Sintaxis

36 El complemento de régimen preposicional

36.5 Complementos de régimen de los sustantivos y los adjetivos. Sus límites con otras funciones sintácticas

36.5a Los complementos preposicionales de los sustantivos se analizan en los § 12.10 y ss., y los de los adjetivos en el § 13.17. En esta sección se agregan algunas consideraciones generales sobre sus complementos de régimen, que se completarán con la descripción, ordenada por preposiciones, que se hará en las secciones siguientes.

36.5b Según se explica en los apartados a los que se remite y se recordó en las secciones precedentes, muchos sustantivos mantienen el régimen del verbo del que se derivan (o con el que se asocian semánticamente) como manifestación de la herencia de ciertos argumentos de la categoría primitiva. Conservan, pues, parcial o totalmente, su estructura argumental:

{aspirar ~ aspiración} a un futuro mejor; {confiar ~ confianza} en la gente; {discutir ~ discusión} sobre política; {oler ~ olor} a rosas; {salir ~ salida} de la ciudad.

Se registran, sin embargo, varias irregularidades en este proceso, lo que es esperable, dada su naturaleza léxica. El sustantivo derivado rechaza a veces el régimen de su verbo: se dice, por ejemplo, Me amenazó con dispararme, pero tiende a rechazarse *su amenaza con dispararme. Aun así, son relativamente infrecuentes los cambios de régimen preposicional en los sustantivos derivados: introducción a la Física (como título de un libro, también registrado con en), pero introducirse {*a ~ en} la Física.

36.5c Otras veces, el sustantivo derivado prefiere uno de los varios regímenes que admite el verbo del que se deriva, como en Esta decisión corresponde {a ~ con} lo pactado, frente a La correspondencia de esta decisión con (mejor que a) lo pactado. También se da la situación inversa, es decir, que el nombre admita más complementos preposicionales que el verbo con el que se asocia léxicamente, como en su interés {por ~ en ~ hacia ~ en relación con} ello, frente a interesarse {por ~ en} ello, con clara tendencia a rechazar las otras dos variantes. Las mismas asimetrías se comprueban en los sustantivos derivados de adjetivos. Se admite, por ejemplo, diferente {de ~ a} los demás, pero solo resulta natural la primera opción en su diferencia {de ~ *a} los demás. A su vez, diferencia admite con, como en La diferencia con el joven sacerdote, se dice, es que él no tiene fe (Gamboa, Páginas), pero diferenciarse rechaza este régimen: Se diferencia {del ~ *con el} joven sacerdote. Existen otros muchos casos similares.

36.5d Los complementos de los sustantivos que se derivan de verbos transitivos suelen ir introducidos por la preposición de1.12w): la lectura del texto, la venta del ganado, tu promesa de llevarme al cine, el repaso de los apuntes. Estos complementos, que tradicionalmente se denominan complementos de genitivo objetivo, no son propiamente complementos de régimen, puesto que los verbos de los que esos sustantivos se derivan no introducen la preposición de. Como se recordará, tales complementos se denominan abreviadamente en esta gramática complementos objetivos. Al igual que el objeto directo, suelen designar el paciente de la acción o el elemento que la recibe directamente.

36.5e Tampoco se consideran complementos de régimen los introducidos por la preposición de cuando se corresponden con el sujeto del verbo del que procede el sustantivo: la rebelión de las masas, la salida del barco, la caída de los precios, la respuesta del Gobierno, la falta de recursos. Estos complementos, que —como los anteriores— alternan con posesivos (su preocupación, mi arrepentimiento, su respuesta), suelen llamarse tradicionalmente complementos de genitivo subjetivo (aquí, de forma abreviada, complementos subjetivos). Tampoco se consideran complementos de régimen, como se ha señalado, puesto que, al igual que en el caso anterior, la preposición que los introduce no está heredada del verbo del que se derivan. La preposición de que encabeza los complementos subjetivos y objetivos es una marca de función que la sintaxis exige, pero carece propiamente de significado, a diferencia de lo que sucede en los complementos de régimen. Así pues, la preposición de denota ‘lugar de procedencia’ en la salida de la ciudad, pero es tan solo una marca de función sintáctica en la salida del barco o en la traducción de la novela. Recuérdense, en relación con estas mismas cuestiones, los § 12.11 y 12.12.

