Sintaxis

19. Los cuantificadores (I). Sus clases. Cuantificadores universales

19.8 El cuantificador todo (II). Contextos no definidos

19.8a Las propiedades de todo varían sensiblemente cuando su restricción está expresada por un sustantivo común sin la presencia de determinantes. En la construcción «todo + grupo nominal sin determinante», que se abreviará como «todo + sustantivo», el sustantivo siempre está expreso y el cuantificador todo lo precede en todos los casos. No se admite, por tanto, la variante «sustantivo + todo», ni tampoco la variante pronominal o con sustantivo tácito, frente a los casos examinados en el § 19.7. Los usos y los contextos de esta construcción difieren considerablemente según el sustantivo esté en singular o en plural, como se verá en los apartados siguientes.

19.8b En el español actual se admite el plural en el esquema «todo + sustantivo» en las locuciones formadas con el sustantivo parte (a todas partes, de todas partes, por todas partes), como en Los ídolos lo dejaron pasar, pero ya iba muerto, rodeado de flores amarillas por todas partes (Asturias, Leyendas), y también en otras similares formadas con sitio y lado (por todos sitios, de todos lados; la primera, menos frecuente que la segunda): Penetraban por todos sitios, bajo el tapete, bajo la ropa (Leyva, Piñata). Se acepta asimismo la ausencia de artículo en las locuciones de todas maneras, de todos modos, de todas formas, de todas clases, en todas direcciones, a todas luces, a todas horas y otras similares. Este esquema, muy restringido en la lengua contemporánea, era mucho más productivo en la antigua. De hecho, se documenta hasta el siglo xix y, esporádicamente, también en textos del siglo xx, aunque con frecuencia decreciente. No son usuales en la lengua actual las combinaciones que se subrayan en estos ejemplos:

No cumplía todas veces el mandamiento de su señora (Cervantes, Quijote I); La mía [=‘mi condición’] es tierna, blanda y amorosa, / y amiga de hacer bien a todas gentes (Cervantes, Quijote II); […] en todas ciencias insigne / y en todos estudios docto (Calderón, Pintor); Pero, por difícil que yo crea que una mujer no vulgar pueda apasionarse de un hombre que en todos conceptos sea moralmente inferior a ella, aún me parece más raro que sea larga la ilusión (Gómez Avellaneda, Mujeres); Armado de todas armas nuestro caballero andante llegó a la capital de la República dueño de las técnicas de reproducción (Carrillo, Posada); Ha sido en todos tiempos apreciado (Rodríguez Galván, Muñoz).

19.8c Algunas variantes de las construcciones mencionadas en el apartado anterior todavía se documentan hoy en textos europeos y americanos, mientras que otras están total o casi totalmente perdidas. Entre las que se emplean en la lengua contemporánea predominan las formadas con los sustantivos que más habitualmente permiten clasificar cosas o personas: forma, modo, manera, clase, categoría, tipo, etc., aun así con notables diferencias de extensión y vitalidad. Por ejemplo, la locución de todas categorías era común en el español europeo hasta el siglo xix, pero es poco usada en el actual. Se atestigua, sin embargo, de forma esporádica en algunos países americanos:

Teatros, bailes, garitos de todas categorías, donde se come y se bebe, y se juega (Arenal, Cuestión); Los apresamientos de personas de todas categorías sociales se sucedieron con alarma pública (Serrano, S., Diplomacia); El lector interesado en asuntos musicales —o de danza— tiene que recurrir a los estudios de todas categorías que existen en lenguas extranjeras (Melo, Notas).

19.8d Es común a todo el mundo hispánico la expresión de todas clases, como en gentes de todas clases, pero la variante de todos tipos es mucho menos empleada (frente al singular de todo tipo, de uso general). Aun así, se documenta en varios países americanos, más raramente en el español europeo:

En el piso mojado quedaban las marcas de una coreografía violenta, patinazos y huellas de zapatos de todos tipos (Ponte, Contrabando); Hay que probar cooperativas de todos tipos y tamaños (Santander, Ramona); La quiero de todos tipos y por camiones (Vallejo, A., Cangrejos).

