Sintaxis

27 El verbo (V). Las formas no personales: el gerundio y el participio

27.10 Adjetivo y participio (I). Contextos comunes

27.10a Se vio en el § 26.3 que los infinitivos se asimilan a los nombres en ciertos usos, pero se diferencian de ellos en otros. En los § 27.1 y 27.2 se comprobó que las diferencias entre los gerundios y los adverbios son aún mayores. De las tres formas no personales del verbo, es el participio la que mayor proximidad manifiesta con otra clase de palabras, el adjetivo en este caso. Algunos contextos permiten deslindar con cierta claridad los usos adjetivales y los usos verbales de las formas que terminan en -do, mientras que en otros tienen cabida ambas categorías. El hecho de que adjetivos y participios manifiesten concordancia de género y número, y posean además naturaleza predicativa, explica que puedan compartir un buen número de contextos. Los participios tienen, en cambio, propiedades verbales de las que carecen los adjetivos, lo que explica a su vez que existan estructuras sintácticas no compartidas por estas dos clases de palabras. En esta sección y en la siguiente se presentan resumidamente los contextos comunes de adjetivos y participios, así como aquellos otros que los diferencian.

27.10b Los participios no suelen aparecer en los diccionarios si no existe alguna irregularidad morfológica que lo justifique, como ocurre por ejemplo con las formas inscripto, prescripto, suscripto4.12o). Así, el DRAE contiene en su última edición los sustantivos cantado o comprado, pero no incluye los participios homónimos, puesto que son formas verbales. La ausencia de las entradas esperado, otorgado, traducido o vigilado en los diccionarios es análoga a la de los gerundios esperando, otorgando, traduciendo o vigilando. Responde, por tanto, al criterio de excluir de los lemas las variantes flexivas de las palabras, ya que su forma se obtiene de las pautas flexivas (§ 4.1) y su significado se deduce de las regularidades que proporciona la sintaxis.

27.10c Como se ha recordado, además de la flexión de género y número, los participios comparten con los adjetivos un buen número de estructuras sintácticas por el hecho de ser elementos predicativos: unos y otros pueden ser modificadores del nombre, como en la variedad de petróleo más {vendida ~ cara}, complementos predicativos del sujeto, como en Acabó {arrepentido ~ loco}, o del objeto directo, como en Hallaron {escrita ~ insuficiente} su dimisión. Pueden aparecer asimismo en las construcciones preposicionales en las que se admiten estos complementos predicativos: con las botas {puestas ~ sucias}. De hecho, es posible en muchos casos coordinar adjetivos y participios (o sus grupos sintácticos) además de otras expresiones predicativas, como en Acabó enfermo, sin empleo y estafado por unos desaprensivos o en De tanto en tanto suspendía la oratoria para mostrarme entre la arena, repentinamente reverencioso y devuelto a su exacta condición por una fuerza atávica, alguna piedra más original y pulida (Mujica Lainez, Bomarzo).

27.10d Los participios comparten también con algunos adjetivos la capacidad de formar oraciones absolutas: una vez {lleno ~ llenado} el recipiente, propiedad que se extiende a ciertos grupos preposicionales (una vez en su casa) y a ciertos adverbios (una vez allí, una vez lejos). Las restricciones sobre los tipos de adjetivos y grupos preposicionales que pueden aparecer en estas construcciones se estudian en el § 38.12f. Admiten asimismo participios y adjetivos muchos verbos auxiliares, incluso los llamados semicopulativos o pseudocopulativos (§ 38.1-5). Se obtienen así alternancias como Quedó {blanco ~ destruido}; Está {sucio ~ terminado}; Se encontraban {tristes ~ rodeados de un impresionante dispositivo}; Seguía {enferma ~ encerrada en su casa}. El verbo ser no es una excepción (El traje fue hecho a medida), si bien las oraciones pasivas presentan numerosas particularidades (§ 41.2 y 41.3).

27.10e Desde el punto de vista aspectual, los participios están cercanos a los llamados adjetivos perfectivos (también resultativos), en el sentido de que unos y otros expresan estados resultantes. Como se explica en los § 13.2t y ss., son adjetivos perfectivos contento, enfermo, harto, junto, lleno, maduro, seco, tenso y otros similares que se relacionan con raíces verbales. Con estos adjetivos se pueden formar construcciones absolutas (Enferma de párkinson su mamá, …; Una vez lleno el vaso, …; Ya madura la decisión, …), construcciones incidentales (Los alumnos, contentos con la llegada de las vacaciones, no callaban un momento) y otras estructuras predicativas en las que se expresa un estado de cosas que se percibe como término o como resultado de algún proceso: con las manos juntas, en pleno verano y tú enfermo o en Iba con los cordones de las botas sueltos. Se asimilan a este grupo los adjetivos convicto y confeso, que a menudo se usan coordinados en una fórmula lexicalizada.

