Sintaxis

41 Oraciones activas, pasivas, impersonales y medias

41.4 Las construcciones inacusativas. Propiedades de los verbos con los que se forman

41.4a Se vio en la sección anterior que las oraciones pasivas son estructuras intransitivas que se forman a partir de verbos transitivos, de manera que el complemento directo de estos últimos pasa a ser el sujeto de la oración pasiva correspondiente. La oración activa y la pasiva coinciden, por tanto, en mostrar un mismo paciente (función semántica), pero se diferencian en que presentan diferentes sujetos (función sintáctica). Se observó en las secciones precedentes que las pasivas sintéticas o morfológicas del latín no tienen siempre correlatos activos ni se forman a partir de oraciones transitivas, como ponen de manifiesto los verbos deponentes. El español mantiene algunos equivalentes aproximados de los verbos deponentes latinos. Este paradigma de verbos intransitivos (algunos de los cuales admiten ocasionalmente usos transitivos) contiene los predicados caer, entrar, llegar, morir, nacer y otros similares. Suelen denominarse inacusativos en la lingüística actual, pero han sido llamados también semideponentes. Fueron denominados verbos de participio deponente por Andrés Bello. El término es correcto, pero limita las propiedades gramaticales de esos verbos a las construcciones de participio. Aunque la mayor parte de sus características salen a la luz, en efecto, en tales contextos, poseen otras propiedades no relacionadas directamente con los participios, como se verá en esta misma sección.

41.4b Como sucedía con algunos verbos deponentes latinos, los inacusativos del español suelen expresar presencia, acaecimiento, aparición y otros conceptos similares que se analizan en los § 27.9c y ss. Los tiempos compuestos de estos verbos se construían con «ser + participio» en la lengua antigua, mientras que los demás intransitivos y los transitivos elegían haber. La construcción «ser + participio» era compartida, en consecuencia, por los verbos transitivos (en la pasiva perifrástica) y por los inacusativos (en los tiempos compuestos):

Mucho más me valiera que non fuesse nacido (Berceo, Milagros); E desque fue muerto […] folgaron los omnes de la su maldad (Alfonso X, General Estoria I); Quando la mañana fue ya llegada eran .xv. dias de julio: y nos partimos del monasterio a jherusalem por otro camino (Martínez Ampiés, Viaje); E dizen otros que otoño es todo aquel tiempo en que las fojas comiençan a caer delos árboles fasta que fueren todas caydas (Pronósticas); Nuevas de esta tierra son que el Duque de Alba es ido al cielo, y que murió una muerte cristianísima (Granada, Epistolario); […] se echavan a la mar nadando y venían y entendíamos que nos preguntavan si éramos venidos del çielo (Casas, Diario); E que por aquel temor, eran todos huídos (Fernández Oviedo, Indias).

41.4c La diferencia introducida entre haber y ser permanece viva en italiano, francés y otras lenguas románicas. Se documentan algunos restos de este uso antiguo en la lengua actual, sobre todo con el verbo llegar, como en Es llegada la hora; Era llegado el momento, o en los fragmentos siguientes:

Y llegada que fue la noche, dijo el dueño de la viña a su mayordomo: […] (Miró, Figuras I); […] ya la ocasión es llegada que me cumpla como amigo una promesa sagrada (Pérez Ayala, Belarmino); Llegado es el tiempo en que el océano soltará las barreras del mundo (Roa Bastos, Vigilia).

Se presentan otros ejemplos similares en el § 27.9c.