En el español americano permanecen vivas construcciones como de todos colores o de todos tamaños —la primera se atestigua con mayor frecuencia que la segunda—, que en el europeo son comunes hasta el siglo xix, pero raras en textos posteriores:

Solo para verlas todas necesitas un año… y velas de todos colores (Galdós, Miau); Es un muro pintado, por un lado, de todos colores, lleno de turistas japoneses con máquinas fotográficas, y por el otro, incoloro, aséptico (Edwards, Whisky); Descendieron al andén cargando bultos de todos tamaños (Velasco Piña, Regina); Huertos con estrellas de todos colores en lugar de flores, iban apareciendo en el círculo iluminado del telescopio (Roa Bastos, Vigilia); Una lluvia de piedras de todos tamaños y bolas compactas de lodo y cascajo penetró en la sala (Montero, M., Trenza).

Las construcciones sin artículo mencionadas no equivalen siempre a las que lo contienen. Así, la expresión de todas las maneras en Lo he intentando de todas las maneras es un complemento preposicional de modo que hace referencia al conjunto de maneras en las que se ha probado alguna cosa. En cambio, en De todas maneras, lo he intentado, la expresión subrayada constituye una locución adverbial de sentido concesivo o adversativo próxima a aun así, a pesar de todo y otras construcciones semejantes. La cercanía entre las dos variantes es mayor, por el contrario, en de todos (los) colores, de todas (las) categorías, etc.

19.8e Cualquier sustantivo contable puede aparecer en la construcción «todo + sustantivo en singular» si esta expresión constituye el sujeto de una oración genérica (como en Todo reptil es un animal ovíparo; Se supone que toda lámpara ha de dar luz) o, a veces, también su complemento directo (una sustancia que mata en el acto todo insecto) o indirecto (Se debe un mínimo respeto a todo adversario). En general, la propiedad de cuantificar sobre clases abiertas, que comprenden casos hipotéticos, está reforzada por los contextos en los que aparece todo asociado a un sustantivo contable en singular. Estos contextos no son puramente factuales (§ 25.10m, n), ni se limitan a eventos individuales que se suponen acaecidos. La lengua tiende a rechazar, por tanto, secuencias como *Todo estudiante llegó tarde (cf. Todos los estudiantes llegaron tarde) o *Se compró todo libro (cf. ... todos los libros). No se ajustan a esta restricción las oraciones formadas con expresiones como todo hijo de vecino y otras fórmulas lexicalizadas que no corresponden propiamente a la pauta «todo + sustantivo». Las oraciones de relativo y otros modificadores también alteran la construcción. Así, no es posible prescindir de las subordinadas de relativo que se subrayan en Se opuso a toda idea que mermara su autoridad o en Durante años y años el pueblo permaneció incomunicado, atacando a todo barco que intentaba aproximarse (Etxebarria, Beatriz). Se considerará de nuevo este factor en el § 19.8h.

19.8f Los contextos genéricos se construyen, como se explica en el § 15.8, con varios recursos, muy frecuentemente con predicados que tienen carácter gnómico, en el sentido de que expresan regularidades que poseen el valor de leyes, disposiciones o normas (§ 23.5l y 27.5ñ):

Todo instante de felicidad no es sino la confirmación de que tenemos un pasado (Umbral, Mortal); Todo texto estará sujeto, antes de publicarse, a la revisión y rectificaciones del Jefe de Redacción del periódico (Castellanos, R., Eterno).

También se forman con tiempos imperfectivos, con verbos modales y con otros recursos sintácticos que se mencionan en los § 15.8b y ss. Constituyen, por tanto, oraciones genéricas secuencias como Toda afirmación rotunda suele esconder una verdad a medias; Toda organización tiene fisuras; Todo ciudadano tiene derecho a que no se lo espíe; Todo individuo goza de garantías inviolables.

19.8g Se asimilan al grupo anterior ciertas expresiones lexicalizadas que contienen todo en fórmulas coordinadas (de toda raza y condición, en todo tiempo y lugar) y también algunas, encabezadas por las preposiciones por o de, que pueden considerarse semilexicalizadas, como ser (alguien) de toda confianza —donde toda equivale a total—, decir (algo) por toda respuesta y otras similares:

Xiomara llevaba un refajo de raso por todo vestido (Cabrera Infante, Habana); En esta calle, entonces de buen tono, vivía con un criado filipino por toda ayuda y un lulú de Pomerania por toda compañía (Mendoza, Ciudad); Marta hizo algo indebido desde todo punto de vista: frenó de golpe a Camille, que, tironeada, no acostumbrada a aquella rudeza, se irguió sobre las patas traseras (Canto, Ronda).

