Sintaxis

23. El verbo (I). Tiempo y aspecto. El aspecto léxico. Los tiempos del modo indicativo

23.14 El futuro simple (cantaré). Futuros sintéticos y analíticos

23.14a El futuro expresa una situación posterior al momento de enunciación. Es, por tanto, un tiempo absoluto. No obstante, puede remitir también a un pasado cuando se interpreta en relación con el llamado presente histórico, como se vio en el § 23.6b. Al perderse las formas del futuro latino, el romance formó el futuro por aglutinación del infinitivo con el presente del verbo haber (amar he, cantar he). Estas formas tenían significado de obligación. Así, Avisarle has que ando en su busca (Rodríguez Florián, Florinea) equivale a ‘Debes avisarle que ando en su busca’. El sentido obligativo se fue perdiendo desde los primeros textos y dio paso al meramente temporal, aunque son muchos los textos antiguos en los que perviven ambos valores. En la pauta más frecuente en la lengua medieval, el infinitivo aparece con pronombres enclíticos que lo separan del auxiliar:

E dezirte he que nunca rey fue en España que corona se pusiese en la cabeça en quanto sus enemigos que no havía duda que no fuese bueno, e con todo esto no duravan mucho en ella (Corral, Don Rodrigo); E tomaredes el arca del Señor, e poner la hedes enla carreta (Biblia ladinada); Et yo dar uos he fiadores otrossi (Alfonso X, España II); dezidme lo que queréys que faga, que fazerlo he de grado (Palmerín); Et fazervos he algunos enxiemplos por que lo entendedes mejor (Juan Manuel, Lucanor).

La variante sin pronombre enclítico es mucho menos frecuente en los textos, pero también se documenta: Y decirse ha con brevedad lo que hiciera al propósito de la historia, e sacar he fuerzas de mi flaqueza para ello (Fernández Oviedo, Indias). Se pierde a veces en estos textos la /e/ del pronombre enclítico se, por lo que el grupo «se + ha(n)» da lugar a la terminación tónica /ˈsan/:

Et quando todas estas cosas fueren catadas, ayuntarsan las uertudes de las estrellas con las de las piedras, de guisa que faran sus obras complidas (Alfonso X, Lapidario); Quebrantarsan sos coraçones & entrarles a grand miedo (Poridat).

23.14b El uso de «infinitivo + haber» como futuro perifrástico o futuro analítico (términos que se oponen tradicionalmente al futuro morfológico o futuro sintético: cantaré) era ya raro en la lengua clásica, pero se documenta todavía en ella, a veces con intención arcaizante, como en […] y si fuere tal cual a mi fe se le debe, acabarse ha mi sandez y mi penitencia (Cervantes, Quijote I). En cambio, la perífrasis «haber (de) + infinitivo» sin valor de obligación es característica del español de todas las épocas. La ausencia de la preposición es común en los textos medievales: Yo bien veo que so muerta, que no he llegar a mañana (Demanda). En la lengua clásica, la moderna y la contemporánea, la perífrasis se usa con preposición, pero alternando el sentido modal con el temporal. Así, he de decirte equivale a te diré en el siguiente texto actual: En resumen, he de decirte que el dossier Antígona 84 está ya resuelto y punto (Sastre, Hombres). El uso de «haber (de) + infinitivo» con valor temporal en lugar de obligativo se analiza en los § 28.6p y ss.

23.14c En los § 23.14r-t se comparará el futuro sintético con las demás variedades que presenta hoy el futuro analítico o perifrástico (voy a cantar, y también, en ciertos contextos, quiero cantar, pienso cantar). Estas formas de expresar futuridad son hoy más características del español americano que del europeo. Aunque menos frecuente estadísticamente que el futuro analítico, el futuro sintético es común a todas las variedades del español para expresar acontecimientos venideros, tanto si el hablante se ve involucrado en ellos como si no es así:

Mamá, esta noche saldré con Olga (López Páez, Herlinda); Hoy, a las 10.00, en una rueda de prensa, los líderes de los dos grupos anunciarán su decisión de expulsar de sus filas a […] (Hoy [Ec.] 3/10/1997); Cada mes les daré información acerca del muchacho (Bain, Dolor); ¿A qué hora llegará? —Debe estar aquí en una hora y media, más o menos (Zaldívar, Capablanca); Reímos. No porque nos dé gracia, sino porque comeremos carne (Menéndez, Muerte); Mucho me ayudó, le estaré siempre muy agradecida (CREA oral, Paraguay).

