Sintaxis

31 La conjunción. Sus grupos sintácticos. Las construcciones coordinadas

31.1 El concepto de conjunción. Sus características fundamentales. Conjunciones coordinantes y subordinantes

31.1a Las conjunciones constituyen una clase de palabras invariables y generalmente átonas que relacionan entre sí vocablos y grupos sintácticos, unas veces equiparándolos y otras jerarquizándolos o haciéndolos depender unos de otros. Las que los enlazan sin establecer prelación entre ellos se denominan conjunciones coordinantes; las que los vinculan marcando entre ellos diversas relaciones de dependencia reciben el nombre de conjunciones subordinantes. Las conjunciones coordinantes enlazan palabras o grupos sintácticos que pertenecen a casi todas las clases sintácticas. Se dividen en dos clases principales, a su vez subdivididas en otras:

Simples:

1. Copulativas: y (y su variante e), ni.

2. Disyuntivas: o (y su variante u), ni.

3. Adversativas: pero, sino, mas.

Compuestas, discontinuas o correlativas

1. Copulativas: ni… ni…; tanto… como…; tanto… cuanto…; así… como…

2. Disyuntivas o distributivas: o… o…; sea… sea…; ya… ya…; ora… ora…; bien… bien…

La conjunción ni aparece entre las simples y entre las compuestas por las razones que se explicarán en los § 31.9p y ss. A estas expresiones se añadirán algunas otras, ya en desuso, en las páginas siguientes. La combinación entre… y… constituye a menudo una expresión conjuntiva compleja que adquiere las características formales de los elementos coordinados, tal como se explica en el § 31.3n. La conjunción sino desempeña un papel importante en los contextos de contraste y de sustitución, como se verá en el § 40.6 y en el capítulo 48. Se añade tradicionalmente la conjunción que al grupo de las copulativas cuando une dos verbos en presente de indicativo en esquemas reduplicativos. La interpretación de estos esquemas es normalmente intensiva, pero también puede ser durativa (§ 28.15x).

Por el coto boyal viene, corre que corre, vuela que vuela (Díez, Fuente); El teléfono había estado diez días suena que te suena (Vergés, Cenizas); Se la pasaban cose que cose hasta bien entrada la noche (Hayen, Calle).

31.1b Desde el punto de vista semántico, los grupos coordinados se interpretan como conjuntos cuyos elementos se suman (copulativas), alternan entre sí o se prestan a una elección (disyuntivas) o se oponen de diversas formas (adversativas). Las conjunciones compuestas disyuntivas se denominan tradicionalmente distributivas. La coordinación distributiva presenta los elementos coordinados como alternativas que se suceden según ciertas circunstancias. Son distributivas las conjunciones correlativas ya… ya…; ora… ora…; bien… bien… Se suele aplicar hoy más frecuentemente el término distributivo a ciertas expresiones cuantificativas (cada uno de ellos), así como a los grupos nominales en plural cuando se predica cierta propiedad de cada uno de los elementos que los forman (Los niños fueron saliendo).

31.1c Desde el punto de vista gramatical, la coordinación es una operación que consiste en unir dos o más elementos mediante una o más conjunciones sin establecer entre ellos una relación jerárquica. El resultado de la coordinación es un grupo sintáctico que posee la misma categoría gramatical de los elementos coordinados y puede realizar, en consecuencia, las mismas funciones sintácticas que cada uno de ellos. Así, los pueblos y las ciudades es un grupo nominal coordinado, resultado de unir mediante la conjunción y dos grupos nominales; tanto aquí como allí es un grupo adverbial coordinado resultado de unir dos adverbios. Se obtienen resultados similares con expresiones que pertenecen a otras clases de palabras. A pesar de que entre los elementos coordinados no se establece una relación de jerarquía o dependencia, se da a veces cierto grado de asimetría entre ellos, sobre todo cuando uno de los elementos coordinados impone sus propiedades gramaticales a todo el grupo. Esta situación es característica de la concordancia, como en [2.ª persona] y yo [1.ª persona] volveremos [1.ª persona] a vernos [1.ª persona]. Se analiza esta propiedad en el § 31.7.