Sobre el papel sintáctico de adjetivos como libre o limpio en expresiones como Se sentía tranquila y bien, como pocas veces en la vida: limpia de toda culpa (García Márquez, Amor), véase el § 19.8m.

19.8h Existe una estrecha relación entre los contextos sintácticos en los que se admite «todo + sustantivo» y los que admiten los indefinidos cualquiera, y otros cuantificadores llamados de indistinción o de elección libre20.4). En unos y otros casos se observa una tendencia muy marcada a rechazar los tiempos perfectivos (cf. *Ayer te llamó cualquier amigo tuyo) y a aceptar en cambio los imperfectivos, así como las perífrasis verbales construidas con auxiliares modales. Resultan, en efecto, mucho menos naturales oraciones como Castigaron todo delito o Todo candidato presentó la semana pasada su documentación por triplicado que {Castigaremos ~ Hemos de castigar} todo delito o Todo candidato deberá presentar la documentación por triplicado. En las oraciones siguientes, en las que todo equivale a cualquiera, se subrayan con trazo discontinuo el verbo modal o la forma verbal con tiempo imperfectivo (§ 23.1g) que contribuyen a crear el contexto modal apropiado:

No hablaría el lunes con Álvaro, sino el jueves: en la pequeña cena que suele coronar toda reunión del Club de Escritores (Borges, Aleph); Para mí, de todos modos, no puede haber mayor motivo de emoción y de orgullo. Para mí y para todo novelista auténtico (Onetti, Discurso); He creído en una patria común que abrace a todo ser viviente, sin distinción de sexo, raza, religión o ideología (Fuentes, Silla); […] el mismo Martín, pesimista en cierne como corresponde a todo ser purísimo (Sábato, Héroes); Acudía adonde se le llamaba para todo servicio (Roa Bastos, Contravida).

Es importante resaltar que en ninguno de estos contextos se obtiene la interpretación integral de la que se habló en los apartados precedentes. Así pues, la expresión toda reunión, en el ejemplo de Borges que encabeza este grupo, no se refiere a la totalidad de ninguna reunión, sino que equivale a cualquier reunión.

19.8i En los casos examinados en el apartado anterior se establece un vínculo semántico entre el contenido de la descripción nominal y el predicado que se le atribuye, de forma que el hecho de ajustarse a ella aparece como condición suficiente para manifestar la propiedad asignada. Como no siempre sucede así, se suelen agregar informaciones que ayuden a precisar la descripción nominal que introduce el cuantificador todo. Aportan esas informaciones más específicas las oraciones de relativo subrayadas en Dice que aceptará toda candidatura que se ajuste al perfil requerido o en Han de castigar todo delito que llegue a su conocimiento. He aquí otros ejemplos similares en los que la oración de relativo subrayada se hace necesaria por las razones indicadas:

Se sentó en el destartalado sofá, cuyos muelles rotos herían las nalgas de todo visitante que cayera sobre ellos (Galdós, Episodios); Vuelve a España con terrible autoridad regia, para desterrar a todo obispo que no admitiese a comunión a los prevaricadores (Menéndez Pelayo, Heterodoxos); Ya no se cerrarán los centros privados docentes, ni se obligará, de nuevo, a asistir a las clases oficiales a todo estudiante que aspire a grados académicos (Giner Ríos, Escritos).

También aportan esa información los adjetivos y otros complementos restrictivos. Se obtienen entornos muy parecidos en las interpretaciones genéricas de los indefinidos existenciales, en las que no está presente el cuantificador todo. Resultaría, en efecto, muy forzado suprimir el modificador que se subraya en Un niño de nueve años ya ha aprendido que no debe hacer ciertas preguntas, puesto que al hacerlo no se restringiría el dominio de la cuantificación y se concluiría que el simple hecho de ser niño comporta el aprendizaje del que se habla.

