Sintaxis

28 El verbo (VI). Las perífrasis verbales

28.15 Perífrasis de gerundio (IV). Otras perífrasis

28.15a Existen dudas sobre si «llevar + gerundio» es perífrasis verbal, ya que el gerundio alterna en esta construcción con complementos predicativos: Lleva dos semanas {viviendo aquí ~ sin venir a casa ~ muy despistado}. Se aceptará provisionalmente como construcción perifrástica teniendo en cuenta las consideraciones que se hacen sobre este punto en los § 28.1p, 28.3p y en el capítulo 38.

28.15b «Llevar + gerundio» posee un contenido similar a «venir + gerundio», pero, a diferencia de esta última perífrasis, exige siempre una expresión que indique la duración del intervalo considerado, o bien alguna marca que haga expreso su límite inicial. La perífrasis denota así que un estado de cosas se mantiene a lo largo de un determinado período, e incluso da a entender que puede prolongarse. Ese período se representa gramaticalmente mediante un grupo nominal cuantificativo, como en Llevo viviendo aquí mucho tiempo, o en los textos siguientes:

Llevo dos semanas trabajando en la fábrica de la calle Escorial (Marsé, Montse); Ella llevaba más de diez años viviendo en Miami y estaba tan habituada a manejar dólares como yo a sufrir carencias (Díaz Martínez, Piel); Un puñado de fieles llevaba mucho tiempo aguardando a que don Ramírez apareciese para escuchar la misa del domingo (Torbado, Peregrino); Me salí y llevo algún tiempo tratando de ponerme en contacto con las personas que fueron adoptadas mientras estuve allí (Millás, Mujeres).

28.15c La expresión cuantificativa que se menciona se puede formar también únicamente con un sustantivo o un grupo nominal en plural, como en Llevo horas esperándote o en estos otros fragmentos:

Solo una vez he querido sentirme catequista de nuestra civilización y capaz de atraer a ella a quienes llevan siglos soportando su acoso (Rubín, Rezagados); Lleva meses disculpándose para no acudir a las cenas que el gobernador organiza todos los sábados (Casares, Dios).

Puede ser también una unidad lexicalizada o semilexicalizada de sentido temporal: un buen rato, un cierto tiempo, etc. No se expresa, sin embargo, este elemento cuantificativo con grupos preposicionales encabezados por durante o a lo largo de. Se consideran, pues, forzadas o poco naturales oraciones como Llevo viviendo aquí durante diez años o Llevaba preparando el examen a lo largo de muchos meses. La irregularidad que se percibe en estas oraciones anómalas está basada en un efecto de redundancia, puesto que los complementos introducidos por durante y a lo largo de acotan un proceso o una actividad (Vivió allí durante tres años) de manera similar a como lo hace léxicamente el verbo llevar. Por otra parte, el complemento cuantificativo de significación temporal es argumental en el caso del verbo llevar.

28.15d Aunque menos frecuentemente, se forman también esos complementos temporales con la preposición desde, que indica el punto inicial del período al que se hace referencia, como en Lleva lloviendo desde el jueves; Se lo llevaba advirtiendo desde hacía tiempo, o en los textos siguientes:

Al ver humillada tu grandeza, calla la diosa su voz, que llevaba atronando desde siglos (Moix, Sueño); Aquel soltero aparente tenía en otra dimensión oculta una familia imaginaria, una familia que llevaba construyendo al menos desde hacía veinticinco años (Millás, Mujeres); Y como no encuentra mejor cosa que decir, repite lo mismo que lleva diciendo desde la mañana (Delibes, Mario).

28.15e Con las formas canto o cantaba en combinación con grupos preposicionales encabezados por desde se obtienen secuencias sinónimas de las formadas por la perífrasis «llevar + gerundio». Así, Lleva diez años viviendo aquí equivale a Vive aquí desde hace diez años; Llevo dos horas esperándote equivale a Te espero desde hace dos horas. La perífrasis es incompatible con hasta (*Llevaba nevando hasta el jueves), puesto que «llevar + gerundio» exige que el límite final de la construcción no esté acotado. El complemento con desde es compatible con la expresión de la magnitud temporal: Desde que suspendió, lleva tres meses estudiando sin parar.

