CAPÍTULO III. El uso de los signos ortográficos

3. Signos de puntuación

3.4. Usos de los signos de puntuación

3.4.9. Los signos de interrogación y exclamación

3.4.9.1. Los signos de interrogación y exclamación como indicadores de modalidad

Los signos de interrogación y exclamación sirven para enmarcar las construcciones interrogativas y exclamativas directas: ¿Qué quieres?; Pedro, ¿cuántos años llevas trabajando aquí?; ¡Qué nombre tan bonito!; ¡Me ha traído un regalo! (frente a las indirectas Dime qué quieres; Fíjate qué nombre tan bonito).

Aunque no dejan de tener también una clara función demarcativa, la función característica de los signos de interrogación y exclamación es indicar que la secuencia que encierran manifiesta una modalidad no aseverativa (v. § 3.1.2); en otras palabras, que quien escribe quiere presentar la información como una pregunta (modalidad interrogativa) o como una exclamación (modalidad exclamativa).

En el plano oral, las construcciones interrogativas y exclamativas presentan curvas melódicas peculiares que varían en función, entre otros, de factores gramaticales y geográficos. La indicación de la modalidad en la cadena hablada y en la cadena escrita presenta un paralelismo mayor que en los signos delimitadores principales, de modo que la secuencia articulada con una curva melódica interrogativa o exclamativa corresponde normalmente a una secuencia que se escribe entre signos de interrogación o exclamación. Por ello, la manera de pronunciar los enunciados puede resultar útil a la hora de solucionar algunos de los contextos dudosos que se comentan en los siguientes apartados.

Cuando las secuencias que encierran no están encabezadas por un elemento interrogativo o exclamativo (como qué, quién, cuál, cuánto, dónde, etc.), la presencia de los signos de interrogación y exclamación en la escritura es distintiva, es decir, implica cambios de significado: ¿Ha venido? / ¡Ha venido! / Ha venido.

Como indicadores de modalidad, estos signos plantean dos tipos de problemas: los relacionados con su omisión y los que tienen que ver con su colocación en los enunciados.

3.4.9.1.1 Ausencia de los signos de interrogación y exclamación en interrogativas y exclamativas directas

3.4.9.1.1.1 Interrogativas

Como regla general, las oraciones interrogativas directas se escriben siempre entre signos de interrogación, tanto en su función prototípica de solicitud de información (¿Está aquí Juan?; ¿Por dónde se va a tu casa?) como cuando tienen otros fines comunicativos, como expresar sugerencias, órdenes, etc. (¿Por qué no descansas un poco?; ¿Quieres callarte?; ¿Todavía no te has comido la sopa?). Cabe mencionar dos excepciones:

a) Pueden omitirse los signos de interrogación en enunciados interrogativos independientes que constituyen el título de una obra, un capítulo o cualquier otra sección de un texto: Cómo escribir bien en español; Qué es lo «moderno» en lexicografía. Es igualmente posible escribir los signos de interrogación en estos casos: ¿Qué es el estructuralismo?

b) A veces se omiten los signos de interrogación en las interrogaciones retóricas, como Dónde vas a estar mejor que aquí, en las que no se formula una verdadera pregunta, sino que se expresa indirectamente una aseveración (‘en ningún sitio vas a estar mejor que aquí’). No hay motivos para censurar la ausencia de los signos de interrogación en estas expresiones, aunque en el uso general suelen escribirse.

3.4.9.1.1.2 Exclamativas

Los signos de exclamación se utilizan para encerrar las construcciones exclamativas, que pueden estar constituidas por interjecciones (¡Ay!), locuciones o grupos interjectivos (¡Ni modo!; ¡Caramba con el niño!), onomatopeyas (¡Chist!), vocativos (¡Niños!) o grupos sintácticos y oraciones, introducidos o no por un elemento exclamativo (¡Qué casa!; ¡Fantástico lugar!; ¡Cuánto me he emocionado!; ¡Es impresionante!; ¡Con lo amable que parecía!).

Advertencia

Algunas interjecciones pueden formar indistintamente enunciados exclamativos o interrogativos y, consecuentemente, escribirse entre signos de exclamación o de interrogación, como las que se emplean al descolgar el teléfono: ¡aló! /¿aló?; ¡diga! / ¿diga? En el caso de la interjección eh, la escritura de uno u otro signo implica cambios significativos: ¿eh? (se solicita la repetición de lo que se acaba de oír y no se ha entendido, o se pide el asentimiento del interlocutor a un comentario o advertencia) / ¡eh! (se usa para llamar la atención del interlocutor).

En las expresiones inequívocamente exclamativas, es frecuente y admisible prescindir de los signos de exclamación en la escritura: «Ah, caramba, mil disculpas, sigan nomás» (Bayly Días [Perú 1996]); «Camila, mi niña querida: Cuánto quisiera acompañarte estos días en el sur de México» (Serrano Corazón [Chile 2001]).

