Sintaxis

36 El complemento de régimen preposicional

36.4 Alternancias de preposiciones

36.4a Muchos verbos, sustantivos y adjetivos seleccionan más de una preposición, por lo que originan alternancias preposicionales. La diferencia en la elección de la preposición conlleva algunas veces un cambio notable en el significado del predicado, mientras que en otras ocasiones solo supone una diferencia leve de matiz, o incluso no tiene efectos claros en su interpretación. Ilustra la primera situación el verbo acertar, que selecciona a y con en contextos distintos con complementos diferentes. Así, el régimen con a selecciona normalmente infinitivos y, en tal caso, el valor del verbo equivale a ‘ser capaz’, como en el primero de los dos textos que siguen. Se elige con, en cambio, tanto con infinitivos como con grupos nominales, y el verbo adquiere entonces el significado de ‘dar con lo cierto’, como en el segundo:

Él ya no acertó a quitar los ojos de aquella briosa y móvil figura cuyo rostro era triangular, con los pómulos rojos, los ojos negros (Chávez, Batallador); Max no acertó con ninguna respuesta inmediata (Contreras, G., Nadador).

36.4b Se obtienen también cambios marcados de significado entre optar a y optar por, participar de y participar en, tratar de y tratar con, atreverse a y atreverse con, y otros muchos pares análogos que los diccionarios suelen explicar. La alternancia depende a veces de la categoría gramatical del término de la preposición. Así, predominan los grupos nominales en atreverse con y dudar de, pero tras atreverse a y dudar en suele usarse el infinitivo. Se comprobará en los apartados que siguen que en numerosas ocasiones alternan en español las preposiciones regidas, y que solo algunas de ellas afectan marcadamente al sentido. No será posible, sin embargo, dar testimonio de todas las alternancias existentes, puesto que no corresponde a la gramática, sino más bien al análisis del léxico, establecer la variadísima casuística que proporcionan los numerosos paradigmas que se obtienen de tales preferencias. Las alternancias que se mencionan en los apartados de esta sección pueden completarse con las que se recogerán en las siguientes secciones del capítulo. Tanto en un caso como en el otro se dará cabida únicamente a las que se consideren representativas de alguna pauta gramatical. En los apartados que siguen no deberá entenderse que los verbos que se construyen con una determinada preposición rechazan todas las demás en algún otro contexto.

36.4c Se producen a menudo alternancias preposicionales cuando se desliza el régimen de algún predicado a otro de significación próxima. De esa manera, por su proximidad con enfrentarse se usan a veces las preposiciones a y contra con el verbo encararse, que prefiere con en la lengua culta. El verbo colaborar selecciona complementos de régimen con la preposición en, pero el hecho de que se cruce con contribuir explica que se construya también con a, como en A ello colaboró la buena disposición de la gente. También se usa en ocasiones tentación a, unas veces por cruce con tendencia a y otras por herencia del régimen preposicional de tentar. Existen otros muchos casos similares.

36.4d La alternancia a ~ hacia es esperable, en tanto en cuanto ambas preposiciones introducen complementos de dirección. La mayor parte de los verbos con los que se registra son verbos de movimiento (desplazarse, desviarse, dirigirse, girar, ir, salir, trasladarse, viajar), pero la alternancia se da también con algunos que no lo son propiamente (abrirse, apuntar, mirar, señalar), como en los ejemplos siguientes:

¡Alto ahí!, y les apuntaba a la cara con el trabuco (Hernández Norman, Novela); El tanque apuntó hacia acá y vimos un resplandor y sentimos una suerte de llamarada aquí en el hotel (Mercurio [Chile] 9/4/2003); Ahí, en el clóset —señaló a la derecha— existen muchos, busca el que mejor te quede (Olivera Figueroa, Enfermera); Cerca de Martineau detuvo la camioneta y señaló hacia un recodo del camino (Montero, M., Capitán).