19.8j En los apartados anteriores se comprobó que el cuantificador todo en «todo + sustantivo» se combina predominantemente con sustantivos contables si aparece en singular: toda idea, toda reunión, todo novelista, todo servicio, todo trabajo. Los sustantivos concretos no contables introducidos por todo en esta construcción son recategorizados como contables. Puede decirse, por ejemplo, Toda madera presenta imperfecciones, pero se entiende ‘todo tipo o especie de madera’. En cambio, muchos sustantivos abstractos no contables no resultan necesariamente recategorizados en esta pauta, en particular los que denotan ciertos afectos, sentimientos y cualidades. Muchas combinaciones de este tipo indican que la propiedad en cuestión se manifiesta en el grado más alto posible. Se obtienen en tales contextos paráfrasis con el adjetivo total, como en con toda franqueza ~ con total franqueza; con toda tranquilidad ~ con total tranquilidad, o en el ya citado con {toda ~ total} confianza. Un gran número de estas construcciones se forma, de hecho, con la preposición con, como en Se lo digo con todo respeto; Repasó el dibujo con todo cuidado; Lo trataron con toda cortesía, o como en estos otros ejemplos, similares a los mencionados:

Marido y mujer replicaron con toda sutileza posible a la bondad de la Soberana, que les mandó sentarse (Galdós, Episodios); Puede determinarse con todo rigor las etapas y los modos de esta fragmentación progresiva (Ortega Gasset, Universidad); Coronel Lalinde, lo autorizo para que actúe con toda energía (Navajas, Agonía); Tomasito entró de repente con toda naturalidad en el zaguán de una casa y el chofer y yo lo seguimos de cerca (Mutis, Maqroll); —Conejos —nos decía, con toda seriedad (Muñoz Molina, Ardor); Le pidió que se casaran y ella le explicó con toda sencillez que nunca amaría a otro hombre (Allende, Retrato).

19.8k Se ha observado en los apartados anteriores que la construcción «todo + sustantivo» forma parte de otras muchas expresiones lexicalizadas y semilexicalizadas. Destacan especialmente entre ellas las que se ajustan a la pauta «todo + sustantivo + de + sustantivo». El segundo sustantivo representa un nombre contable en plural o uno no contable en singular, mientras que el primero corresponde al paradigma formado por clase, género, tipo, forma, suerte, variedad y otros nombres similares, como en todo tipo de rumores, con sustantivo contable en plural, o en toda forma de amor, con sustantivo no contable en singular.

19.8l Son asimismo muy numerosas las locuciones adverbiales que se ajustan al esquema «preposición + todo + sustantivo». Entre otras muchas cabe señalar las siguientes: a toda costa, a toda marcha, a toda prueba, a toda vela, a toda voz, a todo galope, a todo trance, a todo vapor, con toda seguridad, contra todo pronóstico, de toda índole, de todo punto. Algunas de estas expresiones admiten variantes semilexicalizadas, como en de toda clase, de toda condición, de toda especie, de todo tipo, etc., o a toda velocidad, a todo (o pleno) pulmón, y también —en la lengua conversacional de algunos países— a toda leche, a toda máquina, a toda mecha, a toda pastilla, a toda trácala, a todo gas, a todo pique, a todo trapo, a todo tren, a todo trote, entre otras variantes (§ 30.15k). El hecho de que estas expresiones estén semilexicalizadas impide que se puedan presentar paradigmas completos de ellas o que puedan figurar en los diccionarios, aun cuando ciertas combinaciones sean mucho más frecuentes que otras. Así, junto a la expresión contra todo pronóstico, se admiten también contra toda previsión o contra toda verosimilitud, entre otras opciones similares:

No quería creer que la Infanta, que al fin y al cabo era una princesa, hablara, contra toda previsión, como una gallega cualquiera y no como una señora argentina (Borges, Brodie); Cuando la muerte de Áurea, los horóscopos se habían cumplido con una exactitud aterradora, como si, contra toda verosimilitud, los diversos redactores se hubieran puesto de acuerdo en tomarle a él como destinatario expreso (Goytisolo, Liberación); Todo perdido menos la esperanza. Mejor aún: la manoseada voluntad de esperar contra toda esperanza (Onetti, Viento).