23.14d Los sucesos venideros que se expresan con el futuro sintético admiten muy diversos matices: órdenes, solicitudes, recomendaciones, promesas, compromisos y otras nociones próximas a estas, en función de las cuales cabe esperar algún comportamiento futuro del hablante o del oyente. Los morfemas de persona del verbo pueden intervenir en la elección de la interpretación correcta. Suelen aparecer, en efecto, en segunda persona los futuros interpretados como peticiones, mandatos o prohibiciones (Te disculparás mañana con él. No lo olvides), y en primera los que dan lugar a promesas y compromisos (Me disculparé con él). También el tipo de predicado puede intervenir en alguna medida en la elección, como cuando se dice Cumpliré mi palabra para garantizar lo prometido. No obstante, el contexto y la situación determinan en gran medida el tipo de acto verbal que puede llevarse a cabo con las oraciones de futuro. Así, se expresa con rotundidad un mandato en No matarás. Los textos siguientes están también construidos con verbos en segunda persona, pero se introducen en ellos peticiones o solicitudes de muy diverso valor conminatorio:

Estas notas, Manolo, escritas por mí, que no estoy fuerte en ortografía, las pondrá usted en limpio (Galdós, Episodios); Y tú, en calidad de mercader, te sentarás a la entrada de la tienda para vender y mostrar los géneros (Blasco Ibáñez, Traducción); A cualquiera que te pregunte, le dirás que te llamas Marta (Asensi Laiglesia, Estaciones).

23.14e En los textos siguientes, se ejemplifican algunas de las interpretaciones más comunes de los enunciados construidos en futuro. No se tiene aquí en cuenta el futuro de conjetura, que se analizará en los § 23.14h y ss. Todas las oraciones que siguen pueden expresar predicciones. A la vez, se asocian con otros sentidos en la conciencia lingüística de los hablantes:

Cumpliré mi palabra [promesa]; Te recuperarás muy pronto [expresión de ánimo]; Todos moriremos algún día [predicción; juicio categórico]; Te arrepentirás [amenaza]; Irás y le pedirás perdón [mandato]; Un poco de limonada te sentará bien [recomendación]; Te caerás al suelo y te harás daño [advertencia]; Me disculpará usted [petición; excusa]; Te esperaré durante diez minutos [compromiso]; No te lo tendré en cuenta [exculpación]; El acusado cumplirá diez años de prisión mayor [mandato; acto de condena].

El uso de ciertas preguntas como peticiones (como en ¿Me ayudará usted?) se analiza en los § 42.2j y ss. Los límites entre las interpretaciones mencionadas pueden ser escurridizos. Así, una predicción como Estos días pasarán puede constituir una expresión de ánimo o bien de advertencia en función del contexto o la situación. Análogamente, la oración La bolsa llegará a los mil puntos es una predicción que puede transmitir confianza o desesperación dependiendo de muy diversos factores extralingüísticos. Existen otros muchos casos similares.

23.14f En las directrices y las instrucciones es frecuente el futuro con sujetos de tercera persona. En el texto siguiente, dirigido a la mujer embarazada, se sentará significa ‘se deberá sentar’: Si debe permanecer de pie, se sentará diez minutos en cada hora, manteniendo las piernas algo elevadas (Beltrán Pons, Guía). En el § 23.6o se explicó que las afirmaciones y las negaciones categóricas se interpretan asimismo como directrices o como asertos de naturaleza estipulativa: La ropa se {guarda ~ guardará} en la cómoda. El valor estipulativo que puedan adquirir las afirmaciones categóricas está en función, como es lógico, de la autoridad o la ascendencia de quien las formula: Mi madre supervisará personalmente la construcción y organización de la armada que, tras llevarme a mí a Flandes, regresará con la princesa Margarita, futura reina de España (Belli, Pergamino). El futuro comparte este valor con el presente. Se usa, pues, para introducir afirmaciones con las que el hablante expresa su confianza, su seguridad o su compromiso con algo de múltiples maneras. Las expresiones coordinadas construidas con la fórmula «imperativo + y + futuro» se interpretan generalmente como períodos condicionales, como en Déjenos su informe y lo estudiaremos (Enríquez Soriano, Estrés), que admite paráfrasis aproximadas como ‘Si nos deja su informe, lo estudiaremos’. Sin embargo, si la conjunción es disyuntiva, se interpreta una negación en la prótasis, como en Márchate en seguida o te atraparán (Chao, Altos), es decir, ‘Si no te marchas en seguida, te atraparán’. Véanse también, en relación con estas cuestiones, los § 42.5h-j.

