Sintaxis

12. El sustantivo y el grupo nominal

12.4 Sustantivos individuales y colectivos

12.4a Como se señaló en el § 12.1h, los nombres colectivos designan en singular conjuntos homogéneos de personas o cosas, como en familia, mobiliario, flota. Los individuales hacen referencia, por el contrario, a un solo ser: primo, mueble, buque. Se indicó en la sección mencionada que el problema fundamental de esta clase gramatical afecta a la distinción clásica entre los signos lingüísticos y las realidades a las que se refieren. No corresponde, en efecto, a la gramática dilucidar si los seres que la lengua designa constan o no de conjuntos homogéneos de partes, sino la de averiguar si el comportamiento gramatical de ciertos sustantivos muestra que designan, en singular, conjuntos de personas, animales o cosas. Los nombres colectivos forman un subgrupo de los contables. No obstante, se vio en la sección anterior que unos pocos sustantivos pueden interpretarse como colectivos o bien como no contables. Se retomará esta particularidad en la presente sección.

12.4b El no tener en cuenta las consideraciones que se acaban de introducir podría llevar a clasificar de manera errónea como colectivos muchos más nombres de los que gramaticalmente se aceptan en ese grupo. Las definiciones del diccionario son útiles muchas veces, pero no todas, en la tarea de delimitar los sustantivos colectivos. En efecto, bosque se define en el DRAE como nombre de lugar (‘Sitio poblado de árboles y matas’), no como conjunto de árboles. Cabe deducir de ello, correctamente, que no es nombre colectivo. Por el contrario, comienzan por la palabra conjunto las definiciones de los sustantivos siguientes (entre otros muchos) en alguna de sus acepciones: abalorio, acorde, biosfera, calavera, calefacción, capitalismo, ceremonial, ciencia, dentadura, estado, filosofía, legislación, municipio, prensa, régimen, ropa, sexualidad, trigo. No sería correcto, sin embargo, concluir que todos los nombres de esta serie son sustantivos colectivos. En los estudios sobre el concepto de ‘nombre colectivo’ se han propuesto varios criterios morfológicos y sintácticos para delimitar esta clase de palabras. Se analizarán los más representativos a lo largo de esta sección.

12.4c En la tradición gramatical española es habitual considerar nombres colectivos a los sustantivos que forman construcciones pseudopartitivas (§ 20.2), tanto si son numerales (una docena de huevos, un millar de razones, un par de medias) como si no es así (un montón de estiércol, un puñado de hombres, una serie de argumentos). Estos sustantivos, que se denominan tradicionalmente colectivos indeterminados o colectivos indefinidos, se analizarán aquí como un subgrupo de los sustantivos cuantificativos (§ 12.5), ya que sus propiedades sintácticas no son análogas a las de nombres como orquesta, comunidad o vecindario. Se denominan en la tradición colectivos indeterminados porque designan grupos de entidades cuyos componentes se desconocen —un montón de {niños ~ coches ~ libros}—, frente a los colectivos determinados, que denotan grupos de entidades cuya naturaleza se conoce: piara (‘conjunto de cerdos’), robledal (‘conjunto de robles’), etc. A pesar de ello, en los § 12.4w y ss. se mostrará que los nombres cuantificativos comparten algunas particularidades léxicas con los colectivos.

12.4d Los sustantivos colectivos se pueden dividir en dos grupos desde el punto de vista morfológico: los colectivos léxicos, que no poseen estructura morfológica (rebaño, manada, familia), y los colectivos morfológicos, que se forman con los denominados sufijos de sentido abundancial. Se trata de los sufijos -ío (pobrerío), -ería (chiquillería), -erío (trompeterío), -ario (muestrario), -eda (arboleda), -ada (yeguada), -ado (alumnado), -al (pedregal), -aje (peonaje) y otros pocos que se estudian en los § 6.12 y 6.13. En estas mismas secciones se explica que muchos sustantivos derivados mediante los sufijos -ar y -al pueden designar conjuntos o bien plantaciones, por tanto nombres colectivos o bien nombres de lugar.