36.4e La alternancia a ~ hasta, que se aplica a verbos como acercarse, alargarse, aplazarse y remontarse, se produce porque la preposición a es también adecuada para designar en español el límite o el final de algún movimiento, pero también alguna extensión espacial o temporal (§ 36.9q):

Preso de una idea obsesiva, se acercó a un lugar donde había varias bobinas de película (Aguilera Malta, Pelota); Luego el hombre se acercó hasta el lugar donde yo seguía dando a luz aquel argumento sin fin (Somers, Retrato); Quizá la cábala del número 13 se remonte a la época de la Roma antigua (Hoy [Ec.] 13/1/1998); Mi estirpe se remonta hasta un gato egipcio, de la corte del faraón (Quintero, E., Danza).

36.4f Los adjetivos que pertenecen a la clase de los predicados simétricos toman generalmente a, pero alternan con complementos introducidos por con y de, como en palabras sinónimas y una palabra sinónima de la mencionada; posiciones compatibles y una posición compatible con la anterior; construcciones diferentes y una construcción diferente a (también de) la analizada. Los siguientes adjetivos son simétricos:

adyacente, afín, alejado, antónimo, cercano, coetáneo, coincidente, colindante, común, conexo, contemporáneo, contiguo, contradictorio, diferente, distinto, gemelo, idéntico, igual, (in)compatible, lejano, paralelo, parecido, perpendicular, próximo, simétrico, similar, sinónimo.

Los que denotan similitud o diferencia (cercano, contemporáneo, diferente, distinto) suelen elegir de o a:

Digamos más bien que tiene otra longitud de onda y, por eso, su vida es diferente a la nuestra (Martínez Salguero, Combate); Apenas llegada, la noche ya brilla con su luz propia, diferente de la luz del día (Piquet, Cultura); Era distinto a cuando pescaba (Delibes, Mortaja); El coronel no había hecho nada distinto de esperar (García Márquez, Coronel).

Véase también el § 36.4j.

36.4g Con el adjetivo diverso alternan a y de en el español americano, pero se suele preferir de en el europeo. También alternan a y de con el adjetivo adepto:

Eso me hace diverso de mis innumerables colegas, actuales y futuros (Borges, Libro); […] una metodología en la lucha totalmente diversa a la tradicional (Morón, Historia); La resistencia de los cubanos cobra nuevos adeptos a la causa de la solidaridad (Granma Internacional 12/1996); Luego, cuando sus hijos crecieron, los hizo adeptos de nuestra fe (Somoza, Caverna).

36.4h Los adjetivos próximo y cercano admiten a y de, aunque es más común el uso de la primera preposición. En el caso del adjetivo vecino, predomina igualmente la preposición a, pero también se usa de (una casa vecina {a ~ de} la mía), especialmente en México, en España y en varios países del área caribeña continental:

El Coronel estaba de puesto en una aldea próxima a Adis Abeba (Fernández Spencer, Pueblo); La funeraria de la primera solamente podrá llevarlo hasta la funeraria más próxima de la siguiente (Évora, Tomás); Von Frisch pudo localizar un plato con agua azucarada, cercano a la colmena (Salvador Hoy 15/11/2000); Restableció su cuartel general en la isla de La Plata y desde allí incursionaba en los puertos cercanos de Manabí y la península de Santa Elena (Salvador Lara, Historia); Ese día, que fue domingo, mil quinientos hombres desembarcaban en una playa vecina a la ciudad (Miralles, J., Cortés); El grupo de edificios en donde se sitúa ha sido construido muy vecino de un gran bulevar que gime sin cesar (Monegal, Jardín).

36.4i La alternancia a ~ con es característica de los verbos que expresan vinculación o contacto, como unir (unir una cosa {a ~ con} otra), abrochar, acoplar, asociar, atar, ligar, y otros que se mencionarán en el § 36.7b:

[…] a través de la gran telaraña que une el tronco a una de sus ramas (Monegal, Jardín); Se paró justo en el pasillo que une la cocina con el comedor (Elizondo, R., Setenta); Por su parte, Hartmann asocia los valores a las ideas platónicas (Fabelo, Valores); Era absurdo que a alguien se le ocurriera asociar ese hecho con el cuadro despiadado de Cranach (Pitol, Juegos).

También se extiende a los verbos acertar, atreverse, comparar, corresponder(se), enfrentar(se), y así como a algunos de sus derivados (acoplamiento, comparable, correspondiente):

Una hora de Leonardo no es comparable a una hora de trabajo de John Pierpont Morgan (Henríquez Gratereaux, Empollar); Shapley hace 70 años le propinó un golpe al ego del hombre comparable con el que le diera Copérnico 375 años antes (Maza, Astronomía).