28.15f «Llevar + gerundio» se diferencia de otras perífrasis de gerundio en que admite únicamente el presente, el imperfecto y el condicional. Se aplica generalmente a predicados atélicos o durativos, como en la mayor parte de los ejemplos citados en los apartados precedentes. Cuando se construye con predicados télicos, se obtiene la suspensión del límite final (Llevaba diez meses pintando el mismo bodegón), o bien la interpretación iterativa (Llevo años tomando este autobús). Cuando la perífrasis adquiere sentido iterativo, se admiten dos complementos temporales: uno de ellos modifica a llevar y expresa el tiempo durante el que se prolonga la situación que se repite; el otro modifica al gerundio y expresa el tiempo que dura cada una de esas etapas sucesivas:

¿A qué quería referirse? ¿A qué culpa, a qué visión infernal asociaba esa presencia? Eva llevaba días y días durmiendo solo dos horas. Vivía una inexplicable crisis (Posse, Pasión); La vieja llevaba muchos años comulgando todos los días, hecho que no evitó que en su casa se cebara la Huestia (Argüelles, Letanías).

Estos dos complementos se admiten también en construcciones con las partículas durante o a lo largo de, de las que se habló en los § 28.13n y ss., como en Durante muchos años comulgó todos los días.

28.15g El esquema que corresponde a «llevar + gerundio» en el español general se extiende a «tener + gerundio» en la mayor parte de las áreas americanas, pero especialmente en la centroamericana, la caribeña y la andina. Este uso corresponde a la oración Tengo varios años trabajando en esta empresa (donde tengo equivale a llevo) o a los textos siguientes:

Los siete años que tengo representando Náutica en América Latina he visto el crecimiento del negocio en volumen y en importancia (Listín Diario 4/11/1997); El boxeador panameño Orlando Soto, quien tiene entrenando más de 3 meses en el Gimnasio Corpus […] (Siglo 27/3/1997); ¿Cuánto tiempo tienes viviendo aquí, cuánto tiempo crees que has pasado entendiendo a esta gente? (Ott, Dientes); Hay mexicanos que ganan más que los norteamericanos, depende de la calidad, del tiempo que tengan jugando (Proceso [Méx.] 9/2/1997).

28.15h La perífrasis «pasar(se) + gerundio» coincide con «llevar + gerundio» y «te ner + gerundio» en que se aplican también a ella las consideraciones apuntadas en las páginas precedentes en relación con los límites inestables entre estas construcciones y las predicativas. En Se pasó tres meses lloviendo cabe decir Se los pasó así, y también ¿Cómo se los pasó? Nótese además que se admiten construcciones como Diana se pasó una semana encerrada y estudiando, en las que se coordinan dos elementos predicativos. Sobre la alternancia entre el gerundio y «sin + infinitivo» (Se pasó tres meses sin llover), véase el § 28.15w. También coinciden estas tres perífrasis en que requieren el complemento cuantificativo al que se hizo referencia en los apartados anteriores: Lleva un mes estudiando ~ Se pasó dos días estudiando. Aun así, en el caso de «pasar(se) + gerundio» el grupo nominal suele ser definido, como en La niña se pasa las horas muertas mirando la televisión. El grupo nominal de significación temporal puede designar, por tanto, un período (la noche, la juventud, la vida), no solamente una medida de tiempo (dos horas, tres años):

Solo los que […] nos hemos pasado la vida huyendo, sabemos que más allá solo hay un territorio de tránsito (Barnatán, Frente); En el calabozo de al lado había una presa que se pasaba las horas cantando (Chacón, Voz); Mi papá no trabajaba, se pasaba las tardes tomando mate en el patio (Cortázar, Rayuela); Pidió que le hicieran las pruebas y se pasó la tarde mordiéndose las uñas mientras le entregaban los resultados (Gamboa, Páginas); El jolgorio del día anterior lo había dejado rendido, así que se pasó la noche roncando (Rulfo, Pedro Páramo); Contó que se pasaba el tiempo jugando y bebiendo (Casaccia, Babosa).