41.4d Los verbos inacusativos son verbos intransitivos que poseen propiedades en común con los transitivos. Por un lado, sus sujetos no son propiamente agentes, por lo que se asimilan a los complementos directos de los verbos transitivos; por otro, admitían, como se ha visto, la construcción «ser + participio pasivo» en la lengua antigua. Otra propiedad que estos verbos comparten con los transitivos es la de ser admitidos en las construcciones absolutas. Así, se forman cláusulas absolutas como Terminada ya su segunda novela… u Operado del riñón por segunda vez… con los verbos transitivos terminar y operar. También es posible construir otras similares con verbos inacusativos, como se vio en el § 38.11m. A esta misma pauta corresponden los textos siguientes:

Pasado el peligro y la fría oscuridad de la cañada, el mediodía los atontó (Scorza, Tumba); Desaparecidos los curas, tendrían que desfilar por el paredón muchos de sus propios partidarios (Vargas Llosa, Verdad); Avanzada la tarde, Ondina me pidió que me vistiera (Barnatán, Frente); Llegado Renella a Italia en mayo de 1912, ingresó a la Academia Ciribiri de Milán (Expreso [Ec.] 4/10/2002).

41.4e Así pues, una vez leído el discurso equivale a una vez que fue leído el discurso (con paráfrasis pasiva), pero una vez pasado el peligro equivale a una vez que pasó el peligro (con paráfrasis activa). Los verbos inacusativos constituyen solo un subgrupo de los intransitivos. Los demás intransitivos se suelen denominar hoy intransitivos puros o inergativos, y rechazan estas particularidades que acercan los anteriores a los transitivos. Así, el verbo sonreír se construía en español antiguo con haber, no con ser, al igual que sucede en la actualidad en otras lenguas románicas. Tampoco admite, como es de esperar, construcciones absolutas (*Sonreída la camarera…).

41.4f Los participios que modifican directamente a los sustantivos pueden corresponder a los verbos transitivos (el militar condecorado) o a los inacusativos (la nieve caída), pero no a los inergativos (*los espectadores bostezados). Como antes, en la expresión la nieve caída se habla de ‘la nieve que ha caído’, pero en el militar condecorado no se habla de un militar que ha condecorado a alguien, sino de uno que ha sido condecorado. He aquí otros ejemplos de participios que actuan como modificadores nominales formados a partir de verbos inacusativos:

Me envolvía una atmósfera maligna nacida de su invisible presencia (García Morales, Sur); Allí mismo, en Cozumel, compraba todos los periódicos llegados de México (Pitol, Vida); Hortensia lleva trece rosas muertas en la mano (Chacón, Voz); […] cada uno de los sucesos ocurridos en el año que terminó (Tiempo [Col.] 2/1/1988); Las primeras noticias llegadas anuncian que […] (Viñas, Lisandro).

Es esperable que los participios que pueden corresponder a verbos transitivos (romper > roto) o intransitivos (romperse > roto) den lugar como modificadores nominales a interpretaciones ambiguas entre su uso transitivo y su uso inacusativo: una relación rota (‘que ha sido rota’ o ‘que se ha roto’).

41.4g Constituye una extensión de esta pauta la construcción «lo + participio», que se analiza en el § 14.9, si bien estos grupos, como allí se explica, no se refieren a las personas. Se forman, pues, grupos nominales como lo leído, lo visto, lo vivido, con verbos transitivos, pero también otros como lo ocurrido, lo llegado, lo caído, con verbos inacusativos. Se ejemplifican estos últimos a continuación:

Entiendo que lo llegado al congreso no es una modificación, como dice el artículo 117 (Hoy Digital 28/3/2009); Originó las precipitaciones más fuertes del milenio: 500 litros por metro cuadrado, tres veces más que lo caído sobre Biescas en menos de una hora (País [Esp.] 29/7/1997); […] para tratar de interpretar lo ocurrido (Méndez, Limbo).