Con el verbo relacionar se prefiere la preposición con, pero en el área caribeña se registra también a, como en El ritmo puede relacionarse a la riqueza dialógica del castellano boricua (Meléndez, Identidad). Esta variante es infrecuente en la lengua escrita. Con el adjetivo lindante alternan a y con, y con simultáneo, estas dos y de. El sustantivo igualdad se usa más frecuentemente con la preposición con que con a, pero equivalencia elige ambas preposiciones. Es rara fuera de España la alternancia a ~ de que se registra con el verbo hartarse, como en Se hartó {a ~ de} reír. La primera opción es propia de la lengua popular, pero se registra también en la coloquial; la segunda es general en todas las áreas hispanohablantes.

36.4j Las propiedades fundamentales de los verbos de sentido recíproco (llamados también simétricos) se analizan en los § 31.6c-w. Como se indica allí, estos verbos se caracterizan por que se predican de grupos, como en Los muchachos {luchaban ~ hicieron las paces ~ se parecían}, aun cuando admiten una variante sintáctica en la que uno de los participantes aparece como complemento de régimen: Un muchacho {luchaba con el otro ~ hizo las paces con el otro ~ se parecía al otro}. Los verbos que expresan contacto (físico o figurado) constituyen una de las subclases de ese grupo. La mayor parte de ellos introduce complementos de régimen en los que alternan las preposiciones a y con: abrochar, amarrar, asociar, atar, coger, coser, enlazar, ligar, mezclar, pegar, sumar, uncir, unir. Se obtienen así pares como unir algo {a ~ con} otra cosa, o estar algo atado o amarrado {con el ~ al} forro de la chaqueta. La elección de la preposición con es menos frecuente en algunos de estos verbos, pero se registra igualmente: Estefanía compró dos muñecas iguales a quienes llamó Rosa y Josefa, y las cosió una con otra por el costado, para volverlas muñecas siamesas (Paso, F., Palinuro). En relación con los adjetivos simétricos, recuérdese el § 36.4f.

36.4k Como se vio en el § 35.6, alternan en el español general el complemento de régimen con a y el complemento indirecto: quejarse a la autoridad > quejarse a ella (también ante ella) ~ quejársele; presentarlo al director > presentarlo a él ~ presentárselo. En el área mexicana, así como en Guatemala y otros países centroamericanos, además de en algunos del área caribeña, se cruza esta alternancia con a ~ con. Se registran las variantes presentar a alguien con alguien o quejarse con alguien. Se extienden al verbo recomendar, como en recomendar (a) una persona {a ~ con} otra (por tanto, Se lo voy a recomendar ~ Lo voy a recomendar con él):

Ahí mismo, no me lo va a usted a creer, aposté un mes de sueldo a que presentaba a Marina con mis padres en Acapulco (Alatriste, Vivir); Me quejé con la empresa local porque en la factura aparecieron números de ciudades a los que nunca he llamado (País [Col.] 19/5/1997); La había recomendado con el dueño de la cadena televisora del país (Victoria Zepeda, Casta).

36.4l La alternancia a ~ en puede afectar solo levemente al significado en los complementos de los verbos caer, entrar o ingresar, como en entrar al dormitorio ~ entrar en el dormitorio o caer al suelo ~ caer en el suelo (véase el § 36.9a). En varias de estas alternancias es más habitual la variante con a en el español americano, especialmente con ingresar y con meter(se):

El sitio dejado en la hilera por el que ingresa a escena es ocupado inmediatamente por una jovencita (Plaza, Cerrazón); Los indígenas que ingresaron a la reserva natural son del departamento de Canindeyú (Última Hora [Par.]12/11/2004); Poco después los dos ingresaron a la vida religiosa (Ferré, Batalla); Diego se metió al carro y cerró la puerta (Bayly, Días); Bueno, entonces me meto la lengua al bolsillo (Vargas Llosa, Tía); Reconoce que fue Joaquín Lavín el que lo metió a la arena de la política municipal (Hoy [Chile] 17/3/1997); Se metió a la cama con un camisón beige (Consiglio, Bien).