19.8m Las condiciones sintácticas de la expresión «todo + sustantivo» son más restrictivas que las del indefinido cualquiera. Como se explica en el § 20.4o, este último cuantificador resulta natural en las oraciones imperativas (Dale cualquier excusa), en las condicionales (si me llama cualquiera de mis compañeros) y en otras muchas de sentido prospectivo. En estos contextos no siempre se admite «todo + sustantivo» (cf. *Dale toda excusa o *si me llama todo compañero mío). Se usa especialmente «todo + sustantivo» en construcciones en las que se expresa exención o exclusión de algo en relación con algún estado de cosas considerado inconveniente o adverso. Se muestra esta propiedad en los siguientes ejemplos, en los que aparece con subrayado discontinuo el elemento que aporta ese significado:

Doña Eulalia quedará libre entonces de toda molestia (Valera, Cuentos); Yo tendría que ser un ser degradado y privado de todo sentimiento (Gómez Avellaneda, Diario); Con la abstinencia de todo trabajo duro, se le afinarían las manos hasta rivalizar con la misma seda (Galdós, Desheredada); Sus edades extremas los ponían a salvo de toda suspicacia (García Márquez, Amor); Sufría una vida de abandono en el interior de su casa, ajena a todo goce (Hernández Norman, Novela); La muerte bienvenida nos exime de toda vana sorpresa (Mutis, Trabajos); Dejaba menos campo para que la imaginación volase en libertad, desligada de toda traba (Cela, Colmena); Don Mateo debía haberse enfrentado con la vida desatado de todo vínculo (Delibes, Sombra); Llevaban cuatro días de marcha, cuatro noches durmiendo en piezas diferentes, eludiendo todo contacto con extraños (Gasulla, Culminación); Debería ser mucho más cuidadoso, hablar solo lo intrascendente y evitar toda acción sospechosa (Allende, Amor).

19.8n Otras veces, la voz que proporciona el contexto apropiado que favorece la aparición de «todo + sustantivo» expresa carencia, ausencia u oposición, como en Dice que declina toda responsabilidad; Hemos perdido todo contacto; Carezco de toda información; Habían eliminado toda resistencia, o en los ejemplos que siguen, en los que se subrayan igualmente con trazo discontinuo las palabras que expresan la noción negativa u opositiva de la que se habla:

Yo soy contraria a toda violencia (Bioy Casares, Diario); Me encontraba belicoso, disconforme con toda vida de relación (Delibes, Sombra); Un acceso de gratitud hacia don Mercurio y hacia Howard Cárter, de cuyos trabajos carecía de toda noticia […] (Muñoz Molina, Jinete).

Este comportamiento se extiende a otras palabras que expresan también ausencia, oposición o exención, en particular los adjetivos (inocente de todo delito, adversario de todo fanatismo, indiferente a toda súplica) y las preposiciones, como en el caso ya citado de contra: contra todo pronóstico. Nótese que los grupos nominales que se analizan tienden a resultar extraños en combinación con predicados verbales que no incorporan la idea de negación en algunas de las variantes que se han descrito. Resultan muy forzados —si no inviables— grupos verbales como correr todo peligro, establecer todo contacto, tener toda información, entablar toda relación.

19.8ñ No es muy amplio el número de infinitivos que se aceptan en la expresión «a todo + infinitivo». Muchos de ellos son de uso general o casi general, si bien no todos son igualmente conocidos en las distintas áreas hispanohablantes:

Una voz en la oscuridad pasó avisando por la calle a todo correr (Ramírez, Baile); ¿Quién le decía que seguía allí sentado y que no se venía a todo andar contra ella? (Madariaga, Corazón); En ese instante la infantería enemiga avanza a todo meter por el campo (Herrera Luque, Casa); Recorría el pueblo en bicicleta con los timbres a todo sonar (Tusquets, Orquesta).

La locución a todo dar es característica del español americano, sobre todo del mexicano, el chileno, el centroamericano y el de ciertas zonas del Caribe:

—Se siente bonito, ¿verdad Mariano?, se siente a todo dar que le envidien a uno a su vieja (Fuentes, Frontera); En Guadalajara la pasé a todo dar (Martín Campo, Carreteras); A ratos los matan, les meten balas a todo dar (Viezzer, Hablar); El fabuloso resort Conrad no está abierto aún a la hotelería pero sí funciona a todo dar su casino (Nacional 6/2/1997); Andaban las lagartijas con sombrilla y el bagrecito abanicándose a todo dar con las aletas (Galeano, Abrazos).