12.4e Los contextos gramaticales son sensibles en muy distinta medida a la expresión léxica de la pluralidad y, en particular, a los rasgos que caracterizan a los nombres colectivos. Se dividirán aquí estos contextos en función de los efectos que la naturaleza colectiva de estos nombres pone de manifiesto en diversos esquemas gramaticales:

A. Efectos en la flexión

Flexión verbal

Flexión pronominal

Flexión adjetival

B. Efectos en la compatibilidad léxica

Contextos adjetivales

Contextos verbales

Contextos preposicionales

Contextos adverbiales

Se analizarán las características fundamentales de cada uno de ellos en los apartados que siguen.

12.4f Los efectos en la flexión, de naturaleza sintáctica, son mucho más restrictivos que los léxicos. Los primeros aluden al reflejo que poseen los rasgos de pluralidad en la flexión de diversas categorías. La flexión verbal proporciona una pauta muy restrictiva, porque muestra que se rechaza la concordancia en plural de los nombres colectivos, como en Toda la yeguada {relincha ~ *relinchan}. Así pues, los sustantivos colectivos concuerdan con el verbo en singular cuando constituyen grupos nominales en función de sujeto, pese a denotar un referente plural:

El vecindario estaba constituido por gente linajuda y notable (Herrera Luque, Casa); La policía llegó con el tiempo y se llevó a la familia presa (Rojo, Hotel); La familia está conformada por cuatro miembros (Salvador Hoy 19/2/1997); La pareja gozaba de una ubicación privilegiada en la banda (Prensa Libre 7/3/1997).

12.4g La concordancia ad sénsum en plural, habitual con ciertos nombres de grupo en inglés, alemán y otras lenguas germánicas, es desencadenada a veces por el contenido de pluralidad del nombre colectivo, especialmente si va acompañado del cuantificador todo o de adjetivos como entero, completo. Si bien no son infrecuentes en la lengua conversacional de muchos países, se recomienda evitar construcciones como Toda la familia iban de vacaciones, El vecindario al completo se mostraron consternados, La juventud de hoy no se preocupan de esas cosas o Eso fue lo que acordamos todo el comité. La concordancia en plural se ve facilitada cuando algún inciso separa el sujeto del verbo, especialmente si hace explícita la denotación plural del nombre colectivo, como se muestra en los siguientes ejemplos:

Cuando los dos equipos llegaron, la multitud, hombres y mujeres, exaltados y confiados, cantaron antes de la batalla ese himno al Señor y los neozelandeses fueron derrotados (ABC 21/6/1986); Todo el séquito, militares y civiles, tomaron haces de chamizas para propagar el fuego entre la paja (Uslar Pietri, Oficio); Toda la familia, hombres y mujeres, iban a la pesca de bahía, especialmente a la boga (Pereda, Sotileza); La pareja, El y Ella, de nuevo pasan sus tardes interminables, depositando sus cuerpos ateridos de desamor en los sillones cómodos de la espera o la indiferencia… (Omar, Hoy).

Aun así, se prefiere el singular en todas estas secuencias. Cuando en la denotación del sustantivo colectivo se incluyen el hablante o el oyente, resulta más habitual en el habla coloquial la concordancia en plural con el nombre colectivo, con el verbo en primera o segunda persona:

Mucha gente sabemos qué pasó en el Ventoux, o en el Puy de Dome, o en el Col de Mente, o en el Aubisque (García Sánchez, Alpe d’Huez); Ojalá toda tu familia aprendamos a honrarte y recordarte como te lo mereces (Prensa [Nic.] 25/7/2002).