Se constata la preferencia por la preposición en cuando la entidad a la que se llega es abstracta y el movimiento tiene un sentido figurado, como en caer en una honda depresión, caer en una trampa o caer en un error, frente a caer al suelo. Contrasta igualmente Entrar al salón (preferido a en el salón en muchos países) con entrar en detalles, en polémica, etc. Véase también, en relación con estos usos, el § 36.9c. La alternancia a ~ en interviene en la expresión de significados notablemente distintos con otros verbos, como en convertir a alguien a una religión frente a convertir una cosa en otra. El verbo acordar se registra construido con a en textos antiguos con el sentido de ‘convenir’: Yo se lo agradesco mucho a essas señoras la merced que me hazen en acordarse a me mandar algo en que les sirva (Polindo).

36.4m En las áreas andina y rioplatense (y, con menor intensidad, también en otras) se registran casos de omisión de la preposición a en los complementos de infinitivo, como en Se comprometió pagar (por … a pagar); Se ofrece colaborar (por … a colaborar); Me enseñaron hacer cosas (por … a hacer cosas). Esta omisión se extiende a algunas perífrasis, en especial a «ir a + infinitivo», como en Vamos acercarnos (por … a acercarnos); No voy hablar de eso (por No voy a hablar de eso). Estos usos no han pasado a la lengua culta. Es más general la alternancia entre presencia y ausencia de la preposición en los complementos de infinitivo de dignarse, como en No se dignó {llamarnos ~ a llamarnos}, y también de acostumbrar28.9f).

36.4n La alternancia de ~ en es poco frecuente. Se usa quedar de hacer algo en buena parte del área caribeña continental, incluso en los registros formales. En las demás áreas se prefiere la variante con en, pero alternan ambas, generalmente con preferencia por en, en México y el Río de la Plata. Se ilustran las dos variantes a continuación:

Había quedado de encontrarme con mi amigo en el café Aux Deux Magots a las doce del día (Romero, D., Declaración); ¿No habíamos quedado de ir a ver la casa? (Donoso, Elefantes); Quedaron en verse dentro del circo a las seis y media (Elizondo, R., Setenta); A pesar de que ya habíamos quedado en juntarnos en ese café, Apolinario Canales insistió en esperarme en una Estación del U-Bahn (Edwards, Anfitrión).

El verbo dudar se construye hoy con de, pero se registran numerosos testimonios antiguos con en, como en Estovo Oliveros con el sancto hombre quatro días sin dudar en la venida del cavallero (Nobles). Los verbos creer y pensar se construyen hoy con en, pero lo hacían a menudo con de en el español medieval y en el clásico. También se registran con la preposición a en esos mismos períodos:

Y no faltan agora hombres tan acovardados y flacos en la fe que no puedan creer de Dios sino conforme á su propria pequeñez (Ávila, Epistolario); El entendimiento sabio & bueno puede, con la ayuda de Dios, juzgar de la tal revelaçion & no deve creer a sueños ni los deve tanpoco todos condenar (Burgos, Proprietatibus); Por induzimiento de tantos emxenplos devemos estudiar e pensar de perdonar a los que pecaren (Sánchez Vercial, Exemplos); Non quieras, hermano mucho amado, pensar a nos por muchos años (Dotores).

36.4ñ La alternancia de ~ por es característica de los verbos pronominales que expresan reacción afectiva, como alegrarse, avergonzarse, lamentarse, preocuparse, entre otros muchos (también sentir pena, lástima), como en No te avergüences {de ~ por} ello; Me preocupaba {de ~ por} que todo saliera lo mejor posible, o en los textos siguientes:

Yo me alegraba de estar en Brasil, y me comportaba de una manera brasileña (Steimberg, Espíritu); De alguna forma se alegró por el cambio de casa (Serrano, M., Vida); Estoy de acuerdo con que la gente se lamente de Nueva York, aunque sé que no es por Nueva York (Quesada, Banana); Lo malo fue que le dio tiempo […] de lamentarse por lo sucedido en la tienda de abarrotes (Esquivel, Deseo); Cuando regresó, sin preocuparse de mi presencia, habló con la abuela (Aldecoa, J., Mujeres); No se preocupe por la alfombra: se vende por metros (Vilalta, Piso).