19.8o Entre los factores que favorecen las fórmulas que se acaban de mencionar están las construcciones reduplicadas, algo más frecuentes en el español europeo, como en los ejemplos siguientes:

Ella también gastaba a todo gastar (Clarín, Hijo); Se pasan la vida corriendo a todo correr de un lado para otro (Unamuno, Sentimiento); La señora está en casa como una magdalena del Zángano llorando a todo llorar durante las veinticuatro horas del día (Martínez Mediero, Lola); Había un jugador de golf en posición de acabar de darle un soberano golpe a la pelota que sonreía a todo sonreír (Sánchez-Ostiz, Infierno).

19.8p El uso atributivo de «todo + sustantivo» tiene gran productividad. Aun así, aparece semilexicalizado en algunas construcciones, como en María era todo corazón (Pombo, Metro). El sustantivo se puede encontrar en singular o en plural en esta pauta, y hace referencia a un atributo casi siempre relativo a la posesión o la expresión de sentimientos o emociones. Tiene interés resaltar que en estos casos todo puede permanecer invariable, como en el ejemplo citado o en Y recuerdo también que mi madre dijo: “Esa mujer es todo corazón”, y se puso a llorar (Sánchez, H., Héroe). No obstante, también puede concordar con el grupo nominal a cuyo referente se atribuye la cualidad de la que se habla, como en Es usted toda corazón, doña Aurora (Ruiz Zafón, Sombra). Ambas opciones (María era {todo ~ toda} corazón) se consideran correctas. Recuérdense los § 19.4i y ss. No hay, en cambio, concordancia entre todo y el sustantivo que lo sigue en este uso. Así, en los ejemplos que se muestran a continuación no sería posible *todos músculos ni *todos huesos:

Por primera vez vio lo que tenía delante: un rostro pálido, avellanado, todo huesos y pellejo que parecía pergamino claro (Clarín, Regenta); La atraían su largo pelo negro, su cuerpo pequeño todo músculos, su acento extraño y la precisión de sus movimientos (Allende, Plan).

19.8q Salvo en la pauta citada en el apartado precedente (ser todo músculos, ser todo huesos), la propiedad o el rasgo que se expresa en las construcciones descritas representa casi siempre alguna actitud o disposición psicológica: ser todo nervios, ser todo oídos, ser todo corazón, ser todo sentimiento, ser todo dudas. Con este uso de «todo + sustantivo» se suele expresar que la cualidad asociada con el sustantivo se aplica integralmente a la persona de la que se habla. Esta pauta goza en la lengua literaria (antigua y moderna) de mayor productividad que en otros registros del idioma. Debe señalarse, por otra parte, que, en sentido estricto, no todos los sustantivos que caben en ese esquema expresan cualidades de los individuos que se mencionan, ya que a menudo ponen de manifiesto el hecho de que la persona o la cosa de las que se habla se presentan convertidas en esas entidades (sean materiales o inmateriales), o bien que toda su naturaleza se asimila a la de las realidades con las que se comparan:

Válgate Dios por tapada, / toda misterios y toda / prevenciones, sin que aya / nunca visto la verdad (Calderón, Casa); Lo contrario de su hermana Gabriela: toda reflexión y calma […] (Galdós, Loca); El mísero traje del Pituso era todo agujeros (Galdós, Fortunata); Si no tuviese este pícaro genio que Dios me ha dado, yo sería hoy todo brazos y el obispo todo pensamiento (Navarro Villoslada, Urraca); La llanura sin fin, toda quietudes, / y el magnífico cielo, todo estrellas (Gabriel Galán, Castellanas); […] en un salón encendido, todo candelabros, entre los cuales flotaban, transparentes, pausados y ceremoniosos, los dioses elevados en el centelleo del aire (Mujica Lainez, Bomarzo).