31.1d Las conjunciones subordinantes no unen dos términos equivalentes, sino que hacen depender el segmento al que preceden (generalmente oracional) de otro (verbal u oracional). El segmento que forman con el grupo sintáctico que introducen complementa unas veces al predicado principal (Te llamé porque quería invitarte al cine), pero en otros casos constituye uno de los dos miembros de algún período1.3g), es decir, un segmento oracional bimembre entre cuyos componentes se establece cierto tipo de relación discursiva (Si te apetece, vamos al cine). Las conjunciones copulativas pueden enlazar más de dos segmentos, como en Oye música, atiende el teléfono y dibuja, todo a la vez, o en La mermelada era de durazno, de frutilla o de toronja, no recuerdo. Las conjunciones subordinantes, en cambio, solo ponen en relación dos segmentos, aun cuando el primero de ellos pueda ser compuesto. Así pues, pueden aislarse dos componentes en [Oye música y atiende el teléfono] [mientras dibuja], pero también en [Oye música] y [atiende el teléfono mientras dibuja]. No es posible, en cambio, aislar aquí tres segmentos paralelos, a diferencia de lo que sucedía en la variante con la conjunción y. Las oraciones que introducen las conjunciones subordinantes presentan el verbo en forma personal: Quiero que {guardes ~ *guardar} esto; Espero que me invites si {logras ~ *lograr} ese trabajo. Es polémico si constituyen o no excepciones las construcciones «al + infinitivo» o «nada más + infinitivo» (§ 31.4l, m).

31.1e Es polémica la clasificación de las conjunciones subordinantes. Las razones principales de la controversia son tres:

A.Los límites entre las conjunciones coordinantes y las subordinantes

B. Los límites entre las conjunciones subordinantes y las preposiciones que introducen términos oracionales

C. Los límites entre conjunción y adverbio

El problema A hace referencia sobre todo a las conjunciones ilativas (luego, así que, conque, de modo que). Estas conjunciones son incluidas por unos gramáticos entre las coordinantes, y por otros entre las subordinantes. En los § 46.11d y ss. se explica que las oraciones que encabezan presentan numerosos puntos en común con las llamadas causales explicativas, por lo que el segmento subrayado en Pienso, luego existo no es propiamente equivalente al que podrían encabezar las conjunciones y u o.

31.1f También se ha planteado el problema que suscita A en lo relativo a las conjunciones comparativas. En efecto, el determinante tanto concuerda con aciertos en Hubo tantos aciertos como equivocaciones (construcción comparativa), mientras que la conjunción tanto no lo hace, tal como es de esperar, en Hubo tanto aciertos como equivocaciones (construcción coordinada). Sin embargo, el papel de la conjunción comparativa que en la oración Acudían más turistas extranjeros que nacionales pone en relación los adjetivos extranjeros y nacionales en la forma en que lo haría una conjunción coordinante. Las construcciones comparativas relacionan, además, dos términos de una forma relativamente análoga a como lo hacen las conjunciones copulativas, por lo que algunos autores entienden que la conjunción comparativa que (como en más hombres que mujeres) debe considerarse entre las coordinantes, no entre las subordinantes. Las conjunciones comparativas admiten elipsis parcial del grupo verbal (§ 31.8c), omisión de la terminación -mente (tan oportuna como eficazmente: § 7.14f, h) y otras propiedades características de la coordinación copulativa. Recuérdese que los elementos coordinados aparecen también relacionados a distancia con la conjunción sino, como en No le entregaron a don Luis el paquete que habías enviado, sino a su secretaria. En cambio, la sintaxis de las oraciones comparativas presenta complejidades de otra naturaleza, como se explica en el capítulo 45.

31.1g El problema B afecta de modo característico a las expresiones porque y para que, pero también a otras como a pesar de que o sin que. En efecto, si porque es una conjunción en No lo acompaño porque me guste, no es fácil entender que la conjunción que y el segmento que introduce formen conjuntamente una subordinada sustantiva que puede sustituirse por un pronombre (> No lo acompaño por ello) o equivaler a un grupo nominal (> No lo acompaño por esa razón). Se dedica a esta cuestión el § 46.2. El problema B se extiende a ciertas combinaciones del tipo «adverbio + que». Hay acuerdo general en que mientras que es una locución adversativa. La conjunción aunque presenta integrados gráficamente los dos componentes, adverbio y conjunción, pero el primero puede encabezar segmentos oracionales formados con gerundio que deshacen la conjunción, como en aunque ella no esté de acuerdo ~ aun no estando ella de acuerdo. Estos pares, análogos a los que se forman con porque y por, se analizan en el § 47.12. El problema C es el más complejo de los tres. Se abordará en las dos últimas secciones de este capítulo.