12.4h En el habla espontánea se cruzan a veces indebidamente las estructuras pseudopartitivas formadas con nombres cuantificadores, que se examinarán en los § 12.5 y 12.6, con las estructuras formadas por nombres colectivos. En efecto, se consideran correctas secuencias como Un grupo de funcionarios reivindican mejoras salariales, donde se da concordancia ad sénsum con un nombre cuantificador (se estudia esta concordancia en el § 33.8). En oraciones como El colectivo de los funcionarios reivindica mejoras salariales, el nombre colectivo concuerda en singular con el verbo. Al mezclar o confundir ambas pautas se forman a veces oraciones como El colectivo de los funcionarios reivindican mejoras salariales o El colectivo de profesores de Música y Educación Plástica de Las Palmas llevarán a cabo, el próximo fin de semana, un encierro como medida de protesta (Canarias 11/12/2000), que se consideran incorrectas y se recomienda evitar.

12.4i Algunos tipos de flexión pronominal son menos restrictivos que la flexión verbal en la concordancia con los nombres colectivos. Se confunden a veces indebidamente las oraciones anómalas a las que se acaba de hacer referencia con otras en las que un nombre colectivo puede constituir el antecedente del sujeto tácito de algún verbo en forma personal, si está situado en otra oración y se halla a cierta distancia del nombre colectivo, como en el siguiente ejemplo:

El grupo se trasladó después a la autopista A-9 y apostó comandos en el peaje de Grand Gallargues, en las proximidades de Nimes. Ahí obligaron a detenerse a seis camioneros españoles, volcaron su mercancía (tomates y cerezas fundamentalmente) e intentaron quemarla (País [Esp.] 21/5/1997).

12.4j Las construcciones que ilustra el texto que se acaba de citar son frecuentes en la lengua conversacional, y no son necesariamente anómalas desde el punto de vista sintáctico. Tampoco lo son secuencias como La pareja comunicó a la prensa tras la ceremonia que se sienten muy felices. En este tipo de oraciones no se da en realidad concordancia entre las expresiones subrayadas. Tales secuencias muestran, por el contrario, que los sujetos tácitos de los verbos pueden tener como antecedentes —en el habla coloquial y en los registros menos formales de la escrita— plurales de naturaleza léxica, en lugar de plurales morfológicos: La pareja [sustantivo colectivo en singular] comunicó a la prensa tras la ceremonia que Ø [sujeto tácito plural] se sienten muy felices. Algo menos frecuentes que estas últimas construcciones son las que dan lugar a esas mismas relaciones anafóricas con pronombres explícitos. Se trata de secuencias como Una parte del alumnado piensa que las actuales autoridades académicas se ocupan muy poco de ellos o La pareja siempre había tomado mal el que no los aceptaran en el barrio (donde la pareja y los son correferentes).

12.4k Como se indica en los apartados anteriores, los nombres colectivos concuerdan en singular con el verbo cuando desempeñan la función de sujeto. No obstante, estos nombres denotan una pluralidad de entidades, por lo que pueden funcionar en el discurso como antecedentes posibles de pronombres en plural o de los sujetos tácitos con esos mismos rasgos. Aun así, esta pauta sintáctica es más habitual en la lengua oral que en la escrita:

La pareja se marchó a Buenos Aires, donde viven desde hace tres años; Agradeció vivamente a la familia la acogida que le habían brindado; El jurado manifestó que estaban de acuerdo.

12.4l En el primero de los tres ejemplos citados, la pareja es correferente con el pronombre tácito de tercera persona del plural que funciona como sujeto del verbo viven. En el segundo, el sujeto tácito de tercera persona del plural de la oración de relativo que le habían brindado es correferente con la familia. En el tercero, el sujeto tácito de la oración que estaban de acuerdo es correferente con el jurado. Por último, en el fragmento que se reproduce a continuación:

Ya se cansará el populacho de manosear el chisme cuando le haya dado mil vueltas infructuosamente. Han elegido, los muy necios, un hueso con poca carne (Chamorro, V., Muerto),

el sujeto tácito de la oración Han elegido, los muy necios, un hueso con poca carne es correferente con el sujeto de la oración precedente en el discurso: el populacho. La referencia anafórica de un pronombre en plural a un antecedente colectivo en singular se da con más facilidad con los nombres de persona que con los de cosa. La dificultad que existe para que se establezca este vínculo en el segundo caso (como en *Vendió su biblioteca a un buen precio ya que algunos tenían mucho valor) está relacionada con el hecho de que solo la interpretación de persona se obtiene en español por defecto con varias clases de cuantificadores, incluso en contextos no anafóricos. Ello permite que se pueda empezar un discurso con secuencias como Muchos pensarán que… o Algunos no se dan cuenta de que… sin hacer referencia a ningún antecedente. Sobre el uso de los buenos por ‘las personas buenas’ y otros grupos nominales similares de interpretación personal, véase el § 13.7.