41.4h Se ha sugerido repetidas veces en los estudios modernos sobre las construcciones pasivas y las inacusativas que los vínculos entre ambas son en buena medida semánticos; más exactamente que los sujetos de los verbos inacusativos (La nieve caía sobre los tejados) comparten una función semántica con los objetos directos de los transitivos: la de ser pacientes de la acción verbal o, al menos, la de no ser participantes activos en ella. De hecho, los verbos inacusativos que se usan con adverbios agentivos en las oraciones activas (Desapareció deliberadamente durante unos días) no suelen mantener esta propiedad cuando sus participios modifican a los nombres (*las personas desaparecidas deliberadamente). Estos hechos ponen de manifiesto que los verbos inacusativos no lo son en todos los contextos, ya que su significado es compatible, en ciertas situaciones, con las acciones sometidas al control o a la voluntad del que las lleva a cabo: Llegaba tarde adrede; Cayó intencionadamente sobre el tejado; Pasó de largo con toda intención; etc. En el § 6.7c se explica que llegador es nombre de agente que designa en el ciclismo al especialista en llegadas. Frente a todos estos contextos, los participios pasivos de los verbos inacusativos solo son compatibles con la interpretación no agentiva de estos verbos.

41.4i Se han propuesto varias etiquetas para designar la función semántica que comparten los sujetos de los verbos inacusativos y los complementos directos de los transitivos. La de paciente es demasiado restrictiva, ya que el verano no constituye propiamente el paciente de pasó en Pasó el verano. Se ha observado también que la de tema, que prefieren otros autores, es demasiado vaga, salvo tal vez si se define en el sentido restrictivo de ‘participante no activo’, pertinente aquí. A pesar de que la relación semántica que se menciona está muy asentada en la gramática (se establezca con unas etiquetas o con otras), debe señalarse que los verbos inacusativos pueden carecer de argumentos, lo que no permite que uno de ellos sea interpretado como ‘paciente’, ‘tema’ o ‘participante no activo’ de la situación que se describe. Así, los verbos amanecer y oscurecer admitían la construcción con «ser + participio» en la lengua medieval, y aceptan también la construcción absoluta, aunque hoy tenga cierto sabor arcaizante. El segundo de los dos ejemplos que siguen se citó ya en el § 27.9c:

E ya que fue amanecido, se levantó (Polindo); Apenas amanecido, […] Cortés envió a Francisco de Lugo con instrucciones de internarse por un sendero al frente de cien hombres (Miralles, J., Cortés).

Como estos participios no se predican propiamente de ninguna persona o cosa (descartados los usos a los que se hará referencia en los § 41.5k y ss.), tampoco se usan como modificadores nominales.

41.4j El adverbio recién posee varias propiedades que se analizan en el § 30.8d. Interesa aquí en especial que incide sobre verbos transitivos (recién pintado) o inacusativos (recién nacido), pero no sobre los inergativos (*recién bostezado). He aquí otros ejemplos de la segunda de estas combinaciones:

Mi madre, recién llegada al país y esperando su primer hijo, vivió los rigores del terremoto de 1917 (Martínez Moreno, Toga); Recién salido de la gripe, regresaba un mediodía a la pensión (Cifuentes, Esmeralda); Recién muerto el gallo dorado, Dionisio busca a la artista de feria (Paranaguá, Ripstein).

Se ha observado asimismo que los infinitivos que admite más claramente la perífrasis quedar por26.6h) son los transitivos (Me quedan tres por leer) y los inacusativos (Quedan dos invitados por llegar).

41.4k En el § 15.12 se hace notar que los sustantivos posverbales sin determinante se admiten de forma característica con verbos transitivos (Como pan) e inacusativos (Entra viento). Los inergativos suelen ser anómalos en esta pauta (*Bosteza gente), pero se ha observado que se admiten con mayor facilidad cuando se antepone un complemento locativo: En el agua transparente navegan barcos, pasan los que entran o abandonan la bahía (Capital 15/2/2009). Estos casos ilustran la llamada inversión locativa, que se obtiene también en otras construcciones de naturaleza presentativa o existencial, sea con verbos transitivos (Aquí hay demasiada gente) o intransitivos (En estas oficinas trabaja mucha gente). En esta construcción se sitúa un adverbio de lugar o un grupo preposicional locativo en una posición de tema o tópico40.2) de forma que el resto de la oración especifica lo que se dice a propósito de ese lugar o ese espacio.