19.8r En los apartados precedentes se explicó que la interpretación genérica de «todo + sustantivo», como en todo trabajo (‘cualquier trabajo’), es diferente de la llamada interpretación integral, en la que se alude a la totalidad de la materia denotada. Esta última interpretación es la que se obtiene con la variante en la que el grupo nominal es definido: todo el trabajo (‘la totalidad del trabajo, el trabajo en su conjunto’). Existen otras diferencias semánticas entre ambas. Cuando se combina con sustantivos contables o recategorizados como contables, todo tiene un sentido netamente distributivo, lo que no se aplica siempre a la combinación de este cuantificador con los grupos nominales definidos. Así, la expresión el examen de toda demanda alude a tantos exámenes individuales como demandas se planteen, mientras que la expresión el examen de todas las demandas puede referirse (en uno de sus sentidos) a un solo examen en el que se trate colectivamente un grupo de demandas. Por otra parte, si bien el singular «todo + sustantivo» no acepta con naturalidad la interpretación colectiva, el plural «todos + grupo nominal definido» admite tanto la colectiva como la distributiva, como en El decano recibirá a todos los estudiantes que estén interesados en ampliar estudios en el extranjero. Se vuelve sobre estas interpretaciones en el § 20.9.

19.8s El artículo indeterminado no puede combinarse con el cuantificador todo para expresar conjuntos de personas o cosas, ya que la mención de todos los miembros de una clase solo es compatible con la que expresan los determinantes definidos: todos {los ~ *unos} niños de este colegio. El cuantificador todo puede, en cambio, concurrir con el artículo indefinido en singular para referirse al conjunto total de los miembros, las partes o los componentes de una entidad, como en La avería eléctrica afectó a todo un barrio; Estará allá todo un año; Habrá que alojar a toda una familia, o en recuerdos acumulados a lo largo de toda una vida. En este uso puede seguir a todo una construcción pseudopartitiva (§ 20.2): toda una serie de calamidades, toda una bandada de pájaros. La construcción «todo + grupo nominal indefinido» admite paráfrasis con los adjetivos completo o entero, como en durante todo un año ~ durante un año entero, o como en estos otros ejemplos:

Durante toda una semana asistió a desayunos, aperitivos, almuerzos, tés y cenas y paseos por los senderos del jardín (Pombo, Metro); ¿Cómo va a ser posible que toda una barriada de Lima se atolondre con semejante bola? (Vargas Llosa, Lituma).

19.8t También se usa esta construcción para indicar que una persona o cosa cumple todos los atributos que se asocian a cierto prototipo, como en Aquello era todo un espectáculo; Se le consideraba todo un personaje; La obra fue todo un éxito. Con algunos de estos sustantivos, la construcción descrita admite paráfrasis como ‘un gran o una gran + sustantivo’, ‘nada menos que + grupo nominal indefinido’ y otras similares. A este grupo de sustantivos corresponden muchos nombres de persona que denotan valoración, y a menudo conllevan cierta apreciación relativa a la posición del individuo en alguna jerarquía implícita, como en Está hecha toda una intelectual, o en los ejemplos que siguen:

Tiene tan feliz estrella ese Keller, que no será mucho le veamos convertido en padre de todo un barón (Gómez Avellaneda, Novelas); Es un santo, hermana, todo un santo (Unamuno, San Manuel); Se puede ver en Nada menos que todo un hombre (Ynduráin, Clasicismo); Pues hacerle un hijo a todo un rey es algo que no consiguió ni el propio Júpiter (Moix, Sueño).

Corresponden a ese mismo grupo otros muchos sustantivos que se usan como atributos para expresar los rasgos que permiten ponderar a una persona o una cosa, así como hacerla objeto de consideración o de otras formas de enjuiciamiento:

Tal vez el límite de su carrera sería el estado actual o un mal obispado en la vejez, todo un sarcasmo (Clarín, Regenta); Para el escritor de ficción, además, significa todo un acercamiento al proceso de creación (Samperio, Nave); Por eso el viaje fue todo un acontecimiento (Rivarola, Yvypóra); Nada verdaderamente insólito si se le compara con personajes del cine, el deporte o la literatura, pero todo un récord en el ámbito filosófico (Savater, Despierta); En el rancho de Mamá Elena la preparación del chorizo era todo un rito (Esquivel, Agua).