12.4m Los pronombres posesivos pueden distribuir la denotación de los grupos nominales entre los miembros de algún conjunto si este está designado por un plural (Los alumnos tenían su computadora: ‘una cada uno’ o ‘una para todos’), pero no si es colectivo (La clase tenía su computadora: ‘una para todos los alumnos’). La relación entre los pronombres reflexivos y sus antecedentes está limitada a la propia oración (§ 16.4) y, a veces, al grupo nominal. La lengua rechaza la concordancia de un pronombre reflexivo en plural con un sustantivo colectivo en singular: Esta familia no se soporta a sí {misma ~ *mismos}. No obstante, en cuanto que el pronombre se no manifiesta morfológicamente sus rasgos, no bloquea la interpretación recíproca de los nombres colectivos. Este pronombre admite, en efecto, la lectura reflexiva en Esta familia se odia (es decir, ‘Se odia a sí misma’), pero también la recíproca (‘Los miembros de esta familia se odian los unos a los otros’). Se retomará esta cuestión en los § 12.4q y ss. No se consideran correctas las oraciones, registradas en ocasiones en la lengua oral, en las que los relativos con rasgos plurales tienen como antecedentes sustantivos colectivos en singular, como en … ante la actuación del jurado del concurso, quienes no se comportaron de forma profesional.

12.4n El último de los contextos sintácticos del grupo A12.4e) hace referencia a la flexión adjetival. No se documentan casos de concordancia de adjetivos en plural que modifiquen a sustantivos colectivos en singular (*comité imparciales). No obstante, las oraciones copulativas no imponen requisitos tan estrictos a la concordancia de número, especialmente si en el sujeto está presente el cuantificador todo:

Le pareció que toda aquella gente eran intrusos, o que Gil estaba loco, o que la tertulia se había disuelto hacía muchos años (Landero, Juegos); Toda mi familia somos los más ricos de España (Pombo, Héroe).

La discordancia se registra asimismo en los complementos predicativos, sobre todo cuando el verbo está en forma no personal, como en Al entrenarse ahora juntos todo el equipo, mejorará sin duda su rendimiento. Como se ve, la lengua estándar tiende a evitar, en términos generales, que la pluralidad expresada de forma léxica tenga efectos en la flexión. El habla espontánea y la lengua conversacional de casi todos los países hispanohablantes se caracterizan, en cambio, como se ha explicado, por ser menos restrictivas en esa correlación. Sobre la concordancia optativa de los nombres de grupo (como en el gran número de turistas que {ha ~ han} visitado nuestro país este año), véase el § 33.8.

12.4ñ Los contextos fundamentales en los que se pone de manifiesto la pluralidad que expresan léxicamente los sustantivos colectivos son, como se indicó en el apartado B12.4e), adjetivales, verbales, preposicionales y adverbiales. Los adjetivos que se suelen utilizar para calibrar la naturaleza colectiva de los sustantivos son numeroso, nutrido, cuantioso y muy pocos más. El que se aplica a mayor número de sustantivos es el primero de estos. En efecto, el adjetivo numeroso se ha considerado el diagnóstico más firme de esta clase gramatical, ya que modifica con naturalidad, usado en singular, a una larga serie de nombres que designan grupos de personas (y, en algunos casos, también de animales), entre los que están los siguientes:

accionariado, afición, agrupación, asistencia, audiencia, banda, clan, clientela, colectivo, colonia, comitiva, comunidad, concurrencia, contingente, convoy, coro, corro, delegación, equipo, escolta, familia, fauna, generación, guarnición, harén, hueste, orfeón, organización, orquesta, pelotón, personal, plantilla, población, prole, público, reparto, representación, rondalla, séquito, servidumbre, tribu.