27.10f Muchos de los actuales adjetivos perfectivos proceden de los antiguos participios truncados o truncos, que no terminan en -ado/-ada/-ados/-adas y tienen su acento en la raíz verbal, como corto, harto, junto, lleno, suelto. Algunos de ellos se usan en la actualidad como adjetivos (no como participios); otros han desaparecido prácticamente:

Fueron las paredes llenas de tierra (Alfonso X, General Estoria I); Mando que el fornero caliente el forno. e meta en el el pan. e quando fuere cocho. saque lo que non se danne (Carta de población); Estos señores fueron todos juntos çerca de Vadajoz (López Ayala, Crónica); Fue suelto de la cárcel (Alemán, Guzmán I).

Así pues, fueron llenas significa ‘se llenaron’ o ‘fueron llenadas’ en el primer ejemplo; quando fuere cocho significa ‘cuando se cociere’ en el segundo; fueron todos juntos se corresponde con ‘se juntaron todos’ en el tercero, y fue suelto equivale a ‘fue soltado’ en el último. El sustantivo bizcocho está formado sobre este mismo participio antiguo. De los Evangelios cristianos procede la siguiente bienaventuranza: Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia, porque ellos serán hartos, donde hartos significa ‘hartados’. La misma equivalencia se obtiene en el refrán Bien canta Marta después de harta (Refranes).

27.10g En diversas áreas del español europeo y del americano permanecen vivos, en forma de adjetivos, algunos de estos antiguos participios: abrigo ‘abrigado’; baldo, ‘baldado’; calmo ‘calmado’; canso ‘cansado’; colmo ‘colmado’; fallo ‘fallado’; nublo ‘nublado’; pago ‘pagado’; pinto ‘pintado con manchas’; quisto ‘querido’; quito ‘quitado’, etc. Se ejemplifican a continuación varios de ellos:

Todo se veía desde allí, de pronto, subsidiario, rancio, provinciano, insignificante, chusco, canso, como es (Pombo, Ventana); La poca visibilidad en días nublos, el relieve del terreno, el poco o mucho estrépito que haga la perdiz al arrancar se brindan a confundir las distancias (Gracia, Caza); Pusieron rumbo a la península de Crimea. El tiempo era calmo (Faner, Flor); Cualquier día este Catilebo u otro indio u español que ande mal quisto conmigo sin más me mata (Labarca, Butamalón); ¿Se debe algo? No señor, está pago, decía Pedro (Magón, Propia); En su estado de salud, con su desajustado corazón fallo, no resistiría mucho tiempo aquella racha de miedo que iba a caer sobre él (Uslar Pietri, Oficio); Por la tarde, como a las tres, aparece, pinto de lodo, fofo y cubierto de viscosa baba fría, el cuerpo de Teresa (Cabada, Agua).

Han perdido la perfectividad que alguna vez tuvieron corto, iluso, obseso, quedo, sereno, sumiso, así como algunos adjetivos que hoy solo se usan integrados en ciertas expresiones lexicalizadas: artista nato, uvas pasas, vino tinto. Otros adjetivos de este grupo se perdieron por completo, como condenso: […] estando el cielo muy condenso de nubes (Ocaña, Viaje).

27.10h Se mencionó en el § 27.9a que los participios carecen de complemento directo, pero pueden expresar su complemento indirecto. He aquí ejemplos de esta pauta:

Cultivaron plantaciones de café, expropiadas durante la Segunda Guerra Mundial y devueltas a los trabajadores por la Ley de Reforma Agraria (Cardoza, Guatemala); En las encomiendas, que eran tierras adjudicadas a cada colono […] (Rangel, Salvaje); El tiempo que estuviera allí sería tiempo robado a mi hijo (Sánchez, D., Cita).

Esta propiedad de los participios aparece excepcionalmente en algunos adjetivos terminados en -ble, como en cantidades dejadas en depósito y retornables a sus dueños, o en No se trataba de valores religiosos, sino sociales, transmitibles a los hijos en la América del fin de siglo xx (Vanguardia [Esp.] 10/11/1996). Los complementos de algunos adjetivos pueden aparecer como pronombres dativos átonos en las construcciones copulativas (Le fue fiel: § 35.8a), propiedad que comparten con los participios en las oraciones pasivas (Le fue devuelto). Los adjetivos se construyen con complementos preposicionales, sean heredados de verbos (un número divisible entre cuatro) o no (una persona fiel a sus ideas), como se explica en los § 13.17c y ss. Los participios heredan con regularidad estos complementos de las formas verbales de las que derivan (una cantidad dividida entre cuatro).