28.15i Los grupos nominales definidos a los que se hace referencia en el apartado anterior ejercen la función de complemento directo (Se pasa los días holgazaneando), incluso cuando la oración es impersonal (Se ha pasado toda la semana lloviendo). El significado de la perífrasis está próximo al de «estar + gerundio» (Estuvo toda la semana lloviendo), pero el sentido de pasar es más enfático y resulta poco natural en las construcciones en las que no se pondera o se realza el período mencionado, frente a lo que sucede con estar. Se diría, pues, con naturalidad Solo estuvo lloviendo cinco minutos, pero la lengua tiende a rechazar *Solo se pasó lloviendo cinco minutos. Son también enfáticas, y requieren un complemento cuantificativo, las construcciones formadas con «estarse + gerundio» y «tirarse + gerundio», la última en los registros muy coloquiales del español europeo. Sin embargo, mientras tirarse admite objetos directos (La primera hora se la tiró perdiendo el tiempo), estarse solo es compatible con adjuntos nominales: Se estuvo una hora holgazaneando. He aquí algunos ejemplos de estas construcciones:

Salen de madrugada y se tiran andando, entre piedras, bastantes horas (Vergara, Comer); En los palos más altos se paran esos pájaros como vigías y se están toda la tarde mirando los campos como arpías (Martín Campo, Carreteras); La señorita Adoración se tiraba todo el día santiguándose (Mendicutti, Palomo); Lo que pasaba era que criticar resultaba muy fácil y caerle encima al teniente, que se estaba todo el día trabajando para hacer que el negocio prosperara, también (Vergés, Cenizas).

Como en otros casos semejantes, algunos de estos gerundios perifrásticos se pueden interpretar también como atributivos, ya que alternan con adjetivos: Le dije que se estuviera quieto (Cortázar, Rayuela). Las construcciones en las que estos verbos se combinan con adjetivos y participios se estudian en el § 38.5i.

28.15j La combinación del verbo pasar y un gerundio no da lugar a perífrasis verbales en otros casos. Las formas pasarla y pasarlo (la segunda, usada sobre todo en España y en la Argentina) admiten complementos adverbiales de modo: pasarla o pasarlo {bien ~ mal ~ regular ~ bárbaro}. Estos complementos, como otros análogos, son compatibles con el gerundio, como en La pasamos muy bien jugando al fútbol o en Hubertus lo pasó en grande viéndose correspondido, y los espectadores también (Pardo Santayana, Beso). En el español del Uruguay, el Paraguay, el Ecuador, así como —más esporádicamente— en algunos países de las áreas centroamericana y caribeña, se omite incluso este pronombre átono en el habla conversacional (¿Cómo pasaste?, Pasamos muy bien), vaya o no acompañado de gerundio. Véase también, en relación con esta construcción, el § 34.11b. Como se deduce de su naturaleza no perifrástica, este uso de pasar, frente al anterior, suele rechazar los verbos impersonales, como en *Pasó lloviendo toda la semana.

28.15k La perífrasis «vivir + gerundio» es característica del habla coloquial del español americano, especialmente de la de México y Centroamérica, el Río de la Plata y el área andina, aunque también se documenta en Chile y en el área caribeña. Se usa para expresar una acción que se repite de manera habitual, constante o muy frecuente, sobre todo si es valorada negativamente por el que habla:

Todo el mundo me vive repitiendo que lo estoy malcriando; Mi mamá me vive diciendo que tenga cuidado en la calle; Se cruzó con una antigua novia que le vivía recriminando su falta de sinceridad.

En el español de México es más frecuente la variante con el pronombre expletivo la: una antigua novia que se la vivía recriminándole su falta de sinceridad, aunque también se documenta la variante anterior. He aquí otros ejemplos de las dos variantes:

Tembló al imaginar la irrupción de aquella policía sobre cuya fuerza y barbaridades vivía oyendo (Mastretta, Mal); Nunca podría perdonarle a Luis haber manchado la memoria de su padre. Y así se la vivía pensando: qué perdonar más, qué perdonar menos, qué no perdonar (González, E., Dios); Vestido con su calzoncillo favorito: uno de Boca Juniors que —asegura la madre— “le vivo lavando porque es el único que quiere usar” (Clarín 14/1/1999); “Esto me ha ocasionado hasta enemigos en el barrio, porque les vivo llamando la atención a los niños que son enviados por los mayores, para que no boten la basura en el cauce”, comentó (Prensa [Nic.] 21/4/1997); Al Pato Torres […] le viven diciendo que la radio es mía. Eso es otra fantasía que me inventan (Caras 29/9/1997).

Esta perífrasis exige sujetos agentivos o, al menos, sujetos que expresen la causa interna de un cambio de estado. No admite, por tanto, ni la pasiva perifrástica ni la pasiva refleja. Suele aceptar paráfrasis con los adverbios constantemente, repetidamente, una y otra vez y otros similares. El significado durativo que la caracteriza se obtiene como efecto de la gramaticalización del verbo vivir, de forma similar a como la de andar, llegar o llevar da lugar a otros valores aspectuales.