El adjetivo numeroso puede calificar asimismo a un gran número de nombres de cosa, entre otros armamento, documentación, flota, mobiliario, obra, oferta (en el sentido de ‘conjunto de lo que se ofrece’). Modifica asimismo a los nombres que en el § 12.5b se llamarán de grupo: conjunto, grupo, plantel, serie, etc. Por razones semánticas rechaza los duales léxicos (dúo, pareja), así como otros sustantivos que designan conjuntos cuyo número está determinado por el nombre (trío, terna, cuarteto, quinteto, sexteto). También rechaza el adjetivo numeroso sustantivos como bosque o cordillera, lo que da a entender que estos nombres no se interpretan gramaticalmente como agrupaciones de cosas en español.

12.4o El adjetivo numeroso no modifica a los sustantivos continuos, a menos que sean a la vez colectivos. Se prefiere, pues, pelo abundante o abundante información a pelo numeroso o numerosa información. Los nombres no contables que son a la vez colectivos aceptan numeroso, lo que da lugar a alternancias como mucha familia ~ familia numerosa; poco séquito ~ séquito poco numeroso. Los dos miembros del primer par no siempre dan lugar a secuencias sinónimas, ya que cuando el sustantivo familia designa el conjunto de parientes de una persona, se usa con más frecuencia como no contable que como colectivo. El sustantivo gente se utiliza generalmente como no contable (mucha gente), pero en los textos se registra en ocasiones con el adjetivo numeroso, característico de los nombres colectivos: —Poseía cierta fortuna en barcos y en minas de plata de Laurion, y su presencia atrajo a numerosa gente (Somoza, Caverna). En los demás casos no se suele emplear el adjetivo numeroso con los nombres no contables, pero la lengua literaria muestra que este uso puede constituir un recurso estilístico en la pluma de algunos escritores: Todo lo arrastra y pierde este incansable / Hilo sutil de arena numerosa (Borges, Hacedor). En la lengua literaria, numeroso se acerca a veces a ‘extenso’, ‘amplio’ o ‘populoso’, por lo que acepta sustantivos no colectivos, como en estos ejemplos:

El reino es numeroso y sin límites (Cardoza, Guatemala); […] si están ajenas de sustancia las cosas y si esta numerosa Buenos Aires no es más que un sueño que erigen en compartida magia las almas (Borges, Fervor).

12.4p El adjetivo nutrido comparte con numeroso la combinación con muchos sustantivos (bibliografía, biblioteca, conjunto, contingente, coro, elenco, grupo, muestrario, pelotón, plantel, público, reparto, séquito, vocabulario, etc.), pero su significado le permite modificar a sustantivos que no aceptan numeroso, ya que nutrido expresa la pluralidad léxica de forma más abierta. Este adjetivo se acerca, en esos otros contextos, a ‘denso’, ‘tupido’, ‘repleto’ o ‘abigarrado’. En tales casos no admite solo nombres colectivos:

Había nutrido tráfico en el boulevard Zapata (Mendoza, É., Amante); Unos compañeros de promoción habían organizado un nutrido programa (Vargas Llosa, Historia); Nos recibieron con un fuego tan nutrido, que a veinte varas de la puerta tuvimos que retirarnos (Ibargüengoitia, Pasos); […] no puede sino merecer un nutrido y prolongado aplauso (ABC 19/3/1993); La ladera podrá cubrirse nuevamente de un nutrido ropaje arbóreo (País [Esp.] 25/8/1999).

El adjetivo cuantioso tiende a combinarse de manera preferente con sustantivos que denotan cantidades de tipo económico: asignación, ayuda, cifra, deuda, donación, financiación, fortuna, indemnización, inversión, recompensa, suma, etc. Sobre el adjetivo copioso, recuérdese el § 12.2q. Se consideran otros aspectos semánticos de estos adjetivos en el § 13.9.