23.14g Cuando el futuro introduce acciones inmediatas, se acerca en su significado al presente, y a veces también al condicional (§ 23.15ñ). Se registran estas alternancias en las peticiones corteses, como en ¿{Tendrá ~ Tiene ~ Tendría} usted la amabilidad de levantarse un momento? También se acercan el futuro y el presente en otros muchos actos verbales, aunque de manera restringida. Así, Te diré que… puede equivaler a Te digo que… en Te diré que aquí llegan unas noticias terroríficas sobre el frío que hace en Europa (Piglia, Respiración). Estos usos del futuro no expresan algo venidero. Son posibles paráfrasis con auxiliares modales (Te diré que… ~ Te puedo decir que…), pero no se emplean en esos contextos para expresar propiamente capacidad, obligación u otras nociones modales, sino más bien para introducir actos verbales. Corresponden a este esquema los predicados que manifiestan peticiones, solicitudes y ruegos (Le pediré que…; Le rogaremos que…; Mucho le agradeceré que…), pero también otros que transmiten información confidencial o reservada (Confesaré que…):

Acerca de esto confesaré que desde hace más o menos tres años tengo contratada una persona, con sueldo normal, que […] (Monterroso, Literatura); Ahora te pediré que vayas a esa vida para agotar todas las emociones que te están perturbando (Cabouli, Terapia); Solo le agradeceré que no grite (Luca Tena, Renglones).

La elección del futuro comporta en estos casos mayor grado de cortesía, de deferencia o de atenuación que la del presente. La alternancia «presente~futuro» es rara en los actos verbales fuera de los contextos mencionados. Así pues, Te lo prometeré no equivale a Te lo prometo; Se lo garantizo no equivale a Se lo garantizaré; etc. Se observan, sin embargo, algunas excepciones con llamar, aceptar y otros verbos:

Como el caballo está hecho de un leño y lleva una clavija de mano, lo llamaremos Clavijaleño (Sastre, Viaje); Reconoceré que el día de la votación estaba algo nerviosilla; a eso de las siete y media, a la vista de que no había llegado ningún telegrama, pensé que era mejor olvidarse del

asunto (ABC Cultural 5/7/1996).

23.14h Se llama futuro de conjetura, futuro de probabilidad o futuro epistémico el que introduce alguna suposición del hablante relativa al presente, como en Serán las ocho en el sentido de ‘Probablemente son las ocho’ o ‘Deben de ser las ocho’; Estará enfadado conmigo, en el de ‘Supongo que está enfadado conmigo’, o en los textos siguientes:

Su Merced tendrá frío (Donoso, Casa); Le extrañará sobremanera tener noticias de mí después de tanto tiempo (Vega, A. L., Crónicas); ¿No pensará usted que puede cantar en nuestro Teatro Nacional…? (Vargas, Pasado); Recordarás que yo estudié economía, no leyes. De eso no sé nada (Victoria Zepeda, Casta); Como usted sabrá, ella hablaba de alfilerazo refiriéndose a las punzadas del mal (Posse, Pasión).

El futuro tiene valor modal en estos contextos. Las paráfrasis que admite se forman con adverbios de probabilidad (probablemente, posiblemente, seguramente) o de duda (tal vez, quizá, a lo mejor), en ambos casos con verbos en presente: Sabrás que ya no vivo aquí ~ Probablemente sepas que ya no vivo aquí; Estarán en la cafetería ~ Tal vez están en la cafetería.

23.14i El futuro de conjetura también admite paráfrasis con verbos modales:

¿Qué costará? ~ ¿Qué puede costar?;

Estará ocupado ~ Debe de estar ocupado,

así como con otros que introducen suposiciones y otras actitudes proposicionales similares: Supongo que…, Cabe pensar que… Están próximas a las locuciones fórmulas como tú sabrás o sus variantes usted sabrá, ustedes sabrán, etc., que equivalen igualmente a paráfrasis con suponer o imaginar, como en Tú sabrás lo que haces ~ Imagino que sabes lo que haces. El hecho de que el futuro de conjetura reciba las paráfrasis mencionadas no significa que equivalga exactamente a ellas. Se ha observado que, cuando el hablante elige el futuro de conjetura, suele manifestar un juicio especulativo algo más firme que el que se obtiene, por ejemplo, con los verbos modales. Se comprueba esa tendencia si se considera la pregunta ¿Quién es ese tipo? y se comparan una respuesta con el futuro de conjetura (Será el encargado) y su variante con un verbo modal de probabilidad (Debe de ser el encargado).