36.5f Se señaló en los § 36.1j y ss. que se da muy frecuentemente cierta compatibilidad semántica entre la preposición seleccionada y el significado del sustantivo que la selecciona. Repárese en que muchos sustantivos que introducen la preposición a designan cosas que se envían o se dirigen a las personas o a otros seres (carta, manifiesto, mensaje, oda), que se otorgan o se conceden (homenaje, monumento, plácet, premio, recompensa) o se imponen (arancel, gravamen, impuesto, tasa), entre otros significados igualmente relacionados con las nociones de ‘dirección’ y ‘destino’ que caracterizan el significado mismo de la preposición. De forma análoga, la preposición sobre, que aparece introducida por verbos como escribir, hablar o pensar, precede también a sustantivos no derivados, como idea, ley o novela36.10o). Estos sustantivos designan cosas que necesariamente han de versar sobre materias o contenidos diversos, lo que, como antes, expresa la preposición de forma abstracta. Por último, los sustantivos aversión, inquietud, odio, pena o piedad no se derivan de verbos que seleccionen la preposición por, pero todos la admiten en su complemento (§ 30.10h), a veces en alternancia con otras (§ 36.6e). Los sentimientos o las reacciones emocionales que esos sustantivos denotan son despertados obligadamente por alguien o algo. Se aplica un proceso análogo a otros muchos casos, como se verá en las restantes secciones de este capítulo.

36.5g La preposición elegida por gran número de sustantivos abstractos es la misma que selecciona el verbo (generalmente de apoyo: § 1.10k-m) con el que se construyen. Así, en padecer obsesión por el juego cabe pensar que obsesión por el juego es un grupo nominal que desempeña la función de complemento directo de padecer, pero también que el verbo padecer se construye con un complemento directo (obsesión), además de con un complemento de régimen (por el juego). La primera opción es posible porque se puede decir la obsesión por el juego que padecía; la segunda lo es porque también cabe decir la obsesión que padecía por el juego. Este doble análisis se extiende a otros muchos casos, entre ellos los que se ilustran seguidamente:

causar [perjuicios a la gente] ~ [causar perjuicios] a la gente;

cometer [un atentado contra el banco central] ~ [cometer un atentado] contra el banco central;

dar [una vuelta a la manzana] ~ [dar una vuelta] a la manzana;

emprender [una campaña contra el ministro] ~ [emprender una campaña] contra el ministro;

manifestar [interés por la química] ~ [manifestar interés] por la química;

mostrar [curiosidad por lo esotérico] ~ [mostrar curiosidad] por lo esotérico;

planear [un viaje a las Bahamas] ~ [planear un viaje] a las Bahamas;

tener [opciones a un puesto mejor] ~ [tener opciones] a un puesto mejor.

El rasgo más característico de la doble opción reside en el hecho de que los verbos que la permiten son siempre predicados abstractos que denotan en casi todos los casos la existencia, la presencia o el surgimiento de las acciones o las situaciones que esos sustantivos ponen de manifiesto. Véanse también, en relación con esta materia, los § 12.16n y ss.

