preposicional adjunto se ejemplifica a continuación:

Desde su sillón de hamaca en el cual bordaba un chal con lirios y golondrinas, Matilde nos oía conversar (Mujica Lainez, Viajeros); Allí lo tiene usted de la ceca a la meca, cargándole el tambache de menjurjes y de versos inmorales a esa sinvergüenza (Arreola, Feria); Volvía a servirse sopa y la espolvoreaba con ajonjolí (Garrido, Musa); Y el mismo día, o al siguiente, salpicaba con tinta los cuadernos impecables de la prima (Martínez, Perón); La mayor parte de este terreno lo sembraba de hortaliza para poder tener la verdura y algunos cereales (Grupo Investigaciones Agrarias, Vida); Ellos trabajaban desesperadamente, regando la tierra con su sudor y su sangre (Carrión, Milagro); Me incliné hacia él y él roció mi frente con algo que resbaló sobre mi piel (Puértolas, Noche); Poner la mezcla en un recipiente untado con mantequilla (Reyes, I., Cocina).

Estos mismos verbos se ilustran a continuación en la otra variante sintáctica:

Mientras hablaba, cosía la ropa de sus hijos, bordaba iniciales en los pañuelos de su marido (Mastretta, Mujeres); A la entrada del sanatorio un hombre cargaba bolsas y maletas en un gran automóvil (Muñoz Molina, Invierno); En el trasaltar, bajo un radiante universo de vitrales que espolvoreaba en la atmósfera los colores del arco iris, (Aparicio, Retratos); […] vigiladas por la madre que salpicaba agua en la batea (Arlt, Aguafuertes); Después removió la tierra con un pincho y sembró a discreción garbanzos, habichuelas y patatas (Baroja, Hierba); A veces el lego lo ve incomprensiblemente regar agua en el piso de tierra o colgar paños húmedos entre los cujes para que las hojas adquieran blandura (González, R., Habano); El cura le roció agua bendita a la fachada (Barnet, Gallego); Lucero dejó de untar la mantequilla en una tortilla que iba a darle a mi tío (Ibargüengoitia, Crímenes).

Con algunas excepciones (como la alternancia de regar, que se acepta en unos países pero no en otros), estos contrastes se extienden al español general.

39.6q Algunos de los verbos mencionados admiten a su vez la variante en la que el grupo nominal de materia puede construirse como sujeto: el agua puede rociar las plantas y otras sustancias pueden realizar las acciones que se mencionan:

Un chorro de sangre expulsada a alta presión le salpicó la cara (García Márquez, Eréndida); […] lluvias que parecían limpiar las calles de resentimientos acumulados (Ferrero, Opium).

Como se deduce de los ejemplos mostrados, la alternancia afecta también a los complementos locativos. Al comparar plantar maíz en un bancal con plantar un bancal con maíz, se comprueba que el complemento adjunto locativo del primer ejemplo (en un bancal) aparece como complemento directo en la segunda opción (un bancal), mientras que el grupo nominal que funciona como complemento directo en el primer caso (maíz) es un complemento adjunto de materia en el segundo. Como el nombre de lugar aparece en el complemento directo, se admite la variante pasiva: […] un terreno plantado de maíz en el valle de la ciudad (Hora 9/11/2000). Es habitual referirse a estos contrastes con el término alternancia locativa. No obstante, como se ha explicado, la alternancia es en realidad doble, puesto que afecta a los complementos de materia, además de a los locativos.

39.6r Las variantes a las que da lugar la alternancia descrita no son sinónimas, lo que se deduce, en gran parte, de su estructura sintáctica. Si en la variante en la que los complementos de medio o materia se presentan como adjuntos, el grupo nominal está delimitado (cargar el camión con heno), se inferirá, en función de un principio introducido en el § 14.4e, que el proceso se ejerce sobre la totalidad de la persona o cosa afectada. En el ejemplo propuesto se infiere, por tanto, que se carga todo el camión. Por el contrario, como los complementos de materia se caracterizan por ser cuantitativos (y no estar, por tanto, delimitados: cargar heno en el camión), se deduce que no es necesario que el lugar al que se transfiere esa materia quede totalmente afectado por ella. Es lógico, en el mismo sentido, que poner harina en la mesa no implique ‘cubrir la mesa de harina’.

39.6s Se ha observado que no admiten la alternancia algunos verbos muy próximos semánticamente a los mencionados. Así, la alternancia descrita se da con sembrar, pero no con esparcir, puesto que se siembran los terrenos, pero no se esparcen; la acepta untar, pero no manchar, ya que se unta el aceite, pero no se mancha. Se han dedicado numerosos estudios monográficos a estas alternancias desde varios puntos de vista, ya que tienen consecuencias para la semántica léxica y para la lexicografía, además de para la sintaxis, sea sincrónica o diacrónica, teórica o aplicada. Algunos autores han señalado que todas estas alternancias deben deducirse directamente del significado de esos verbos, si sus respectivas estructuras semánticas se presentan de forma adecuada.

39.6t En sentido estricto, los complementos adjuntos de compañía denotan primordialmente contigüidad, concomitancia o coexistencia. La expresión subrayada en Sus animales […] empezaron a envejecer con ella (Bolaño, 2666) admite paráfrasis como a su lado, pero también otras como al mismo tiempo que ella o con el mismo ritmo que ella. En Asistió al concierto con su novia (Nuevo Herald 21/4/1997), se indica que cierta persona acompañó a otra a un concierto, es decir, asistió a él en su compañía. El mismo significado corresponde a Se trasladó con su familia a Gaza (Universal [Ven.] 17/4/1988). Los complementos de compañía pueden expresar significados más generales, como la simple presencia de dos o más personas o cosas que participan conjuntamente en una acción o un proceso, o se dan a la vez en él:

Resulta lindísimo… El buen gusto nace con la persona (Galdós, Desheredada); Lo guardaba junto con las pieles de conejo y las alforjas de la mula como si fuera una reliquia (Tusset, Cruasán).