12.4q Los predicados llamados colectivos (también simétricos, como se explica en el § 31.6c) admiten sustantivos colectivos en singular como argumentos porque seleccionan semánticamente la noción de grupo. Ese significado puede expresarse de varias formas: mediante un plural (reunir a los alumnos), un grupo nominal coordinado (reunir a Arturo y Clara), un sustantivo no contable en singular (reunir dinero) o uno colectivo, también en singular (reunir un ejército). He aquí algunos nombres colectivos usados en singular en grupos nominales que ejercen la función de sujeto o de complemento de verbos de este tipo:

Reunió un gobierno de notables y estableció un calendario de elecciones (Tusell, Geografía); Toda la familia se congrega frente al oratorio (Carrasquilla, Tiempos); La visita, que se había agrupado muy bien atrás […], tuvo que salir a jugarse la vida por el empate (Nueva Provincia 21/7/1997); El conjunto se apila, y se pone entre dos tablas de madera (Vattuone, Biología I).

12.4r Los textos precedentes ponen de manifiesto que la acción o el proceso expresados por un predicado verbal colectivo pueden aplicarse al conjunto de elementos que componen la denotación de su argumento nominal. Es posible decir de una pareja que se lleva mal (y obtener la interpretación ‘Cada uno se lleva mal con el otro’) porque pareja es un sustantivo colectivo y llevarse bien, mal, etc. es un predicado colectivo (§ 31.6c), un predicado que selecciona semánticamente grupos de entidades. Ahora bien, los nombres colectivos pueden interpretarse también como individuales cuando el rasgo semántico que los caracteriza (es decir, el denotar un conjunto) no es pertinente en la sintaxis. Es frecuente, de hecho, predicar de los grupos las mismas nociones que se atribuyen a los individuos, lo que no implica que siempre se apliquen de modo distributivo a todos y cada uno de los miembros que los componen:

Su biblioteca había sido destruida, quemada (Proceso [Méx.] 15/12/1996); Lo que pasa es que el gobierno tiene miedo al escándalo (García, A., Mundo); Mi familia era asturiana (Cohen, Insomnio).

12.4s El hecho de que los sustantivos colectivos proporcionen léxicamente la información plural que requiere un predicado pone de manifiesto que los rasgos que los caracterizan no solo están presentes en su definición (en los términos que pueden interesar al lexicógrafo), sino también que aportan información esencial para el análisis sintáctico. Los dos sentidos que se reconocen en la oración Todas las familias se reunieron resultan, desde este punto de vista, de la conjunción de un rasgo morfológico (el plural familias) y dos léxicos: la naturaleza colectiva del sustantivo familia y el hecho de que el verbo reunirse requiera argumentos que expresen pluralidad. Si el plural familia-s es el que aporta este último rasgo, se obtiene la interpretación en la que se produce una única reunión de todas las familias, como si se dijera Los amigos se reunieron. En esta interpretación (llamada a veces colectiva) no es relevante que familia sea un nombre colectivo (se vio en el apartado anterior que los nombres colectivos pueden ser también individuales), pues el plural morfológico satisface el requisito semántico del predicado reunirse. Si el requisito semántico de reunirse del que se habla es satisfecho por el sustantivo colectivo familia, se obtiene, por el contrario, la llamada interpretación distributiva, según la cual hubo tantas reuniones como familias, como si se dijera Cada familia se reunió. Es lógico que en Los amigos se reunieron no se obtenga la lectura distributiva, ya que carecería de sentido afirmar de cada uno de los amigos que se reunió consigo mismo. Así pues, al no ser amigo un nombre colectivo, cada uno de los elementos denotados individualmente por el grupo nominal los amigos no satisface el rasgo de pluralidad exigido por el predicado reunirse.