28.15l Como se explicó en el § 28.5l, no hay acuerdo entre los gramáticos sobre si los verbos seguir y continuar forman o no perífrasis verbales de gerundio. Los autores que niegan el carácter perifrástico a esta combinación argumentan que son verbos semicopulativos (§ 38.5), de forma que el gerundio constituye un atributo que alterna con otros análogos: sigue {trabajando ~ sin trabajar ~ en activo ~ ocupado ~ así}. Como se vio, se aplica idéntico razonamiento a estar y llevar. La misma polémica surge con el verbo continuar. Entre los autores que no comparten este análisis se ha aducido que en oraciones como Cantaba mal y sigue cantando igual no se coordina exactamente un grupo verbal atributivo con otro que no lo es, sino que se expresan de forma diferente ciertas informaciones aspectuales en relación con el mismo predicado. Cabe añadir a ese argumento que ambos verbos admiten la anteposición de pronombres átonos (Se seguían viendo; Lo continúa siendo), gerundios de verbos impersonales (Sigue lloviendo; Continúa nevando), así como gerundios en forma pasiva, como en Siguen siendo detenidos y encarcelados, o en los textos siguientes:

Las entidades ficticias creadas por Comillas y sus colaboradores siguieron siendo consideradas como las ortodoxas por excelencia (Tusell, Historia); El año de mil novecientos sesenta y ocho, la costumbre de reunirse en el “Sanborns de Plateros” para discutir los acontecimientos continuaba siendo practicada por numerosas personas (Velasco Piña, Regina).

Aunque, como se ha explicado, no existe pleno acuerdo acerca de si «seguir + gerundio» y «continuar + gerundio» deben analizarse como perífrasis verbales, en esta obra se interpretarán de esa manera, como se hace generalmente en la tradición gramatical hispánica, con el fin de poder comparar estas construcciones con las que se presentaron en los apartados precedentes. Estas perífrasis pueden situarse en el grupo de las de fase, lo que permite agruparlas con otras que se analizaron en las secciones anteriores (§ 28.10 y 28.11): empezar a escribir una carta, seguir escribiendo una carta, terminar de escribir una carta. Se analizarán otros aspectos de esta relación en los apartados que siguen.

28.15m Con las perífrasis «seguir + gerundio» y «continuar + gerundio» se presupone que el proceso o el estado de cosas denotado tenía lugar en un momento anterior, y se implica que la situación persiste o se mantiene en el momento del habla o en el punto temporal de referencia que se introduzca. Así, una prótasis irreal como Si los músicos hubieran seguido tocando cuando llegó la policía… presupone que los músicos habían estado tocando antes de la llegada de la policía. Por esta razón, la estructura temporal que aportan estas perífrasis se asemeja en parte a la de la perífrasis repetitiva «volver a + infinitivo» (§ 28.5l y 28.9n y ss.). Se distinguen fundamentalmente en que esta última hace referencia a dos realizaciones distintas del mismo tipo de proceso, necesariamente separadas por una interrupción temporal (Volvió a tocar), mientras que «seguir + gerundio» implica una realización del mismo proceso evaluada en dos intervalos temporales diferentes, pero sin esa interrupción (Seguía tocando).

28.15n Las perífrasis «seguir + gerundio» y «dejar de + infinitivo» constituyen términos complementarios, y en parte antónimos, en el sentido de que la afirmación de una supone la negación de la otra, y viceversa. Así, La embarcación se seguía moviendo implica ‘No había dejado de moverse’, y El orador no siguió hablando implica ‘Dejó de hablar’. La implicación se obtiene igualmente en sentido contrario: La embarcación dejó de moverse equivale a ‘No siguió moviéndose’, y El orador no dejó de hablar significa ‘Siguió hablando’. Existe un segundo rasgo que acerca «seguir + gerundio» a las perífrasis de infinitivo y la aleja, en cierto sentido, de las de gerundio. De todas las perífrasis de gerundio, «seguir + gerundio» es la que admite con menor resistencia las construcciones en las que este queda tácito, como en Seguiré leyendo durante un par de horas, pero ya no seguiré más (donde se sobrentiende leyendo). Aun así, la elipsis del gerundio es rara con los verbos que no expresan acciones. Esta es una propiedad que acerca «seguir + gerundio» a los esquemas perifrásticos de infinitivo con verbos como empezar o terminar (cf. Tenía que haber empezado a estudiar hace una semana, pero todavía no he empezado).