La alternancia se extiende a los adjetivos que expresan esos mismos significados (contento, culpable, triste, etc.). No obstante, se perciben a menudo ciertos matices semánticos en la alternancia de ~ por. Así, en Se preocupa por muchas cosas se entiende ‘Muchas cosas le causan preocupación’, o bien ‘Atiende a muchas cosas y se interesa por ellas’. En Se preocupa de muchas cosas se percibe solo el segundo significado, cercano al de ocuparse de. El verbo quejarse también admite la alternancia de ~ por —aunque el segundo complemento podría considerarse circunstancial—, pero rechaza por con los complementos de persona (en la interpretación de complemento de régimen, no en la de circunstancial). La alternancia se extiende al adjetivo culpable y al verbo acusar. Se analizarán otros aspectos de la alternancia de ~ por con verbos y adjetivos que expresan reacciones emocionales en los § 36.7g, 36.8n y 36.10h.

36.4o Pertenecen al registro coloquial de muchas áreas lingüísticas los complementos de régimen construidos con «de + infinitivo» con el verbo decir (en el sentido de ‘proponer, sugerir’), como en Me dijeron de ir al cine (a veces en alternancia con para en algunas regiones del área andina y de la caribeña continental):

Cuando te digo de volver… te quedás callado (Pavlovsky, Cámara); Cuando se case te dirá de mudarse a una casa más grande (Piñera, Siameses); A veces, la mujer también dice de salir (ABC 19/4/1986).

En el mismo registro coloquial, pero con uso más restringido, se emplea para:

En eso que la estaba llevando, la pendeja de Patty me dijo para ir a tirar unos tragos más a su casa (Bayly, Días); Cheo me dijo para trabajar con ustedes. Yo siempre he querido ser artista (Palencia, E., Camino).

36.4p Las alternancias del tipo No le daba la gana {ir ~ de ir} se analizan en los § 33.3n, ñ y 41.7a y ss. A lo que allí se dice cabe agregar que se usan también las preposiciones por y con en estos contextos: Me daba pena {por ~ con} él. La variante con la preposición con se registra sobre todo en las áreas mexicana, centroamericana y caribeña, pero también se documenta en ellas la variante con por, común a las demás áreas:

Me dio pena con Juan, él no estaba acostumbrado a esas groserías (Mastretta, Vida); Me dio pena con él y lo llevé a mi casa para que conociera a Leoncia y comiera algo conmigo (Barnet, Gallego); A América le da pena por los niños (Santiago, Sueño); Cuando llega la guagua me da pena por su madre, pero yo me siento feliz de recibirla (Caras 13/10/1997).

36.4q La alternancia en ~ sobre, sin diferencias apreciables de significado, se obtiene con algunos verbos de influencia (incidir, influir), insistencia (abundar, insistir) y pensamiento (meditar, pensar, reflexionar), entre otros (§ 36.9i y 36.10m):

Los sectores poderosos han incidido en la destitución de este joven fiscal (Listín Diario 25/9/1997); La compactación entre las láminas será directamente proporcional a las cargas que incidan sobre el hueso (Hernández Corvo, Morfología); Me he demorado en darle respuesta a su última carta, meditando en lo que usted me dice (Chase, Pavo); Ojalá medite sobre esto y sea más honesto la próxima vez (Hora 4/1/1997).

Muchos sustantivos que denotan resultado y otras manifestaciones de naturaleza causal muestran también la alternancia en ~ sobre, como consecuencia, efecto, impronta, influjo, repercusión:

El retroceso español en el Caribe tuvo hondas repercusiones en la vida centroamericana (Pérez Brignoli, Centroamérica); La victoria de Alemania sobre Francia en 1870 tuvo interesantes repercusiones sobre el desarrollo de las instituciones científicas (Ortiz, E., Relaciones).

En la medida en que los grupos nominales que designan superficies son una subclase de los locativos, es esperable la alternancia en ~ sobre con verbos que seleccionan complementos locativos (aparecer, caer, encaramarse), así como con los que manifiestan significados originados en la interpretación figurada de esos conceptos (asentarse, basarse, fundamentarse). Se analizarán estos y otros complementos de régimen encabezados por sobre en los § 36.10m-q.