23.14j El futuro de conjetura es característico de los predicados atélicos, es decir, de los verbos que expresan estados, pero también actividades: —Hace mucho que no veo a Luis. ¿A qué se dedicará? —No sé, trabajará en cosas de informática seguramente. No se dice, por consiguiente, Luis se caerá de la escalera si se quiere manifestar la elevada probabilidad de que la caída de Luis se produzca en el momento en que se habla. Contrastan asimismo Pensará que somos tontos (futuro de conjetura, en una de sus interpretaciones) y Se convencerá de que somos listos (solo valor temporal, sin sentido modal). Aunque mucho menos frecuentes en los textos, no son imposibles, sin embargo, oraciones como En este momento entrará por la puerta de su casa en el sentido de ‘seguramente está entrando’, es decir, como presente progresivo (§ 23.5e). La existencia misma del futuro de conjetura se suele relacionar con la capacidad de este tiempo para crear situaciones no factuales, de forma que se usa la expresión de lo venidero como sustitución de lo supuesto. La extensión del futuro de conjetura al futuro compuesto (como en Habrá estado enfermo ~ Probablemente ha estado enfermo) se analizará en el § 23.16r.

23.14k La interpretación modal del futuro se obtiene en contextos que permiten también la temporal, lo que implica que el oyente ha de elegir entre una y otra en función de la situación. Aun así, la elección es más propia del español europeo que del americano, ya que —como se ha explicado— se observa una marcada tendencia en este último a sustituir el futuro sintético por el perifrástico en los usos temporales. En el español europeo se haría necesario un contexto particular para dilucidar si al futuro de Tendrás hambre corresponde la interpretación modal o la temporal. En el español americano sería más natural la variante Vas a tener hambre si se quiere decir que se dará dicha situación pasado algún tiempo. Los futuros que se subrayan en las oraciones que siguen admiten, fuera de contexto, las dos interpretaciones, pero se les aplica la misma consideración:

Me gustaría saber qué pensará Srinivasa de todo esto (Fresán, Historia); Entonces pondrá usted bien fuerte la música barroca (Arrau, Norte).

23.14l Seguido de oraciones adversativas construidas en presente, el futuro de conjetura acepta a menudo paráfrasis concesivas. Así, la oración subrayada en el fragmento siguiente admite la paráfrasis ‘Aunque Sempere no tenga otras virtudes’, además de ‘Seguramente no tiene otras virtudes’, común a los ejemplos examinados en los apartados precedentes: Otras virtudes no tendrá Sempere, pero hay que reconocer que es un buen raceador (Pérez Merinero, Días). El llamado por algunos gramáticos futuro concesivo no parece ser, por consiguiente, más que una variante contextual del futuro de conjetura. No sorprende que las paráfrasis más adecuadas de estas secuencias se suelan obtener con oraciones adversativas, ya que el primer segmento de las adversativas que encabeza pero adquiere pragmáticamente el valor de una concesión:

Le parecerá [=‘le puede parecer’] una tontería, pero aquello me salvó de morir (ABC 20/11/1983); ¿Qué es vivir? ¿Ustedes lo saben? La planta lo sabrá [=‘quizá lo sabe’], pero no tiene idioma ni lengua, ¿cómo lo explicaría? (Ocampo, Cornelia).

Con estas oraciones se rebate una información que se deduce del discurso previo, o bien una creencia que el hablante considera probable (por ejemplo, el que algo parezca una tontería a cierta persona, en el primer texto de este último grupo).

23.14m Los adverbios de probabilidad no son compatibles con las oraciones interrogativas, ya que dan lugar al choque de modalidades que se explica en el § 42.1n, como en *¿Qué hace Clara probablemente? No obstante, estas oraciones admiten el futuro de conjetura en contextos que equivalen a oraciones con los verbos poder y deber, como en ¿Qué hará Clara? ~ ¿Qué puede estar haciendo Clara?, y, a veces, con adverbios de duda. Pertenecen a este mismo grupo las interrogativas retóricas formadas con los sustantivos diablos, demonios, narices y otros similares que se mencionan en el § 42.12e:

Marina, Marina, ¿dónde estará [=‘puede estar’]? (Santos Febres, Pez); ¿Cómo tendrá [=‘puede ser que tenga’] grabados en su corazón los principios de la obediencia militar el que no está penetrado del mérito superior del que le manda? (San Miguel, Elementos); Mikel de tonto, ni un pelo, ¿qué diablos se propondrá [=‘se puede estar proponiendo’]? (Zaragoza, C., Dios); ¿Qué habrás [=‘puedes haber’] estado haciendo tú a estas horas? (Vázquez, Á., Juanita Narboni).