Cuando estos adjuntos modifican a los sustantivos, se asimilan a los adjetivos y otras expresiones predicativas (§ 12.10):

El viejo abrió la mampara de vidrios con losanges violetas y anaranjado en las esquinas (Donoso, Naturaleza); Hermes lleva unos zapatos con alas para mayor rapidez (Fierro, Mundos); Aparecieron luego por una cavidad, que no sé si era puerta, aposento o boca de una cueva, dos mieleros enjutos, con las piernas embutidas en paño pardo y medias negras, abarcas con correas, chaleco ajustado, pañuelo a la cabeza (Galdós, Nazarín); Los maestros que […] deseen recibir un paquete con instrucciones para la carrera (Nuevo Herald 15/1/1998).

39.6u La estructura interna de construcciones como con las manos en los bolsillos se analiza en los § 38.9a y ss. Los dos sentidos que se advierten en oraciones como La mandó con su abuela se estudian en los § 29.5l y 29.7f. La presencia de nombres de persona en los complementos de régimen introducidos por la preposición con puede dar lugar a otra situación de ambigüedad, en este caso entre la interpretación argumental y la no argumental de un predicado. Así, si se elige la primera en divertirse con alguien, se obtiene el sentido ‘tomar a alguien como objeto de diversión’; si se elige la segunda, se obtiene el significado ‘divertirse junto a alguien o en su compañía’.

39.6v En el § 39.6j se explicó que los complementos circunstanciales de compañía expresan a menudo colaboración, lo que requiere que exista alguna acción que dos o más personas o cosas puedan llevar a cabo conjuntamente. Si una persona toca, canta o monta un negocio con otra, no se limita a llevar a cabo estas acciones ‘a su lado’ o ‘en su compañía’, sino que las realiza más bien ‘en colaboración con ella’. La interpretación de compañía puede resultar incluso inapropiada en alguno de estos usos si se tiene en cuenta que la colaboración a distancia es posible en un gran número de tareas. Se obtiene asimismo la interpretación de acción conjunta en estos ejemplos:

Se acercó hasta la Ministra de Turismo, quien le preguntó con quién trabajaba (Diario Crónica 16/6/2004); Lamentablemente, nunca vio su último libro, escrito con su esposa (Universal [Ven.] 2/1/1989).

El sentido de acción conjunta suele predominar estadísticamente sobre el de compañía con ciertos predicados compatibles con ambos: dormir con alguien, acostarse con alguien, salir con alguien, vivir con alguien (frente a morir con alguien), escaparse con alguien, etc.: Socorrito se escapó con un amigo de su hermano Paco (Cela, Colmena).

39.6w Los complementos de régimen encabezados por la preposición con se analizan en los § 36.7a-k. En el § 31.6c se explica que estos complementos preposicionales son argumentales con los predicados que se suelen denominar simétricos: casarse, colaborar, congeniar, convivir, discutir, enfrentarse, hacer las paces, simpatizar, sintonizar, entre otros muchos. Como allí se muestra, estos verbos y otros muchos semejantes dan lugar a dos estructuras: una construida con un complemento preposicional (El padre no congenia con el hijo) y otra que presenta los dos grupos nominales coordinados (El padre y el hijo no congenian). Los complementos circunstanciales de compañía y los de colaboración se ajustan a esta misma pauta, si bien el complemento que introduce con es adjunto en estos casos, en lugar de argumento: El doctor había escrito el libro con su ayudante ~ El doctor y su ayudante habían escrito el libro. La lectura recíproca que se obtiene en construcciones como escribirse con alguien, verse con alguien, encontrarse con alguien, etc., se estudia en los § 31.6i y ss. Aun así, debe tenerse en cuenta que, tal como se observó en las secciones anteriores y se muestra con más detalle en los § 36.2b y ss., los límites entre los adjuntos y los complementos de régimen son escurridizos en muchos casos. Se extiende la interpretación de acción conjunta al verbo de estado tener, como en tener un hijo con alguien o tener un negocio con alguien: Jamás he tenido un negocio con él (Cambio 16 29/10/1990). Con los demás verbos de estado, son raros los complementos de compañía. Se dice, por ejemplo, Ustedes y yo confiamos en la justicia, pero no *Confío en la justicia con ustedes.

39.6x Solo algunos adjetivos admiten adjuntos de compañía, como en feliz con ella (en el sentido de ‘feliz a su lado’, no en el de ‘satisfecho con ella’). Como se ha explicado, las clases semánticas a las que pertenecen los predicados, y en particular las relativas al aspecto léxico o modo de acción, contribuyen poderosamente a determinar la aparición de los grupos preposicionales que expresan compañía. Aun así, es oportuno hacer notar que la presencia de estos adjuntos puede estar en función de otros factores. El verbo envejecer, que se mencionó en el § 39.6t, pertenece al mismo grupo aspectual que disminuir, engordar o rejuvenecer23.3j). El que no todos estos verbos admitan con igual naturalidad los complementos de compañía no se deduce directamente del modo de acción que les corresponde, sino —en gran medida— de aspectos de la experiencia que resultan ajenos a esa clasificación.

Información adicional

En relación con este capítulo, la siguiente entrada del Glosario de términos gramaticales podría ser de su interés:
agente

 

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