41.4l Se ha debatido largamente la cuestión de si la distinción entre verbos inacusativos e inergativos tiene correspondencia directa con las clases semánticas de verbos. Esta es una cuestión importante que no ha recibido todavía una respuesta del todo satisfactoria. En efecto, se vio en los apartados precedentes que un buen número de verbos inacusativos denotan presencia, existencia, aparición, surgimiento o manifestación de algo, así como las nociones contrarias a estas. A ese extenso paradigma pertenecen los siguientes, entre otros muchos:

amanecer, aparecer, brotar, desaparecer, florecer, llegar, manifestarse, morir, nacer, ocurrir, pasar, salir, suceder, surgir, venir.

Aun así, algunos de ellos ofrecen resultados inestables cuando se someten a los diagnósticos mencionados, o bien solo los aceptan en determinadas acepciones (compárese, por ejemplo, Mucha gente salió de vacaciones con *Salida mucha gente de vacaciones). Suelen asignarse a este mismo grupo de verbos —aunque no cumplen todas las propiedades sintácticas expuestas— existir, faltar, quedar o sobrar, entre otros predicados.

41.4m Otro grupo numeroso de verbos inacusativos expresan cambios de estado. En efecto, los participios de un buen número de verbos intransitivos pronominales de cambio de estado se usan en las construcciones absolutas. A este grupo pertenecen asomado (de asomarse), arrodillado (de arrodillarse), hundido (de hundirse) o enamorado (de enamorarse), entre otros muchos:

Asomada al hueco de la escalera, Tensi vuelve a rogar: —Escríbeme (Chacón, Voz); Arrodillado a su lado, le bajó los párpados (Vázquez Rial, Isla); Hundida en un desasosegado mutismo, erguida y rígida […], le escuchaba divagar sobre el hermoso reloj de pared situado en el extremo opuesto de la sala (García Morales, Lógica); Enamorada desde hacía mucho tiempo de Rosé, Justine no había querido dejar solo a Mahler (Liberman, Gustav Mahler).

A esta pauta se asimilan otros verbos de cambio de estado no pronominales, como envejecer > envejecido: Envejecido y ciego, será bien tratado solo por Cordelia (Gómez Pérez, ABC). Sin embargo, en otros verbos pronominales de cambio de estado que tienen correlatos transitivos es habitual que prevalezca la interpretación transitiva de sus participios, en lugar de la intransitiva. Así, en el primero de los textos siguientes no se dice que cierta escotilla se cerró sola, sino que fue cerrada; en el segundo, una vez secado significa ‘una vez que ha sido secado’:

Cerrada la escotilla, Aguilar, casi acostado sobre la cama, tomó el fruto (Chávez, Batallador); Otro procedimiento tradicional […] consiste en incubar el grano en agua y someterlo a la ebullición antes de machacarlo una vez secado al sol (Grande Covián, Nutrición).

Sobre la alternancia una vez seco ~ una vez secado, véanse los § 13.16h y 27.10f. Como se comprueba, existen diferencias entre los verbos pronominales en lo relativo a aceptar o rechazar las pautas sintácticas características de los inacusativos.

41.4n Los verbos inergativos pueden pertenecer también a varias clases semánticas. Muchos son verbos de emisión: apestar, brillar, chirriar, estornudar, gotear, parpadear, tintinear, zumbar, etc. Otros expresan cierta manera de moverse: arrastrarse, botar, correr, deslizarse, gatear, girar, nadar, rodar, volar, etc. No obstante, se ha observado en muchas ocasiones que los verbos intransitivos que corresponden a algunas clases semánticas (particularmente, los de afección y los de movimiento) oscilan entre los inacusativos y los inergativos. Ello ha dado lugar a distintas clasificaciones que agrupan de forma diversa las subclases de verbos que pueden establecerse con tales nociones semánticas.

Información adicional

En relación con este capítulo, la siguiente entrada del Glosario de términos gramaticales podría ser de su interés:
verbo inacusativo

 

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