Otras interrogativas directas retóricas legitiman paráfrasis similares: ¿Cuántas veces te habré dicho [=‘es posible que te haya dicho’] que no pongas los zapatos sobre la cama?; ¿Por qué seré [=‘es posible que sea’] tan buena contigo?; ¿Qué sabrá [=‘puede saber’] usted, hombre? (Caballero, Nostalgia). Las interrogativas directas totales aceptan igualmente la construcción, como en ¿Estaré [=‘estoy tal vez’] loco?; en ¿Dejaré [=‘acaso dejo’] de tener razón?, o ¿Pero será [=‘acaso es’] que tiene un novio o algo así? (Gamboa, Páginas).

23.14n Aunque es redundante en alguna medida, no se considera censurable el futuro de conjetura con adverbios que expresen probabilidad o duda, es decir, la misma noción que esta forma verbal pone de manifiesto:

Se tratará seguramente de alguna prostituta atacada por su amante (Jardiel, Exceso); Usted a lo mejor creerá que yo estoy, ideológicamente, un tanto atrasado por mi vida en provincias (Henríquez Gratereaux, Disparatario).

También son en parte redundantes, aunque plenamente aceptables, las construcciones en las que el futuro de conjetura aparece subordinado a predicados que expresan actitudes proposicionales relativas a lo que se imagina, se calcula o se piensa que puede ser cierto:

Me imagino que estará muy ocupado con el viaje del Presidente a Cajamarca (Vargas Llosa, Conversación); Me figuro que habrá quienes irónicamente pregunten si V. M. o alguno de sus Ministros halló el secreto de la Piedra Filosofal (Marías, España); Supongo que no te importará que te tutee (Marsillach, Ático).

Junto a estos verbos de suposición y percepción mental, forman un segundo grupo de predicados que admiten futuros de conjetura subordinados algunos de los verbos que expresan constatación, así como aceptación o reconocimiento de algo, como en Comprendo que estará usted molesto o en Ahora me voy dando cuenta de que tendrá más de sesenta años, y también de que está vagamente vestida de asistenta o de ama de llaves (Muñoz Molina, Sefarad).

23.14ñ En las demás subordinadas sustantivas introducidas por la conjunción que es raro el futuro de conjetura. Puede decirse, en efecto, Luis no sabe que Carlos tiene probablemente el dinero. Sin embargo, si se dijera Luis no sabe que Carlos tendrá el dinero, se aludiría a una situación futura, no a un estado de cosas actual y a la vez contingente. Admiten, sin embargo, este futuro las interrogativas indirectas que se corresponden con las directas mencionadas en el § 23.14m, como en Me pregunto si estaré [=‘acaso estoy’] loco, o en las oraciones siguientes:

Sabe Dios dónde estará Gonzalo, en qué bar andará bebiendo (Bayly, Mujer); No sabemos quién será Rolando (Clarín 23/10/2000); Me pregunto para qué carajo querrá mi abuela una Collier’s (Fresán, Historia).

Así pues, los futuros de conjetura pueden aparecer en las oraciones interrogativas, que constituyen un tipo de modalidad (§ 42.1d), y también en las subordinadas sustantivas que complementan a los verbos que expresan nociones modales similares a las que esas mismas formas verbales ponen de manifiesto.

23.14o La conjunción condicional si no acepta el futuro (*Si vendrás, llámame) en el español actual. Esta opción era posible en el español medieval y el renacentista:

Si querrás, serás querido (Santillana, Proverbios); E sy d’esto avrás enojo, rruégote por Venus que me perdones (Rodríguez Padrón, Bursario); Pero mirad que, si alguno querrá dezir que la lengua vizcaína es en España aun más antigua que la griega, yo tanto no curaré de contender sobre lo contrario (Valdés, J., Diálogo); Verdad es que, si alguno querrá bien escodriñar, muchas sospechas e argumentos se podrán dezir contra lo sobredicho (Díaz Toledo, Fedrón); Préstame, si querrás, tu podadera (Valbuena, Erífile).