28.15ñ La perífrasis «seguir + gerundio» admite predicados verbales que expresan estados o propiedades:

Sigue siendo {necesario ~ estudiante ~ simpático ~ argentino ~ un obstáculo}; Seguía estando muy cansado; Lo había detestado en su juventud y seguía detestándolo; Sigue mereciendo lo que se le da, etc.

Se obtendría, en cambio, una interpretación absurda si el estado del que se habla no estuviera sujeto a posibles alteraciones, como en Sigue siendo de buena familia. La perífrasis puede combinarse con cualquier tipo de verbo durativo, como en estos ejemplos:

Él no le permite que lo interrumpa y sigue hablando sin parar (Casares, Dios); Marta seguía trabajando en una empresa de publicidad (Sánchez-Ostiz, Infierno); Menos mal que Manolín y Jesús seguían durmiendo como si no estuviera pasando nada (Mendicutti, Fuego); Cosme siguió cultivando sus tierras, nunca llegó a tener la fortuna de sus cuñados, pero sí lo suficiente para una holgada vida en pueblo chico (Elizondo, R., Setenta); Las camareras han seguido ensayando los pasos de baile mientras Mandrake y el Administrador conversan (Parra, King Kong); Te daban ganas de seguir viviendo (Benedetti, Primavera).

Acepta, además, cualquier tipo de sujeto e incluso su ausencia: Sigue lloviendo; Sigue habiendo necesidad; Seguía haciendo frío.

28.15o La determinación de la duración en el evento que seguir requiere se obtiene de manera similar a como sucede en el caso de empezar, comenzar, terminar y otros verbos de fase (recuérdense los § 28.10 y 28.11), es decir, con el concurso del verbo y sus complementos. Los verbos télicos, delimitados o desinentes fuerzan la lectura iterativa o frecuentativa con «seguir + infinitivo». Así pues, la oración Eva siguió llegando tarde a la oficina expresa la repetición de un mismo suceso, quizás a lo largo de varios días. Se obtiene también esa interpretación en Lo seguían invitando todos los años o en Sigue durmiéndose durante las sesiones. Sin embargo, oraciones como La gente siguió llegando a la plaza Mayor pueden referirse a un único suceso múltiple. De manera paralela a como ocurría en las construcciones descritas en el § 28.10ñ, el sustantivo no contable gente produce una multiplicidad en la denotación del evento puntual al que llegar se refiere, creando así el contexto durativo que la perífrasis exige.

28.15p La perífrasis «seguir + gerundio» se asemeja a «estar + gerundio», «llevar + gerundio» y otras perífrasis de gerundio en que, construida con verbos que denotan realizaciones o consecuciones (§ 23.3), da lugar a la suspensión de su límite final. Así pues, la oración Siguió pintando el cuadro no informa acerca de la posible terminación de esa acción. Esta inferencia está relacionada con el carácter imperfectivo del gerundio, pero no se debe únicamente a este factor puesto que con «venir + gerundio» no siempre se obtienen, como se vio, implicaciones similares. El contenido aspectual de «seguir + gerundio» se acerca, por un lado, al de verbos simples como quedar(se), mantener(se) y, por otro, al de los adverbios aún, todavía y ya (no), que proporcionan paráfrasis aproximadas de su significación: La sigue recordando significa, en efecto, ‘Todavía la recuerda’, y No lo siguió buscando equivale aproximadamente a ‘Ya no lo buscó más’. Se analizan estas relaciones en los § 30.8f y ss. Las alternancias del tipo de Sigues no sabiendo manejar ~ Sigues sin saber manejar se estudian en el § 48.10h.

28.15q Se ha discutido acerca de si los verbos empezar, comenzar, acabar y terminar forman perífrasis de gerundio o si constituyen, por el contrario, esquemas predicativos. Como en el caso de seguir, se ha argumentado que en estas construcciones los gerundios alternan con adjetivos, adverbios, grupos preposicionales y otros predicados análogos, que incluso pueden coordinarse, como en Acabó harto, despotricando y sin un peso en el bolsillo. Nótese que oraciones como Siguió leyendo unas notas que tenía preparadas tienen dos sentidos. En la interpretación perifrástica, la oración presupone que el proceso de leer ciertas notas dio comienzo y se mantuvo. Se obtendría en cambio una interpretación no perifrástica si lo que se quiere decir con esas palabras es que la acción que se describe se sitúa a continuación de otra, como en Empezó su discurso dando las gracias a los organizadores por haberla invitado, siguió leyendo unas notas que tenía preparadas y terminó pidiendo a los asistentes que le hicieran preguntas relacionadas con el tema. En esta segunda interpretación, el gerundio expresa un modo de continuar cierto discurso, pero, en el primero, «seguir + gerundio» expresa la acción de proseguir la lectura después de una interrupción.