31.1h No coinciden las clasificaciones que hoy existen de las conjunciones subordinantes del español, ya que los gramáticos han dado respuestas diversas a las cuestiones que plantean los factores A, B y C. Como los desacuerdos entre ellos son muy notables en este punto —y son dignos de consideración los argumentos esgrimidos por los partidarios de cada opción—, cualquier clasificación de las conjunciones subordinantes que se haga estará sujeta a debate. La siguiente recoge los grupos sobre los que parece haber más consenso, con la excepción de los dos últimos, que son más controvertidos. Se mencionan solo algunas conjunciones en cada uno de estos grupos. Casi todas se analizan separadamente en algún capítulo de esta obra. Se agregan algunas locuciones conjuntivas (definidas en el § 1.10b y retomadas en el § 31.11):

Completivas: que (Supongo que llamará); si (No sé si llamará).

Condicionales: si (Si te interesa el libro); como (con subjuntivo: Como no me hagas caso).

Causales: porque (Lo creo porque tú lo dices); como (con indicativo: Como no estabas, me fui).

Concesivas: aunque (Camina hasta su trabajo aunque vive lejos); si bien (Si bien no nos parece la mejor opción, la aceptaremos).

Ilativas: luego (Pienso, luego existo); conque (Es tarde, conque apúrate).

Temporales: luego que (luego que lo hubo examinado); ni bien (ni bien lo avise).

Consecutivas: que (tanto frío que no se podía salir de casa).

Comparativas: que (más gente que antes); como (tanto aciertos como equivocaciones).

Exceptivas: salvo (Todos pasaron el curso, salvo Jacinto).

Tal como se ha explicado, cabe también pensar que las conjunciones de los dos últimos grupos corresponden a las coordinantes, o bien que ocupan un lugar intermedio entre coordinantes y subordinantes. En el § 31.12 se explica que las conjunciones compara tivas y las exceptivas poseen varios rasgos en común. Aunque se analiza aquí como conjunción subordinante, la partícula si es considerada adverbio relativo por algunos gramáticos tradicionales, ya que admite infinitivos (No sé si llamar), a diferencia de la conjunción condicional si (véanse los § 22.2p y 47.7n). En relación con las ilativas, recuérdese el § 31.1e.

31.1i Las conjunciones subordinantes forman segmentos sintácticos con el término que introducen, lo que da lugar a estructuras binarias. De forma similar a como las preposiciones tienen término (sin que nadie lo advirtiera) y forman junto con él un grupo preposicional, también pueden tenerlo las conjunciones subordinantes (si nadie lo advertía), puesto que la unidad sintáctica que forman es igualmente binaria («si + nadie lo advertía»). Se explica en el § 1.13p que el resultado de combinar ambos se denomina también oración en la gramática tradicional (además de prótasis condicional en este caso particular). Aunque no se evitará aquí esta denominación clásica, se recuerda que al hacerlo se está usando el término oración en dos sentidos diferentes, como se ha señalado repetidamente en los estudios gramaticales. Suelen entender hoy muchos autores que la estructura interna de las prótasis condicionales no es, en sentido estricto, la característica de una oración («sujeto + predicado»), sino la de un grupo conjuntivo, es decir, «conjunción subordinante + término».

31.1j Se mantendrá en esta obra la denominación tradicional oraciones subordinadas sustantivas (Quieren que el delegado se vaya). No obstante, si en lugar de considerar su función se atiende a su estructura interna, se comprueba —en el mismo sentido— que las de verbo en forma personal constituyen segmentos binarios formados por una conjunción subordinante y una oración (entendiendo ahora oración como la combinación de un sujeto y un predicado). Una de las ventajas de la noción de grupo conjuntivo —entendida como unidad estrictamente categorial o segmental, tal como se indicó en los § 1.11i y 1.13u— es el hecho de que permite diferenciar de manera nítida la coordinación de términos de conjunción (si el uno lo propone y el otro acepta; para que yo salga y tú entres) de la coordinación de grupos conjuntivos (si uno lo propone y si el otro acepta o Quieren que yo salga y que tú entres). Ello no impide que, tal como se explica en el capítulo primero, los términos tradicionales sigan siendo útiles y puedan usarse de manera no equívoca cuando no se considere fundamental analizar la estructura interna de todos estos segmentos.