El futuro en las prótasis condicionales se registra hoy en el español popular de El Salvador y de otros países centroamericanos. Cuenta, además, como se ha indicado, con abundantes testimonios en la lengua antigua. El futuro de conjetura también se rechaza hoy en estas construcciones: Si acaso ella lo {sabe ~ *sabrá}, de nuevo a diferencia de lo que muestran los textos medievales: […] e si será [=‘acaso es’] fijo de conffrayre pague de entrada veinte sueldos (Justicia ganaderos).

23.14p Se admite excepcionalmente la pauta «si (conjunción condicional) + futuro» en ciertos contextos de cita en los que se reproducen literalmente palabras recién pronunciadas, como en —No te dirá nada. —Pues si no me dirá nada, no voy a hablar con él. No es propiamente condicional la construcción «si + futuro de conjetura» característica de las exclamaciones de la lengua conversacional, en las que se resalta alguna característica —casi siempre negativa— de algo o alguien, como en Buena la has hecho, hijo. Si serás tonto (Cerezales, Escaleras). Puede pensarse que este uso de si se asimila a los adverbios que expresan cuantificación a distancia, analizados en el § 42.15t, puesto que el adjetivo no admite gradación (*Si serás tan tonto…).

23.14q Estas construcciones pueden ir seguidas de complementos consecutivos, como en Si será torpe que se volvió a caer (es decir, ‘Tan torpe es que se volvió a caer’), pero estos complementos se omiten a veces y se sustituyen por una curva tonal ascendente, como sucede en las demás consecutivas (§ 45.14o, p): Pero fíjate si será maldita —porfió Gurisa en el taxi fatigado (Onetti, Viento). Resulta igualmente frecuente omitir la partícula si en los contextos descritos, de forma que la curva tonal ascendente suple en su conjunto el equivalente de la construcción consecutiva tan… que o sus variantes con tal analizadas en el § 45.14:

Entonces eras tú… ¡serás subnormal! ¿Y por qué no contestabas? (Resino, Pop); Y aun así tú crees que no hubo premeditación, tendrás cara (Marías, J., Batalla); No te quedes ahí parada con toda estas solina viendo los camellos. ¡Será la primera vez que los has visto! (Vázquez, Á., Juanita Narboni).

Como se explica en el § 42.7c, en la lengua antigua se usaba si como un adverbio interrogativo cercano al actual acaso, como en los textos siguientes:

¿Si será —dixo el Rey— por ventura un cavallero que ha andado por tierra de Alemaña […]? (Rodríguez Montalvo, Amadís); ¡Qué apunte es el capitán! / ¿Si pensará que me engaña? (Bretón Herreros, Sobrinos); ¡Ay cielos! ¿Si sentirá / Que su hijo mi esposo era? (Moreto, De fuera).

23.14r En el § 23.14c se explicó que los futuros perifrásticos son hoy más frecuentes en el español americano que en el europeo. Entre todos ellos predomina «ir a + infinitivo». Las diferencias con el futuro sintético son, en primer lugar, de registro, en cuanto que esta perífrasis se documenta en la lengua hablada en proporción mucho mayor que la forma sintética. Se ha observado que algunas de estas preferencias por la forma analítica se extienden asimismo al español europeo, aunque en proporción algo menor:

Si pones la mano ahí, te {mancharás ~ vas a manchar}; Pruébalo, te {gustará ~ va a gustar}; Yo creo que {lloverá ~ va a llover}; Me parece que {necesitará ~ va a necesitar} ayuda.

De hecho, el futuro sintético se considera poco natural y propio de un estilo excesivamente elevado en algunos contextos, por ejemplo en ¿Cómo {entraremos ~ vamos a entrar}? En segundo lugar, se ha señalado en los estudios sobre estas construcciones que el uso de la perífrasis en algunas variedades del español americano puede involucrar al hablante en su afirmación, lo que hace que se obtenga más claramente con ella la inferencia según la cual el que habla confía en que el suceso futuro llegue a producirse: Algún día se {arreglará ~ va a arreglar}.