28.15r En la interpretación no perifrástica el verbo seguir puede admitir un complemento directo propio, como en Siguió su discurso leyendo unas notas. La distinción se extiende a terminar, comenzar y acabar. Se deduce de esta diferencia gramatical que la anteposición del pronombre átono (Siguió leyendo unas notas > Las siguió leyendo) solo es compatible con la interpretación perifrástica, como sucede efectivamente. De manera análoga, en la interpretación no perifrástica de «acabar + gerundio» no será posible adelantar el pronombre átono: Inició el discurso con una disculpa y acabó dando las gracias (> … acabó dándolas > *… las acabó dando); pero en la perifrástica se admite con naturalidad: Al principio rechazó la oferta, pero la acabó aceptando.

28.15s La distinción propuesta en los apartados precedentes se aplica también al verbo quedarse, que acepta la anteposición cuando se usa como semiauxiliar de perífrasis, como en Se quedó mirándome > Se me quedó mirando, o en Me quedé viéndola > Me la quedé viendo, pero la rechaza cuando se construye con gerundios adjuntos o circunstanciales (Se quedó estudiando el problema > Se quedó estudiándolo, no *Se lo quedó estudiando). En México y en las áreas centroamericana y caribeña se forma esta construcción con el pronombre le /les para los objetos de tercera persona. Aun así, la construcción perifrástica o semiperifrástica con quedarse está en parte lexicalizada, puesto que resulta poco natural con verbos que no sean mirar y ver (el segundo, de uso algo más restringido):

Se la quedó viendo con una risita silenciosa (Vargas Llosa, Conversación); Pedro se la quedó mirando con expresión de viejo triste y negó con la cabeza (Allende, Casa); Al principio se me quedó mirando con una sonrisa un tanto cínica (Grandes, Malena); Toma un ligero sorbo de su trago y se le queda viendo a los ojos (Chase, Pavo); Algo dijo al piloto y se me quedó viendo con una sonrisa en donde había más picardía que cordialidad (Mutis, Maqroll); Notó que un hombre joven […] se la quedaba mirando fijamente (Abad, Angosta).

Cabe pensar que, como en otros procesos de gramaticalización característicos de las perífrasis, el verbo quedarse adquiere en estas oraciones un contenido más abstracto. Algunos autores entienden, no obstante, que quedarse en Se quedó mirándome es un verbo pseudocopulativo, por lo que la construcción es análoga a Se quedó atónito.

28.15t Cuando el gerundio está formado por un grupo verbal (Me quedé viéndola alejarse), se suele rechazar la anteposición del pronombre átono, con la excepción del español hablado en una parte del área andina (especialmente en el Perú), donde resulta natural. También se admite en México y Centroamérica, pero se suele considerar algo más forzada:

Me la quedé viendo alejarse, con Javier, hacia el paradero de los colectivos, y solo entonces advertí la gente aglomerada a las puertas de Radio Central (Vargas Llosa, Tía); Y cuando uno se le queda mirando hacer sus payasadas, voltea y pela unos ojotes que dan miedo… ¿Verdad, Chonita? (López, W., Vine).

Sobre la anteposición de los pronombres átonos en las oraciones de infinitivo formadas con verbos de percepción, véase el § 26.9.

28.15u Es frecuentativa la perífrasis «parar + gerundio», usada en el Perú. Así, Paro viajando puede parafrasearse como ‘Viajo todo el tiempo’ o ‘Viajo sin parar’:

Me gusta la mujer que sea muy segura de sí misma, porque si no imagínate, no podría estar conmigo todo el tiempo ya que paro viajando y por mi carrera las mujeres me persiguen (Expreso [Perú] 1/10/1992); Y encima que me debe como dos mil soles el desgraciado ese. Todo el día para pidiendo plata (Bayly, Días); No comían en la pensión, paraban cantando en quechua en las noches (Vargas Llosa, Conversación).