12.4t En los estudios sobre estas cuestiones se ha observado que los grupos nominales de los que se predica el adjetivo numeroso son definidos: {Los ~ *Muchos} problemas son numerosos, a menos que se formen con nombres colectivos: Muchos ejércitos modernos son numerosos. El predicado son numerosos en Los problemas son numerosos se interpreta como ‘son muchos, son abundantes’. Aporta, por consiguiente, cierta información relativa al número de entidades que componen cierto grupo, que quedaría cuantificado doblemente en la variante agramatical con muchos. La opción con nombres colectivos, como en Muchos ejércitos modernos son numerosos, tiene sentido porque ser numeroso se interpreta distributivamente, es decir, de forma similar a como el predicado reunirse contribuye a que la oración Las familias se reunieron designe, en uno de sus sentidos, un conjunto de reuniones familiares. En los estudios sobre las manifestaciones léxicas de la pluralidad se analizan otros factores que determinan las varias interpretaciones que pueden recibir los predicados colectivos con argumentos indefinidos.

12.4u Existen diferencias notables en los requisitos que los predicados colectivos imponen a sus argumentos. Como se ha explicado, resultan naturales secuencias como El ejército se dispersó o […] una pareja que se lleva mal (Galeano, Bocas). No se diría, en cambio, Esta familia se parece para dar a entender que sus miembros se parecen unos a otros. Se observa cierta resistencia a que un grupo nominal formado en torno a un sustantivo en singular reciba la interpretación colectiva si el predicado que la induce contiene un verbo copulativo, lo que da lugar a contrastes como los siguientes:

Manuel y Luisa son parecidos ~ *La pareja es parecida;

Todos los hermanos eran vecinos ~ *Toda la familia era vecina.

Aun así, se registran algunas excepciones, como El público estaba separado por sexos.

12.4v No se han estudiado con detalle las propiedades gramaticales de los diversos grupos de predicados colectivos que existen en español. Algunos de ellos poseen complementos que expresan léxicamente la noción de pluralidad o de multiplicidad de manera más laxa que reunir o agrupar. A ese grupo pertenecen ciertos verbos que denotan las nociones opuestas, tales como desperdigar, dispersar, desparramar, disgregar, esparcir y otros semejantes. Muchos de los sustantivos que estos verbos admiten en singular coinciden con los nombres colectivos y no contables ya mencionados: disgregarse una comunidad [colectivo]; desparramar el agua [no contable] por el piso; esparcirse la luz [no contable]. No obstante, los verbos de este grupo admiten nombres contables en singular que expresan agrupaciones de personas o cosas de manera mucho más abierta. Repárese en que no son colectivos los sustantivos que se subrayan en los textos siguientes:

En un tablero de corcho aparece desperdigado el álbum familiar (Leguineche, Tierra); […] pintoresca ciudad desparramada entre los morros que se yerguen frente a la bahía (Bojorge, Aventura).

Los verbos a los que se hace referencia admiten otros muchos nombres discretos o discontinuos (además de individuales) usados en singular. Se esparcen, por ejemplo, las manchas, pero también los sonidos o las noticias:

Deliramos como un grito silencioso que se esparce por todo el cuerpo (Lezama, Oppiano); Se esparcía rápidamente la noticia de aquellos amores (Blasco Ibáñez, Naranjos).

De igual forma, es posible desperdigar material bibliográfico (sustantivo no contable), pero también otras nociones que solo de manera indirecta se interpretan como agrupaciones: El pensamiento de Alarico andaba desperdigado, desatinado (Argüelles, Letanías). Existen otros muchos casos similares.

12.4w En el § 12.2t se analizó la construcción «entre + nombre no contable en singular». La variante con sustantivos colectivos es asimismo gramatical. Se forman así grupos preposicionales como entre la crítica especializada, entre el mobiliario, entre la élite, entre el alumnado o como los que contienen los ejemplos siguientes:

Don Carlos se fue metiendo, con paso seguro, por entre el gentío (Uslar Pietri, Visita); El ritmo de adufes, panderos y sonajas, no bien considerados entre la aristocracia (Gala, Manuscrito); [...] cotizaban al alza entre la población masculina (Prada, Animales).

La preposición entre admite en estos casos los dos sentidos a los que se alude en el § 29.8d: Entre el viejo mobiliario apareció un {sofá Luis XV ~ ratón}.