23.14s El uso de la perífrasis «ir a + infinitivo» en la interpretación de conjetura (como en Ahora resulta que vas a tener razón) se analiza en el § 28.8f. A lo allí consignado cabe añadir que en el español americano se admite además la interpretación de conjetura con la forma «irá a + infinitivo»:

Aún no han llegado a su nueva sede, y nadie, ni el manager Domingo Carrasquel, sabe cuál irá a ser (Nacional 12/1/1997); ¿Qué irá a ocurrir cuando pasen los años y la tierra se sacuda el caos del sometimiento? (Protagonistas 3/2000).

En estas oraciones es la perífrasis «ir a + infinitivo» la que aporta el contenido temporal prospectivo, mientras que la flexión de futuro proporciona la noción de incertidumbre o de duda correspondiente al valor de conjetura. Sobre el contraste entre el futuro sintético y la perífrasis «ir a + infinitivo» en las prótasis condicionales, como en Si {te vas a enfadar ~ *te enfadarás}, no sigo hablando, véase el § 28.8e.

23.14t En los § 28.4a y ss. se explica que el verbo querer da lugar a construcciones semiperifrásticas en la lengua actual. Estas construcciones se usaban en la lengua medieval con valor temporal y aun hoy se percibe una tendencia marcada a emplear este verbo con valor prospectivo en contextos en los que alterna con el futuro. Así, en Y a vos, Raúl, quiero decirte que a mí no me debés explicaciones (Rovinski, Herencia), el hablante parece estar cumpliendo un deseo a la vez que manifiesta tenerlo. También «pensar + infinitivo» se usa como expresión de una decisión firme en contextos en los que alterna con el futuro, como en No pienso callarme ~ No me callaré o en Me vine porque allá no me encontré trabajo y solo pienso ir a Colombia de vacaciones (Tiempo [Col.] 1/7/1989). Sobre el uso de «haber de + infinitivo» como futuro analítico, véanse los § 28.6p y ss. En relación con el de «ir a + infinitivo», véase el § 28.8.

23.14u El futuro adquiere sentidos especiales con algunos adverbios de tiempo o de aspecto. Con predicados atélicos, admite el adverbio ahora en la interpretación de conjetura (que se refiere al presente, tal como se explicó en el § 23.14h), como en A saber dónde andará ahora (Cercas, Soldados); pero adquiere el sentido estrictamente temporal si ahora se interpreta como ‘a partir de este momento’: Ahora viviremos mejor. Corresponde este mismo sentido a Ahora se sentirá menos solo (Vallejo-Nágera, Depresión). Con los predicados télicos, predomina la interpretación de ahora con el significado de ‘inmediatamente’: ¿Por qué no lo hice? Ahora lo sabrá (Mendoza, Verdad). Con el futuro sintético del verbo ver y también con el analítico (ir a ver), el adverbio ahora puede dar lugar a fórmulas exclamativas que expresan desafío, amenaza y otras formas de hostilidad en diversos grados: Ahora verán ~ Ahora van a ver. El adverbio ya denota dilación antepuesto al futuro en las oraciones afirmativas y en ciertas expresiones semilexicalizadas, como Ya veremos, Ya hablaremos, Ya habrá tiempo, Ya pasará, etc. En cambio, equivale a más en las negativas (§ 30.8f-z), antepuesto o pospuesto, como en Ya no volverán. En cambio, si el futuro es de conjetura, la oración con ya se interpreta como un presente con valor modal, como en Me imagino que ya estará por habitar. ¿No es así? (Gallego, Adelaida).

23.14v El futuro no se construye con adverbios relativos temporales en el español general de hoy, a diferencia de lo que se admite en otras lenguas románicas y de lo que era habitual en el español de otras épocas:

Si tú has fecha tan digna penitençia, segúnd dixe, quando verás el fuego, fincarás las rodillas (San Vicente Ferrer, Sermones); […] en las cartas es vn maremagnum, como entenderéis quando llegaremos a tratar dellas (Torquemada, Manual); Y esto se hará y cumplirá cuando les ayudaremos a salvar las ánimas y no a perder las honras (Guevara, Epístolas).

En el actual se obtienen alternancias marcadas como Te lo llevaré cuando {*estará ~ esté} listo; Puede usted sentarse mientras {*esperará ~ espera}. En lo relativo a cuando existen, no obstante, algunas excepciones:

1. Arcaísmos o fenómenos de adstrato

2. Fórmulas de relieve

3. Relativas apositivas

4. Construcciones de cuando inverso

Se analizarán someramente en el apartado siguiente.