36.5h Los grupos preposicionales encabezados por la preposición a, característicos de la función de complemento indirecto, son heredados con frecuencia por los sustantivos deverbales. Estos complementos marcan el término que designa al destinatario de la acción, como en la petición al juez, la concesión del premio Nobel a un escritor chino, solicitudes al ministerio, el robo del dinero a los pensionistas, su respuesta a la prensa, los pagos a los acreedores. Este proceso se extiende también a otros muchos sustantivos derivados de verbos transitivos. Se dice, en efecto, asaltar el castillo, vetar la propuesta, impulsar la modernización o rechazar el proyecto (todos con complemento directo). Son anómalas, en cambio, las variantes *asaltar al castillo, *vetar a la propuesta, etc. Sin embargo, los sustantivos derivados de estos verbos se construyen a menudo con a, en alternancia con de, lo que se atribuye a que las acciones denotadas se interpretan como dirigidas u orientadas hacia algún objetivo:

el asalto {al castillo ~ del castillo}; el veto {a la propuesta ~ de la propuesta}; el impulso {a la modernización ~ de la modernización}; el rechazo {al proyecto ~ del proyecto}; la solución {al problema ~ del problema}.

Se ejemplifican a continuación algunas de estas alternancias:

En él se habla del asalto al cuartel de San Francisco y de cómo los individuos que participaron en él se vieron envueltos casualmente en el suceso (Casares, Dios); Entre los cadetes de la Escuela Militar que se habían sumado al asalto del cuartel estaba nada menos que un hijo del general Díaz Amaya (Uslar Pietri, Oficio); Clinton impuso el veto a un proyecto que hubiera aumentado en 3800 el salario de los legisladores (Nuevo Herald 1/11/2000); La desaprobación o veto de una elección por parte del Comité de Asuntos Electorales a causa de vicios en los procedimientos, acarreará la nulidad del evento (Ulloa, Dinero); El plan 22 ha resultado ser la solución a una serie de problemas en este distrito fronterizo (Rey, Sebastián); La mujer, con esta formación, busca la solución de sus problemas (Burgos Ortiz, Movimientos).

36.5i Se proporcionan a continuación otros ejemplos de complementos del nombre introducidos por la preposición a que se corresponden con los complementos directos de los verbos respectivos, a menudo en alternancia con complementos indirectos:

acoso a la prensa, advertencias al alumnado, agresión a una joven, ánimos a los estudiantes, ayudas al campo, castigo a los culpables, elogios al poeta, injurias al Estado, invitación a los profesores, llamadas a la policía, miradas al pasado, protección al consumidor, provocación a la ciudadanía, visitas al dentista, votos al Gobierno.

A esta misma pauta corresponde el ejemplo clásico el amor a Dios, que alterna con el amor de Dios en la interpretación en la que designa la persona amada, no la que experimenta el amor.

36.5j La elección de la preposición a en los casos analizados es más frecuente con complementos de persona o de cosa personificada. Estos complementos se rechazan con muchos sustantivos derivados de verbos que seleccionan objetos afectados: el asesinato {de ~ *a} un policía; el despido {de ~ *a} un centenar de trabajadores; el secuestro {del ~ *al} industrial. La admisión del régimen con a inhabilita otras veces al sustantivo para aceptar complementos objetivos con de, aun cuando el verbo con el que podría asociarse introduce a, como en su respeto {a ~ *de} los demás; su odio {a ~ *de} todo el mundo.

36.5k Al igual que los verbos y los sustantivos, los adjetivos introducen complementos preposicionales, como en compatible con otro trabajo, desagradable al oído, difícil de solucionar, digno de mención, enfermo del corazón, pendiente de la hora, reacio a responder:

Ambos pertenecían a esa clase de seres compatibles con todo tiempo y lugar (Castro, L., Fiebre); Es una costumbre que tenemos los caraqueños, algo difícil de explicar (Ulive, Dorado); Avergonzados de sus esperanzas y enemistados con un mundo al que habían creído complaciente y generoso, digno de su aparente esplendor, volvieron hacia Tulancingo (Rubín, Rezagados); Fue una mañana larga y extraña, con todo aquel hollín cayendo del cielo y mis padres reacios a abandonar la cama (Sánchez, H., Héroe).