19.8u Se documenta también un uso adverbial no concordado de todo en estas construcciones:

Heidi Paddock es todo una computadora cuando entrena, por la concentración y la fuerza con la que hace todas las cosas (Listín Diario 17/7/1997); Tener una mujer desnuda en las rodillas era todo una responsabilidad (Cohen, Insomnio).

El valor de todo que se ha descrito es ponderativo, por lo que se produce cierta redundancia si se añade una expresión ponderativa análoga, como los adjetivos verdadero y auténtico en los siguientes ejemplos (que se recomienda evitar): Es todo un verdadero acontecimiento; Está hecho todo un auténtico hombrecito. La variante en plural es más frecuente en el español americano que en el europeo: Mis muchachos se portaron como todos unos profesionales y jugaron como tremendos atletas (Vocero 16/11/2008). No se debe confundir esta pauta con el uso de los cuantificadores llamado flotante, al que se dedicará el § 19.10, como en Estos señores son todos (o todos ellos) unos caballeros. En las construcciones examinadas en los apartados anteriores, todo concuerda en género con el sustantivo al que modifica: «todo un + sustantivo» o «toda una + sustantivo». Se dice, pues, La obra fue {todo ~ *toda} un éxito. Se descarta aquí la interpretación que corresponde a la cuantificación flotante, ya que no parece posible que solo fuera exitosa una parte de la obra de la que se habla. En esta otra interpretación se obtiene siempre concordancia de género y número: Las definiciones han sido todas revisadas (País [Esp.] 11/9/1997).

19.8v En los § 19.4i, j se analizaron algunos aspectos de la construcción «todo/toda + adjetivo o participio». Como allí se vio, en la opción mayoritaria todo concuerda con el adjetivo o participio (todo manchado ~ toda manchada), pero existe una variante minoritaria en la que se inmoviliza como adverbio (todo manchada). En uno y otro caso se obtiene la interpretación que corresponde a las expresiones adverbiales por completo, por entero o completamente. A esta interpretación corresponden los textos siguientes:

Calló, y sin decir otra cosa comenzó a vestirse, todo sepultado en silencio (Cervantes, Quijote II); Los charcos que hay alrededor están pintados al aceite, y encima de ellos bebe un ruiseñor todo bordado con hilo de oro (Lorca, Rosita); Toda enlutada, con el pelo lustroso apretado a la cabeza, pálidos los labios, me pareció de una sobrecogedora belleza (Carpentier, Pasos); Salieron peleando, Paloma en cueros y Julieta semidesnuda, con la blusa toda destrozada (Siglo 7/6/1997).

19.8w El uso de todo como adverbio de grado en expresiones no concordadas se registra en el español americano (especialmente, aunque no solo, en las áreas andina y caribeña), como en La niña me miraba todo asustada o en Y un poco se confirma esta suposición por el regreso, todo orondos y lirondos, de los parlamentarios acusados en el caso de las sobredietas (Tiempos 6/2/1997). La variante concordada en plural (todos manchados, todos enojados) se interpreta mayoritariamente en la lectura llamada flotante19.10). Así pues, Las paredes estaban todas manchadas equivale a Todas las paredes estaban manchadas. No sucede siempre así en las áreas que se acaban de mencionar. En Bolivia o el Perú, entre otros países, la oración Las niñas estaban todas asustadas es ambigua entre las interpretaciones ‘Todas las niñas estaban asustadas’ y ‘Las niñas estaban completamente asustadas’. Se obtiene, como es lógico, la interpretación de grado como única opción en Los carros ya están todo preparados (es decir, ‘completamente preparados’), ya que el adverbio todo se admite también en esas áreas como cuantificador de grado. En las oraciones siguientes predomina la interpretación que se ha llamado flotante. Sin embargo, en algunas de estas secuencias se admite asimismo la interpretación de grado (‘completamente, por completo’) en las áreas lingüísticas a las que se ha hecho referencia:

¡No tiene plata para pagar la luz! ¡Su colcha es un asco! ¡Los muros están todos chorreados! (Wolff, Álamos); Los empleados de Mr. Deivis estaban todos apurados, trabajando horas extras, reetiquetando a destajo (Mojarro, Yo); En su casa estábamos todos borrachos, cuando sonaba la música y bailábamos; todo era alegría (Vargas, Pasado); Las mujeres fuimos todas vestidas de soirée (Martínez, Perón).

 

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