23.14w Las excepciones del tipo 1 hacen referencia al uso de la pauta cuando llegaré en algunas variantes del español centroamericano. Los fenómenos de adstrato que se mencionan aluden al empleo de esta construcción en el español hablado en Cataluña y Aragón (España) por influencia del catalán. Estos usos no han pasado a la lengua culta, por lo que no se recomiendan. Las excepciones del tipo 2 afectan, en cambio, a una pauta sintáctica propia del español general y no se consideran incorrectas:

Es ahora cuando habrá que completar el triunfo (Uslar Pietri, Visita); No es sino después de haber descubierto la complejidad de los datos históricos cuando comprenderemos […] (García Gual, Arturo).

Las particularidades de esta construcción sintáctica se analizan en los § 40.10 y 40.11. Sobre el uso en ella del futuro, véanse en particular los § 22.9r y 24.5c. Las excepciones del tipo 3 se dan en oraciones de relativo en las que cuando está separado de su antecedente por una pausa, como en Vamos a seguirlo hasta mañana al mediodía, cuando llegaremos a un desvío que desciende hasta el río (Mutis, Maqroll). Las del tipo 4 son las menos frecuentes de las tres, ya que las construcciones de cuando inverso (§ 23.12b, o y 24.5q y ss.) raramente son prospectivas: Estarán ustedes reunidos y concentrados cuando, de pronto, se oirá una voz.

23.14x Están semilexicalizadas las fórmulas Tú verás y sus variantes con vos, usted, vosotros y ustedes. Expresan expectativa seguidas de como o cómo22.16b): Ya verás como todo se arregla (donde verás alterna con vas a ver en el español americano). Otras veces indican que el hablante deja al interlocutor la responsabilidad de la elección o la decisión que se debe tomar:

Tú verás qué prefieres, qué te conviene más (Grandes, Aires); Luis: Todas. Por eso te puedo prestar la que quieras. Pablo: Tú verás. Dame la que te parezca mejor (Fernán Gómez, Bicicletas).

Estos últimos casos admiten paráfrasis con ‘allá tú’, ‘como tú quieras’ y las expresiones equivalentes con vos, usted, vosotros y ustedes. Adquiere otras veces un tono de advertencia o de amenaza: Juanjo: ¡Maite, por favor! ¡No lo empeores! Maite: Tú verás. Te la tendrás que llevar a casa cogida del cuello (Miralles, Céfiro). El uso del futuro del verbo ver en tercera persona (con un pronombre distinto de usted) es menos frecuente en los textos, pero se documenta ocasionalmente: Pues ellos verán, porque como no vengan yo ya lo tengo pensado (Mendizábal, Antoñito).

23.14y Con saber, decir y otros pocos verbos se crean fórmulas similares a las que se acaban de describir. Con usted sabrá, tú sabrás o vos sabrás, el hablante se inhibe y, en lugar de responder a su interlocutor, le atribuye el conocimiento de cierta información o la responsabilidad de alguna situación relativa a ella:

¿Tenía que hacerlo? —Eso… usted sabrá (José, Buster Keaton); ¿Crees que eso tiene importancia? —Tú sabrás, tío. Tú eres el padre de la criatura (Marsé, Muchacha).

Este es un futuro de conjetura. No lo es, en cambio, el que aparece en las expresiones equivalentes con el verbo decir (usted dirá, tú dirás, etc.), con las que se comunica a alguien la disposición del que habla a escuchar lo que la otra persona tenga que decir, pero también su situación de verse obligado a oírlo: —Mírame a la cara, Melina, mírame mientras te hablo. —Tú dirás, Isaac, tú dirás (Jiménez Emán, Tramas). Esta misma locución se emplea en la réplica en el sentido de ‘por supuesto, naturalmente’, pero también como señal de reconvención por no percibir lo obvio de alguna respuesta: —Dame las direcciones de todos esos fulanos —me dijo Galíndez. —¿La de Domínguez también? —Tú dirás. Ese el primero (José, Buster Keaton). Este último uso es más frecuente en el español europeo que en el americano.

23.14z En la Sierra ecuatoriana y en los Andes colombianos, se utiliza el futuro por el imperativo, tal vez por calco del quechua, como en Tomarás por ‘toma o tomá’; Harás por ‘haz o hacé’. El futuro se construye frecuentemente en estos casos con pronombres enclíticos: Harasme un favorcito; Darasme un poco de chicha; Harásmelo saber, etc.

Información adicional

En relación con este capítulo, la siguiente entrada del Glosario de términos gramaticales podría ser de su interés:
futuro simple de indicativo

 

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