Como se ha señalado en esta misma sección, no son propiamente complementos regidos los complementos subjetivos y objetivos del sustantivo, puesto que la preposición que introducen no se obtiene del verbo respectivo (conmemoración de, estudio de, indicación de, representación de, sustitución de), sino que constituye una marca de función, análoga en cierto sentido al caso genitivo en latín. Nótese ahora que esta marca se extiende a muchos adjetivos (conmemorativo de, estudioso de, indicativo de, representativo de, sustitutivo de), por lo que estos complementos del adjetivo tampoco son estrictamente complementos de régimen. Contrastan, en consecuencia, con los que introducen una preposición ya seleccionada por el verbo del que se derivan: carente de ~ carecer de; dependiente de ~ depender de, etc.

36.5l Es polémica la cuestión de si debe asimilarse o no a los complementos de régimen el que encabeza de en la expresión escaso de fuerzas. Por un lado, se corresponde con Las fuerzas escasean (sin preposición), lo que lo asimilaría a los complementos subjetivos; por otro, pertenece a un paradigma limitado de complementos que restringen el ámbito al que se aplica la noción designada por el adjetivo, como fino de oído, caído de hombros y otros similares a los que se hará referencia en los § 36.8i y ss. No se consideran estrictamente complementos de régimen los que denotan diversas circunstancias temporales, finales o de otro tipo, como sucede con los sustantivos o los verbos. Se obtiene, pues, un complemento regido en apto para trabajar (donde apto selecciona la preposición para: § 46.4i), pero no corresponden a esta construcción los usos de «adjetivo + para» en los que la preposición introduce un complemento adjunto de sentido final no seleccionado por el adjetivo, como en siempre madrugador para aprovechar bien el día, o bien uno seleccionado por un cuantificador, como demasiado en La vida aquí es demasiado dura para soñar con el futuro (Alonso, Supremísimo).

36.5m Los adjetivos procedentes de verbos suelen mantener el complemento de régimen de estos con sus mismas preposiciones: eximir de ~ exento de; carecer de ~ carente de; dividir {por ~ entre} ~ divisible {por ~ entre}; atentar contra ~ atentatorio contra. También, como los sustantivos o los verbos, los adjetivos seleccionan la preposición que introducen e, indirectamente, el término de esta, que puede ser un grupo nominal (carente de medios adecuados), una subordinada sustantiva declarativa en indicativo (seguro de que llegaría a tiempo) o en subjuntivo (ansioso de que regrese), además de una interrogativa indirecta (independiente de cómo se resuelva). Los adjetivos admiten también infinitivos en el término de la preposición (§ 26.5).

36.5n Se recordó en los § 36.1g y ss. que los complementos de régimen pueden quedar implícitos, lo que se extiende también a los de los adjetivos. En los § 13.17g y ss. se explica que, cuando lo están, se interpretan unas veces en sentido genérico, y otras de forma anafórica, es decir, por remisión a un contexto previo en el que se ha introducido la información omitida. Así, si se dice de alguien que es fiel, desleal o diferente, se entenderá que lo es en relación con los demás en general, pero en Dijo que no era partidario o en Esa calle tampoco es paralela se recuperan anafóricamente contenidos presentados en el discurso precedente (… de esa medida, … a la calle principal, etc.). Existe relación entre la preposición que eligen los adjetivos en los complementos que introducen y el que se construyan con ser o con estar. Esta cuestión se analiza en los § 37.9p y ss.

36.5ñ La elección de la preposición por parte de un gran número de sustantivos y de adjetivos que seleccionan complementos de régimen suele depender, como en el caso de los verbos, de la clase semántica a la que todas estas palabras pertenezcan. Aun cuando se reconocen numerosas irregularidades en la distribución de usos, las generalizaciones fundamentales que cabe establecer se presentarán de modo esquemático en las secciones restantes de este capítulo. Como se explicó en las precedentes, la mención de una determinada preposición en el complemento de régimen introducido por un verbo, un sustantivo o un adjetivo no excluye que se pueda construir también con otras preposiciones.

Información adicional

En relación con este capítulo, la siguiente entrada del Glosario de términos gramaticales podría ser de su interés:
genitivo

 

Nueva gramática de la lengua española
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