36.4r La alternancia con ~ contra es característica de un grupo de verbos que expresan confrontación (combatir, jugar, luchar, pelear), pero también contacto físico, con diversos grados de violencia: chocar, estrellarse, golpear(se), tropezar. Véanse los § 36.7b, m, n:

Al principio el ladronzuelo movía los brazos como aspas que luchasen con enemigos que no se dejan ceñir (Lezama, Oppiano); Pero luego reconoció que no, que cada vez que luchaba contra sus impulsos éstos le contestaban hiriéndolo de muerte (Sánchez, H., Héroe); Y al darse vuelta, chocó con las piernas de su padre y cayó al suelo (Galeano, Bocas); Decidió que era mejor chocar contra un poste, y chocó contra un poste (García Vega, Años).

Fuera de contexto, son ambiguas expresiones como Jugué al tenis con él o Luchó con ellos, puesto que las personas designadas en el término de la preposición pueden situarse en el mismo bando que las que el sujeto designa, o bien en el bando opuesto.

36.4s La alternancia ante ~ con se admite en algunas áreas lingüísticas, como se vio en el § 36.4k, con los verbos quejarse y presentar, que a su vez aceptan la alternancia del complemento de régimen con complementos indirectos. En México y parte de Centroamérica se registra la alternancia ante ~ con con el verbo acusar, como en acusar a una persona {ante ~ con} otra. En las demás áreas solo es común ante en este contexto:

Fue acusado ante la Procuraduría de Justicia por el candidato perredista a la alcaldía de Acapulco (Proceso [Méx.] 13/10/1996); Vienen las viejas del pueblo bien asustadas con sus rebozos negros y nos acusan con el padre Prócoro (Martín Campo, Carreteras).

La alternancia para ~ contra es característica de los sustantivos que designan remedios: antídoto, solución, vacuna, etc. Véase el § 36.7l.

36.4t La alternancia a ~ para se da con un gran número de predicados. Es característica de los verbos de movimiento, como en Vino {a ~ para} verme; Iremos a su casa {a ~ para} hablar con él, o Me acerqué {a ~ para} mirar. Al estudio de la preposición a en estos contextos se dedica el § 46.8. Se ha observado repetidamente que estas alternancias son en cierto modo paradójicas, en el sentido de que los complementos introducidos por la preposición a son aquí argumentales, tal como se explica en la sección a la que se remite, pero los introducidos por para se caracterizan por ser adjuntos de interpretación final. Se extiende la alternancia a ~ para al complemento de los verbos animar, ofrecerse, acondicionar o adecuarse (este último normalmente en participio), a veces con ligero cambio de significado. La alternancia es más frecuente si el término de la preposición es oracional:

Animaba a los lectores a verla (Casares, Dios); Su triunfo frente a Larsen lo animará para levantar el puntaje (Clarín 25/4/1979); El tío Camarillo se ofreció a acompañar a Elisenda Morales hasta su casa (Sánchez, H., Héroe); Entonces Charlie se ofrece para conducirla a su casa en el Rolls Royce (Soublette, Mensajes).

Menos frecuente es la alternancia de ~ para que muestra el verbo convencer: Lo convencieron {de ~ para} que se presentara al concurso. En cuanto a la alternancia por ~ para, se da con los complementos de varios verbos de sentido prospectivo que denotan deseo, afán y porfía de diversas formas: afanarse, esforzarse, luchar, porfiar36.10d). La alternancia a ~ por es característica de ciertos infinitivos de interpretación pasiva, como en las cantidades {a ~ por} repartir. Esta construcción se analiza en el § 26.6l. Sobre la alternancia a ~ por en construcciones como uno {a ~ por} uno o paso {a ~ por} paso, véase el § 29.8s.

36.4u En el español de México y de parte de las áreas centroamericana y caribeña se han documentado preposiciones superfluas en las subordinadas sustantivas, especialmente para (como en Para encontrar casa aquí ya es muy difícil) y a (Acepté a ir por Acepté ir). Estos usos no han pasado a los registros formales. Tal como se observa en el § 26.9i, el verbo mandar se construye con preposición en el español hablado en gran parte del área caribeña, como en Se me quedó chica y la mandé a hacer más grande.

Información adicional

En relación con este capítulo, la siguiente entrada del Glosario de términos gramaticales podría ser de su interés:
alternancia

 

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