31.1k El concepto de grupo conjuntivo ha sido extendido también a las conjunciones coordinantes. Esta extensión es más polémica, ya que algunos gramáticos consideran que los segmentos así formados tienen naturaleza fonológica, pero no sintáctica. Uno de los argumentos que se suelen considerar al aplicarla es el hecho de que puede comenzarse un período con las conjunciones y o pero, lo que sugiere que forman un segmento sintáctico con el término:

Y el anciano controla la intención de sus ojos. Y ella también (Chacón, Voz); —¿Por qué no lo invitaste? —Sí que lo invité. Y Evelin también (Vergés, Cenizas); Son de esas cosas que realmente duelen, duelen. Pero así pasó (Viezzer, Hablar); Siempre fue altanera la Sofía y dicen que alguna vez guapa. Pero yo lo dudo (Mastretta, Vida).

Sobre las construcciones de y y pero inicial, véanse también los § 31.2f y ss. y 31.10k. Estos grupos sintácticos pueden constituir turnos discursivos. Así, la expresión y yo puede usarse como réplica a una declaración previa con forma oracional, por ejemplo en —Voy a estudiar toda la tarde. —Y yo. Estos dos argumentos dan a entender que la combinación «conjunción copulativa + término» constituye un segmento sintáctico y da lugar igualmente a un grupo conjuntivo.

31.1l Otro argumento en la misma dirección es el hecho de que estos grupos conjuntivos se puedan aislar como incisos. La conjunción puede ir seguida de ciertos adverbios en estos casos:

[…] aunque estos hechos son exageraciones, o probablemente perversiones, de tales ideales (Cervera/Quintanilla, Anorexia); Se traen esclavos de Angola y Guinea, y además introducen clandestinamente mercaderías (Zaefferer, Navegación); En 1771, y también con Ibarra, había colaborado en una edición del Quijote con 33 láminas dibujadas por José Camarón y grabadas por él (Gallego, A., Grabado); Un período que ya se alargaba demasiado, sin noticias de sus procuradores, a quienes se había unido Ordaz, y tampoco de su padre (Miralles, J., Cortés).

Se retomarán estos incisos coordinativos en los § 31.4w, x.

31.1m Las expresiones coordinadas tienen la misma función sintáctica que sus elementos constitutivos: sus propiedades sintácticas dependen, pues, de las de los coordinados. En cambio, las propiedades sintácticas de los grupos conjuntivos subordinados dependen casi siempre de las de la con junción subordinante, así como de la relación de esta con la oración o con el período en el que el grupo se incluye. Los grupos conjuntivos encabezados por conjunciones subordinantes presentan, desde este punto de vista, una estructura sintáctica comparable a la de los grupos preposicionales (§ 1.11i). Este paralelismo se ve reforzado por el hecho de que muchas locuciones conjuntivas están formadas a partir de preposiciones. Desde el punto de vista tipológico, está bien documentado el trasvase de elementos de la clase de las preposiciones a la clase de las conjunciones, como por ejemplo en las preposiciones temporales del inglés after y before.

31.1n Las combinaciones de conjunción subordinante y oración con verbo en forma personal dan lugar tradicionalmente a una oración (llamada por lo general adverbial:§ 1.13p-u). Es habitual suponer, en esa misma tradición, que debe reponerse la información verbal ausente en el término de la conjunción para que este segundo segmento sea oracional, de forma que también pueda serlo el conjunto formado por los dos. Esa información puede reintegrarse, en efecto, en muchos casos. Así, se sobrentiende sin dificultad la forma verbal es ante las dos expresiones subrayadas en el texto siguiente: Siempre me está viniendo con quejas de Ramiro; que si es un orgulloso, que si un egoísta, que si un distraído… (Unamuno, Tula). Existen, sin embargo, construcciones en las que no es sencillo reponer esa información verbal ausente sin dar lugar a oraciones anómalas o muy forzadas. Las conjunciones aunque y si bien pertenecen a ese paradigma:

Es tarea, obligada, aunque sin duda ingrata, enfrentarse cuidadosamente a esta peculiar combinación de humanidad y ciencia (Sánchez Ron, Ciencia); Creemos, pues, que aunque modesta, esta contribución al conocimiento del cultivo de plantas de interiores llenará un vacío en la bibliografía en castellano de la materia (Tiscornia, Plantas); […] empero llama la atención y preocupa que para ubicar dicho edificio se trate de parcelar una apreciable extensión de terreno del Parque Lincoln, si bien luengo, evidentemente estrecho para tal objeto (Tiempos 17/3/1997).

Una opción consiste en suponer que si bien y aunque se asimilan en estos casos a las conjunciones coordinantes (§ 47.12). Otra consiste en entender que las conjunciones subordinantes no tienen siempre términos oracionales. Puede resultar, en efecto, complejo convertir los términos adjetivales en oracionales a través de procesos de elipsis poco naturales.