27.10i Se recordó en los § 27.8o y ss. que los participios de los verbos transitivos pueden manifestar el complemento agente en un gran número de construcciones. Entre los adjetivos, solo algunos de los que terminan en -ble7.10) admiten complemento agente:

Pero que es veraz y, por tanto, utilizable por el historiador (Tusell, Historia); Se agotarán los procedimientos pacíficos para llegar a un arreglo que sea aceptable por ambas partes (Tiempos 28/1/1997); Martí no era, como Heredia, Saco o Varona, o incluso la totalidad del proceso intelectual cubano, abarcable por un solo investigador (Vitier, Sol); Supo transitar airoso por este camino, dejándonos un catálogo difícilmente superable por cualquier otro compositor cubano de su tiempo (León, C., Maestro); En ellos, el dilema de España es reconocible por todos los hombres y en todos los tiempos (Fuentes, Espejo).

27.10j Los participios pueden combinarse con adverbios de tiempo y aspecto, así como con otros modificadores adjuntos que expresan esos significados: ayer, hasta hace dos años, todavía, ya, etc.:

El último obrador fue el de Florencio Maull Verdiell ya visitado e incluido por Rüdiger Vossen (Seseña, Cacharrería); Cuando Asdrúbal salió al patio de la carpa, todavía perseguido por los aplausos de la concurrencia, creyó reconocer […] (Alberto, Eternidad); Un aluvión de curas nuevos planteaban soluciones nunca oídas hasta aquellos momentos (Salisachs, Gangrena).

En el caso de los adjetivos, estas combinaciones están sujetas a ciertas restricciones derivadas de la compatibilidad entre la significación de los adjetivos y los requisitos semánticos que los adverbios de tiempo o aspecto imponen a los predicados a los que modifican (§ 30.6-8). Se obtienen así grupos nominales como un jugador todavía convaleciente, soluciones informáticas hasta hace poco imposibles, guías ya inservibles, un pariente enfermo desde hace años, empleados raramente satisfechos, personas aún útiles a la sociedad o como las que se marcan en los textos que se citan a continuación:

Mi hermano Bartolomé, residente desde hacía varios años en la ciudad, había trabado con ellos prósperas relaciones (Roa Bastos, Vigilia); Ahora comparaba el cuerpo de su abuela […] con la gracia todavía infantil de Nadia (Allende, Ciudad); No se cansan de alabar ese mecanismo, hasta hace poco antipático, de las fuerzas del mercado (Universal [Ven.] 15/10/1996); Sus palabras, repetidas memorísticamente en las escuelas y usadas en innumerables circunstancias políticas, pueden parecer ya huecas (Marco Serra, Antecedentes); Al principio el píleo es ovoide, después convexo y por último plano, muy raramente subcóncavo (López Ramírez, Hongos); Los ingredientes suplementarios del estoicismo, el derecho romano, la lengua romance, y sin duda el espíritu aún fresco y militante de la cristiandad, contribuyeron todos a esta reciedumbre hispánica (Fuentes, Espejo).

Sobre las propiedades semánticas de ya y todavía como adverbios de fase, véanse los § 24.4m-z y 30.8f y ss. Véase también el § 13.8j.

27.10k Son numerosos los participios que poseen adjetivos homónimos. Así, comido es participio en Yo estoy comido de deudas (Galdós, Gloria), donde se dice que las deudas comen a alguien, pero se asimila a un adjetivo, como explica el DRAE, cuando significa ‘que ha comido’, como en Tuvimos que llegar a pie al pueblo, bien comidos, bien bebidos, pero con una enorme depresión interna (Guevara/Granado, Viaje). A este mismo grupo pertenecen bebido, que aparece en esta misma cita, y tomado (usado sobre todo en México y Centroamérica), además de leído y viajado:

Como a las siete de la mañana se había ido para su departamento, muy tomado (Barriguete, Vino); Si alguna vez la vio, estaba demasiado bebido para que el recuerdo no fuera fantástico (Bioy Casares, Sueño); Yo no entiendo muchas de las cosas que usted escribe. Mi ama, que es una señora muy leída, es la que me las aclara (Ganivet, Cartas); Y ahora te aguantás, viniste a verme y me vas a ver tal como soy, fina, cultísima y viajada, y no una provinciana bruta y cortita como vos (Giardinelli, Oficio).