12.4x Los contextos adverbiales a los que se hizo referencia en el § 12.4e aluden a contrastes como {*El director ~ La dirección} aprobó la iniciativa unánimemente. El adverbio unánimemente expresa una propiedad de la acción denotada por aprobar la iniciativa, pero, como estas expresiones están orientadas hacia el sujeto (en el sentido que se da a este término en el § 30.9i), extienden a él su capacidad restrictora. Se aplican consideraciones similares a expresiones como por unanimidad, de común acuerdo, conjuntamente, en conjunto, colectivamente, por asentimiento, masivamente, y otras semejantes.

12.4y En los apartados precedentes se ha comprobado que existe una estrecha relación entre los sustantivos no contables y los colectivos. El hecho de que muchos de los primeros denoten, como se ha explicado, agrupaciones o conglomerados de partículas ayuda a entender pares como reunir plata [no contable] ~ reunir un ejército [colectivo], o entre la bruma [no contable] ~ entre el mobiliario [colectivo], que se dan a pesar de que los nombres colectivos constituyan una división de los contables. Algunos sustantivos cuya etimología muestra que fueron plurales en latín se comportan en español como nombres de materia, a veces manteniendo sus características originales de colectivos. Así, el sustantivo impedimenta (‘bagaje de la tropa’) se formó sobre el plural de impedimentum (‘obstáculo’). Hoy funciona gramaticalmente como sustantivo no contable (mucha impedimenta), pero también como colectivo: […] trayendo numerosa impedimenta de carretas, mulas y caballos, cargados de armamentos y parque (Casasús, Ignacio Agramonte). De manera análoga, hoja ha dejado de designar una agrupación, a pesar de que procede de folĭa, plural de folĭum (‘hoja’), aunque se mantiene parcialmente el sentido colectivo en la caída de la hoja. Este rasgo permanece de modo más claro en follaje y hojarasca, que son sustantivos no contables; se interpretan, pues, desde el punto de vista gramatical como materias o sustancias (al igual que lluvia, basura, tierra o información), por tanto como cantidades en lugar de como conjuntos de individuos.

12.4z Algunos nombres no contables se usan como colectivos con un sentido metonímico. Así, loza, porcelana o plata son nombres de materia en hecho de loza, tazas de porcelana, labrado en plata, pero se asimilan en cierta medida a los nombres colectivos cuando designan un conjunto de piezas fabricadas con ese material, como en Limpiaba diariamente la plata; He juntado toda la porcelana en el armario. Se usa también en singular la cuerda o el metal con el sentido de ‘el conjunto de instrumentos musicales de cuerda o de metal’, o la cera por ‘el conjunto de las velas’. En algunas tipologías de los nombres comunes, estos sustantivos han sido llamados colectivos impropios, pero no se ha generalizado esta denominación. Se crean frecuentemente en la lengua actual grupos nominales semilexicalizados de interpretación colectiva a partir de sustantivos que no pertenecen a esa clase. Así, el sustantivo mundo no es colectivo, pero funciona como tal la locución mundo intelectual, que se interpreta, en uno de sus sentidos, como ‘conjunto de los intelectuales’. Se forman expresiones similares con universitario, publicitario, desarrollado y otros muchos adjetivos. No es tampoco colectivo el sustantivo opinión, pero puede funcionar como tal la locución nominal opinión pública. Admiten asimismo interpretación colectiva, en alguna de sus acepciones, los sustantivos ámbito, claustro, sector, entre otros similares, como en estas oraciones:

Igual que cuando alguien, en el ámbito familiar, es proclamado idéntico a un antepasado (Goytisolo, Liberación); Sin retirarse del claustro académico, había emprendido una carrera como articulista político (Aguilar Camín, Error); Al final solo le quedó el apoyo de un sector ultraderechista (Tusell, Historia).

Información adicional

En relación con este capítulo, las siguientes entradas del Glosario de términos gramaticales podrían ser de su interés:
concordancia ad sensum, dual léxico, nombre colectivo, nombre individual, predicado colectivo, tácito

 

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