31.1ñ Admiten también términos no oracionales otras conjunciones, entre las que están que (menos gente que antes), como (tan simpáticos como siempre), sino (No vendrá el lunes, sino el martes), excepto (excepto los domingos) y si (La reunión, si no interesante, al menos fue entretenida). He aquí algunos otros ejemplos de estas pautas:

El cuerpo le pesaba más; pero mucho más que antes (Galdós, Fortunata); Lo que quiero decir es que las respuestas a la contrarreforma podían darse no solo desde afuera […], sino desde el corazón mismo de este movimiento (Fuentes, Espejo); Estará iluminado todo el escenario con una tenue luz amarilla, excepto para el lado izquierdo (Piñera, Inermes).

Es muy polémico si cuando se asimila o no a este grupo en construcciones como Hoy estas monicadas nacen enseñadas, no es como cuando nosotros (Longares, Romanticismo). Recuérdense los § 22.9s, t.

31.1o Se vio en los apartados precedentes que las conjunciones subordinantes introducen términos casi siempre formados por oraciones con verbo en forma personal: si te acuerdas, que tengas suerte, mientras esperamos el ómnibus, aunque sea de noche. Estos grupos sintácticos (tradicionalmente oraciones: § 1.13p) pueden constituir también enunciados no dependientes, por ejemplo en las expresiones exhortativas o desiderativas: ¡Que te calles!; ¡Que me ayudes!; ¡Si tuviéramos suerte!; ¡Como si yo lo supiera!42.4p, q). Se yuxtaponen asimismo a otros en oraciones independientes, como en Me encantaría que vinieras. Si te apetece, claro está, o en el texto siguiente:

¿Pero qué tienen que ver los problemas de relaciones internacionales con los de los trabajadores? ¡Tienen que ver mucho! Porque el gobierno suizo es uno de los principales socios del “Club de París” donde se discute y se renegocia la deuda externa de Chile (Ruffinelli, Guzmán).

31.1p Se usan asimismo las oraciones independientes introducidas por que para reforzar la aserción y presentarla como repetición, réplica o rectificación de lo dicho anteriormente, pero también como marca del discurso directo. Estos usos se estudian con más atención en los § 42.4p, q y 43.2h:

Entonces para qué tantos preparativos. ¿Para qué tanta reunidera? Que si estamos todos. Que sí coronel, estamos todos. Que hay que modernizar los métodos para contener la subversión. Que claro. Que las olas de invasiones son cada vez más numerosas. Que son un azote. Que claro coronel. Que nuestras propiedades son muy extensas. Que la infantería sola no basta. Que qué hacemos entonces. Que comprarle dos avionetas a la defensa civil. Que claro. Que bueno. Que cuánto. Que tanto. Que tome. Que dividiremos las zonas en sectores tácticos. Que aquí están los mapas (Navajas, Agonía).

31.1q Una subordinada sustantiva puede interpretarse a la manera de un tópico inicial con valor cercano al condicional, como en ¿Que hay jaleo en los pasillos? Pues me encierro en el despacho de la facultad para intentar trabajar. En este uso de las subordinadas sustantivas (en un sentido algo laxo del término subordinada: § 1.13l), las oraciones alternan con otros grupos sintácticos que expresan puntos de vista del hablante, como por lo que yo sé, hasta donde recuerdo, según mis informaciones, etc. Se ha señalado repetidamente que el concepto de oración subordinada se aplica a estas construcciones de manera impropia:

El partido liberal jamás en la vida trató de que hubiera insurgencia de parte del Ejército, de promover un golpe militar. Que yo recuerde, nunca lo hubo (Alape, Paz); —Que yo sepa, no pueden obligar a las muchachas a quedarse con ellos contra su voluntad (Allende, Ciudad); Este es un sector donde se requiere recursos y conocimiento tecnológico; y, que sepamos, nosotros carecemos tanto de lo uno como de lo otro (Deber 18/10/1994); Hasta ahora, que se sepa, nunca nadie lo ha visto quieto, ni ha mostrado nunca el menor indicio de cansancio o arrepentimiento (Galeano, Bocas); Yo, que recuerde, no he dicho nada de mi padre en toda la noche (Diosdado, Ochenta).