3.4.9.1.2 Colocación de los signos de interrogación y exclamación

3.4.9.1.2.1 Si el inicio de la pregunta no coincide con el inicio del enunciado

Los signos de apertura (¿, ¡) se han de colocar justo donde empieza la pregunta o la exclamación, aunque no se corresponda con el comienzo del enunciado; en ese caso, la secuencia interrogativa o la exclamativa se inicia con minúscula. Quedan fuera de la pregunta o la exclamación los siguientes elementos:

a) Los vocativos, cuando ocupan el primer lugar del enunciado: Raquel, ¿sabes ya cuándo vendrás?; en cambio, si van al final, se consideran incluidos en la pregunta o la exclamación: ¿Sabes ya cuándo vendrás, Raquel?

b) Los enunciados aseverativos que preceden a los apéndices confirmativos: Hoy es su cumpleaños, ¿no?; No les interesa lo que estoy diciendo, ¿verdad?; No está mal, ¿eh?

c) Las estructuras encabezadas por expresiones de valor introductorio del tipo en cuanto a, con respecto a, en relación con, con referencia a (En cuanto al tráfico, ¿hay alguna novedad?), así como otras expresiones equivalentes: Y hablando de Estefanía, ¿cuándo viene?; Tus niños, ¿están bien?

d) Los adverbios, locuciones adverbiales y otros complementos que inciden sobre toda la oración y expresan la actitud con la que el hablante se manifiesta o la que le pide al oyente, como sinceramente, francamente, con la mano en el corazón, brevemente, honradamente, etc.:

Con la mano en el corazón, ¡estoy encantado!

Francamente, ¿te importa lo que le pase?

e) Las oraciones dependientes —como las prótasis condicionales y concesivas (v. § 3.4.2.2.4.4.) o las causales y finales externas (v. § 3.4.2.2.4.3b y c)—, cuando ocupan el primer lugar de un enunciado:

Si encuentro trabajo, ¡menuda fiesta voy a dar!

Aunque no te apetezca venir, ¿puedo contar contigo?

Puesto que no cabemos en un coche, ¿les parece que vayamos en tren?

Para que te enteres, ¡no pienso cambiar de opinión!

En cambio, cuando van al final, se consideran incluidas en la pregunta o la exclamación:

¡Menuda fiesta voy a dar si encuentro trabajo!

¿Les parece que vayamos en tren, puesto que no cabemos en un coche?

f) Muchos de los conectores discursivos (v. § 3.4.2.2.5) que anteceden a la secuencia sobre la que inciden:

Por lo demás, ¿qué aspecto tenía tu hermano?

Lo ha intentado, sin embargo, ¿cómo vencer tantas adversidades?

Advertencia

Las conjunciones coordinantes y y pero, y en menor medida o y mas, suelen aparecer en posición inicial con valores similares a los de los conectores. La tendencia general, y a su vez la opción más recomendable, es escribir y y o como elementos pertenecientes a la interrogativa o exclamativa. De hecho, en la cadena hablada estas conjunciones tienden a incorporarse a la curva melódica de esas construcciones:

«Casi no puedo escribir. ¡Y para qué voy a escribir! Es mejor leer» (GlzLeón Viejo [Ven. 1995]).

«¿Lo hará así siempre? ¿O esa delicadeza se debe a la presencia de su hija?» (VLlosa Fiesta [Perú 2000]).

En el caso de la conjunción adversativa pero, es igualmente correcto que esta preceda a la secuencia interrogativa o exclamativa, o que se incluya en ella:

«Pero ¡si ya hasta sus amigos más íntimos no se acuerdan de él!» (TBallester Filomeno [Esp. 1988]).

«Está fijando las reglas de la confrontación, como si se tratase de una partida de ajedrez o de póker. ¿Pero por qué hacer algo así?» (Volpi Klingsor [Méx. 1999]).

3.4.9.1.2.2 Si concurren varias preguntas o exclamaciones

Cuando se escriben seguidas varias preguntas o exclamaciones breves, se pueden considerar como enunciados independientes, o bien como partes de un único enunciado. En el primer caso, cada interrogación o exclamación se iniciará con mayúscula:

¿Quién era? ¿De dónde salió? ¿Te dijo qué quería?

¡Cállate! ¡No quiero volver a verte! ¡Márchate!

En el segundo caso, las diversas preguntas o exclamaciones se separarán por coma o por punto y coma, y solo se iniciará con mayúscula la primera de ellas:

Me abordó en la calle y me preguntó: «¿Cómo te llamas?, ¿en qué trabajas?, ¿cuándo naciste?».

¡Qué enfadado estaba!; ¡cómo se puso!; ¡qué susto nos dio!

Cuando la exclamación está compuesta por elementos breves que se duplican o triplican, los signos de exclamación encierran todos los elementos: ¡Ja, ja, ja!

     

    Más información sobre conceptos del capítulo

    En relación con este capítulo, las siguientes entradas del Glosario de términos gramaticales podrían ser de su interés:
    oración (de modalidad) exclamativa, oración (de modalidad) interrogativa

    Ortografía de la lengua española
    Real Academia Española © Todos los derechos reservados

    cerrar

    Buscador general de la RAE