28.15v La perífrasis «mandar + gerundio» se usa en la Sierra ecuatoriana por influencia del quechua. El significado de mandar aporta a la construcción cierto sentido expeditivo. Así, Me mandó sacando de allí añade a Me sacó de allí un matiz de descortesía: Me mandó sacando con todo fuete a la calle (Balladelli, Mágico). Como hablar se usa con el sentido de ‘regañar’ en el español popular ecuatoriano, Nos mandó hablando acentúa la rotundidad o la intensidad de Nos regañó. Se atenúa, por el contrario, el significado del verbo auxiliado con la perífrasis «dar + gerundio», igualmente de influencia quechua. Se usa sobre todo en oraciones imperativas e interrogativas, ya que expresa cortesía hacia el interlocutor: Démelo trayendo (‘Tráigamelo, por favor’); ¿Me da llevando la comida? (‘¿Me lleva la comida, por favor?’); Dame repartiendo el pan (‘Reparte el pan, por favor’). Se registra asimismo en el Ecuador «dejar + gerundio», como en ¿Lo dejaste haciendo? (‘¿Lo hiciste?’). Recuérdese el § 27.2l.

28.15w Se comprobó en los apartados anteriores que los pronombres átonos que complementan al verbo principal se anteponen muy frecuentemente en las perífrasis de gerundio: Los estoy viendo; Lo lleva aguantando muchos años; Me sigue gustando; Lo vive repitiendo; etc. La anteposición de los pronombres clíticos distingue claramente la interpretación de los verbos de movimiento como auxiliares de perífrasis (Fue leyendo el Quijote poco a poco > Fue leyéndolo > Lo fue leyendo) o como tales verbos de movimiento (A su trabajo fue manejando su propio auto > Fue manejándolo > *Lo fue manejando). En los § 48.10f y ss. se explica que con la preposición sin puede obtenerse una de las formas posibles de negar los gerundios (cantando > sin cantar), mientras que la otra —de significación diferente, como allí se explica— se obtiene con el adverbio no (cantando > no cantando). Este efecto sintáctico se extiende en parte a las perífrasis de gerundio, al menos en el habla coloquial. Nótese que, para explicar la posición que ocupa el pronombre subrayado en los ejemplos que siguen, debe analizarse «seguir sin + infinitivo» como un cierto tipo de perífrasis, concretamente la que corresponde a los gerundios negados:

Yo me fui de Asturias dentro del grupo de los desesperados, no me gustaba Madrid y me sigue sin gustar, pero entendí que tenía que venir (Ratonera 1/2002); No lo entendí y lo sigo sin entender, pero tampoco pienso que ese documento estaba maquillado (Diario Este 13/5/2004).

Como se ha explicado (§ 28.5j), el pronombre átono que complementa al verbo auxiliado puede anteponerse al auxiliar incluso en presencia de la negación (Le puedo no hacer caso si usted me lo pide), lo que confirma que la integración gramatical de dos o más unidades léxicas en una sola construcción sintáctica es un proceso sujeto a grados. La anteposición de la que se habla con «sin + infinitivo» se acepta en el registro coloquial con seguir y continuar (La sigue sin reconocer), pero se rechaza con llevar (Llevo sin mirarla un buen rato > *La llevo sin mirar un buen rato), pasar y otros verbos.

28.15x Se asimilan en alguna medida a las perífrasis de gerundio las expresiones, características del habla coloquial, en las que se consigue expresar significados durativos o iterativos a través de recursos sintácticos o léxicos. Uno de ellos es la coordinación. Repárese en que los textos siguientes contienen pronombres átonos antepuestos (la, se) que han de interpretarse como complementos de los verbos que se coordinan:

En eso duró ella por lo menos tres piezas de lo más embullada, cuando de pronto descubrió que Wilson y Freddy la estaban mira que te mira desde el patio (Vergés, Cenizas); La imbécil de la abeja se está rasca que te rasca contra el cristal y hacia la luz, sin convencerse, mientras que la alegre mosca convencida desde luego de que ha caído en una prisión […] la explora por todas partes (Unamuno, Recuerdos).

Los recursos para obtener la información durativa a la que se hace referencia pueden ser léxicos, como en Los invitados estaban blablabla todo el tiempo o en Pese a la reprimenda, los estudiantes seguían pim pam, pim pam. Sobre la sintaxis de las onomatopeyas, véase el § 32.4.

 

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