31.1r De forma similar a como la preposición de carece en rigor de contenido léxico (y contrasta así con casi todas las demás), la conjunción subordinante que tampoco lo aporta en las subordinadas sustantivas (Recuerdo que te gustaba la canela), también en contraste con las demás conjunciones subordinantes: aunque, porque, mientras, si, etc. Aun así, se ha observado que la conjunción que no carece por completo de contenido léxico, ya que en las oraciones independientes introduce información relativa al tipo de aserción que se realiza. El valor de que en estas oraciones se estudia en los § 42.4p, q. Se ha debatido la cuestión de si las notables diferencias que se observan en la interpretación de las oraciones encabezadas por la conjunción que deben ser atribuidas propiamente al significado de la conjunción. Parece predominar la idea de que este significado proviene más bien de las diferencias que aporta el modo, así como de la posición que la subordinada ocupe. Así, es causal la subordinada de No me chilles, que no estoy sordo, con verbo en indicativo (§ 46.6i, j), pero final la de Habla más alto, que te oigamos bien, con verbo en subjuntivo (§ 25.4c y 46.7). Existen otros muchos casos similares.

31.1s Las conjunciones subordinantes no admiten pausa ante la oración que introducen, si no es para intercalar algún inciso, como en Dijo que, mientras ella viviera, no se tocaría el dinero, o en Conviene plantearlo, aunque, tal como están las cosas, resulte difícil su ejecución. Tampoco aparecen estas conjunciones en posición final absoluta ni ocupan posiciones de inciso, y deben, en consecuencia, preceder obligatoriamente a la oración que constituye su término. Estas propiedades permiten distinguir las conjunciones subordinantes de los adverbios o expresiones adverbiales que funcionan como conectores o marcadores discursivos. Tales expresiones establecen, en efecto, alguna conexión semántica entre los contenidos que se denotan en las oraciones que los contienen y el discurso previo. Estos conectores no manifiestan, sin embargo, las propiedades gramaticales de la categoría de las conjunciones. Así, la locución adverbial con todo tiene un significado concesivo similar al de la conjunción aunque. Ambas establecen una relación semántica parecida entre los enunciados que relacionan. Sin embargo, sus propiedades gramaticales son distintas: aunque precede siempre a la oración que introduce, sin pausa de separación (*Aunque, nadie lo sabía; *Nadie, aunque, lo sabía); con todo, en cambio, suele separarse de la oración por una inflexión y puede ocupar diversas posiciones dentro de ella (Con todo, nadie lo sabía; Nadie, con todo, lo sabía; Nadie lo sabía, con todo). En la tradición se solían analizar como conjunciones muchas partículas cuyo comportamiento es similar al de con todo, en tanto en cuanto establecen alguna conexión semántica entre los contenidos que se expresan en las oraciones que las contienen. La mayor parte de ellas se suelen considerar adverbios en la actualidad, así como conectores discursivos de diversos tipos. A esta serie de partículas pertenecen también sin embargo, no obstante, en cambio, en consecuencia, desde luego, por tanto, por consiguiente, o sea, es decir y otras muchas expresiones que se analizan aquí como unidades adverbiales. Véanse, en relación con esta misma cuestión, los § 1.9z y 30.12.

31.1t No es tanto el significado que expresan como su funcionamiento sintáctico el factor fundamental que permite considerar conjunción a una determinada voz. Así, la idea de suma o agregación de elementos se obtiene en español con la conjunción copulativa y, pero también con otros elementos que no son conjunciones: adverbios (además, también), preposiciones (con), locuciones preposicionales (junto con), verbos (reunir, añadir), adjetivos (junto) y otras clases de palabras. De modo análogo, expresan concesión ciertas conjunciones (aunque, si bien), pero también algunas locuciones adverbiales (con todo, aun así) o preposicionales (a pesar de). Cabe establecer distinciones similares con otras nociones semánticas cuya manifestación se extiende igualmente a varias categorías gramaticales.

31.1u El grupo más numeroso de conjunciones subordinantes está constituido por las locuciones conjuntivas. Como se adelantó en el capítulo primero (§ 1.10b), reciben esta denominación las expresiones compuestas por dos o más términos que funcionan como una sola conjunción. Son escasas las locuciones conjuntivas coordinantes, como o bien31.9e) o así como31.4y), pero son muy numerosas las subordinantes. Estas unidades léxicas son el resultado de la fijación de distintas secuencias en las que suele intervenir una conjunción (generalmente la completiva que). Las pautas con las que se forman se analizarán en el § 31.11.

 

Nueva gramática de la lengua española
Real Academia Española © Todos los derechos reservados

cerrar

Buscador general de la RAE