27.10l Los adjetivos con forma participial que se mencionaron en el apartado anterior admiten paráfrasis con los verbos correspondientes, de manera que el adverbio de grado que suele modificarlos se interpreta como adverbio de frecuencia: muy leído (‘que ha leído mucho’); bastante viajado (‘que ha viajado bastante’). Los adjetivos bebido, comido y tomado expresan propiedades transitorias, por lo que se construyen con estar, mientras que leído o viajado lo hacen con ser. El adjetivo estudiado significa ‘afectado’, como en Se concentró, se puso las manos en la cabeza, siempre con gestos muy estudiados pero en absoluto rutinarios (Regàs, Viaje). En la lengua oral de algunos países se usa también con la acepción de ‘cultivado, con estudios’, dicho de una persona, es decir, con un significado paralelo al que se ha explicado para leído: Y ya fui mujer estudiada, no en el sentido de tener un grado, mucho menos de saber leer tantos libros, pero había leído toda la historia de mi pueblo (Burgos, E., Rigoberta). El adjetivo estudiado se opone, en sus dos acepciones, al participio estudiado, cuyo significado se obtiene directamente del verbo estudiar, como en También las brujas han sido muy estudiadas por los antropólogos contemporáneos (López Ibor, Bruja).

27.10m Los participios de verbos intransitivos que poseen adjetivos homónimos están sujetos a variación geográfica e histórica. En las Antillas y otras partes del área caribeña, así como en algunas zonas de la andina, se usa el adjetivo sonreído en el sentido de ‘sonriente’:

La vieron balancearse sonreída en el sillón de pajilla donde había adquirido la costumbre de tomar largas siestas (Santos Febres, Pez); Se embelesó mirando un búcaro tallado […], del que salía triunfante un girasol enorme como una cara sonreída (Montero, M., Trenza).

Se han perdido otros adjetivos que pertenecían a esta misma pauta en la lengua antigua, como trabajado (‘esforzado, trabajador’): Las mugeres son muy trabajadas y para mucho, porque de veynte y quatro horas que ay entre día y noche no tienen sino seys horas de descanso (Núñez Cabeza Vaca, Naufragios).

27.10n Son muchos más los participios que poseen adjetivos homónimos. Se presentan algunos a continuación y se ejemplifican en su uso participial y también en el adjetival:

como participiocomo adjetivo
abiertouna puerta abiertauna mentalidad abierta
aisladouna vez aislada la poblaciónEs solo un hecho aislado
alargadoEl plazo ha sido alargadoSu cuerpo era esbelto y alargado
animadoFue animado por su profesora a presentarsejoven, muy animado y con sentido del humor
autorizadoLa reunión no fue autorizadaDenos su autorizada opinión
complicadoun problema complicado deliberadamenteun problema algo complicado
consideradoasuntos considerados de la máxima urgenciaEs una persona atenta y considerada
elevadoLa carga ha sido elevada al cuarto pisoPagaron una suma elevada
entretenidoEl cartero fue entretenido por un vecinoLa obra es entretenida
exaltadoSu valor fue exaltado por todosTuvo un comportamiento exaltado y violento
negadoEl permiso ha sido negado de nuevoEs negado para las matemáticas
organizadouna reunión organizada hace un mesuna persona trabajadora y organizada
prolongadoEl permiso fue prolongado dos meses másSe dieron un beso prolongado
reducidoLa deuda fue reducida con gran esfuerzoSu interés por este asunto es muy reducido

27.10ñ Los participios de la columna izquierda se interpretan en función de los verbos a los que corresponden. Todos se derivan de verbos transitivos, por lo que expresan los resultados de esos procesos. Los adjetivos de la columna derecha tienen en común designar propiedades o estados que no se conciben como resultados de procesos. Estos adjetivos se definen en el diccionario como palabras independientes, puesto que no son variantes flexivas de alguna unidad verbal, y también porque su significado no es siempre predecible. Se ha observado que forman un grupo nutrido los que denotan rasgos relativos al carácter o la personalidad de los individuos (agradecido, callado, confiado, exaltado, presumido, sufrido), como en una persona agradecida (‘que suele agradecer las cosas’) o en gente demasiado confiada (‘que se confía demasiado’). Estos adjetivos comparten algunos entornos sintácticos, aunque no todos, con los participios. Así, fuera de contexto no es posible saber si autorizada en una opinión autorizada es participio (‘que ha sido permitida, que se ha autorizado emitir’) o adjetivo (‘digna de respeto’, ‘emitida con conocimiento de causa’). Tampoco es posible saber, por la misma razón, si elevado será participio en El tono fue elevado (‘Elevaron el tono; Aumentaron el volumen, el nivel o el estilo’) o si es adjetivo (‘El tono tenía cierta altura’). Existen, en cambio, otros contextos sintácticos que ayudan a establecer la diferencia entre adjetivos y participios. Se analizan los fundamentales en la sección siguiente.

 

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